Hemos querido fundir dos signos en uno. Por un lado, el “Tronco de Jesé”, de profundo significado bíblico y, por otro, la Corona de Adviento.
Significado del Tronco de Jesé
“Tronco de Jesé” es el nombre con el que tradicionalmente se alude al árbol genealógico de Cristo a partir de Jesé, padre del Rey David. Tanto el evangelio de Marcos como el de Lucas parten de David para llegar a José, el esposo de la Virgen, dando así sentido a la antigua profecía de Isaías: “Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, de su raíz florecerá un vástago” (Is 11,1).
Durante el tiempo de Adviento, preparación inmediata a la Navidad, la imagen bíblica del “Tronco de Jesé” que reverdece, cobra especial significación. Nuestra espera confiada en la venida del Señor es también “reverdecer”, permitir que florezca la esperanza, dejar paso al frescor de la Vida que se acerca.
De ahí que, este año, queramos retomar como signo visible que ambiente en nuestras parroquias el itinerario de Adviento, el Tronco de Jesé que va floreciendo, cobrando vida.
Ahora bien, para que los signos que acompañan a la liturgia del Adviento sean expresivos es preciso que los destaquemos de algún modo. Sería interesante que buscásemos un tronco grande, visible, llamativo, y lo colocásemos en un lugar visible del templo. La dinámica sería similar a la empleada con la tradicional “Corona de Adviento”: sobre el tronco, desnudo aún la primera semana de Adviento, iremos progresivamente encendiendo las cuatro velas, al tiempo que “adornamos”, con hojas primero y flores más tarde, el tronco.
Al gesto semanal de encender la vela correspondiente y advertir que la vida va abriéndose camino en la corteza del árbol, deberá acompañar la consiguiente reflexión sobre lo que el signo quiere transmitir: La celebración anual del Nacimiento del Señor exige en nosotros una sincera apertura a la esperanza y a la renovación (reverdecimiento) interior. La Vida que Cristo nos trae con su Vida, no puede dejarnos indiferentes. El Adviento, de la mano de sus personajes y textos trata de hacernos caer en la cuenta de que “algo nuevo está llegando”, “Alguien” desea hacerse un hueco en nuestras vidas, en ocasiones áridas, para hacerlas florecer.
29?de diciembre de 2009
MONICI?N DE ENTRADA
Resuena hoy en nuestra asamblea un anuncio lleno de esperanza: ?el Se?or viene! Viene a renovar nuestras vidas, viene a renovar el camino de la humanidad y a conducirla hacia su Reino.
Hoy, al comenzar el tiempo de Adviento, se nos llama a vivir con alegr?a ese anuncio gozoso y a responder a ?l. Para recibir al Se?or hoy y todos los d?as, y para vivir un d?a para siempre en los cielos nuevos y la tierra nueva que ?l nos ofrece.
Corona de Adviento: Comencemos ahora la celebraci?n encendiendo el primer cirio de la corona de Adviento, que nos se?ala el camino hacia la Navidad.
Alguien de la asamblea, o el propio celebrante, enciende un cirio de la corona de Adviento. Entretanto, se puede cantar otra estrofa del canto de entrada, o bien decir las siguientes invocaciones, o lo que sea costumbre en el lugar.
Luz del mundo, que vienes a iluminar a los que viven en las tinieblas. SE?OR, TEN PIEDAD.
Gu?a de los hombres, que vienes a conducir a tu pueblo por las sendas de la verdad y de la justicia. CRISTO, TEN PIEDAD.
Fuente de vida, que vienes a curar las heridas de nuestra debilidad. SE?OR, TEN PIEDAD.
1.lectura (Jerem?as 33,14-16): Los anuncios de esperanza que los profetas dirig?an al pueblo de Israel hundido y dispersado, son anuncios de esperanza que se dirigen hoy tambi?n a nosotros. A nosotros tambi?n se nos asegura que vendr? un salvador.
2.lectura (1Tesalonicenses 3,12?4,2): Nuestro camino, nuestra vida, es una preparaci?n para el d?a de la venida definitiva del Se?or. Escuchemos ahora una llamada a vivir intensamente esa preparaci?n.
Oraci?n universal: Mientras esperamos la venida definitiva del Se?or, oremos para que su amor, su paz, su luz, transformen ya ahora nuestras vidas y las de nuestros hermanos. Oremos diciendo (cantando):VEN, SE?OR JES?S.
1.Para que llegue el d?a en que todos los hombres y mujeres del mundo entero puedan vivir en paz, con esperanza, confiados ante el futuro. OREMOS:
2.Para que los gobernantes, los pol?ticos, los que tienen el poder econ?mico o militar, trabajen sinceramente por el bienestar de todos, y especialmente de los que menos tienen. OREMOS:
3.Para que el pueblo de Israel, que recibi? desde muy antiguo la llamada del Se?or, se esfuerce al servicio de la paz y muestre ante el mundo el rostro amoroso de Dios. OREMOS:
4.Para que nuestros difuntos vivan para siempre la alegr?a de la vida nueva que Dios nos promete. OREMOS:
5.Para que todos nosotros, reunidos al empezar este tiempo de Adviento para celebrar la Eucarist?a, con?virtamos nuestro coraz?n para preparar la venida del Se?or. OREMOS:
Ven, Se?or Jes?s. Ven, y renueva el camino de la humanidad. T?, nuestro hermano, que vives 1 reinas por los siglos de los siglos.
Padrenuestro: Mientras esperamos la venida de su Hijo Jedsucristo, y la venida definitiva del Reino que ?l mismo nos anunci?, nos dirigimos al Padre del cielo diciendo:
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CPL
Nuestra Señora de Las Nieves de Taganana, fundada en 1506, es la primera parroquia de la capital y la cuarta de la Isla. Sin grandes alharacas, los vecinos de este pueblo presumen de haber sido municipio independiente de Santa Cruz.
