Art?culo publicado en el Programa de Actos Religiosos de 2004 por el el D?a de Ntra. Sra. del Carmen en Los Realejos, Tenerife.
Reflexiones Carmelitas
Hoy es mi?rcoles. Nuestro padre San Jos? nos ha regalado, en este d?a, la visita de una representaci?n de la Junta Directiva de la Venerable Hermandad Cofrad?a de Nuestra Se?ora del Carmen de Los Realejos. Queremos corresponder a esa invitaci?n que nos han hecho a que escribamos unas palabras para vuestro programa. Nos ha tocado en suerte a las m?s j?venes de la Comunidad. Precisamente son vocaciones que el Se?or ha escogido en nuestra isla de Tenerife.
Compartimos con vosotros el amor a la Virgen y hemos comprobado en la historia de nuestra Comunidad su protecci?n. Llegamos a la isla en la Novena de Nuestro Padre San Jos?, en marzo de 1995, convocadas por Nuestro Obispo Don Felipe, que recibi? la inspiraci?n de Dios de que hubiera una presencia del Carmelo contemplativo en la isla. Nuestros Padres Carmelitas vinieron hace 50 a?os. Procede nuestro Carmelo de dos comunidades: Le?n y Telde. El d?a de la Inmaculada de 1998 pusimos la Primera Piedra del Monasterio y la v?spera de la Virgen de la Merced vinimos a vivir definitivamente a este lugar de El Sauzal. Todav?a nos queda por edificar parte del convento y, sobretodo, la Iglesia y una peque?a hospeder?a, para acoger a cuantos deseen acercarse a esta Casa de la Virgen. De momento, estamos en una capilla provisional; pero damos gracias a Dios por todo lo que nos ha dado. Actualmente formamos esta Comunidad, en este comienzo de Fundaci?n, seis hermanas, y estamos abiertas a la Providencia de Dios para recibir las vocaciones que ?L quiera elegir.
Los or?genes de nuestra Orden se remontan a finales del siglo XII, en Tierra Santa, cuando un grupo de Cruzados, inspirados por el profeta El?as, decide establecerse en las grutas del Monte Carmelo, para vivir una vida de retiro y soledad habitada por Dios. Toman como modelo, Se?ora y Patrona a la Sant?sima Virgen y edifican una peque?a ermita en su honor; desde ahora se llamar?n Hermanos de la Bienaventurada Virgen Maria del Monte Carmelo.
El Santo Escapulario que vestimos es signo de la protecci?n maternal de la Virgen Mar?a hacia nosotros, y a la vez, de nuestro compromiso de imitarla y parecemos a Ella. Todos los Santos del Carmelo le han tenido una grand?sima devoci?n a la Virgen. Nuestra Santa Madre Teresa de Jes?s, elegida por Dios para comunicarle nuestro carisma, al quedarse hu?rfana de madre a los trece a?os, la tom? como madre, y siempre le dej? la silla de priora a la Virgen en sus conventos. Y nuestro Santo Padre San Juan de la Cruz entr? en el Carmelo por ser la Orden de Nuestra Se?ora. Como decimos los Carmelitas: "el Carmelo es todo de Mar?a".
Nosotros entendemos nuestra vocaci?n de Carmelitas por misi?n. Al Carmelo se viene para orar por las almas que se pierden; y sobretodo, por los sacerdotes, pues ellos son la sal de la tierra. Nuestro servicio es de orden contemplativa: orar, vivir en soledad; pero ten?an presente, constantemente, las intenciones y necesidades de nuestros hermanos que luchan en el mundo, acogi?ndoles siempre que nos necesiten. Y esto lo hacemos con hondo sentido de Iglesia, Cuerpo M?stico de Cristo; ser misi?n orante en y para la Iglesia. El Carmelo es un Nazaret. El recuerdo de la
Sagrada Familia ?que conoci? el mundo de su tiempo- nos ayuda a ofrecemos por nuestra sociedad de hoy. Cristo, a trav?s de nuestro trabajo, de nuestra oraci?n, contin?a su obra a favor de nuestros hermanos de toda la tierra. Nosotras le presentamos nuestra humanidad para que prolongue en nosotras el Misterio de su Encarnaci?n. En el coraz?n de la Iglesia no puede faltar el Amor. Nosotras estamos llamadas a desempe?ar esa funci?n privilegiada del Amor. Amor que no tiene fronteras. No en vano, una de nuestras mayores santas, Santa Teresita del Ni?o Jes?s, es la Patrona de las Misiones. Amor fue la ?ltima palabra en su lecho de muerte a los veinticuatro a?os. Antes ya hab?a dicho: "quiero pasar mi cielo haciendo bien en la tierra". Ella fue quien gui? los pasos de algunas de nosotras al Carmelo. Encontramos en su ideal de Amor misionero el aliciente para elegir esta vocaci?n.
No podemos extendemos m?s, pero si algo quer?is, aqu? nos ten?is para dialogar con vosotros.
Carmelitas Descalzas. El Sauzal, Mayo 2004.