Viernes, 24 de marzo de 2006
Comentario de las lecturas de la liturgia eucar?stica del domingo IV de la Cuaresma hecho por el padre Raniero Cantalamessa OFM Cap., predicador de la Casa Pontificia, publicado por ZENIT


IV Domingo de Cuaresma B


(2 Cr?nicas 36, 14-16. 19-23; Efesios 2, 4-10; Juan 3, 14-21)


?Tanto am? Dios al mundo!

En el Evangelio de este domingo encontramos una de las frases absolutamente m?s bellas y consoladoras de la Biblia: ?Tanto am? Dios al mundo que dio a su Hijo ?nico, para que todo el que crea en ?l no perezca, sino que tenga vida eterna?.

Para hablarnos de su amor, Dios se ha servido de las experiencias de amor que el hombre tiene en el ?mbito natural. Dante dice que en Dios existe, como atado en un ?nico volumen, ?lo que en el mundo se desencuaderna?. Todos los amores humanos ?conyugal, paterno, materno, de amistad-- son p?ginas de un cuaderno, o chispas de un incendio, que tiene en Dios su fuente y plenitud.

Ante todo Dios, en la Biblia, nos habla de su amor a trav?s de la imagen del amor paterno. El amor paterno est? hecho de est?mulo, de impulso. El padre quiere hacer crecer al hijo, empuj?ndole a que d? lo mejor de s?. Por ello dif?cilmente un padre alabar? al hijo incondicionalmente en su presencia. Teme que se crea cumplido y no se esfuerce m?s. Un rasgo del amor paterno es tambi?n la correcci?n. Pero un verdadero padre es asimismo aquel que da libertad, seguridad al hijo, que le hace sentirse protegido en la vida. He aqu? por qu? Dios se presenta al hombre, a lo largo de toda la revelaci?n, como su ?roca y baluarte?, ?fortaleza siempre cerca en las angustias?.

Otras veces Dios nos habla con la imagen del amor materno. Dice: ??Acaso olvida una mujer a su ni?o, sin compadecerse del hijo de sus entra?as? Pues aunque ?sas llegasen a olvidar, yo no te olvido? (Is 49, 15). El amor de la madre est? hecho de acogida, de compasi?n y de ternura; es un amor ?entra?able?. Las madres son siempre un poco c?mplices de los hijos y con frecuencia deben defenderles e interceder por ellos ante el padre. Se habla siempre del poder de Dios y de su fuerza; pero la Biblia nos habla tambi?n de una debilidad de Dios, de una impotencia suya. Es la ?debilidad? materna.

El hombre conoce por experiencia otro tipo de amor, el amor esponsal, del cual se dice que es ?fuerte como la muerte? y cuyas llamas ?son flechas de fuego? (Ct 8, 6). Y tambi?n a este tipo de amor ha recurrido Dios para convencernos de su apasionado amor por nosotros. Todos los t?rminos t?picos del amor entre hombre y mujer, incluido el t?rmino ?seducci?n?, son empleados en la Biblia para describir el amor de Dios por el hombre.

Jes?s llev? a cumplimiento todas estas formas de amor, paterno, materno, esponsal (?cu?ntas veces se ha comparado a un esposo!); pero les a?adi? otra: el amor de amistad. Dec?a a sus disc?pulos: ?No os llamo ya siervos... a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he o?do a mi Padre os lo he dado a conocer? (Jn 15, 15).

?Qu? es la amistad? La amistad puede constituir un v?nculo m?s fuerte que el parentesco mismo. El parentesco consiste en tener la misma sangre; la amistad en tener los mismos gustos, ideales, intereses. Nace de la confidencia, esto es, del hecho de que conf?o a otro lo m?s ?ntimo y personal de mis pensamientos y experiencias.

Ahora: Jes?s explica que nos llama amigos, porque todo lo que ?l sab?a de su Padre celestial nos lo ha dado a conocer, nos lo han confiado. ?Nos ha hecho part?cipes de los secretos de familia de la Trinidad! Por ejemplo, del hecho de que Dios prefiere a los peque?os y a los pobres, de que nos ama como un pap?, de que nos tiene preparado un lugar. Jes?s da a la palabra ?amigos? su sentido m?s pleno.

?Qu? debemos hacer despu?s de haber recordado este amor? Algo sencill?simo: creer en el amor de Dios, acogerlo; repetir conmovidos, con San Juan: ??Nosotros hemos cre?do en el amor que Dios nos tiene!? (1 Juan 4, 16).
Publicado por verdenaranja @ 22:58
Comentarios (0)  | Enviar
Comentarios