El arzobispo de Tarragona, monse?or Jaime Pujol Balcells, confiesa su preocupaci?n en esta entrevista por las leyes que en Espa?a est?n dejando ?sin protecci?n a los m?s necesitados?. Para este doctor en Ciencias de la Educaci?n y en Teolog?a, es necesario ?superar algunos planteamientos rancios? y trabajar para buscar ?verdaderas soluciones? a los problemas. Monse?or Pujol (Guissona, 1944) comenta el impacto que podr?a tener la visita del Papa a Valencia, que tendr? lugar en julio con motivo del Encuentro Mundial de las Familias, y se detiene a explicar m?s concretamente algunos elementos de la fe en Catalu?a.
TARRAGONA, mi?rcoles, 31 mayo 2006 (ZENIT.org).
Espa?a est? en el centro de la atenci?n mundial a causa de algunas nuevas leyes. ?Qu? valoraci?n hace de la Espa?a actual, especialmente en lo que concierne a la atenci?n de las personas m?s vulnerables como ancianos, indigentes, personas diversamente h?biles, enfermos y/o no nacidos?
Una doble valoraci?n. Por una parte, la extensi?n del estado del bienestar y de las estructuras de solidaridad y la conciencia social al respecto hacen que todas las personas necesitadas visibles, como los indigentes, los enfermos, los inmigrantes reci?n llegados, en principio no queden completamente abandonados.
En este terreno, gracias a Dios, hay adem?s en nuestro pa?s una gran riqueza de iniciativas sociales de fieles e instituciones de la Iglesia que hacen una important?sima labor caritativa, que es plenamente actual. Si la Iglesia abandonase esta tarea se producir?a un verdadero desastre.
Por otra parte, algunas de las leyes que se est?n haciendo y el debate social que las acompa?a, dejan sin protecci?n a los que est?n precisamente m?s necesitados, aquellos que ?no se ven? y que molestan a la mentalidad fuertemente individualista y hedonista que propugnan estas mismas leyes: los no nacidos, los nacidos defectuosamente, los inv?lidos, los ancianos en su enfermedad terminal...
Pienso que se trata de algo extra?o a nuestra tradici?n moral, que se le impone desde fuera, aunque tambi?n tenga sus ra?ces hist?ricas.
Tengo confianza en que finalmente lograremos superar estos rancios planteamientos, que van unidos a enfrentamientos que ya est?n superados, y que entre todos podremos plantearnos con serenidad y realismo cu?les son las verdaderas soluciones a los problemas que aquejan a nuestros hermanos m?s necesitados. Y que, sobre todo, no crearemos nuevos problemas y lacras sociales, como hacen estas leyes.
Catalu?a ha sido durante un tiempo tierra de santos y evangelizadores. ?Y hoy?
Catalu?a tiene unas profundas ra?ces cristianas. Como tantos otros pueblos europeos, puede decirse que naci? ?en manos de la Iglesia?.
Generaci?n tras generaci?n, ha ido dando frutos de santidad y de evangelizaci?n en todo el mundo.
Juan Pablo II, por ejemplo, ha canonizado a nueve catalanes y ha beatificado a varias docenas, la mayor?a de ellos del siglo XX o de finales del XIX.
Para m?, al regresar a Catalu?a como arzobispo despu?s de estar unos a?os fuera, ha sido una sorpresa descubrir tanta gente que de manera abnegada y silenciosa saca adelante multitud de iniciativas de amor al pr?jimo, con un sentido profundamente cristiano.
Por otra parte, Dios sigue llamando a los j?venes, y nuestra ilusi?n es llenar los seminarios, los noviciados religiosos y todas las labores laicales. Tenemos esperanza.
Precisamente hace pocos d?as todos los obispos de Catalu?a nos reun?amos en Montserrat para ped?rselo con renovada fe a la Virgen, en el 125 aniversario de su patronazgo sobre todas nuestras di?cesis.
Pienso que, no s?lo en Catalu?a, en todas partes, necesitamos los cristianos convencernos de la completa actualidad del mensaje cristiano, de Jesucristo.
