Domingo, 06 de mayo de 2007
Gui?n Lit?rgico ofrecido por Caritas 2007 para la celebraci?n del D?a de la Caridad.

Monici?n inicial

La Eucarist?a es experiencia nuclear de nuestra espiritualidad, origen y horizonte de la vida cristiana. El cuerpo de Cristo, hecho pan, es nuestro sol, del que somos peque??simos sat?lites. Es alimento concentra-do y medicina universal. Es savia de crecimiento y comuni?n.

La Eucarist?a, con el complemento del Lavatorio, es un signo del misterioso amor del Hijo de Dios, un abismo de anonadamiento y entrega. He aqu? a un Dios servicial, un Dios que lava los pies, un Dios que se deja comer, un Dios que nos abraza en la m?s ?ntima y m?s abierta comuni?n.

La Eucarist?a entra?a asimismo una invitaci?n a todos los hambrientos, enfermos y pobres de la tierra. Dios prepara un banquete de bodas: que nadie se sienta excluido, que nadie quede con hambre, que nadie est? a la puerta mendigando migajas de amor.

Acto penitencial

Seguimos teniendo sucios los pies y las manos, la cabeza y el coraz?n.

Se?or, l?vanos con el agua y la sangre de tu Costado.


Se?or, ten piedad.

Seguimos desoyendo la voz de L?zaro, vestido de llagas, hambriento de pan y de amistad.

Se?or, cura nuestra sordera y ablanda nuestro coraz?n.


Cristo, ten piedad.

Seguimos rivalizando sobre t?tulos y excelencias, mientras la mayor?a de nuestros hermanos carecen de toda dignidad y derechos.

Se?or, ens??anos a lavar los pies, a levantar al ca?do, a defender a los oprimidos.


Se?or, ten piedad.

Lecturas: Gn 14, 18-20; 1 Co 11, 23-26; Lc 9, 11 b-17

. Melquisedec, figura misteriosa, aparece como rey de paz y sacerdote de Dios Alt?simo. Estaba especializado en hacer ofrendas de pan y vino. El pan es fortaleza, el vino es alegr?a. Se distingu?a por su saber bendecir. Nada le gustaba tanto como bendecir y compartir. Compart?a el pan, el vino y la amistad. ?Verdad que Melquisedec se parec?a a Jesucristo?
?Por qu? no nos esforzamos en parecernos nosotros a Mequisedec y a Jesucristo?

. Pablo no es figura, sino testigo. Mira primero atr?s, a la fuente, que es Jesucristo. Una tarde el Se?or quiso significar su vida toda y su muerte en el pan partido y en el vino ofrecido. Un sacramento de muerte y de vida, un sacramento de amor. Cuando nos acercamos a ?l, nos unimos a su muerte y a su resurrecci?n, y nos llenamos de amor.'
El ap?stol mira tambi?n al futuro. El banquete eucar?stico un anticipo del banquete del Reino. En la reuni?n eucar?stica podemos experimentar la presencia de Cristo resucitado, que anticipa su Parus?a. All? no habr? ya marginaciones.

. Jes?s multiplic? los panes y los peces para alimentar a las personas que le segu?an. Escuchando a Jes?s sedaban de la comida.

El pan bendecido y multiplicado es un signo. El pan es vida. El pan multiplicado es vida para todos. El pan bendecido significa que el alimento es sagrado. El pan bendecido y multiplicado por Cristo anuncia que Cristo mismo el verdadero pan de vida, deseoso de partirse y entregarse que todos vivan.

Sugerencias para la homil?a

1. Hambrientos de pan. Ayer
Una persona hambrienta siempre ha sido una miseria, quiz? una des-gracia, condenada a muerte prematura. Una persona que mendiga un trozo de pan es una criatura carente de los derechos m?s fundamenta-les, una caricatura de hombre y de hijo de Dios.
Por eso Jes?s un d?a multiplic? los panes y los peces, como signo de una nueva creaci?n. El alimento, primero compartido, despu?s bendecido y multiplicado, despu?s sobrante y recogido, es un ejemplo a seguir, marca unas pautas de comportamiento. Se trata de sumar y compartir, de respetar y agradecer, de multiplicar y bendecir, de guar?dar y prever, con prudencia o providencia y austeridad.

No quiso Jes?s convertir las piedras en pan, porque ser?an soluciones m?gicas y vanidosas, que no educan ni salvan. Tampoco dio de comer a todos los pobres todos los d?as, pues no era ?sta su misi?n. ?Qu? iban a hacer los agricultores, panaderos, economistas y pol?ticos?

Lo suyo era iluminar, ense?ar el camino a seguir. Lo mismo que cuando curaba enfermos. Nos convenc?a de que la fe, la cercan?a, el amor generoso hace milagros.

Hoy

Si hablamos, no de hace dos mil a?os, sino de nuestra realidad econ?mico-social, diremos que una persona malnutrida, prematuramente envejecida, que llega a morir por hambre o enfermedades derivadas o enfermedades que podr?an ser curadas, no s?lo es una miseria desgraciada, sino una blasfemia y un sacrilegio; o si preferimos un lenguaje secularizado, diremos que es una tremenda injusticia, una crueldad inhumana, una corrupci?n de personas y sistemas, una perversi?n de las estructuras pol?ticas, econ?micas y sociales.

Hoy tenemos alimentos suficientes para alimentar a una humanidad muy superior a la que existe, hoy tenemos medios suficientes para convertir nuestra tierra en un para?so, hoy podemos hacer un mundo nuevo. "Otro mundo es posible". Pero nos falta voluntad. nos falta luz, nos falta coraz?n. Somos a la vez grandes y enanos. Tenemos mente poderosa, manos prodigiosas, pero coraz?n raqu?tico. Nos falta coraz?n.

Hoy no har?a falta multiplicar los panes y los peces. sino que bastar?a con dividirlos equitativamente. Aprender a mirar, a sentir y a dividir. No carecemos de alimentos, sino de sentimientos. Carecemos de luz, el ego?smo nos ciega. Seguimos sin ver al que est? herido en el camino. Padecemos sordera y aturdimiento, seguimos sin escuchar los gemidos de L?zaro.

2. Hambrientos de palabra

En el mundo desarrollado fa carencia no es tanto de pan, sino de palabra. Es un tremendo castigo, porque no s?lo de pan vive el hombre. "He aqu? que vienen d?as ?or?culo de Yahveh? en que yo mandar? hambre a la tierra, m?s no hambre de pan, ni sed de agua. sino de o?r la Palabra de Yahveh" (Am 8, 11).

No nos referimos ahora solamente a la palabra de Dios, sino a toda palabra que ilumina y humaniza. La verdad es que las palabras abundan, tenemos poderosos medios de comunicaci?n y "demasiada" informaci?n. Pero muchas veces, en vez de formar, alienan; en vez de humanizar, embrutecen. Necesitamos palabras-luz, palabras-belleza, palabras-encanto, palabras-libertad, palabras-vida. Algo de esto que-r?an expresar los antiguos cuando hablaban del Logos.

"Si el mundo antiguo hab?a so?ado que, en el fondo, el verdadero alimento del hombre ?aquello por lo que el hombre vive? era el Logos, la sabidur?a eterna..." (Bened. XVI, Deus caritas est, 13). Se estaba pensando en esa sabidur?a que orienta la vida entera del hombre, que le ofrece ideales y est?mulos, que le gratifica y trasciende. Sabidur?a, m?s que ciencia. Saber, saborear, m?s que almacenar conocimientos.

Es un derecho fundamental de la persona, derecho a la formaci?n y a la educaci?n, a la cultura y el saber.

Nos encontramos con una sociedad que consume palabras, im?genes, m?sica, pero no saborea; hay carencia de ideales y valores. Se ans?a la gratificaci?n moment?nea, poco se constata desencanto y vac?o. Ya no se trata de tener hambre de palabra, sino algo peor, no tener hambre de nada. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, de verdad, de libertad, de solidaridad, de amistad, de Dios.

3. Cristo, alimento que sacia nuestras hambres

Benedicto XVI completaba la frase citada: "Ahora el Logos se ha hecho para nosotros verdadera comida, como amor. La Eucarist?a nos adentra en el acto oblativo de Jes?s"

El Logos se ha hecho carne. La Sabidur?a de Dios `"ech? ra?ces en un pueblo glorioso"(Eclo 24,12). Se mezcl? entre los hombres, nos ense?? su verdad, nos aliment? con sus palabras de vida. Se hizo para todos camino, verdad y vida. Quien escucha a Jes?s ser? iluminado. Quien cree en Jes?s, ser? salvado, vivir? en plenitud.

El Logos se hizo pan. Ahora s? que puede saciar nuestras hambres todas. "La sabidur?a ha edificado una casa (...). ha hecho su matanza. ha mezclado su vino. Venid y comed de mi pan, bebed del vino que he mezclado" (Pr 9, 1-2. 5).

Jes?s se ofrece como pan de vida. Quien se alimenta de Jes?s ya no volver? a tener hambre ni sed. Quien come a Jes?s ya no morir?. Su palabra y su pan son el amor.
Pero no seamos ego?stas. No te contentes con escuchar y guardar la Palabra. Tienes que ser profeta y predicar la palabra a los dem?s. Tienes que hacerte palabra, y encarnarla, que la palabra se haga carne en ti.

No te contentes con alimentarte t?, tienes que alimentar t? a los hambrientos, tienes que hacerte pan y luz para los dem?s.

Oraci?n de los fieles

Oremos a Dios, nuestro Padre, que nos ha dado a su Hijo como luz y alimento, como amigo y Salvador.

Por la Iglesia, para que reparta el pan y la palabra de Jesucristo, de manera que pueda llegar a todos los que tienen hambre.

Danos, Se?or, tu pan.

Por las Organizaciones Internacionales y los responsables gubernamentales, para que se empe?en decididamente en la lucha contra la pobreza y el analfa?betismo.

Por todos los pobres y excluidos de la sociedad, para que encuentren siempre acogida y oportunidades de promoci?n.

Por todos los hambrientos de pan y de justicia, para que sean saciados.

Por todos los que se sienten satisfechos, para que tengan hambre.

Por todos los testigos de la palabra y del amor, para que, gast?ndose por los hermanos, se llenen de Cristo.

Por nosotros, para que, aliment?ndonos de Cristo, vida nuestra, llevemos vida a los hermanos.

Oremos: Ay?danos, Padre, a comprender y a vivir el misterio de Cristo-Eucarist?a, que es misterio de amor y salvaci?n.



Publicado por verdenaranja @ 23:28  | Liturgia
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