Viernes, 01 de diciembre de 2006
ZENIT publica el texto de la Declaraci?n com?n firmada el jueves, 30 de Noviembre, por el Papa Benedicto XVI y por el Patriarca Ecum?nico de Constantinopla, Bartolom? I, al final de la Divina Liturgia en la iglesia patriarcal de San Jorge en el Fanar (Estambul).



?Este es el d?a que ha hecho el Se?or, hecho, exultemos y goc?monos en ?l?
(Salmo 117, 24)




El fraterno encuentro que hemos mantenido, el Papa de Roma Benedicto XVI y el Patriarca Ecum?nico Bartolom? I, es una obra de Dios y, en cierto sentido, es un don que procede de ?l. Damos las gracias al Autor de todo bien por habernos permitido expresar nuevamente con la oraci?n y el di?logo nuestra alegr?a de sentirnos hermanos y de renovar nuestro compromiso a favor de la plena comuni?n. Este compromiso proviene de la voluntad de nuestro Se?or y de nuestra responsabilidad como pastores en la Iglesia de Cristo. Nuestro encuentro quiere ser signo y apoyo para todos para que compartamos los mismos sentimientos y las mismas disposiciones de fraternidad, cooperaci?n y comuni?n en el Amor y la Verdad. El Esp?ritu Santo ha de conducirnos a la preparaci?n del gran d?a de la reconstituci?n de la unidad plena, cuando y como quiera esto Dios. Entonces podremos alegrarnos y regocijarnos plenamente.

1. Hemos recordado con gratitud las reuniones de nuestros respetables predecesores, bendecidos por Dios, los cuales mostraron al mundo la urgencia de la uni?n y marcaron el sendero para que lleguemos a ella a trav?s del di?logo, de la oraci?n y de la vida eclesial cotidiana. El Papa Pablo VI y el Patriarca Aten?goras I, peregrinos en Jerusal?n, donde Jesucristo muri? y resucit? para la salvaci?n del mundo, se reunieron nuevamente, aqu? en el Fanar y en Roma. Nos legaron una declaraci?n com?n, que conserva todo su valor, remarcando que el verdadero di?logo de amor debe apoyar e inspirar todas las relaciones entre las personas y entre estas Iglesias, ?debe basarse en la plena confianza en el ?nico Se?or Jesucristo en el mutuo respeto de las respectivas tradiciones? (?Tomos Agapis?, 195). No hemos olvidado ni mucho menos el intercambio de visitas entre su Santidad el Papa Juan Pablo II y su Santidad el Patriarca Demetrio I. Exactamente durante la visita del Papa Juan Pablo II, su primera visita ecum?nica, fue anunciada la formaci?n de la comisi?n mixta del di?logo teol?gico entre la Iglesia Cat?lica Romana y la Iglesia Ortodoxa. En aquella participaron nuestras Iglesias en pos del proclamado objetivo de la reconstituci?n de la plena comuni?n.

Por lo que respecta a las relaciones entre las Iglesias de Roma y Constantinopla, no podemos olvidarnos del acto oficial a trav?s de la cual fueron relegados al olvido los antiguos anatemas, que influenciaban las relaciones de nuestras Iglesias a trav?s de los siglos de manera negativa. No hemos aprovechado todav?a de este gesto todas las consecuencias positivas, que pueden resultar para nuestro camino hacia la plena unidad, a la que la Comisi?n mixta est? llamada a ofrecer una contribuci?n importante. Exhortamos a nuestros fieles a que se comprometan a tomar un papel acto en este camino con la oraci?n y gestos significativos.

2. Durante la sesi?n plenaria de la Comisi?n Mixta del di?logo teol?gico, que tuvo lugar en Belgrado recientemente, y que goz? de la generosa hospitalidad de la Iglesia Ortodoxa de Serbia, expresamos nuestra profunda alegr?a por la reanudaci?n del di?logo teol?gico. Despu?s de una interrupci?n de algunos a?os debida a diferentes dificultades, la Comisi?n pudo trabajar nuevamente con esp?ritu de amistad y de cooperaci?n. Examinando el tema ?Conciliaridad y la autoridad en la Iglesia? a nivel local, regional y universal, emprendi? una fase de estudio sobre las consecuencias eclesiol?gicas y can?nicas de la naturaleza sacramental de la Iglesia. Esta fase permitir? afrontar algunas de las cuestiones b?sicas que todav?a son controvertidas. Estamos decididos a apoyar permanente y continuamente, como en el pasado, el trabajo encomendado a esta Comisi?n y a acompa?ar a sus miembros con nuestras oraciones.

