S?bado, 30 de junio de 2007
?Nota explicativa? que ha distribuido el s?bado, 30 de Junio de 2007, la Oficina de Informaci?n de la Santa Sede al publicar la carta de Benedicto XVI a los obispos, a los presb?teros, a las personas consagradas y a los fieles laicos de la Iglesia cat?lica en la Rep?blica Popular China. La carta puede leerse en italiano, franc?s, ingl?s y chino en la p?gina web de la Santa Sede (www.vatican.va).

NOTA EXPLICATIVA



Con la "Carta a los Obispos, a los presb?teros, a las personas consagradas y a los fieles laicos de la Iglesia cat?lica en la Rep?blica Popular China", que lleva fecha del domingo de Pentecost?s, el Papa Benedicto XVI desea manifestar su amor y su cercan?a a los cat?licos que est?n en China. Lo hace sin duda como Sucesor de Pedro y Pastor de la Iglesia universal.

Del texto resultan dos consideraciones fundamentales: por una parte, un afecto profundo a toda la comunidad cat?lica en China y, por otra, una fidelidad apasionada a los grandes valores de la tradici?n cat?lica en el campo eclesiol?gico; por consiguiente una pasi?n por la caridad y tambi?n por la verdad. El Papa recuerda las grandes l?neas eclesiol?gicas del Concilio Vaticano II y de la tradici?n cat?lica, pero, al mismo tiempo, considera aspectos particulares de la vida de la Iglesia en China, encuadr?ndolos en una visi?n teol?gica amplia.

A - La Iglesia en China en los ?ltimos 50 a?os

La comunidad cat?lica en China ha vivido intensamente estos ?ltimos 50 a?os afrontando un camino dif?cil y doloroso, que no s?lo la ha marcado profundamente sino que tambi?n la ha llevado a asumir rasgos peculiares que todav?a la caracterizan hoy en d?a.

La comunidad cat?lica sufri? una primera persecuci?n en los a?os cincuenta con la expulsi?n de los Obispos y misioneros extranjeros, la encarcelaci?n de casi todos los eclesi?sticos chinos y de los responsables de los diversos movimientos laicales, el cierre de las iglesias y el aislamiento de los fieles. Al final de los a?os cincuenta se crearon organismos estatales como la Oficina para los Asuntos Religiosos y la Asociaci?n Patri?tica de los Cat?licos Chinos, con el fin de guiar y "controlar" todas las actividades religiosas. En 1958 tuvieron lugar las dos primeras ordenaciones episcopales sin el mandato papal, dando inicio a una larga serie de gestos que hieren profundamente la comuni?n eclesial.

En el decenio 1966-1976, la Revoluci?n Cultural, que tuvo lugar en todo el Pa?s afect? violentamente a la comunidad cat?lica, alcanzando tambi?n a aquellos Obispos, sacerdotes y fieles laicos que se hab?an mostrado m?s disponibles hacia las nuevas orientaciones impuestas por las Autoridades gubernamentales.

En los a?os ochenta, con las aperturas promovidas por Deng Xiaoping, comenz? un periodo de tolerancia religiosa con algunas posibilidades de movimiento y de di?logo, que permitieron la reapertura de iglesias, de seminarios y de casas religiosas y un nuevo inicio de la vida comunitaria. Las informaciones que proven?an de las comunidades eclesiales chinas confirmaban que, una vez m?s, la sangre de los m?rtires hab?a sido semilla de nuevos cristianos: la fe hab?a permanecido viva en las comunidades, la mayor?a de los cat?licos hab?a dado un testimonio ferviente de fidelidad a Cristo y a la Iglesia, las familias hab?an sido en su interior el fulcro de la transmisi?n de la fe. Sin embargo, en el nuevo clima no faltaron reacciones diferenciadas en el seno de la comunidad cat?lica.

A este respecto, el Papa recuerda que algunos Pastores "no queriendo someterse a un control indebido ejercido sobre la vida de la Iglesia, y deseosos de mantener su plena fidelidad al Sucesor de Pedro y a la doctrina cat?lica, se han visto obligados a recibir la consagraci?n clandestinamente" para asegurar un servicio pastoral a las propias comunidades (n. 8). En efecto, "la clandestinidad"- precisa el Santo Padre ? "no est? contemplada en la normalidad de la vida de la Iglesia, y la historia ense?a que Pastores y fieles han recurrido a ella s?lo con el doloroso deseo de mantener ?ntegra la propia fe y de no aceptar injerencias de organismos estatales en lo que ata?e a la intimidad de la vida de la Iglesia" (Ib?d.).

Otros, preocupados sobre todo por el bien de los fieles y con vistas al futuro "han consentido en recibir la ordenaci?n episcopal sin el mandato pontificio, pero despu?s han solicitado que se les acoja en la comuni?n con el Sucesor de Pedro y con los otros Hermanos en el episcopado" (Ib?d.). El Papa, teniendo en cuenta la complejidad de la situaci?n y deseoso de favorecer el restablecimiento de una plena comuni?n, ha concedido a muchos de ellos "el pleno y leg?timo ejercicio de la jurisdicci?n episcopal".

