COMISI?N EPISCOPAL PARA LAS RELACIONES INTERCONFESIONALES
Esta Comisi?n Episcopal ha publicado un documento que debido a su extensi?n no reproducimos ?ntegramente, sino que recogemos un an?lisis de la primera parte, para reproducir despu?s en su integridad las orientaciones pr?cticas.
El documento comienza con un an?lisis de la situaci?n del problema en Espa?a, El matrimonio en el Islam; El matrimonio en la Iglesia cat?lica y pasa despu?s a unas orientaciones pr?cticas, que son las siguientes:
IV. ACTITUDES Y ORIENTACIONES PASTORALES
1. Generales
1. Todos los que tienen encargo pastoral para estos casos necesitan, ante el Islam y los musulmanes, una actitud de conocimiento y estima del Islam, que les libre de prejuicios y t?picos tradicionales, al mismo tiempo que responsabilidad para respetar y descubrir el plan de Dios en otros caminos religiosos adem?s del cristiano. ?La Iglesia cat?lica nada rechaza de lo que en estas religiones hay de verdadero y santo. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas, que, aunque discrepan en muchos puntos de lo que ella profesa y ense?a, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres?.
2. Necesitar?n, asimismo, un conocimiento lo m?s completo posible del derecho matrimonial musulm?n en general, y de los diferentes C?digos civiles modernos, as? como de las readidades sociol?gicas del pa?s de la parte musulmana.
3. Necesitar?n especialmente un tacto exquisito y valent?a, fruto del mejor amor, para reconocer las exigencias reciprocas y los riesgos espec?ficos (culturales, religiosos, jur?dicos y pedag?gicos) de tales matrimonios, llegando a desaconsejarlos absolutamente si los hechos lo requieren. Y todo ello acompa?ado de una gran misericordia para comprender, acoger y colaborar en cada caso concreto.
2. Actitudes particulares con vistas al discernimiento y la preparaci?n
1. Se impone una acogida sincera y una colaboraci?n generosa que huya de todo paternalismo, y m?s a?n, de un proselitismo camuflado. Esa acogida es fundamental, ya que, al infrigir las normas sociol?gicas de su entorno del que surgir?n inevitablemente incomprensiones y rechazos, la pareja va a sentirse, aunque no lo confiese, marginada, aislada, vulnerable si no se franquean impunemente los muros de sus respectivas culturas y sociedades.
2. Junto a la acogida el servicio m?s importante que puede prest?rsele a esa pareja joven en el transcurso de la conversaci?n pastoral, es permitirles a ambos tomar conciencia, leal, serena y conjuntamente de las distancias personales, culturales, religiosas que les separan, y que permanecer?n, pues no pueden superarse completamente Es de suma importapcia para la futura solidez perdurable del matrimonio que ambos sopesen juntos lo m?s objetivamente posible las dificultades que se les presentar?n de modo inevitable. Dificultades que no har?n sino acentuarse con la venida de los hijos.
3. La parte cristiana tiene por lo general un completo desconocimiento acerca de las cuestiones jur?dicas relativas a la herencia, custodia de los hijos, comunidad de bienes, divorcio, etc., as? como de que los hijos que nazcan de tal uni?n ser?n, seg?n Derecho, musulmanes; lo cual har? dif?cil que la mujer cristiana tenga la posibilidad de compartir la propia fe con sus hijos. Igual ignorancia suele presentar sobre las condiciones sociol?gicas en que tendr? que vivir, especialmente si el matrimonio se instala en un pa?s musulm?n. Tambi?n es importante que sepa que, en tal medio musulm?n el amor entre el hombre y la mujer no tiene ni la misma forma ni la misma expresi?n que en la concepci?n tradicional del Occidente cristiano. Otra dificultad a tener en cuenta por la parte occidental es la representada por la separaci?n entre la sociedad masculina y femenina; agreg?ndose a esto que all? ya no se tratar? de la familia unicelular, es decir, restringida al n?cleo de la pareja y sus hijos, sino de una familia de tipo patriarcal, donde adem?s la prole numerosa es considerada como signo de la bendici?n de Dios.
