Art?culo sacado de bolet?n n?mero 145, a?o 2006 Santa Maravillas
en la sala capitular
de la Almudena
El padre jesuita Marko Ivan Rupnik, genial artista descubierto por el Papa Juan Pablo II, autor de la capilla ?Redemptoris Mater? en el Vaticano ?regalo del Colegio Cardenalicio a Juan Pablo II?, es tambi?n el autor de los bell?simos mosaicos de la Sala Capitular de la Catedral de La Almudena, de Madrid, que fue bendecida e inaugurada el pasado 2 de noviembre por el Sr. Cardenal Arzobispo, D. Antonio Ma Rouco Varela. En este acto estuvieron presentes, entre otros, el Arzobispo Castrense,
D. Francisco P?rez, varios Obispos auxiliares de Madrid, el De?n de la Catedral, D. Antonio Astillero, un representante de la Presidenta de la Comunidad Aut?noma y el alcalde de la ciudad.
El padre Rupnik comenz? a trabajar hace seis meses en Roma, haciendo el dise?o, y luego preparando los rostros de todos los iconos que est?n en los muros, en los 300 metros cuadrados de esta Sala Capitular. En quince d?as ha realizado en la pared todo el proyecto.
En uno de los muros aparece el Cordero sobre el trono, imagen del Cristo Pascual. Junto al trono est?n la Madre de Dios y Juan Bautista. Ella, porque lo ha dado a luz; ?l porque ha hecho que lo reco?nocieran en el mundo. Juan tiene la profe?c?a en sus manos, y Mar?a lleva sobre su pecho al Hijo: Cristo, Se?or y Salvador. El Cordero sobre el trono representa tambi?n a Cristo como Alfa y Omega, como la Gloria del Padre. Junto a ellos est?n indicados, como principio de multitudes, algunos santos de Madrid: San Isidro, Santa Mar?a de la Cabeza, San D?maso, Santa Soledad
Torres Acosta, Santa Micaela del Sant?simo Sacramento y Santa Maravillas de Jes?s. Los rostros est?n hechos seg?n una antigua tradici?n de la Iglesia; es decir, cada rostro debe tener tres dimensiones: una que lo asemeja a otro santo, otra que lo asemeja a Cristo, y otra que recuerda un rasgo personal. Los santos eran llamados ?los semejantes?; y la Madre de Dios, ?la Semejant?sima?. Todos est?n vestidos de blanco, porque se encuentran frente a la escena de la Transfiguraci?n que preside la sala, y han ?lavado sus vestidos en la Sangre del Cordero?.
Despu?s de unas palabras del Sr. Cardenal, ?ste procedi? a la bendici?n de la Sala Capitular y los mosaicos, que fue precedida por una hermosa oraci?n que recog?a el significado de las diversas escenas representadas en los muros de la sala. De ella son estos p?rrafos:
?Al contemplar con estupor y gozo estos mosaicos, llenos de luz y de vida, nos sentimos impulsados a reconocer la divinidad del Amor que todo lo ha creado para la salvaci?n del hombre. En el Tabor de la Transfiguraci?n, iluminados por el Esp?ritu, vemos el misterio de Cristo, revelado como Hijo de Dios, Palabra definitiva del Padre [...].
La contemplaci?n del Tabor la vemos actualizada siempre en la vida de los santos de la Iglesia, en la vida de los santos madrile?os, que han sido llevados por el Se?or ala santa Monta?a para ver su gloria. Por eso suplicamos al Cristo de la Transfiguraci?n, Luz que no tiene noche, que ilumine con su claridad nuestras vidas, llene de su imagen bella nuestros ojos para que veamos en todo la imagen de Dios. Cristo Jes?s, Palabra del Padre, haz que por medio del Esp?ritu te miremos y escuchemos; que en tu rostro veamos que hemos sido salvados por amor?.