Domingo, 4 junio 2006 ZENIT publica el comentario al Salmo 146 que expuso Kiko Arg?ello, iniciador del Camino Neocatecumenal, en las V?speras que se celebraron este s?bado durante el encuentro de Benedicto XVI con los nuevos movimientos y comunidades, en la plaza de San Pedro Querid?simo padre:
Gracias por la oportunidad que se me ofrece para decir una palabra.
Hemos escuchado el Salmo 146 en el que se nos invita a alabar a Dios porque ?el Se?or reconstruye Jerusal?n?.
Jerusal?n y sobre todo su Templo fue reconstruido por Zorobabel y Josu?, un laico y un sacerdote. Antes lo hicieron Mois?s y Aar?n, despu?s Pedro y Pablo, que son los dos testigos de los que habla el Apocalipsis; podemos decir: carisma e instituci?n. Carisma e instituci?n, unidos, son coesenciales a la misi?n de la Iglesia, dijo el Papa Juan Pablo II en Pentecost?s de 1998.
Refiri?ndose a la fiesta de Pentecost?s que hoy celebramos, el Papa Juan Pablo II, en el Simposio de los obispos europeos del a?o 1986 dijo: ?Para realizar una eficaz obra de evangelizaci?n, tenemos que volver a inspirarnos en el primer modelo apost?lico. Este modelo, que sirve de fundamento y es paradigm?tico, lo contemplamos en el Cen?culo: los ap?stoles est?n unidos y perseveran con Mar?a, en espera de recibir el don del Esp?ritu. S?lo con la efusi?n del Esp?ritu comienza la obra de evangelizaci?n. El don del Esp?ritu es el primer motor, el primer manantial, el primer soplo de la aut?ntica evangelizaci?n. Es necesario, por tanto, comenzar la evangelizaci?n invocando al Esp?ritu y buscando d?nde sopla el Esp?ritu (Cf. Juan 3, 8). Algunos s?ntomas de este soplo del Esp?ritu est?n ciertamente presentes hoy en Europa. Para encontrarles, para apoyarles y desarrollarles es necesario en ocasiones dejar esquemas atrofiados para ir all? donde comienza la vida, donde vemos que se producen frutos de vida "seg?n el Esp?ritu"?.
Les dijo esto a los obispos europeos despu?s de haber hablado de la destrucci?n de la familia y de la secularizaci?n de Europa, afirmando que el Esp?ritu Santo ya ha dado la respuesta. Est? dando la respuesta: aqu? estamos, Santo Padre, los nuevos carismas, las nuevas realidades que el Esp?ritu Santo suscita para ayudar a los sacerdotes, a las parroquias, a los obispos, al Papa. ?El Se?or reconstruye Jerusal?n?. La Iglesia est? siempre en combate contra la bestia. S?lo una fe adulta de los cristianos que llevan en su cuerpo el morir de Jes?s salvar? al mundo.
Pero, Santo Padre, ?qu? dif?cil es el que las instituciones entiendan que tienen necesidad de los carismas! Por eso tenemos necesidad de que se aplique la eclesiolog?a del Vaticano II, una eclesiolog?a de comuni?n, de la Iglesia como cuerpo. En definitiva, lo que urge hoy m?s que nunca es la aplicaci?n del Concilio Vaticano II. De este modo, se entiende por qu? el Papa Juan XXIII, en la constituci?n apost?lica ?Humanae salutis? (1961), con la que convocaba el Concilio, comenzaba diciendo: ?La Iglesia asiste hoy a una crisis que tiene lugar en la sociedad. Mientras la humanidad da un giro hacia una nueva era, tareas de una gravedad y amplitud inmensa esperan a la Iglesia, como en las ?pocas m?s tr?gicas de la historia. Se trata de confrontar al mundo moderno con las energ?as vivificantes y perennes del Evangelio?.
El Papa Juan XXIII supo profetizar la ?era nueva?, la posmodernidad, el ate?smo visible, en que estamos sumergidos. Tenemos que comprender que s?lo el Cordero degollado vence a la bestia y para que los cristianos se conviertan en este cordero tienen necesidad de los carismas, tienen necesidad de una fe adulta, de la iniciaci?n cristiana: esta es la misi?n del Camino Neocatecumenal.
Santidad, termino diciendo que el Camino Neocatecumenal, junto a otros muchos que hoy est?n presentes en esta plaza, son el signo de la aplicaci?n de este Salmo: ?El Se?or reconstruye Jerusal?n?.
Espero que este hecho, en estas v?speras admirables de Pentecost?s de 2006, sea para usted y para todos nosotros un gran consuelo.