En los tres ciclos litúrgicos, el IV domingo de Pascua presenta un pasaje del Evangelio de Juan sobre el buen pastor. Después de habernos conducido, el domingo pasado, entre los pescadores, el Evangelio nos conduce entre los pastores. Dos categorías de igual importancia en los evangelios. De una deriva el título de «pescadores de hombres», de otra el de «pastores de almas», dado a los apóstoles.
La mayor parte de Judea era un altiplano de suelo áspero y pedregoso, más adecuado al pastoreo que a la agricultura. La hierba era escasa y el rebaño debía trasladarse continuamente, no había cercados y esto requería la constante presencia del pastor entre la grey. Un viajero del siglo pasado nos dejó un retrato del pastor de la Palestina de entonces: «Cuando lo ves en un elevado pastizal, insomne, con la mirada que escruta la lejanía, expuesto a las intemperies, apoyado en su vara, siempre atento a los movimientos del rebaño, entiendes por qué el pastor adquirió tal importancia en la historia de Israel que se le dio este título a su rey y Cristo lo asumió como emblema y sacrificio de sí».
En el Antiguo Testamento Dios mismo es representado como pastor de su pueblo: «El Señor es mi pastor, nada me falta» (Sal 23,1). «Él es nuestro Dios y nosotros el pueblo de su pasto» (Sal 95,7). El futuro Mesías también es descrito con la imagen del pastor: «Como pastor pastorea su rebaño; recoge en brazos los corderitos, en el seno los lleva y trata con cuidado a las paridas» (Is 40,11). Esta imagen ideal de pastor encuentra su plena realización en Cristo. Él es el buen pastor que va en busca de la oveja extraviada; se apiada del pueblo porque lo ve «como ovejas sin pastor» (Mt 9,36); llama a sus discípulos «el pequeño rebaño» (Lc 12, 32). Pedro llama a Jesús «el pastor de nuestras almas» (1 P 2, 25) y la Carta a los Hebreos «el gran pastor de las ovejas» (Hb 13,20).
De Jesús buen pastor el pasaje evangélico de este domingo subraya algunas características. La primera se refiere al conocimiento recíproco entre ovejas y pastor : «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen». En ciertos países de Europa, las ovejas se crían especialmente por la carne; en Israel se criaban sobre todo por la lana y la leche. Por ello permanecían años y años en compañía del pastor, quien acaba por conocer el carácter de cada una y llamarla con algún afectuoso apodo.
Está claro lo que Jesús quiere decir con estas imágenes. Él conoce a sus discípulos (y, en cuanto Dios, a todos los hombres); les conoce «por su nombre», que para la Biblia quiere decir en su esencia más íntima. Él les ama con un amor personal que llega a cada uno como si fuera el único que existe ante Él. Cristo no sabe contar más que hasta uno: y ese uno es cada uno de nosotros.
Otra cosa nos dice del buen pastor el pasaje del Evangelio del día. Él da la vida a las ovejas y por las ovejas y nadie podrá arrebatárselas. La pesadilla de los pastores de Israel eran las salvajes bestias –lobos y hienas- y los salteadores. En lugares tan aislados constituían una amenaza constante. Era el momento en que se evidenciaba la diferencia entre el verdadero pastor –el que apacienta las ovejas de la familia, quien tiene la vocación de pastor- y el asalariado que se pone al servicio de algún pastor sólo por la paga que recibe de él, pero que no ama, e incluso frecuentemente odia a las ovejas. Frente al peligro, el mercenario huye y deja a las ovejas a merced del lobo o del malhechor; el verdadero pastor afronta valientemente el peligro para salvar el rebaño. Esto explica por qué la liturgia nos propone el Evangelio del buen pastor en el tiempo pascual: la Pascua ha sido el momento en que Cristo ha demostrado ser el buen pastor que da la vida por sus ovejas.
[Traducción del original italiano realizada por Zenit]
Comunicado en el que los obispos de México expresan su preocupación por la violencia y el crimen organizado y por el incremento en el país de los llamados “pecados sociales que claman al cielo” como son el comercio de drogas, la corrupción, el terror de la violencia, el armamentismo.
Lago de Guadalupe, Estado de México., 18 de abril de 2007
Al inicio de este trienio queremos expresar la preocupación pastoral que nos embarga ante la creciente espiral de violencia y descomposición social generada por el crimen organizado, y que se manifiesta en masacres, asesinatos, “levantones”, terrorismo y sabotajes de diferente índole.
En México los católicos son la mayor parte de la población, por ello resulta preocupante que se hayan incrementado en nuestra patria los fenómenos que el querido Siervo de Dios, Juan Pablo II, denunció como “pecados sociales que claman al cielo”. Entre estos pecados se encuentra el comercio de drogas, el lavado de las ganancias ilícitas, la corrupción, el terror de la violencia, el armamentismo, fenómenos que hemos estado viviendo muy de cerca en diferentes partes del país. Estos pecados manifiestan una profunda crisis debido a la pérdida del sentido de Dios. Si esto está aconteciendo en México es porque los católicos estamos cometiendo uno de los errores más graves de nuestro tiempo: una separación entre la fe que profesamos y nuestra vida cotidiana.
