El futuro del mundo y de la Iglesia pasa a trav?s de la familia"
Los nuevos constructores de la cultura del matrimonio Colleen Carroll Campbell estudi? en la Universidad de Marquette y curs? el doctorado en Filosof?a en la Universidad de Saint Louis. Actualmente es profesora en The Ethics and Public Policy Center en Washington, D.C.
Escribe en los principales diarios y revistas de Estados Unidos y participa en debates sobre temas relacionados con la fe y la cultura contempor?nea en varios canales de TV: FOX News, CNN, MSNBC, PBS, ABC News Now y CBC. Dirige el programa "Faith & Culture" en la cadena EWTN.
En 2000, gan? el Phillips Foundation Journalism Fellowship. Ha trabajado como redactora de algunos discursos del presidente Bush.
Entre sus m?ltiples escritos es autora de un importante libro, que lleva por t?tulo The New Faithful: Why Young Adults Are Embracing Christian Orthodoxy (2002), que muestra c?mo la religi?n y la moralidad tradicional est? creciendo en los j?venes americanos. Se puede encontrar m?s informaci?n sobre este libro haciendo clik aqu?.
Publicamos ahora la versi?n espa?ola de un art?culo titulado "The New Builders of a Marriage Culture". La traducci?n es de Juanjo Romero y lo reproducimos de
ConoZe.com.
Cuando el papa Juan Pablo II escribi? estas palabras en la Exhortaci?n Apost?lica, Familiaris Consortio, la instituci?n del matrimonio estaba siendo atacada.
La aparici?n de la p?ldora anticonceptiva dos d?cadas antes se hab?a aliado con la emergente contracultura hippie para poner en marcha la revoluci?n sexual. Las feministas radicales con su denuncia del matrimonio como una forma de esclavitud hab?an convencido con ?xito a muchas mujeres que el matrimonio era tan malo para ellas que deb?an evitarlo o escapar de ?l.
Tambi?n a los varones se les animaba a ver el matrimonio como una "trampa" y a aprovechar la liberaci?n sexual de la mujer que derivaba a promiscuidad, as? que estaban encantados. El gobierno americano y los tribunales aceleraron la revoluci?n sexual legalizando el aborto a la carta, desalentando el matrimonio y jaleando el fen?meno de las madres solteras. La ilegitimidad perd?a el estigma social, las relaciones homosexuales sal?an del armario y el divorcio sin causa era la ley del estado.
Los ni?os se encontraban atrapados en el fuego cruzado de estos cambios culturales y pagaron un alto precio por la liberaci?n sexual de sus padres. Los matrimonios terminaron y las familias se desplomaron. Los maridos abandonaban a sus esposas y a sus hijos, y recomenzaban con nuevas esposas y nuevos hijos. Las madres solteras trabajaban el doble, luchando por mantener a sus hijos no ten?an tiempo para cuidar de ellos, para criarles.
La televisi?n se convirti? en la ni?era de la naci?n y en su educador moral, ense?ando a la nueva generaci?n que la avaricia es buena, el sexo un deporte de contacto y el matrimonio un compromiso contingente que no tiene ninguna relaci?n con la procreaci?n. El matrimonio, una instituci?n que los americanos una vez consideraron la ?nica manera socialmente aceptable en la que hombres y mujeres compartiesen intimidad sexual y hogar, se convirti? en algo as? como otro "estilo de vida" y se ridiculizaba continuamente.
La esperanza de la Familia. El papa Juan Pablo II vio estos hechos como amenazas a los fundamentos de la Iglesia y la civilizaci?n occidental. Desde el principio de su pontificado, en 1978, el Papa trabaj? por defender el matrimonio y la familia ofreciendo a los j?venes una apremiante alternativa a la cultura secular que se les presentaba. Emple? muchas enc?clicas y su "teolog?a del cuerpo" para iluminar el verdadero significado del matrimonio y la sexualidad en los planes de Dios.
"El matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes m?s preciosos de la humanidad", escribi? el Papa en la Familiaris Consortio. "Seg?n el designio de Dios, el matrimonio es el fundamento de la comunidad m?s amplia de la familia, ya que la instituci?n misma del matrimonio y el amor conyugal est?n ordenados a la procreaci?n y educaci?n de la prole, en la que encuentran su coronaci?n."
