Ante las Fiestas Patronales de la Virgen de la Esperanza en La Guancha, Tenerife, colocamos la "Salutación" del párroco del programa de 2002
Madre del la Esperanza que eres Puerta del Cielo
Ante la próxima reapertura de la puerta Norte de nuestra Iglesia me vino a la memoria la reflexión religiosa sobre María, del Obispo emérito de la Diócesis de Tenerife Don Damián Iguacen Borau titulada "Santa María de la Puerta, ruega por nosotros ". De ella entresaco: "La puerta tiene su misterio. ¿Que hay detrás de una puerta cerrada? ¿y de una abierta de par en par? ¿y de una sólo entreabierta?. Desde que dijiste: Yo soy la Puerta, todas las puertas me recuerdan a ti. Pero, las puertas de las iglesias me hablan singularmente de ti. Por humildes que sean ".
Nuestro templo recupera la puerta de abajo: la puerta "traviesa de abajo"; la que mira al mar, la que no tiene cancel, la que con solo asomarse se puede contemplar el Sagrario y a la "Madre de Dios de la Esperanza ", la que permanecía entreabierta todo el día. La puerta que fue testigo durante siglos de los que iban y venían de sus trabajos porque estaba en el camino obligado, la que se adornaba cada año para las fiestas, participaba del Jolgorio y de la música y presenciaba los primeros amores. Puerta que había ganado en elegancia con sus escalones de piedra tallados por los canteros canarios en la cantera de San Juan de la Rambla y dignificaba con el empedrado del camino. Junto a ella por dentro reposan en espera de la resurrección los restos de los niños sin nombre; y la mujer de Blas, Isabel González y el hijo de Simón González ...
Tantos años enseñando al que pasaba y ambientando a los que entraban, atrayendo las miradas, suscitando interés, invitando a entrar, provocando el deseo de ver lo que hay en el interior. ¿Dejaría nuestra puerta de realizar su misión? La exigencia de una plaza hizo que perdiera sus bellos escalones de piedra y en consecuencia su acceso. Pero no ha dejado de cumplir su misión. La sigue realizando en la iglesia de Santo Domingo de este mismo pueblo. Ha seguido hablando durante el último medio siglo junto a la carretera general.
Y nosotros hemos puesto otra, copia de la que no ha muerto, para continuar significando a Cristo, puerta de las ovejas, puerta del redil de la Iglesia. Volverá a ponernos en contacto con la Virgen de la Esperanza que es puerta del Cielo, puerta preciosa, la feliz puerta, la puerta siempre abierta, la que nos muestra a Jesús. Por ella nos vino la vida, nos vino la luz.
Alegrémonos en estas. fiestas de 2002 y demos gracias por la puerta. Tenemos un nuevo acceso a la Madre de la Esperanza y a través de ella a Jesus, la única Puerta.
Sebastián García Martín