4. La parte musulmana, pese a su esfuerzo de adaptaci?n a la lengua y culturas espa?olas, seguir? normal y leg?timamente pensando en funci?n de sus categor?as religiosas y socio-culturales isl?micas. Eso har? que las concepciones occidentales cristianas de la familia corran el riesgo de despistarle, de modo que no puede comprender en su amplitud la sensibilidad y las reacciones de su pareja y entorno. Por otra parte, habituado a la acogida, a la hospitalidad tradicional y a las numerosas visitas a la familia y a los allegados, tan frecuentes en su propio entorno social, el musulm?n dif?cilmente aceptar? las corrientes actitudes de reserva, individualismo o de aparente distanciamiento que aqu? se dan, pudiendo incluso interpretarlo como desprecio. En algunos casos, adem?s, la parte musulmana no es bien aceptada por la familia de la parte cat?lica, produci?ndose en dicha parte un sentimiento de aislamiento e inseguridad que le incitar? tal vez a precipitar el regreso a su pa?s, en el cual hallar? su mundo familiar.
5. Toda la pastoral estar?, pues, orientada a que ambos asuman sus diferencias, para convertirlas en riquezas. Lo cual supone mucho coraz?n, inteligencia y sabidur?a. Por ello no todos est?n capacitados para fundar un hogar islamo-cristiano, a causa de las diferencias que deben asumirse, o de la tendencia a minimizarlas o a creer que en su propio caso va a ser distinto. Hay, pues, un discernimiento formal que debe suscitarse en los dos interesados; algo nada f?cil, pero que forma parte del trabajo pastoral.
6. Hecho el discernimiento, si se deciden consciente y maduramente a seguir adelante, estas parejas deber?n hacer gala de una creatividad muy especial; lo cual es ya por s? mismo un gran enriquecimiento. Deber?n sobre todo hacer algo original, sin copiar ni el modelo occidental ni el del pa?s de origen de la parte musulmana. Deber?n inventar un estilo de vida propio que tendr?, m?s que otros matrimonios que apelar a esas cualidades esenciales del coraz?n, como la comprensi?n, la delicadeza y la paciencia. Deber?n sobre todo hacer acopio de una gran calidad de amor.
7. En la preparaci?n de la celebraci?n de los matrimonios mixtos islamo-cristianos ante la Iglesia, se instruir? a los contrayentes sobre la peculiaridad religiosa del matrimonio que pretenden contraer, sobre los fines y propiedades esenciales del mismo, que ninguno de los dos puede excluir, as? como sobre la existencia del impedimento dirimente de disparidad de cultos y sobre las condiciones requeridas para obtener la necesaria dispensa. Tambi?n se orientar? a los contrayentes sobre las formas posibles de celebraci?n del matrimonio cat?lico, tanto en forma can?nica como dispensa de la misma, y sobre las exigencias e implicaciones que lleva consigo cada una de ellas, de modo que en el di?logo pastoral se pueda discernir cual es la forma de celebraci?n m?s adecuada a la actitud religiosa de los contrayentes. En esta instrucci?n de los novios puede participar el ministro religioso musulm?n.
8. Al instruir a la parte musulmana sobre los fines y propiedades esenciales al matrimonio, y sobre la necesidad indispensable de comprometerse por escrito a no excluir dichos fines y propiedades, se le har? ver que la renuncia a las posibilidades de divorcio y poligamia, que le ofrece la ley isl?mica, no tiene nada estrictamente incompatible con el Islam, sino que es una v?a reconocida dentro de su religi?n, libre y gustosamente practicada por muchos musulmanes. Sin duda es posible ayudar a la parte musulmana en el reconocimiento de esta v?a isl?mica, que debe ser la suya propia para que su proyectado matrimonio sea v?lidamente contra?do ante la Iglesia.
Es indispensable para celebrar el matrimonio cristiano con disparidad de culto que la parte musulmana sea consciente, y de forma muy precisa, de las exigencias que comporta el matrimonio, abandonando las posibilidades que le concede la Ley Isl?mica (divorcio, poligamia, etc.), exigencias que no tienen nada estrictamente incompatible con el Islam.
Aunque el ?xito de estos matrimonios es muy problem?tico y exige (no nos cansaremos de repetirlo) una muy seria y comprometida preparaci?n, sin embargo, cuando se realizan con las debidas garant?as encierran enormes riquezas. Puede ser la ocasi?n en el plano religioso de una real profundizaci?n de la dimensi?n religiosa personal. La soluci?n negativa seria eludir esta tarea refugi?ndose en la indiferencia. Al contrario, ser? dentro de un progreso espiritual y de una mayor fidelidad como creyentes, como los j?venes esposos pueden extraer fuerza y certidumbre para llevar a buen t?rmino su proyecto en com?n.
Este encuentro y confrontaci?n islamo-cristiano puede ser fuente de una mayor exigencia, que invita a volverse juntos hacia lo esencial. Dios, que est? m?s all? de todo cuanto los discursos humanos pueden jam?s decir al respecto. El matrimonio mixto, adem?s, confiere al di?logo islamo-cristiano otra dimensi?n m?s extensa que la de los encuentros de expertos, pues se enra?za en plena realidad humana a trav?s de la vida cotidiana y se multiplica en numerosos hogares. Estos matrimonios, seriamente llevados, son un signo de reconciliaci?n posible entre los pueblos, las razas y las religiones. Y pueden ser un enriquecimiento de las comunidades humanas y religiosas que testimonien que los particularismos, las estrecheces de miras, los racismos de cualquier ?ndole en suma, pueden superarse. Y hasta puede ocurrir que algunos hogares mixtos adquieran conciencia de una misi?n de reconciliaci?n y de paz que arraigue en su propia existencia.
3. Otras orientaciones particulares con vistas a disminuir los riesgos espec?ficos de estos matrimonios islamo-cristianos.
A fin de ser muy concretos y habida cuenta de los cuatro riesgos espec?ficos de dichos matrimonios (cultural, religioso, educacional y jur?dico), indicamos algunas orientaciones particulares dictadas por una larga experiencia:
1. Antes de su matrimonio la parte cat?lica procura pasar un cierto tiempo en el pa?s de su futura familia pol?tica, incluso aunque despu?s la pareja vaya a instalarse en Espa?a. Adem?s de aportar una experiencia real, es tambi?n un gesto de respecto hacia los lazos de solidaridad familiar que en las sociedades ?rabe-musulmanas y musulmanas en general se han mantenido vigentes hasta hoy. Psicol?gicamente servir? para acallar las susceptibili-dades y reducir? la oposici?n de los padres.
2. Conocer y acoger la tradici?n cultural y religiosa del otro. Es ?sta una tarea indispensable para el ?xito de estos matrimonios. Especialmente para la parte cristiana en pa?s musulm?n. Para poder insertarse en la vida social y tomar parte en la educaci?n de los hijos, deber? aprender la lengua del pa?s; de lo contrario ser? siempre un extranjero.
3. Aunque guardando estrechos lazos con sus familias, tendr?n cuidado de conservar la independencia que necesitan. Lo cual exige mucho tacto, delicadeza y determinaci?n. Cualidades todas que deber?n desarrollar y que contribuir?n al equilibrio del hogar. Adem?s es de capital importancia, para que sean libres frente a la presi?n familiar y social (que en la sociedad musulmana tienen especial influencia), que ?l sea idependiente laboral y econ?micamente. Y que comiencen solos y no convivan, en la medida de lo posible, con una de las dos familias.
4. Inf?rmese cuidadosamente sobre el estatuto jur?dico de las parejas mixtas, para el acondicionamiento de su vida en com?n por los derechos musulmanes cl?sicos y modernos.
5. P?ngase de acuerdo desde el principio sobre ciertos puntos esenciales y no dejen al azar lo que a la larga pueda dividirles. Entre estos puntos se cuenta la educaci?n religiosa de los hijos, que habr? de hacerse en el esp?ritu propio de la libertad y evitando todo peligro de indiferentismo.
6. Eviten el aislamiento y, si viven en la sociedad musulmana, apres?rese la parte cat?lica a aprender el ?rabe y a tomar contacto con su parroquia o con alg?n grupo cristiano. Si se instalan en Espa?a, vean si existe un lugar de oraci?n para la parte musulmana. En este sentido, seria de gran utilidad que el responsable de la pastoral, si sabe que la pareja debe partir a un pa?s musulm?n, anunciarse la llegada de la parte cristiana a la Iglesia local para que pueda ser convenientemente acogida.
V. CELEBRACION DEL MATRIMONIO
1. Es aconsejable que quienes pretenden contraer un matrimonio islamo-cristiano asistan conjuntamente a alg?n cursillo de preparaci?n especializado sobre matrimonios mixtos.
2. Para la celebraci?n v?lida del matrimonio entre una persona de religi?n isl?mica y otra cat?lica es necesaria la dispensa del impedimento de disparidad de cultos, que puede conceder el Ordinario del lugar, si se cumplen las condiciones determinadas en el c. 1125.
3. En el expediente matrimonial la parte cat?lica ?dejar? constancia escrita de las promesas y declaraciones espec?ficas del matrimonio mixto? exigidas en el c. 1125 ? 1. A su vez la parte musulmana ?dejar? constancia escrita de haber recibido informaci?n sobre los fines y propiedades esenciales del matrimonio, cual lo entiende la Iglesia cat?lica; de no excluir dichos fines y propiedades esenciales al contraer el matrimonio; de ser consciente de los imperativos de conciencia que al c?nyuge cat?lico le impone su fe, y de las promesas hechas por ?ste en conformidad con las exigencias de la Iglesia?.
