S?bado, 27 de enero de 2007
Mensaje que el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud ha difundido, con la firma de su presidente, el cardenal Javier Lozano Barrag?n, para la 54? Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra, que tendr? lugar el domingo 28 de Enero.

54a Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra
Domingo, 28 de enero de 2007


?Vete y haz t? lo mismo? (Lc 10, 37)


Con ocasi?n de celebrarse la ?54? Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra? el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud env?a un mensaje de esperanza y de fraternal coparticipaci?n a las personas afectadas por la lepra y a los que, habi?ndose sanado, llevan en su cuerpo las discapacidades que ella comporta.

Los considerables progresos que la medicina ha desarrollado en este sector en los ?ltimos decenios, han generado en la conciencia social la convicci?n de que por ser curable la enfermedad de la lepra haya desaparecido en el mundo, convirti?ndose as? en ?una enfermedad olvidada? .

Pero lamentablemente no es esta la situaci?n real. Los datos presentados en las estimaciones epidemiol?gicas de la Organizaci?n Mundial de la Salud, publicados en la primera d?cada de agosto del 2006, demuestran que al comienzo de ese a?o eran 219,826 los nuevos enfermos de lepra, cerca de 602 casos por d?a, distribuidos como sigue: ?frica 40,830 ? Am?rica 32,904 ? Asia Sureste 133,422 ? Mediterr?neo Oriental 4,024 ? Pac?fico occidental 8,646. En su conjunto, las personas afectadas por la lepra son a?n cerca de 10 millones en el mundo.

La lucha contra la lepra se basa fundamentalmente en el ?depistage? preventivo de los casos y en la ?poliquimioterapia?: un binomio que ha puesto de relieve una interesante disminuci?n de 76,673 nuevos casos con respecto al comienzo del a?o 2005. Una lucha eficaz exige que, en las cercan?as de los lugares en los que azota la lepra, los servicios para afrontar esta enfermedad cuenten con la presencia de agentes sanitarios para brindar los auxilios elementales en los Centros zonales. Ciertamente cuando las condiciones ambientales de acceso a los servicios sanitarios son poco favorables y se registra una ausencia de prevenci?n y de higiene, mientras persiste el subdesarrollo, el bacilo ?hanseniano? se radicaliza y los proyectos para su total eliminaci?n encuentran muchos obst?culos. De todos modos, los pa?ses en donde la lepra es end?mica seguir?n recibiendo gratuitamente los medicamentos que componen la ?poliquimioterapia?. La O.M.S. asegura que continuar? reforzando las colaboraciones con las Instituciones Sanitarias p?blicas y privadas que se dedican a prevenir y curar a los enfermos de lepra.

La Iglesia, que desde siempre se ocupa de estos hermanos nuestros, invita a todos los fieles para que compartan fraternalmente el gran servicio a fin de recuperar los cuerpos enfermos, y sean testigos aut?nticos del anuncio de que ?Cristo M?dico? est? con ellos para la ?salvaci?n global? de cada Persona. El Pontificio Consejo renueva a los fieles de las Comunidades eclesiales el impelente llamamiento para que intensifiquen el logro de las informaciones necesarias y, al mismo tiempo, ofrezcan muestras palpables de un fraterno compartir de sus bienes. Esto ser? de gran ayuda a los que se han consagrado al servicio de los hermanos y hermanas enfermos de lepra. En particular, ser? importante el env?o de Personal Sanitario especializado que ayude por un considerable per?odo de tiempo a los Misioneros y Religiosas consagrados en la prevenci?n y cura de las poblaciones en los pa?ses con riesgo de lepra.
Hacer que los Misioneros, las Religiosas y los Voluntarios sientan el aprecio y cercan?a personal, es responder de modo concreto a la invitaci?n que el Santo Padre Benedicto XVI expresara en la Audiencia concedida a los Participantes en la ?Conferencia Internacional 2006? de nuestro Dicasterio: ??C?mo no tener presente a los numerosos enfermos infectivos obligados a vivir segregados, y a veces marcados con un estigma que los humilla? Dichas situaciones deplorables aparecen a?n m?s graves debido a la desigualdad de las condiciones sociales y econ?micas entre el Norte y el Sur del mundo. Es importante responder a ellas mediante intervenciones concretas que favorezcan la cercan?a al enfermo, hagan m?s viva la evangelizaci?n de la cultura y propongan razones inspiradoras de los programas econ?micos y pol?ticos de los gobiernos? (24 noviembre 2006).

