Domingo, 30 de julio de 2006

¿Qué es vida ascendente? ¿Quiénes pueden pertenecer a ella? Son preguntas a las que se puede encontrar respuesta en el escrito siguiente publicado por "Comisión General de Vida Ascendente", C/ Alfonso XI, nº 4. 28014 MADRID.


VIDA ASCENDENTE

 

I.- NUEVA REALIDAD SOCIAL


DESDE hace muchos años, debido a los progresos de la medicina, se ha prolongado espectacularmente la duración de la vida humana: una persona nacida al comenzar el siglo podía esperar vivir 35 años, mientras que la persona nacida en 1980 tenía ya una esperanza de vida del doble de años, 70 años, y desde esa fecha la cifra sigue aumentando.

 

Por otra parte, sigue disminuyendo el número de nacimientos, de modo que se espera que dentro de 20 años el número de personas de más de 60 años será superior al número de niños menores de 14 años.

 

Simultáneamente, al haberse rebajado notablemente la edad de retiro por «exigencias» económicas y sociales, cada vez es más elevado el número de personas jubiladas.

 

Nuestra sociedad materialista y consumista, que rinde culto a la producción y a la economía, margina y menosprecia injustamente al grupo, cada vez más numeroso, de los jubilados y mayores, por no ser «productivos» económica y laboralmente.

 

Sin embargo, es evidente que muchas personas de este grupo social, poseen aún grandes valores y son sanas, autosuficientes, independientes y activas.


II.- VISION CRISTIANA DE ESTA REALIDAD

 

La luz de la fe nos descubre que existen otros valores distintos y muy superio¬res a los de la productividad económica, que la persona posee en sí misma una dignidad por lo que «es» y no sólo por lo que «hace», y que a lo largo de toda la vida conserva esa dignidad y muchas posibilidades humanas y espirituales.

 

Esta visión cristiana de la nueva realidad social ha sido muy bien expresada por el Papa Juan Pablo II en la Exhortación ApostIica «Laicos Cristianos» (30-12-1988) en la que dice:

 

«El acrecentado número de personas mayores en diversos países del mundo y la cesación anticipada de la actividad profesional y laboral, abren un espacio nuevo a la tarea apostólica de los mayores. Es un deber que hay que asumir, por un lado, superando decididamente la tentación de refugiarse nostálgicamente en un pasado que no volverá más o renunciar a comprometerse en el presente por las dificultades halladas en un mundo de continuas novedades; y por otra parte, tomando conciencia, cada vez más clara, de que su propio papel en la sociedad y en la Iglesia de ningún modo conoce interrupciones debidas a la edad, sino que conoce sólo modos nuevos.»

«A pesar de las incomprensiones de la sociedad, egoísta, vosotros no sois, ni debéis sentiros al margen de la vida de la Iglesia, elementos pasivos de un mundo en excesivo movimiento, sino sujetos activos de un período humano y espiritualmente fecundo de la existencia humana. Tenéis una misión que cumplir, una ayuda que dar. Según el designio divino, cada ser humano es una vida en crecimiento desde el primer destello de la existencia hasta el último suspiro.»

 

III.- ¿QUE ES VIDA ASCENDENTE?

 

VIDA Ascendente quiere ser una respuesta de la Iglesia a la llamada que Dios nos hace a través de este «signo de los tiempos» que es la nueva situación social de los jubilados y mayores, cada vez más numerosos.

Vida Ascendente quiere ser llamada y medio, para que las personas de edad, dejen de ser miembros pasivos de la sociedad y de la Iglesia y se conviertan en miembros activos de ellas. Que aprendan a poner al servicio de los demás su experiencia, conocimientos y valores humanos, y sobre todo, su fe y sus carismas sobrenaturales, según sus posibilidades, edad, cultura, salud, etc...

 

Vida Ascendente, como Movimiento Eclesial de Apostolado Seglar de Jubilados y Mayores, quiere llevar a todos el mensaje evangélico, especialmente a las personas mayores, y poner al servicio de la Iglesia todo el caudal de fe, experiencia y tiempo de que disponen sus miembros.
La vida del Movimiento puede condensarse en tres palabras: Espiritualidad, Apostolado y Amistad, que el Papa Juan Pablo II ha comentado en varias alocuciones dirigidas a los miembros de este Movimiento.

 

«En muchos países de varios continentes, se reúnen personas de la Tercera Edad, según la originalidad cristiana de nuestro Movimiento, para profundizar su espiritualidad, en el compartir la fe y la oración: para participar en el apostolado hacia sus hermanos, comprometiendo sus fuerzas y su experiencia al servicio de la Iglesia y de la sociedad y para ayudarse mutuamente, por medio de una amistad verdadera y activa».
(Mensaje al Primer Encuentro de Vida Ascendente Internacional, en Roma, 1985).


ESPIRITUALIDAD

«Sois un Movimiento espiritual. Quisierais avanzar en el amor a Dios y en el amor a los demás.»

 

APOSTOLADO

«Vida Ascendente quiere ser Movimiento apostólico. Vuestras reuniones florecen en compromisos dejados a la iniciativa de cada uno: servicios eclesiales en la parroquia (liturgia, catequesis y obras caritativas) u otros servicios humanos variados en grado sumo. Claro está que vuestro Movimiento no se confun¬de con estas actividades, pero puede impulsar a cada uno a tomar conciencia de su vocación y misión de bautizado y confirmado, llamado a dar testimonio y a actuar según sus carismas y las necesidades que encuentra: y sobre todo le lleva a reflexionar sobre esta acción para vivirla en fe.»

