ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI al rezar el lunes 1? de Enero de 2007 -al t?rmino de la Santa Misa en la Solemnidad de Mar?a Sant?sima Madre de Dios, y en la XL Jornada Mundial de la Paz-, la oraci?n mariana del ?ngelus, junto a la multitud de fieles y peregrinos que colmaron la plaza de San Pedro del Vaticano.
?Queridos hermanos y hermanas!
?En el inicio del nuevo a?o me alegra dirigir a todos vosotros, presentes en la Plaza de San Pedro, y a cuantos est?n junto a nosotros a trav?s de la radio y la televisi?n, los m?s cordiales deseos de paz y de bien! ?Que la luz de Cristo, el Sol que apareci? en el horizonte de la humanidad, ilumine vuestro camino y os acompa?e a lo largo de todo el a?o 2007!
Con feliz intuici?n, mi venerado Predecesor, el Siervo de Dios Pablo VI, quiso que el a?o se abriera bajo la protecci?n de Mar?a Sant?sima, venerada como Madre de Dios. La Comunidad cristiana, que en estos d?as ha permanecido en orante adoraci?n ante el pesebre, contempla hoy con especial amor a la Virgen Madre. Se ensimisma con Ella mientras contempla al Ni?o reci?n nacido, envuelto en pa?ales y colocado en el pesebre. Como Mar?a, tambi?n la Iglesia permanece en silencio, para acoger y custodiar las resonancias interiores del Verbo hecho carne y no desperdiciar el calor divino-humano que se libera de su presencia. ?Es ?l la Bendici?n de Dios! La Iglesia, como la Virgen, no hace sino mostrar a todos a Jes?s, el Salvador, y sobre cada uno refleja la luz de su Rostro, esplendor de bondad y de verdad.
Hoy contemplamos a Jes?s, nacido de Mar?a Virgen, en su atributo de verdadero ?Pr?ncipe de la Paz? (Is 9,5). ?l ?es nuestra paz?, venido para derribar el ?muro de separaci?n? que divide a los hombres y a los pueblos, o sea, ?la enemistad? (Ef 2,14). Por esto tambi?n Pablo VI, de venerada memoria, quiso que el 1 de enero fuera asimismo la Jornada Mundial de la Paz: para que cada nuevo a?o comience en la luz de Cristo, el gran pacificador de la humanidad. Renuevo hoy mi deseo de paz a los gobernantes y a los responsables de las naciones y de los organismos internacionales y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Lo hago particularmente con el Mensaje especial que prepar? junto a mis colaboradores del Pontificio Consejo Justicia y Paz, y que este a?o tiene por tema: ?La persona humana, coraz?n de la paz?. ?ste toca un punto esencial, el valor de la persona humana, que es la columna basilar de todo el gran edificio de la paz. Actualmente se habla mucho de derechos humanos, pero con frecuencia se olvida que ellos necesitan un fundamento estable, no relativo, no opinable. Y esto no puede m?s que ser la dignidad de la persona. El respeto por esta dignidad comienza por el reconocimiento y por la tutela de su derecho a vivir y a profesar libremente la propia religi?n.
A la Santa Madre de Dios dirigimos con confianza nuestra oraci?n, a fin de que se desarrolle en las conciencias el sagrado respeto por cada persona humana y el firme rechazo de la guerra y de la violencia. Ay?danos, Mar?a, T? que diste a Jes?s al mundo, a acoger de ?l el don de la paz y a ser sinceros y valientes constructores de paz.
[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit. Al concluir la oraci?n mariana, el Santo Padre dirigi? saludos en distintos idiomas. En espa?ol dijo: ]
Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola aqu? presentes y a cuantos participan en el rezo del Angelus a trav?s de la radio y la televisi?n. Que Mar?a nos ense?e en su Hijo el camino de la paz, e ilumine nuestros ojos para que sepan reconocer su Rostro en el rostro de cada persona humana, donde reside el coraz?n de la paz. ?Feliz A?o Nuevo!
[En polaco:]
Saludo cordialmente a todos los polacos. A los que est?is aqu? presentes, a vuestros compatriotas en vuestro pa?s y en el extranjero deseo que el Nuevo A?o sea bueno y pr?spero. Pido a la Madre de Dios, la Reina de la Paz, que os abrace con su protecci?n. ?Permaneced fuertes en la fe! Que Dios os bendiga.
[? Copyright 2006 - Libreria Editrice Vaticana]