Martes, 16 de mayo de 2006
En la web de la CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, hemos encontrado este art?culo sobre Mar?a, Arquetipo de la Iglesia, en la secci?n de REFLEXIONES, que colocamos a continuaci?n.


Ciudad de M?xico, 10 de mayo de 2006



"Mar?a, Arquetipo de la Iglesia"



Proclama mi alma la grandeza del Se?or, y mi esp?ritu se llena de gozo en Dios, mi Salvador (Lucas 1,46)

Son las palabras iniciales del c?ntico de Mar?a al llegar a casa de Isabel. Es asimismo la actitud que todos hemos de hacer nuestra, en cualquier tiempo y circunstancia: ?Mi alma proclama la grandeza del Se?or?.

?Es nuestra la disposici?n habitual de alabanza y glorificaci?n de Dios, de reconocimiento de todas sus bondades, de la alabanza de su gloria? Se trata de la primera actitud de la criatura, de la actitud justa. Porque todo lo que existe sobre la tierra es manifestaci?n de la grandeza del Se?or, y la correcta disposici?n de la criatura es el reconocimiento: alabar su grandeza, ensalzar sus dones.

Jes?s lo hac?a de continuo: alababa a su Padre. En ocasiones, dejaba el testimonio expl?cito de aquello que guardaba en su coraz?n: Yo te alabo, Se?or, Padre del cielo y de la tierra... Yo te bendigo, Padre... e incluso sus ?ltimas palabras en la Cruz: Padre, en tus manos encomiendo mi esp?ritu. Jes?s es el gran Orante, y nos manifiesta lo que tiene en su coraz?n. Y es lo que tiene Mar?a. Benedicto XVI dice de Ella que ?el Magnificat es un retrato de su alma... y con ello expresa todo el programa de su vida? (Enc. Deus caritas est, n. 41).

Ahora bien, ?cu?l es ese programa? Lo declara el Papa a continuaci?n: ?no ponerse a s? misma en el centro, sino dejar espacio a Dios? (Ib).

Palabras dignas de mucha meditaci?n: ?proclamar en nuestra alma la grandeza del Se?or? se logra no poni?ndose uno mismo en el centro de la vida, sino poniendo a Dios. Es el antiguo asunto de los dos amores: dos amores que fundan dos ciudades.

En la Escritura el pecado se equipara a la injusticia, as? como la justicia a la santidad. Es una injusticia todo pecado porque consiste en no alabar al digno de toda alabanza. Injusticia y pecado son sin?nimos; as? como por el contrario el justo es el santo. Todo el programa de nuestra vida consiste en ser justos: Dios en el centro de mi vida, no yo. Yo no soy Dios, soy su criatura, que debo rendirle a ?l esta primera y m?s elemental tarea: alabarlo, proclamar su grandeza, reconocer su magnificencia. Vivir de modo teoc?ntrico, no antropoc?ntrico.

La intuici?n del pueblo cristiano encuentra en esas palabras de Mar?a la expresi?n precisa de su propio deber. Ve en Ella, de acuerdo a la Tradici?n de los padres antiguos, la imagen t?pica de la Iglesia, el arquetipo, es decir, el modelo original y primario: ?...en Mar?a se concreta lo que es la Iglesia. Y el significado teol?gico de Mar?a se representa en la Iglesia. Ambas se transforman, como quien dice, una en otra: Mar?a es la Iglesia en persona, y Mar?a como persona anticipa la Iglesia en su totalidad? (JOSEPH RATZINGER, Dios y el mundo, Barcelona 2004, pp. 334-335)

?C?mo es la Iglesia, c?mo debo ser yo? Fij?monos en Mar?a. Ella, en su individualidad, personifica y es el ep?tome mismo de la Iglesia, aquella que refleja lo m?s fundamental, lo clave. Por eso la devoci?n a Mar?a no hace sino aumentar, aunque otras manifestaciones de la fe cristiana parecen decaer. En Ella reconocemos lo que debemos hacer: Dios se ha desposado con Mar?a porque es el arquetipo de lo que debemos ser.

?Por qu? es arquetipo, por qu? nos revela lo que hemos de ser cada uno y todos en la Iglesia? Porque siempre le ?deja espacio? a Dios. Siempre tiene a Dios en el centro de su alma. Siempre ?proclama su grandeza? Siempre se encuentra en actitud de alabanza, de adoraci?n, de consentimiento perfecto, de adhesi?n plena con todos sus pensamientos, con todos sus sentimientos, con todas sus obras.
Publicado por verdenaranja @ 23:33  | Espiritualidad
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