El Papa mantuvo que ese amor es fundamental y una vocaci?n innata para cada persona, y que el hombre y la mujer estaban creados para compartir el propio don de s? mismos el uno con el otro. Por esta raz?n, el Papa dijo, la uni?n sexual de un hombre y una mujer debe ser una "total auto donaci?n" - una uni?n que se da lugar en el contrato matrimonial y que permanece abierta a los hijos. El hombre y la mujer que se oponen abiertamente a esta "ley de donaci?n" act?an contra su propia naturaleza. Est?n usando sus cuerpos para mentir, una mentira que puede destruir su matrimonio, su familia y la cultura en la que viven.
Los j?venes, hoy ya adultos, han tenido experiencia de esa destrucci?n de primera mano, y muchos de ellos han visto al Papa como un profeta, un l?der en quien confiar por que les dice la verdad acerca de lo que son y c?mo vivir. Aunque su mensaje es un giro radical de las opiniones convencionales respecto al sexo y al matrimonio, el n?mero de j?venes cat?licos que abraza el mensaje y lo comparte es cada vez mayor.
La Teolog?a del Cuerpo. Un ejemplo que hace al caso es de Christopher West, un joven autor cat?lico graduado en el Instituto Juan Pablo II para el Estudio del Matrimonio y la Familia en Washington, DC. West es una buena prueba de la teolog?a del cuerpo del Papa con el cambio de su vida, y ahora viaja por todo el pa?s compartiendo su experiencia con otros. No tiene dificultad en encontrar audiencia. J?venes cat?licos y un gran n?mero de protestantes descubren la teolog?a del cuerpo y la aplican. Los j?venes han formado grupos de estudios en m?s de veinte estados para profundizar en la obra del Papa, y han lanzado varios sitios web que permiten discutirlos on-line. "TOB" (Theology of body, teolog?a del cuerpo) ha cambiado nuestro mundo", escribi? un joven al explicar en un foro el por qu? ?l y su esposa lanzaron un grupo de estudios de la teolog?a del cuerpo para colegios. "Me atrevo a asegurar que todos los que experimentan la teolog?a del cuerpo no son capaces de contener la alegr?a y el entusiasmo que hemos experimentado nosotros. As? que necesitamos ser el canal por que fluya la labor del Esp?ritu Santo".
Parece que el Esp?ritu ya est? trabajando a trav?s de hombres y mujeres j?venes que abrazan la verdad cristiana articulada por Juan Pablo II. Esos j?venes cat?licos, muchos de los cuales han crecido sin una significante formaci?n en la fe cat?lica, rechazan hoy en d?a la cultura secular, practican el celibato antes del matrimonio y la castidad despu?s, y as? construyen sus matrimonios y su familia alrededor de su fe mutua en Jesucristo.
Practican la Planificaci?n Familiar Natural, los ni?os son amorosamente bienvenidos, y a menudo optan por ense?arles en casa una s?lida formaci?n en la fe. Muchos de estos "nuevos fieles", como yo les llamo, tambi?n defienden bravamente la santidad del matrimonio en la vida p?blica, utilizando tanto la sabidur?a de la Iglesia como argumentos meramente de ley natural para defender la uni?n de un hombre y una mujer, lo que en su tiempo fue venerado, como un amor vivificador.
La batalla por la cultura. Estos j?venes cat?licos, por supuesto, afrontan una agresiva batalla. Cuando nuestra naci?n debate el oximor?n del "matrimonio gay", muchos cat?licos ignoran las ense?anzas de la Iglesia respecto a la sexualidad, se sienten desbordados y derrotados por una cultura hostil. La aut?ntica comprensi?n del matrimonio como procreador, permanente, compromiso p?blico es la especie m?s en peligro de nuestra naci?n, y sus defensores son tachados rutinariamente como sectarios o etiquetados de "homof?bicos".
Pero los defensores del matrimonio tienen la verdad de su lado. Armados con ella, y con las ricas ideas y argumentos que han recibido del Papa, de su Iglesia y de sus propias experiencias de fidelidad marital practicada d?a a d?a, esos j?venes tienen la oportunidad de pelear por reedificar una aut?ntica cultura del matrimonio en Am?rica.