Del libro "RUTA VIRGEN DE CANDELARIA" de Don Damián Iguacen Borau, obispo emérito de Tenrife
Es uno de los lugares más venerados de la Ruta. hoy en estado lamentable, que reclama una urgente restauración. En Chinguaro recibió la sagrada imagen el primer culto del pueblo guanche, aun sin saber qué era y qué significaba. "En un canto de la morada. sobre unas pieles de cabras y ovejas, que otras alfombras ni doseles no tenían. la pusieron con la decencia que sabían y podían hombres que no estaban acos¬tumbrados a reverenciar ni adorar dioses ni estatuas, ni tratar cosas divinas" 113).
Aquí comenzó la inculturación de la fe en la cultura guanche. "Luego que llegaron a las cuevas del mencey colocáronla dentro de una pequeña que junto a su habitación tenía, llamada Anchón. poniéndola sobre una piedra que forrada de pieles de ga¬muza sirvióle a la santa imagen de altar y de trono por espacio de muchos años. Cubriéronla con otras pieles más finas y suaves, que a tiempos recogían y apartaban, cuando el mencey quería enseñarla o recrearse con su celestial presencia" (P. Antonio González) (14). "De común sentimiento le ofrecieron, cada cual según su devoción y posibilidad, las más hermosas cabras de sus rebaños. que llegaron a seiscientas. Y el rey le señaló término particular que llaman Igueste, donde se apacentase este ganado".
Aquí, con motivo de visitar la imagen, hicieron las paces los menceyes enfrentados. "Juntos y hablados, en lo que se resuelven es en admiración y espanto. Al fin queda consultado entre ellos, asentado y recibido, que aquello debía ser alguna cosa del cielo y como tal fuese reverenciada y que para esto le diesen aposento por sí, porque con cl humo de las teas que encendían en la casa del rey no se perjudicase ni con la frecuencia de tratarla se le perdiese el respeto... Y pues hemos tratado de paces, siendo esta mujer la interventora, guardemos la paz, que, habiéndola, habrá comunicación... Y la que hizo las paces entre Dios y el hombre, también las hace y con su presencia confirma entre aquestos reyes" (15).
Aquí resonó por primera vez la Buena Nueva del Evangelio de labios del primer guanche cristiano y en la lengua aborigen. Aquí se llamó a la Virgen "Madre del Sustentador del cielo y la tierra" (16). Aquí Antón Guanche hizo retumbar su voz de Pre¬cursor y preparó un pueblo bien dispuesto para recibir el mensaje cristiano.
Es una costumbre muy buena, sobre todo con ocasión de las Bodas de Plata o de las Bodas de Oro o de Platino, que dentro de la celebración eucarística se haga, por parte de los esposos, una renovación de su compromiso matrimonial, y por parte del ministro de la iglesia, una oración y una bendición especial sobre ellos.
La nueva edición del Ritual del Matrimonio (edición castellana 1996) ofrece unas sencillas y expresivas "Celebraciones en los aniversarios del matrimonio sobre todo la "Bendición de los esposos dentro de la misa" (números 487-501). En una misa dominical, por ejemplo. conservando las lecturas propias del domingo. así como las oraciones (a no ser que se prefieran las que también ofrece el Ritual como propias para estas ocasiones), hay unos momentos en que los esposos adquieren un protagonismo especial.
1. Renovación del compromiso matrimonial y bendición de los esposos
Después de la homilía, si los esposos quieren renovar en voz alta su compromiso matrimonial pueden hacerlo así.
Esposo: Bendito seas, Señor,
porque ha sido un regalo tuyo
recibir a N. por mujer.
Esposa: Bendito seas, Señor,
porque ha sido un regalo tuyo
recibir a N. por marido.
Ambos. Bendito seas, Señor,
porque nos has asistido amorosamente
en las alegrías y en las penas de nuestra vida.
Te pedimos que nos ayudes
a guardar fielmente nuestro amor mutuo
para que seamos fieles testigos
de la alianza que has establecido con los hombres.
Sacerdote (mientras, si se quiere, los esposos se dan la mano):
El Señor os guarde todos los días de vuestra vida.
Que él sea para vosotros consuelo en la adversidad,
compañero en la prosperidad,
y derrame copiosamente sus bendiciones sobre vuestra casa.
Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
2. Entrega de los anillos
A continuación, si los esposos presentan los anillos del día de su boda, el celebrante dice esta oración:
Acrecienta y santifica, Señor,
el amor de tus servidores
y, pues se entregaron mutuamente estos anillos en señal de fidelidad,
haz que progresen en la gracia del sacramento. Por Jesucristo nuestro Señor. R/ Amén.
Si se bendicen anillos nuevos, el celebrante dice:
Bendice y santifica, Señor,
el amor de tus servidores
y, ya que estos anillos
representan para ellos un signo de su fidelidad, haz que también les recuerden su amor recíproco y la gracia del sacramento.
Por Jesucristo nuestro Señor. PI Amén.
3.Oración sobre los esposos
Después del Padrenuestro, el sacerdote dice esta oración con las manos extendidas sobre los esposos:
Te alabamos y te bendecimos, oh Dios, creador de todas las cosas, que al principio creaste al hombre y a la mujer
para que formaran una unidad de vida y de amor.
También te damos gracias
porque te dignaste bendecir la unión familiar de tus servidores N. y N. para que fuera imagen de la unión de Cristo con su Iglesia. Tú que los has mantenido unidos por el amor
en sus penas y alegrías,
míralos hoy con benevolencia.
Renueva constantemente su alianza nupcial.
Acrecienta su amor, fortalece su vínculo de paz,
para que rodeados por todos los que les quieren
gocen siempre de tu bendición.
Por Jesucristo Nuestro Señor. R / Amén.
4.Bendición final
El celebrante, con las manos extendidas sobre los esposos, dice:
Dios, Padre todopoderoso,
Os conceda su gozo y su felicidad.
R/ Amén.
El Hijo Unigénito de Dios, Cristo Jesús,
Os asista en las alegrías y en las tristezas.
R/ Amén.
El Espíritu Santo
Alimente vuestras vidas con su amor.
R/Amén.
Y bendice a todos los presentes añadiendo:
Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
Os bendiga Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R/ Amén.
¿Qué es vida ascendente? ¿Quiénes pueden pertenecer a ella? Son preguntas a las que se puede encontrar respuesta en el escrito siguiente publicado por "Comisión General de Vida Ascendente", C/ Alfonso XI, nº 4. 28014 MADRID.
VIDA ASCENDENTE
I.- NUEVA REALIDAD SOCIAL
DESDE hace muchos años, debido a los progresos de la medicina, se ha prolongado espectacularmente la duración de la vida humana: una persona nacida al comenzar el siglo podía esperar vivir 35 años, mientras que la persona nacida en 1980 tenía ya una esperanza de vida del doble de años, 70 años, y desde esa fecha la cifra sigue aumentando.
Por otra parte, sigue disminuyendo el número de nacimientos, de modo que se espera que dentro de 20 años el número de personas de más de 60 años será superior al número de niños menores de 14 años.
Simultáneamente, al haberse rebajado notablemente la edad de retiro por «exigencias» económicas y sociales, cada vez es más elevado el número de personas jubiladas.
Nuestra sociedad materialista y consumista, que rinde culto a la producción y a la economía, margina y menosprecia injustamente al grupo, cada vez más numeroso, de los jubilados y mayores, por no ser «productivos» económica y laboralmente.
Sin embargo, es evidente que muchas personas de este grupo social, poseen aún grandes valores y son sanas, autosuficientes, independientes y activas.
II.- VISION CRISTIANA DE ESTA REALIDAD
La luz de la fe nos descubre que existen otros valores distintos y muy superio¬res a los de la productividad económica, que la persona posee en sí misma una dignidad por lo que «es» y no sólo por lo que «hace», y que a lo largo de toda la vida conserva esa dignidad y muchas posibilidades humanas y espirituales.
Esta visión cristiana de la nueva realidad social ha sido muy bien expresada por el Papa Juan Pablo II en la Exhortación ApostIica «Laicos Cristianos» (30-12-1988) en la que dice:
«El acrecentado número de personas mayores en diversos países del mundo y la cesación anticipada de la actividad profesional y laboral, abren un espacio nuevo a la tarea apostólica de los mayores. Es un deber que hay que asumir, por un lado, superando decididamente la tentación de refugiarse nostálgicamente en un pasado que no volverá más o renunciar a comprometerse en el presente por las dificultades halladas en un mundo de continuas novedades; y por otra parte, tomando conciencia, cada vez más clara, de que su propio papel en la sociedad y en la Iglesia de ningún modo conoce interrupciones debidas a la edad, sino que conoce sólo modos nuevos.»
«A pesar de las incomprensiones de la sociedad, egoísta, vosotros no sois, ni debéis sentiros al margen de la vida de la Iglesia, elementos pasivos de un mundo en excesivo movimiento, sino sujetos activos de un período humano y espiritualmente fecundo de la existencia humana. Tenéis una misión que cumplir, una ayuda que dar. Según el designio divino, cada ser humano es una vida en crecimiento desde el primer destello de la existencia hasta el último suspiro.»
III.- ¿QUE ES VIDA ASCENDENTE?
VIDA Ascendente quiere ser una respuesta de la Iglesia a la llamada que Dios nos hace a través de este «signo de los tiempos» que es la nueva situación social de los jubilados y mayores, cada vez más numerosos.
Vida Ascendente quiere ser llamada y medio, para que las personas de edad, dejen de ser miembros pasivos de la sociedad y de la Iglesia y se conviertan en miembros activos de ellas. Que aprendan a poner al servicio de los demás su experiencia, conocimientos y valores humanos, y sobre todo, su fe y sus carismas sobrenaturales, según sus posibilidades, edad, cultura, salud, etc...
Vida Ascendente, como Movimiento Eclesial de Apostolado Seglar de Jubilados y Mayores, quiere llevar a todos el mensaje evangélico, especialmente a las personas mayores, y poner al servicio de la Iglesia todo el caudal de fe, experiencia y tiempo de que disponen sus miembros.
La vida del Movimiento puede condensarse en tres palabras: Espiritualidad, Apostolado y Amistad, que el Papa Juan Pablo II ha comentado en varias alocuciones dirigidas a los miembros de este Movimiento.
«En muchos países de varios continentes, se reúnen personas de la Tercera Edad, según la originalidad cristiana de nuestro Movimiento, para profundizar su espiritualidad, en el compartir la fe y la oración: para participar en el apostolado hacia sus hermanos, comprometiendo sus fuerzas y su experiencia al servicio de la Iglesia y de la sociedad y para ayudarse mutuamente, por medio de una amistad verdadera y activa».
(Mensaje al Primer Encuentro de Vida Ascendente Internacional, en Roma, 1985).
ESPIRITUALIDAD
«Sois un Movimiento espiritual. Quisierais avanzar en el amor a Dios y en el amor a los demás.»
APOSTOLADO
«Vida Ascendente quiere ser Movimiento apostólico. Vuestras reuniones florecen en compromisos dejados a la iniciativa de cada uno: servicios eclesiales en la parroquia (liturgia, catequesis y obras caritativas) u otros servicios humanos variados en grado sumo. Claro está que vuestro Movimiento no se confun¬de con estas actividades, pero puede impulsar a cada uno a tomar conciencia de su vocación y misión de bautizado y confirmado, llamado a dar testimonio y a actuar según sus carismas y las necesidades que encuentra: y sobre todo le lleva a reflexionar sobre esta acción para vivirla en fe.»
AMISTAD
«Característica dominante de este apostolado es la amistad. Entre vosotros, en el Grupo y en el Movimiento, tejéis una red de amistad más impresionante aún por el hecho de que acogeis en ella a los mayores todavía jóvenes —la jubilación comienza muy temprano— y a las personas de edad avanzada, mujeres y hombres, gentes de todos los ambientes sociales y culturales».
(Mensaje a Vida Ascendente en Roma 1982).
IV.- MIEMBROS DE VIDA ASCENDENTE
PUEDEN ser miembros del Movimiento Vida Ascendente todos los seglares, hombres y mujeres, que han llegado a cierta edad en la cual se produce un cambio de existencia, que exige y vivir y actuar en forma distinta a como se actuaba en la vida social, familiar y profesional en plena madurez.
Cualquier hombre o mujer, si no se niega a ver claro, percibe cuando ha llegado ha formar parte del grupo de de los «mayores», momento que no puede ser fijado por cifras ni datos, ya que es variable para cada persona.
Vida Ascendente acoge en sus grupos a hombres y mujeres mayores, de edades variables, sin distinción de estado, de cualquier medio social (rural, urbano, suburbano), cultos y menos cultos, sanos o con poca salud... Sólo necesitan tener fe y deseos de vivirla cada vez con mayor profundidad, unidos, formando pequeños grupos, a otros mayores y jubilados como ellos.
Para formar parte del Movimiento basta unirse a uno de los muchos grupos existentes que se reunen períodicamente para orar juntos, profundizar y perfeccionar la vivencia de la fe y buscar unidos el lugar y la forma en que cada uno puede servir mejor a la Iglesia.
En estas reuniones de Grupo cada uno de los miembros descubre su vocación al apostolado y encuentra en los demás el apoyo, la ayuda, el aliento y la orientación que en cada momento necesita para realizar, cada vez mejor, su misión de laico cristiano, testigo de Dios entre los hombres.
V.- ORIGEN Y SITUACIÓN
EL Movimiento Vida Ascendente nació en Francia, en 1952, a partir de algunos pequeños grupos de jubilados de las parroquias de los alrededores de París, que se reunían para orar juntos y para profundizar en las exigencias de su fe. En sólo 10 años, estos grupos se multiplicaron rápidamente hasta llegar a ser un Movimiento seglar importante que en el año 1962 el Episcopado francés aprobó con el nombre de «Vie Montante».
El movimiento se ha extendido a otros países y desde 1985 es el Movimiento Internacional de Apostolado Seglar de los Jubilados y Mayores. Está implantado en más de 50 países de los cinco continentes.
