Domingo, 26 de noviembre de 2006
Cogido de "Hojas blancas" para repartir publicadas por el Centro de Pastoral Lit?rgica.


EL A?O CRISTIANO
PARA REVIVIR NUESTRA SALVACI?N


La fe cristiana no son unas ideas, no es una lista de cosas que hay que creer ni de comportamientos que hay que cumplir. La fe cristiana es vivir una historia, la historia de la salvaci?n de Dios, que tiene su centro en Jes?s, en su muerte y resurrecci?n. Y esto lo recordamos y lo vivimos a lo largo del a?o.

En los comienzos, los cristianos celebraban s?lo el domingo. Cada domingo se reun?an, compart?an la fe y la vida, escuchaban la Palabra de Dios y celebraban la Eucarist?a, recordando lo que es fundamental del ser cristiano: la resurrecci?n de Jes?s y la llamada a vivir tal como ?l hab?a vivido.

Pronto, sin embargo, empezaron a celebrar, una vez al a?o, el aniversario de la muerte y resurrecci?n de Jes?s, que hab?a sucedido en los d?as de la fiesta jud?a de la Pascua. As? naci? la Pascua cristiana, que se celebraba con una larga vigilia de oraci?n y fiesta por la resurrecci?n de Jes?s, y que es el origen de nuestra Vigilia Pascual. Y preparaban esta fiesta con dos d?as de ayuno, el viernes y el s?bado, recordando su muerte. En el siglo II, la fiesta de Pascua se fue ampliando hasta durar cincuenta d?as, lo que hoy llamamos tiempo de Pascua. Y m?s tarde, en el siglo IV, a?adieron cuarenta d?as de preparaci?n, el tiempo de Cuaresma.

Y fue tambi?n en el siglo IV que empezaron a celebrar la venida del Hijo de Dios al mundo. En Oriente lo celebraban el 6 de enero, y en Roma el 25 de diciembre. Y de aqu? nacen nuestras fiestas de Navidad y de Epifan?a. Y finalmente, tiempo m?s tarde, hacia el siglo VI, se cre? tambi?n un tiempo de preparaci?n a la Navidad, que es el Adviento.

As? qued? formando b?sicamente el a?o lit?rgico tal como ahora lo tenemos.
La fecha principal es la de la Pascua, el d?a del aniversario de la Resurrecci?n de Jes?s. La Pascua cambia cada a?o, porque el calendario jud?o cuenta el tiempo seg?n la luna (la Pascua es el domingo posterior a la primera luna llena de la primavera). En cambio, para la otra gran fiesta, la Navidad, el d?a en que la celebramos no es ning?n aniversario de nada, pues no sabemos en qu? d?a naci? Jes?s.

Con el a?o cristiano, o a?o lit?rgico, vamos viviendo la presencia de Jes?s y los momentos b?sicos de la salvaci?n, y vamos cultivando los sentimien?tos y las actitudes que esta historia de la salvaci?n nos invita a tener. Y cada a?o seguimos este itinerario:

ADVIENTO
el Se?or viene, nosotros lo esperamos,
y le preparamos el camino


El Adviento empieza cuatro domingos antes de la Navidad. Es un tiempo de esperanza, de deseo y de oraci?n para que cada uno de nosotros seamos transformados por el amor de Dios, y de trabajo nuestro para preparar el camino de este amor. As? nos preparamos para la venida de Dios entre nosotros. Una venida que no es s?lo un recuerdo de cuando vino a Bel?n hace dos mil a?os, sino que es una venida que se hace realidad constan?temente en nuestras vidas, y que se realizar? de manera definitiva al final de los tiempos.

NAVIDAD
Dios est? con nosotros


El 25 de diciembre celebramos una gran alegr?a, tal como lo anunciaron los ?ngeles: hoy nos ha nacido un Salvador, el Mes?as, el Se?or. Un ni?o en pa?ales acostado en un pesebre es el Hijo de Dios que se ha hecho uno de nosotros, carne de nuestra carne. Y empezamos unos d?as de fiestas en los que vamos reviviendo esta gran alegr?a, y que culminan en la segunda gran fiesta, el 6 de enero, en el que celebramos que aquel ni?o es luz para todos los pueblos, representados en aquellos sabios de Oriente que se acercan a adorarlo.