Analizando atentamente la situaci?n de la Iglesia en China, Benedicto XVI es consciente de que la comunidad sufre en su interior una situaci?n de fuertes contrastes en los que est?n implicados fieles y Pastores, pero pone de relieve que esa situaci?n dolorosa no ha sido provocada por posiciones doctrinales, sino que es fruto del "papel significativo que han desempe?ado organismos que han sido impuestos como responsables principales de la vida de la comunidad cat?lica" (n. 7). Se trata de organismos cuyas finalidades declaradas, y en concreto la de llevar a efecto los principios de independencia, autogobierno y autogesti?n de la Iglesia, no son conciliables con la doctrina cat?lica. Esta interferencia ha dado lugar a situaciones verdaderamente preocupantes. Es m?s, los Obispos y los sacerdotes se han visto muy controlados y coartados en el ejercicio de su oficio pastoral.

En los a?os noventa, desde varias partes y siempre m?s frecuentemente, Obispos y sacerdotes se han dirigido a la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos y a la Secretar?a de Estado para poder recibir de la Santa Sede indicaciones precisas sobre la conducta a seguir en algunos problemas de la vida eclesial en China. Muchos preguntaban qu? actitud adoptar ante el Gobierno y los organismos estatales puestos al frente de la vida de la Iglesia. Otras peticiones se refer?an a problemas estrictamente sacramentales como la posibilidad de concelebrar con Obispos que hab?an sido ordenados sin el mandato pontificio o de recibir los sacramentos de sacerdotes ordenados por esos Obispos. Por ?ltimo, algunos sectores de la comunidad cat?lica se encontraban desorientados ante la legitimaci?n de numerosos Obispos que hab?an sido consagrados il?citamente.

Adem?s, la ley sobre el registro de lugares de culto y la exigencia estatal del certificado de pertenencia a la Asociaci?n Patri?tica han suscitado nuevas tensiones y ulteriores interrogantes.

Durante aquellos a?os, el Papa Juan Pablo II se ha dirigido varias veces con mensajes y llamamientos a la Iglesia en China invitando a todos los cat?licos a la unidad y a la reconciliaci?n. Las intervenciones del Santo Padre han sido bien acogidas, creando una pasi?n por la unidad, pero las tensiones con las Autoridades y dentro de la comunidad cat?lica, por desgracia, no han disminuido.

Por su parte, la Santa Sede ha dado indicaciones sobre varios problemas, pero el pasar del tiempo y el surgir de nuevas situaciones cada vez m?s complicadas exig?an volver a considerar toda la materia con el fin de ofrecer una respuesta lo m?s precisa posible a las peticiones y dar a conocer orientaciones seguras para la actividad pastoral en los a?os venideros.

B - Iter hist?rico de la Carta pontificia
Las diversas problem?ticas que parecen caracterizar m?s de cerca la vida de la Iglesia en China durante estos ?ltimos a?os, fueron analizadas amplia y atentamente por una Comisi?n restringida, establecida con este fin y compuesta por algunos expertos y por aquellos que en la Curia Romana siguen la situaci?n de la comunidad cat?lica en China. Cuando el Papa Benedicto XVI decidi? convocar para los d?as 19 y 20 de enero de 2007 una reuni?n en la que participar?an tambi?n varios eclesi?sticos chinos, la mencionada Comisi?n se encarg? de preparar un documento con el fin de favorecer la discusi?n sobre los diversos puntos, recoger indicaciones pr?cticas de los participantes y presentar algunas posibles orientaciones teol?gico-pastorales para la comunidad cat?lica en China. Su Santidad, que particip? ben?volamente en la ?ltima sesi?n de la reuni?n, decidi?, entre otras cosas, dirigir una carta suya a los Obispos, a los presb?teros, a las personas consagradas y a los fieles laicos.

C - Contenidos de la Carta
"Sin pretender tratar todos los detalles de problemas complejos bien conocidos por vosotros", escribe Benedicto XVI a los cat?licos chinos, "quisiera con esta Carta ofrecer algunas orientaciones sobre la vida de la Iglesia y la obra de evangelizaci?n en China, para ayudaros a descubrir lo que el Se?or y Maestro, Jesucristo, [...] quiere de vosotros" (n. 2). El Papa retoma algunos principios fundamentales de la eclesiolog?a cat?lica para iluminar los problemas m?s importantes, consciente de que la luz de esos principios podr? ayudar a afrontar las diversas cuestiones y los aspectos m?s concretos de la vida de la comunidad cat?lica.