La invitaci?n nos la hace Jes?s con la par?bola del Buen Samaritano: ?Vete y haz t? lo mismo? (Lc 10, 37). Con ?Jes?s Buen Samaritano? debemos evangelizar el ambiente cultural de la sociedad humana en la que vivimos, para eliminar los prejuicios a?n presentes hacia quien se encuentra dram?ticamente afectado por la lepra.

Fiel a su misi?n, la Iglesia repite siempre el acto misericordioso del Maestro Divino que, en el gesto de curar a los leprosos, nos indica que la Redenci?n est? en marcha (cfr. Lc 7, 22). Es en este camino abierto por Cristo Jes?s que muchos est?n implicados personalmente. Junto a S. Francisco de As?s, al Beato Dami?n de Veuster, al Beato Pedro Donders, tambi?n hoy prosigue en nuestro mundo el compromiso de numerosos y an?nimos ?testigos del amor misericordioso de Dios?, que han elegido libremente vivir ?con y para? los hermanos y hermanas enfermos de lepra.

En esta ?54a Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra? merece un recuerdo particular Raoul Follereau, en el ?30? Aniversario de su muerte?, como ejemplo y confirmaci?n que el Amor de Dios involucra tambi?n a quien confiesa humildemente: ?Yo no conozco a Dios, pero soy conocido por El, ?sta es la esperanza? (R. Follereau, Le livre d?amour, ediz. I.M.E, septiembre 2005, p. 59 n. 35). Follereau era un hombre que oraba as?: ?Se?or, mucho quisiera ayudar a los dem?s a vivir, a todos mis hermanos, que penan y sufren sin saber por qu?, en espera que la muerte los libere? (id. p. 58 n. 30)

A los Obispos, a los Encargados de la Pastoral de la Salud en las iglesias particulares, a los Agentes de la Salud, a los Misioneros, a las Religiosas, a los Voluntarios Laicos involucrados en el seguimiento de los hermanos y hermanas enfermos de lepra, conf?o las palabras del Mensaje para la ?XVa Jornada Mundial del Enfermo? del Santo Padre Benedicto XVI: ?Muchos millones de personas en el mundo viven a?n en condiciones de vida insalubres y no tienen acceso a los recursos m?dicos b?sicos con el resultado de que el n?mero de seres humanos en cuanto ?incurable? ha aumentado considerablemente (...). Deseo animar los esfuerzos de las personas que trabajan cotidianamente para garantizar una asistencia adecuada y amorosa a los enfermos incurables y a los que se encuentran en la fase terminal, lo mismo que a sus familias?.

A vosotros hermanos y hermanas afligidos por la lepra y a los que llev?is en vuestro cuerpo los signos dolorosos que les ha dejado la enfermedad, deseo repetir las palabras de la carta apost?lica Salvifici Doloris: ?En la cruz est? el ?Redentor del hombre?, el Var?n de dolores, que ha asumido en s? mismo los sufrimientos f?sicos y morales de los hombres de todos los tiempos, para que en el amor puedan encontrar el sentido salv?fico de su dolor y las respuestas v?lidas a todas sus interrogantes? A todos vosotros los que sufr?s, os pedimos que nos ayud?is. Precisamente a vosotros, que sois d?biles, pedimos que se?is una fuente de fuerza para la Iglesia y para la humanidad? (n. 31).

Javier Card. Lozano Barrag?n
Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud


[Traducci?n distribuida por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud]
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