Mi?rcoles, 06 de diciembre de 2006
Bajo el t?tulo "Derecho a una educaci?n digna", se presenta la carpeta que ofrece los materiales para Caridad 2007 dentro del marco de la Campa?a Institucional Los derechos humanos son universales. Las oportunidades deber?an serlo.

Derecho
a una
educaci?n
digna


Fundamentaci?n

La campa?a institucional de este a?o se centra en el lema "Los derechos humanos son universales, las oportunidades deber?an serlo". Con ?l pretendemos concienciar y denunciar a la sociedad y a nuestra comunidad cristiana de que la pobreza y la exclusi?n social merman las posibilidades de acceso a los derechos humanos fundamentales. Los pobres, la pobreza, el sufrimiento son la expresi?n visible de que esta sociedad y este mundo no son plenamente el Reino de Dios, ni puede ser el Reino de Dios esperado. Son el reflejo persistente de un fracaso hist?rico; son tambi?n una llamada a la reconversi?n y al compromiso. Necesitamos abrirnos al Reino y mostrar su cercan?a con nuestra acci?n. Todos estamos llamados, m?s a?n obligados a afrontar este tremendo desaf?o porque lo que est? en juego es la dignidad de la persona humana y la dignidad de nuestra sociedad. El ser humano es totalmente libre s?lo cuando es ?l mismo en la plenitud de sus derechos y deberes.

En el D?a de Caridad se ha elegido el derecho a la educaci?n, porque la educaci?n es un elemento fundamental para el desarrollo. El derecho a la educaci?n es un derecho de acceso y de permanencia, que ha de asegurar el pleno desarrollo de la personalidad humana y el respeto a los derechos humanos. Tal reconocimiento queda recogido, entre otros textos, en la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos de la ONU (art?culo 26), en la Convenci?n de los Derechos del Ni?o de la ONU (art?culo 28) y en la Constituci?n Espa?ola (art?culo 27). Las distintas declaraciones otorgan al Estado el deber de asegurar su ejercicio creando las condiciones y adoptando las medidas necesarias. La imposici?n de determinadas obligaciones al Estado no significa que s?lo al mismo correspondan las labores educativas. Sin embargo, lamentablemente la infancia es la que menos atenci?n e inversi?n recibe por parte de la mayor?a de los gobiernos. Los pa?ses ricos rara vez destinan m?s del 4% del PIB a la ense?anza p?blica. No parece que la educaci?n tampoco sea una prioridad para muchos de los pa?ses empobrecidos que m?s necesitan invertir en ella, como en el caso de Sierra Leona, que en a?o 2001 dedic? el 3,6 del PIB a defensa y a educaci?n s?lo el 1,1%.

La educaci?n ha de ser un factor de reducci?n de desigualdades y ha de contribuir a la equidad social. Resulta notorio se?alar c?mo han crecido espectacularmente las riquezas en el mundo as? como la brecha de la desigualdad. Desigualdad entre personas dentro de los pa?ses y desigualdad entre pa?ses y territorios. Las diferencias en desarrollo humano entre ricos y pobres, ya de por s? importantes, cada vez m?s van aumentando en un mundo avanzado en el campo de la tecnolog?a, el comercio y las inversiones. La distribuci?n del ingreso mundial refleja estas desigualdades, a saber, el 20% m?s rico de la poblaci?n obtiene tres cuartas partes del ingreso mundial y el 40% m?s pobre obtiene s?lo el 5% del ingreso mundial. Este 40% m?s pobre corresponde a los 2.000 millones de personas que viven con menos de dos d?lares al d?a. La cuarta parte de la poblaci?n de Am?rica Latina disfruta de ingresos que la ubican entre este 20% m?s rico, mientras que el 8% de sus habitantes se cuentan entre el 20% m?s pobre de la escala de distribuci?n mundial.

