Martes, 27 de marzo de 2007
(ZENIT.org).- Con ocasi?n del 50? aniversario de la firma de los Tratados de Roma, m?s de 400 delegados de las Conferencias Episcopales, de las comunidades religiosas, de las organizaciones y movimientos cat?licos y de otras iglesias cristianas se han reunido en Roma del 23 al 25 de marzo, por invitaci?n de la Comisi?n de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), en un congreso europeo sobre el tema ?Valores y perspectivas para la Europa de ma?ana?.

Estos delegados han dirigido el ?Mensaje de Roma? a los jefes de Estado y de gobierno de los Estados miembros de la Uni?n Europea, al presidente del Parlamento Europeo y al Presiente de la Comisi?n Europea, reunidos el domingo en Berl?n con ocasi?n del mencionado aniversario, en un solemne encuentro del Consejo Europeo.

En propia mano recogi? el ?Mensaje de Roma? el presiente del Consejo Italiano, Romano Prodi, comprometi?ndose ante los congresistas a llevarlo personalmente a los convocados en la ciudad alemana.

Texto de dicho Mensaje.

MENSAJE DE ROMA


1. A la luz de la historia de la Comunidad Europea, contemplamos los Tratados de Roma como una etapa importante en el camino de integraci?n de los Estados y de los pueblos europeos. Agradecemos los esfuerzos de muchos representantes de nuestros pueblos en t?rminos de compromiso a favor de la paz y de la reunificaci?n europea, hasta ahora no completamente realizados. Aquellos l?deres europeos supieron sacar ense?anzas adecuadas de las aberraciones de nacionalismos exacerbados e ideolog?as totalitarias que han llevado a guerras, destrucci?n y negaci?n de las libertades. Los logros de estos cincuenta a?os se describen en el informe ?Una Europa de los valores?, del que el Congreso ha tomado nota. Consideramos nuestro deber realizar la construcci?n europea en el tiempo con la conciencia de que se trata de una construcci?n terrena. Necesitaban m?s de cien a?os nuestros antepasados para construir una catedral; en cincuenta a?os hemos construido una nueva ?catedral? para todos los europeos.

2. Recordamos que todos los Estados miembros se han comprometido libremente en el proceso de integraci?n europea con la firma y la ratificaci?n de los Tratados de Roma y de los sucesivos acuerdos europeos. Hoy, en marzo de 2007, la Uni?n Europea tiene nuevamente ante s? desaf?os importantes que superar para garantizar su propio futuro. Es necesario desarrollar la cooperaci?n internacional para combatir la pobreza, especialmente en ?frica, la explotaci?n de las mujeres y de los ni?os, as? como las violaciones de los derechos del hombre. Es necesario luchar contra las causas y las consecuencias del cambio clim?tico. En este contexto es necesario armonizar las experiencias de un mayor n?mero de pa?ses miembros de la UE, responder a las crecientes expectativas de los ciudadanos respecto a la UE en una situaci?n de globalizaci?n y mantener una adecuada protecci?n social. El reacercamiento de los ciudadanos a las instituciones pol?ticas lejanas y dif?ciles de entender es cada vez m?s necesario. Todo ello requiere urgentemente que se confirme con vigor el camino ya recorrido hallando nuevos motivos para justificar la existencia de la Uni?n Europea. Ello le permitir? reencontrar su dinamismo original, a fin de que cada vez m?s j?venes europeos se conviertan realmente en la mayor riqueza de Europa.

3. Seguimos con atenci?n el di?logo entre los Jefes de Estado y de Gobierno, el presidente del Parlamento Europeo y el Presidente de la Comisi?n Europea, a fin de identificar una soluci?n compartida que permita superar la actual pausa de reflexi?n en Europa. Pedimos que la soluci?n institucional que se alcance tutele la dignidad humana y los valores que se derivan de ella, como la libertad religiosa en todas sus dimensiones, los derechos institucionales de las Iglesias y de las comunidades religiosas, y reconozca expl?citamente el patrimonio cristiano de nuestro continente. En el di?logo sobre y por el bien com?n de los ciudadanos, contribuiremos a una fuerte cohesi?n social, hoy tan importante y necesaria para Europa.

4. Pedimos que la UE est? guiada por los valores y los principios que han inspirado la unificaci?n europea desde el inicio, como: la dignidad humana, la igualdad entre el hombre y la mujer, la paz y la libertad, la reconciliaci?n y el respeto rec?proco, la solidaridad y la subsidiariedad, el Estado de Derecho, la b?squeda del bien com?n. Estos son indispensables, en particular frente al rebrote, en nuestros pa?ses, de tendencias nacionalistas, racistas, xen?fobas, y de ego?smos nacionales. Las instituciones europeas deber?n actuar en el ?mbito de sus competencias y no en el que corresponda a los Estados nacionales. Y es por esto que nosotros apelamos a los Estados miembros, pidi?ndoles que respeten, en el ?mbito de la propia legislaci?n democr?tica, la vida desde la concepci?n hasta su fin natural, y que promuevan la familia como uni?n natural entre el hombre y la mujer en el matrimonio. El respeto de los derechos civiles y jur?dicos de los individuos no debe perjudicar el matrimonio y la familia como base de la sociedad.

5. Nosotros, cristianos, muestras comunidades, nuestras asociaciones y movimientos, contribuiremos con nuestro compromiso a sostener las iniciativas que respeten aut?nticamente la naturaleza humana creada a imagen y semejanza de Dios, como est? revelada en la persona de Jesucristo, y que, en esta ?ptica, trabajen aut?nticamente a favor de la reconciliaci?n, de la paz, de la libertad, de la solidaridad, de la subsidiariedad, de la justicia. En el proceso de integraci?n del continente, como record? el Papa Juan Pablo II, ?es de importancia capital tener en cuenta que la uni?n no tendr? solidez si queda reducida s?lo a la dimensi?n geogr?fica y econ?mica, pues ha de consistir ante todo en una concordia sobre los valores, que se exprese en el derecho y en la vida? [ ?Ecclesia in Europa?, 110 ].

Que el Se?or bendiga Europa y la Virgen Mar?a la proteja.

[Traducci?n del texto pluriling?e realizada por Zenit]

[La COMECE (www.comece.org), cuyo secretariado est? en Bruselas, se cre? en 1980 como un instrumento de enlace entre las Conferencias Episcopales y la Comunidad Europea. Acompa?a la pol?tica de la Uni?n en todo campo de inter?s eclesial, le ofrece la colaboraci?n de la Iglesia y se esfuerza por responder las peticiones de los responsables de las instituciones europeas. Ndr].


Publicado por verdenaranja @ 22:22  | Hablan los obispos
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