Lunes, 24 de abril 2006
ZENIT publica el mensaje enviado por Benedicto XVI a los participantes en las celebraciones del cuarto centenario del fallecimiento de santo Toribio de Mogrovejo, patrono del episcopado latinoamericano, que tienen lugar en Lima (Per?) del 24 al 29 de abril.
Amados hermanos en el Episcopado:
Con motivo de las celebraciones del IV centenario de la muerte de santo Toribio de Mogrovejo, segundo Arzobispo de Lima, deseo hacer llegar un saludo muy cordial al Se?or Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, as? como a los numerosos Arzobispos y Obispos que se han congregado para dar gracias a Dios por esta figura sobresaliente de Pastor. Saludo tambi?n con afecto a los sacerdotes, personas consagradas y dem?s pueblo fiel, que se unen al gozo de la Iglesia por el don que Dios le ha hecho con un Santo tan admirable, al que pueden invocar como intercesor y en el que tienen un modelo de vida tambi?n para nuestros d?as.
Deseo igualmente exhortar a todos a considerar esta efem?ride como una ocasi?n providencial para reavivar el camino de la Iglesia en las diversas di?cesis, inspir?ndose en la vida y obra de santo Toribio. ?l, en efecto, se distingui? por su abnegada entrega a la edificaci?n y consolidaci?n de las comunidades eclesiales de su ?poca. Lo hizo con gran esp?ritu de comuni?n y colaboraci?n, buscando siempre la unidad, como demostr? al convocar III Concilio provincial de Lima (1582-1583), que dej? un precioso acervo de doctrina y de normas pastorales. Uno de sus frutos m?s preciados fue el llamado ?Catecismo de Santo Toribio?, que se demostr? un instrumento extraordinariamente eficaz para instruir en la fe a millones de personas durante siglos, y hacerlo de manera s?lida y acorde con la doctrina aut?ntica de la Iglesia, uniendo as? desde lo m?s hondo, por encima de cualquier diferencia, a cuantos se identifican por tener ?un solo Se?or, una sola fe, un solo bautismo? (Ef 4, 5).
Consciente de que la vitalidad de la Iglesia depende en gran parte del ministerio de los sacerdotes, el santo Arzobispo fund? el Seminario conciliar de Lima, que funciona hasta el d?a hoy. Es de esperar que siga dando abundantes frutos, precisamente en unos momentos en que urge promover las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, para abordar la ingente tarea de construir comunidades cristianas que se re?nan con gozo en la celebraci?n dominical, frecuenten los sacramentos, fomenten la vida espiritual, transmitan y cultiven con premura la fe, den testimonio de firme esperanza y practiquen siempre la caridad.
El profundo esp?ritu misionero de santo Toribio se pone de manifiesto en algunos detalles significativos, como su esfuerzo por aprender diversas lenguas, con el fin de predicar personalmente a todos los que estaban encomendados a sus cuidados pastorales. Pero era tambi?n una muestra del respeto por la dignidad de toda persona humana, cualquiera que fuere su condici?n, en la que trataba de suscitar siempre la dicha de sentirse verdadero hijo de Dios.
En esta circunstancia, invoco la intercesi?n maternal de la Sant?sima Virgen Mar?a, para que proteja al Pueblo de Dios que camina por tierras Latinoamericanas y lo gu?e hacia la alegr?a de vivir plena y coherentemente la fe en Cristo. Con estos sentimientos, les imparto complacido la Bendici?n Apost?lica, con una atenci?n especial por la Iglesia en el Per? y, en particular, por la Arquidi?cesis de Lima.
Vaticano, 23 de marzo, fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, a?o del Se?or 2006.
BENEDICTUS PP. XVI