3. Como pastores, hemos reflexionado en primer lugar en la misi?n de la proclamaci?n del Evangelio al mundo de hoy. Esta misi?n, ?Id pues y haced disc?pulos a todas las gentes? (Mateo 28, 19), es m?s actual y necesaria que nunca, incluso en las naciones tradicionalmente cristianas. Adem?s, no podemos ignorar el aumento de la secularizaci?n, del relativismo, del nihilismo, sobre todo en el mundo occidental. Todo esto exige una renovad y poderoso anuncio del Evangelio, adaptado a las culturas de nuestro tiempo. Nuestras tradiciones constituyen para nosotros un patrimonio, que debemos compartir, promover y mantener actual constantemente. Por ello debemos fortalecer la cooperaci?n y nuestro com?n testimonio a todas las naciones.


4. Hemos considerado positivamente el camino hacia la formaci?n de la Uni?n Europea. Los agentes de esta gran iniciativa no deben dejar de tomar en cuenta todos los puntos de vista, que afectan a la persona humana y a sus derechos inalienables, especialmente la libertad religiosa, que es prueba y garant?a del respeto de toda otra libertad. En toda iniciativa de unificaci?n es necesario proteger a las minor?as con sus propias tradiciones culturales y sus particularidades religiosas.


En Europa, manteni?ndose siempre abiertos hacia las dem?s religiones y hacia sus contribuciones a la cultura, tenemos que unir nuestros esfuerzos para preservar las ra?ces cristianas, sus tradiciones y sus valores cristianos, con el objetivo de asegurar el respeto de la historia y contribuir con la cultura de la futura Europa, con la calidad de las relaciones humanas a todos los niveles.

En este contexto, no podemos dejar de evocar los antiqu?simo testimonios y la brillante heredad cristiana del lugar en el cual nos encontramos, comenzando por las palabras del libro de los Hechos de los Ap?stoles, que recuerdan la figura de san Pablo, ap?stol de las gentes. En esta tierra se encontraron el mensaje del Evangelio y la antigua tradici?n cultural. Este v?nculo, que tanto ha contribuido con nuestra com?n herencia cristiana, sigue siendo actual seguir? dando frutos en el futuro para la evangelizaci?n y para nuestra uni?n.

5. Nuestras miradas se dirigen hacia los lugares del mundo de hoy, en los que viven cristianos, y hacia las dificultades que enfrentan, concretamente el hambre, las guerras, y el terrorismo, as? como hacia las diversas formas de abuso de los pobres, de los inmigrantes, de las mujeres y los ni?os. Cat?licos y ortodoxos est?n llamados a asumir acciones concretas conjuntamente a favor del respeto de los derechos humanos de todo hombre creado a imagen y semejanza de Dios, y de su desarrollo econ?mico, social y pol?tico. Nuestras tradiciones teol?gicas y morales pueden ofrecer una base s?lida de ense?anza y acci?n comunes. Deseamos antes que nada proclamar que el crimen de inocentes en el nombre de Dios es una ofensa contra ?l y contra la dignidad humana. Todos tenemos que comprometernos en un nuevo servicio al hombre y de la defensa de la vida humana, de toda vida humana.


Llevamos profundamente en nuestro coraz?n la paz en Oriente Medio, donde nuestro Se?or vivi?, sufri?, muri? y resucit?, y donde viven desde muchos siglos muchos hermanos cristianos. Deseamos ardientemente que se restablezca la paz en esta tierra, que se refuerce la convivencia entre sus diferentes poblaciones, entre las Iglesias, y entre las diferentes religiones que all? se encuentran. Por este motivo, apoyamos el desarrollo de relaciones m?s cercanas entre los cristianos y un di?logo interreligioso aut?ntico y leal para luchar contra toda forma de violencia y discriminaci?n.

6. Ante los grandes peligros para el medio ambiente, queremos expresar tambi?n nuestra preocupaci?n por las consecuencias negativas para la humanidad y para toda la creaci?n que pueden producirse por un determinado desarrollo tecnol?gico y econ?mico sin l?mites. Como l?deres religiosos, consideramos que nuestra obligaci?n consiste en apoyar y animar todos los esfuerzos que se han realizado y se realizan a favor de la protecci?n de la creaci?n de Dios y para entregar a las futuras generaciones un mundo en el que puedan vivir.

7. Por ?ltimo, nuestro pensamiento se dirige a todos vosotros, fieles de ambas Iglesias presentes en todo el mundo, obispos, presb?teros, di?conos, monjes y monjas, hombres laicos y mujeres, comprometidos con cualquier servicio eclesi?stico y hacia todos los bautizados. Saludamos en Cristo a todos los dem?s cristianos, asegur?ndoles nuestra oraci?n y nuestra buena disposici?n para el di?logo y la cooperaci?n. Os saludamos a todos vosotros con las palabras del ap?stol de las gentes: ?a vosotros gracia y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Se?or Jesucristo? (2 Corintios 1,2)
El Fanar, 30 Noviembre 2006

BENEDICTO XVI

BARTOLOM? I

[Traducci?n del original franc?s realizada por Zenit]
Publicado por verdenaranja @ 21:15  | Habla el Papa
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