En España se dieron los primeros pasos en el año 1981 con el nombre de « Vida Ascendente». En el año 1986 la Conferencia Episcopal Española aprobó sus Estatutos y en 1987 nombró al Primer Presidente General y a un sacerdote como Consiliario General.
El movimiento está vinculado a la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (LEAS).
Desde el año 1988 es miembro del Consejo General de Laicos de España y de Vida Ascendente Internacional.
VI.- ORGANIZACION DEL MOVIMIENTO
VIDA Ascendente, como Movimiento eclesial, se implanta en cada diócesis con la previa aprobación del obispado respectivo.
En cada diócesis existe una Comisión Diocesana formada por un Presidente, Secretario, Tesorero y el número de Vocales necesarios para el buen funcionamiento del Movimiento en la Diócesis.
El Presidente, seglar, y el Consiliario, sacerdote, son nombrados por el Obispo Diocesano.
Cuando el tamaño de una diócesis lo requiera, puede formarse en cada Vicaría, Arciprestazgo o Zona una Comisión Coordinadora, que tendrá un representante en la Comisión Diocesana para mantener la unidad.
A nivel Nacional existe una Comisión General, de la que forman parte el Presidente y el Consiliario Generales, nombrados por la Conferencia Episcopal Española, el Secretario, Tesorero y varios vocales, entre ellos algunos representantes de la diócesis.
Cuando lo consideren oportuno varias diócesis pueden elegir un Coordinador Regional que se reúne periódicamente con los responsables de las diócesis integradas en esa región y será su representante en la Comisión General.
En la base, el Movimiento está formado por una red de grupos pequeños (10 a 15 personas) que generalmente pertenecen a una misma parroquia (aunque pueden formarse grupos interparroquiales).
«Sin las generaciones jóvenes, la Iglesia se marchita, pero no muere mientras haya personas de edad avanzada que mantengan la llama» (Juan Pablo II - Mensaje a Vida Ascendente en 1982).
El Papa pide al Espíritu Santo que renueve el corazón de cada uno para que sienta el deseo de profundizar en su fe y en su participación, como laico responsable, en vida eclesial, poniéndose al servicio de la comunidad cristiana y del apostolado, con los talentos de disponibilidad de méritos y de libertad interior adquiridos en el curso de los años».
(Mensaje del Papa Juan Pablo II al Encuentro de Vida Ascendente Internacional, celebrado en Panamá, en 1989).
Artículo sacado del Documento publicado conjuntamente por Obispado de Tenerife, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de Güimar sobre proyecto de rehabilitación de Chinguaro.
El paraje de Chinguaro está ligado íntimamente al mundo religioso de los habitantes tinerfeños. En un comienzo, a su etapa aborigen; luego, a los inicios de la cristianización de la isla.
No es éste el lugar adecuado para adentrarnos en cuestiones relativas al cómo y porqué llegó a Tenerife la imagen de La Candelaria; tanto si fue un "hecho milagroso" o si se debió a una estrategia de Diego García de Herrera, como propone J. Álvarez Delgado (en, O. Rodríguez Delgado.1991), para iniciar los contactos y adentrarse en éste territorio; el hecho real es que, en fechas anteriores a la llegada de los europeos, en unas fechas que giran en torno al año 1450, los guanches tenían en su poder a una imagen que reconocieron y distinguieron con el rango de Divinidad.
En ésta primera etapa se desconoce qué tipo de ritos o ceremonias se utilizaban en su culto, con toda certeza parece que fueran las mismas que hasta entonces conocían y practicaban a tenor de su propia manera de entender a la divinidad y la cosmogonía general del universo. Según A. Espinosa (1980:60-61):
"Más de treinta y cuarenta años estuvo la santa reliquia en poder de fieles y en casa del rey de Güímar, o cerca, en una cuevecita sobre un altar, que de ella no tuvieron otro conocimiento más de creer que era alguna cosa sobrenatural; y de esto estaban ya certificados, porque oían muchas músicas angelicales, sentían suavísimos olores, y veían muchas luminarias de noche. Todo lo cual le confirmaba en su opinión, y así de común sentimiento le ofrecieron, cada cual según su devoción o posibilidad, las más hermosas cabras de su rebaño, que llegaron seiscientas y el rey les señaló término particular, que llamaban Igueste, donde se apacentase este ganado, con pena de muerte que ninguno llegase a él"
En relación con estos primeros momentos disponemos, además, de la valiosa información que recopiló J. Bethencourt Alfonso al referir ciertas costumbres y nombres que aún estaban en la memoria de los ancianos al final del pasado siglo. Entre los datos que aporta destaca la voz y sig¬nificación "samarás o samarines", que transcribe como: "clase sacerdotal educada en especie de seminarios, llamados "sámaras"; que se corresponden con el nombre de aquellas cuevas de esta misma denominación". Entre el inventario que presenta de cuevas con éstas características en Tenerife se encuentra "El Samarín de Chinguaro", junto con otros similares existentes en las tierras de este menceyato. Paralelamente y con esta misma significación religiosa, cuando trata de los templos aborígenes que pudo inventariar, habla de la presencia persistente en la Isla de cuevas que reciben el nombre de "Santa"; entre éstas, la "Cueva Santa de Chinguaro". Datos que, sin constituir una prueba contundente de que realmente se trate de reminiscencias de este culto, permiten entrever esta posibilidad. Otro aspecto, no obstante, sobre el que no cabe duda alguna por cuanto quede expresado en los textos de los frailes A. Espinosa y J. Abreu Galindo, el primer templo mariano dedicado a La Candelaria fue la cueva que el Mencey mandó adecuar para custodia y culto; es decir; la cueva de Chinguar. Una realidad hitórica no reconocida en las investigaciones sobre el devenir religioso, que señalan otros templos como pioneros de la fe cristiana insular.
En este sentido debemos añadir otro dato que, entendemos, confirma el sentido religioso que adquirió Chinguaro a raíz de esta aparición y que sobrevivió después del traslado de la Imagen a la Cueva de Achbinicó, en Candelaria. Nos referimos a la práctica, al parecer aún común en el siglo pasado, de denominar a la mareta que existía al pié de la Cueva de la Virgen con el nombre de "Charco del Bautisterio", según J. Bethencourt Alfonso (1991:239), en el Barranco de Chinguaro, antes "Barranco Santo". Lugar que, como otros conocidos de la Isla, revela el sincretismo religioso que reinaba en la etapa inmediatamente anterior a la Conquista; un culto en el que participaban rasgos rituales de la religión aborigen y los introducidos por la evangelización cristiana del célebre "Antón guanche".
En época histórica el culto se conservó en esta misma cueva luego dedicada a la Santa Cruz, hasta finales del siglo XVIII, como recoge O. Rodríguez Delgado (1993:172) de la Estadística de las islas Canarias (1793-1806):
"Otros lugares de culto son1/4 la Santa Cruz, en la misma cueva donde según la tradición habitaba el reu de Güímar".
La historia religiosa reciente de Chinguaro, tratada exhaustivamente por O. Rodríguez Delgado sitúa la referencia más antigua sobre la primera ermita en 1827, debida a Sabino Berthelot y a P. B. Webb, autor del dibujo "Vue de la grotte de Chinguaro et de la Chapelle de la Vierge dans le ravín de Chimisay (Tenerife)".
Otras obras de remodelación, ampliación y mejora vinieron, con el suceder de los años, a demoler esta primera ermita que, junto con la celebración de la fiesta de la Virgen el 2 de Febrero de cada año, no sólo mantenían el culto popular, sino además imbuían al peregrino güimarero en el ambiente originario de Chinguaro, experimentando un conjunto de sentimientos encontrados que permitían presentir la presencia de los guanches con sus gánigos y ganados, la proximidad de Añaterve en su tagoror o la propia inquietud, heredada del mal llamado "pactos de la traición", fruto de la amenaza con la que los lectures partidistas de la historia siempre han dejado caer sobre el pueblo güimarero.
Por todo ello, junto al valor cohersitivo que, para cada pueblo, reviste el mantenimiento de su "memoria histórica" en un mundo cada vez más tiranizado por el individualismo y la segrega¬ción, entendemos, desde nuestra modesta opinión, que la recuperación integral de Chinguaro, histórica y medioambiental para disfrute y gozo de Güímar, excede de los simples objetivos de "inversión", "protección", "adecuación" en la concesión y promoción de este tipo de proyectos.
(...) Conocidas las necesidades espirituales de aquella dilatadísima región, San Francisco de Borja nombró al P. Azevedo provincial del Brasil, y le autorizó para reclutar en Portugal un gran grupo de misioneros y llevar, además, consigo a cinco sujetos de cada una de las Provincias de España por donde pasase camino de Portugal.
El Padre General quiso que el P. Ignacio se presentase por última vez al Papa e implorase su bendición para aquella floreciente misión. El Padre Azevedo solicitó del Papa una gracia muy singular: llevar consigo, como amparo y esfuerzo, una copia de la imagen de Nuestra Señora, que la tradición atribuía a San Lucas y se venera en Santa María la Mayor. Y aunque no se recordaba que se hubiese concedido semejante favor, el Santo Padre no supo negarlo al santo misionero. Se sacaron, pues, dos copias, una de regular tamaño para la Misión y otra pequeña para el P. Ignacio.
De regreso a España, en Zaragoza, le dieron por compañero al Herma¬no Coadjutor Juan de Mayorga, navarro, de treinta y ocho años de edad, hábil pintor, para que con su diestro pincel adornara con sagradas imágenes los nuevos templos de las reducciones.
En el noviciado de Medina del Campo se le agregó, entre otros novicios, el Hermano Francisco Pérez Godoy, pariente cercano de Santa Teresa de Jesús. También se le agregaron jóvenes jesuitas del Colegio de Plasencia.
La mayor parte la reclutó en Portugal hasta cumplir el número de setenta voluntarios. Unos meses antes de embarcarse, se retiró el P. Ignacio Azevedo con sus compañeros a una finca propiedad del Colegio de San Anto¬nio, llamada Valle de Rosal, distante una legua del puerto de Cacilhas, entre Azeitao y Caparica, muy a propósito para los Ejercicios Espirituales. Allí se dedicaron muy particularmente a la oración, a los ejercicios de caridad y estudio, durante unos cinco meses.
El P. Azevedo había tratado con el armador de un barco mercante, llamado "Santiago", y había aceptado poner a su disposición una parte del navío para transportar a los misioneros. Como todos no cabían en él, aceptó el ofrecimiento de don Luis de Vasconcellos, nuevo gobernador del Brasil, que llevaría en su flota al resto de los jesuitas. El "Santiago" iría escoltado por seis barcos de guerra.
Así, pues, en el "Santiago" se acomodaron el P. Ignacio con cuarenta y cuatro misioneros; el P. Díaz, con otros veinte, en el navío almirante de la escuadra; y el P. Francisco Castro, con los restantes, en el navío "Os Orfaos".
Zarparon de Lisboa el 5 de junio de 1570. Ocho días después arribaron a la Isla de Madeira los siete barcos.
A primeros de junio de 1570 salía el jefe religioso Jacques de Sorés con sus navíos de la Rochela, por entonces, importante baluarte de los hugonotes, enemigos jurados de los jesuitas. Esta flota de Sorés pasa husmeando las costas españolas y portuguesas a la búsqueda de alguna importante presa. Al no dar con ella pone rumbo a la isla de Madeira. Intenta acercarse al puerto de Funchal, estando todavía en él la flota de don Luís Vasconcellos, quien trata de defenderse con la artillería de sus barcos y la de la fortaleza de San Loren¬zo, que domina ampliamente el puerto. El pirata desiste de su empeño y procura alejarse de la costa. Este hecho inesperado retrasó la salida de la flota de Vasconcellos.
Como el tiempo apremiaba, los comerciantes de Oporto que iban en la nave "Santiago", contrariados por la demora, consiguieron del gobernador, a fuerza de ruegos, navegar a la isla de La Palma para desocupar buena parte de sus mercancías y tomar otras, ofreciendo regresar a tiempo para reintegrarse al grueso de la flota. Así se determinó la partida para el 30 de junio.
Antes de hacerse a la mar, el P. Azevedo invitó a confesar a todos los marineros de la nave "Santiago" y les dio la Comunión, en la fiesta de San Pedro. Convocando también a todos sus compañeros, los exhortó a que se dispusiesen para sacrificar sus vidas en defensa de la fe, si Dios se lo pedía; pero si alguno no se consideraba con ánimos podía quedarse tranquilamente en Madeira. Cuatro novicios, en efecto, desistieron de aquel viaje, con lo que marcharon el Padre Ignacio Azevedo y treinta y nueve compañeros.
El día 7 de Julio de 1570 salía del puerto de Funchal el galeón "Santiago" aprovechando la desaparición del pirata francés.
El viaje transcurrió felizmente; el mar estaba en calma hasta que, cuando ya se encontraban en las proximidades de La Palma, a una dos leguas y media de la ciudad, un fuerte viento, los lanzó lejos de la costa y les obligó a dar un rodeo a la isla hasta que encontraron refugio en el puerto de Tazacorte, en el poniente de la isla.
Los habitantes de Tazacorte les recibieron con generosa hospitalidad y les ofrecieron frutos de la tierra para reponer sus fuerzas.
Cuando bajaron a tierra el P. Ignacio y parte de la tripulación para saludar personalmente a tan amables personas, el P. Ignacio se encontró con la grata sorpresa de que el dueño de aquella hacienda era don Melchor de Monteverde y Pruss. Los dos habían sido grandes amigos en Oporto, donde realizaron sus estudios, y también existió la más entrañable amistad entre sus padres. D. Melchor le invitó a hospedarse en su casa y, como recuerdo de aquella presencia amistosa y feliz, ha quedado la "reliquia" conocida hasta hoy como «casa de los mártires».
Durante los cinco días que permanecieron el P. Ignacio Azevedo y sus compañeros en Tazacorte, visitaron las iglesias y ermitas del contorno como la iglesia de San Miguel y la ermita de Las Angustias. La belleza paisajística del Valle de Aridane, lleno de impresionante majestad, invitaba a la oración.
En sus conversaciones, don Melchor Monteverde aconsejó al Padre Ignacio regresar por tierra a Santa Cruz de La Palma para tomar allí el barco.