4. La observancia de la forma can?nica de la celebraci?n del matrimonio islamo-cristiano es condici?n necesaria para su validez.
?No obstante, cuando concurran causas graves que dificultan el cumplimiento de esta condici?n, el Ordinario del lugar puede dispensar tambi?n de la forma can?nica. Se consideran como tales las siguientes:
a) La oposici?n irreductible de la parte no cat?lica.
b) El que un n?mero considerable de los familiares de los contrayentes rehuya la forma can?nica.
c) La p?rdida de amistades arraigadas.
d) Un grave conflicto de conciencia de los contrayentes, insoluble por otro medio.
e) Si una ley civil extranjera obligase a uno, al menos de los contrayentes a una forma distinta de la can?nica?.
5. Celebraci?n del matrimonio con la forma can?nica:
1) Cuando el matrimonio se contraiga con la forma can?nica, se ha de celebrar seg?n el ritual del matrimonio aprobado por la Conferencia Episcopal Espa?ola, empleado el rito en ?l previsto para los matrimonios entre cat?licos y no bautizados.
2) ?El matrimonio entre una parte cat?lica y otra no bautizada podr? celebrarse en una iglesia o en otro lugar conveniente?.
3) ?Se proh?be que antes o despu?s de la celebraci?n can?nica... haya otra celebraci?n religiosa del mismo matrimonio para prestar o renovar el consentimiento matrimonial; asimismo no debe hacerse ninguna ceremonia religiosa en la cual, juntos el asistente cat?lico y el ministro no cat?lico y realizando cada uno de ellos su propio rito, pidan el consentimiento de los contrayentes?.
6. Celebraci?n del matrimonio con dispensa de la forma can?nica, el matrimonio sea celebrado en la forma p?blica exigida por el c. 1127 E. 2, la celebraci?n puede hacerse ante la autoridad competente tanto por la parte musulmana como por la parte cat?lica o ante la autoridad civil, en la forma civilmente prescrita.
Es condici?n indispensable que la forma utilizada no excluya los fines y propiedades esenciales del matrimonio. Es de desear que la celebraci?n del matrimonio cuando se celebra con dispensa de la forma can?nica vaya seguida de alg?n acto religioso.
7. Registro del matrimonio.
1) El matrimonio islamo-cristiano celebrado conforme a la forma can?nica ser? registrado en los libros de matrimonio y de bautismo de la parte cat?lica como todos los dem?s matrimonios can?nicos. La inscripci?n en el Registro Sivil se realizar? a tenor de las normas concordadas entre la Iglesia y el Estado en Espa?a.
2) Cuando el matrimonio islamo-cristiano se haya ?contra?do con dispensa de la forma can?nica, el Ordinario del lugar que concedi? la dispensa debe cuidar de que se anote la dispensa y la celebraci?n en el registro de matrimonios, tanto de la curia como de la parroquia propia de la parte cat?lica, cuyo p?rroco realiz? las investigaciones acerca del estado de libertad; el c?nyuge cat?lico est? obligado a notificar cuanto antes al mismo Ordinario y al p?rroco que se ha celebrado el matrimonio, haciendo constar tambi?n el lugar donde se ha contra?do, y la forma p?blica que se ha observado?.
APENDICE I
DECLARACION DE INTENCION PARA UN CONYUGE MUSULMAN CREYENTE
? ?En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso!
En el momento en que yo, ante Dios, me comprometo con los lazos del matrimonio, declaro que soy musulm?n/musulmana.
El d?a de mi matrimonio, ante todos, quiero en plena libertad
crear con ?????????una verdadera comunidad de vida y amor.
Quiero, por este compromiso, establecer entre nosotros un v?nculo sagrado que nada, durante nuestra vida, pueda destruir.
S? que mi futuro esposo/mi futura esposa se compromete, seg?n su fe cristiana y la demanda de la Iglesia, a un matrimonio mon?gamo e indisoluble. En reciprocidad, yo le prometo, a lo largo de toda nuestra vida, una fidelidad total, as? como un verdadero apoyo, y ella ser? mi ?nica esposa/mi ?nico esposo.
Acoger? a los hijos que nazcan de nuestra uni?n. Soy consciente de los deberes que tiene mi esposa respecto a la educaci?n cristiana de los hijos. Le educaremos en el respeto a Dios y a todos los seres humanos con lo mejor de nosotros mismos.