EL TIEMPO ORDINARIO
el camino del Evangelio


Acabado el tiempo de Navidad, empezamos unas semanas en las que no celebramos ning?n acontecimiento especial, ni se resalta ninguna actitud cristiana determinada. Sino que cada domingo estamos invitados a reunirnos como comunidad cristiana, convocados por Jesucristo, para escuchar su palabra y compartir su mesa. Es lo que llamamos "el tiempo ordinario". En estos domingos, lo que nos hace de gu?a e: ir leyendo, de manera continuada, uno de los evangelios, el que corresponda a aquel a?o. Para llenarnos, sencillamente, de la vida y las ense?anzas de Jes?s.


CUARESMA
llamados a convertirnos y a volver al Se?or


La Cuaresma es el tiempo de preparaci?n de la Pascua. Un tiempo en el que estamos llamados a reconocer que, a menudo, somos infieles a la vida nueva que hemos recibido en nuestro bautismo, a pedir perd?n por nuestros pecados, y a trabajar para convertirnos y renovar nuestra vida. Porque queremos acompa?ar sinceramente a Jes?s que camina hacia la cruz, para unirnos a su muerte y poder compartir con ?l su resurrecci?n. Los cuarenta d?as de Cuaresma empiezan el Mi?rcoles de Ceniza y nos conducen a vivir la alegr?a de la Pascua. Una alegr?a que s?lo ser? aut?ntica si realmente nuestra vida se ha transformado para parecerse m?s a lo que Jes?s ha vivido y ense?ado.


SEMANA SANTA
la muerte y la resurrecci?n de Jes?s

Los d?as de Semana Santa son los d?as centrales del a?o. Los d?as en los que conmemoramos lo que es m?s central de nuestra fe: Jes?s que, por amor, por su fidelidad al camino del amor de Dios, es detenido, torturado y ejecutado en la cruz; y que, por la fuerza de Dios, es resucitado de entre los muertos para vivir con Dios para siempre. Empezamos con el Domingo de Ramos, cuando aclamamos a Jes?s que llega a Jerusal?n, y afirmamos nuestra fe en ese camino. Y despu?s, al anochecer del Jueves Santo, empezamos lo que se denomina el Triduo Pascual: el Jueves, como una introducci?n, recibimos de ?l el sacramento por el que le tendremos vivo entre nosotros por siempre, la Eucarist?a; el Viernes, le acompa?amos en su pasi?n y su muerte, su entrega total; el S?bado, en silencio, estamos junto a ?l en el sepulcro; y en la Noche Santa de Pascua, celebramos la gran alegr?a de su resurrecci?n.


PASCUA
la Vida que no se acaba


ara celebrar la resurrecci?n de Jes?s no tenemos suficiente con s?lo in d?a. Por esto, ya desde los inicios, los cristianos quisieron dedicar un tiempo largo a recordar, una y otra vez, que Jes?s est? vivo entre nosotros, que nos ha dado su vida, que nos ha renovado y hecho hijos de Dios por el bautismo. Por esto, la Pascua dura cincuenta d?as, durante as cuales estamos llamados a alabar a Dios, a vivir el gran gozo de ser cristianos, y a transmitir a todos, con nuestra manera de vivir, la Buena Nueva del amor de Dios. La Pascua se acaba con el domingo de Pentecost?s, en el que celebramos que la resurrecci?n de Jes?s contin?a en nosotros, y en la Iglesia, y en el mundo entero, por el Esp?ritu Tanto, que es el mismo Esp?ritu de Jes?s que se nos ha dado.

EL TIEMPO ORDINARIO
el camino del Evangelio


Acabado el tiempo de Pascua, volvemos otra vez al tiempo ordinario, que son las semanas y los domingos en los que no celebramos nada en especial, ni se resalta ninguna actitud cristiana determinada. Esta segunda parte del tiempo ordinario empieza con dos fiestas, la Sant?sima Trinidad y el Cuerpo y Sangre de Cristo, el Corpus. Y despu?s sigue una serie de domingos, hasta que volvemos a empezar el tiempo de Adviento. Y en estos domingos, como en la primera parte del tiempo ordinario, seguir? haci?ndonos de gu?a la lectura, de manera continuada, del evangelio que corresponda a aquel a?o. Para llenarnos, siempre, de la vida y las ense?anzas de Jes?s.
Publicado por verdenaranja @ 21:03  | Liturgia
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