El Delegado Diocesano de Catequetis de la di?cesis de Tenerife presenta el lema de la Catequesis para el curso 2006-2007.
"Adultos en la fe"
Este es el lema del curso pastoral 2006/7 de la Delegaci?n de Catequesis de nuestra Di?cesis. Tratamos de orientar estos meses nuestro servicio educativo y evangelizador, de cara a conocer mejor la realidad de la catequesis de adultos, para re-impulsarla en sus distintas modalidades. Adem?s, en segundo lugar, queremos proseguir la capacitaci?n de los catequistas para este modelo principal de catequesis. Y, en tercer lugar, nos gustar?a ayudar-nos a mejorar la conciencia de la necesidad de tener una fe adulta para poder ser agentes de esta pastoral en la actual situaci?n.
La nueva evangelizaci?n reclama una fe adulta. Entre las diversas acciones pastorales de la Iglesia se constata -cada vez m?s - como necesaria una catequesis que sepa responder a las expectativas y retos que plantean los hombres y las mujeres de nuestra sociedad. Hemos repetido en numerosas ocasiones que estamos en tiempos de cambios importantes en la catequesis. Cambios y tiempos que demandan una clara opci?n por la catequesis de adultos y la existencia de catequistas con fe adulta.
Nos recordaba todo ello Alvaro Ginel en las Jornadas que celebr?bamos el pasado mes de Julio en Santa Cruz de Tenerife: Hoy existen mujeres y hombres que buscan y se suben a los ?rboles para ver al Maestro como Zaqueto; otros, como Nicomedo, le buscan de noche, sin querer ser vistos y sin poder acoger la verdad porque tienen que renacer, y eso no se hace en una sola noche, sino en muchas jornadas; no faltan los que se acercan a ?l con otros intereses, como la Samaritana, y acaban aceptando la propuesta de vida que ?l vive y anuncia. Para todas estas personas la comunidad cristiana tiene que disponer de personas y de tiempos de acompa?amiento sin fecha de caducidad.
Muchas personas hoy tienen que darse tiempo para desmontar construcciones de Dios falseadas, prejuicios que les impiden llegar a la verdad. Para entender este tiempo nuevo de acci?n pastoral, que est? a la puerta, hemos de cambiar el coraz?n, disponerlo a la conversi?n, ya que hay que trabajar poco a poco, persona a persona, respetando el ritmo de cada uno en su singularidad. El paso del `no nacer creyente' sino de `hacerse creyente' nos obliga a reestructurar nuestros quehaceres pastorales. El evangelio no hay perdido fuerza. Ojal? nosotros tampoco. Buen curso a
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Antonio M. P?rez Morales