(EL DÍA, 26 - XI, GABRIELA MAESTRE, Tenerife) A muchos vecinos les sorprenderá saber que la parroquia más antigua de Santa Cruz se halla más allá de las montañas, junto al bravo mar y rodeada de palmeras canarias, y no en el centro de la gran ciudad. Taganana se lamenta constantemente de su aislamiento, del desapego que con frecuencia tiene la capital tiene hacia ella, ya que son muy pocos los que la recuerdan cuando piensan en el municipio, y sin embargo para muchos viene a ser como la capital de ese otro mundo que es Anaga. Aunque en la actualidad posea la categoría de barrio, durante gran parte de su historia se consideró como pueblo y fue municipio independiente, de ahí que hoy presuma de ser la parroquia más antigua de Santa Cruz de Tenerife y la cuarta de la Isla. Los 500 años de presencia de la Iglesia Católica así lo avalan.
La profesora de la Universidad de La Laguna Constanza Negrín ha dedicado gran parte de su vida a desentrañar la verdadera y completa historia de este emblemático lugar, y gracias a ello ha podido establecer que en 1506 ya existía dicha parroquia, si bien hay documentos que apuntan a un año antes y otros a uno más tarde. Según explica Negrín, "seguramente en esta fecha el templo no sería más que una pequeña capilla construida de materiales pobres como piedra y barro y techo de cañaveral, pero de lo que no hay duda es de que ya existía, siendo en 1511 cuando se comenzó a construir lo que, con el tiempo, será el núcleo de la iglesia actual".
Tagananera de origen y de corazón, Constanza Negrín es una de las personas que más profundamente ha estudiado el patrimonio de esta zona de Anaga, y no puede dejar de destacar especialmente el famoso tríptico flamenco con el que cuenta la iglesia, pero, ¿dónde radica la importancia de esta obra de arte? Según la experta, "es una pieza de importación nórdica, y pese a que hubo muchas obras similares en Canarias, esto viene a demostrar las importantes relaciones comerciales que tuvo Taganana a finales del siglo XIX, ya que contar con una obra de la escuela flamenca era como tener un tesoro, un auténtico privilegio para cualquier templo". En este sentido todo parece indicar que el tríptico llegó al pueblo costero gracias a la mediación de un comitente, sin que se haya logrado clarificar con seguridad quién fue.
El estudio en profundidad de esta iglesia ha mostrado a Negrín gran parte de la historia de este singular enclave, que fue otorgado por el Adelantado Fernández de Lugo en 1501 a 16 personas llegadas de Lanzarote y Fuerteventura para la explotación de la caña de azúcar, y aunque también fue un importante núcleo vitivinícola, a lo largo de la historia sus habitantes nunca han vivido en la opulencia. Sin embargo, la presencia de la iglesia marcó profundamente a los tagananeros que profesaban un gran fervor religioso, hasta el punto de que en 1621 construyeron la ermita de Santa Catalina a escasos metros de la Iglesia de las Nieves. No obstante, y pese a la humildad generalizada de los habitantes, las donaciones de orfebrería y alhajas a la parroquia fueron frecuentes y la participación en la vida espiritual quedó plasmada en la creación de importantes cofradías que aún hoy perviven.
Tal vez por ello el cura de Taganana siempre ha sido un referente para sus vecinos, un punto de encuentro y un nexo de unión con el resto de la Isla, de la que permanece aislada, en ocasiones, por propia voluntad. Pese a haber pasado varios párrocos, todos ellos son recordados con gran cariño y respeto por los vecinos, que siempre los han tenido como intercesores no sólo ante las instancias divinas, sino también en otras más terrenales, como son los ayuntamientos y demás instituciones.
Según la historiadora del Arte, "el pueblo ha tenido suerte, pues los diferentes párrocos han sabido conservar y restaurar el patrimonio", y destaca no sólo el famoso tríptico, sino también la importante colección de platería latinoamericana.
Medio milenio de la presencia de una iglesia supone una larguísima trayectoria de fe y devoción que pocas localidades puede conmemorar. Pero de forma discreta, casi silenciosa, Taganana lo celebra sin grandes pompas y sin gritarlo a los cuatro vientos, lo que la convierte, una vez más, en un ejemplo de la histórica humildad que ha caracterizado desde siempre a esta zona.
Historia
EL convento de Santa Clara, primer monasterio femenino de Santa Cruz de La Palma, tuvo su origen en una pequeña ermita dedicada a la "Gloriosa Santa Agueda", desde 1594 "Patrona de la Ciudad" y "Abogada de las Mieses". Un punto éste sorprendentemente desconocido por la inmensa mayoría de los ciudadanos en la actualidad. De este recuerdo tan sólo queda una estrecha callejuela con su nombre que recorre, desde el inicio de la colina donde se ubica el ex cenobio, bajando la ladera —rodeando el actual Parque Infantil con una escalinata— hasta llegar a la confluencia con la calle Baltasar Martín, en las cercanías de la plaza de San Francisco y paralela a la ermita de San José.
La congregación de las monjas claras, con la ayuda de las familias más adineradas y poderosas, fundó un convento junto a la bella ermita. Según el acta del Cabildo de 9 de junio de 1600, se dice que "se esta edificando el Convento de Monjas Claras". En la del 28 de julio de 1603 se faculta al Padre Canino para "cortar la madera de los montes que falta para acabar el convento".