El 13 de julio el P. Ignacio Azevedo celebró su última Misa en tierra, según algunos autores, en la iglesia de San Miguel de Tazacorte. Después de la celebración de la eucaristía contaron testigos presenciales que, en el momento de beber del cáliz, tuvo
el P. Ignacio la revelación de su próximo martirio. Tan fuerte fue la impresión recibida que con los dientes produjo en el borde del cáliz una suave mella.
Desde ese momento, la decisión estaba tomada, navegarían en el "Santiago" desde Tazacorte, a pesar de los consejos en contra; y como muestra de agradecimiento o para prevenir cualquier profanación, entregó a don Melchor las reliquias que le entregara en Roma el Papa San Pío V.
El galeón "Santiago", en la madrugada del 14 e julio, se hizo a la mar, rumbo a Santa Cruz de la Palma, por la parte sur de la isla. El mar, por este lado de poniente, se hallaba ese día en calma. Esta circunstancia obligó al galeón a avanzar costeando la isla para aprovechar mejor la ligera bri¬sa que le llegaba de tierra.
Mientras tanto, Jacques Sorés seguía al acecho de su posible presa. Al amanecer del día 15 de julio el galeón "Santiago" se alejaba de Tazacorte hacia el sur. Fue entonces cuando el corsario francés, aprovechado los vientos favorables que le venían del mar, por la parte del naciente, trató de interceptarlo con su navío de guerra "Le Prince", haciéndole unos disparos de intimidación.
Lograda la aproximación de los dos barcos, los hugonotes franceses hacen tres intentonas de abordaje que fueron repelidas por la tripulación portuguesa. Mientras tanto se habían ido acercando al galeón "Santiago" los otros cuatro navíos del pirata francés.
Cuando Sorés juzgó llegado el momento, dio la orden de abordaje. Numerosos grupos de hombres, saltando precipitadamente de los cinco navíos franceses, se lanzaron impetuosamente sobre el galeón portugués. En en¬cuentro resultó feroz y sangriento. Los tripulantes lusitanos defendían cada palmo del barco con bravura y coraje. Ante la superioridad numérica de los atacantes, los lusitanos iban sucumbiendo heroicamente.
El Padre Ignacio de Azevedo iba de una parte a otra alentando a sus compatriotas a dar su vida por la fe. Herido en la cabeza por la espada de un capitán calvinista continuó exhortando a los suyos a perdonar a sus enemigos, mientras abrazaba con fuerza el pequeño cuadro de Nuestra Señora que le había entregado el Papa Pío V. Herido su cuerpo de muerte por tres golpes de lanza, cayó al suelo sin vida.
Como la situación se hacía ya insostenible por momentos, la tripulación portuguesa optó por rendirse. Hecho el recuento de los tripulantes y pasajeros quedaron los misioneros jesuitas como único blanco de los ataques de los hugonotes. Cayeron sobre sus mansas víctimas con ferocidad inigualable apuñalando a unos, acribillando a disparos de arcabuz a otros. Luego se dedicaron a arrojar por la borda los cuerpos moribundos de sus víctimas. Y desde lo alto del galeón "Santiago" se deleitaban en la contemplación de sus inocentes víctimas, hasta verlas hundirse en el mar.
De los mártires, ocho eran españoles y el resto portugueses.
Los calvinistas profanaron las reliquias y objetos religiosos que llevaban los misioneros. Sólo algunas pudieron ser recogidas por un marinero francés. Cuenta la tradición que, pasada la terrible tempestad del martirio, se veía flotar sobre las aguas al P. Ignacio de Azevedo abrazado al cuadro de Nuestra Señora. Sólo se salvó del martirio el hermano cocinero Joao Sánchez, al que el pirata quiso conservar para aprovecharse de sus servicios. En su lugar murió un joven, que era sobrino del capitán del galeón "Santiago", el cual al ver el heroísmo de aquellos religiosos se vistió con la sotana de uno de ellos y se presentó ante los verdugos diciendo que también él era católico.
Después del martirio de los misioneros jesuitas, Jacques de Sorés, se dirigió a La Gomera en son de paz. El Conde de la Gomera, don Diego de Ayala y Rojas, logró que el pirata le entregase los 28 miembros de la tripulación y pasajeros lusitanos que había hecho prisioneros.
Una vez llegados estos hombres a la isla de Madeira relataron minuciosamente al jesuita P. Pedro Días lo ocurrido a bordo de la nave "Santiago".
El mismo día del martirio, a muchos kilómetros de distancia, en una visión, vio Santa Teresa de Jesús subir al cielo a los cuarenta mártires muy gloriosos, y adornados con coronas y hermosísimas aureolas y conoció en aquella celestial procesión al H. Francisco Péres Godoy su pariente cercano, quedando así consolada.
En 1632 el Cabildo de La Palma pidió al Santo Padre que fueran Beatificados y nombrados patronos de la Isla. Después de esta fecha, una y otra vez, volvió a elevarse a la Santa Sede el mismo deseo y petición.
El Papa Benedicto XIV, en septiembre de 1742, reconoció que eran auténticos mártires por la fe; y Pío IX, en 1862, los beatificó.
El cáliz que mordió el P. Ignacio de Azevedo, según una tradición constante y sin oposición, se conservó en la iglesia de San Miguel de Tazacorte, junto a otras reliquias.
En Mayo de 1745 visitó la iglesia de San Miguel el Obispo de la Diócesis, don Juan Francisco Guilén, y tomó el cáliz para regalarlo a los jesuitas del Colegio de Las Palmas de Gran Canaria, como reconocimiento a la ayuda prestada por el jesuita P. Valero en la visita a la diócesis. Después de muchas vicisitudes en diversos lugares de la península, se encuentra -de nuevo- actualmente en el Colegio de Las Palmas de Gran Canarias.
Los mártires suelen llevar la denominación del lugar donde triunfaron en la fe y desde donde volaron al cielo; por eso, con toda razón se han de llamar "Mártires de Tazacorte" y no "Mártires del Brasil", como algunos autores les denominan. Ellos son patrimonio espiritual de la isla de La Palma y una de sus glorias. La isla de la Palma les acogió en la tempestad y les acompañó, como testigo, en su ascensión a la gloria de Dios.
MONICIÓN DE ENTRADA.
Jesús es la respuesta a todas las necesidades de los hombres. Sólo Él es la causa de nuestra alegría, por que nos saca de nuestras miserias, nos da el perdón, nos pone en relación con Dios Padre y se hace alimento para nosotros. Vivamos esta celebración con profundo gozo y en actitud de agradecimiento hacia Aquel que nos ama y nos une para renovarnos radicalmente.
ACTO PENITENCIAL
-Tú, que eres la respuesta de Dios a todas las necesidades de los hombres. SEÑOR, TEN PIEDAD.
-Tú, que eres el pan de la vida que sacias el hambre de todos los hombres. CRISTO, TEN PIEDAD.
-Tú, que eres la fuente de la gracia y de la vida para todos los que te buscan. SEÑOR, TEN PIEDAD.
MONICIÓN A LA PALABRA DE DIOS.
El Señor, nos invita ahora al banquete de su Palabra. Abramos de par en par las puertas de nuestro corazón para que entre su mensaje, que cura nuestras heridas, sacia nuestra hambre y nos descubre el sentido de nuestra existencia; aunque también nos exija a hacer con los demás, lo que Él ha hecho con nosotros.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Al Señor, que se preocupa de nosotros y nos da todo lo que necesitamos. Supliquémosle diciendo: SEÑOR, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN.
1.Por la Iglesia, para que haga partícipe a los hombres del banquete de la Palabra y, como madre pobre, sea la valedora de los pobres del mundo. OREMOS.
2.Por cuantos en la Iglesia desempeñan un ministerio, para que, sean verdaderos servidores. OREMOS.
3.Por todos los gobiernos de los países de todo el mundo, para que luchen en todo momento por un reparto más justo de los bienes. OREMOS.
4.Por todos los hombres que sufren algún tipo de necesidad. OREMOS.
5.Por todos nosotros que participamos en esta celebración,. OREMOS.
Dios Todopoderoso y eterno, concédenos, a todos nosotros la gracia de vivir tu bondad para con los hombres y, así, crezca tu Reino en nuestro mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.
[...] Una cuestión neurálgica, que requiere nuestra máxima atención pastoral, es la familia. En Italia, mucho más que en otros países, la familia representa en verdad la célula fundamental de la sociedad; está profundamente arraigada en el corazón de las generaciones jóvenes y afronta múltiples problemas, ofreciendo apoyo y remedio a situaciones que, de otro modo, serían desesperadas.
Sin embargo, también en Italia, en el actual clima cultural, la familia está expuesta a muchos peligros y amenazas, que todos conocemos. En efecto, a la fragilidad e inestabilidad interna de muchas uniones conyugales se suma la tendencia, generalizada en la sociedad y en la cultura, a rechazar el carácter único y la misión propia de la familia fundada en el matrimonio. Por otra parte, precisamente Italia es una de las naciones en las que la escasez de nacimientos es más grave y persistente, con consecuencias ya graves para todo el cuerpo social. Por eso, ya desde hace mucho tiempo, los obispos italianos habéis unido vuestra voz a la de Juan Pablo II, ante todo para defender el carácter sagrado de la vida humana y el valor de la institución matrimonial, pero también para pro-mover el papel de la familia en la Iglesia y en la sociedad, solicitando medidas económicas y legislativas que sostengan a las jóvenes familias en la generación y educación de los hijos.
Con el mismo espíritu, actualmente os estáis esforzando por iluminar y motivar las opciones de los católicos y de todos los ciudadanos acerca del referéndum ya inminente sobre la ley relativa a la procreación asistida: precisamente por su claridad y concreción, vuestro compromiso es signo de la solicitud de los pastores por todo ser humano, que no puede reducirse jamás a un medio, sino que es siempre un fin, como nos enseña nuestro Señor Jesucristo en su Evangelio y como nos dice la misma razón humana. En este compromiso, y en todas las múltiples obras que forman parte de la misión y del deber de los pastores, estoy cerca de voso¬tros con la palabra y con la oración, confiando en la luz y en la gracia del Espíritu, que actúa en las conciencias y en los corazones.
La misma solicitud por el verdadero bien del hombre que nos impulsa a preocupamos por el bien de las familias y por el respeto de la vida humana se expresa en la atención a los pobres que tenemos entre nosotros, a los enfermos, a los inmigrantes y a los pueblos diezmados por las enfermedades, las guerras y el hambre. Queridos hermanos obispos italianos, deseo agradeceros a vosotros y a vuestros fieles la generosidad de vuestra caridad, que contribuye a hacer de la Iglesia concretamente el pueblo nuevo en el que nadie es extranjero. Recordemos siempre las palabras del Señor: cuanto hicisteis «a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40).
Como sabéis, en agosto iré a Colonia para la Jornada mundial de la juventud, y espero encontrarme de nuevo con muchos de vosotros, acompañados por gran número de jóvenes italianos. Precisamente con respecto a los jóvenes, a su formación y a su relación con el Señor y con la Iglesia, quisiera añadir una última reflexión.
En efecto, como afirmó repetidamente Juan Pablo II, ellos son la esperanza de la Iglesia; pero en el mundo de hoy tam¬bién están particularmente expuestos al peligro de ser «llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina» (Ef 4,14). Por consiguiente, necesitan ayuda para crecer y madurar en la fe: éste es el primer servicio que deben recibir de la Iglesia, y especialmente de nosotros, los obispos, y de nuestros sacerdotes.
Sabemos bien que muchos de ellos no están en condiciones de comprender y de aceptar inmediatamente toda la enseñanza de la Iglesia, pero, precisamente por eso, es importante despertar en ellos la intención de creer con la Iglesia, la confianza en que esta Iglesia, animada y guiada por el Espíritu, es el verdadero sujeto de la fe, insertándonos en el cual entramos y participamos en la comunión de la fe. Para luego esto se pueda realizar, los jóvenes deben sentirse amados por la Iglesia, amados concretamente por nosotros, obispos y sacerdotes. Así, podrán experimentar en la Iglesia la amistad r el amor que el Señor siente por ellos, comprenderán que en Cristo la verdad coincide con el amor y, a su vez, aprenderán amar al Señor y a tener confianza en su cuerpo, que es la Iglesia. Queridos hermanos obispos italianos, éste es hoy el yunto central del gran desafío de la transmisión de la fe a las veneraciones jóvenes.
Dado que constantemente nos estamos encontrando con personas que preguntan o tienen dudas acerca de lo que significa la nulidad canónica colocamos por partes "Orientaciones y Normas" aprobadas por el obispo diocesano de Tenerife el 1 de Enero de 2001
I.- PROCESO DE DECLARACIÓN DE NULIDAD DE MATRIMONIO CELEBRADO POR LA IGLESIA
1. La disolución del vínculo Matrimonial
En la declaración de nulidad de un matrimonio canónico, se trata de un matrimonio que se supone fue celebrado inválidamente y, por consiguiente, que no se produjo el vínculo matrimonial y los contrayentes no quedaron en realidad casados.
Por el contrario, en los casos de la disolución del matrimonio. se trata de matrimonios que se contrajeron válidamente y los contrayentes quedaron en realidad casados y unidos por el vínculo matrimonial, pero la competente autoridad del Romano Pontífice disuelve o rompe el vínculo surgido, y los contrayentes quedan libres para contraer nuevo matrimonio por la Iglesia.
Esta dispensa o disolución del vínculo se da en los siguientes casos:
2. Disolución del matrimonio rato
y no consumado
El matrimonio celebrado entre dos bautizados o entre una persona bautizada y otra no bautizada y que no ha sido consumado de modo humano por el acto conyugal, puede ser disuelto con justa causa por el Romano Pontífice, a petición de ambos cónyuges o uno de ellos aunque el otro se oponga.
3. Disolución del matrimonio contraído
por dos personas no bautizadas
Un matrimonio válido entre dos personas no bautizadas queda disuelto, si una de ellas recibe el bautismo y contrae un nuevo matrimonio, siempre que la parte no bautizada no quiera cohabitar o cohabitar normal y pacíficamente.