El hombre actual, como el de todos los tiempos, est? hu?rfano sin Dios, que es su padre. Y hoy m?s que nunca se palpa esta necesidad.
Tal vez los cristianos hemos de empezar por convencernos de una vez nosotros mismos con una vida de relaci?n m?s honda con Dios, a trav?s de la oraci?n y los sacramentos, que luego se manifieste en obras m?s consecuentes.
Hoy m?s que nunca se necesitan santos, como usted dice, que son los verdaderos evangelizadores.
?C?mo afectar?a a los cat?licos el nuevo Estatuto de Autonom?a de Catalu?a?
Los obispos de las di?cesis catalanas, como todos los obispos y todos los pastores, queremos ser muy respetuosos con el libre debate pol?tico de los ciudadanos. No podemos ni queremos ser hombres de parte, de partido. Representamos a Jesucristo, y hemos de estar abiertos a todos, tambi?n en sus distintas sensibilidades leg?timas.
Dicho esto, los obispos de Catalu?a hemos alertado ya de c?mo el T?tulo Primero del Estatuto ?trata la dimensi?n ?tica de la vida, el matrimonio y la familia, la dignidad de la persona humana, la libertad de ense?anza propia de una sociedad democr?tica y pluralista y el respeto por los m?s d?biles, sobre todo los no-nacidos y los enfermos terminales?.
Un estatuto legisla, y algunos puntos del T?tulo Primero son muy negativos para nuestra sociedad, puesto que, como he dicho, diluye la familia y no protege lo suficiente la vida.
Adem?s, para el prop?sito b?sico del Estatuto, este T?tulo Primero y los cambios que propone son completamente innecesarios y presentan una comprometedora disyuntiva en los ideales morales m?s sentidos.
En este sentido, si para todo el mundo es un deber el discernimiento en conciencia en asuntos tan importantes que afectan derechos fundamentales, para un cat?lico todav?a lo es m?s, y por esto los obispos con sede en Catalu?a hemos pedido que cada cual haga un discernimiento muy serio antes de votar.
Pronto vendr? el Papa a Valencia. ?Qu? Espa?a se encontrar? Benedicto XVI en julio en el Encuentro Mundial de las Familias?
Encontrar? una fe vivida por muchas personas en una sociedad de hondas ra?ces cristianas que vive un momento delicado en su historia colectiva.
Me refiero sobre todo al secularismo, al laicismo que parece querer imponerse y que actualmente pretende romper por principio con toda norma moral, incluso a costa de los pilares e instituciones m?s b?sicos que nos protegen a todos, como son el amor a la vida, el matrimonio, la familia y la misma libertad religiosa.
No es un fen?meno exclusivo de Espa?a, aunque tiene sus matices propios en nuestro pa?s.
Pienso que es muy importante este viaje del Papa Benedicto XVI y que vale la pena prestar una gran atenci?n a su mensaje
Ha de suponer ?as? se lo pido a Dios? un punto de inflexi?n para todos los creyentes y para todos los espa?oles de buena voluntad que quieran escucharle.
Animo vivamente a todos a prepararse para este gran encuentro con el Vicario de Cristo, que ser? un momento de gracia. Conviene pensar que su visita de Pastor universal se dirige a cada uno.
Por eso, la mejor preparaci?n es la que haga cada uno en su propio coraz?n. Ojal? lo encuentre muy bien dispuesto, y nos acompa?en en eso nuestros familiares, amigos, colegas.
Junto a los preparativos organizativos, pues, animo a todos los fieles a volver a las fuentes de la gracia.
Los cristianos tenemos la maravilla del sacramento de la Confesi?n, de la Reconciliaci?n con Dios.
Acudir a confesarse con el sacerdote e invitar a hacerlo a los que nos rodean, ?sta s? puede ser una manera muy buena de prepararse.
Ojal? el Papa Benedicto XVI encuentre esto en Espa?a: una renovada disposici?n de seguir a Jesucristo en nuestro tiempo