Manifestando viva alegr?a por la fidelidad que los cat?licos en China han mostrado en estos ?ltimos cincuenta a?os, Benedicto XVI vuelve a afirmar el valor inestimable de sus sufrimientos y de la persecuci?n sufrida a causa del Evangelio y dirige a todos un llamamiento a la unidad y a la reconciliaci?n. Consciente de que la plena reconciliaci?n "no podr? realizarse de un d?a para otro", recuerda que este camino "est? apoyado por el ejemplo y la oraci?n de muchos ?testigos de la fe? que han sufrido y han perdonado, ofreciendo su vida por el futuro de la Iglesia cat?lica en China" (n. 6)

En este contexto, resuenan todav?a con validez las palabras de Jes?s "Duc in altum" (Lc 5,4). Es una expresi?n que "nos invita a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasi?n el presente y a abrirnos con confianza al futuro". En efecto, en China, como en el resto del mundo "la Iglesia est? llamada a ser testigo de Cristo, a mirar hacia adelante con esperanza y a tomar conciencia ? en el anuncio del Evangelio ? de los nuevos desaf?os que el Pueblo chino tiene que afrontar" (n. 3). "Tambi?n en vuestro Pa?s", recuerda el Papa, "el anuncio de Cristo crucificado y resucitado, ser? posible en la medida en que con fidelidad al Evangelio, en comuni?n con el Sucesor del Ap?stol Pedro y con la Iglesia universal, sep?is poner en pr?ctica los signos del amor y de la unidad" (Ib?d.).

Al afrontar algunos problemas m?s urgentes que resultan de las peticiones que Obispos y sacerdotes dirigen a la Santa Sede, Benedicto XVI ofrece indicaciones sobre el reconocimiento de eclesi?sticos de la comunidad clandestina por parte de las Autoridades gubernamentales (cfr. n. 7) y subraya muy claramente el tema del Episcopado chino (cfr. n. 8), refiri?ndose en particular a lo que concierne al nombramiento de Obispos. Tienen un significado particular tambi?n las orientaciones pastorales que el Santo Padre da a la comunidad, subrayando en primer lugar la figura y la misi?n del Obispo en la comunidad diocesana: "nada sin el Obispo". Ofrece adem?s indicaciones para la concelebraci?n eucar?stica e invita a crear los organismos diocesanos previstos por las normas can?nicas, sin omitir algunas indicaciones sobre la formaci?n de los presb?teros y la vida de la familia.

Por lo que se refiere a las relaciones de la comunidad cat?lica con el Estado, Benedicto XVI, con tono sereno y respetuoso, recuerda la doctrina cat?lica, reiterada tambi?n por el Concilio Vaticano II. Adem?s, manifiesta el deseo sincero de que se avance en el di?logo entre la Santa Sede y el Gobierno chino para poder llegar a un acuerdo sobre el nombramiento de Obispos, al pleno ejercicio de la fe de los cat?licos mediante el respeto de una aut?ntica libertad religiosa, y a la normalizaci?n de las relaciones entre la Santa Sede y el Gobierno de Pek?n.

Por ?ltimo, el Papa revoca todas las facultades y las directrices de car?cter pastoral, pasadas y recientes, que han sido concedidas por la Santa Sede a la Iglesia en China. Las nuevas circunstancias de la situaci?n general de la Iglesia en China y las mayores posibilidades de comunicaci?n permiten ahora a los cat?licos seguir las normas can?nicas generales y, si es necesario, recurrir a la Sede Apost?lica. En cualquier caso, los principios doctrinales que inspiraban las mencionadas facultades y directrices tienen ahora una nueva aplicaci?n en la directrices contenidas en la presente Carta (cfr. n. 18).

D - Tono y perspectivas de la Carta
Benedicto XVI, con inspiraci?n espiritual y con un lenguaje eminentemente pastoral, se dirige a toda la Iglesia que est? en China. Su intenci?n no es crear situaciones de ?spera confrontaci?n con personas o grupos particulares: ?l, aunque se pronuncia sobre algunas situaciones cr?ticas, lo hace con mucha comprensi?n por los aspectos contingentes y a las personas implicadas, si bien recordando con extrema claridad los principios teol?gicos. El Papa desea invitar a la Iglesia a una fidelidad m?s profunda a Jesucristo y recuerda a todos los cat?licos chinos la misi?n de ser evangelizadores en el contexto concreto actual de su Pa?s. El Santo Padre mira con respeto y profunda simpat?a la historia antigua y reciente del gran Pueblo chino y se muestra, una vez m?s, dispuesto al di?logo con las Autoridades chinas, consciente de que la normalizaci?n de la vida de la Iglesia en China presupone un di?logo franco, abierto y constructivo con las Autoridades. Benedicto XVI, al igual que su predecesor, Juan Pablo II, est? firmemente convencido que esta normalizaci?n ofrecer? una contribuci?n sin par a la paz del mundo, creando as? una tesela insustituible en el gran mosaico de la convivencia pac?fica entre los pueblos.

