18 mayo 2006
(ZENIT.org).- En el d?a en el que en Cannes se presentaba la pel?cula ?El C?digo da Vinci?, en una universidad pontificia de Roma se celebraba un debate en el que fue definida como un ?signo de los tiempos? que interpela a todos los creyentes para que ?den signos? de su fe.
Esta es la conclusi?n a la que lleg? el padre Bruno Esposito, o.p, vicerrector de la Universidad Pontificia Santo Tom?s de Aquino, m?s conocida como ?Angelicum?, en el encuentro: ?El C?digo da Vinci: reflexiones sobre la relaci?n ficci?n-realidad?.
En el debate celebrado en esa universidad, el padre Bruno Esposito, que es tambi?n profesor de la Facultad de Derecho Can?nico del ?Angelicum?, afirm? que ?el hombre no est? contra Dios sino contra una idea equivocada de Dios?, por eso sugiri? afrontar fen?menos como ?El C?digo da Vinci?, ?no con esp?ritu de defensa o enfrentamiento sino como examen de conciencia de los creyentes que deben empe?arse en una nueva evangelizaci?n?.
El profesor Benedetto Ippolito, profesor de Historia de la Filosof?a Medieval de la Universidad ?Roma Tres?, explic? el ?xito del libro de Dan Brown en el contexto cultural actual, dominado por ?complots y misterios?: es ?un escenario en ausencia de Dios, en el que Dios no es necesariamente negado sino vivido en otra dimensi?n?.
Ippolito explic? que hoy se tiende a ?considerar la verdad cristiana como una hip?tesis o incluso una invenci?n?. Pero esta visi?n implica pagar un precio muy elevado: ?la p?rdida del sentido de la verdad implica la p?rdida del sentido de la libertad?.
Profesor tambi?n de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Ippolito acab? recordando que ?la verdad cristiana, la Revelaci?n, es una iniciativa de Dios, no una elaboraci?n de un autor?.
Al tomar la palabra Joan-Andreu Rocha Scarpetta, profesor del Ateneo Pontificio ?Regina Apostolorum?, afirm? que ?la obra de Dan Brown es un term?metro cultural que lleva a reflexionar sobre la religiosidad contempor?nea?.
En particular, reconoci?, puede crear confusi?n en aquellas personas que no tienen ?los instrumentos de discernimiento necesario para comprender lo que est? detr?s?.
El profesor Rocha Scarpetta, que es director del master en ?Iglesia, Ecumenismo y Religiones? ese Ateneo afirm? que los libros de la corriente ?New Age? tienen ?xito porque insisten en el ?creer sin pertenecer? y ?presentan la realidad como falsa, y la verdad como esot?rica y cr?tica hacia las instituciones?.
El profesor catal?n subray? la necesidad de ?recuperar la narrativa cristiana?, explicando que el ?xito de una novela como ?El C?digo da Vinci? no se puede comprender si no es en un contexto en el que se tiende a ?mezclar las teor?as de la conspiraci?n y del complot con elementos religiosos y con una buena trama, que no debe confundirse con una buena literatura?.
El biblista Bernardo Estrada, de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, explic? que los evangelios gn?sticos --de los que se sirve ampliamente Dan Brown en su novela--, se remontan al siglo II y son fruto de los retoques hechos por algunas personas que se ?inventaron? hechos de la vida de Jes?s anteriores a su predicaci?n p?blica y que no est?n en los Evangelios can?nicos.
Estrada afirm? que ?el gnosticismo fue la amenaza m?s grande que tuvo el cristianismo? porque esta corriente fiolos?fico-religiosa de la antig?edad --que profesaba el rechazo de la muerte en cruz y resurrecci?n de Cristo (y por tanto de los cuerpos)-- se enfrentaba fuertemente a la ortodoxia del cristianismo que se estaba formando en aquellos primeros siglos.
Explic? el abuso perpetrado por Dan Brown sobre la relaci?n entre Jes?s y Mar?a Magdalena, aclarando que ?obviamente existi? pero que fue una relaci?n de sinton?a espiritual, m?s todav?a, Jes?s hizo un regalo excepcional a la Magdalena, la ?nica que recibi? el encargo de anunciar a Jes?s resucitado, a?n antes que Pedro?.
El padre Bruno Esposito concluy? lanzando un llamamiento a los creyentes para que se esfuercen por ?dar signos? ?contra el relativismo y los vac?os que demuestra la humanidad?. ?El desaf?o est? dirigido a nosotros mismos, no a quien vende estos libros o pel?culas?.