Viernes, 19 de enero de 2007
Luis Olivera
Escritor y periodista

Publicado en Arvo.net



1.Lo primero es actuar de acuerdo con la verdad de las cosas: ense?ar a los hijos a no enga?arse, a ser sinceros, a actuar con coherencia. ?Podemos conocer la qu?mica cerebral que explica el movimiento de un dedo, pero eso no explica por qu? ese movimiento se usa para tocar el piano o apretar un gatillo? (Marcus Jacobson).Y ?no podemos abaratar la verdad? (F. Su?rez), devaluando su valor, como si fuera ?poca de rebajas.

2.Un segundo es que ?el entrenamiento es una exclusiva de la inteligencia humana? (Marina). Hay que enriquecer el lenguaje, hay que fomentar el di?logo, el ejercicio mental de razonar, de defender una causa, de tener argumentos para las propias decisiones, y no hacer s?lo lo que hacen los dem?s, como los borregos. Aprender a pensar es descubrir todo el inmenso poder que tiene la moda en el mundo y saber salir de la jaula mental en que puede encerrarnos. El pensador libre, es decir, el pensador, no debe sacrificar su libertad de pensar en el altar de la moda. Sacrificar la verdad en el altar de la moda es una de las perversiones m?s nocivas del pensador.. Sin embargo, con excesiva frecuencia se encarcela a la raz?n en la jaula de la moda. Entrenamiento y cultivo, dado que ?la tierra que no es labrada, llevar? abrojos y espinas, aunque sea f?rtil. As? sucede con el entendimiento del hombre? (Sta. Teresa de Jes?s).

3.Ya que es imposible no equivocarse nunca, al menos, por utilidad y por deber, hemos de aprender de nuestras equivocaciones: si queremos aprender a pensar, deberemos descubrir el mundo tan humano del error. "Equivocarse es humano", descubrieron los antiguos. El error es el precio que tiene que pagar el animal racional.

4.Deliberar es la segunda etapa de la voluntad. Seremos m?s inteligentes y m?s libres cuando conozcamos mejor la realidad, sepamos evaluarla mejor y seamos capaces de abrir m?s caminos. Ser?a un error pensar, observa Leonardo Polo, que el hombre invent? la flecha porque ten?a necesidad de comer p?jaros. Tambi?n el gato tiene esa necesidad y, s.e.., no ide? nada. El hombre invent? la flecha porque su inteligencia descubre la oportunidad que le ofrece la rama.
5.Mantener abierta nuestra capacidad de dirigir nuestra conducta por valores pensados: hay que pasar del r?gimen del impulso irracional al r?gimen de la inteligencia. M?s que ense?ar a pensar, la funci?n de los padres ha de consistir en motivar a los hijos para que quieran pensar, por cuenta propia. Con actitudes positivas, las ni?as se comen el mundo; con actitudes negativas, el pensar aparece como algo cansino; el actuar, como mediocre.

6. Ense?ar a tomar decisiones: la inteligencia es la capacidad de resolver problemas vitales. No es muy inteligente quien no sea capaz de decidir, aunque dentro de su refugio resuelva con soltura problemas de trigonometr?a. Si convenimos que educar es, esencialmente, crecer en libertad y en responsabilidad, aprender a decidir bien resulta uno de los aspectos claves de esa tarea: cuanta m?s capacidad de decisi?n, m?s libertad.

7.?Debemos recuperar de los ni?os, y fomentarla, la sana estrategia de preguntar continuamente. Las tres preguntas fundamentales son: ?Qu? es? ?Por qu? es as?? y ?Ud., c?mo lo sabe? Arist?teles defin?a la ciencia como ?el conocimiento cierto por las causas?. Pues, habituarse a formular por qu?s. Los padres deben estimular, motivar, comentar y promover el clima adecuado para favorecer los h?bitos intelectuales de sus hijas.

8. La inteligencia que planteamos tiene que saber aprender y, sobre todo, tiene que disfrutar aprendiendo: formular preguntas que ayuden a ser m?s reflexivos, a interrogarse sobre el pensamiento: ?Por qu? piensa el hombre? ?Has pensado por qu? recuerda cosas? ?Pensamos mientras dormimos? ?Qu? es lo que m?s te hace pensar? ?Puedes pensar en dos cosas distintas a la vez? Leonardo Polo define al hombre como un ser que, no s?lo soluciona problemas, sino que adem?s se los plantea. En efecto, el ser humano progresa plante?ndose nuevos problemas y buscando solucionarlos.

9.La inteligencia debe de ser eficazmente ling??stica: porque gracias al lenguaje, no s?lo nos comunicamos con los dem?s, sino con nosotros mismos. La inteligencia no se parece a una colecci?n de fotograf?as, sino a un r?o. R?o e inteligencia ?discurren?. Nuestra lengua natural, la materna, es un r?o donde confluyen miles de afluentes. "La pluma y la palabra son las armas del pensador" (JA Jauregui): aprender a pensar es aprender a tocar dos instrumentos del pensamiento: la pluma y la palabra.

10.Fomentar la lectura y controlar el uso de la TV: ya que hablamos del vuelo de la inteligencia, se trata de ?ser m?s inteligentes que la TV? (Jim?nez). Los libros ?tienen que ser obras que alimenten la inteligencia sin dejar seco el coraz?n?. O sea, que deben iluminar la mente con la verdad y no sumirla en las nieblas de la duda o en la oscuridad del error? (F. Su?rez).

11.Urge encontrar tiempos para reflexionar, para pensar, que es menos trabajoso y m?s barato que otras necesidades que nos creamos: sobre el sentido ?ltimo de la vida, de las cosas, del hombre, de Dios. Cuando Unamuno dijo que sol?a ir a pasear con pastores de ovejas para aprender a pensar, para deshacerse de prejuicios y dogmas de escuela, todos se rasgaron las vestiduras. Sin embargo, Unamuno era sincero. Un pastor de ovejas tiene tiempo para pensar, para dar rienda suelta a su imaginaci?n y descubrir nuevos horizontes filos?ficos que no ha visto nunca ning?n otro fil?sofo.
Fernando Corominas dice que hay que ?sentar? en la mente y en el coraz?n de los hijos las cosas buenas, antes de que les lleguen las nocivas. Es llegar antes, es educar en futuro. Siempre que nos abandonamos, retornamos a la selva. La selva de la que hablo metaf?ricamente es siempre una claudicaci?n de la inteligencia.
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