El Papa puede disolver este matrimonio en determinadas circunstancias.
4. Disolución del matrimonio contraído entre
persona católica y persona no bautizada
El Papa puede disolver este matrimonio en determinadas circunstancias.
5. Proceso de las causas de disolución
del matrimonio.
No se trata de procesos judiciales y, por tanto, no actúan abogados, ni procuradores, ni tribunales propiamente dichos.
Dado que constantemente nos estamos encontrando con personas que preguntan o tienen dudas acerca de lo que significa la nulidad canónica colocamos por partes las "Orientaciones y Normas" aprobadas por el obispo diocesano de Tenerife el 1 de Enero de 2001.
1. La nulidad del matrimonio canónico
2. Causa o capítulos más comunes de declaración de nulidad
3. Información previa y abogados
4. Designación de abogados, situación del demanddo y documentos
5. Tribunales y competencia
6. Composición del Tribunal, régimen y garantías judiciales
7. Costas y exención
15 Indemnizaciones
La tasación de estos gastos la hará el Tribunal, oídas las partes interesadas y, si fuere necesario, previo el asesoramiento de peritos.
Recurso.
Contra esta resolución cabe recurso, en el plazo de 15 días, ante el mismo Tribunal.
El Presidente del Tribunal podrá decretar el previo depósito de fondos como garantía del pago de las costas y el resarcimiento de daños y dar un plazo perentorio para ha¬cerlo a la parte que se negara a constituirlo.
El pago podrá ser sufragado en determinados plazos a juicio del Presidente.
16. Duración de las causas
El proceso de nulidad en Primera Instancia se resolverá siempre teniendo en cuenta la discrecionalidad del Juez en no menos de un año y en Segunda Instancia en no menos de seis meses. bien si se confirma la sentencia de Primera Instancia por Decreto, bien si el fallo es por sentencia o en caso de apelación.
Dado que constantemente nos estamos encontrando con personas que preguntan o tienen dudas acerca de lo que significa la nulidad canónica colocamos por partes las "Orientaciones y Normas" aprobadas por el obispo diocesano de Tenerife el 1 de Enero de 2001.
1. La nulidad del matrimonio canónico
2. Causa o capítulos más comunes de declaración de nulidad
3. Información previa y abogados
4 Designación de abogado, situación del demandado y documentos
5. Tribunales y competencia
7. Costas y exención
8. Indemnización y duración de las causas
10. Composición del Tribunal
En las causas de nulidad el Tribunal es Colegiado y está constituido por tres Jueces, un Defensor del Vínculo y un Notario.
Los Jueces actúan rotatoriamente según una tabla de turnos aprobada por el Obispo.
Las dos salas del Tribunal están formadas por el Juez-Presidente, un auditor, un Defensor del Vínculo y un Notario.
11. Régimen General en el Tribunal
Al Obispo diocesano corresponden las facultades de-terminadas por el Derecho Canónico y por el Derecho constitutivo de los Tribunales.
12. Garantías Judiciales
Contra la sentencia dictada por el Tribunal diocesano de Primera Instancia puede apelarse indistintamente y a elección:
a) Al Tribunal Interdiocesano de Segunda Instancia con sede en Sevilla.
b) Al Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en Madrid. El Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en Madrid juzga siempre en Tercera Instancia las causas no conformes en tribunales inferiores que hubieren sido Juzgadas en Segunda Instancia por el Tribunal Interdiocesano, y juzga en Segunda Instancia las que hubieren sido juzgadas en Primera Instancia por el Tribunal Diocesano de Primera Instancia.
Cuando el matrimonio haya sido declarado nulo por el Tribunal de Primera Instancia y no haya apelación, el Tri¬bunal de Segunda Instancia puede:
a) Confirmar "por Decreto" la Sentencia de Primera Instancia. En este caso no intervienen ni abo¬gado ni procurador.
b) No confirmar "por Decreto" la Sentencia del Tribunal de Primera Instancia y admitir la causa para que sea examinada por trámite ordinario en una nueva instancia.
En este caso las partes pueden nombrar abogado y procurador.
Esta nueva instancia puede terminar:
a) Con sentencia confirmatoria de la sentencia de Primera Instancia a favor de la nulidad.
b) Con sentencia no confirmatoria.
En este último caso la causa puede pasar al Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica de Madrid, el cual. juzgando en Tercera Instancia, resolverá confirmando la sentencia de Primera o de Segunda Instancia.
Dado que constantemente nos estamos encontrando con personas que preguntan o tienen dudas acerca de lo que significa la nulidad canónica colocamos por partes las "Orientaciones y Normas" aprobadas por el obispo diocesano de Tenerife el 1 de Enero de 2001.
2. Causa o capítulos más comunes de declaración de nulidad
3. Información previa y abogados
4. Designación de abogado, situación del demandado y documentos
5. Tribunales y competencia
6. Composición del Tribunal, régimen y garantías judiciales
Costas y exención
8. Indemnizaciones y duración de las causas
1. La nulidad del matrimonio canónico
Todo matrimonio celebrado por la Iglesia se presume que fue válido y que los contrayentes quedaron verdaderamente casados y unidos por el vínculo matrimonial.
Pero, a veces, matrimonios celebrados por la Iglesia resultan inválidos y los contrayentes no quedan en realidad casados y unidos por el vínculo matrimonial.
En todo caso, estos matrimonios inválidos son tenidos por la Iglesia como válidos a todos los efectos mientras no se pruebe lo contrario.
Para que la Iglesia considere probada la invalidez de un matrimonio canónico o celebrado por la Iglesia es necesario que un Tribunal Eclesiástico de Primera Instancia haya declarado la invalidez del mismo y que, además, esta decisión haya sido confirmada por decreto o por sentencia por el Tribunal de Segunda Instancia.
Desde el momento en que se dan estas dos sentencias conformes, los cónyuges son considerados por la Iglesia libres del vínculo matrimonial y pueden contraer nuevo matrimonio, por la Iglesia, tan pronto como se les haya comunicado la decisión afirmativa del Tribunal de Segunda Instancia.
En algún caso en la sentencia o decreto del Tribunal de Segunda Instancia se pone un "vetitum" a uno o a los dos esposos, es decir, una prohibición de contraer nuevo matrimonio por la Iglesia sin haber conseguido antes la autorización del Ordinario del Lugar -Vicario General u Obispo- de la diócesis donde vaya a celebrarse el nuevo matrimonio canónico.
Esta licencia debe solicitarse al preparar el expediente matrimonial.
No obstante la declaración de nulidad de un matrimonio canónico por la Iglesia:
a)La convivencia conyugal mantenida durante el matrimonio declarado nulo fue moral y lícita.
b)Los hijos habidos fueron y siguen siendo legítimos.
c)Permanece la obligación de los padres de alimentar y educar a los hijos.
d) Pueden darse obligaciones morales y civiles que tengan origen en la anterior vida en común.
Más en:
2. Causa o capítulos más comunes de declaración de nulidad del matrimonio canónico
La iglesia que fuera del convento agustino de San Sebastián, conocida como iglesia de San Agustín, de tanta raigambre en las celebraciones de la Semana Santa de Icod, es obra arquitectónica destacada entre las numerosas que la arquitectura mudéjar nos ha legado, al coincidir en ella una serie de circunstancias peculiares a este tipo de construcciones en el archipiélago, especialmente, por conservar intactos, entre sus elementos constructivos, dos arcos realizados en ladrillo, quizá los únicos que se conservan en las islas de esta tipología al verse relegada su construcción por el masivo empleo de la piedra labrada, material más asequible al constructor insular por el gran predominio de suelo rocoso.
Al pretender pormenorizar las motivaciones que hicieron posible esta singularidad constructiva del templo agustino de Icod no podemos, ni queremos, sustraernos al estudio llevado a efecto por María del Carmen Fraga González en su documentada obra "Arquitectura mudéjar en Canarias" (1), ya que en ella nos introduce en el ambiente que propicia este tipo de construcciones tanto en la península como en Canarias estudiando, además del origen y peculiaridades del arte, morisco en las islas, las influencias y condicionantes, especialmente el uso de materiales y mano de obra, que constituyen su sello de identificación; sin dejar de señalar la diferente reacción que ante el empleo de dicho arte sufren los distintos estamentos religiosos, principales impulsores del mismo, que lo adaptan a sus conveniencias sociales y económicas; aspectos todos estos que de alguna manera inciden en Ms pormenores que originan esta construcción de Icod que nos ocupa, por lo que a dicha obra remitimos al lector interesado.
ORIGEN Y CONJETURAS
El reducido grupo de frailes agustinos que a finales del siglo XVI llega a Icod para proceder a la fundación de ésta orden en el entonces pequeño lugar realengo, al afrontar la construcción de su convento e iglesia y no disponer de medios económicos, se ven fuertemente limitados por estas circunstancias de penuria y tienen que recurrir, como sería norma en la mayor parte de sus fundaciones insulares, a la ayuda que las familias distinguidas y pudientes del pueblo podían ofrecerles, aún a costa de ciertas concesiones y privilegios (2).
Esta falta de medios, reflejada en el documento fundacional de la capilla mayor de su iglesia, obliga a los frailes a aceptar como patronos de ella a Juan de Alzola y a Leonor de Torres Montesdeoca, su mujer, al no poder "el dicho convento hacer la dicha capilla mayor ni tiene posibilidad para eso y estar debiendo como debe muchos dineros al dicho Juan de Alzola para hacer y acabar el cuerpo de la iglesia" y les exigen, además de ayuda, hacer otras obras de que tiene necesidad la iglesia y el convento "lo cual no se puede hacer en mucho tiempo segun la pobreza que hay" (3).
Indudablemente tenemos que pensar que es la penuria de estos primeros tiempos la condicionante que más influye en la elección y utilización del ladrillo de barro cocido por ser material de más bajo costo que la piedra labrada, de uso más común en la isla para construir las arquerías de las capillas, y quizá también por disponer en el propio lugar de mano de obra, al menos conocedora de la preparación y utilización de esta técnica constructiva, al ser muy elevado el número de moradores portugueses, muchos de ellos originarios de las tierras del sur fronterizas con la baja Andalucía, habituales conocedores de estas formas de edificar.
Precisamente es un viajero portugués, Gaspar Fructuoso, quien, al describir el lugar a finales del siglo XVI, nos deja el dato preciso de éste predominio de lusitanos en su población al afirmar que "Icode dos Vinhos es vila de duzentus vizinhos, quasi todos portugueses" (4).
Si a ello añadimos que, aunque poco abundantes, no es raro hallar en algunas zonas de esta parte Norte de la isla materiales arcillosos de relleno entre el conglomerado rocoso predominante, facilmente utilizables como elemento base para la construcción de ladrillos en sus distintas variantes, dejamos apuntada la posible motivación artesanal y material que hace enraizar en Icod la utilización de este elemento constructivo cuyo empleo, aunque escaso, se prolonga hasta muy avanzada la centuria decimoctava.
LOS ARCOS DE LADRILLO DE BARRO QUE SE CONSERVAN
El espléndido arco de medio punto de la capilla mayor, que abarca todo el ancho de la espaciosa nave del templo, solo tiene como adorno el leve escalonamiento de las hiladas de ladrillo que se van ensanchando hasta alcanzar el grueso del muro que soporta; se apoya sobre esbeltas columnas de fueste liso limitado por boceles que forman el clásico capitel de estilo toscano y suavizan el apoyo sobre el alto y sobrio basamento cuadrangular. Todo él está ejecutado por el sistema denominado "aplantillado" o "de limpio" al haber sido necesario ántes de cocer el ladrillo el someterlo a los cortes que le dieron la forma proyectada (5).
La construcción de este arco quedó estipulada en las capitulaciones concertadas para la cons¬trucción de la capilla mayor en la escritura funda¬cional de la misma, otorgada en Icod el 15 de mayo del año 1.599 ante el escribano Lucas Martín de Alzola, en las que se fija hacerla "dentro de un año primero siguiente" y que se realice "entre ella y el cuerpo de la iglesia un arco de ladrillo o cantería". No sabemos con exactitud cuando se concluyó, pero estaba ya terminado el año 1.608 cuando la comunidad lo toma como referencia al señalar lugar para la construcción de la capilla de la Soledad, la cual debía hacerse "desde el arco de la capilla mayor de la parte del Evangelio hasta el arco de la capilla de Juan Fernández" (6).
Precisamente a esta capilla mencionada pertenece el otro arco de ladrillo que se conserva, en tono similar al anterior aunque de proporciones más reducidas, consagrada a la advocación de San Juan Bautista. Fue fundada el 22 de septiembre de 1.602 por el carpintero Juan Hernández y Mª Luisa, su mujer, y se sabe por la escritura fundacional que ya, en esa fecha, estaba construido "el arco del lienzo de pared que responde al cuerpo de la iglesia" (7).
OTRAS OBRAS DE LADRILLO EN EL TEM-PLO AGUSTINO
Otras obras de ladrillo, hoy desaparecidas, fueron construidas o proyectadas en el templo de la comunidad agustina de Icod según se desprende de documentos de la época, lo que prueba que éste sistema constructivo fue, al menos en esta zona, empleado con relativa frecuencia. Unas fueron realizadas por procedimiento más simple que el seguido para las arquerías antes mencionadas, al exigir solo piezas de barro cocido de forma paralepípeda, destinadas a cubrir la superficie del suelo, como es el caso del de la capilla mayor para la cual .la comunidad exige a sus patronos "ayudar a encalarla y ladrillarla" (7). Otras, por el procedimiento más rico de "aplantillado" antes descrito, como podía ser el arco, que no llegó a realizarse, de la proyectada capilla de San Bartolomé, que debía situarse "a la mano derecha al entrar por la puerta principal de la iglesia a la parte del claustro a continuación del coro rompiendo para ello la pared del cuerpo de la iglesia donde han de hacer el arco de ladrillo o cantería" (8), o las tres ventanas concertadas por la comunidad con el cantero Anto¬nio de Lamar "en los tres huecos que tiene de ladrillo en cuadra" (9).