Al ser suprimido el monasterio de Santa Agueda el 28 de diciembre de 1837 por las leyes de la desamortización de las clausuras, el Ayuntamiento de la capital palmera solicitó al Gobierno de Su Majestad, se le "diese el edificio para trasladar a él el Hospital y Cuna de Expósitos". Esto le fue concedido por la Real Orden de 14 de junio de 1842. Desde entonces se hallaron establecidos los dos asilos benéficos, sirviéndoles de oratorio la misma iglesia del convento. Lamentablemente este precioso recinto está cerrado durante toda la semana, tan sólo abierto para los cultos del domingo por la mañana y, excepcionalmente, para otros actos aislados, como Semana Santa (procesión del magnífico grupo escultórico de "La Piedad" y visita al "Monumento") y Función de Santa Rita...
Patronazgo
Corría la segunda mitad del siglo XVI cuando, según afirma Viera y Clavijo, ante la calamidad de los tiempos y las múltiples adversidades a las que estaban expuestas las cosechas —que no llegaban a satisfacer las necesidades de la Isla—, el Cabildo elige por suertes a la "Mártir Santa Agueda" como "Abogada de las Mieses". Se procede a aco¬meter la edificación de su ermita en la zona alta de la ciudad, en la que de inmediato comienza a venerarse su imagen traída de Sevilla. Así lo relataba Viera y Clavijo:
.. echaron suertes y salio por abogada de las mieses la santa mártir...".
Es curiosa esta advocación en La Palma, . ya que no se conoce ninguna relación suya con la agricultura y la ganadería, por lo que se presenta como un interesante caso de advo¬cación cambiada producido al azar.
En los años setenta del siglo XVI, las Actas Capitulares, conservadas en el Cabildo capitalino, dejan entrever de modo constante la escasez de trigo que padecía La Palma durante largos períodos, "comisionando aquella corporación a los distintos comer¬ciantes radicados en la Isla para que importasen granos de otras islas del Archipiélago, Madeira e incluso Flandes".
Según las crónicas del alcalde palmero Juan Bautista Lorenzo Rodríguez, en el Acta del Cabildo de la ciudad fechada el 7 de mayo de 1607 se da a conocer que la fundación del Convento de Santa Clara tuvo lugar en el mismo emplazamiento donde se hallaba la ermita de la santa, para lo que fue, lamentablemente, demolida.
Volviendo a la época de mayor auge de la festividad de la Santa Mártir siciliana, se recoge en la obra Noticias para la Historia de La Palma de aquel edil y cronista, que "el Cabildo había hecho voto y promesa de guardar su día haciendo procesión solemne a su casa", que fue edificada, según reza un acta de 1607, "con gran fervor con limosnas de los vecinos e se trajo su ymagen despaña".
En el plano de Santa Cruz de La Palma que levantó en 1590 el italiano Torriani aparece dibujada esta iglesia, denominada por él "Santa Agata, prottetora della Cittá".
Y como Patrona de la ciudad y de las mieses, continuó siendo invocada en épocas de calamidades públicas. Así, en 1747 se acordó "hacer procesiones de Inocentes según a sido costumbre", y llevar la imagen de la Santa a la Parroquia Matriz de El Salvador. Allí se le ofrecía un novenario "en atención a la pública falta de agua y estar los sembrados en términoz de perderse".
Tenían lugar solemnes procesiones en su honor, en las que acudían todos los pendones de los gremios y multitud de feligreses que rendían pleitesía a su patrona local. Erróneamente se cree que Nuestra Señora de La: Nieves es la Patrona de la Ciudad. Entre otro: muchos honores y títulos, Ella es la "Alcaldesa Honoraria y Perpetua" de la misma } "Patrona de la Isla", junto con San Migue Arcángel.
Existía la obligación de la limpieza de todas aquellas calles por las que pasaba 1a solemne procesión de Santa Águeda. Así quedaba ordenado en los distintos edictos promulgados desde el Cabildo de la Ciudad.
La importancia de la tierra para su subsistencia explica el sentido trascendente que alcanza esta Protectora de la Ciudad de Santa Cruz de La Palma. Insisto que nos encontramos ante una devoción inexplicable y absurdamente olvidada.
La imagen
Dentro de la abundante producción escultórica de origen andaluz —más concretamente sevillano— existente en La Palma de los siglo XVII y XVIII, encontramos una magnífica muestra salida de los talleres activos de 1a capital hispalense en el último cuarto del siglo XVI.
Se trata de una preciosa talla de tamaño natural y bulto redondo de 1,22 mts que se halla entronizada en la hornacina inferior izquierda del magnífico retablo dorado de 1a iglesia del Hospital de Dolores, primer ejemplo del barroco palmero y cabeza de una larga estirpe.
La impresionante efigie de la Santa —tradicional y erróneamente catalogada como flamenca—, fue concebida como una hermosa Venus rubia. Así, el Dr. Hernández Díaz la describe como una "Sagrada Venus" para significar la orientación clasicista de esta representación femenina. Con respecto al sitio de su procedencia, Herrera García, nos informa de que"... al constituirse Sevilla en escuela escultórica de primer orden y los gustos de la aristocracia local palmera, mucho de cuyos miembros eran de origen andaluz, comenzaron a manifestar cansancio por los reiterativos modelos de la plástica flamenca, adscritos a esquemas goticistas".
De equilibrado volumen y de elegancia su porte y en la caída de su larga túnica dorada y policromada, la bella escultura es un magnífico ejemplo de la imaginería hispalense del manierismo bajorrenacentista. Su procedencia sevillana está confirmada en las actas del Cabildo, después de 1574.