[Traducci?n del original italiano distribuida por la Oficina de Informaci?n de la Santa Sede]

VATICANO - Del 4 al 25 de Octubre del 2009 la Segunda Asamblea Especial para el ?frica del S?nodo de los Obispos

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI estableci? la Segunda Asamblea Especial para el ?frica del S?nodo de los Obispos que se desarrollar? en el Vaticano del 4 al 25 de Octubre del 2009. El tema es el siguiente: ?La Iglesia en ?frica al servicio de la reconciliaci?n, de la justicia y de la paz?. ?Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo? (Mt 5, 13.14). (S.L.) (Agencia Fides 28/6/2007: L?neas: 8 Palabras: 95)

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Día 29 de Junio
San Pedro y San Pablo, apóstoles>

A la grandeza y la felicidad por la obediencia



En la Solemnidad, en que celebramos a los apóstoles Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia, podemos fijarnos en el ejemplo de fidelidad leal a Jesucristo que brilla sobremanera en estos dos hombres. Ellos quisieron que su vida no fuera sino lo que el Hijo de Dios determinara. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que todo el interés de Pedro y de Pablo, aun siendo de caracteres bien distintos, según se muestra con evidencia en los relatos del Nuevo Testamento, fue identificarse con el querer de Cristo; es decir, obedecerle. El máximo deseo de cumplir en detalle la voluntad de Jesús, identifica, en ese sentido, a ambos Apóstoles; y no sólo a ellos, sino a todos los santos, pues, ninguno puede serlo al margen de la voluntad de Dios.

Cuando parece que un cierto ideal de la persona consistiría en desenvolverse en la vida guiado únicamente con el propio criterio, sin más punto de referencia que el parecer personal; cuando bastantes consideran definitivas sus opiniones, y suficientes –por ser suyas– para configurar su vida del mejor modo posible, la Iglesia –Nuestra Madre–, nos ofrece para edificación de todos los fieles, el consejo de la obediencia. Cuantos deseamos conducirnos con la segura esperanza de la Vida Eterna, no lo haremos de acuerdo con nuestro parecer, ya que la Eterna Bienaventuranza no es un proyecto humano. Comprendemos, para empezar, que no es decisión del hombre nuestra existencia en este mundo, ni la Vida Eterna que nos aguarda en intimidad con Dios, que conocemos sólo por Revelación: vivimos una existencia divina en un mundo de Dios.

Pedro, habiendo sabido del extraordinario poder y majestad de Jesucristo, se mantiene inamoviblemente fiel al Maestro, cuando bastantes le abandonan porque no comprenden sus palabras. Señor, ¿a quién y iremos? –le responde–, Tú tienes palabras de Vida Eterna. Así se expresa Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, en el crítico momento de la fe en Jesús, que anunciaba la Eucaristía. Para muchos fue el momento de la deslealtad. Cuando aparecen haber perdido sentido los milagros realizados; cuando su vida admirable y sus palabras, cargadas de autoridad, no significan nada para la mayoría, Pedro confía aún en Jesús. Su persona será para él siempre merecedora de toda confianza: hay que creerle siempre y obedecerle. El criterio de Cristo tendrá en todo momento para este apóstol una autoridad absoluta. Las palabras de Jesús y sus deseos tienen mucha más fuerza para él que sus propios pensamientos.

De manera semejante se manifiesta Pablo, el Apóstol de las Gentes. A partir de su asombrosa conversión, su vida entera queda vertebrada por la persona de Jesucristo. Para mí, vivir es Cristo, declara. Tened los mismos sentimientos de Cristo Jesús, pide a sus fieles de Filipo. Poco interés tenía para San Pablo autoafirmarse en esta vida. Lo único que vale verdaderamente la pena es ser como su Señor, vivir la vida de Cristo. Hasta llegar a decir, con un santo orgullo: ya no soy yo quien vive, que es Cristo quien vive en mí. En poco tenía, pues, los planes personales, las propias ilusiones y proyectos –por muy suyos que fueran–, si eran diferentes a los imperativos divinos que movían toda su persona.

Parece muy claro, por lo demás, que la mayor hazaña o reflexión de cualquier hombre, por decisiva que parezca, no pasa, en la práctica, de ser algo necesariamente destinado a la caducidad, como caduco es el mismo hombre que ahora contemplamos. Ni siquiera en este mundo vale la pena ilusionarse con triunfos sonados, que son muy pocos, como pocos son las mujeres y los hombres que han pasado a la historia. En cambio, identificados con Dios, que en Jesucristo nos hace posible conocer su voluntad, aunque tengamos poca relevancia para el acontecer humano, nos hacemos eternos e inapreciablemente valiosos de modo objetivo; con un valor que trasciende la valoración humana –en el fondo poco relevante–, mientras somos valiosos para la divinidad.

