Mensaje de los obispos de M?xico publicado este 17 de noviembre, al concluir su asamblea plenaria.
Cuautitl?n Izcalli, 17 de noviembre de 2006
La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. (Rom 5,5)
1. Los Obispos de M?xico saludamos con afecto a todo el Pueblo de Dios, y le compartimos nuestra alegr?a por la reciente canonizaci?n de nuestro Santo Patrono Rafael Guizar y Valencia, V Obispo de Veracruz, quien predic? el Evangelio con un coraz?n ardiente, se entreg? a la Iglesia como un buen pastor y ejerci? su ministerio con valent?a en medio de la persecuci?n y el peligro. Su vida fue una gracia y su proclamaci?n como santo es una bendici?n para M?xico.
? San Rafael, Obispo de los pobres, ruega por nosotros!
2. Estamos reunidos en nuestra LXXXII Asamblea Plenaria. En el contexto de nuestra Carta Pastoral ?Del encuentro con Cristo a la solidaridad con todos? (2000-2010) nos preguntamos lo que Dios y su pueblo piden de nosotros los Obispos en esta hora de esperanza y a la vez de incertidumbre. Nos preocupan y reclaman nuestra solicitud de Pastores los graves conflictos postelectorales, la compleja y dolorosa situaci?n de Oaxaca, el nefasto poder de los narcotraficantes y la brutalidad de sus cr?menes, y la inseguridad social que la violencia ha generado en todo el pa?s.
3. Muchas son las causas de estas y otras situaciones semejantes que estamos viviendo y es preciso analizarlas. En la ra?z de esta crisis advertimos la falta de respeto a la ley y a las instituciones, pero sobre todo la ausencia de valores morales que son por esencia universales y permanentemente v?lidos como la verdad, el bien, la justicia, el respeto y la promoci?n de la dignidad de la persona y de sus derechos humanos. Como Obispos, proclamamos que s?lo en Cristo encontramos la paz y el fundamento de nuestra esperanza. Exhortamos a todos los fieles cristianos a convertirnos a El y ser coherentes con el Evangelio en todos los ?mbitos de nuestra vida diaria.
4. Al anunciar el Evangelio de Cristo, la Iglesia tiene la misi?n de proclamar la buena nueva del perd?n y de ser una instancia de reconciliaci?n para todos. Exhortamos a los actores sociales, a los partidos pol?ticos y a todas las personas en general a no exacerbar las diferencias, a apartarse del camino de la violencia, a no propiciar intencionalmente el conflicto, a privilegiar el di?logo, propiciar los acuerdos y a ofrecer y pedir perd?n.
5. La paz no es s?lo la ausencia de guerra, sino un estado de vida que permite vivir en armon?a con Dios, con los dem?s y consigo mismo. Hay un clima creciente de inseguridad y de miedo generado por la propagaci?n del delito y por la cobertura poco responsable que le dan algunos medios de comunicaci?n. Reconocemos y apreciamos a quienes exponen su vida o la han perdido en la lucha contra el crimen organizado. Es necesario que las corporaciones polic?acas sean depuradas y cada vez mejor capacitadas en su misi?n. Por otra parte, aprendamos a mirar unos por otros, a no dejarnos intimidar por amenazas ni ceder a provocaciones y a desactivar la violencia verbal que tanto da?o hace.
6. La Iglesia est? llamada a ser un sacramento de la comuni?n con Dios y de los hombres entre s?. Seamos hombres y mujeres de unidad, ayudando a superar los conflictos familiares, propiciando en las relaciones sociales los valores de la fraternidad, e integrando a los marginados y excluidos en nuestros pueblos y comunidades. Hagamos efectivo el saludo fraterno de paz de la Eucarist?a con gestos concretos de buena voluntad hacia todos.
7. Nuestra Patria ha entrado en un proceso de cambio que es fruto de convicciones y opciones muy claras del pueblo mexicano, pero que no tiene aun el rumbo asegurado. La reciente elecci?n presidencial ha sido la m?s cerrada y controvertida de la historia contempor?nea y ha generado un proceso que requiere de un atento seguimiento. Sin embargo, es preciso decir que la democracia exige aceptar los resultados y respetar las instituciones. Hemos de disponernos a afrontar los nuevos tiempos sin actitudes extremistas de antagonismo o de evasi?n fuera de raz?n.
8. Como hemos dicho en la Carta Pastoral, la Naci?n no es una realidad por inventar, sino una herencia que es preciso continuar y acrecentar sin perder nunca todo lo bueno que ya hemos adquirido. Lo que est? en la base y en el fondo de muchas inquietudes e insatisfacciones actuales, es la necesidad de constru?r una Naci?n m?s unida y m?s justa. Todos debemos participar en este desaf?o hist?rico que nos est? proponiendo nuestra Patria y tambi?n, a trav?s de los signos de los tiempos, el Se?or de la historia.
9. A pocos d?as de empezar un nuevo gobierno, recogemos las voces que reclaman un nuevo pacto social incluyente, que privilegie a los pobres y marginados, donde la autoridad se ejerza como un verdadero servicio, los intereses particulares no prevalezcan sobre el bien del pa?s, y en el que la justicia sea la piedra angular de todo el sistema social. Necesitamos tambi?n perfeccionar nuestra democracia, que est? en proceso y requiere de s?lidos fundamentos morales y jur?dicos. En el orden econ?mico, es preciso promover un verdadero desarrollo integral que permita a todos llevar una vida digna y satisfactoria. La educaci?n, el combate a la pobreza, la seguridad p?blica y, sobre todo, la honradez y la transparencia en todos los ?mbitos de la naci?n, son prioridades en que todos debemos trabajar sin dilaci?n.
10. En este cambio de ?poca, debemos comprometernos a que M?xico encuentre y recorra su propio camino en el nuevo escenario nacional e internacional. M?xico ha sido lugar de encuentro de pueblos y culturas, de grandes flujos migratorios, y de intercambio rec?proco con otras naciones. Urge una pol?tica que proteja los derechos humanos de inmigrantes y emigrados. Es impostergable un acuerdo migratorio con los Estados Unidos de Norteam?rica que se exprese en una legislaci?n justa. Rechazamos una vez m?s la construcci?n del muro fronterizo que no resuelve el problema y que es un insulto a toda la naci?n. Tambi?n rechazamos toda injusticia cometida contra nuestros hermanos centroamericanos a su ingreso y a su paso por nuestro pa?s.
11. Nuestra LXXXII Asamblea ha concluido con la revisi?n de nuestros organismos internos, el nombramiento de nuevos dirigentes y colaboradores, y el inicio de un nuevo trienio de trabajo. En mayo pr?ximo, el Santo Padre Benedicto XVI presidir?, en el Santuario de Nuestra Se?ora Aparecida en Brasil, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe con el tema: ?Disc?pulos y Misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida?. Pedimos la maternal protecci?n de la Sant?sima Virgen de Guadalupe para que esta nueva Asamblea de un nuevo impulso a la pastoral de la Iglesia en Am?rica Latina.
Por los Obispos de M?xico,
+ Carlos Aguiar Retes
Obispo de Texcoco
Presidente de la CEM + Jos? Leopoldo Gonz?lez Gonz?lez
Obispo Auxiliar de Guadalajara
Secretario General de la CEM
? 2006 CEM ::
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO