Domingo, 06 de mayo de 2007
HACIA LA V CONFERENCIA DEL EPISCOPADO
LATINOAMERICANO
Aparecida (Brasil) 13 al 31 de mayo de 2007


El tema de la misi?n y de la evangelizaci?n del continente no deja de ser una constante a lo largo de los cuatro Conferencias Generales del CELAM realizadas hasta ahora. En todas se ha buscado precisamente impulsar con fuerza la Nueva evangelizaci?n y concienciar a todos los fieles de su vocaci?n a la misi?n. En efecto todas las Conferencias Generales han sido preparados y celebradas como grandes acontecimientos orientados hacia la evangelizaci?n, buscando cada una responder a los desaf?os propios de su tiempo. El tema de fondo que unifica a todas las Conferencias Generales es la evangelizaci?n. Sus conclusiones y orientaciones reflejan el esp?ritu evangelizador que las distingu?a a todas. Cada una con su estilo propio puso acentos a la misi?n eclesial, integr? lo antiguo y lo nuevo, se esforz? por hacer una atenta escucha de las necesidades y expectativas del pueblo de Dios, y se?al? nuevos rumbos en el camino de la evangelizaci?n.

La Primera Conferencia General de R?o de Janeiro, tuvo como principal acento la preocupaci?n por la situaci?n de los evangelizadores, particularmente la escasez de clero. En el contexto de un llamado a la intensificaci?n de la vida cristiana se propuso impulsar una campa?a vocacional, al tiempo que se alent? a intensificar los medios de formaci?n en la fe. se afirmaba en el Pre?mbulo del texto conclusivo: ?Hemos tenido presente la necesidad, no s?lo de salvaguardar el patrimonio de la fe cat?lica en Am?rica Latina, sino tambi?n de que este gran Continente responda plenamente ?conforme a los vivos deseos y anhelos del Vicario de Cristo? a su vocaci?n apost?lica?.

En el documento de las conclusiones hay un capitulo, el XI, dedicado a las misiones (?Misiones, indicos y gente de color?) en el que ?alaba el celo apost?lico con que los misioneros de Am?rica Latina dedican sus actividades, sus energ?as, y a?n su propia vida, a la santa empresa de incorporar a la Iglesia Cat?lica a todos los habitantes de las zonas que a?n constituyen territorios de misi?n; y abriga la absoluta confianza de que continuar?n, cada d?a con mayor entusiasmo, tan apost?lica tarea?. Los Obispos sugieren a los Prelados de los territorios de misi?n en cada pa?s que, dada la escasez de misioneros, se favorezca la instituci?n de catequistas que instruyan a los indios, dirijan sus rezos preparen para el bautismo de urgencia, asistan a los moribundos..., se funden escuelas normales rurales, de artes y oficios, agr?colas y de labores dom?sticas para los nativos, se fomenten en los territorios misionales las obras de asistencia social ?hospitales, asilos, sanatorios, dispensarios? y se busque a este fin, donde sea posible, tambi?n la ayuda de la autoridad civil. Asi mismo se pide que el mayor n?mero posible de ?rdenes, Congregaciones e Institutos Seculares, as? como de Institutos de asistencia social e Instituciones de seglares cat?licos preocupados por el problema misional, env?en a los territorios de Misi?n personal capacitado y especializado, en n?mero y calidad cada d?a mayor. Se encarece que los Prelados diocesanos , en sus respectivas jurisdicciones, fomenten generosamente la Uni?n Misional del Clero y las dem?s Obras Misionales Pontificias.

La Segunda Conferencia General de Medell?n se propuso aplicar la renovaci?n conciliar en Am?rica Latina. El tema escogido fue ?La presencia de la Iglesia en la actual transformaci?n de Am?rica Latina, a la luz del Concilio Vaticano II?. El desarrollo integral de la persona y de la sociedad, desde la perspectiva de la Evangelizaci?n, mereci? una reflexi?n especial en esta Conferencia. Produjo 16 documentos sobre los aspectos m?s importantes de la tarea evangelizadora de la Iglesia que fueron acogidos con especial entusiasmo en las Iglesias de Am?rica Latina. Entre los aspectos pastorales que m?s resonancia tuvieron en la vida de la Iglesia se pueden mencionar: el sentido de la salvaci?n y de la liberaci?n, la riqueza de la religiosidad popular, la experiencia de las comunidades eclesiales de base, la floraci?n de los ministerios ordenados y de los ministerios confiados a los laicos, la opci?n preferencial por los pobres, el compromiso de los cristianos con la justicia y la promoci?n humana.

