Parroquias de Santa Úrsula Mártir y de San Bartolomé Apóstol del municipio de Santa Úrsula en Tenerife, España: Recopilación y publicación de noticias parroquiales y de artículos de interés religioso.
Declaraci?n de la 144? Comisi?n Permanente Con ocasi?n del 140? aniversario de la ordenaci?n sacerdotal de Jos? G. Brochero
>
(Conferencia Episcopal Argentina) El pr?ximo 4 de noviembre se cumplir?n 140 a?os de la ordenaci?n sacerdotal del Venerable Jos? Gabriel del Rosario Brochero. Por este motivo los Obispos de Argentina queremos recordar y celebrar esta figura sacerdotal que refleja de modo particular el rostro de Cristo sacerdote, profeta y pastor de su Pueblo.
El Cura Brochero naci? el 16 de Marzo de 1840 en un paraje llamado ?Carreta Quemada? en las cercan?as de Santa Rosa del R?o Primero (Pcia. de C?rdoba) siendo bautizado al d?a siguiente de su nacimiento en la Parroquia de Santa Rosa. A los 16 a?os entr? al Seminario Mayor de C?rdoba ?Nuestra Se?ora de Loreto? en donde recibi? su formaci?n sacerdotal y en las aulas de la Universidad de C?rdoba curs? sus estudios filos?ficos y teol?gicos. Fue ordenado presb?tero el 4 de noviembre de 1866 por el Obispo Jos? Vicente Ram?rez de Arellano y preside su Primera Misa en la Capilla del Seminario el 10 de diciembre, festividad de Nuestra Se?ora de Loreto. Fue nombrado Prefecto de Estudios del Seminario y se inici? en la vida pastoral en la Catedral de C?rdoba. En 1869 se recibi? de Maestro en Filosof?a por la Universidad y en noviembre de ese mismo a?o el Obispo lo destin? a Traslasierra a hacerse cargo del Curato de San Alberto y m?s tarde es nombrado P?rroco de Villa del Tr?nsito (actualmente Villa Cura Brochero) desde donde despleg? su intenso ministerio pastoral. Muri? leproso y ciego en esa Villa el 26 de enero 1914, a los 74 a?os de edad.
Un rasgo t?pico de su larga trayectoria como p?rroco fue la presentaci?n del Evangelio mediante un lenguaje v?vido y cercano a la comprensi?n de la gente sencilla. Su preocupaci?n estuvo en iluminar la vida de sus fieles a partir de la Palabra de Dios atento siempre a las circunstancias concretas de la vida de los mismos. Durante sus cabalgatas y viajes se entregaba tambi?n a la oraci?n silenciosa y continua de donde m?s tarde brotar?a su predicaci?n. Sus ratos largos orando delante de la Eucarist?a como as? tambi?n su amor y devoci?n a la Sant?sima Virgen Mar?a, le dieron esa profundidad que es propia de la palabra que brota de la contemplaci?n y que luego se expande en la acci?n apost?lica.
Convencido de que los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola eran un medio excelente para llevar a sus fieles a Dios, se convirti? en un gran propulsor de los mismos. A tal fin construy? con sus fieles una Casa de Ejercicios en donde llegaron a darse tandas hasta de 800 participantes cuyo fruto m?s notable e importante fue el cambio de vida de much?simos hombres y mujeres. Estos "ba?os del alma"[1] , como denominaba a los Ejercicios Espirituales ignacianos, lo llev? a predicarlos tambi?n en otras partes del pa?s (Santiago del Estero, Tucum?n) y a los presos de la Penitenciar?a de C?rdoba[2].
