Lunes, 25 de diciembre de 2006
ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia de la Misa de la Solemnidad de la Natividad del Se?or, 25 de diciembre.

Natividad del Se?or
Isa?as 52, 7-10; Hebreos 1, 1-6; Juan 1, 1-18

?Por qu? Dios se ha hecho hombre?


Vayamos directos a la cumbre del pr?logo de Juan, que constituye el Evangelio de la tercera Misa de Navidad, llamada ?del d?a?. En el Credo hay una frase que este d?a se recita de rodillas: ?Por nosotros los hombres y por nuestra salvaci?n, baj? del cielo?. Es la respuesta fundamental y perennemente v?lida a la pregunta: ??Por qu? el Verbo se hizo carne??, pero necesita ser comprendida e integrada. La cuesti?n de hecho reaparece bajo otra forma: ?Y por qu? se hizo hombre ?por nuestra salvaci?n?? ?S?lo porque hab?amos pecado y necesit?bamos ser salvados? Un fil?n de la teolog?a, inaugurado por el beato Duns Escoto, te?logo franciscano, desliga la encarnaci?n de un v?nculo demasiado exclusivo con el pecado del hombre y le asigna, como motivo primario, la gloria de Dios: ?Dios decreta la encarnaci?n del Hijo para tener a alguien, fuera de s?, que le ame de manera suma y digna de s??.

Esta respuesta, a?n bell?sima, no es todav?a definitiva. Para la Biblia lo m?s importante no es, como para los fil?sofos griegos, que Dios sea amado, sino que Dios ?ama? y ama el primero (1 Juan 4, 10.19). Dios quiso la encarnaci?n del Hijo no tanto para tener a alguien fuera de la Trinidad que le amara de forma digna de s?, sino m?s bien para tener a alguien a quien amar de manera digna de s?, esto es, ?sin medida!

En Navidad, cuando llega Jes?s Ni?o, Dios Padre tiene a alguien a quien amar con medida infinita porque Jes?s es hombre y Dios a la vez. Pero no s?lo a Jes?s, sino tambi?n a nosotros junto a ?l. Nosotros estamos incluidos en este amor, habi?ndonos convertido en miembros del cuerpo de Cristo, ?hijos en el Hijo?. Nos lo recuerda el mismo pr?logo de Juan: ?A cuantos le recibieron, les da poder para ser hijos de Dios?.

Cristo, por lo tanto, baj? del cielo ?por nuestra salvaci?n?, pero lo que le empuj? a bajar del cielo por nuestra salvaci?n fue el amor, nada m?s que el amor. Navidad es la prueba suprema de la ?filantrop?a? de Dios como la llama la Escritura (Tito 3, 4), o sea, literalmente, de su amor por los hombres. Esta respuesta al por qu? de la encarnaci?n estaba escrita con claridad en la Escritura, por el mismo evangelista que hizo el pr?logo: ?Tanto am? Dios al mundo que entreg? a su Hijo ?nico, para que todo el que crea en ?l no perezca, sino que tenga vida eterna? (Juan 3, 16).

?Cu?l debe ser entonces nuestra respuesta al mensaje de Navidad? El canto navide?o Adeste fideles dice: ?A quien as? nos ama ?qui?n no le amar???. Se pueden hacer muchas cosas para celebrar la Navidad, pero lo m?s verdadero y profundo se nos sugiere de estas palabras. Un pensamiento sincero de gratitud, de conmoci?n y de amor por quien vino a habitar entre nosotros, es el don m?s exquisito que podemos llevar al Ni?o Jes?s, el adorno m?s bello en torno a su pesebre.

Para ser sincero, adem?s, el amor necesita traducirse en gestos concretos. El m?s sencillo y universal ?cuando es limpio e inocente- es el beso. Demos por lo tanto un beso a Jes?s, como se desea hacer con todos los ni?os reci?n nacidos. Pero no nos contentemos con darlo s?lo a la imagen de yeso o de porcelana; d?moslo a un Jes?s Ni?o de carne y hueso. D?moslo a un pobre, a alguien que sufre, ?y se lo habremos dado a ?l! Dar un beso, en este sentido, significa dar una ayuda concreta, pero tambi?n una buena palabra, aliento, una visita, una sonrisa, y a veces, ?por qu? no?, un beso de verdad. Son las luces m?s bellas que podemos encender en nuestro bel?n.

[Traducci?n del italiano realizada por Zenit]
Publicado por verdenaranja @ 23:45  | Habla el Papa
Comentarios (0)  | Enviar
Comentarios