Art?culo sacado de la HOJA DE DIFUSI?N PARROQUIAL DE SANTA RITA DE CASIA DE PUNTA BRAVA, n?mero 91, escrito por el Padre Antonio Mar?a Hern?ndez. MISERICORDIA Y PERD?N
En una de las bienaventuranzas dice el Se?or:
Dichosos los misericordiosos porque ellos alcanzar?n misericordia. ?
Miser?, significa miseria, miserable y ?cordia? que tiene un gran coraz?n. Es decir, ser misericordioso es tener un gran coraz?n para ser comprensivos con las miserias de los dem?s para que Dios tenga un gran coraz?n ante las miserias nuestras.
?Qui?n no tiene miserias? ?Qui?n no tiene fallos? ?Qui?n no se equivoca nunca? ?Qui?n es perfecto? ?Qui?n lo tiene todo que no le falte nada? Lo importante es que nos demos cuenta que tenemos miserias, que somos miserables. Reconocer que metemos la pata. Reconocer que hemos hecho mal, que nos hemos equivocado. Reconocer que no lo sabemos todo, que los dem?s tambi?n saben, que los dem?s tienen algo que ense?arnos. Reconocer que tenemos nuestras limitaciones, que no lo podemos todo. El primer paso para uno curarse de una enfermedad es reconocer que estamos enfermos. El segundo paso seria ir el m?dico y el tercero, tomarnos los medicamentos. Por eso para ser comprensivos con las miserias y los fallos de los dem?s tenemos primero que darnos cuenta de nuestras miserias. Mirarnos a nosotros mismos y reconocer nuestras carencias. iNos faltan tantas cosas!.
Tener un coraz?n acogedor para con los dem?s. Ser sencillos, ser delicados, tener mucho cuidado en no andar descubriendo los fallos que tienen los dem?s. Ser como las abejas y no como las moscas. Las moscas siempre van a lo podrido, las abejas siempre van a extraer lo mejor de cada flor, para elaborar ese exquisito panal de miel, que encima se lo comen otros.
Qu? hermoso es irnos acostumbrando a mirar en cada uno de los que nos encontremos en la vida lo mejor que tienen y decirles !o de bueno que tiene cada uno. Mira: yo s? algo bueno de ti. Me dijeron algo bueno de ti. iCu?nto te aprecian! iQu? bien te sali? todo! iQu? sonrisa tan maravillosa tiene usted! Dicho, por supuesto, sin hipocres?a, sino sinti?ndolo. Y descubrir la simpat?a que tienen los dem?s, y reconocer que los dem?s tienen buenas cualidades.
Solamente el envidioso, el celoso, no ve nada bueno o todo lo ve feo. La vida es bella, y en este valle de l?grimas tenemos que saber convivir y saber adaptarnos a los dem?s. Para eso tenemos que tener mucho aguante, llevarnos bien, pasar por alto las peque?as cosas o fallos de los dem?s. Uno no puede cambiar a los dem?s; pero s? se puede cambiar a si mismo. Arr?glate t?, no faltes a nadie, contesta bien, pide las cosas con educaci?n y buenos modales, ten respeto a los dem?s, aunque sean m?s j?venes que t?. Dios es infinitamente misericordioso porque te ama de una manera infinita. Por eso te perdona tanto, una y otra vez y cuantas veces reconozcamos que nos hemos equivocado. Dios perdona siempre, y te aguanta siempre y ?medio se hace el tonto?. No nos espanta. Nos quiere dar nuevas oportunidades. As? debemos tambi?n hacer nosotros con los dem?s. Aprendamos de Dios a ser m?s flexibles, m?s tolerantes, m?s comprensivos.
?Ay los dem?s, los dem?s! Cada persona es un mundo y es un mundo complicado y misterioso. En cada persona hay un mont?n de problemas, depresiones, tristezas, problemas de familia, problemas de amistad, desenga?os, inseguridad, desprecios, recibidos a veces hasta de personas que dicen quererte. Esto es lo que hay. Esta es la realidad. La realidad, para que no sea as?, tenemos que empezar a cambiarla t? y yo con nuestra manera de ser, colaborando, ayudando a otro, escuchando, soportando las contrariedades, perdonando una y otra vez y mirar hacia delante. No recordando m?s lo de atr?s cuando lo de atr?s tiene malos recuerdos o abre heridas ya cerradas. No hagas nada que sirva para amargarle la vida a los dem?s. No le hagas la vida imposible a nadie. No sigas machacando, una y otra vez, con lo mismo. C?llate o di algo mejor que el silencio. Echa una mano, ayuda, sonr?e. No le eches m?s le?a al fuego, cuando algo va mal. No sigas insistiendo en lo que no te pueden dar. Busca lo bueno que hay en los dem?s. Al?grate de que los dem?s triunfen. No andes con chismes que puedan herir. No andes sacando el pellejo a los dem?s por detr?s. Da la cara, y muchas de las veces es mejor callar. No imites nunca lo que est? mal. No seas c?mplice del mal. No te escabulles. No te quites la responsabilidad que es tuya. No andes siempre buscando culpables, como si t? nunca hubieras roto un plato, y no escondas los platos rotos.