Aunque no me adhiera a la fe cristiana, reconzco como m?os algunos principios de vida que tambi?n son de los cristianos, como fidelidad a Dios, la bondad, la generosidad, el respeto a la palabra dada y el compartir con los m?s necesitados.
Me comprometo a respetar la fe y la pr?ctica religiosa de mi futuro esposo/esposa. En esta perspectiva me esforzar? tambi?n por conocer mejor el esp?ritu del Cristianismo que ella/?l profesa, y animar? a mis hijos a hacer lo mismo.
Pienso, en fin, que nuestro amor nos llama a trabajar con los dem?s para que haya m?s amor, m?s justicia y m?s paz.?
APENDICE II
DECLARAC ION DE INTENCION DEL CONYUGE CATOLICO
?En el nombre del Padre, del Hijo y del Esp?ritu Santo.
En el momento en que, ante Dios, me comprometo con los lazos del matrimonio, yo profeso la fe cristiana.
El d?a de mi matrimonio, ante todos, quiero con plena libertad
crear con????????una verdadera comunidad de vida y de amor.
Quiero, por este compromiso, establecer entre nosotros un v?nculo sagrado que nada, durante nuestra vida, pueda destruir.
Estando mi futuro esposo musulm?n (o mi futura esposa musulmana) debidamente informado/informada de la meta (fines y propiedades) esencial del matrimonio cristiano mon?gamo y perdurable, hago por tanto las declaraciones y promesas aqu? requeridas seg?n mi fe cristiana y la demanda de la Iglesia.
Declaro estar dispuesta/o a desechar los peligros de abandono de mi fe, y prometo sinceramente hacer todo lo posible por mi parte para que todos los hijos sean bautizados y educados en la Iglesia Cat?lica.
Con ?l/ella comparto algunos valores de la fe que nos son comunes, como la fidelidad a Dios, la oraci?n, la bondad, la generosidad, el respeto a la palabra dada y el compartir con los m?s necesitados.
Me comprometo a respetar la fe y la pr?ctica religiosa de mi futuro esposo/a. En esta perspectiva, me esforzar? tambi?n por conocer mejor el esp?ritu del Islam que ?l/ella profesa, animar? a mis hijos a hacer lo mismo. Pienso que nuestro amor nos llama a trabajar con los dem?s para que haya m?s amor, m?s justicia y m?s paz.?
APENDICE III
TEXTOS MUSULMANES PARA LA LITURGIA DE MATRIMONIOS ENTRE MUSULMANES Y CATOLICOS
1) La Fatiha:
En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso.
Alabanza a Dios, Se?or del Universo.
El Clemente, el Misericordioso.
Soberano del d?a de la Retribuci?n.
Es a Ti a quien adoramos.
Es a Ti de quien imploramos el auxilio.
Cond?cenos por el camino recto,
por el camino de los que T? has colmado de beneficios.
De los que no se han hecho acreedores a Tu c?lera
y que jam?s se dec?an. Am?n.
2) Lecturas Cor?nicas y Sunn?es:
a) Dios os ha creado de una sola alma, y de ?sta cre? a la pareja. Les esparci? por el Universo como hombres y mujeres en abundancia.
b) Dios cre? a la esposa de vuestra misma especie para el sosiego espiritual del hombre y entre ellos origin? el amor y bondad.
c) La esposa es la vestimenta para el hombre, as? como el hombre es la vestimenta para la esposa.
d) Os son l?citas como esposas las mujeres honradas de quienes tuvieron el Libro antes que vosotros, los jud?os y los cristianos.
e) El hombre perfecto es el m?s virtuoso y el m?s cari?oso con su mujer.
f) La vida es un conjunto de valores. El valor m?s loable es la esposa adecuada.
g) Temed el llanto de la mujer; pues Dios cuenta sus l?grimas.
APENDICE IV
TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA DE MATRIMONIOS ENTRE MUSULMANES Y CATOLICOS
1) Se evitar?n los que insisten en la divinidad de Cristo.
Los textos siguientes pueden ser f?cilmente utilizados:
a) Primera lectura:
G?nesis 1,26-28, 31 a
Romanos, 12, 1-10, 14-18
1 Corintios, 12, 31-13, 8 a
b) Evangelio:
Mateo, 19, 3-6
Mateo, 22, 35-40
Marcos, 10, 6-9
Juan, 2, 1-11.
Madrid, marzo 1988.