Martes, 20 de marzo de 2007


Serie de testimonios publicados en carpeta de campa?a del D?a del Seminario 2007. Colocamos el de Benedicto XVI.

TESTIMONIOS



Testimonio de Benedicto XVI, en respuesta a la pregunta que le formula un joven, preparando el Encuentro de Colonia.

? Santidad, me llamo Vittorio; soy de la parroquia de San Juan Bosco en Cinecitt?; tengo 20 a?os y estudio ciencias de la educaci?n en la universidad de Tor Vergata.

En su Mensaje nos invita a no tener miedo de responder con generosidad al Se?or, especialmente cuando propone seguirlo en la vida consagrada o en la vida sacerdotal. Nos dice que no tengamos miedo, que nos fiemos de ?l y que no quedaremos defraudados. Estoy convencido de que muchos de los que estamos aqu?, y muchos de los que nos siguen desde su casa a trav?s de la televisi?n, est?n pensando en seguir a Jes?s por un camino de especial consagraci?n, pero no siempre es f?cil descubrir si ese es el camino correcto. ?Nos quiere decir c?mo descubri? usted cu?l era su vocaci?n? ?Puede darnos consejos para comprender mejor si el Se?or nos llama a seguirlo en la vida consagrada o sacerdotal? Muchas gracias.

? Por lo que a m? se refiere, crec? en un mundo muy diferente del actual, pero, en definitiva, las situaciones son semejantes. Por una parte, exist?a a?n la situaci?n de "cristiandad", en la que era normal ir a la iglesia y aceptar la fe como la revelaci?n de Dios y tratar de vivir seg?n la revelaci?n; por otra, estaba el r?gimen nazi, que afirmaba con voz muy fuerte: "En la nueva Alemania no habr? ya sacerdotes, no habr? ya vida consagrada, no necesitamos ya a esta gente; buscaos otra profesi?n".

Pero precisamente al escuchar esas "fuertes" voces, ante la brutalidad de aquel sistema tan inhumano, comprend? que, por el contrario, hab?a una gran necesidad de sacerdotes. Este contraste, el ver aquella cultura antihumana, me confirm? en la convicci?n de que el Se?or, el Evangelio, la fe, nos indicaban el camino correcto y nosotros deb?amos esforzarnos por lograr que sobreviviera ese camino.

En esa situaci?n, la vocaci?n al sacerdocio creci? casi naturalmente junto conmigo y sin grandes acontecimientos de conversi?n. Adem?s, en este camino me ayudaron dos cosas: ya desde mi adolescencia, con la ayuda de mis padres y del p?rroco, descubr? la belleza de la liturgia y siempre la he amado, porque sent?a que en ella se nos presenta la belleza divina y se abre ante nosotros el cielo. El segundo elemento fue el descubrimiento de la belleza del conocer, el conocer a Dios, la sagrada Escritura, gracias a la cual es posible introducirse en la gran aventura del di?logo con Dios que es la teolog?a. As?, fue una alegr?a entrar en este trabajo milenario de la teolog?a, en esta celebraci?n de la liturgia, en la que Dios est? con nosotros y hace fiesta juntamente con nosotros.

Como es natural, no faltaron dificultades. Me preguntaba si ten?a realmente la capacidad de vivir durante toda mi vida el celibato. Al ser un hombre de formaci?n te?rica y no pr?ctica, sab?a tambi?n que no basta amar la teolog?a para ser un buen sacerdote, sino que es necesario estar siempre disponible con respecto a los j?venes, a los ancianos, a los enfermos, a los pobres; es necesario ser sencillos con los sencillos. La teolog?a es hermosa, pero tambi?n es necesaria la sencillez de la palabra y de la vida cristiana. As? pues, me preguntaba: ?ser? capaz de vivir todo esto y no ser unilateral, s?lo un te?logo? Pero el Se?or me ayud?; y me ayud?, sobre todo, la compa??a de los amigos, de buenos sacerdotes y maestros.

Volviendo a la pregunta, pienso que es importante estar atentos a los gestos del Se?or en nuestro camino. ?l nos habla a trav?s de acontecimientos, a trav?s de personas, a trav?s de encuentros; y es preciso estar atentos a todo esto. Luego, segundo punto, entrar realmente en amistad con Jes?s, en una relaci?n personal con ?l; no debemos limitarnos a saber qui?n es Jes?s a trav?s de los dem?s o de los libros, sino que debemos vivir una relaci?n cada vez m?s profunda de amistad personal con ?l, en la que podemos comenzar a descubrir lo que ?l nos pide.

Luego, debo prestar atenci?n a lo que soy, a mis posibilidades: por una parte, valent?a; y, por otra, humildad, confianza y apertura, tambi?n con la ayuda de los amigos, de la autoridad de la Iglesia y tambi?n de los sacerdotes, de las familias. ?Qu? quiere el Se?or de m?? Ciertamente, eso sigue siendo siempre una gran aventura, pero s?lo podemos realizarnos en la vida si tenemos la valent?a de afrontar la aventura, la confianza en que el Se?or no me dejar? solo, en que el Se?or me acompa?ar?, me ayudar?.
Publicado por verdenaranja @ 23:28  | Espiritualidad
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