Reconocemos el esfuerzo de los gobiernos federal y estatal, y en especial el trabajo de las diferentes corporaciones que han trabajado en los Operativos Conjuntos en diferentes estados de nuestro país en pro de salvaguardar el Estado de Derecho. A todas aquellas personas que arriesgan su vida por la seguridad del pueblo de México enviamos nuestra bendición y elevamos a Dios nuestra oración para que ellos y sus familias gocen de su gracia y protección. Sin embargo, pedimos a los cristianos de México que no se desentiendan; que no esperen de otros la solución, porque ésta depende de todos. Está confiada al corazón de cada hombre y de cada mujer de la noble Nación mexicana.
“¡Cese pues la confrontación y el odio, generadores de destrucción y de muerte! ¡Que nadie que se precie del nombre de cristiano preste el menor respaldo a los sembradores de violencia y de terror! Que todos repudien esa “nueva forma de esclavitud” que es el narcotráfico!” (Juan Pablo II, 6 de julio de 1986).
Confiando en la capacidad y bondad de las personas, invitamos a los implicados en estas situaciones absurdas del narcotráfico a iniciar el camino de la conversión y vuelta sincera a Dios; sólo Él abre sus corazones y mueve sus voluntades, para un cambio total de vida.
Proponemos una cultura de la vida anclada en el fortalecimiento de la familia como núcleo de cohesión social, transmisora de valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos. Convocamos a las organizaciones civiles y empresariales, instituciones educativas, medios de comunicación y actores políticos para que, sin protagonismos ni confrontaciones estériles, unamos esfuerzos en una Cruzada Nacional por la paz y la justicia. México es un gran país, que no merece vivir bajo el miedo y la amenaza de unos cuantos que, con fines egoístas y de lucro fácil, han decidido optar por una cultura de terror y de muerte.
Los Obispos de México reiteramos nuestra cercanía y apoyo en el esfuerzo que cada mujer y cada hombre de buena voluntad realizan para acabar con el flagelo de la violencia ocasionada por el narcotráfico, y pedimos a la Virgen de Guadalupe, Madre de Dios, que custodie en su pueblo el amor a la vida, y lo acompañe en su amorosa lucha por defenderla.
Por los Obispos de México,
+ Carlos Aguiar Retes
Obispo de Texcoco
Presidente de la CEM
+ José Leopoldo González González
Obispo Auxiliar de Guadalajara
Secretario General de la CEM
Los Obispos de México (2007-04-20)
AMERICA/BOLIVIA - Jornada de la infancia y adolescencia misionera: “De la mano con Jesús a la misión”
La Paz (Agencia Fides) - “De la mano con Jesús a la misión” es el lema con el que este año se celebra la Jornada de la infancia y adolescencia misionera el próximo domingo 22 de abril. Este lema va en sintonía con los de los últimos dos años en los que se ha buscado seguir un camino de formación, según informan los organizadores. En efecto en el 2005 el tema fue “la Eucaristía, un pan para todos” que permitió descubrir a Jesús presente en la Eucaristía y que la misma es fuente de solidaridad. En el 2006, en comunión con la Iglesia Latinoamericana en camino hacia la V Conferencia del CELAM, se reflexionó sobre la dimensión de discípulos de Jesús que nos hace al mismo tiempo misioneros de su Buena Nueva. En sintonía con este camino, este año los organizadores buscan que los niños se sientan enviados a la misión acompañados por Jesús.
Para poder celebrar adecuadamente esta jornada la Comisión Episcopal de Misiones junto con las Obras Misionales Pontificas ha preparado un material que fue distribuido en las 18 jurisdicciones del país para poder trabajarlo bajo las guía de los asesores o coordinadores de cada región. El material constaba de cuatro temas que han acompañado el camino hacia la Jornada: De la mano con Jesús a la misión para que los misioneros tomados de la mano de Jesús se lancen con confianza a la misión; Dejen que los niños vengan a mí para que los misioneros sientan el gozo y agradezcan por ser los preferidos de Jesús; Llamados al camino de la misión para que los misioneros respondan al llamado de Jesús con prontitud y generosidad; Denles ustedes de comer para permitir vivir la experiencia del compartir el pan con Jesús y los demás en la misión. (RG) (Agencia Fides 21/4/2007 Líneas: 20 Palabras: 316)
En los materiales para la Jornada Mundial de Oraci?n por las Vocaciones viene esta celebraci?n que colocamos a continueci?n.
--------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------
Ambientaci?n y preparativos
Esta oraci?n vocacional se puede hacer con el Sant?simo Expuesto con las debidas adaptaciones, para que no quede el Sant?simo como un objeto o s?mbolo m?s sino el centro de la celebraci?n y presencia "viva del Se?or Resucitado". Adaptando cantos, oraciones del inicio y final de La Exposici?n. Tambi?n se puede hacer adaptando lo que convenga o interese m?s entorno a un icono o imagen de la Virgen.