Este contrato con Antonio Lamar, suscrito el 12 de noviembre del año 1.612, nos da a entender, al incluir solo "barro y agua" entre los menesteres que ha de servirle el Prior del convento para ejecutar la obra y no ladrillo como hubiese sido lo normal y lógico, que éstos debían construirse a pié de obra, no siendo aventurado suponer la existencia de un horno junto o cercano a la fábrica de la iglesia, que bien pudo ser hecho años antes, al iniciarse en ella el empleo de este material, al ofrecer grandes ventajas sobre todo cuando era necesaria la cocción de piezas con molde previo como muchas de las utilizadas en los arcos que aún se conservan en el templo.
OBRAS DE LADRILLO EN OTROS TEMPLOS DE ICOD
El empleo de barro cocido como material constructivo no quedó limitado en Icod al templo agustino según hemos podido comprobar en una amplia serie de contratos en su mayor parte suscritos en los siglos XVI y XVII. En la parroquial de S. Marcos llegó a utilizarlo el cantero Miguel Antúnez en las capillas de San Gonzalo de Amarante para "ladrillar la dicha capilla" y en la de la Encarnación, en la construcción de la cual se le exige que "el suelo de ella habéis de bajar y allanar y ladrillarlo", lo que fué estipulado en el año 1.575 en el que se compromete a levantar estas dos capillas colaterales del templo (10).
Todavía en julio del año 1.722 se empleaban en el suelo de la obra de la sacristía de dicha iglesia según manifiestan los Beneficiados Marcelino J. González Artacho y Diego Martínez de Miranda al solicitar ayuda de la Alhondiga del lugar "para tejar, ladrillar y encalar la obra" (11).
En la iglesia del convento franciscano del Espíritu Santo, fundado en Icod el año 1.641 (12), aún se conserva íntegro el pavimento de ladrillo de la capilla de San Diego de Alcalá cuya fundación data del año 1.706 (13). Existiendo la posibilidad que fuese también de ladrillo de barro cocido el primitivo pavimento del cuerpo de la iglesia por haberse hallado debajo de algunas mesas del altar restos de este material.
Junto a este convento muy avanzado ya el siglo XVIII, concretamente el año 1.766, se funda la capilla de Nuestra Señora de los Dolores cuya obra ya estaba concluida cuatro años más tarde, empleándose para cubrir todo el suelo de la iglesia y presbiterio un bellísimo ladrillo melado, conservado aún en buen estado, que constituye el más tardío empleo del barro cocido en las construcciones religiosas de Icod, aunque, en este caso, dadas sus especiales características de acabado y color es dificil ponerlo en relación con la tosquedad de los que hemos venido estudiando.
En adelante habrá que reconsiderar esta utilización del ladrillo en las obras de la arquitectura mudéjar insular, mucho más amplia de lo hasta ahora reseñado por los estudiosos, pues de haber sido generalizado el empleo que como hemos expuesto alcanzó en Icod, deberá figurar, por derecho propio, en todos los estudios que de nuestra arquitectura pretérita se realicen en el futuro.
NOTAS:
(1) María del Carmen Fraga González: La arquitectura mudéjar en Canarias. Aula de Cultura de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife, 1.977.
(2) Domingo Martínez de la Peña: El convento de los agustinos de Icod El Día, agosto de 1.954.
(3) Armindo de la Guardia Luis: Fundación de la capilla mayor de la iglesia de San Agustín. Programa de Semana Santa. Ico4 1.980.
(4)Gaspar Fructuoso: Las Islas Canarias «De saudades da terra» F.R.C. XII. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna, 1.964, pag. 26.
(5) María del Carmen Fraga González: Opc. cit. pag. 61.
(6)Testamento de Esteban Domínguez, fundador de la capilla de la Soledad en unión de su mujer Susana Macado, fue dictado antes de morir ante el escribano público Carlos Montiano, en Icod, el día 4 de febrero del año 1.608.
(7) Escritura fundacional de la capilla mayor de la iglesia de San Agustín, A.H.P. leg. 2490, f. 166.
(8) La comunidad señaló este sitio a Salvador Márquezy Agueda Estévez, su mujer, para fundar la capilla el día 8 de abril del año 1.603. A.H.P. Libro defábrica del convento. C. 20-3, f. 18.
(9) Este contrato, llevado a efecto entre el cantero Antonio Lamary el Prior del dicho convento Fray Antonio Bernal, fue suscrito ante el escribano Pedro Méndez de León. A.H.P. leg. 2500, f. 381.
(10) Cóntratos efectuados ante el escribano Juan de Alzola los días 26 de abril y septiembre del año 1.575. A.H.P. leg. 2477, fs. 159vy 296.
(11) Archivo del Ayuntamiento de Icod. Libro 5° de la Alhondiga, f. 169.
(12) José de Viera y Clavo: Historia de Canarias. Santa Cruz de Tenerife, 1971. T. II, p. 732.
(13) Eduardo Espinosa de los Monteros y Moas: La capilla de San Diego de Alcalá de la Iglesia del convento del Espíritu Santo. El Día, 5 de abril de 1.973.
(14) José Luis Díaz de León: La Capilla de los Dolores. Folleto de Semana Santa. Icod, 1.969.
Artículo en el que se cuenta cómo llegó a la iglesia de San Marcos de Icod la Cruz de Plata en filigrana mayor del mundo, publicado en el programa de Semana Santa de esta iglesia en 1999 por el historiador Don Eduardo Espinosa de los Monteros y Moas.
"...una cruz de plata de filigrana grande..."
María Magdalena de Évora y el licenciado Gonzalo Báez Borges de Evora (1) nombraron primeros patronos de la capilla de La Magdalena al licenciado Don Nicolás Esteves Borges (2), "dean de la ss" Yglesia Catedral de cuba calificador y comisario del santo tribunal de la ingq"" provisor y bicario g de la isla de la Habana", y a Doña Magdalena de Evora Infanta de Pineda, sus sobrinos y primos hermanos.
El primer patrono de la capilla, al tiempo de su muerte, dió poder para hacer su testamento al Doctor Don Juan Saenz de Mañozca, "Obispo de la ss" Yglesia catedral de cuba e ysla de la Havana", y al maestre de campo Don Francisco de Avila Orejón y Gastón, gobernador y capitán general de la isla de Cuba, ante Domingo Fernández, escribano público de la ciudad de la Habana, el día 10 de diciembre del año 1.664 (4), e hizo también una memoria testamentaria que dejó en poder de aquel escribano, "su ff en dies de disiembre de mil y ss°` y sesenta y quatro años"(5), la cual fué incorporada al testamento que hicieron los comisarios el día 25 de abril del año 1.665 (6).
En la memoria hizo mandas a sus deudos y dispuso que las que dejó a la iglesia de San Marcos y a los conventos de San Bernardo, San Agustín y San Francisco se remitieran al licenciado Gonzalo Báez Borges de Evora a fin de que las entregase a sus dueños.
El día 28 de mayo del año 1.665, el licenciado Gonzalo Báez y Doña Magdalena de Evora Infanta de Pineda, viuda del Doctor en Medicina Don Francisco Escudero, otorgaron una escritura en que consta el poder ilimitado que dieron al Obispo de Santiago y al Capitán General de la isla para que percibieran y remitiesen a Tenerife la parte que les tocare de la venta y los alquileres de una casa que quedó por muerte del capitán de a caba¬llos Diego González Borges, familiar y receptor del Santo Oficio de la ciudad de San Cristobal de la Habana (7), y los legados de 500 pesos que hizo a cada uno Don Nicolás Esteves, su primo hermano, "dean electo que fue de la ss" yglesia de cuba comissario del santo off".
Báez Borges pidió a los podatarios que "los Blandones de plata y la manda de la cruz de plata mitra baculo caliz Binajeras y salvilla Pontificiales con todo lo a ello tocante", que el deán ordenó por su memoria testamentaria que se le remitiesen, se sirvieran enviar la cruz y los blandones bajo su resposabilidad y lo demás a cuenta y riesgo de quienes lo habían de haber con objeto de entregarlo a cada parte, como lo mandó el testador.
Los otorgantes querían que todo lo que se les remitiere viniera en cabeza de ellos y por su ausencia u otro caso o por impedimento de entrambos en la del capitán Don Marcos de Aguiar y Evora Borges y Guzmán, su sobrino (8).
El licenciado Gonzalo Báez no hizo mención en la escritura, ni de la mitra bordada de flores de primavera que el deán quiso que se entregara al prior del convento de San Agustín para que sirviera a la imagen del santo Patriarca (9), ni de la blanca de lana que deseó se pusiese en manos del padre guardián del monasterio de los franciscanos.
La mitra que citó en ella es la preciosa de esmeraldas y perlas que legó el deán al convento de las monjas para que sirviera de adorno a la imagen de San Bernardo, al cual dejó también para el mismo fin el báculo abacial a que se refirió Báez Borges, que era de plata dorada, una capa magna y una muceta carmesí (10).
El capitán de infantería del tercio de Ycode Don Marcos Esteves Borges, hermano de "el h° Don Nicolas esteves borxcs dean electo que fue de la ss'" yglesia catedral de santiago de cuba comisario del santo off", concedió otro poder pleno a Saenz de Mañozca y a Avila Orejón, el día 31 de mayo del año 1.665, para que mandaran que se le remitiera a esta isla un legado de 8.000 pesos que le dejó su hermano por la memoria testamentaria que hizo, con la parte que le correspondiere de los alquileres y la venta de la casa que quedó por fallecimiento del capitán Diego González Borges y otras cantidades "si acaso le pertenesieren en el testam'° que sus señorias an de otorgar del dho Don nicolas esteves", las cuales habían de venir por su cuenta y riesgo y en cabeza suya y por su ausencia, muerte o impedimento en la del licenciado Gonzalo Báez Borges (11).
En Ycod no se sabía todavía que las personas apoderadas especialmente por Don Nicolás Esteves para que hicieran su testamento lo habían otorgado el día 25 de abril, pues su hermano les suplicó que le enviaran otras cantidades "si acaso le pertenesieren en el testam'" que sus señorias an de otorgar del dho Don nicolas esteves".
El licenciado Gonzalo Báez Borges y su madre dijeron en la escritura de fundación de vínculo que Don Nicolás Esteves fué deán de la catedral de Santiago de Cuba, pero el propio Báez Borges, Doña Magadalena de Évora y el capitán Don Marcos Esteves dijeron en las de poder que había sido deán electo de la catedral santiaguera.
El fundador de la capilla de La Magdalena hizo codicilo el día 16 de junio del año 1.666. En una cláusula manifestó que era su voluntad que, si falleciere, cada iglesia hubiera los legados que les hizo "el 1`'" Don nicolas esteves borges su primo dean de la ss'" yglesia de cuba" e hicieran las diligencias necesarias para conseguir que se les remitieran que siendo preciso hacía dejación voluntaria del derecho que tenía a que se enviasen a él.
En otra disposición dijo que quería que la cruz "q asimismo dexo el dho dean su primo para este lugar" se remitiera al capitán Don Marcos Esteves "p" que aga lo que ordeno el dho su ermano" y suplicó "a su Yll"'° el s' obispo de la Habana y a su s el sa General de ella" que mandaran despachar con la brevedad que se pudiere la cruz, los blandones de plata, el legado de 500 pesos y lo que se le debiere de la herencia del capitán Diego González Borges.
En la misma cláusula expresó que quería que todo se remitiera al capitán Don Marcos de Aguiar y Évora Borges y Guzmán, su sobrino y heredero, y por su ausencia, muerte u otro impedimento al capitán Don Alonso de Molina y Fonseca (12) "p que lo aya q" le tocare con declarass" que los blandones an de ser p" la capilla de la madalena suya", y para que cualquiera de los dos pudiera dar poder a otro u otros para la cobranza de los bienes, después de su fallecimiento (13).
...lo que ordeno el dho su ermano" o por lo menos una de las cosas que ordenó quedó registrado en la cláusula número veinticuatro de la memoria que hizo. En ella declaró que había encargado hacer una cruz de plata al orfebre barbastrino Gerónimo de Espelloza y Vallabriga y quería que se acabara y se remitiese al lugar de Ycod, su primera patria, y se colocara en la capilla de La Magdalena (14).
"... seis blandones de plata que dejo hechos"
El cáliz dorado, las vinajeras y la salvilla, que eran también de plata sobredorada, y los dos pontificiales: uno blanco y otro morado, los legó el deán a la parroquia.
El doctor Don Miguel Pérez de Amara], el licenciado Salvador Pérez de León, beneficiados de la iglesia de San Marcos, y el licenciado Manuel Lorenzo Llanos, mayordomo y administrador de los bienes y rentas de la fábrica parroquial, pidieron al provisor, visitador y vicario general del obispado (15), que les diese licencia para otorgar poderes a las personas que conviniere con objeto de que pudiesen cobrar la plata labrada y los ornamentos sobredichos por cuanto "el s' dean D nicolas estebes borges Provisor vicario gl Benefisiado y comisario del s'' oficio que fue de la ysla de la havana" mandó por su memoria testamentaria que se remitiesen al licenciado Gonzalo Báez Borges de Evora a fin de que los entregase a la iglesia parroquial y éste quiso en una cláusula codicilar que cada iglesia procurase que se les remitieran los legados que les hizo su primo hermano.
El visitador proveyó y mandó en la villa de La Orotava, el día 3 de julio del año 1.666, que los otorgasen a personas fieles, puntuales y de toda satisfacción y en su virtud percibiesen las mandas que "el Idi Don Nicolas Esteves Vorjes Dean que fue de la santa yg" de cuba dejo por su testamento a la dha yg' parroquial".
Los presbíteros lo dieron, tres días después, al capitán Don Bernabé González Borges de Evora y Guzmán, que se había avecinado en la ciudad de La Habana (16), y al alférez Juan del Hoyo, vecino del lugar de Garachico, que estaba de viaje para aquella ciudad, a fin de que los cobrasen y los remitieran a Tenerife y viniendo a esta isla cl alférez Juan del Hoyo en viaje de vuelta los pudiera traer bajo la responsabilidad de los primeros (17).