En cuanto a su postura, el pie derecho mantiene el peso del cuerpo, mientras que la pierna izquierda se adelanta en elegante movimiento, flexionando la rodilla a modo de "contraposto". Según don Francisco J. Herrera García, esto `produce una ordenada conjunción de las masas y evita la apariencia de bloque rígido". Un perfecto juego de volúmenes y estados de tensión coordinados en equilibrio y armonía.
El profesor palmero don Jesús Pérez Morera incluye esta pieza (en 1989) como representativa del quehacer de los talleres hispalenses del momento. Herrera García la atribuye más concretamente al taller del esculor abulense Jerónimo Hernández, considerado fundador de la escuela sevillana de escultura.
La proximidad de la Sta. Águeda con alguna de sus obras de carácter mariano es más que notable. Véase la "Virgen de la O" de Ubrique (1575), la "Esperanza" de Ecija (1578) o la "Virgen de la Grana" de Guillena (1578-80). Algunos de estos ejemplares marianos procedentes de su taller, realizadas en los años setenta del siglo XVI pueden servir para "comprobar la similitud en rasgos compositivos, expresión y sentido clasicista con la obra que analizamos ".
Sobre su cabeza tiene una corona real de plata –exquisita pieza de orfebrería-, como las mártires más famosas, y porta sobre su mano izquierda una gran palma dorada, símbolo de la victoria del martirio sobre la muerte. Es curiosa la postura de esta piadosa insignia: parece flotar sobre el lado izquierdo, sobre su pecho y su mano, mientras que los dedos medio e índice recogen el manto elegantemente y acercan a su cuerpo la bien tallada palma martirial. Para ello, su brazo describe una ligera inflexión.
En actitud erguida, la Mártir mantiene con la mano derecha, que a tal efecto adelanta, una bandeja de plata con sus dos pechos. Herrera García nos dice lo siguiente del objeto artístico: "la bandeja, en este caso desprovista de las muestras de su martirio al tra¬tarse de una pieza de plata extraña a la escultura..."
Los pechos del plato han sido histórica y popularmente confundidos con panes. Por ello hay zonas en la que en el día de la Santa de Catania, los feligreses llevan al altar panes sobre una bandeja. La mártir suele estar representada formando pareja con Santa Apolonia –que lleva pinzas o tenazas– y con Santa Lucía –que presenta sus ojos sobre una bandeja–. Es curiosa la representación de "Santa Apolonia de Alejandría" en la vecina iglesia de San Francisco. Allí se le representa con un martillo, inusual según su hagiografía y atributos personales.
"El rostro, de fina factura pese a las evidentes señales del paso del tiempo y los repintes labiales, se inclina hacia la derecha de tal modo que orienta la mirada al contenido de la bandeja, entornando los ojos de los que emana un profundo sentido de resignación". Herrera continúa su pormenorizada descripción de la Patrona de la Ciudad, tras analizar su belleza facial: "se completa con la del cabello, descubierto al no sobrepasar el manto la altura de los hombros, permitiéndonos así admirar el exquisito trabajo de la gubia que distribuye los mechones capilares en suaves ondulaciones, mientras a la altura del cuello descienden en curvatura. Es una cabellera que no puede ocultar profunda raigambre clasicista, propia de una elegante matrona romana ".
Otra de sus características es el perfecto tallado de su perfil, la sutileza de las formas faciales, cejas finas, ojos tristes semiabiertos, barbilla redondeada, pequeña y delicada nariz...Todo estos mimados detalles "se complementan con la entereza y firmeza propias de la mejor escultura romanista; no existen atisbos de dolor,' la serenidad y fortaleza co¬jugan sus efectos para proporcionar así pureza y equilibrio de inequívoco sello bajo renacentista ".
La holgada túnica dorada está ligeramente plisada sobre la pierna izquierda, "evidenciando el contraposto" y el manto terciado sobre el tórax continúa un recorrido oblicuo para luego, después de sobrepasar el brazo derecho, deja caer rectos los pliegues rectilíneos.
Durante estos siglos de existencia, la bella talla virginal ha sido objeto de desafortunados repintes. Su exquisita policromía, a pesar de todo, se ha conservado perfectamente. Dominan los tonos dorados del pan de oro que, incluso recubre el cabello. El amplio manto y la delicada túnica "se hallan recubiertos de motivos vegetales punteados, entre los cuales el espacio intermedio fue rellenado con una tonalidad ocre que oculta la primitiva estética del estofado".
Antigua y venerada advocación
La elegante y hermosa efigie de la Patrona de la capital palmera -en realidad, Copatrona junto a la "Gloriosa Santa Cruz"–, lo es también de las enfermeras, ya que sanó de las heridas producidas al ser arrancados sus senos durante su martirio el 5 de febrero del año 251, ejecutado por orden del prefecto Quintianus, durante la persecución del emperador Diocleciano. Por este motivo es invocada también por los aquejados de dolen¬cias en el pecho y tórax.
Era extraordinariamente atractiva y hermosa y por ello deseada por aquel tirano, el cual le preguntó: "¿Qué decides?¿Estás convencida de que lo que tú adoras es una aberración? ". "¡Oh, no! –contestó Agueda–, cada día que pasa me persuado más de que estoy en la única verdad y Jesucristo es el único salvador que da la vida eterna ". Para hacerla desistir de su fe y convertirla en una apóstata, el cruel senador mandó azotarla bárbaramente y, encerrándola en una oscura prisión, le aplicaron los tormentos más terribles. El amor desairado llegó, en su crueldad, a todos los refinamientos: intento de seducción a través de una perversa mujer, Afrodisia, para que la sometiera a una violación virtual en un prostíbulo. Milagrosamente, como Santa Inés, conservó la virginidad. Sufrió con garfios acerados y ardientes, y su cuerpo fue retorcido cuando fue atada en una columna cabeza abajo. El tirano mandó que le cortasen los pechos a "aquella inocente y virginal azucena". En esos instantes ella le gritó: "¿No te avergüenza amputar del pecho de una mujer lo que has mamado cuando tu madre te amamantaba? ". Fue curada por San Pedro que se le apareció en el calabozo. Compareció nuevamente ante el tirano y éste la mandó acostar desnuda sobre una capa de trozos de vidrio y brasas en su celda. En esos momentos, la tierra tembló.