La iglesia, sala o estancia, donde va a tener lugar esta celebraci?n, est? convenientemente preparada y ambientada. Destaca un p?ster con un gran "Al?grate ". Se podr?a ambientar tambi?n con el icono que presentamos para la Jornada de este a?o (Capilla Redemptoris Mater).
Sonando de fondo el canto "Al?grate", se proyecta un montaje de powerpoint.
Saludo inicial
(Habla el que anima o dirige esta celebraci?n.)
Nos encontramos aqu? reunidos para tener un momento de oraci?n.
Ahora deteng?monos y dejemos a un lado los pensamientos y todo aquello que nos preocupa y pong?monos en la presencia del Se?or Eucarist?a.
Con la certeza de que El se encuentra en medio de los que se re?nen en su nombre reflexionemos e intentemos descubrir cu?l es la voluntad de Dios en el momento actual de nuestra vida.
?Abramos nuestro coraz?n y dej?monos mirar por ?l! ?El nos ama con amor infinito y quiere llenar nuestra vida de alegr?a!
Exposici?n del Sant?s?mo- Con un canto y oraci?n propia.
Lectura de la Palabra de D?os (Lc i, 26-38).
Escuchemos este Evangelio como si fuera la primera vez, como novedad absoluta. Lo que vamos a escuchar, cambi? la historia de la humanidad, marc? un antes y un despu?s. Cuando alguien da un s? a Dios, tambi?n marca una antes y un despu?s en su vida y en la de muchos a donde sea enviado por el Se?or.
Proclamaci?n del texto evang?lico
(Al acabar la Lectura del Evangelio, desde el mismo u otro lugar, se lee el texto que sigue o se hace, seg?n posibilidades, una peque?a reflexi?n incidiendo en la llamada como "regado" de Dios e invitaci?n a una inmensa alegr?a como indica el Angel a la Virgen Mar?a.)
Hace mucho tiempo, en un pueblo insignificante llamado Nazaret tuvo lugar el acontecimiento m?s grande de toda la historia. Una mujer recibi? el mayor mensaje jam?s o?do en la tierra, un mensaje y una petici?n en contra de toda l?gica y raz?n. Ella qued? llena de la alegr?a del Esp?ritu, se fi? de Dios, y dijo Si, porque para El no hay nada imposible.
Su respuesta no debi? ser tan f?cil como parece a simple vista. Sin embargo, Mar?a se f?a de Dios y responde: "H?gase en m? seg?n tu Palabra". El le pidi? su consentimiento para venir a nosotros y ella se lo dio con sencillez, humildad y alegr?a. Sentirse elegido, llamado, mirado por Dios, provoca gozo, alegr?a inmensa, porque es sentirse "amado por Dios ". Cada vez que una persona dice SI a Dios, se actualiza el evangelio de la "Anunciaci?n". Todo ocurre en silencio, en oraci?n...Mar?a es sorprend?a por el ?ngel del Se?or... Hoy tambi?n el Se?or sigue enviando su "?ngel " para llamar, mirar, enamorar... hay un mundo que espera nuestro SI. Desde la pobreza personal, desde la desproporci?n con lo que nos pide Dios, respondamos como la J?ven de Nazaret: "H?gase en m? seg?n tu palabra".Se valiente, repite en silencio, durante unos minutos, como ella, "H?gase en m? seg?n tu Palabra" y notaras una profunda alegr?a...
SILENCIO Orante personal con m?sica ambiental
Nos asomamos al coraz?n de la Virgen
?Al ir junto a ella brota la intimidad! Es hora de mirarla de cerca, de preguntarle qu? es lo que lleva dentro, qu? es lo que guarda en su coraz?n. Su belleza puede despertar la nuestra, tan dormida. Su gracia puede recreamos.
?Al?grate! ?Qu? saludo el de aquella ma?ana de gracia!
Qued? llena, llena del amor de un Dios que llegaba hasta mi peque?o ser de mujer.
?Al?grate! As? me dijo el ?ngel del Se?or, y el gozo del Esp?ritu salt? en mi interior como una cascada de agua fresca que brota de una profunda monta?a.
?Al?grate! Y el gozo del Esp?ritu-se-plasm? en mi interior para siempre.
?Llena de gracia! Era el nuevo nombre que Dios Padre me pon?a. Quer?a expresar con ?l la fuerza de su mirar, su amor eterno y desbordante, su obra de salvaci?n.
?El Se?or est? contigo! Era el aviso para la misi?n que me confiaba: Ser madre-virgen. El estar?a siempre en m?. Juntos andar?amos el camino de la Nueva Humanidad.
Bendita t? entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Estas palabras de Isabel sonaron en m? como buena noticia.
Estaba llegando el tiempo nuevo, el nuevo amanecer de la salvaci?n.
Feliz la que ha cre?do que se cumplir?n las cosas que le fueron dichas de parte de Se?or. El me invad?a totalmente, sent?a ya los latidos del amor en mi fe de peregrina. Mi Hijo se iba agrandando en mi vientre. Esperaba gozosa su nacimiento.