En cada una de las etapas de su vida sacerdotal, el Cura Brochero se interes? tambi?n por la promoci?n humana de sus fieles, la ense?anza, los caminos, el ferrocarril. Su coraz?n sacerdotal se volc? siempre en el servicio hacia los m?s necesitados. Por esta raz?n, estuvo dispuesto a golpear todas las puertas y a buscar a todos aquellos que puedan darle una mano a fin de conseguir los medios temporales necesarios para que sus feligreses alcanzaran una vida m?s digna y cristiana. Sus gestos sacerdotales proced?an del amor de Cristo Pastor que busca al hombre necesitado de paz y de perd?n, de justicia, de verdad. Todo aquel que reclamaba su presencia sacerdotal (particularmente los enfermos y moribundos cuya atenci?n normalmente requer?a el recorrido de decenas de kil?metros a caballo) hallaron en ?l al ministro de Dios siempre dispuesto a servirles hasta el fin: ?Yo me felicitar?a si Dios me saca de este planeta sentado confesando y predicando el Evangelio.?[3]. Brochero conoci? tambi?n el dolor de las pruebas en su intensa vida apost?lica: cr?ticas e incomprensiones de algunos sacerdotes, religiosas y fieles; indolencia de algunos gobernantes ante sus pedidos de colaboraci?n (particularmente su sue?o irrealizado del ferrocarril) y finalmente su lepra y su soledad, en las que descubri? de manera impensada la fecundidad de su entrega como sacerdote.
Mirando su vida hallamos reflejado un ejemplo viviente para todo sacerdote y un ejemplo concreto y prof?tico de lo que nuestro pueblo anhela ver realizado en sus pastores. Ya lo se?alaba un periodista en un art?culo escrito en un diario cordob?s en 1887:
"Es un hombre de carne y huesos: dice misa, confiesa, ayuda a bien morir, bautiza, consagra la uni?n matrimonial, etc. Y sin embargo es una excepci?n: practica el Evangelio. ?Falta un carpintero? Es carpintero. ?Falta un pe?n? Es un pe?n. Se arremanga la sotana en donde quiera, toma la pala o la azada y abre un camino p?blico en 15 d?as, ayudado por sus feligreses. ?Falta todo? ?Pues ?l es todo! y lo hace todo con la sonrisa en los labios y la satisfacci?n en el alma, para mayor gloria de Dios y beneficio de los hombres, y todo sale bien hecho porque es hecho a conciencia. Y no ha hecho solamente caminos p?blicos: Ha hecho tambi?n una buena Iglesia. Ha hecho, adem?s, un gran colegio... ?y todo sin subsidio de la Provincia, sin erogaci?n por parte de los miembros de la localidad! Lo ha hecho todo con sus propias garras! ?Milagro? No. La cosa es muy sencilla. Es cuesti?n de honradez y voluntad. En otros t?rminos: es cuesti?n de haber tomado el apostolado en serio, como lo ha tomado el cura Brochero".[4]
Anhelamos vivamente que este gran sacerdote que tanto am? a su pueblo, sirva de modelo y est?mulo para todos los sacerdotes del Pueblo de Dios, especialmente los de nuestra Patria, y que su figura aliente a todos los argentinos en la b?squeda fraterna, humilde y confiada del Reino de Dios. Pedimos al Se?or por su pronta beatificaci?n e invitamos a todas nuestras comunidades a unirse en la oraci?n mediante la novena que hemos dispuesto realizar en todo el pa?s con ocasi?n de este aniversario rogando al ?Due?o de la mies? que regale a la Argentina pastores generosos y entregados como este fiel servidor de su Pueblo.
[1] Art?culo period?stico: "El Cura Brochero" en Los Principios C?rdoba 16 Octubre 1902, 1
[2] Art?culos period?sticos: "En la c?rcel penitenciaria. Ejercicios Espirituales" en Los Principios C?rdoba 14 Noviembre 1900, 1; "Ceremonia interesante" en La Libertad C?rdoba 20 Noviembre 1900, 1; "En la Penitenciar?a" en La patria C?rdoba 20 Noviembre 1900, 2
[3] Carta al Secretario del Obispado Pbro. Eduardo Ferreira (2 Febrero 1907)
[4] Art?culos period?sticos: ''El Cura de aldea. Jos? Gabriel Brochero" en El Interior C?rdoba 5 Noviembre 1887, 1 [A?o VIII n1 2106].