Obediencia: que en nosotros se haga Su Voluntad: hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo, rezamos con la oración que Cristo nos enseñó. Pidámosle que tengamos por más decisivo, no tanto hacer lo que queremos, cuánto lo que Él quiere; firmemente convencidos de que no nos hace mejores ni más grandes en la vida salirnos con "la nuestra", sino que Dios se salga con "la suya" en nosotros. Comprobaremos además, a partir de esta docilidad, que nos va mejor en las relaciones interpersonales. Guiados sólo por nuestros intereses, que con demasiada frecuencia son egoístas, tenemos –por desgracia– sobrada experiencia de la sociedad tensa que en ocasiones hemos de soportar. También para lograr una convivencia grata y en paz, nos conviene dejarnos conducir por los mandamientos de nuestro Creador. Siendo el autor del hombre, posee la ciencia exacta –la ley moral que descubrimos en buena medida con nuestra razón– para el más correcto desenvolvimiento de su criatura humana.

El hombre más feliz y perfecto es aquel en quien mejor se cumple la voluntad de nuestro Creador y Señor. Así es nuestra Madre la más maravillosa de las criaturas: hizo en mí cosas grandes el que es Todopoderoso, puede afirmar. Implorando su asistencia maternal sabremos imitarla.



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D?a 1 de Julio
XIII Domingo del Tiempo Ordinario



La suave y fuerte exigencia divina



Entre los diversos detalles que, para nuestra edificaci?n, nos brinda este fragmento del evangelio de san Lucas, podemos detenernos hoy en la exigencia e intransigencia con que se expresa Nuestro Se?or, cuando se trata de tomarse en serio su seguimiento. El Reino de Dios, que vino Jes?s a ofrecer a los hombres, no es algo de relativa importancia, como lo que depende de nuestra iniciativa. No nos es posible que imaginemos su grandeza y su esplendor. Ninguna inteligencia puede so?ar con una realidad de m?s categor?a. Ni que decir tiene, pues, que tiene una capacidad de satisfacernos que supera por mucho nuestras m?s audaces expectativas.

Por otra parte, adem?s, el Reino de Dios en cuanto destino para los hombres, es el ?nico sentido de nuestra vida. Hemos sido creados para Dios: cada aspecto espec?ficamente humano de nosotros mismos, s?lo tiene su completa realizaci?n en ?ntima uni?n con la divinidad. Por eso, el hombre est? condenado a la infelicidad mientras no orienta su existencia hac?a Dios. Y nadie, posiblemente, como san Agust?n lo expres? de modo m?s claro y sint?tico: nos hiciste, Se?or, para ser tuyos y nuestro coraz?n est? inquieto hasta que descanse en ti. ?l mismo insiste en la misma idea, mostrando la experiencia cotidiana de insatisfacci?n de todo ser humano mientras no tiende decididamente hacia su ?nico verdadero fin que es Dios: el coraz?n del hombre puede ocuparse con muchas cosas, pero no puede colmarse; porque quien es capaz de Dios s?lo queda satisfecho con Dios.

Por tanto, la misi?n de Jes?s y la de los que ?como ?l? difundieran el Evangelio, no pod?a ser una tarea que se emprendiera con poco empe?o, o como dedicando los ratos libres. La vida de Cristo est? claramente marcada por la exigencia heroica, y del mismo modo deben ser heroicos sus ap?stoles. Lo advierte de modo taxativo a uno, que parec?a dispuesto a acompa?arle en el trabajo evangelizador: hab?a de tener en cuenta que ?l no tiene donde reclinar la cabeza. La vida que le esperaba a su lado no puede ser buscar el confort, como hacen siguiendo su instinto los animales: tan apremiante es la tarea que no queda nunca tiempo para pensar en la propia comodidad.

Por lo mismo, si ?l llama, ning?n sentido tiene poner condiciones. Nadie nos puede conocer como Jes?s: sabe los problemas de cada uno, las dificultades y facilidades para el trabajo de nos espera en su servicio, y hasta las circunstancias concretas de todo tipo, que a cada uno le tocar? sufrir al extender el Reino Dios. No espera Dios de ninguno m?s de lo que somos capaces de darle y, por lo dem?s, no conviene dejar a la imaginaci?n que sugiera dificultades sin cuento. Por el contrario, es m?s objetivo pensar como san Pablo: todo lo puedo en Aquel que me conforta. El cristiano comprometido seriamente en propagar el Evangelio es, en efecto, capaz de much?simo m?s de lo que imagina, porque puede afirmar, tambi?n con el Ap?stol, no soy yo, sino la Gracia de Dios conmigo.

Consideremos tambi?n que el mismo Jes?s, que no quiere castigar sin m?s a los samaritanos que no le quisieron brindar hospedaje, se muestra intransigente, sin embargo, con quien todav?a a?ora de alg?n modo el pasado, habiendo decidido entregarse a la extensi?n de su Reino: Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atr?s es apto para el Reino de Dios, afirma con rotundidad. Echar de menos una vida regalada, es desde luego una tentaci?n real. Real y permanente sobre todo para cuantos, en medio del mundo y d?biles como somos, no queremos ser mundanos, sino imitadores fieles de la conducta del Se?or. Atr?s quedan, para cualquier ap?stol de nuestros d?as, la desocupaci?n y el descanso por el descanso, la diversi?n como objetivo primordial, el esfuerzo de hoy con el fin de asegurar un ma?ana despreocupado, y, evidentemente, el c?lculo en el servicio a los dem?s porque lo primero ser?an las propias cosas.