GESTO: Si parece oportuno, desde la custodia enrollamos un ovillo de lana (relacionar con el icono: Hemos escuchado...) nos dejamos enrollar por el Se?or...El tambi?n necesita hoy corazones generosos que quiera tejer en el mundo la alegr?a del amor de Dios, tejer, encarnar nuevamente a Cristo.
(Sigue un rato de SILENCIO. Alguien, desde atr?s, va leyendo despacio las siguientes frases, dejando una pausa de silencio, unos segundos, entre una y otra.
Dios nos busca a cada uno de nosotros como busc? a Mar?a. Tiene una propuesta para nuestra vida.
Dios est? a nuestra puerta y llama. Si le abro, como Mar?a, entrar? en casa, cenar? conmigo y hablaremos sin prisas.
Me pregunto: ?Lleva Dios ya Dios mucho tiempo, muchos d?as, golpeando con los nudillos de sus manos, llamando a mi puerta?
Voy a estar atento, voy a escuchar en silencio, voy a abrir mi puerta y mis o?dos a su Palabra.
Le voy a robar las Palabras a Mar?a. Tambi?n yo voy a decir que S?: "H?gase en m? lo que quieres T?".
Quiero aceptar la manera activa y gozosa la voluntad de Dios: "H?gase en m? lo que quieres T?".
Quiero expresar mi deseo decidido, firme, de abrirme al plan vocacional de Dios sobre m?: "H?gase en m? lo que quieres T?".
PRECES: Plegar?a com?n
Respuesta a las peticiones: Ens??anos a decir Am?n. Ay?danos a decir que S?.
Mar?a, mujer fuerte, atenta y abierta a los planes de Dios...
Mar?a, de voluntad firme de coraz?n grande, de respuesta madura... Mar?a, confiada en Dios, con capacidad de entrega...
Mar?a, mujer de fe, pendiente siempre de los labios de Dios...
Mar?a, clara como el agua, sin complicaciones ni recobecos...
Mar?a, maestra del silencio, profesora de las palabras v?lidas.
(Se puede proseguir la plegaria con frases similares, respondiendo siempre: Ens??anos a decir Am?n. Ay?danos a decir que S?.)
Oraci?n conclusiva
(La que viene a continuaci?n o la oraci?n oficial de la Jornada de este a?o 2007)
Mar?a: T? has sido capaz de dar, en plenitud,
el S? a la propuesta y a los planes de Dios.
Unicamente t? te has entregado, en absoluta disponibilidad,
a su voluntad amorosa y providente.
Miramos tu ejemplo, que nos ilumina
y es est?mulo que nos impulsa
hacia el compromiso cristiano en la vida.
Sentimos muchas veces, sin duda,
la exigencia de Dios, su invitaci?n o llamada,
a participar en la realizaci?n de sus designios,
grandes o humildes, importantes o de rutina diaria.
Madre nuestra Mar?a, ens??anos ,a abrirnos al Se?or, a estar pendientes de su voz, y a decir SI con alegr?a. Tu s? del primer momento, se prolong? en fidelidad a todo lo largo y ancho de tus d?as.
La voluntad de Dios fue tu alimento,
Danos fortaleza para aceptar lo costoso,
lo amargo y lo dificil de nuestra vida;
danos constancia para cumplir hasta el fin,
lo que reclama la vocaci?n que Dios nos ha dado.
Bendici?n con el-Sant?simo y Reserva
(Terminada la oraci?n a la Virgen, un canto de adoraci?n propio al Sant?simo, Bendici?n y reserva como de costumbre.)
Canto final: "Fuente de paz y de fidelidad... "
Fuente de paz y de fidelidad, Virgen Mar?a,
Dios se fij? en Ti por tu humildad, Virgen Mar?a.
Elegida del Se?or,
siempre d?cil a su voz, en el amor.
H?GASE SE?OR EN M? TU VOLUNTAD,
H?GASE EN M? SEG?N TU PALABRA,
CON MARIA UNIMOS NUESTRAS VOCES AL CANTAR,
H?GASE SE?OR TU VOLUNTAD EN M?,
H?GASE SE?OR TU VOLUNTAD.
Llena de amor, de luz y sencillez, Virgen Mar?a.
Gu?a mis pies, maestra de la fe, Virgen Mar?a.
Cambia nuestro coraz?n,
por tu fiel intersecci?n ante el Se?or.
Entre las más antiguas solemnidades de la Semana Santa de Icod se encuentran las celebradas en honor de la imagen del Cristo Yacente, iniciadas a finales del siglo XVI en la iglesia de San Marcos, por la Hermandad de la Misericordia, beneficiada, un día cada año, en la procesión del Cristo para sus celebraciones del J lleves Santo, por expreso deseo de la donante de dicha imagen, según consta en documento de la época (1).
