ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia de la solemnidad de la Inmaculada Concepci?n de la Virgen Mar?a, 8 de Diciembre de 2006.
Elegidos para ser santos e inmaculados
Solemnidad de la Inmaculada Concepci?n
G?nesis 3, 9-15.20; Efesios 1,3-6.11-12; Lucas 1,
26-38
Para que la solemnidad de la Inmaculada Concepci?n no se quede en mera celebraci?n de los ?privilegios? de Mar?a, sino que nos toque y nos implique profundamente, debemos comprenderla a la luz de las palabras de Pablo en la segunda lectura: ?Dios Padre nos ha elegido en Jesucristo antes de la creaci?n del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor?. Todos, por lo tanto, estamos llamados a ser santos e inmaculados; es nuestro verdadero destino; es el proyecto de Dios sobre nosotros. Poco m?s adelante, en la misma Carta a los Efesios, Pablo contempla este plan de Dios refiri?ndolo no ya a los hombres singularmente considerados, cada uno por su cuenta, sino a la Iglesia Universal esposa de Cristo: ?Cristo am? a la Iglesia y se entreg? a s? mismo por ella, para santificarla, purificarla mediante el bautismo y la palabra, y present?rsela resplandeciente a s? mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa en inmaculada? (Ef 5, 25-27).
Una humanidad de santos e inmaculados: he aqu? el gran proyecto de Dios al crear la Iglesia. Una humanidad que pueda, por fin, comparecer ante ?l, que ya no tenga que huir de su presencia, con el rostro lleno de verg?enza como Ad?n y Eva tras el pecado. Una humanidad, sobre todo, que ?l pueda amar y estrechar en comuni?n consigo, mediante Su Hijo, en el Esp?ritu Santo.
?Que representa, en este proyecto universal de Dios, la Inmaculada Concepci?n de Mar?a que celebramos? La liturgia responde a esta pregunta en el prefacio de la Misa del d?a, cuando dirigi?ndose a Dios canta: En Ella has se?alado el ?comienzo de la Iglesia, esposa de Cristo, llena de juventud y de limpia hermosura... Entre todos los hombres es abogada de gracia y ejemplo de santidad?. He aqu?, entonces, lo que celebramos en esta solemnidad en Mar?a: el inicio de la Iglesia, la primera realizaci?n del proyecto de Dios, en la que existe como la promesa y la garant?a de que todo el plan ir? hacia su cumplimiento: ??Nada es imposible para Dios!?. Mar?a es la prueba de ello. En Ella brilla ya todo el esplendor futuro de la Iglesia, como en una gota de roc?o, en una ma?ana serena, se refleja la b?veda azul del cielo. Tambi?n y sobre todo por esto Mar?a es llamada ?madre de la Iglesia?.
Mar?a no se presenta, en cambio, s?lo como aquella que est? detr?s de nosotros, al comienzo de la Iglesia, sino tambi?n como quien est? ante nosotros ?como modelo de santidad para el pueblo de Dios?. Nosotros no hemos nacido inmaculados como, por singular privilegio de Dios, naci? Ella; es m?s, el mal anida en nosotros en todas las fibras y en todas las formas. Estamos llenos de ?arrugas? que hay que estirar y de ?manchas? que hay que lavar. Es en esta labor de purificaci?n y de recuperaci?n de la imagen de Dios en la que Mar?a est? ante nosotros como poderosa llamada.
La liturgia habla de Ella como de un ?modelo de santidad?. La imagen es justa, a condici?n de que superemos las analog?as humanas. La Virgen no es como las modelos humanas que posan, inm?viles, para dejarse pintar por el artista. Ella es un modelo que obra con nosotros y dentro de nosotros, que nos lleva la mano al representar las l?neas del modelo por excelencia, suyo y nuestro, que es Jesucristo, para hacernos ?conformes a su imagen? (Rm 8, 29). Es de hecho ?abogada de gracia? antes a?n que modelo de santidad. La devoci?n a Mar?a, cuando es iluminada y eclesial, en verdad no desv?a a los creyentes del ?nico Mediador, sino que les lleva hacia ?l. Quien ha tenido la experiencia aut?ntica de la presencia de Mar?a en la propia vida sabe que ?sta se determina por entero en una experiencia de Evangelio y en un conocimiento m?s profundo de Cristo. Ella est? idealmente ante todo el pueblo cristiano repitiendo siempre lo que dijo en Can?: ?Haced lo que ?l os diga?.
[Traducci?n del italiano realizada por Zenit]