S?bado, 25 de marzo de 2006
La revista MOVIMIENTO SIERVOS DE LOS POBRES DEL TERCER MUNDO de "Opus hristi Salvatoris mundi" publica en el n?mero CUARESMA 2006 un mensaje del P. Giovanni Salerno titulado ?A los pobres los ten?is siempre con vosotros? que ponemos a continuaci?n.



Nos cuenta el Evangelio, seg?n S. Juan, que ?seis d?as antes de la Pascua? (cf. Jn 12,1), el Se?or Jes?s se encontraba en casa de sus amigos L?zaro, Marta y Mar?a en una comida. En el transcurso de ?sta, Mar?a tom? una libra de perfume de nardo y ungi? con ?l los pies de Jes?s, sec?ndolos despu?s con sus cabellos. Judas Iscariote ante tal hecho reacciona de un modo que nos podr?a parecer l?gico e incluso justificado, dada la situaci?n que hoy en d?a nos rodea: ??Por qu? no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?? (Jn 12, 5). ?Para qu? tanto despilfarro? ?No podr?a aprovecharse mejor el dinero? ?Cu?ntas veces no lo hemos dicho nosotros? A estas preguntas que surgen espont?neamente se suma la sorpresa ante la respuesta de Jes?s: ?Pobres siempre tendr?is con vosotros? (Jn 12, 8). ?Parece que el Se?or Jes?s estuviera afirmando que, por m?s que trabajemos por combatir la pobreza, la habr?! ?Y todav?a m?s, parece que est? justificando el despilfarro en su nombre! ?Estar? acaso afirmando el fracaso de nuestra misi?n? Si profundizamos en el paso evang?lico descubriremos una riqueza inesperada y que ?los caminos del Se?or no son nuestros caminos?.

