Comentario al evangelio (Lc 19, 11-28) del mi?rcoles de la trig?simotercera semana del Tiempo Ordinario, publicado en el libro"Ens??ame tus caminos" de Guillermo G?ti?rrez.
Fidelidad en lo poco. Poco antes del nacimiento de Jes?s hizo Arquelao un viaje a Roma para solicitar el nombramiento de rey. Detr?s de ?l sali? una delegaci?n de jud?os con la misi?n de sabotear el nombramiento. A su regreso tom? Arquelao revancha cumplida contra aquel grupo de jud?os.
Sobre esta historia, viva en el recuerdo, est? montada la ense?anza de la par?bola de las onzas, expuesta tambi?n por Mateo bajo el s?mil de los talentos (S?bado, semana 21).
Dios distribuye sus dones de forma desigual. Los hombres son crea-dos iguales pero ?desiguales?. La capacidad de reflejar a Dios no es lo mismo en la materia que en el esp?ritu y dentro de los seres libres cada uno es distinto de los dem?s. Pero todos deben ser gerentes celosos para gloria de su Se?or.
Contra lo que cabr?a esperar, en la par?bola no se pide cuenta de los posibles fallos o errores de gesti?n. No se examina m?s que los beneficios aportados por cada uno. Y al condenar al perezoso lo que en ?l se condena es el pecado de omisi?n. Nadie tiene derecho a dejar inactivos los dones recibidos; nadie puede presentarse ante ?l con las manos va-c?as. La fe consiste en algo m?s que en gestos piadosos. ?De qu? servir?a una fe guardada celosamente como oro en un fanal) No hacer productivos los dones de Dios predispone para ser despojado de ellos. Por tanto, la vida de fe debe caracterizarse por una presencia activa y din?mica. El hombre se define como proyecto, algo que debe irse realizando cada d?a conforme a su naturaleza hasta la plenitud de destino.