 

AMISTAD

«Característica dominante de este apostolado es la amistad. Entre vosotros, en el Grupo y en el Movimiento, tejéis una red de amistad más impresionante aún por el hecho de que acogeis en ella a los mayores todavía jóvenes —la jubilación comienza muy temprano— y a las personas de edad avanzada, mujeres y hombres, gentes de todos los ambientes sociales y culturales». 
 

(Mensaje a Vida Ascendente en Roma 1982).

 

IV.- MIEMBROS DE VIDA ASCENDENTE

 

PUEDEN ser miembros del Movimiento Vida Ascendente todos los seglares, hombres y mujeres, que han llegado a cierta edad en la cual se produce un cambio de existencia, que exige y vivir y actuar en forma distinta a como se actuaba en la vida social, familiar y profesional en plena madurez.

Cualquier hombre o mujer, si no se niega a ver claro, percibe cuando ha llegado ha formar parte del grupo de de los «mayores», momento que no puede ser fijado por cifras ni datos, ya que es variable para cada persona.

Vida Ascendente acoge en sus grupos a hombres y mujeres mayores, de edades variables, sin distinción de estado, de cualquier medio social (rural, urbano, suburbano), cultos y menos cultos, sanos o con poca salud... Sólo necesitan tener fe y deseos de vivirla cada vez con mayor profundidad, unidos, formando pequeños grupos, a otros mayores y jubilados como ellos.

Para formar parte del Movimiento basta unirse a uno de los muchos grupos existentes que se reunen períodicamente para orar juntos, profundizar y perfeccionar la vivencia de la fe y buscar unidos el lugar y la forma en que cada uno puede servir mejor a la Iglesia.

 

En estas reuniones de Grupo cada uno de los miembros descubre su vocación al apostolado y encuentra en los demás el apoyo, la ayuda, el aliento y la orientación que en cada momento necesita para realizar, cada vez mejor, su misión de laico cristiano, testigo de Dios entre los hombres.


V.- ORIGEN Y SITUACIÓN

 

EL Movimiento Vida Ascendente nació en Francia, en 1952, a partir de algunos pequeños grupos de jubilados de las parroquias de los alrededores de París, que se reunían para orar juntos y para profundizar en las exigencias de su fe. En sólo 10 años, estos grupos se multiplicaron rápidamente hasta llegar a ser un Movimiento seglar importante que en el año 1962 el Episcopado francés aprobó con el nombre de «Vie Montante».

El movimiento se ha extendido a otros países y desde 1985 es el Movimiento Internacional de Apostolado Seglar de los Jubilados y Mayores. Está implantado en más de 50 países de los cinco continentes.

En España se dieron los primeros pasos en el año 1981 con el nombre de « Vida Ascendente». En el año 1986 la Conferencia Episcopal Española aprobó sus Estatutos y en 1987 nombró al Primer Presidente General y a un sacerdote como Consiliario General.

El movimiento está vinculado a la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (LEAS).
Desde el año 1988 es miembro del Consejo General de Laicos de España y de Vida Ascendente Internacional.


VI.- ORGANIZACION DEL MOVIMIENTO

 

VIDA Ascendente, como Movimiento eclesial, se implanta en cada diócesis con la previa aprobación del obispado respectivo.

 

En cada diócesis existe una Comisión Diocesana formada por un Presidente, Secretario, Tesorero y el número de Vocales necesarios para el buen funcionamiento del Movimiento en la Diócesis.

 

El Presidente, seglar, y el Consiliario, sacerdote, son nombrados por el Obispo Diocesano.

 

Cuando el tamaño de una diócesis lo requiera, puede formarse en cada Vicaría, Arciprestazgo o Zona una Comisión Coordinadora, que tendrá un representante en la Comisión Diocesana para mantener la unidad.

A nivel Nacional existe una Comisión General, de la que forman parte el Presidente y el Consiliario Generales, nombrados por la Conferencia Episcopal Española, el Secretario, Tesorero y varios vocales, entre ellos algunos representantes de la diócesis.

Cuando lo consideren oportuno varias diócesis pueden elegir un Coordinador Regional que se reúne periódicamente con los responsables de las diócesis integradas en esa región y será su representante en la Comisión General.

En la base, el Movimiento está formado por una red de grupos pequeños (10 a 15 personas) que generalmente pertenecen a una misma parroquia (aunque pueden formarse grupos interparroquiales).

 

«Sin las generaciones jóvenes, la Iglesia se marchita, pero no muere mientras haya personas de edad avanzada que mantengan la llama» (Juan Pablo II - Mensaje a Vida Ascendente en 1982).


El Papa pide al Espíritu Santo que renueve el corazón de cada uno para que sienta el deseo de profundizar en su fe y en su participación, como laico responsable, en vida eclesial, poniéndose al servicio de la comunidad cristiana y del apostolado, con los talentos de disponibilidad de méritos y de libertad interior adquiridos en el curso de los años». 
 

(Mensaje del Papa Juan Pablo II al Encuentro de Vida Ascendente Internacional, celebrado en Panamá, en 1989).

 


Publicado por verdenaranja @ 20:23
Comentarios (0)  | Enviar
Comentarios