Las preseas que dejó a la iglesia de San Marcos "el Señor Don Nicolas esteves Borges Dean que fue de la santa Iglesia de Cuba en las Indias" y otras que le había enviado anteriormente fueron inventariadas en el año 1.673. Algunas habían sido transmutadas en otras, como "un paño de Atril de tela de oro blanca con Guarnición de oro", que fué "convertido en frontal", "una capa blanca de tela de oro", la cual "convirtiose en frontal" y "un frutero de pita de Indias que dejo el dho sr Dean", el cual "convirtiose para pulpito". Se inventariaron también tres casullas de tafetán doble moradas con guarnición de plata y un ornamento de chaúl blanco con guarnición de oro, casulla, dalmáticas, estolas y manípulos "que se hicieron de lo que dejo a esta Iglesia el dho Señor Dean".
En la margen de una página del inventario que se hizo en el año 1.701 se escribió que una casulla de tela de oro blanca que dejó el deán se consumió.
En el que se hizo en el año 1.726 se advirtió que a una de las vinajeras sobredoradas "que inbio a esta yglesia de la habana el S` Dean Don Nicolas esteves Borges" le faltaba la asilla y a ambas los rematillos de las tapaderas, que los robaron según dice el que se hizo en el año 1.731. En éste se anotaron seis cálices, dos sobredorados, uno de los cuales era el que "dio a esta yglesia el señor Dean D" Nicolas estev es vorges obispo electo qe fue de la havana" (18)
Saenz de Mañozca y Ávila Orejón otorgaron el testamento del licenciado Don Nicolás Esteves Borges el día 25 de abril del año 1.665. En una cláusula ordenaron que se pagase a sus herederos lo que se les debiese y éstos mandaran personas a la cobranza.
Doña Magdalena de Evora Infanta de Pineda, hija única y heredera de Lucía Magdalena de Evora, sucesora del capitán de a caballo Diego González Borges, apoderó al capitán Don Bernabé González Borges de Evora y Aguiar y al alférez Juan del Hoyo, el día 27 de julio del año 1.666, para que pudieran recibir y cobrar de los tenedores y depositarios de los bienes que dejó Don Nicolás Esteves, "dean eleto de la santa yglesia de cuba probisor y comisario del s"' ofisio que fue de dha siudad de la habana", lo que le correspondiere de la parte de la herencia del capitán Diego González Borges que no se había dividido todavía, la parte de la casa que se había de vender y el legado de 500 pesos y remitirle todo a Tenerife por cuenta y riesgo de ella.
María Magdalena de Evora por sí y por el licenciado Gonzalo Báez Borges, su hijo, ya difunto, dió otro poder ilimitado a su sobrino y al alférez Juan del Hoyo para que pudieran haber y cobrar de los tenedores y las personas en quienes se depositaron los bienes que dejó el licenciado Don Nicolás Esteves, "dean de la santa yglesia de cuba probisor y comisario del Santo ofisio de la dha siudad de la habana", el resto de la herencia del capitán Diego González Borges, lo que le perteneciere de los alquileres y la venta de la casa, los legados de 500 pesos que les hizo el deán y los seis blandones de plata que éste dejó hechos y enviar todo a esta isla guardando la orden que les dieren los capitanes Don Marcos de Aguiar y Evora y Don Alonso de Molina y Fonseca, sus sobrinos, a quienes debían venir remitidos.
En una carta que escribió el deán al licenciado Gonzalo Báez Borges, el día 8 de enero del año 1.663, le comunicó que los ciriales, que eran iguales a los de su iglesia, y la demás plata labrada que le había pedido se los enviaría en la primera ocasión que se le of eciere (19), conque el fundador de la capilla le pidió los blandones después de aquella fecha.
El licenciado Don Nicolás Esteves dejó al capitán Don Marcos Esteves Borges, su hermano, una manda de ocho mil pesos de a ocho reales cada uno en la memoria testamental. El obispo de Cuba y el capitán general de la isla mandaron en el testamento del deán que se pagara aquella cantidad y que el legatario enviase un documento en que constase el poder que daba a otro u otros para que en su lugar y representándole pudiera cobrarla.
Don Marcos Estevcs dió asimismo un poder llenero, el mismo día que su tía y su prima, al capitán Don Bernabé Borges de Aguiar y Guzmán y al alférez .Juan del Hoyo (20) para que percibieran y le remitiesen los 8.000 pesos que le legó su hermano, "dean electo que fue de la santa yglesia de cuba probisor y comisario del santo otisio de dha siudad de la habana", y la parte de los alquileres y del precio en que se vendiere la casa, que le tocaba en calidad de uno de los tres herederos que quedaron de Ana Borges, su madre, hermana del capitán Diego González Borges (21).
Los poderhabientes habían de percibir también de los depositarios y tenedores de los bienes del deán la cruz de plata grande "en que me nonbro por patrono de ella el dho mi hermano". El licenciado Gonzalo Báez Borges había mandado en el codicilo que se le remitiese para que, según dijo en la misma escritura de poder, "cunpliese con lo mandado por el dho mi hermano segun consta de la dha memoria que asi otorgo el dho mi hermano" (22). El capitán Don Bernabé Borges de Aguiar y Evora la recibió en La Habana de uno de los depositarios de los bienes en el mes de junio del año 1.668 (23).
Doña Magdalena de Evora y el capitán Don Marcos Esteves dijeron otra vez que el licenciado Don Nicolás Estevcs era deán electo de la catedral de Cuba y en cambio Maria Magdalena de Evora, que otorgó la escritura de poder el mismo día que su sobrinos, dijo que era deán. El segundo dijo que era deán en una escritura de obligación e hipoteca que otorgó el día 16 de febrero del año 1.667 y en una letra de cambio que libró al capitán Don Bernabé de Aguiar Borges y Guzmán y al alférez Juan del l Joyo, que ya tenían en su poder el dinero de la cobranza de su hermano, a favor de un regidor de la ciudad de La Habana, el día 14 de mayo del año dicho (24).
En las distintas escrituras dijeron los otorgantes que era deán electo o deán de la catedral de Santiago, pero una vez siquiera que fuera obispo electo de La Habana, como escribieron en la
margen de su partida de bautismo y en el inventario que se hizo en el año 1.731. El deán no podía tener nombramiento real de obispo de La Habana por cuanto la única catedral que había en Cuba era la de Baracoa, creada por S.S. León X y trasladada a Santiago en el año 1.522, cuyo obispo tuvo y ejerció jurisdicción espiritual en toda la isla hasta el año 1.786 en que S.S. Pío VI erigió la parroquial de La Habana en catedral (25).
Las escrituras de poder otorgadas por sus familiares y los beneficiados de la iglesia de San Marcos y los inventarios que se hicieron de las preseas que remitió a la parroquia prueban que el Rey le hizo merced del deanato de la catedral de Cuba, pero no se infiere de ellos que hubiera sido puesto en posesión de la dignidad de deán.
En la lámpara de plata que mandó en la memoria que se hiciera y remitiese al convento de Nuestra Señora de Candelaria, y que se hizo en el año 1.665, se grabó que era deán de la iglesia de Cuba, pero esto tampoco es una prueba de que hubiera tomado posesión de la dignidad para la que fué elegido (26).
El capitán Don Marcos Esteves, a quien su hermano nombró patrono de la cruz y el licenciado Gonzalo Báez Borges quiso por su codicilo que se le remitiese a fin de que hiciera "lo que ordeno el dho su ermano", fué sepultado en la capilla de La Magdalena el día 3 de mayo del año 1.693. En la margen de la partida de defunción se acotó que hizo declaración ante Fray Gonzalo de Alfaro, notario público (27), mas se desconoce lo que dispuso acerca de la cruz y su patronazgo por no hallarse los documentos que autorizó y custodió el religioso franciscano ni existir copia de la memoria en el archivo de la casa de Aguiar.
Esteves quiso que la cruz, "q asimesmo dexo el dho dean.... para este lugar....", se remitiera al lugar de Ycod, su primera patria, y se colocase en la capilla de La Magdalena, que había sido fabricada por su tía María Magdalena de Evora en el claustro del convento franciscano con el caudal procedido de los 21.000 ducados que el capitán de coraceros Diego González Borges, su hermano, le dejó en su testamento.
¿Desde cuando está la cruz de plata en la iglesia de San Marcos?. En las cuentas de fábrica del año 1.814 se apuntó una partida de 110 reales antiguos que costó la "composicion de la Cruz de plata, incensario, y naveta, y limpiarlo todo en el mes de Marzo de dho año de 1814". No parece que la cruz que se reparó y se limpió fuera una grande de plata que servía para la manga, sino la que labró Jerónimo de Espelloza. La circunstancia de no haberse determinado de modo preciso que fuera aquélla y la de haberse escrito la letra inicial con mayúscula, denotando que era una cruz archinotable, nos inclina a creer que la cruz estaba colocada en la parroquia con anterioridad al año 1.814.
NOTAS:
(1) El licenciado Gonzalo Báez Borges era hijo de Melchor Díaz Delgado y de María Magdalena de Evora. Fué bautizado el día 20 de enero del año 1.599 (Archivo de la iglesia de San Marcos: Libro 1, folio 98 vuelto).
(2) Don Nicolás Esteves era hijo de Antonio Esteves y de Ana Borges. La partida de bautismo dice: "En este dho dia yo el ball' gaspar de illada hdo baptise a Nicolás hijo legitimo de Antonio Esteves y de Ana Borges fueron padrinos el cap" blas de areola y jti' de Aguiar t` olio y chrisma". En el margen se puso una acotación debajo del nombre del bautizado que dice: "el s' dean de Cuba obispo clero de la havana". Fué bautizado el día 18 de octubre del año 1.617 (Archivo de la iglesia de San Marcos: Libro 2. folio 163 vuelto.
(3) Doña Magdalena de Evora era hija de Juan de Pineda y de Lucía Magdalena de Evora.
(4) A.H.P.S.C.T.: Libro 2.528, folio 163 vuelto.
(5) En el mismo protocolo, hoja 74.
(6) En el mismo protocolo, hoja 96.
(7) El capitán Diego González Borges "que lo era de la xente de a caballo de la ciudad de la habana e yndias de Castilla y familiar del ss" off" de la ynq""" era hijo de Gonzalo Báez y de Magdalena de Evora y hermano de María Magdalena de Evora, Lucía Magdalena de Evora, Ana Borges e Inés de Evora, mujer de Salvador Pérez Aguiar, a quienes instituyó por herederas.
(8) A.H.P.S.C.T.: Libro 2.528, folio 115 vuelto.
(9) La imagen de San Agustín para la que dejó al convento la mitra era la antigua. 1,a que está colocada ahora en la iglesia es del siglo XVIII. Un documento que tiene fecha de 30 de junio de 1.756 dice que "la nueba Ymagen que ahora se benera" se sacó en procesión con todo el clero "de el extremo del Lugr que es la hermita de angustias" a la iglesia de San Marcos, convenientemente adornada para la entrada de la imagen. y se pasó de esta iglesia a la del convento (Documento hallado por el Doctor en Bellas Artes Don Estanislao González y González en el Archivo Histórico Provincial, dentro del libro 2.699).
(10) La capilla mayor de la iglesia del convento, en cuyo retablo se colocó la imagen de San Bernardo, no la fabricó el capitán Don Domingo Alfonso de Albarnaz Gallegos y Soto, como dijo, cayendo en un error, el autor de este trabajo en otro que se publicó en la Revista del Patrimonio Histórico-Religioso de Ycod. editada por la Comisión de Semana Santa en el año 1.992. En una cláusula del testamento que hizo el 7 de diciembre de 1.657, un dia antes de morir, declaró que "como tal patrono tengo obligasion y es mi boluntad de haser la capilla m"' de el Conv'"de monxas del s"' san bernardo de este lugar p' que tengo los materiales o la in" parte de ellos juntos indo que mis erederos dentro de dos años llagan dha capilla que asi es mi boluntad".
(11) A.H.P.S.C.T.: Libro 2.528. hoja 117.
(12) El capitán Don Alonso de Molina era marido de Doña María de Aguiar Borges y Guzmán, hija de Gaspar Luis de las Socas y de Juana de Aguiar y Guzmán, sobrina carnal del licenciado Gonzalo Báez Borges.
(13) A.H.P.S.C.T.: Libro 2.528, folio 62 vuelto.
(14) Leandro Romero Estébanez: "Orfebrería habanera en las Islas Canarias". La Habana, 1.986.
(15)El visitador era el licenciado Don Domingo Espinosa de los Monteros, arcediano de Fuerteventura, dignidad de la catedral de las islas. juez apostólico subdelegado del tribunal de la Santa Cruzada de ellas, provisor y vicario general del obispado.
(16) El capitán Don Bernabé González Borges era hijo de Gaspar Luis de las Socas y de Juana de Aguiar y Guzmán.
(17) A.H.P.S.C.T.: Libro 2.528, hoja 74.
(18) Archivo de la iglesia de San Marcos: Inventarios.
(19) Archivo de la casa de Aguiar: Epistolario.
(20) El alférez Juan del Hoyo era primo de Doña Clara Ramírez del Hoyo. mujer del capitán Don Marcos Esteves Borges.
(21) Los tres herederos que quedaron de Ana Borges fueron el licenciado Don Nicolás Esteves, el capitán Don Marcos Esteves y Gonzalo Esteves Borges.
(22) A.H.P.S.C.T.: Escrituras de poder otorgadas por Doña Magadalena de Evora, María Magdalena de Evora y el capitán Don Marcos Esteves. Libro 2.528, hojas 96 y 98 y reverso de la 99.
(23) Archivo de la casa de Aguiar: Epistolario.
(24) A.H.P.S.C.T.: Libro 2.528, hojas 17 y 47.
(25) "Enciclopedia de la Religión Católica", sacada a luz pública por Dalmau y Jover S.A. Barcelona, 1.954.-Leandro Romero Estébanez: "La Habana arqueológica y otros ensayos". La Habana, 1.995.
(26) El prior del convento de Nuestra Señora de Candelaria la vendió al de los dominicos de la villa de La Orotava en el año 1.801. A raíz de la desamortización pasó a la parroquia matriz de la villa (Jesús Hernández Perera: "Orfebrería de Canarias", pag. 197. Madrid, 1.955).
