Art?culo cogido de EL D?A en la secci?n "Criterios", escrito por el padre Fernando Lorente, o.h.
Luz en el Camino Fernando Lorente, o.h. *
Las tres miradas
Nos encontramos en Adviento y nos aproximamos a Navidad, la verdadera Luz, la alegre celebraci?n del nacimiento de Jes?s. El Salvador. Es tiempo para que contemplemos las tres miradas que centran todo el dinamismo de la vida Jes?s, que tan bellamente nos pinta un pensador espa?ol cristiano.
- Una mirada al Padre para glorificarle;
- Una mirada a s? mismo para sacrificarse;
- Una mirada a las personas para santificarlas.
La mirada de Jes?s llega hasta el coraz?n, all? "donde sale todo lo bueno y lo malo" (Mc 7,21). La religi?n que Cristo ense?a es eminentemente profunda. Sabe que el pueblo que le sigue necesita alimento para el cuerpo, pero busca sobre todo alimento para el esp?ritu. Deja bien claro que, por encima de las necesidades materiales, busca un sentido para la vida. Y se compadece de ellos porque estaban abandonados. Y dec?a: "Rogad al Se?or que env?e trabajadores a su mies".
Los continuadores de Jes?s y los que les sigan en el correr del tiempo deben compadecerse y dirigir a la sociedad y a los pueblos. El pueblo de Jes?s -como el nuestro y los dem?s- se encuentra desorientado por ideas confusas vertidas siempre por agitadores de turno. ?Nuevo credo? ?Nueva moral? ?Fin de toda prohibici?n? Muchos se preguntan si est?n en la verdad. Otros se hacen esc?pticos y escogen una v?a personal. Porque m?s que negaciones se predica el escepticismo, que suele ser m?s grave. La fe no se arranca por la fuerza; es m?s eficaz la exaltaci?n de un cierto ecumenismo con igualaci?n de valores, una cierta honradez natural, una cierta filantrop?a. La esperanza no se mata simplemente negando el m?s all?; es m?s eficaz prescindir, proponer un compromiso inmediato, ofrecer para?sos terrestres. El amor no destruye neg?ndolo, sino rebaj?ndolo. La familia se destruye mejor con leyes "para salvar situaciones de hecho"?
Los mejores resultados se consiguen tambi?n creando situaciones confusas, difundiendo verdades a medias, que pueden convertirse en el peor de los errores. Las naves humanas siguen sus rutas seguras en la oscuridad de la noche, porque la noche no es traidora. Es la niebla el peor enemigo contra el que poco pueden los instrumentos de que dispone el ser humano. El error manifiesto choca y uno reacciona o se previene. Las verdades ambiguas son m?s peligrosas, como la niebla, que no es ni pura oscuridad ni claridad pura. ?C?mo orientarse en esa situaci?n? ?Cu?nto han jugado y siguen jugando aqu? los dirigentes y dirigidos en los poderes de todos niveles sociales y creyentes!
Cualquier orientaci?n verdadera debe venir de una triple mirada a Dios, a s? mismo y a las necesidades de las personas para que no peque, ni de et?reamente descarnada ni de materialismo a ras de tierra. El Vaticano II y los ?ltimos papas han dado normas concretas. Aqu? tenemos algunas de ellas: Pablo VI marc? las directrices para la inteligencia en su Credo, y para la voluntad pr?ctica en normas de justicia social, de convivencia humana, de praxis en la familia cristiana, y de santidad en la vida consagrada. Juan Pablo II reafirm? con esta firmeza apost?lica los principios fundamentales. En su segunda enc?clica "Dives in misericordia" nos dice: "Debemos preocuparnos tambi?n por el ocaso de tantos valores fundamentales que constituyen un bien indiscutible no s?lo de la moral cristiana, sino simplemente de la moral humana ya desde el momento de la concepci?n, el respeto al matrimonio en su unidad indisoluble, el respeto a la estabilidad de la familia. El permisivismo moral afecta sobre todo a este ?mbito m?s sensible de la vida de la convivencia humana".
Diversos episcopados han expuesto la doctrina sobre puntos concretos y vitales, como el Episcopado espa?ol sobre el divorcio. (Documentos: 23-XI-1979 y 3-II-l98l) y otros muchos como el publicado hace unos d?as: "Orientaciones morales ante la situaci?n actual de Espa?a" (23-XI-2006), digno de conocerse y de ser aplicado con rectitud.
Y Benedicto XVI, en su primera enc?clica "Dios es Amor", todo su conjunto es la expresi?n plena de estas tres miradas: "Al Dios-Padre para glorificarle, a nosotros mismos para sacrificarnos y a las personas para santificarlas". Un breve texto: "Compaginar simult?neamente el despliegue de la acci?n caritativa individual y general con la acci?n caritativa de la Iglesia, manifestada en los diversos carismas de las instituciones religiosas, no solamente en la labor de una ONG -que, por cierto, algunos observadores se lamentan de que ciertos institutos religiosos est?n sustituyendo su propio carisma por esta organizaci?n exclusivamente humanitaria-, sino que es la acci?n transformadora de los cristianos en el mundo del trabajo, en la ense?anza, en la hospitalidad, en las empresas,... Y, algo m?s todav?a, es la acci?n transformadora de los cristianos en su propio coraz?n, y que contemplamos en todos los santos en la larga historia de la Iglesia, a cuya meta estamos todos llamados por Dios. Nadie como ellos ha vivido estas "tres miradas".
Esto es vivir Adviento y Navidad y as? comenzar y terminar cada nuevo a?o en todos los tiempos y circunstancias.
* Capell?n de la Cl?nica S. Juan de Dios