EL DOCUMENTO
La escritura de donación del Cristo al convento agustino, dada a conocer el año 1977 (2), es un documento de sumo interés para la historia de estas conmemoraciones de la ciudad. En él se especifican, además de la traída de la imagen de las tierras de Nueva España, las especiales condiciones que se imponen para que la misma pudiera salir de la iglesia del convento cada Jueves Santo, cuyos frailes, dice el documento, "la darán y entregarán sin poner ningún inconveniente ni excusa". Los beneficiados de esta condición eran los hermanos de la Cofradía de la Misericordia, instituida en la iglesia parroquia] de San Marcos de este lugar, quienes habrían de solicitarla en ese día para hacerla objeto de homenaje y culto en sus celebraciones, especificando el documento que "luego de la procesión sus mayordomos y mandadores sean obligados a volver al dicho convento la dicha imagen" (3).
La escritura, otorgada por Inés de Montes efe Oca en 12 de diciembre de 13£37, por ante el escribano Lucas Martín de Alzola (4), es interesante, no sólo por permitir documentar la imagen del Cristo, sino que, a través de ella, podemos fijar con certeza el inicio de éstas solemnidades del templo de San Marcos v, además, deja constancia cíe la anterior celebración de procesiones por dicha hermandad al especificar "para las procesiones que la dicha cofradía hace en cada un año en el Jueves Santo" y, más adelante concretar "para la sacar en la procesión que acostumbra" lo que hace suponer que éstas manifestaciones externas tuvieron su origen hacia los años de fundación de dicha Hermandad y posibilita la existencia de alguna imagen anterior perteneciente a ella.
LA IMAGEN
Esta imagen de Ntro. Señor Jesucristo Crucificado, como la cita el documento, es de tamaño natural y puede encuadrarse perfectamente en esa escuela escultórica de carácter popular que se desarrolla en el siglo XV1 mejicano con una especialísima manera de modelar las esculturas con materiales ligeros de peso, sobre todo, cuando se trataba de cuerpos de Cristos que, por estar destinados a ceremonias del descendimiento, de tanta aceptación popular, requerían poder ser manejados con cierta facilidad (5).
A diferencia de otras imágenes de este tipo esta de Icod no tiene talladas las extremidades, lo que hace aún más ligera; solo la cabeza es de madera denotando la intervención de las gubias del anónimo artífice que siguiendo los dictados de la época también dota a la imagen de la necesaria movilidad para que los brazos extendidos una vez quitados los clavos que lo fijan a la cruz, puedan ser unidos al cuerpo y ser utilizada como Cristo Yacente.
Respecto a la fecha de ejecución de la efigie solo sabemos que es anterior al año 1584 ya que en julio de dicho año se mandan a buscar a Yucatán, en Méjico, los bienes dejados por Gaspar de Torres, difunto marido ele la donante, entre los cuales se hallaba el Crucificado (6), lo que no deja lugar a dudas respecto a la filiación de la imagen que, como hemos dicho, queda encuadrada tanto por la técnica empleada en su ejecución como por las características de su estilo, en el arte popular desarrollado en dicho país durante la segunda mitad del siglo XVI.
LA DEVOCION
Si suponemos que grande debió de ser la devoción despertada por la imagen en las humildes gentes del lugar durante los primeros años y grande el impacto emocional que ocasionaría su presencia en las solemnidades del Jueves Santo en San Marcos y del Viernes Santo en la iglesia del convento agustino. el transcurrir del tiempo viene a reafirmar tal suspensión al aumentar sobremanera el lucimiento de estas solemnidades por las numerosas mandas y dotaciones que reciben. En el siglo siguiente se potencian con la adquisición de nuevas imágenes y la especial atención que a ellas dedica el Presbítero don Fernando de Montiel que habiendo fabricado en el templo agustino la capilla de Ntra. Sra. de la Soledad, la cual se hallaba totalmente terminada al finalizar el año 1660, fundó una cofradía de igual título que participaba, con las tras existentes en el templo, en éstas celebraciones del Viernes Santo (7).
En la centuria siguiente no sólo mantienen su esplendor estas solemnidades sino que algunas de ellas adquieren un mayor auge, especialmente la procesión del Entierro de Cristo, motivado por la participación en ella de la comunidad franciscana, establecida en el lugar desde el siglo anterior, según se constata en ciertas cláusulas del testamento del escribano don Luis de San Juan Pinelo de Armas (8) que a la letra dice lo siguiente: "impongo y sitúo en dicho Oficio y a de tener obligación de dar al convento del Señor San Agustín de este lugar de Ycod nueve reales de plata para que el R.P. Guardián que es o fuere de dicho convento nombre tres Religiosos sacerdotes para que el Viernes Santo carguen la Urna de Nuestro Redentor Difunto con otros nueve de plata que dejo al Convento del Señor San Francisco de este lugar sobre el dicho oficio para que el R.P. Guardián que es o fuere nombre otros tres Religiosos Sacerdotes de su Religión para que carguen con los otros de San Agustín y todos seis han de sacar de dicho convento ende se celebra el entierro de Cristo y llevar la Urna en toda la procesión hasta dejar Sepultado a Nuestro Redentor Jesucristo sin que en esto se falte según llevo dicho… Item impongo sobre dicho oficio quince reales que dejo al convento del Señor San Francisco de este lugar para que perpetuamente para siempre jamás tenga obligación y cuidado el R.P. Guardián que es o fuere de dicho convento venga a la función del Entierro de Cristo al convento del Señor San Agustín de este lugar para acompañar a la procesión con su comunidad asta dejarla en dicho convento del Señor San Agustín sin que se falte en esto que es mi voluntad...".