Otros pueblos le rezan en días de tormenta con aparato eléctrico, como a Santa Bárbara tal y como sucede en las regiones italiana; de Palermo y Catania, donde además se 1e considera la protectora de los volcanes. También es patrona de Malta y de los fundidores de campanas. Se cuenta que, un año después de su martirio, una erupción del Etna estuvo a punto de sepultar varios poblados. Se considera un milagro de la Santa el que la lava se detuviera a las puertas mismas de la ciudad de Catania. También en el momento de su muerte, y cada año el día de su aniversario, el volcán vomita torrentes de lava. En Italia, su velo, conservado en la catedral de Florencia, se llevaba en procesión para apagar los incendios.
En Toulouse (Francia) estaba prohibido hilar o hacer la colada el día de su fiesta. Quizá porque Santa Águeda había reemplazado a una divinidad pagana que personificaba la mala estación: se creía que la rotación del huso provocaba torbellinos de viento y la agitación del agua de las fuentes llamaba a la lluvia.
Se atribuye el papa Gregorio I la introducción de su nombre en el canon romano de la misa; y el gran papa español San Dámaso canta en el siglo VI su gloriosa vida. La visita del apóstol San Pedro para restañar las heridas cuando la santa italiana estaba en la cárcel también son parte de las leyendas que alimentan la devoción popular hacia la santa más cantada de la antigüedad por los poetas y la más representada por los pintores y artistas. Un cuadro custodiado en el Museo del Prado de Madrid, por ejemplo, de Carlo Caliari "Veronés" de fines del s. XVI, nos presenta a la santa con su seno derecho cor¬tado y un ángel tras ella reconfortándola y entregándole la simbólica palma del triunfo del martirio y la virginidad sobre la muerte.
Su onomástica se celebra el 5 de febrero. Este día era muy importante en la ciudad de Santa Cruz de La Palma. En la obra Descripción de todo lo que pasó en la Bajada de Nieves de 1815 (recuperada por el cronista oficial de la capital, don Jaime Pérez García), se ofrece una pormenorizada relación de actos que, con tal motivo, se dieron en la capital. Coincidieron: la Bajada de la Virgen de Las Nieves, los Carnavales –el 4 de febrero fue Sábado de Carnaval–, y al día siguiente, la Fiesta de la Mártir: "... fue la fiesta de Santa Agueda y predicó el Beneficiado Díaz; jamás en la Palma se hizo mejor sermón. En. la noche del mismo día hubo sarado casa de don Rafael Monteverde... "
El retablo
Está entronizada en el magnífico retablo mayor del antiguo convento de Santa Águeda, hoy Hospital de Dolores, cuya atribución cronológica es de aproximadamente 1679 a 1697.
El primer cuerpo es obra del prestigioso maestro Andrés del Rosario (1679-1693); su yerno Juan Fernández lo concluyó en 1697. En la hornacina central se hallaba la Inmaculada Concepción, talla en madera del siglo XVII que posteriormente fue trasladada a la sacristía. Actualmente ocupa este lugar preferente la bella talla flamenca de Ntra. Sra. de La Piedad (anónima del siglo XVI, titular de la antigua casa hospital).
Con ornamentación plateresca y técnica barroca, este retablo acusa la influencia portuguesa en el cierre semicircular de su remate y en los fondos de flores, frutas y pájaros –imagen del Paraíso– que decoran las hornacinas. En una de ellas se veneraba la bella imagen de candelero de Sta. Clara de Asís, quemada por una monja loca en los aledaños del actual Aeroclub, y en la que ahora se encuentra la efigie de San José. Esta talla barroca fue traída de México en el siglo XVIII por el navegante Ambrosio Rodríguez de la Cruz. Tiene altar propio en el lateral del templo en el que se venera a otra imagen de La Inmaculada.
Fue restaurado en el año 2001 por el Taller de Restauración del Cabildo de La Palma (restauradoras: Isabel Concepción e Isabel Santos). En la delicada obra colaboraron, entre otros, Domingo Cabrera (restaurador), Rodolfo Rodríguez (carpintero) y Carlos Pérez (Ayte. de carpintero). También el personal de obras de este Cabildo –unidad técnica del Patrimonio Histórico– y la Empresa de Construcción y Restauración Miguel Hernández Ventura.
Es un precioso retablo de dos cuerpos y tres calles con cierre semicircular sin ático cuyo entablamiento superior se curva siguiendo la trayectoria de la hornacina. Sobre él se coloca el remate como solución lusitana. Es el ejemplo de prototipo de retablo barroco palmero al que le seguirán una larga estirpe. Estamos ante una verdadera obra de arte.
La novena
Novena a la Gloriosa Virgen, y Martyr Señora STA. AGUEDA. Dala a luz el Sr Don Roberto d Lahanty, Teniente Coronel de Cavalleria, y Sindico General desta Provincia de San Diego de Canarias. Año de 1760. Conlicencia: en Sta. Cruz de Thenerife por
D. Pedro Joseph Pablo Diaz, Impresor Mayor de Guerra, y Marina en la calle del Sol.
"En este primero dia se considera la constancia, que dio la divina gracia á nuestra Santa con la qual favorecida resiste á las lisonjas del presidente y governador Quinciano, poniendola su alma en custodia con la llave de la Fé, y fidelidad á su eterno y Divino esposo, de dode dirás a su majestad la Oracion siguiente: Altisimo Señor mio y Dios eterno, yo os pido y suplico por la intercesión de vuestra querida Esposa Santa Agueda, os digneis de poner con el, favor de vuestros auxilios, guardas y custodias á mis labios, para que jamás mis palabras, ni conversaciones deslicen en ofensa vuestra ni del proximo y conservando mi corazon en pureza de con-ciencia vivais siempre en mi alma por gracia. Amen. Pater noster y Ave Maria."