(27) Archivo de la iglesia de San Marcos: Libro 3, folio 164 vuelto.7
Es importante que conozcamos el lugar donde celebramos la oración, los sacramentos y, sobre todo, la Eucaristía. Que conozcamos el sentido que tienen los diferentes espacios de una iglesia: el altar, el ambón de la Palabra, la sede del presidente, el lugar que ocupa la comunidad, los espacios bautismal y penitencial, la capilla del Santísimo…
Tanto si nuestra iglesia es un parroquia normal como una catedral como un santuario famoso o una humilde capilla, tiene importancia para nuestra celebración y debemos apreciar el sentido que tiene cada uno de sus espacios.
Cristo Jesús, el más importante en esta iglesia
Lo más importante que hay en esta iglesia es lo que no se ve. Y es una Persona. El protagonista de todo lo que aquí pasa es Cristo Jesús, el Señor Resucitado, que nos prometió: "Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el final del mundo", y también: "Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo", y también: "Tomad y comed: este Pan es mi cuerpo, entregado por vosotros"...
Es él quien nos congrega, quien nos comunica su Palabra, quien nos perdona, quien se nos da como alimento. Nosotros nos reunimos aquí cada día o cada domingo para celebrar todo eso, para dejarle a él que nos comunique su salvación. Él es el Maetro, el Presidente, el Sacerdote, el Orante, el Guía de nuestra existencia cristiana. Aunque no le veamos.
Y todos los elementos de esta iglesia -el altar, el ambón, la sede, la capilla del Santísimo- y las personas que se mueven en ella -el presidente, el lector, el cantor-nos quieren recordar que él está presente. El primer saludo que se nos dirige es este: "El Señor (Jesús, el Señor Resucitado) esté con vosotros". Ya desde el princi¬pio celebramos con él. No estamos solos.
- El altar, la mesa de la Eucaristía
El primer "lugar" que nos recuerda la presencia de Cristo es el altar. El altar es el punto de referencia y el centro de la atención de todos. Es a la vez ara de sacrificio, porque en él celebramos el memorial del sacrificio de la Cruz, y mesa desde donde Cristo nos invita a la comida eucarística, su Cuerpo y su Sangre.
Antes el altar estaba de espaldas, pegado al ábside, pero ahora, después de la reforma del Concilio, lo tenemos más cercano y visible. Antes había muchos altares laterales, donde varios sacerdotes celebraban simultáneamente sus misas. Ahora los sacerdotes son invitados a con-celebrar la misma Eucaristía, y el altar, en el espacio central, es único. Esto hace que toda la comunidad celebre una única Eucaristía, y que todos se centren en el mismo Cristo Jesús, que es el que preside nues¬tra celebración.
Cerca del altar, en un lugar bien visible para todos, está la cruz, que nos recuerda la muerte y la resurrección de Cristo, que es el misterio que celebramos y en que participamos en cada Eucaristía. Y lo más importante que se coloca encima del altar son el pan y el vino que se traen en el ofertorio, y que luego iremos a recibir en la comunión, convertidos en el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor, que se nos ha querido dar así en alimento para nuestro camino.
- El ambón, la mesa de la Palabra
También es Cristo el protagonista en el ambón, el espacio reservado para la proclamación de la Palabra de Dios.
También aquí hubo cambios después del Concilio Vaticano II. Hasta hace pocos años –hasta el 1965– las lecturas eran en latín; ahora se proclaman en nuestras lenguas vivas. Ahora las lecturas de los domingos y de los días feriales son mucho más abundantes y variadas. Otro cambio es el ministerio de los lectores, que pueden asumir los laicos en las primeras lecturas y en el salmo.
Pero la convicción más importante es que en la primera parte de la misa, la liturgia de la Palabra, Cristo Jesús ya se nos hace realmente presente en las lecturas bíblicas. El Misal nos lo recuerda repetidamente en su introducción: "Cristo está realmente presente en su palabra" (n. 7), "Cristo, presente en su palabra, anuncia el evangelio" (n. 9), "Cristo, por su pala-bra, se hace presente en medio de los fieles" (n. 33), los fieles, ponién¬dose de pie y cantando aclamaciones, "reconocen y profesan la presencia de Cristo que les habla" (n. 35).
En cada misa somos invitados a una "doble Mesa", la mesa de la Pala-bra y la mesa de la Eucaristía. Cristo primero se nos ofrece en comunión como la Palabra viviente de Dios. Y luego nos invitará a participar de su vida comulgando con su Cuerpo y su Sangre. Los que proclaman las lec¬turas desde este ambón son portavoces del mismo Cristo, que es la Pala-bra que salva, y con su ministerio bien preparado nos ayudan a todos a "comulgar con Cristo Palabra".
Por eso es importante que este ambón, en principio, esté reservado a las lecturas bíblicas. Desde aquí se nos proclama lo que Dios nos quiere decir. Desde otros lugares diremos nosotros a Dios nuestras oraciones o cantos, o a la comunidad nuestras homilías o reflexiones.
- La sede del presidente, el signo visible de Cristo Jesús
Hay un tercer espacio muy importante desde el que Cristo Jesús nos guía en nuestra celebración: la sede del presidente. El sacerdote que preside la Eucaristía es el signo sacramental de Cristo Jesús, que está presente pero que no se manifiesta visiblemente. Al dirigir la celebración, al elevar la oración a Dios en nombre de todos, y ofrecer a la comunidad la expli¬cación de la Palabra de Dios, el sacerdote está actuando en nombre de Cristo. Por eso preside, o sea, se sienta delante, y al final bendice a los presentes como representante del Cristo que es el verdadero Presidente y Maestro.
Antes las sedes eran tres, porque el sacerdote en las misas solemnes iba acompañado del diácono y el subdiácono. Ahora es única, porque uno solo preside y representa a Cristo, aunque haya otros concelebrando. Estas sedes estaban de lado, porque a ellas los ministros iban nada más a escuchar el Gloria o el Credo cantados por el coro o el sermón que pronunciaba otro sacerdote. Ahora, desde la sede el sacerdote preside y dirige la oración en la primera parte de la misa, incluida la homilía, y por eso está de cara al pueblo, en una disposición en que resulte fácil la comunicación visual entre el sacerdote y la comunidad.
De momento, estos son los tres lugares desde los que Cristo se nos hace presente y nos comunica su gracia: el altar, para la Eucaristía, en la segunda parte de la celebración; el ambón para la Palabra, y la sede presidencial, ambas en la primera parte. Cristo Sacerdote y Alimento, Cristo Palabra y Maestro, Cristo Guía y Presidente de su comunidad. El lugar mismo donde nos reunimos y celebramos nos lo ayuda a recordar.
Desde el Alba de su civilización, los chinos tuvieron la sericultura como principal fuente de ingresos. Los productos derivados de los gusanos de la morera los entregaban como ofrenda funeraria. Esta costumbre de regalar con materiales elaborados con seda ha llegado hasta nosotros a través del tiempo.
En la España de la Edad Moderna, altezas. reyes y emperatrices cumplen con esta práctica de ofrecer como obsequio paños en esta clase de tejido. En el monasterio extremeño de Guadalupe encontramos algunas muestras. El terno de Tanto Monta donado a la Virgen por los Reyes Católicos en agradecimiento a latomade Granada: el terno de la Emperatriz. enviado por Carlos 1 cumplimiento el deseo de su esposa, Isabel de Portugal y otras muchas prendas elaboradas de ricas sedas (1).
Para hablar de la Semana de Pasión es necesario aludir a los Concilios. porque son el punto de partida de esta Celebración. En el primero de Nicea se marca la fecha de la Semana Santa, que hicieron corresponder con el domingo siguiente a la Pascua judía.
Desde hace casi 1300 años la iglesia católica se ha enfrentado al rechazo al culto de las imágenes. En el siglo VIII, se reúne para tal fin el Concilio de Trento. Entre sus últimas definiciones está la que ahora nos interesa y de la que hemos extractado lo siguiente:
`(..) Que se saca mucho fruto de todas las sagradas imágenes por los beneficios y dones que Cristo les ha concedido (..)'(2).
De acuerdo con los dictámenes de esta Contrarreforma surgió una manifestación cultural que se llamó el Barroco. España, acogió inmediatamente este estilo artístico y tanto en su territorio como en las Colonias abundaron las representaciones religiosascon estas características. Una variante. sólo española, se la denomina:
La contemplación de los pasos de Semana Santa hace brotar en el espectador una gama de sentimientos que pueden estar unidos a la piedad. al sufrimiento personal o al orgullo del cofrade que se regocija con la vistosidad y riqueza del titular de su hermandad.
Unicamente los entendidos juzgan su categoría escultórica. Los fieles son atraídos por los rostros de las Dolorosas porque distinguen en ellos el sufrimiento de la madre por la muerte del I lijo, muy bien reflejado en el sutil rastro que deja un llanto cristalino o en el imaginado sollozo que está a punto de brotar por su boca entreabierta. A su vez la sangre y la huella de los escarnios y tormentos de los Cristus y Nazarenos les ayudan a trasladarse a la realidad de aquellos acontecimientos.
No olvidemos sus vestimentas: el terciopelo, los bordados y galones de oro, el brillo de las joyas; todos estos ornatos se ven ampliamente aumentados por la luminosidad de sus faroles y candelas.
¿Cuántos nos hemos preguntado que es lo que hay debajo de tanto lujo'? l laciendo un ejercicio de imaginación vamos ha desposeerlas de tales aditamentos.
Sin ellos podemos encontrar una imagen de madera totalmente tallada con un acabado perfecto en todas sus partes y finamente policromada que responde al tin de que sirvan. en su realismo, como vehículo de catequesis. Se les llama de bulto o vcstideras.
Mayor sorpresa nos dan las figuras conocidas como de vestir. Están formadas por una tosca y sencilla estructura a la que se le ensambla las partes que quedan visibles. El armazón se hace con listones de madera cubiertos con rusticas telas que impiden que los atuendos se estropeen por el roce o trabazón con tan burdo esqueleto.
Las partes que quedan para ser observadas son la cara, las manos y a veces los pies. Pensemos en la dificultad del escultor para reflejar en la talla de tan pocos elementos las características de la advocación que le ha sido encargada. Por supuesto es el rostro la pieza más delicada y mejor lograda.
Tenían un fácil traslado porque, como norma más general, las piezas que se enviaban eran las trabajadas que tan poco ofrecían dificultad en su embalaje. Una vez en su destino se le incorporaba el bastidor que elaboraban los que las recibían o que también podía formar parte de lo remitido. Hay algunos ejemplos donde ya se expide pintado y estofado (3).
Por las características de su cuerpo se les llama de candelero. rueca, jaula y en Venezuela, de farol. Por la modalidad de cubrir su cuerpo con ropajes, de vestir se les nomina. Principalmente a ellas van dirigidas las donaciones de indumentarias.
Cuando el regalo se le hace a las de bulto antes de ponerles los atavíos se les ha de envolver el cuerpo con gasa o material semejante evitando así los pinchazos de alfileres o artilugios semejantes.
`'El origen iconográfico de las dolorosas de vestirse encuentra al parecer, en el traje de viuda de Juana la Loca, representación definitivamente consagrada en tiempos de Felipe I I (4)".
Es verdad que en otras épocas se representaban las vírgenes vestidas de luto riguroso y en su cabeza una especie de tocado que se anudaba al cuello. Era una mezcla de rostrillo-pañuelo.
Isabel de Valois, francesa de origen y tercera esposa del Rey Prudente, trajo de su lugar de nacimiento una pintura en la que se representaba una virgen. Basándose en ella "encargó al escultor Gaspar Becerra, afincado en la Corte entre 1520 y 1570, una imagen de la Dolorosa". Una vez concluida la obra se le vistió con un traje "de la camarera Mayor de la Reina, la condesa viuda de Ureña, consagrándose así esta representación de María Dolorosa, vestida como una viuda o dueña del siglo XVI, esto es, con manto y saya negros y tocado monjil"(5).
Esta forma de vestirlas fue cambiando lentamente hasta que en el siglo XIX se introducen colores más alegres y se las enriquecen con joyas.
Un buen cristiano debe estar preparado para la hora de la muerte. Por este motivo dictaba las últimas voluntades que eran recogidas en un testamento. En él vierte su vida cotidiana, su estamento social y sus prácticas religiosas. El aspecto que aquí tocamos queda reflejado en las mandas.
En una de estas escrituras hecha cuando corría el año 1579, se destina "una saya de raso colorado guarnecida con terciopelo verde para nuestra señora que están la iglesia del Señor San Marcos"(6).
Ante el escribano Francisco de Rojas Montiel, se presentan el capitán Blas de Alzola y el beneficiado Alonso de Ocampo Sarmiento para firmar un contrato. Desean que el escultor Martín de Andujar Cantos les talle cuatro figuras:
"(..) de Jesús Nazareno. Nuestra Señora de la Pasión, San Juan Evangelista y la Verónica, para destinarlas a la procesión del Vía Crucis en la mañana del Viernes Santo (..) (7).
Mas adelante se especifica en las estipulaciones que deben entregarse completamente acabadas e incluyendo las parihuelas o andas "eseto los bestidos de lana v seda" (8).
Aquellos "bestidos" fueron adquiridos por Don Salvador Afonso y Doña María de Soto y Montiel, matrimonio que así mismo acogió en su casa las nombradas obras de Andujar mientras se realizaban ampliaciones en el templo de San Marcos (9).
Doña María de Soto tenía gran fervor a Nuestra Señora de la Pasión y por esta causa le ofrece en el codicilo que hizo en 1671:
"(..) un bestido de anascotillo de seda negra a
nuestra señora de la Soledad de la procesion de jesús nazareno con una camisa y naguas blancas (..) y asimismo se le de un manto de capullo de seda" (10).
Hay otras advocaciones relacionadas con esta Semana que igualmente son destinatarias de tales ofrendas. En la parroquial de San Marcos y dentro de la capilla del Nazareno los sacerdotes del templo habían colocado la imagen de San Pedro. Uno de ellos, el Licenciado Gonzalo Borges Báez, manda:
"(..) se de a la vmaxen de ntr° padre San Pedro una sotana de tafetán suya y una sobrepelliz y bonete para la ymaxen qes la q esta en Jesús Nazareno (..)" (Il).