Como siempre, una mirada a la Madre de Dios nos ayuda a entender, mejor todav?a, el tipo de exigencia ?suave e intransigente a la vez? que debemos asumir para ser consecuentes con la inmensa grandeza y esplendidez del amor que Dios nos tiene. A Ella, que tambi?n es Madre nuestra, nos encomendamos tranquilos: jam?s se ha o?do decir que abandone a sus hijos.


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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia del domingo, 1 de Julio de 2007.


XIII Domingo del Tiempo Ordinario (C)
I Reyes 19, 16b.19-21; Gálatas 4, 31 - 5,1,13-18; Lucas 9, 51-62


«Deja que los muertos entierren a sus muertos»



El pasado abril se publicó el libro de Benedicto XVI «Jesús de Nazaret». He pensado comentar algunos de los próximos evangelios dominicales teniendo en cuenta reflexiones del Papa. Ante todo, alguna mención sobre el contenido y el objetivo del libro. Éste se ocupa de Jesús en el período que va desde el bautismo en el río Jordán hasta el momento de la transfiguración, esto es, desde el inicio de su ministerio público hasta su epílogo. Un volumen sucesivo, si Dios –confía el Papa- le da fuerzas y tiempo suficiente para escribirlo, se ocupará de los relatos de la muerte y resurrección, así como de las narraciones de la infancia, que se han quedado fuera de este primer volumen.

El libro presupone la exégesis histórico-crítica y se sirve de sus resultados, pero quiere ir más allá de este método, contemplando una interpretación propiamente teológica, esto es, global, no sectorial, que tome en serio el testimonio de los evangelios y de las Escrituras, como libros inspirados por Dios.

El objetivo del libro es mostrar que la figura de Jesús que se alcanza por tal vía «es mucho más lógica y, desde el punto de vista histórico, también más comprensible que las reconstrucciones con las que nos hemos tenido que enfrentar en las últimas décadas. Sostengo –añade el Papa- que precisamente este Jesús –el de los Evangelios- es una figura históricamente sensata y convincente».

Es muy significativo que la opción del Papa de atenerse al Jesús de los Evangelios encuentre una confirmación en las orientaciones más recientes y autorizadas de la propia crítica histórica, como en la obra monumental del escocés James Dunn («Christianity in the Making»), según el cual «los evangelios sinópticos atestiguan un modelo y una técnica de transmisión oral que han garantizado una estabilidad y una continuidad en la tradición de Jesús mayores que las que, desde ahí, se han imaginado generalmente».

Pero pasemos al pasaje evangélico del XIII domingo del Tiempo Ordinario. Refiere tres encuentros de Cristo en el curso del mismo viaje. Concentrémonos en uno de estos encuentros: «A otro [Jesús] dijo: "Sígueme". Él respondió: "Déjame ir primero a enterrar a mi padre". Le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios"».

El Papa, en su libro, comenta el tema aquí implícito de las relaciones de parentesco en diálogo con el rabino judío americano Jacob Neusner. Neusner ha escrito un libro («A Rabbi Talks with Jesus») en el que se imagina entre los presentes cuando Jesús hablaba a la multitud, y explica por qué, a pesar de su gran admiración por el Maestro de Nazaret, no habría podido ser su discípulo. Uno de los motivos es precisamente la postura de Jesús respecto a los vínculos familiares. En varias ocasiones, afirma el rabino, Él parece invitar a transgredir el Cuarto Mandamiento –que dice: «Honrarás a tu padre y a tu madre»-. Pide, como hemos oído, renunciar a acudir a sepultar al propio padre y en otro lugar dice que quien ama al padre o a la madre más que a Él, no es digno de Él.

A estas objeciones se responde de costumbre apuntando otras palabras de Jesús que afirman con fuerza la permanente validez de los vínculos familiares: la indisolubilidad del matrimonio, el deber de asistir al padre y a la madre. El Papa, en cambio, en su libro da una respuesta más profunda e iluminadora a esta objeción que no es sólo del rabino Neusner, sino también de muchos lectores cristianos del Evangelio. Él parte de una palabra de Jesús. A quien le anunciaba la visita de sus parientes, Él respondió un día: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?... Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mt 12, 49-50).

Jesús no deroga con ello la familia natural, pero revela una nueva familia en la que Dios es padre y los hombres y las mujeres son todos hermanos y hermanas, gracias a la común fe en Él, el Cristo. ¿Tenia derecho a hacer esto?, se pregunta el rabino Neusner. Esta familia espiritual existía ya: era el pueblo de Israel unido por la observancia de la Torá, o sea, la Ley mosaica. Sólo para estudiar la Torá se permitía a un hijo dejar la casa paterna. Pero Jesús no dice: «Quien ama a su padre o a su madre más que la Torá, no es digno de la Torá». Dice: «Quien ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí». Se pone a sí mismo en el lugar de la Torá, y esto puede hacerlo sólo quien es superior a la Torá y superior a Moisés, que la ha promulgado.

