Estractop de la carta del Papa Benedicto XVI a la Conferencia Episcopal Espa?ola con motivo de la peregrinaci?n nacional al Santuario de Nuestra Se?ora del Pilar de Zaragoza el Jueves, 19 de Mayo de 2005
Me es grato dirigiros mi cordial saludo y unirme espiri?tualmente a vosotros en la peregrinaci?n nacional al Santuario de Nuestra Se?ora del Pilar de Zaragoza, para con-memorar el 150 aniversario de la definici?n del dogma de la Inmaculada Concepci?n y renovar la consagraci?n de Espa?a al Inmaculado Coraz?n de Mar?a, que tuvo lugar hace cincuenta a?os. [...]
Acompa?ada de la solicitud paterna de Jos?, Mar?a aco?gi? a su Hijo. En el hogar de Nazaret Jes?s alcanz? su madurez, dentro de una familia, humanamente espl?ndida y tran?sida del misterio divino, y que sigue siendo modelo para todas las familias.
A este respecto, en la convivencia dom?stica la familia realiza su vocaci?n de vida humana y cristiana, compartiendo los gozos y expectativas en un clima de comprensi?n y ayuda rec?proca. Por eso, el ser humano, que nace, crece y se forma en la familia, es capaz de emprender sin incertidumbres el camino de bien, sin dejarse desorientar por modas o ideolog?as alienantes de la persona humana. [...]
A Mar?a Sant?sima, que engendr? al Autor de la vida, encomiendo toda vida humana desde el primer instante de su existencia hasta su t?rmino natural, y le pido que preserve a cada hogar de toda injusticia social, de todo lo que degrada su dignidad y atenta a su libertad; y tambi?n que se respete la libertad religiosa y la libertad de conciencia de cada persona.
Imploro a la Virgen Inmaculada con total confianza que proteja a los pueblos de Espa?a, a sus hombres y mujeres para que contribuyan todos a la consecuci?n del bien com?n y, principalmente, a instaurar la civilizaci?n del amor. Aliento tambi?n a todos y a cada uno a vivir en la propia Iglesia particular en esp?ritu de comuni?n y servicio y os animo a dar testimonio de devoci?n a la Virgen Mar?a y de un incansable amor a los hermanos.