Art?culo semanal del Padre Fernando Lorente, o.h., publicado en EL D?A en la secci?n CRITERIOS bajo el ep?grafe "Luz en el camino".
Luz en el Camino Fernando Lorente, o.h. *
Sinceridad y prudencia
Nuestro genial Quevedo afirmaba: "La sinceridad es mare de la verdad, y es se?al del hombre honrado". Qu? buena convivencia disfrutar?amos si supi?ramos guardar siempre un comportamiento sincero. Porque la sinceridad, como sin?nimo de la verdad, expresada con naturalidad, es un importante valor humano que deber?amos cultivar constantemente. En una nota, hace a?os, que encontr? en un libro que me regal? un religioso anciano, compa?ero todav?a en la asistencia a los enfermos, cuyo texto transcribo: "La sinceridad es el coraz?n que se abre para mostrarnos tal como en realidad somos, es un amor a la verdad, y una repugnancia al fingimiento. Nunca me siento tan feliz como con la sinceridad vivida en el trabajo y en recreaci?n con los enfermos y con las personas que trabajan con nosotros". ?Cuanto le recuerdo!
Son personas que, con esta conducta y como contraste a la misma, nos descubren esta realidad: el fingimiento consiste en presentar como verdad lo que en realidad es mentira. El fingimiento es lo m?s diametralmente opuesto a la sinceridad. Si intentamos aparecer distintos de como somos, los primeros enga?ados somos nosotros mismos.
Por eso, no nos cansemos de ser siempre sinceros, aunque no siempre convenga decir toda la verdad. Pero si la decimos, me aconsejaba este religioso, aunque esto nos cueste un disgusto, al final, nos alegraremos. M?s vale molestar con la verdad, que complacer con la adulaci?n.
La sinceridad se debe complementar con la prudencia, la prudencia sin sinceridad es fingimiento y la sinceridad sin prudencia puede herir la sensibilidad del pr?jimo, resultando inoportuna y desgarradora. Hay que unir siempre las dos virtudes: sinceridad y prudencia. Y el lazo mejor de uni?n es, sin duda, el amor. El papa Pablo VI: "El valor de las acciones se mide por su carga de amor". El amor es, en definitiva, el sello de la aut?ntica sinceridad y prudencia, la verdadera garant?a de las acciones buenas que realizamos, que debemos realizar durante toda nuestra existencia.
* Capell?n de la Cl?nica S. Juan de Dios