Mi?rcoles, 07 de junio de 2006
Aeropuerto de Varsovia. Jueves 25 de mayo de 2006



Se?or presidente;
ilustres se?ores y se?oras;
se?ores cardenales y hermanos en el episcopado;
queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Me alegra poder estar hoy entre vosotros en tierra de la Rep?blica polaca. He deseado mucho esta visita al pa?s y entre la gente de la cual proven?a mi amado predecesor, el siervo de Dios Juan Pablo II. He venido para seguir las huellas del itinerario de su vida, desde su infancia hasta su partida al memorable c?nclave de 1978. Siguiendo este camino, quiero encontrarme y conocer mejor a las generaciones de creyentes que lo ofrecieron al servicio de Dios y de la Iglesia, y a cuantos nacieron y maduraron para el Se?or bajo su gu?a pastoral como sacerdote, obispo y Papa.

Nuestro camino com?n estar? acompa?ado por el lema: "Permaneced firmes en la fe". Lo recuerdo desde el inicio para afirmar que no se trata s?lo de un viaje emotivo, aunque tambi?n lo sea en este aspecto, sino de un itinerario de fe, enmarcado en la misi?n que me ha confiado el Se?or en la persona del ap?stol san Pedro, que fue llamado a confirmar a los hermanos en la fe (cf. Lc 22, 32).
Yo tambi?n quiero beber de la fuente abundante de vuestra fe, que mana sin interrupci?n desde hace m?s de un milenio.

Saludo al se?or presidente y le doy las gracias de coraz?n por las palabras que me ha dirigido en nombre de las autoridades de la Rep?blica y de la naci?n. Saludo a los se?ores cardenales, a los arzobispos y a los obispos. Dirijo un saludo tambi?n al primer ministro y a todo el Gobierno, a los representantes del Parlamento y del Senado, a los miembros del Cuerpo diplom?tico con su decano, el nuncio apost?lico en Polonia.

Me alegra la presencia de las autoridades regionales, encabezadas por el alcalde de Varsovia.
Quiero dirigir un saludo tambi?n a los representantes de la Iglesia ortodoxa, de la Iglesia evang?lica de Augsburgo y de las dem?s Iglesias y comunidades eclesiales. Y lo dirijo tambi?n a la comunidad jud?a y a los seguidores del islam. Por ?ltimo, saludo de coraz?n a toda la Iglesia en Polonia: a los sacerdotes, a las personas consagradas, a los alumnos de los seminarios, a todos los fieles, y sobre todo a los enfermos, a los j?venes y a los ni?os. Os pido que me acompa??is con el pensamiento y la oraci?n, para que este viaje produzca frutos para todos nosotros y nos ayude a profundizar y fortalecer nuestra fe.

He dicho que el recorrido de mi camino en este viaje a Polonia est? marcado por las huellas de la vida y del servicio pastoral de Karol Wojtyla y por el itinerario que recorri? como Papa peregrino en su patria. Por este motivo, he querido visitar principalmente dos ciudades muy queridas para Juan Pablo II: la capital de Polonia, Varsovia, y su sede arzobispal, Cracovia. En Varsovia me encontrar? con los sacerdotes, con las diversas Iglesias y comunidades eclesiales no cat?licas, y con las autoridades estatales. Espero que estos encuentros den abundantes frutos para nuestra fe com?n en Cristo y para las realidades sociales y pol?ticas en las que viven los hombres y las mujeres de hoy. Est? prevista una breve visita a Czestochowa y un encuentro con los representantes de los religiosos y religiosas, con los seminaristas y con los miembros de los movimientos eclesiales. La mirada amorosa de Mar?a nos acompa?ar? en nuestra b?squeda com?n de un v?nculo profundo y fiel con Cristo, su Hijo.

Despu?s visitar? Cracovia, para ir desde all? a Wadowice, a Kalwaria, a Lagiewniki y a la catedral de Wawel. S? muy bien que son los lugares m?s amados por Juan Pablo II, pues est?n vinculados a su crecimiento en la fe y a su servicio pastoral. Habr? tambi?n un encuentro con los enfermos y los que sufren, en el lugar quiz? m?s apropiado para una cita con ellos, el santuario de la Misericordia Divina en Lagiewniki. Y no podr? faltar cuando los j?venes se re?nan para la vigilia de oraci?n. Con mucho gusto estar? con ellos y espero disfrutar de su testimonio de fe joven y vigorosa.

El domingo nos encontraremos en la explanada de Blonia para celebrar la solemne santa misa de acci?n de gracias por el pontificado de mi amado predecesor y por la fe en la que siempre nos confirm? con la palabra y el ejemplo de su vida. Y, por ?ltimo, me dirigir? a Auschwitz. All? espero reunirme sobre todo con los supervivientes de las v?ctimas del terror nazi, procedentes de diferentes naciones, que sufrieron la tr?gica opresi?n. Rezaremos todos juntos para que las heridas del siglo pasado cicatricen con la medicina que Dios nos propone al invitarnos al perd?n rec?proco, y nos ofrece en el misterio de su misericordia.

"Permaneced firmes en la fe" es el lema de este viaje apost?lico. Quisiera que estos d?as nos sirvieran a todos, a los fieles de la Iglesia que est? en Polonia y a m? mismo, para fortalecernos en la fe. Deseo que para quienes no tienen la gracia de la fe, pero albergan en su coraz?n la buena voluntad, mi visita sea un tiempo de fraternidad, de benevolencia y de esperanza. Estos valores eternos de la humanidad constituyen un fundamento firme para construir un mundo mejor, en el que cada uno pueda encontrar la prosperidad material y la felicidad espiritual. Se lo deseo a todo el pueblo polaco.

A la vez que doy las gracias una vez m?s al se?or presidente y al Episcopado polaco por la invitaci?n, abrazo cordialmente a todos los polacos y les pido que me acompa?en con la oraci?n en este camino de fe.
Publicado por verdenaranja @ 0:22  | Habla el Papa
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