S?bado, 05 de mayo de 2007
Entrevista del cardenal Bertone, Secretario de Estado, en el diario franc?s Le Figaro.

La fe y la raz?n no se oponen


Alfa y Omega
N? 541/12-IV-2007



El cardenal Bertone, que acaba de ser nombrado Camarlengo en sustituci?n del cardenal espa?ol Mart?nez Somalo, tras la renuncia de ?ste al cumplir los 80 a?os, ha sido entrevistado por el diario Le Figaro. El cardenal Secretario de Estado aborda, entre otras, la cuesti?n de la misa en lat?n, o la crisis de vocaciones. He aqu? un amplio extracto de la entrevista:

?C?mo definir?a el papel del Secretario de Estado del Vaticano?

Es el primer colaborador del Papa, el primero que le ayuda en su misi?n universal, tanto para la vida de la Iglesia como para las relaciones con los Estados o las Organizaciones Internacionales. Quiero ser un leal colaborador del Santo Padre, capaz de interpretar perfectamente su pensamiento y su voluntad para transmitirlo a todos.

Benedicto XVI insiste en la dimensi?n sagrada de la liturgia en la Exhortaci?n apost?lica Sacramentum cartitatis sobre la Eucarist?a...

El Papa ha explicado a menudo que la reforma del Concilio Vaticano II ten?a como aut ?ntico objetivo resituar a Dios como centro de la liturgia, y permitir al pueblo cristiano la comprensi ?n del sentido de los grandes ritos. El Vaticano II deseaba conservar el valor intr?nseco de la liturgia, permitiendo, al mismo tiempo, a los fieles una participaci?n en la celebraci?n del sacrificio divino. El Santo Padre pide a los obispos, sacerdotes y fieles una verdadera aplicaci ?n de los textos del Concilio.

?Por qu? el Papa ha condenado tan a menudo las interpretaciones juzgadas como abusivas de la liturgia?

Los abusos deben ser combatidos, porque una parte del pueblo cristiano ha podido alejarse de la Iglesia a causa de esos errores que no est?n en los textos del Concilio, sino en los comportamientos de quienes han pretendido interpretar, a su propio gusto, la reforma lit?rgica del Vaticano II.

?Est? previsto un Decreto que ampl?e la posibilidad de celebrar la Misa en lat?n?

El valor de la reforma conciliar est? intacto. Pero, tanto para no perder el gran patrimonio lit?rgico otorgado por san P?o V, como para acceder al deseo de los fieles que quieren participar en misas seg?n ese rito, en el marco del misal publicado en 1962 por el Papa Juan XXIII, no hay raz?n alguna para que los sacerdotes de mundo entero no ejerzan su derecho a celebrar seg?n ese rito. La autorizaci?n del Papa dejar?a, evidentemente, plena validez al rito de Pablo VI. Tendr? lugar la publicaci?n de un Motu Proprio precisando esta autorizaci?n, pero ser? el propio Papa quien explicar? sus motivaciones y el contexto de su decisi?n, y dar? su visi?n personal sobre el uso del antiguo misal.

Una de las razones del descenso del n?mero de ordenaciones ?no est? en la falta de solidez de la formaci?n intelectual y espiritual de los futuros sacerdotes?

Efectivamente, la formaci?n de futuros sacerdotes es fundamental y debe integrar un excelente aprendizaje de las virtudes sacerdotales, en particular el celibato, la oraci?n y la consagraci?n incondicional a Cristo. Los superiores de los seminarios tienen la obligaci?n de reflexionar sobre la importancia de la formaci?n para una vida de oraci?n aut?ntica; la promoci?n de las vocaciones debe ser, adem?s, constante. En este ?mbito, ha habido una cierta dejaci?n, totalmente inadmisible y cuando menos sorprendente.

?Por qu? Benedicto XVI le da tanta importancia a luchar contra el relativismo?

La denuncia de los estragos del relativismo constituye un desaf?o hist?rico para la Iglesia. Porque una sociedad que considera que nada tiene verdaderamente importancia y que todo da igual no puede reconocer ya una verdad absoluta, ni compartir valores universales. El Papa quiere recordar la importancia del derecho natural, sobre el que se fundan las normas de la comunidad internacional.

?La entrada de una nueva religi?n en tierras europeas, con el Islam, no es otro nuevo desaf?o para la Iglesia?

El multiculturalismo es hoy una realidad en un cierto n?mero de pa?ses europeos, en particular en Francia. La Iglesia es consciente de ello y trata de afrontar, naturalmente, esta situaci ?n. La presencia cat?lica y cristiana en Europa presupone una afirmaci?n sin complejos de en particular de la educaci?n moral. Las ra?ces cristianas de Europa son, ante todo, hitos espirituales y morales. El conocimiento de lo que somos permite la confrontaci?n y el di?logo con otras culturas y con otras visiones del hombre.

En nuestras sociedades laicas, ?cu?l es el sitio de la Iglesia en el espacio p?blico?

La laicidad es la autonom?a del ?mbito de lo civil y de lo pol?tico en relaci?n al ?mbito de lo religioso, no en relaci?n al ?mbito de lo moral. Yo siento mucho que ciertos Estados, en particular Francia, se hayan opuesto tanto a la inscripci?n de las ra?ces cristianas en el Proyecto no aprobado de Constituci?n europea. No hay que confundir la laicidad y el laicismo. La fe no es un hecho privado: afecta al conjunto de los elementos que componen la vida y la ciudadan?a. La fe necesita una gran visibilidad.

?Qu? recuerda, de manera particular, de su largo trato con el Santo Padre?

Para empezar, Benedicto XVI es un gran pensador, un aut?ntico intelectual, que expresa, adem?s, sus reflexiones con palabras muy claras. El Papa quiere, sobre todo, proteger la fe del pueblo. Yo oigo, a menudo, esa reflexi?n humor ?stica de que, antes, ven?an a ver al Gran Papa Juan Pablo II, mientras que ahora vienen a escuchar a Benedicto XVI? El Santo Padre es un hombre muy dulce, muy afable y siempre cordial. Cultiva la amistad. Cuando cruzaba a pie la Plaza de San Pedro para venir a su despacho, los j?venes se le acercaban siempre para hablar y discutir con ?l libremente de su vida, de la fe, y de Dios.




Publicado por verdenaranja @ 15:09  | Entrevistas
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