Origen y descripci?n de esta tradici?n
El a?o 1998 el pueblo de La Guancha decide recuperar la antigua tradici?n de enramar las calles los d?as de la fiesta en honor a la Virgen de La Esperanza con ramas de hayas. Para tal fin se decide por parte de la comisi?n de fiestas de aquel a?o, el Ayuntamiento guanchero y algunos entusiastas colaboradores, organizar una especie de romer?a que bajara por el monte, a trav?s de un viejo sendero de unos quinientos metros aproximadamente, utilizado por muchas generaciones de guancheros para bajar del monte el pinocho (la ramas del pino secas), que era utilizado para abonar los campos o rellenar colchones, entre otros usos. Se decidi? fijar la Bajada de las Hayas el primer o segundo s?bado del mes de agosto, seg?n jifera la proximidad de las fiestas patronales.
Para tal fin los participantes suben desde el casco del municipio ataviados con indumentaria t?pica o ropa campesina. Tambi?n se llevan viandas (comida y buen vino de la zona) para pasar; desde el mediod?a, una tarde en convivencia en una zona conocida como "El Lance ". Cada guanchero sube acompa?ado de la vara t?pica (especie de lanza hecha de palo de haya rematada con un punz?n de hierro y adornada con chinchetas doradas y una hermoso arreglo, en la punta superior elaborado a base de flores de papel, hojas de haya y cintas de colores vistosos) Algunas personas llevan burros o caballos, a los que se cargan con rama de haya para acompa?ar la comitiva.
Entre vasos de vino, huevos guisados, y el sonido de las parrandas y grupos folkl?ricos, se forma el ambiente previo a la Bajada. El sonido del tambor herre?o, que en ediciones anteriores hn dado enorme alegr?a al evento, y los cantares de alegres isas interpretadas por grupos y parrandas improvisadas, comienza la romer?a que preside el estandarte aleg?rico de la Virgen de La Esperanza, que siempre es portado por las candidatas a Reina de la Cosecha de ese a?o.
La Bajada comienza a discurrir por lo que se conoce como la Hoya de "Los Tiles ", un camino ancho de tierra que pasa por el primer descansadero llamado de "Cho Melchior" (Estos descansaderos no son otra cosa que amontonamientos de grandes piedras, colocadas a distintos niveles, para que las personas que bajaban a hombros el pinocho del monte colocaran la carga sobre las rocas, e hicieran una parada en la que se descansaba y se repon?a fuerzas para continuar: Las cargas eran de m?s de cien kilos. A lo largo del recorrido, la comisi?n organizadora prepara previamente algunas de estas cargas de pinocho para dar una mayor ambientaci?n)