Comentario al Evangelio del jueves de la vig?sima semana del Tiempo Ordinario (Mt 22,34-40), publicado en el libro "Ens??ame tus caminos" de Guillermo Guti?rrez.
Toda la ley y los profetas. El ?rbol impide ver el bosque y los detalles de la ley pueden ocultar el amor que la inspira. Es la esencia lo que ante todo hay que ver y observar aunque para ello fuera necesario saltar algunos detalles. Tal sucede, vgr., en las prescripciones legales sobre el descanso sab?tico que Jes?s ?quebranta? cuando se trata de curar a un enfermo.
La pregunta formulada a Jes?s es una pregunta de fondo: ?cu?l es el mayor mandamiento?. La respuesta es de fondo tambi?n: el mayor mandamiento es aceptar la voluntad de Dios en la propia vida por amor y la manera de hacerlo es servir al pr?jimo por amor. El que lo cumple ha puesto en pr?ctica todos los preceptos de la Ley y las ense?anzas de los profetas.
En el ?mbito de la fe y moral se pueden distinguir verdades de tipo vertical y horizontal. Las primeras suelen ser verdades duras que imponen la conversi?n a Dios y por eso se llaman ascensionales. Las verdades horizontales pueden ser satisfechas por personas que no creen en Dios. En tiempos pasados la predicaci?n insist?a en las verdades verticales. Del Concilio a esta parte se han abierto amplios espacios a las verdades horizontales que comprometen al cristiano con la causa del hombre. Alg?n tiempo se tom? el Dec?logo como base de la catequ?tica y pastoral. En la actualidad se abren m?s espacios a las virtudes, concretamente a la fe, esperanza y caridad. El pasaje evang?lico, lo mismo que Rom 13,8-15 concuerdan entendiendo el dec?logo como expresi?n de la ley del amor en direcci?n a Dios (1-3) y al pr?jimo (4-10).