La Tercera Conferencia General de Puebla se orient? m?s expl?citamente hacia la promoci?n de una renovada evangelizaci?n en Am?rica Latina. El tema de la Conferencia fue ?La evangelizaci?n en el presente y en el futuro de Am?rica Latina? y tom? como base de su reflexi?n la Exhortaci?n Apost?lica Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, sobre la Evangelizaci?n en el mundo contempor?neo. Esta Conferencia se preocup? de una renovada evangelizaci?n en la cultura propia de Am?rica Latina, a trav?s de la proclamaci?n integral de la verdad sobre Jesucristo, sobre la naturaleza y misi?n de la Iglesia y sobre la dignidad y destino del ser humano. El principio pastoral que escogi? para impulsar la renovaci?n en la Iglesia y animar la evangelizaci?n fue la comuni?n y la participaci?n. Todo el documento final est? orientado a esta Evangelizaci?n,

En el documento final se realiza en primer lugar una Visi?n hist?rica sobre la realidad latinoamericana, en la que se recuerda como ?la Evangelizaci?n est? en los or?genes de este Nuevo Mundo que es Am?rica Latina?. En efecto ?la obra evangelizadora de la Iglesia en Am?rica Latina es el resultado del un?nime esfuerzo misionero de todo el pueblo de Dios. Ah? est?n las incontables iniciativas de caridad, asistencia, educaci?n y de modo ejemplar las originales s?ntesis de Evangelizaci?n y promoci?n humana de las misiones franciscanas, agustinas, dominicas, jesuitas, mercedarias y otras: el sacrificio y la generosidad evang?licas de muchos cristianos, la inventiva en la pedagog?a de la fe, la vasta gama de recursos que conjugaban todas las artes, desde la m?sica, el canto y la danza hasta la arquitectura, la pintura y el teatro?. Y se reconoce como esta labor de Evangelizaci?n ?que constituye a Am?rica Latina en el ?continente de la esperanza?, ha sido mucho m?s poderosa que las sombras que dentro del contexto hist?rico vivido lamentablemente le acompa?aron?. El documento dedica otro capitulo entero al contenido de la Evangelizaci?n y a la pregunta ?qu? es evangelizar? Intentando dar respuesta a las preguntas ?Qui?n espera nuestro anuncio? ?Cu?l es la transformaci?n de personas y culturas que la semilla del Evangelio ha de hacer germinar? ?Qu? nos ense?a la Iglesia sobre la aut?ntica liberaci?n cristiana? ?C?mo evangelizar la cultura y la religiosidad de nuestro pueblo? ?Qu? dice el Evangelio al hombre que anhela su promoci?n y quiere vivir su compromiso pol?tico-social?
Se recuerda as? mismo que ?Dios nos llama en Am?rica Latina a una vida en Cristo Jes?s. Urge anunciarla a todos los hermanos. La Iglesia evangelizadora tiene esta misi?n: Predicar la conversi?n, liberar al hombre e impulsarlo hacia el misterio de comuni?n con la Trinidad y de comuni?n con todos los hermanos, transform?ndolos en agentes y cooperadores del designio de Dios?.
En el documento se indican algunos centros o lugares preferenciales de evangelizaci?n, en orden a edificar la Iglesia y su irradiaci?n misionera, como son: la familia, las comunidades eclesiales de base, la parroquia y la Iglesia particular. Dentro de esta misi?n de evangelizaci?n de la Iglesia en Am?rica Latina se indican tambi?n algunos puntos prioritarios como son la opci?n preferencial por los pobres o la opci?n preferencial por los j?venes.