El rabino judío tiene razón, según Benedicto XVI, al concluir: «Sólo Dios puede exigir de mí cuanto Jesús pide». La discusión sobre Jesús y los vínculos de parentesco (como aquella sobre Jesús y la observancia del sábado) nos lleva así, observa el Papa, al verdadero núcleo de la cuestión, que es saber quién es Jesús. Si un cristiano no cree que Jesús actúa con la autoridad misma de Dios y que es Él mismo Dios, entonces hay más coherencia en la postura del rabino judío que rechaza seguirle que en la suya. No se puede aceptar la enseñanza de Jesús si no se acepta también su persona.

Saquemos también alguna enseñanza práctica del debate. La «familia de Dios», que es la Iglesia, no sólo no está contra la familia natural, sino que es su garante y promotora. Lo vemos hoy. Es una lástima que algunas divergencias de opiniones en el seno de la sociedad actual sobre cuestiones ligadas al matrimonio y a la familia impidan a muchos reconocer la obra providencial de la Iglesia a favor de la familia, y se la deje frecuentemente sola en esta batalla decisiva para el futuro de la humanidad.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]


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El obispo de la Di?cesis de Tenerife, Bernardo ?lvarez, bendijo y coloc? ayer la primera piedra de los trabajos de rehabilitaci?n del hist?rico edificio, que ejecutar? la empresa V?ctor Rodr?guez e Hijos en un plazo de 20 meses.


(EL D?A, 30 - VI, d. BARBUZANO, La Laguna) El prelado nivariense, Bernardo ?lvarez, presidi? ayer el acto solemne de colocaci?n de la primera piedra de los trabajos de rehabilitaci?n del Obispado, mostrando su alegr?a las autoridades presentes por la llegada de este hist?rico momento, que, seg?n destacaron algunos de los presentes en el acto, se plasm? hasta en la naturaleza, ya que los naranjos y los rosales con los que no pudo el fuego mostraron el fruto de su rebrote, es decir, peque?as naranjas y rosas de varios colores.

El acto cont? con la asistencia, entre otros, de la alcaldesa, Ana Oramas; el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Ricardo Melchior; el director general de Centros e Infraestructuras del Gobierno de Canarias, Francisco Javier Garc?a Amador, y el editor y director de EL D?A, Jos? Rodr?guez Ram?rez.

El director Francisco Javier Garc?a Amador destac? "el logro importante que supone la recuperaci?n de este edificio que, aparte del valor patrimonial, tiene un car?cter funcional por su actividad diaria, por lo que hemos apoyado sentimental y econ?micamente la obra de este edificio tan emblem?tico".

La alcaldesa, Ana Oramas, se?al? que "hoy es un d?a de alegr?a para La Laguna, en contraposici?n con la ma?ana en que se quem? el Obispado y la ciudad llor?, lloramos todos y llor? Canarias. Agradecemos la ayuda econ?mica de todos porque el sentimiento fue general, por entender que el patrimonio es de todos y forma parte de la historia viva de una ciudad de m?s de 5 siglos de antig?edad. Esperamos vernos pronto comenzando las obras de la Catedral y de las ruinas de San Agust?n".

El presidente del Cabildo tinerfe?o, Ricardo Melchior, agradeci? al director de este peri?dico, Jos? Rodr?guez Ram?rez, haber encabezado, junto con la empresa Cointe, la campa?a para recaudar fondos para rehabilitar el Obispado. "Iniciamos -a?adi?- la obra en un tiempo r?cord porque ha habido mucho trabajo e ilusi?n. Volveremos a encontrarnos pronto en este edificio".

El obispo, Bernardo ?lvarez, invit? a sentarse en la mesa presidencial a Jos? Rodr?guez Ram?rez, quien dijo: "Agradezco esta deferencia. En estos momentos siento una alegr?a interior muy fuerte, mientras que el d?a del incendio hubo l?grimas interiores porque desaparec?a una joya de la historia de Tenerife. Espero que dentro de 20 meses podamos cantar un aleluya cuando el Obispado vuelva a estar en el coraz?n de todos los laguneros y tinerfe?os".

En un hueco abierto en el suelo del Obispado fue colocada, por Ricardo Melchior, una caja que conten?a una piedra quemada del edificio, un trozo de tea, una s?ntesis del proyecto, varias monedas de euro, ejemplares de la prensa local, y copias del convenio y del contrato de adjudicaci?n de la obra.

El obispo, Bernardo ?lvarez, revestido de alba, estola y mitra, bendijo la primera piedra y muros del edificio con agua bendita proveniente de un g?nigo, en el que moj? un ramo de romero. Bernardo ?lvarez cumpli? ayer el segundo aniversario de su nombramiento como obispo, que fue dado a conocer por la Conferencia Episcopal. Durante el acto de ayer implor? la ayuda de Dios "para que la obra llegue al fin deseado y proteja a los obreros".