Tratemos cada d?a de cambiar, de rectificar. Hoy ha comenzado un nuevo d?a, algo maravilloso. Ilusi?nate con el d?a. Amanecimos vivos, iBendito sea Dios! Pues, a poner de nuestra
parte todo lo que contribuya a mejorar la situaci?n. Tenemos el momento presente para hacer algo bueno, No perdamos el tiempo. Seamos organizados y que cada uno en el lugar que est? ponga amor en lo que hace y trate de hacerlo de la mejor manera que Dios le de a entender, sin meterse con nadie, sin juzgar a nadie. Adelante. Siempre es nueva la vida, siempre es nuevo el amor. As? dice la canci?n.
De peque?o yo cre?a que lo m?s f?cil que hab?a en la vida era amar y perdonar. Mi madre nos ense?? a perdonar, a no guardar nunca rencor a nadie. ?Cu?nto me ha ayudado esta educaci?n, recibida de mis padres! He de decir que no s? odiar, por mucho da?o que me hagan. Luego pienso que es l?gico que yo perdone a cuantos de alguna manera tambi?n me han hecho da?o. ?Cu?nta gente me ha perdonado en mi vida! De un modo muy especial, cu?ntas veces me ha amado el Se?or. Cu?nto me ha ense?ado al Se?or. A?n est?s titubeando, si perdonas o no, golpeando diente contra diente, nervioso iQu? es la vida del hombre en la Tierra sino una cadena de ca?das y levantadas! Dios nos quiere de pie, con la cabeza levantada, y por eso nos perdona tanto. A cu?nta gente hemos perjudicado a lo largo de la vida y quiz? muchas ya han muerto y no les has pedido perd?n. O muchos quiz? hundimos y jam?s lograron levantarse. Tengamos todo esto en cuenta para ser m?s comprensivos.
Es incre?ble la cantidad de veces que nos hemos equivocado y nuestro Padre Dios, sigue d?ndonos chorros de vida y extendiendo su perd?n a cada una de nuestras equivocaciones, d?ndonos una y otra vez, nuevas oportunidades. iDios m?o, Dios m?o! ?Cu?nto nos quieres! iQu? maravilloso es vivir! Y, vivir es sentirse amado. Tambi?n el Se?or nos est? diciendo, que perdonemos, que hagamos igual que El. Que rompamos ficha. Mejor, jam?s fichemos a nadie. Dios se distingue precisamente por ser ?un rompe fichas?, cada vez que le decimos ?lo siento Se?or, perd?name, no me lo tomes en cuenta?; pero Dios al perdonarte y olvidar definitivamente tus fallos te est? diciendo, que ese perd?n es condicionado a que t? hagas igual con los dem?s. Amemos, aunque nos equivoquemos. Amemos sin recordar jam?s cuanto nos hayan ofendido, igual que el Se?or. En nuestro paso por este valle de l?grimas a cu?ntas personas hemos hecho da?o, quiz? bastantes veces sin hacerlo ?adrede?, de una manera indirecta o seg?n la manera de decir las cosas. ?Cu?ntas omisiones! ?Cu?ntas ocasiones perdidas de hacer una buena obra! ?Cu?ntos que ya no est?n en este mundo y se fueron sin reconciliarse, quiz? hasta con odio o rabia por dentro, quiz? hasta alguno pudo perder su alma por culpa de un mal ejemplo m?o, por culpa de un esc?ndalo! ?Cu?ntos han perdido la fe, o han cambiado de religi?n por culpa de un mal ejemplo, de alguien que le indujo a un pecado, de la lectura de un libro que le hizo mucho da?o, o una pel?cula, o un reportaje en la televisi?n! ?
Cu?ntas personas se han hundido para siempre por culpa de una calumnia, de una acusaci?n injusta, de un despido improcedente! ?Cu?ntos marginados de la sociedad, aislados, amordazados! ?Cu?ntos derechos atropellados! ?Cu?nto odio todav?a en la Tierra! ?Cu?nta crueldad! Y t?, Se?or, gritando una y otra vez, golpean-do en nuestro coraz?n fuertemente para que seamos misericordiosos. Que nos importe el dolor, el problema ajeno. iVuelve Se?or a la Tierra! iVuelve de nuevo, porque el mal est? cubriendo esta tierra que un d?a llenaste t? de amor con la Creaci?n.
Dios pone de manifiesto su poder precisamente por su perd?n y su misericordia. Hay que tener muchas toneladas de amor para saber perdonar y jam?s recordar la ofensa. Dios cuando perdona borra de su memoria la ofensa. As? debe ser como cuando borras un mensaje de tu m?vil o le das a la tecla de ?todos los mensajes borrados? y mirar hacia delante. No te importe que tengas fama de blando, y que te convenzan f?cilmente para que perdones y pases p?gina cuando te ofenden. Esto es preferible a que tengas fama de intransigente, duro, y no digamos cruel o injusto. Siempre es mejor que la balanza se incline hacia la bondad, la dulzura, la comprensi?n. En definitiva, que hasta instintivamente, nos salga siempre el perd?n, a?n antes que nos lo pidan o sin pedirlo.
Esa es la actitud del Se?or, que sabe mejor que nadie ?de qu? barro estamos hecho?. No te empe?es, pues, en gastarte y desgastarte en demostrar que aunque me perdones y no guardas rencor, sin embargo jam?s olvidar?s la ofensa que te hicieron. Desde luego si Dios actuara as? contigo, arreglado estar?as. Hay que ser coherentes con las palabras del Padre Nuestro ?no te olvides que las condiciones para que el Se?or te perdone las estas poniendo t? mismo? Perd?name del mismo modo que yo perdono.
Antonio Mar?a Hern?ndez y Hern?ndez