En 1760 se imprimió la Novena a la Gloriosa Virgen y Martyr Señora Sta. Agueda, cuyo probable autor fue el mecenas irlandés Roberto La Hanty. Este opúsculo salió de la imprenta de la calle del Sol de la capital pal¬mera, primera de la Isla. Manuel Poggio nos informa de que es un folleto en doceavo de 32 páginas y de humilde impresión, "que goza de un lugar privilegiado en la historia de nuestra tipografía, ya que se encuentra entre las veinticinco primeras obras salidas del taller de Guerra y Marina, lo que lo con-vierte en uno de los entrañablemente denominados incunables canarios". Estamos ante otra muestra de la primigenia importancia de esta advocación.
Se inicia con una «Oracion, y Ofrecimiento, para todos los días»: "Omnipotente Dios, y Señor de infinita Bondad, que siempre en nuestros admirable, en las virtudes, y gloriosissimo Martyrio de vuesa querida Esposa Santa Agueda hazeis tan, ostentacion de maravilloso; de todo mi con zon contrito, y arrepentido, os amo, ador y dedico esta Novena para mayor hora vuestra, y esplendor de la Santidad des, vuestra Santa Esposa..." Después de 11 nueve oraciones y ofrecimientos, una pa] cada día del novenario, el piadoso autor coi cluye con una plegaria dirigida por 1 Comunidad de Monjas Claras: "Asi, pues Virgen gloriosissima, dignissima Patrona, Abogada nuestra (...) Mirad siempre co benignos ojos las hijas, yfamilia desta vuestra Casa, y assimismo á toda esta Republica de quien eres Abogada... " Se custodia en los archivos de la Sociedad "La Cosmológica'
Una propuesta para su rescate
Poggio en su referencia a la Novena, nos dice que "esta imagen (...) debió gozar de cierto culto en el pasado, aunque hoy en día ya he perdido toda su significación especial".
En julio de 2005 se celebró la 66a Bajada de la Virgen y se organizaron también grandes festejos especiales en su honor por el 75 aniversario de la Coronación Canónica de la milagrosa efigie. Tal y como propuse, hubiera sido un marco apropiado para res-catar, de una vez por todas, la veneración de Santa Agueda que hubiera ejercido como anfitriona de la ciudad. Hubiera podido, por ejemplo, presidir el comité de bienvenida a Nuestra Señora de Las Nieves, junto con el Pendón Real, autoridades y pueblo, en la "procesión de la búsqueda" de la venerada imagen mariana para traerla a El Salvador desde la Encarnación en la mañana del Domingo Grande. Tal vez, incluso, podría haber participado en la "Procesión General" con los Patrones: la Virgen, la Cruz y San Miguel. Una vez hubiera sido entronizada y rescatada oficialmente la advocación mediante un novenario, etc., podría darse a Santa Cruz de La Palma la fiesta anual grandiosa que tanto anhela y tanto se merece –cuando no sea año de Bajada– preferentemente en el verano. Esto generaría riqueza en el municipio, tanto devocional como económica. Esta fue mi propuesta que no tuvo apoyo alguno por parte de instituciones, etc.
De todas formas, el día 5 de febrero, su onomástica, podría hacerse anualmente alguna fiesta litúrgica en su honor, como novena y procesión. Ese día hay alguna que otra persona que deja unas flores a la santa en su retablo. Hay alguien que se acuerda de ella
Es lamentable que nuestra ciudad, tan amante de recuperar y mantener las tradiciones, haya dejado extinguir precisamente una fiesta ancestral y bella corno ésta, nada más y nada menos que la de su Patrona. Es tal el abandono que prácticamente nadie conoce ya esta historia. Considero necesario recuperarla para el bien de la memoria histórica de nuestra orgullosa comunidad. Es de justicia.
Recordemos en la Bajada de 1765 cómo Santa Águeda junto a la imagen desaparecida de Santa Clara ejercían de anfitrionas en la recepción de la Virgen de Las Nieves en su visita al monasterio de monjas claras: "...aquí huvo mucho fuego que disparó la devocion de aquellos vezinos Subió la Santísima Reyna a la plaza de las monjas a cuia entrada estaban las peregrinas ymágenes de Señora Santa Agueda y Santa Clara adornadas con el primor más lucido, esperando a la señora, a quien luego que llegó, hizieron reverencia. La acompañaron hasta su throno, donde ya colocada, cantaron las Religiozas una célebre tonada que duró quasi media hora..."
Bibliografía
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HERRERA GARCÍA, Francisco J. «Una escultura sevillana del último
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POGGIO CAPOTE, Manuel. «Aportación al catálogo de la primera imprenta canaria: Roberto La Hanty y una Novena a Santa Águeda», Noticias. P,l Museo Canario, n" 6 (Tercer cuatrimestre del 2002)
LORENZO RODRÍGUEZ, Juan Bautista. Noticias para la Historia de La Palma, La Laguna-Santa Cruz de La Palma, 1975.