En este mismo siglo XVIII la Hermandad de la Misericordia al adquirir un Cristo de muy buena factura, que aún se conserva en la parroquia de San Marcos, renunció o dejó
de utilizar su derecho sobre el de los frailes que siguió siendo homenajeado en su iglesia hasta mediados de dicha centuria cuando los mismos al ser exclaustrados, abandonaron el convento. El Cristo, con las demás imágenes del Santo Entierro pasaron a la iglesia parroquial en la que han continuado celebrándose hasta la actualidad tanto las funciones religiosas como la procesión y las tradicionales ceremonias del Entierro y del Descendi¬miento.
LA CEREMONIA DEL DESCENDIMIENTO
Aunque no se conoce documento alguno que lo asevere es lógico pensar, tanto por la raigambre popular que este tipo de ceremonias adquirió en el siglo XVI como por las propias características de la imagen reseñadas. que el ceremonial del Descendimiento se inició en esos primeros años posteriores a la donación de la imagen.
Tampoco se halla documentado cuando la misma dejó de celebrarse con carácter anual para pasar a realizarse cada lustro, aunque sospechamos que si bien, después del trasvase de estas solemnidades desde la iglesia del convento de San Sebastián a la parroquial de San Marcos, la misma adquirió nuevo auge, más tarde, avanzada va la actual centuria, la falta de comunidades religiosas y los imperativos de diverso orden aconsejaron espaciar la celebración de este antiguo y emotivo acto consistente en desclavar de la Cruz el cuerpo del Cristo Muerto y descolgarlo del alto madero, utilizando un largo lienzo, para ser depositado en el interior de la Urna en la que será llevado en procesión.
En el presente año, como cada lustro, la tradición retorna para constituirse en uno de los más emotivos cuadros de la Semana Pasional icodense y emocionar a la masa de fieles que abarrota las amplias naves del templo, invadidos de un profundo sentimiento de piedad, al ver trepar a los dos sacerdotes hacia lo alto de la Cruz central donde la figura del Cristo Muerto se destaca, sobrecogedora en su palidez, sobre el fondo negro del velo que cubre los oros del retablo de la capilla mayor de San Marcos, escoltada por las retorcidas figuras de los dos ladrones que cuelgan de las cruces laterales, mientras la voz del predicador retumba entre la arquería de piedra desgranando las "Siete Palabras" del Sermón.
Icod de los Vinos, marzo de 1980
NOTAS:
(1) Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, leg, 2.489, C 360v.
(2) DOMINGO MARTINEZ DE LA PEÑA Y GONZALEZ: Esculturas americanas en Canarias. Segundo Coloquio de Historia Canario-americana. Cabildo Insular de Gran Canaria (1977). Tomo 2, p. 479.
(3) El texto de éste documento se transcribe, en parte, en la presente publicación en el trabajo del que es autor Armindo de la Guardia Luis; Fundación de la Capilla Mayor de la iglesia de San Agustín.
(4) Inés de Montes de Oca fue la mujer de Gaspar de Torres, fallecido con anterioridad, de cuyo matrimonio nació el capitán Baltasar de Torres, fundador de la Capilla Mayor de la iglesia del convento agustino de San Sebastián.
(5) DOMINGO MARTINEZ DE LA PEÑA Y GONZALEZ. Op. cit. p. 478. Al estudiar otras imágenes de similares características señala que su modelado "coincide con una técnica muy empleada por los indios tarascos del estado de Michoacán, en Méjico. Tal técnica era a base de una pasta que se preparaba con la médula de la caña del maíz, mezclada con goma".
(6) Archivo Histórico Provincial, leg. 2.468, f. 83.
(7) DOMINGO MARTINEZ DE LA PEÑA Y GONZALEZ: Antiguas solemnidades del Viernes Santo en la iglesia de San Agustín. Día, 4 de abril de 1958.
(8) El testamento lo hizo de mancomun con su segunda mujer, María Josefa Evora de Artacho, otorgado por ante si mismo en Ycod el día de julio de 1751. Archivo Histórico Provincial, leg. 2.353, f. 274v.
1. Motivación y sentido
- Es una costumbre generalizada, en parroquias y colegios, dedicar una celebración a renovar las promesas del bautismo en el transcurso de la catequesis de iniciación cristiana, que precede a la Primera Comunión. Es ésta una práctica pastoral bien fundada y coherente con la teología de los sacramentos y el sentido de esta catequesis de iniciación.