"También los doce apóstoles que acompañaban a la Magdalena en la procesión del Lunes Santo los vestían con túnicas y capas de damasco de diferente color para cada uno con la `vnsinia de la pasión que lleva" (12).
La Magdalena. pecadora convertida, formaba parte de las efigies que sacaban en procesión. Como tal imagen de farol fue destinataria de piezas que enaltecían su presentación.
"(..)Una túnica de raso azul con flores encarnadas y verdes. que expresaron Doña María y Doña Leonor que pertenece a la Madalena a quien la sodio la difunta su madre siendo ropa de su uso (..)" (13).
Hemos visto que las grandes familias de Ycod através de mandas pías, fundaciones y patronazgos demostraban la posición social que habían logrado.
Más tarde los indianos manifestaron su poder económico y su fervor como creyente ampliando y enriqueciendo la imaginería icodense.
Como gratitud por los favores que del Gran Poder de Dios había recibido, Domingo Hernández Brito, emigrante en las Américas. hizo traer de Méjico hasta Ycod, una imagen con esa advocación. Le dona para su mayor prestancia:
"una túnica de terciopelo morado con bordados en oro doble, otra de damasco morado con galón dorado y una cadena de plata°(14).
Por una descendiente de Don Francisco Fajardo es cedido al convento agustino de Ycod un "Ecce homo" que custodiaba y guardaba en su morada como una propiedad familiar. Llegó a Tenerife desde el puerto de la Habana.
Doña Balbina. que así se llamaba la persona que consiente el traslado al cenobio, dispone que de la cantidad que impone en una manda Pía se destine, una parte a los cultos que en honor de la dicha efigie se "celebran los cinco miércoles de Cuaresma, y el sobrante se entregará al párroco para proveer los vestidos y adornos de la imagen citada"(I 5).
No son de manera exclusiva las imágenes de Pasión las destinatarias de ofrendas. También las de
Gloria reciben dádivas en el color que las representa que generalmente es el blanco.
El patrón del comento agustino del lugar, Blas de Alzola y su segunda esposa, Jerónima Soler de Arguijo, disponen:
"que unas ropas de tela blanca y un velillo de plata que habían donado a la Virgen del Rosario de San Marcos, que pudieran ser utilizados por nuestra señora de San Agustín el domingo de Resurrección (..) (16). El velillo de plata solía usarse como forro de vestidos muy lujosos.
Nuestra Señora de Gracia o de San Agustín poseía una túnica de lampazo encarnado que estaba en poder de Doña Beatriz Perdomo Betancourt. junto con el hábito y las prendas de San Agustín y la espada de la Virgen de Dolores (17).
Se ceden así mismo otros elementos que dan esplendor a las celebraciones como una lámina del Señor y la Virgen a la cofradía de Animas para usar en el Vía Crucis. La caritativa señora es Doña Teresa de Cáceres Arroyo que deja constancia en su testamento de esta estampa y de una colcha azul y blanca. que tiene sobre la cama, que destina a la sacristía (18).
Este pequeño apartado nos dará las nociones más elementales de los tejidos reflejados en los ejemplos que hemos mostrado.
Los llamados de lana y seda podían ser de lana, de seda o de ambas cosas a la vez, pero con la misma técnica y textura. Entre ellos tenemos el chamelote (pelo de camello o de cabra), la sarga (tejido en líneas diagonales) y el anascote. Este último tiene un origen flamenco. Es una tela asargada por ambos lados. Se elaboraban con ella mantos campesinos y hábitos de órdenes religiosas.
" que los reyes vistiesen paños de seda con oro et con piedras preciosas". Esto se ordena en 1356, desde entonces las reinas ya podían utilizarlos, años anteriores únicamente el rey y sus descendientes podían hacer uso de estas piezas.
El damasco tenía como origen la ciudad siria de Damasco que le da nombre. Los de Granada se hicieron muy famosos en el siglo XV. En las dos centurias siguientes sobresalieron los elaborados en Valencia y Francia. Su superficie se cubría de dibujos llamados de revés y derecho presentando igual aspecto por los dos lados. Es el sistema que hoy conocemos como Jacquar. Utilizado actualmente en jerséis de invierno.
El tafetán en cambio presenta las dos caras iguales sin derecho ni revés.
Una variedad del damasco es el brocado. En la Edad Media se conocían por este nombre cualquier tipo de tejido de gran valor (tafetán, raso lampazo, damasco terciopelo, tisú, etc). Se le distinguía por sus dibujos de flores, animales y figuras geométricas recamadas en hilos de seda más brillante que los del fondo o de oro y plata.
Otro tejido antiguo, también procedente de oriente, es el terciopelo. Consta de tres elementos, trama, urdimbre y otra capa de urdiembre que cuando se corta da lugar al pelillo que lo identifica. En principio se trabajaba con seda, luego en algodón y ahora abunda en fibras artificiales.
Se conocen con el nombre de lampazo o relámpago los tejidos en punto de sarga de cuatro hilos. La trama se componía de una hebra de seda con otra de oro o plata sin hilar. Esta mezcla unida a la claridad de la tela producía efectos cambiantes de luz.
Manto de capullo. Hecho de seda poco fina como con grumos y sin torcer sacada de los capullos de inferior calidad.
Raso es otro género de seda, "dicha assí porque no levanta ningún pelo, a radendo". Tiene lustre o brillo por una cara. Se logra con más cuerpo que el tafetán y menos que el terciopelo.
NOTAS:
(1) Fray Sebastián García: "Real Monasterio de
Guadalupe-.En el 75 aniversario de la coronación
canónica de Santa María de Guadalupe.
(2) Jaime Gutiérrez: "La iconografía en las imágenes
religiosas santafereñas". Banco de la República.
Biblioteca de luis Angel Arango. Colombia.
(3) Jesús Pérez Morera: "La indumentaria de la Reina del
Cielo. Los roperos y joyeros de la Virgen de los
Remedios y Nuestra Señora del Carmen". Imágenes de
fe. Gran Jubileo 2000. Santa Iglesia Catedral de La
Laguna.
(4) Juan Jesús López Guadalupe Muñoz: "Nuestra Madre
y Señora de la Consolación. Notas para un estudio
artístico". Boletín`El Muñidor". Enero Febrero 1994.
(5) Ibidem.
(6) Juan Gómez Luis-Ravelo: "De la historia de la Semana
Santa de Ycod. La segunda mitad del Seiscientos, una
etapa de esplendor. Patrimonio artístico y pasión por lo
barroco". Revista del Patrimonio Artistico-Religioso de
Ycod. Ycod de los Vinos. 2002.
(7) Mismo autor: "Iconografía procesional barroca en el
Ycod del siglo XVII: Las imágenes de "Cristo
Predicador y del Señor de la soga al cuello. Revista del Patrimonio Ili,;tólico-Rclnswso de Ycod. Ycod de los
Vinos. 1993.
(8) Ibidem.
(9) Juan Gómez Luis Ravelo' " De la historia de la Semana
Santa de Ycod. .Aeonteccres piadosos de la primera
mitad del siglo XVII. Las huellas andaluzas y las
expresiones barrocas' Revista del Patrimonio
Histórico-Religioso de Ycod. Ycod de los Vinos, 2000.
(10) Iden.
(11) Iden.
(12) Juan Gómez Luis-Ravelo: -De la historia de la Semana
Santa de Ycod. La segunda mitas del Seiscientos, una
etapa de esplendor. Patronazgo artístico y pasión por lo
barroco." Revista del Patrimonio Artístico-Religioso de
Ycod. Ycod de los Vinos, 2002.
(13) Idem. Entran también en la donación: una mantilla de raso bordado, una capa de damasco azul, una tánica de damasco morada, con un pelo postizo.
(14) El mismo autor: "De la historia de la Semana Santa de Ycod. Los legados de escultura americana en el siglo XVIII. Aportación devocional de los indianos" Revista del Patrimonio Artístico-Religioso de Ycod. Ycod de los Vinos. 2003.
(15) Iden.
(16) AHPT. Escribanía de Don Carlos de Montiano. Año 1655, fol 60v. Mi agradecimiento a Carlos Rodríguez Morales queme hizo llegar este dato.
(17) AHPT. Pn 2632. Testamento de Doña Beatriz Per-domo Betancour. En 26/02, 1813.
(18) APSMY. Caja n° 1 de testamentos, documento 51.
BIBLIOGRAFÍA
Marisa, Astor Landete: "Valencia en los siglos XIV y XV. Indumentaria e Imagen". Colección "Estudis" 15. Biblioteca de Jesús Pérez Morera.
Carmen Bernis: "El traje y los tipos sociales en El Quijote". Madrid. Ediciones el Viso. 2001. Iden María del Carmen Martínez Meléndez_ "Los nombres de tejidos en castellano medieval". Publicaciones de la Cátedra de Historia de la Lengua española. Universidad de Granada. Iden.
Maribel Bandrés Oto: "EI vestido y la moda" Larousse.
Sebastián de Covarrubias: "Tesoro de la Lengua Castellana o Española". Edición de Martín de Piquer de la Real Academia Española. Año 2003.
Rosa María Dávila Corona Monserrat Duran Pujol y Máximo García Fernández: "Diccionario Histórico de telas y tejidos". Junta de Castilla y León. Biblioteca de J. Pérez Morera.
Falsas ideas que existen en el ambiente sobre la religión y el catolicismo y algunas claves para poder responder con autoridad a las más usuales.
Creo en Dios pero no en la Iglesia
La Iglesia es una institución humana de origen divino (Jesucristo), por lo que sus miembros, hombres y mujeres libres, están sujetos al pecado, al mal, al error, como todos, creyentes o no. La incoherencia con el mensaje no invalida el mensaje sino la actitud del individuo. El Evangelio establece sin dudas la institución de una Iglesia única, unida y universal. Si se pone en entredicho esta parte del Evangelio, no hay razón para creer en el resto, puesto que se trata de una unidad, so pena de entrar en graves contradicciones y subjetivismos.
Quienes acuden frecuentemente a esta frase prefieren una fe teórica sin consecuencias prácticas, una especie de religión a la carta donde asumen lo que les parece correcto y rechazan el resto. Les agrada la idea de un Dios que les da vida eterna (deseo de trascendencia) pero prefieren fabricarse una imagen de él a medida de sus pensamientos. Ello les sirve de justificación para descartar la misa dominical, la confesión, el matrimonio sacramental y aquello que pueda afectar a sus costumbres, a pesar de ser parte esencial del mensaje evangélico. El mensaje divino está cribado, pues, por sus propias ideas, no por una búsqueda documentada de la Verdad a la luz de la Revelación. Al tratarse de asuntos íntimos en los que las personas de su entorno no entran, se enfrentan solos a su propia honestidad personal, precisamente al prescindir de la ayuda que una Iglesia o comunidad les brinda.
Se están quedando sin fieles
Algunos políticos nos tienen muy acostumbrados a adecuar y cambiar su discurso según la demanda momentánea de los votantes. Al final no sabemos realmente qué discurso defienden. Sólo buscan el poder, sin convicciones ideológicas coherentes. En materias opinables y en el conocimiento humanístico y científico, la sociedad evoluciona y cambia. En el caso de la Iglesia, sería ridículo cambiar el mensaje cuando su única misión es transmitirlo y enseñarlo exactamente como se le dio. El mensaje de Cristo es, como decíamos antes, atemporal y por su misma naturaleza no puede cambiar según las preferencias, costumbres o perspectivas de la sociedad de una determinada época. Sí deberían cambiar, sin embargo, el lenguaje, las formas, las actitudes y el modo de acercamiento al público, para hacerlo más comprensible.
La Iglesia cometió crímenes imperdonables. ¿Cómo puede tener autoridad?
En efecto la Iglesia ha pedido perdón en varias ocasiones y de forma oficial por los crímenes y equivocaciones cometidas en épocas pretéritas (por ahora ha sido la única institución que ha hecho algo parecido). Sin embargo, como ya hemos señalado, las equivocaciones puntuales de la Iglesia no cambian de manera decisiva la validez del mensaje, sobre todo si nos fijamos en el núcleo de la doctrina, que apenas ha cambiado. Hemos de advertir, en cualquier caso, que existen algunas leyendas negras sobre la Iglesia Católica que no solamente se exageran, sino que se falsean abiertamente. El número de ejecutados por la Inquisición española, sin ir más lejos, ha sido revisado recientemente por diferentes historiadores acudiendo a los archivos históricos, llegando a la conclusión de que son casi testimoniales, en número mucho menor al publicado en determinados medios o insinuado en películas y relatos novelados, especialmente si los comparamos con el número de torturados o asesinados por otras causas o instituciones en esas épocas. Esto no implica en absoluto disculpa de dichos crímenes, sino una adecuada perspectiva de la realidad, los usos y la mentalidad de otros tiempos, sin la cual no es posible emitir juicios acertados.
La Iglesia discrimina a la mujer
La Iglesia no establece la absoluta igualdad en la misión eclesiástica de uno y otro sexo. Hasta hoy el hecho de que Cristo sólo eligiera a hombres entre sus apóstoles ha influido, junto con la Tradición, en la firme decisión de no admitir el sacerdocio femenino. La figura del sacerdote existe como resultado de la revelación cristiana y en virtud de lo establecido por la Iglesia. Según esa perspectiva, el sacerdocio no es un derecho sino una llamada de Dios al servicio de la Iglesia. La interpretación hecha hasta el momento por la jerarquía puede ser discutible pero no lesiona necesariamente los derechos de la mujer. Analizar el sacerdocio según criterios laicos de igualdad de sexos puede llevar a confusión. En cualquier caso, no es éste un aspecto fundamental del mensaje. La figura femenina en el catolicismo se halla significativamente valorada en la persona de María, la Madre de Jesús, primera persona glorificada en cuerpo y alma, referencia importantísima para el creyente. Aparte, varias mujeres han sido proclamadas doctoras de la Iglesia, como Santa Teresa