PÉREZ GARCÍA, Jaime. Descripción de todo lo que pasó en la Bajada de Nieves de 1815
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MARTÍN RODRÍGUEZ, Fernando Gabriel, Santa Cruz de La
Palma. La Ciudad Renacentista. [s.l.]: Ccpsa, D.L., 1995 RODRÍGUEZ ESCUDERO, José Guillermo. «Algunas advocaciones palmeras y su relación histórica con la ganadería, el hombre y el medio». El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria. II Época, n° 8, agosto 2004.
Mi agradecimiento a la Directiva y al Personal de la Sociedad "La Cosmológica", así como a la Biblioteca Pérez Vidal y, especialmente, a Manuel Poggio del Archivo General.
Se cuenta que una vez un niño robaba en la escuela bolígrafos, cuadernos y hasta libros de sus compañeros, y como si fuera una cosa buena, se los llevaba a la madre y ella, lejos de corregirlo, aprobaba el robo. En otra ocasión robó un reloj y luego una pulsera, y luego una cartera con dinero y la madre también aceptó el robo. Así fueron pasando los años y el joven termino convirtiéndose en un ladrón muy peligroso. Por fin un día, cuando intentaba hasta matar a una anciana para robarle, le agarró la policía, le esposaron con las manos detrás y lo llevaron a la cárcel. Mientras tanto su madre, llorando, le seguía detrás sintiéndose culpable. Entonces el ladrón llamó a su madre para decirle algo al oído; pero al acercarse, el hijo, de una mordida le arrancó la oreja.
La madre dando un grito de dolor y reprendiendo su acción le dijo: hijo, no conforme con cometer tantos robos, encima ahora me hieres a mí, mordiéndome la oreja. A lo que el hijo le contestó: par tu culpa, madre, soy ahora un ladrón y voy a la cárcel. Si la primera vez que robé los libros en la escuela me hubieras corregido, hoy no sería un repugnante ladrón. Y termina la moraleja: «lo que no se corrige en la niñez, crece y se agranda después».
También se dice que la planta se endereza desde que es pequeña.
!Dios mío, Dios mío! Qué importancia tan grande tiene la educación en los primeros años. Dicen los psicólogos que el niño se empieza a educar desde un cuarto de hora antes de nacer. Dicen los padres respon¬sables, «que llore y patalee ahora mi hijo, para que no llore yo mas tarde». También se dice que el niño llora por una de los tres motivos siguientes:
1 - Porque tiene hambre, entonces hay que darle de comer.
2 - Porque está enfermo, en este caso llevarlo al médico.
3 - Por capricho. Entonces, que llore y chille, aunque moleste, porque el niño no tiene otra manera de llamar la atención y reclamar algo, que el llanto, y no digamos, si hay visita en la casa. Entonces más se extrema, para que le concedan todo, porque sabe que molesta y para quedar bien con los visitantes le dan todo lo que pida para que se calle. Entre tanto se van volviendo caprichosos y más tarde son soberbios y hasta tiranos y des-obedientes e ingobernables. La honradez se educa, como se educa el corazón.
Cuando uno tiene el sentido de la honradez, se crea en uno como una traba mental, como una alergia, a no quedarte nunca con lo ajeno. Recuerdo que una vez, fui a bendecir una casa y el dueño de la misma trabajaba en una empresa grande de construcción y después de bendecirla me dice: «y no me ha costado ni un euro los materiales». Los azulejos, el piso, la grifería, todo lo de la electricidad, las piezas del baño, excepto la bañera, que no le cabía en el coche, lo había robado en la empresa y encima lo contaba como una proeza. iQué pena que me lo dijo después de la bendición! Y entonces pensé, iCuántas cosas se habrán llevado en Santa Rita!, a pesar de tanta cámara. Un maestro que teníamos llamado don Elisio, que hace muchos años está disfrutando de la paz del cielo, nos inculcaba una y otra vez, la honradez. Nos decía que se empezaba robando un alfiler y cada vez más hasta que terminas en la cárcel.
SI ERES HONRADO DE VERDAD, NO TE IMPORTE QUE TE CRITIQUEN y hasta te levanten calumnias por todos los millones que «dicen» que han robado. Es muy fácil decir «ladrón», «ladrona». Para uno decir que una persona es ladrona, hay que tener pruebas, porque todos tenemos derecho a la buena fama. Siempre se presume la inocencia y la bondad de la persona. Para decir que una persona es culpable o mala hay que demostrarlo con pruebas. ¿No han oído nunca, fulanito de tal es presunto asesino? No obstante cuando es honrado de verdad aunque alguien lo ponga en duda, hay que estar tranquilos porque siempre la verdad al final triunfa, aunque algunas veces, desgraciadamente, se descubre la verdad después de muerto.
Yo tengo que darle gracias a mis padres y a aquel tal Don Elisio, porque eran muy duros a la hora de la educación, y tengo que dar las gracias por los castigos que me puso mi padre, cuando iba a robar peras o castañas o uvas, con los amigos, para que no terminara siendo un golfo o un ladrón «el día de mañana». Mi padre nos contaba que él había tenido diferentes trabajos y siempre salía con la cabeza en alto.
Recuerdo que una vez llegó mi padre a mi casa y vio encima de la mesa un montón de peras. Mi madre no estaba en esos momentos. Al entrar mi padre, sin más, preguntó, ¿dónde robaron esas peras? Le hizo cargar a mi hermano, el más viejo, el saco con las peras y nos hizo llevarlo a Barroso, caminando, unos 5 km., aproxi¬madamente. Llegamos a la casa del dueño del peral y delante del dueño le dijo a mi hermano que devolviera las peras y le pegó dos tortazos, añadiendo: tú eres el más viejo y deberías darle buen ejemplo a tu hermano y no hacerle cómplice de robo. A mi no pegó, porque era más pequeño. Esto no lo hemos olvidado jamás, ni yo, ni mi hermano. El dueño del peral le dijo a mi padre, que no sea tan duro y mi padre le contestó: esto son mis
hijos y déjeme educarlos como yo sé. No quiso coger ni una sola pera que aquel buen hombre le ofreció. «Pobres; pero honrados», le contestó mi padre. -iQué maravillosos padres puso Dios en mi vidal. Ya están los dos en el cielo y yo tengo que seguir honrándolos, desde aquí, donde me toca seguir luchando.