- Bautismo, Eucaristía y Confirmación —tal es de hecho el orden de su recepción en la actualidad— son los sacramentos de iniciación en la vida cristiana, estrechamente entrelazados. La vida nueva de los hijos de Dios, inaugurada por el bautismo, se plenifica por la comunión con Cristo en la Eucaristía y se fortifica con la fuerza del Espíritu en la Confirmación. En todo caso, la fe y las promesas bautismales son la base y punto de partida de todo el desarrollo de la vida cristiana en la Iglesia.
- Cada año, los cristianos renovamos las promesas bautismales en la Vigilia Pascual y los confirmandos lo hacen en la celebración de su Confirmación. Es evidente la conveniencia pastoral de que también las renueven quienes van a hacer la Primera Comunión: «Renovar la fe —se afirma en el catecismo Esta es nuestra fe— sellada en el bautismo, es un signo de que ésta crece y progresa a lo largo de toda su vida.»
Con esta celebración, pues, nos proponemos:
—que los niños caigan de alguna manera en la cuenta de que su participación en la catequesis está en conexión con su condición de bautizados;
—que se hagan conscientes de la correlación que hay entre su bautismo y su Primera Comunión;
—que se orienten hacia una opción más personal de ser cristianos de verdad, discípulos de Cristo e hijos de Dios, como corresponde a su condición de bautizados.
2. Momento
Si la catequesis que precede a la Primera Comunión consta de dos ciclos o cursos, podría tenerse esta celebración al comenzar el 2.° ciclo o en enero, coincidiendo con la fiesta del Bautismo del Señor.
Si consta de un solo ciclo o año, momento oportuno seria al iniciarse la Cuares¬ma.
3. ¿Cómo hacer?
- Además de los niños, serán convocados a esta celebración sus padres, padrinos de bautismo, otros fieles, catequistas.
- La celebración puede desarrollarse siguiendo este esquema:
—rito de entrada,
—celebración de la Palabra,
—profesión de fe y promesas bautismales,
—oración por los aspirantes a la Primera Comunión,
—padrenuestro,
—bendición final.
a) Rito de entrada
- Los niños y catequistas, si no son excesivamente numerosos, entran acompañando al celebrante hasta el altar.
- Canto de entrada.
-------------------------------------------------------
Variante
En el presbisterio se puede colocar un tablero de polispán con la inscripción: QUEREMOS SER CRISTIANOS DE VERDAD. Los niños, pre¬
viamente avisados, entran llevando en su mano alzada la propia partida de bautismo. Luego la dejan encima del altar.
------------------------------------------------------------
- El sacerdote hace una monición con estas o parecidas palabras:
Nos reunimos para recordar con estos niños el día de su bautismo y celebrar la renovación de sus promesas bautismales. Aquel día vosotros, padres y padrinos, renunciasteis en su nombre a las obras de Satanás y prometisteis que vivirían como hijos de Dios y seguidores de Jesucristo, según la fe de la Iglesia. Hoy van a renovar ellos su fe y sus promesas del bautismo porque quieren ser cristianos de verdad.
Un padre/madre dice:
Nos alegramos y damos gracias a Dios al ver que nuestros hijos siguen el camino de Jesucristo y quieren ser cristianos de verdad. Haremos todo lo posible por nuestra parte, con la palabra y con el ejemplo de vida, para que ellos vayan haciéndose cada día mejores cristianos y sean constantes en venir a la catequesis de Primera Comunión. Confiamos, con la ayuda de Dios, en que nuestros hijos cumplirán las promesas que hicimos en su nombre el día de su bautismo.
- Un catequista dice:
Nosotros, los catequistas, también queremos ayudar a estos niños a vivir como corresponde a los que estamos bautizados y hemos prometido seguir el camino de Jesucristo. La fe y las promesas del bautismo que ellos van a renovar, también las renovaremos nosotros para poderles guiar sin extravíos por el camino de la fe y de la vida cristiana.
- Un niño:
Estamos contentos de haber sido bautizados a los pocos días de nacer. Vosotros, queridos padres y padrinos, y la comunidad cristiana hicisteis entonces, en nuestro nombre, profesión de fe y renuncia al pecado para que Jesucristo nos comunicara por el bautismo la vida nueva de los hijos de Dios. Ahora nosotros mismos vamos a renovar las promesas de nuestro bautismo para que todos sepáis que queremos seguir viviendo como cristianos. ¡Jesús, estamos contigo!
-------------------------------------------------------------
Variante
El sacerdote invita a algunos niños a que lean su partida de bautismo para hacer más viva la evocación del bautismo.
-------------------------------------------------------------
- El celebrante invita a los niños a que hagan la señal de la cruz como muestra de que están bautizados y son seguidores de Jesús.
- Los niños se «persignan» y santiguan recitando, a coro y con pausa, la fórmula tradicional:
- Celebrante: ¡Padre nuestro!, que impulsas con tu Espíritu a los que creen en Ti, fortalece en estos niños el propósito de cumplir con constancia sus promesas bautismales. Te lo pedimos por Jesucristo...
Todos: Amén.
b) Celebración de la Palabra de Dios
Un catequista hace la monición preparatoria a la primera lectura.
