Martes, 27 de marzo de 2007
Art?culo de monse?or Ra?l Berzosa Mart?nez, obispo auxiliar de Oviedo recordando a monse?or Eugenio Romero Pose con motivo de fallecimiento.

Un te?logo de raza


La noticia nos llegaba muy temprana: D. Eugenio Romero Pose, actualmente obispo auxiliar de Madrid, hab?a fallecido el d?a de la Anunciaci?n, tras una larga enfermedad. Quienes le conocimos, primero como profesor en la Facultad de Teolog?a de Burgos, y m?s tarde como compa?ero en la docencia y te?logo, podemos decir de ?l, sin dudarlo, que ha sido uno de los te?logos m?s representativos y notables del panorama teol?gico espa?ol del siglo XX.

Supo hacer realidad el triple programa se?alado por el Concilio Vaticano II: vuelta a las fuentes puras y genuinas de la patr?stica, di?logo sincero con la cultura de nuestro tiempo, y atenci?n a la dimensi?n pastoral de la teolog?a.

Las tres dimensiones las cultiv? con maestr?a, pero sin duda la patr?stica fue el campo donde nos leg? sus mejores aportaciones. Junto al fallecido jesuita padre Orbe y al joven te?logo J. J. Ay?n, han sabido abrir una escuela reconocida mundialmente, sobre todo cuando se trata de hablar de San Ireneo o San Justino.

?Cu?ntas veces escuch? de labios de D. Eugenio, las conocidas frases de San Ireneo!: ?Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios. La gloria y felicidad de Dios es que el hombre viva. Y la gloria y felicidad del hombre es la visi?n de Dios?.

Su labor en la Conferencia Episcopal ha sido muy fructuosa. Los importantes documentos emanados por la Comisi?n de la Doctrina de la Fe, de la que era Presidente, y otros m?s recientes aprobados en Asamblea Plenaria, llevan su sello y su acertado saber hacer.

Quiero destacar, finalmente otra faceta de D. Eugenio Romero: su cercan?a al monasterio de Clarisas de Lerma. Con frecuencia les repet?a tres verdades de nuestra fe: el amor apasionado a Jesucristo, el amor sincero a la Iglesia como Cuerpo y presencia de Cristo, y las claves de una aut?ntica espiritualidad de encarnaci?n. Cre?a y valoraba la vida de especial consagraci?n como don del Esp?ritu.

En estos momentos, no s?lo Madrid o Galicia, su tierra natal, sino toda la Iglesia espa?ola llora la muerte de un hijo tan sabio como humilde, tan clarividente como espiritual, tan espa?ol como universal. Sabemos que con su muerte no le hemos perdido: hemos ganado un intercesor. Gracias, D. Eugenio por tu obra y por el testimonio de tu vida.

+ Ra?l Berzosa Mart?nez, obispo titular de Arcavica y auxiliar de Oviedo
Publicado por verdenaranja @ 22:40  | Hablan los obispos
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