Adem?s, que encontraremos en el fondo el motivo principal de nuestra entrega por los m?s pobres y que nos hace falta ?transformamos con la renovaci?n de la mente? (Rm 12, 2).
Como siempre, la visi?n que el Se?or Jes?s ten?a de los acontecimientos es mucho m?s amplia que la nuestra y por una sencilla raz?n: su mirada es simple. Nosotros cuando percibimos los acontecimientos nos impactan de un modo o de otro, dependiendo del ?orden? que existe en nuestro interior. El Se?or Jes?s ten?a todos sus sentimientos, sus pensamientos, sus obras y sus omisiones unidas ?ntimamente con el Padre por obra del Esp?ritu Santo, y esta uni?n ?ntima hac?a que su mirada tocara lo m?s profundo de cada hombre que se le acercaba. La cercan?a y la intimidad con el Se?or nos hacen capaces de ver en lo profundo de los acontecimientos, evitando as? tantos juicios superficiales y de cr?tica, que no conducen a nada. Uno de los frutos espirituales de la uni?n ?ntima con el Se?or es que, de ser complicados para todo, nos volvemos simples como lo fue Jes?s.
Volvamos a nuestro relato evang?lico y tratemos de ver con los ojos de Jes?s. ?Qui?n era Mar?a adem?s de la hermana de L?zaro? Es aquella que movi? el coraz?n del Se?or para que obrara el milagro de la resurrecci?n de su hermano (cf. Jn 11, 33-37), fue la primera que se acerc? al Sepulcro del Se?or el primer d?a de la semana (cf. Jn 20, 1), anunci? a los disc?pulos la Resurrecci?n y se encontr? con el Se?or resucitado (cf. Jn 20, 2. 11-12). Mar?a es tambi?n aquella que escuch? a los pies del Se?or su palabra, en una de las visitas que Jes?s hizo a los hermanos de Betania, como cuenta el Evangelio de San Lucas (cf. 10, 39), y que mereci? el elogio del Se?or: ?Mar?a ha escogido la mejor parte y no se la quitar?n? (Lc 10, 42). Es aquella de la que el Se?or expuls? siete demonios (cf. Mc 16, 9). Por el gran amor que ella profesaba al Se?or, por su suplica confiada, por su fe, por su mirada fija en ?l y sobre todo por la entrega de todo su ser a Jes?s, que se reflejaba en los cuidados que ten?a con ?l; ella sab?a qui?n era su Se?or y descubre en ?l algo que Judas no vio.
Judas era ?el traidor?, como lo llama el Evangelio, seg?n S. Juan, y aunque ha pasado a la historia con este t?tulo, el Se?or siempre le trat? con amor, invit?ndole a vivir en comuni?n con ?l y a convertirse, pero hab?a algo del amor que Jes?s le dirig?a, que ?l no aceptaba.
No acepta que quien ?l proclama Rey y Mes?as le lave los pies (cf. Jn 13, 1-11), le d? su mismo pan despu?s de mojarlo en el vino, signo que en la Biblia significa intimidad, y esto lo hace aun sabiendo que lo entregar?a (cf. Jn 13, 26); el Se?or nunca dej? de darle la oportunidad de que ?l tomara parte en la entrega de Cristo en la Cruz, pero no como el traidor, sino como Ap?stol. Todav?a en el ?ltimo momento le da otra oportunidad: ?Judas, ?con un beso entregas al hijo del hombre?? (cf. Lc 22, 48). Judas tambi?n ten?a la bolsa del dinero... (cf. Jn 13, 29).
Ahora podemos dar un paso m?s en la meditaci?n de la Palabra de Dios: la entrega de Judas a Cristo es una entrega calculada y que terne la sabidur?a de la Cruz. Delante tiene al Rey que hace del servicio y de la entrega total su credencial de presentaci?n, tiene delante de s? a Jes?s de Nazaret: el Hijo Unig?nito del Padre hecho hombre, su Rostro humano, la segunda persona de la Trinidad, que ha renunciado voluntariamente a sus privilegios de Hijo y que se abandona en las manos del Padre ofreci?ndose en la Cruz, como Cordero llevado al matadero. Esta cerraz?n de Judas, que no se llev? a cabo en un d?a, sino en un rechazo prolongado del estilo de Cristo, lo lleva a medir su relaci?n con el Se?or en t?rminos monetarios (lo entrega por 30 monedas), poniendo un precio incluso a su ayuda a los pobres.
Mar?a, sin embargo, por su amor sin c?lculos, sin importarle el precio de lo que tenga que pagar, descubre que Jes?s es el m?s pobre de todos; es m?s, el ?nico pobre a quien hay que servir, aquel que ?se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza? (2 Cor 8, 9). Al verter el perfume en los pies del Se?or, ?ste se vuelve expresi?n de la entrega total de su vida, de este derroche de amor queda impregnada toda la habitaci?n. Es signo tambi?n de la acogida del amor que Cristo nos entrega en la Cruz, es decir, de ?l mismo y que mueve a hacer vida este amor recibido: perfume que impregna su servicio al Pobre. Jes?s no tiene en cuenta el precio del perfume, sino la disponibilidad del amor de Mar?a, pendiente siempre a la voz de su Se?or. Por todo esto, si Jes?s dice que a los pobres los tendremos siem?pre, no hemos de entenderlo al estilo de Judas, no habla en sentido material, sino como lo vivi? Mar?a. En las palabras del Se?or se podr?a parafrasear: entre vosotros siempre tendr?is en quien reconocerme pobre, si no sab?is servirme primero e impregnar con el aroma del amor que me llev? a la Cruz toda vuestra vida, no os preocupar?is m?s que del bienestar material de los pobres, sin preocuparos de que lo m?s importante es que tambi?n por ellos voy a la Cruz y os env?o a que con vuestro perfume traig?is a los pobres a mi Cruz para que puedan ser limpiados y santificados con los sacramentos del Iglesia que brotaron de mi costado, sangre y agua de salvaci?n, para que tambi?n ellos Resuciten a una vida nueva. No hagamos del dinero la medida de nuestra ayuda a los pobres, dej?monos mover por el aroma que desprende la Cruz del Se?or Glorioso, porque los pobres son exigentes y nos piden la vida, no solo lo que les podamos mandar.

P. Giovanni Salerno, sptm
Publicado por verdenaranja @ 15:17
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