Art?culo sacado de hojas informativas de "Informaci?n Pastoral", llegadas a la parroquia.
Actitudes en la Evangelizaci?n
1. Oraci?n. En la primera p?gina hemos pretendido 'dar una 'visi?n din?mica de la oraci?n. No obstante, al querer repasar las distintas actitudes necesarias para la difusi?n del mensaje evangelizador, tenemos que referirnos a 'la oraci?n, en primer lugar. Evangelizar es trabajar en la obra del Esp?ritu Santo. Si no preparamos 'con la oraci?n, lo que vamos a hacer es predicarnos nosotros 'mismos sin darnos cuenta.
2. Tener la mentalidad de elegidos y enviados. Es algo que hasta los sacerdotes est?n perdiendo. Se presentan t?midos, como disculp?ndose de anunciar la Palabra, temiendo 'hablar ?con autoridad?. En un cursillo de ?homil?tica? un joven franciscano suscit? la cuesti?n. El docto conferenciante, que no entend?a gran cosa, replic?, muy progre ?l: ?no est?n los tiempos para hablar [con mucha autoridad...? Alguien apostill?: ??Sirve para hoy el texto de Marcos 1,2 2, que lo recogen tambi?n Mateo y Lucas??.'No hubo respuesta.
Somos elegidos y enviados de 'Dios. 'La Sagrada Escritura presenta a Juan Bautista como ?un hombre enviado por 'Dios? fin 1,6); Anan?as dijo a Pablo: ??el 'Dios de nuestros padres te 'ha 'destinado para que co?nozcas su voluntad? {Hc'h 22,14); y Jes?s [dec?a de s? mismo: ?el Padre me ha enviado? (Jn 5,36).
T? has sido elegido y eres enviado de Dios. Has de proclamar la Buena Nueva 'con esa 'mentalidad de elegido y de enviado. Como Jon?s, t? tampoco pue?des escapar de tu misi?n; has sido elegido 'por Dios y El te env?a: tienes que ir, tienes que trabajar, tienes que obrar.
3. Humildad. Juan Bautista s?lo habl? de Jes?s; cuando se refiri? a s? mismo dijo: ?yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia?. Y Jes?s es la prueba de la humildad de Dios.
El Papa Juan Pablo II dijo que la renovaci?n de la 'Iglesia depende de nuestra humildad. Un cristiano orgulloso es una contradicci?n de t?rminos, no hay orgullo mayor ni m?s 'repugnante que el ?orgullo santo?. La humildad es el esp?ritu que hace grato y 'posi?ble el testimonio de la caridad fraterna del cristiano.
4. Predicar la Palabra, no tu palabra. En algunas ense?anzas y predicaciones, en vez de la Palabra, lo que se anuncia es una filosof?a o un m?todo o unas opiniones particulares. 'Debemos 'hacer como Pablo y corno Juan: anunciar 'la Palabra.
La Palabra de Dios tiene fuerza por si 'misma, no debe ser anunciada entre disculpas o con miedos, sino proclamada con fuerza. Para ello es preciso: a) decir, con humildad, pero sin dudarlo, que se trata de la Palabra de Dios; b) mostrar con el tono, la actitud y el modo de expresarla, que uno mismo cree en esa Palabra; c) decir que esa Palabra es vida para uno mismo; d) anunciar que esa Palabra contiene Vida para el que la escucha.
5. Ser testigo de la Palabra. En la vida que llevo yo mismo: en mi coraz?n y en mis obras de cada d?a. 'EI Bautista proclam? la Palabra, vestido de piel de camello y comiendo saltamontes, es decir, libre de todas las cosas de este mundo.
Pablo pudo decir: ?sed imitadores m?os como yo lo soy de Cristo?. No predic? nada que no hiciera. La mejor forma 'de interpretar la predicaci?n de Jes?s es la vida misma de Jes?s. [En el testimonio de la vida tenemos el secreto de la fuerza de la Palabra.
6. Depender del Esp?ritu Santo. S?lo despu?s de recibir ala fuerza del Esp?ritu en el Jord?n, Jes?s sali? a evangelizar. Tambi?n nosotros debemos depender del 'Esp?ritus Santo. Esa actitud debe ser expl?cita y no meramente impl?cita. Debemos orar continuamente: ?yo no puedo, Se?or, dame tu Esp?ritu, ese Gran Des-conocido?.
Jes?s prometi? darnos su Esp?ritu para que tuvi?semos la fuerza de poder anunciar, su Palabra. "Recibir?is la fuerza del Esp?ritu Santo, que vendr? sobre vosotros, y ser?is mis testigos? (Hch 1,8). El Esp?ritu nos 'da la fuerza para poder hablar de Cristo.
7. Valor y fortaleza en la fe. Debemos predicar la Palabra sin miedo. Juan Bautista: ?Est?s viviendo [con la mujer de otro hombre?. San 'Pablo: ?Vosotros hab?is 'crucificado al 'Mes?as?. Jesucristo: ?V?boras, sepulcros blanqueados llenos de huesos 'muertos?. Por estas palabras cortaron la cabeza a Juan, 'la cabeza a Pablo, y crucificaron a Jes?s; pero las amenazas no les quitaron el valor.
Cuando empez? la persecuci?n para filos primeros cristianos, ?stos se reunieron y oraron (Hch 4,4). ?Cu?l fue su oraci?n? ?Cu?l fue su actitud? ?Iban alegres y contentos por haber sido encontrados dignos de sufrir por Cristo?.
8. Preparaci?n. Hoy d?a estancos en un mundo especializado y tremendamente 'competitivo, En ciertas cosas no vasta la buena voluntad ni las tareas de aficionados. La nueva evangelizaci?n requiere una preparaci?n y un 'cuidado extremo. Y no nos referimos a una 'preparaci?n de saberes humanos, aunque tambi?n ayudan. Lo que cuenta aqu?, 'por nuestra par-te, son las ACTITUDES que 'hemos se?alado anterior-mente. Si allanamos los caminos, como dec?a el Bautista y lo realiz? la Virgen 'Mar?a, el Esp?ritu Santo, traer?, cada d?a a nuestro mundo, la salud de Jes?s de Naza