Viernes, 18 de agosto de 2006
Publicado en la revista "Iglesia Nivariense" (Julio-Agosto 2006, n? 67) alusivo al primer aniversario de toma de posici?n del obispo diocesano de Tenerife.


Casi 365 d?as...



Un a?o, en este caso casi 365 d?as, no es mucho ni poco. Cabe decir, sencillamente, que esto es lo que hay. lo que juntos hemos vivido. Nuestro mayor tesoro es haber experimentado juntos.
Anunci?bamos, hace ahora un a?o, el d?a de s. Pedro de 2005, el nombramiento de un nuevo obispo para la Di?cesis de San Crist?bal de La Laguna. Lo hac?amos en un clima festivo, como no puede ser de otra manera cuando es Dios el origen de tanto bien, y lo celebr?bamos con la confianza puesta en el escrutinio de nuestro anterior prelado: "Es el mejor Obispo para nuestra Di?cesis", nos dijo entonces Felipe Fern?ndez.
Bernardo ?lvarez. el Obispo de nuestra Di?cesis, cumple un a?o entre nosotros. Un periodo que no ha sido f?cil por muy diversos motivos que a nadie se le ocultan.
No era sencillo recibir como obispo a quien conocimos como compa?ero, como p?rroco, como amigo. Ni para ?l ni para nosotros lo era. Y tampoco fue f?cil dar inicio a una nueva etapa, que se vislumbraba en la distancia llena de retos y compromisos por afrontar.
Sin embargo, una vez m?s. y van muchas, la poderosa singularidad de la fe que compartimos ha saldado positivamente el reto. El nuevo prelado de la di?cesis Nivariense se ha mostrado ante nosotros revestido de los argumentos que mueven nuestra esperanza, nos cohesionan en la caridad y fortalecen nuestra fe.
Don Bernardo ha sido el hombre cercano que todos esper?bamos, el pastor atento con capacidad para la sonrisa y la caricia, el maestro bueno siempre atento a las necesidades del pueblo que se la encomendado. Se le ha visto cerca, en mil lugares, sin reparar en el cansancio y sin buscar el descanso.
Y se le ha visto nuevo a este obispo nuestro. Con ansias renovadas de pastor apenas estrenado que comparte con sus fieles la tarea reci?n encomendada. Le hemos visto llorar en los tiempos recios, sonre?r ante la grandeza de lo peque?o, suspirar cara al viento cuando la tarea, siempre ser? as?, superaba sus fuerzas. Y le hemos visto creer, esperar, amar.
Ha estado cerca nuestro obispo, que es su manera de decirnos que no se pertenece, que tomemos posesi?n de ?l como ?l lo hizo de la Di?cesis. Ha sido as? durante casi 365 d?as, que son muchos cuando se trata de contarlos uno a uno y no son nada cuando se tiene la vista puesta en lo que ha de venir. El tiempo ha cumplido su misi?n y nuestro Obispo ha abrazado la suya: ser el ?ltimo de todos y el servidor de todos, sin mesura.
Y ahora, cuando est? cerca el merecido descanso para la mayor?a, afrontamos esta nueva etapa con renovado deseo de ser fieles a una de las m?s ?ntimas verdades de nuestra fe: que Dios est? cerca, se manifiesta, es epifan?a, en cada hombre y en cada mujer que se consagra a su servicio. En nuestro Obispo, en don Bernardo, hoy abrazamos esta verdad que nos hace libres, nos hace fuertes y nos libera de m?ltiples patolog?as a las que est? sujeta la fe cuando no se vive al servicio de Dios en la Iglesia.
Este a?o no ha sido f?cil para nadie, y est? dentro de lo posible que el viene lo sea menos. Todo puede pasar ?ahora lo sabemos bien- y eso importa poco. Lo realmente importante es que Dios sigue estando grande con nosotros, que se manifiesta en e] d?a a d?a de cada esquina que transitarnos. Lo relevante es que nuestro Se?or ha acampado en cada rostro humano y lo ha convertido en sacramento de su presencia, de su entra?able desvelo por cada uno.
El verano que ahora empieza es una excelente oportunidad para renovar nuestro compromiso con cada rostro humano de Dios, y con el hondo misterio de nuestra fe.
Para el camino contamos con la inagotable riqueza del Esp?ritu de Dios que nos transita, y con el apoyo incondicional del hombre que hoy, desde hace casi 365 d?as, preside esta comunidad desde el amor, de la peque?ez de quien se sabe llamado a despojarse de s? mismo. sin reservas, para entregarse a nosotros.
Feliz Aniversario, don Bernardo. Feliz verano a todos.
Comentarios (0)  | Enviar
Comentarios