Se cuenta también de un padre que fue a robar naranjas a una finca y puso al hijo a acechar a ver si venía el dueño. El hijo se subió a un árbol para vigilar. En un momento dado, le dijo el padre al hijo, ¿nos está viendo alguien? Y el hijo le contesta: sí, papá. Te están viendo. El padre se puso todo nervioso y le volvió a preguntar, está muy lejos, y el hijo le volvió a responder, no papá, esta cerquita de ti. Más nervioso se puso y no sabia para donde tirar. El hijo volvió a decirle: sí, papá, te está viendo Dios desde el mismo momento que saltamos el muro para entrar a robar. Se cuenta que entonces el padre abrazó con lágrimas a su hijo y le dijo: jamás va a ocurrir esto. Jamás robaremos, ni un alfiler. Gracias hijo por la lección que hoy mismo me has dado. En la catequesis me enseñaron, que Dios está en todas partes y que conoce hasta nuestros deseos y pensamientos.
ES ÉL QUIEN NOS VA A JUZGAR Y TAMBIÉN NOS CONTROLA.- Por la avaricia del dichoso dinero, Judas se empeñó en traicionar al Maestro y obsesionado por recoger el premio convenido, ni escuchaba las indirectas que el Maestro le lanzaba, para ver si cambiaba. En una ocasión les dice: ¿No soy yo quien los he elegido? Sin embargo «uno de ustedes es un diablo». En otra ocasión les dijo, en la última cena: Esta noche «uno de ustedes me va a vender». Yen el mismo momento de la traición le vuelve a decir: «Judas, ¿Con un beso, vendes a tu Maestro?
Recuerdan ustedes en otra ocasión, cuando la Magdalena rompe el frasco del perfume y llena de fragancia toda la casa y Judas replica: hombre ¿Para qué este despilfarro? Este perfume es carísimo y se podía haber vendido, para que con el dinero ayudemos a los pobres. San Juan Evangelista pone la coletilla, que a Judas, lo que menos le importaban eran los pobres, sino que como era el tesorero robaba de la bolsa lo que ponían en ella. En aquel entonces no había un contable para llevar el control de entradas y de salidas, o de ingresos y gastos. Luego el Señor salió en defensa de la Magdalena diciendo: «Dejen en paz a esta buena mujer, lo que ha hecho es una buena obra y pobres los tendrán siempre».
Y FÍJENSE COMO ACABO JUDAS.- Encima no disfrutó del dinero, ni se lo recogieron. Tuvo que tirarlo y luego se ahorcó. Ese fue el triste final de un ladrón. El robo es como una droga. Una vez me comentaba una señora que cuando iba a comprar a un supermercado, siempre tenia que robar algo, aunque sea una lata de sardinas. Que si no robaba algo, no le sabía la compra.
También dice el refrán que tanto va el cántaro a la fuente que alguna vez se rompe. No tienen que robar nada. ¿Ustedes no se han dado cuenta de las horribles cantidades que han robado y roban personas que ya, de por si, tienen sueldos altos y personas de «corbata y de carrera universitaria», y con cargos muy importantes, que roban miles de millones, dígase: banqueros, ministros, presidentes, y otros que aceptan comisiones y sobornos escandalosos?
Me contaban de unos empleados de una gasolinera, en Cagua, de Venezuela, que se habían puesto de acuerdo y cambiaban hasta la numeración, para que aparecieran menos litros que los que realmente despacha¬ban. Se fueron engolosinando, hasta que los cogieron. Los expulsaron del trabajo por ladrones, sin derecho a nada y con la mancha negra en su expediente, de ser unos ladrones, uno de ellos no soportando tanta vergüenza, porque se sentía «fichado», terminó suicidándose.
CUANDO TE ACOSTUMBRES A SER HONRADO, TE SENTIRÁS INCAPAZ DE ROBAR LO MÁS MÍNIMO. Sentirás como una «alergia al robo». Tengo que darle mil veces las gracias a mis padres !Qué alegría siento al saber que he llegado a los años que tengo, desempeñando cargos muy delicados donde me ha tocado manejar hasta miles de millones de las antiguas pesetas y poder ir por cualquier parte con la cabeza bien alta y ahora mismo con todo lo que tengo bajo mi responsabilidad! La honradez, vale más que todo el oro del mundo, porque el ladrón, como el mentiroso sólo puede vivir de sus mentiras y de sus robos un par de años; pero el día que le descubran, hasta ahí llegó su aparente felicidad. iQué vergüenza para su familia!
NI ROBAR, NI TENER ENVIDIA DE LO QUE OTROS TIENEN.- iDios mío! En la actualidad cuántos robos, cuánta estafa, cuánto engaño. Hasta tal punto de clasificar los ladrones, en ladrones de primera clase, de se¬gunda, de traje y corbata, y pobres ladrones, que normalmente son los que están en la cárcel. !Cuántos terminan hasta matando para robar!
Vamos a poner aquí punto y final y simplemente decirles de experiencia con qué autoridad puede uno hablar de robos, estafas, sobornos, etc., cuando está respaldado por su honradez y la transparencia de toda una vida.
Antonio María Hernández y Hernández