??Ha llegado el momento de dedicar todas las fuerzas eclesiales a la nueva evangelizaci?n y a la misi?n ad gentes. Ning?n creyente en Cristo, ninguna instituci?n de la Iglesia puede eludir este deber supremo: anunciar a Cristo a todos los pueblos? (Redemptoris missio, 3). Este momento ha llegado tambi?n para Am?rica Latina. ??La fe se fortalece d?ndola! La nueva evangelizaci?n de los pueblos cristianos?, tambi?n en las Iglesias de Am?rica, ?hallar? inspiraci?n y apoyo en el compromiso por la misi?n universal? (Ibid., 2). Para Am?rica Latina, que recibi? a Cristo hace ahora quinientos a?os, el mayor signo del agradecimiento por el don recibido, y de su vitalidad cristiana, es empe?arse ella misma en la misi?n?, es le Mensaje lanzado por el Santo Padre, Juan Pablo II en la Cuarta Conferencia de Santo Domingo.
En continuidad con las anteriores, esta Conferencia, trabaj? el tema ?Nueva evangelizaci?n, promoci?n humana y cultura cristiana. ?Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre? (Hb 13, 8)?. Esta Conferencia General se realiz? coincidiendo con la celebraci?n de los 500 a?os de la Evangelizaci?n y la implantaci?n de la Iglesia en el continente y por tanto, toda ella estuvo claramente orientada a la misi?n.
El Santo Padre Juan Pablo II, ya en el discurso inaugural de la Conferencia hablo largamente de este tema recordando como la conferencia ?se re?ne para celebrar la implantaci?n de la Iglesia, que durante estos cinco siglos tan abundantes frutos de santidad y amor ha dado en el Nuevo Mundo? y tambi?n para ?perfilar las l?neas maestras de una acci?n evangelizadora que ponga a Cristo en el coraz?n y en los labios de todos los latinoamericanos?. As? mismo habl? de la Nueva Evangelizaci?n que ?no consiste en un ?nuevo evangelio?, que surgir?a siempre de nosotros mismos, de nuestra cultura, de nuestros an?lisis de las necesidades del hombre. Tampoco consiste en recortar del Evangelio todo aquello que parece dif?cilmente asimilable para la mentalidad de hoy. No es la cultura la medida del Evangelio, sino Jesucristo la medida de toda cultura y de toda obra humana. No, la nueva evangelizaci?n no nace del deseo ?de agradar a los hombres? o de ?buscar su favor? sino de la responsabilidad para con el don que Dios nos ha hecho en Cristo, en el que accedemos a la verdad sobre Dios y sobre el hombre, y a la posibilidad de la vida verdadera?. Antes bien esta nueva evangelizaci?n ?afecta a la actitud, al estilo, al esfuerzo y a la programaci?n, a los m?todos y a la expresi?n?.
El Santo Padre tambi?n record? que ?No existe aut?ntica promoci?n humana, verdadera liberaci?n, ni opci?n preferencial por los pobres, sino se parte de los fundamentos mismos de la dignidad de la persona y del ambiente en que tiene que desarrollarse, seg?n el proyecto del Creador?.
Respecto a la inculturaci?n pidi? ?impregnar con los valores cristianos las ra?ces mismas de la cultura ?adveniente? y de todas las culturas ya existentes. A este respecto, particular atenci?n habr?is de prestar a las culturas ind?genas y afroamericanas, asimilando y poniendo de relieve todo lo que en ellas hay de profundamente humano y humanizante. Su visi?n de la vida, que reconoce la sacralidad del ser humano, su profundo respeto a la naturaleza, la humildad, la sencillez, la solidaridad son valores que han de estimular el esfuerzo por llevar a cabo una aut?ntica evangelizaci?n inculturada, que sea tambi?n promotora de progreso y conduzca siempre a la ?adoraci?n a Dios en esp?ritu y en verdad? (Jn 4,23). Mas, el reconocimiento de dichos valores no os exime de proclamar en todo momento que ?Cristo es el ?nico Salvador de la humanidad, el ?nico en condiciones de revelar a Dios y de guiar hacia Dios??.
Una condici?n indispensable para poder llevar a cabo esta evangelizaci?n es poder contar con evangelizadores numerosos y cualificados, por ello, la promoci?n de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y de otros agentes de pastoral, ha de ser una prioridad de los Obispos y un compromiso de todo el Pueblo de Dios. En esta gran misi?n de la nueva evangelizaci?n el Santo Padre realiz? un fuerte llamamiento a la colaboraci?n de los laicos: ?En esta hora en que he convocado a todos a trabajar con ardor apost?lico en la vi?a del Se?or, sin que nadie quede excluido, ?los fieles laicos han de sentirse parte viva y responsable de esta empresa (de la nueva evangelizaci?n), llamados como est?n a anunciar y a vivir el Evangelio en el servicio a los valores y a las exigencias de las personas y de la sociedad??.
En el Mensaje de la IV Conferencia a los pueblos de Am?rica Latina y el Caribe los Obispos convocan a todos los fieles a una Nueva Evangelizaci?n y llaman especialmente a los laicos y entre ellos a los j?venes. Piden as? mismo que se aliente una evangelizaci?n que penetre en las ra?ces m?s hondas de la cultura de los pueblos.
El acento principal del documento es la persona y el mensaje del Se?or Jes?s. Desde esa aproximaci?n se propone impulsar una nueva evangelizaci?n que aliente una m?s profunda promoci?n humana y sea instrumento de la configuraci?n de una cultura cristiana. El documento final se preocup? de formular y sintetizar la propuesta de una Nueva Evangelizaci?n para las Iglesias de Am?rica Latina haciendo un especial ?nfasis en el fundamento cristol?gico de la evangelizaci?n y en la necesidad de inculturar el Evangelio en las diversas culturas y en las diferentes estructuras de los pueblos de Am?rica Latina. Esta Nueva Evangelizaci?n ?no se trata de prescindir de la primera evangelizaci?n sino de partir de los ricos y abundantes valores que ella Es la hora misionera de Am?rica. Dirigimos a todos un anuncio fuerte y entusiasta para la Evangelizaci?n, no s?lo en el seno de nuestras Iglesias sino m?s all? de nuestras fronteras?, se lee en el documento



Publicado por verdenaranja @ 0:40  | Noticias de religi?n
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