Esta desigual realidad refleja un importante d?ficit de oportunidades educacionales en el mundo. En una econom?a globalizada, cada d?a m?s sustentada en el conocimiento, todav?a se niega la m?s b?sica educaci?n primaria a unos 115 millones de ni?os. La mayor?a de los ni?os no matriculados en la escuela viven en ?frica Subsahariana y Asia Meridional. Un ni?o nacido hoy en Mozambique tiene un promedio de asistencia a la escuela de cuatro a?os1, mientras que otro nacido en Francia asistir? 15 a?os con niveles de educaci?n inmensamente superiores. El lugar de nacimiento determina las oportunidades que una persona tendr? en la vida.
La Declaraci?n del Milenio, firmada en las Naciones Unidas en el a?o 2000 por 189 jefes de Estado y de Gobierno, asumi? ocho Objetivos del Milenio. Algunos de los aspectos claves a trabajar con el horizonte del a?o 2015 son la reducci?n de la pobreza, la erradicaci?n del analfabetismo o el acceso al agua potable. La erradicaci?n de la pobreza depende directamente de conseguir una educaci?n b?sica para los ni?os, y muy en particular para las ni?as, de los pa?ses empobrecidos. El problema de la alfabetizaci?n afecta en especial a las personas con menos recursos, las mujeres y los grupos de minor?as marginadas. El analfabetismo va unido en gran medida a la pobreza.
Las personas que han podido acceder a una educaci?n, aunque sea b?sica, son m?s capaces de defender y proteger sus intereses y de acceder a servicios y recursos. El Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia en su informe "Inmigrantes, minor?as y educaci?n: tendencias, evoluci?n y buenos usos" refleja que las personas sin t?tulo de ense?anza secundaria tienen m?s probabilidades de caer en la pobreza, vivir desempleados, convertirse en padres adolescentes y cometer delitos. La educaci?n es esencial para avanzar en otras ?reas, como la salud y la nutrici?n, la igualdad de oportunidades entre g?neros, el sostenimiento del medio ambiente. Adem?s, la democracia es posible cuando existe una poblaci?n con educaci?n capaz de expresar sus necesidades y sus deseos y de participar en los procesos de toma de decisiones. Niveles bajos de educaci?n primaria son un obst?culo para la existencia y el desarrollo de instituciones democr?ticas estables.

Estrechar la brecha en las oportunidades educacionales es un punto de partida fundamental. En casi todos los pa?ses la desigualdad en educaci?n est? en las causas generadoras de la desigualdad en materia de ingresos, salud y oportunidades de desarrollo y de participaci?n en la sociedad civil. La educaci?n tiene el potencial de actuar equiparando oportunidades y de aportar una mayor eficiencia econ?mica y cohesi?n en la sociedad. Pero tal potencial s?lo se puede desplegar con la ayuda de pol?ticas p?blicas que eliminen sistem?ticamente los obst?culos sociales, econ?micos y culturales que han de enfrentar los grupos m?s desfavorecidos.

Nos inquieta saber que estas desigualdades educacionales de hoy se convertir?n en las desigualdades sociales y econ?micas globales del futuro. El derecho a una educaci?n de calidad para todos, y en especial para los colectivos m?s vulnerables y empobrecidos nos dise?a las siguientes acciones de solidaridad y denuncia:

1. Considerar el derecho a la educaci?n como un factor fundamental de desarrollo.

2. Concienciar a nuestra sociedad de las desigualdades educativas que afectan especialmente a las personas, colectivos y pa?ses con menos ingresos.

3. Reclamar el cumplimiento del Objetivo del Desarrollo del Milenio en cuanto a lograr la ense?anza primaria universal para el a?o 2015 (el objetivo 3, meta 4).

4. Mejorar la calidad del proceso de ense?anza/aprendizaje que se establece en la interacci?n entre el alumnado y el profesorado.

5. Apoyar las iniciativas que instan a los gobiernos de los pa?ses empobrecidos a que elaboren y pongan en marcha estrategias nacionales de educaci?n orientadas a garantizar la universalidad y la gratuidad de una ense?anza de calidad para todos sus habitantes.


1. Seg?n la UNESCO, se considera necesario haber cursado entre cinco y seis a?os para lograr aprender las habilidades b?sicas de lectura y escritura, comprensi?n y resoluci?n de problemas.
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