Primera lectura: Hechos 8, 26-38.
- Todos:
Segunda lectura: Mateo 28, 16-20.
—Homilía: Diálogo con los niños, en torno al bautismo y sus implicaciones en la vida del cristiano. Concretarlas en relación con la catequesis y proyecto de Primera Comunión. Sentido de la renovación de las promesas bautismales. Se va a avivar la luz de Cristo en nuestra vida.
- Un catequista enciende un cirio o vela sobre el altar. El celebrante explica su significación en relación con Cristo-Luz que nos ilumina por la fe profesada en nuestro bautismo.
c) Renovación de la fe y las promesas bautismales
- El celebrante continúa:
Ahora vais a renovar vuestra fe, que es la fe de la Iglesia. Es la fe que os han transmitido vuestros padres y toda la comunidad cristiana. Es la luz que nos guía. Por eso lo vais a hacer manteniendo una vela encendida.
- Los catequistas distribuyen a los niños unas velas encendidas en el cirio.
- El celebrante dice: Hagamos la profesión de nuestra fe.
- Los padres y demás fieles con los catequistas y el sacerdote van proclamando los artículos del
Credo apostólico. Los niños lo van repitiendo:
• Creo en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra. Niños: Creo en Dios Padre...Etc.
- Los niños dejan las velas una vez concluida la profesión de fe.
-------------------------------------------------------------
variante
— Concluida la proclamación de la fe, se puede entregar a los niños un documento —pergamino, cartulina— en que ellos mismos hayan escrito el Credo apostólico (o el editado por PPC). El celebrante dirá:
•Recibid en recuerdo de esta renovación de las promesas bautismales
el Credo de los Apóstoles, que es la fe que nosotros profesamos
como cristianos.
Canto.
-------------------------------------------------------------
Celebrante prosigue:
Guiados por nuestra fe en Jesucristo y fortalecidos con la fuerza de su Espíritu, vamos a renovar las promesas de vuestro bautismo de manera que lleguéis bien preparados a hacer la Primera Comunión.
¿Renunciáis al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Sí, renuncio.
¿Renunciáis a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado?
Sí, renuncio.
¿Renunciáis a Satanás, padre y príncipe del pecado? Sí, renuncio.
¿Prometéis seguir a Jesucristo cumpliendo sus manda¬mientos?
Sí, lo prometo.
Que el Espíritu Santo os ayude a manteneros siempre libres de pecado y a vivir como Jesús nos enseña. Es lo que vamos a rogar a Dios todos unidos.
-------------------------------------------------------------
Variante
Se podría hacer a continuación la entrega de los Evangelios a cada niño, bien comprados por ellos o bien regalo de la parroquia o de alguna asociación. El celebrante dice:
Recibe el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios, que te guiará en el camino de la salvación todos los días de tu vida.
(La misma fórmula puede utilizarse en plural, si los niños son muchos.)
-------------------------------------------------------------
c) Oración por los niños
—Celebrante: Para que estos niños crezcan en la vida nueva que recibieron en su bautismo. Roguemos al Señor.
Todos: Te rogamos, óyenos.
—Celebrante: Para que se mantengan constantes en el amor a Dios Padre. Roguemos al Señor.
Todos: Te rogamos, óyenos.
—Celebrante: Para que su fe se renueve con fuerza y progresen en el camino de Jesucristo.
Todos: Te rogamos, óyenos.
—Celebrante: Para que perseveren en su asistencia a la catequesis y no den marcha atrás en su afán de seguir a Jesús y vivir en amistad con El.
Todos: Te rogamos, óyenos.
Celebrante: Para que lleguen animados por el Espíritu de Jesús a participar del Pan de la Eucaristía.
— Todos:Te rogamos, óyenos.
Celebrante: Para que en todos se renueve la gracia del bautismo.
Todos: Te rogamos, óyenos.
-- Celebrante: Escucha, Señor, nuestra oración y concede a estos niños la dicha de vivir en tu gracia unidos a Jesucristo y a su Iglesia. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo...
Canto.
d) Padrenuestro
—El celebrante prosigue: Los que son bautizados renacen a la vida nueva de hijos de Dios, llamándole Padre con amor filial. Por eso el día de vuestro bautismo, vuestros padres y padrinos y toda la comunidad cristiana presente rezaron en vuestro nom¬bre el padrenuestro. Esta es la oración característica de los que siguen a Jesús. Vamos a rezarlo juntos una vez más, renovando así nuestro amor filial a nuestro Padre Dios.
Con las manos unidas, todos recitan o cantan el padrenuestro.
e) Bendición final
—Celebrante: Ya habéis renovado vuestra fe y las promesas del bautismo. No os olvidéis que habéis declarado ante Dios y ante esta comunidad cristiana vuestra decisión de vivir como cristianos de verdad. Os damos ahora la bendición, rogando al Señor que os llene de su Espíritu para que cumpláis vuestras promesas.
El celebrante y los catequistas extienden las manos hacia los niños. El sacerdote dice:
Todos: Amén (pueden batir palmas).
Canto final.