El de?n Juli?n de Armas dirigi? el ceremonial y el canciller y secretario general de la Di?cesis, Norberto Garc?a D?az, ley? un acta que dec?a, entre otras cosas, que se imploraba la ayuda de Dios para la obra, por "ser la piedra angular de todo cuanto existe".

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Acta de la primera piedra para el comiemzo de las obras de reconstrucci?n del obispado de Tenrife colocada el 29 de Junio de 2007 por el obispo diocesano Don Bernardo ?lvarez Afonso.

En el nombre de la Sant?sima Trinidad

Am?n


EN el Pontificado de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, Pastor de la Iglesia Universal; siendo Obispo de S. Crist?bal de La Laguna el Excmo. y Rvdo. Sr. Don Bernardo ?lvarez Afonso; reinando en Espa?a S.M. el Rey Don Juan Carlos I; siendo Presidente en funciones del Gobierno de Canarias el Excmo. Sr. Don Ad?n Mart?n Menis y Alcaldesa de este municipio de La Laguna la Excma. Sra. Do?a Ana Mar?a Oramas Gonz?lez Moro. Hoy d?a veintinueve de Junio del a?o del Se?or de dos mil siete, el Obispo de la Di?cesis bendice y coloca solemnemente la Primera Piedra de las Obras de Rehabilitaci?n de la Sede del Obispado de S. Crist?bal de La Laguna, la Antigua Casa Salazar, implorando la ayuda de Dios, reconociendo a Cristo, El Se?or, como la Piedra Angular de todo cuanto existe, se da inicio, oficialmente, a las obras de dicho hist?rico edificio.

1.- OBJETO

Es objeto la rehabilitaci?n del siniestrado Palacio Episcopal en el casco hist?rico de San Crist?bal de La Laguna. El equipo t?cnico constituido para realizar esta labor est? compuesto por: D. Jos? Miguel M?rquez Z?rate, D. Sebasti?n Mat?as Delgado, D. Aurelio Hern?ndez Mart?nez, arquitectos; D. Alberto Darias Pr?ncipe, catedr?tico de Historia del Arte; D. Juan Francisco Navarro Mederos, arque?logo; Rvdo. Sr. D. Julio Gonz?lez S?nchez, delegado Diocesano de Patrimonio y Rvdo. Sr. D. Jos? Siverio P?rez, conservador Diocesano del Patrimonio Mueble.

Dicha rehabilitaci?n estar? encaminada a mantener las caracter?sticas constructivas tradicionales del edificio. Adem?s, se cuidar?n los aspectos funcionales, ambientales y tipol?gicos, tanto de la antigua Casa Salazar, como del edificio anexo destinado a librer?a, que tambi?n result? devastado por el fuego y, en un futuro inmediato, del pabell?n trasero (edificaci?n existente a demoler) que centralizar? todas las instalaciones el?ctricas, contra incendio y de seguridad de este significativo conjunto arquitect?nico.

La obra civil comprende todo lo correspondiente a la estructura portante de la totalidad de los dos primeros edificios, su cubrici?n, cerramientos, carpinter?as, instalaciones varias, as? como el remate definitivo de las diferentes dependencias que conformar?n la actuaci?n programada.

2.- DESCRIPCI?N DEL EDIFICIO EN EL MOMENTO DE SU DESAPARICI?N

La constituci?n del Palacio Salazar sigue la traza de las grandes casas de tradici?n canaria. Pero, su nobleza arquitect?nica hace que destaque del resto, debido principalmente, a la calidad de los materiales, al mayor refinamiento de las formas y a las novedades constructivas. El edificio lo conforman cuatro cruj?as que dejan al centro un patio, en su parte inferior claustrado y cerrado en la planta alta.

La planta baja estaba ocupada por unos espacios cuyas paredes maestras conformaban grandes lonjas que, por necesidades, se fraccionaron en estancias m?s limitadas. Antes de la reforma de 1979, la cruj?a a la calle San Agust?n ten?a a la izquierda, la secretar?a y el vicariato, y a la derecha el provisorato. En la cruj?a del levante estaban las dos grandes habitaciones habilitadas para el archivo hist?rico, y a continuaci?n las dependencias del ec?nomo. En la cruj?a del fondo, se encontraba las dependencias de catequesis, y en el sector de poniente, el negociado del archivo diocesano con la documentaci?n de mayor uso.

La ?ltima gran reforma de la Sede del Obispado tuvo lugar a finales de la d?cada de los 70 a cargo del can?nigo doctoral Jos? Siverio, el cual potenci? la repristinaci?n de la f?brica. As? fue como logr? reponer las dos columnas p?treas que faltaban en la cruj?a este y que durante un tiempo fueron pies derechos rematados con zapatas.

Por otro lado, se reorganiz? el jard?n, rebaj?ndose su cota con respecto a la galer?a circundante y se ubic? en el centro una fuente. Jos? Siverio, autor del proyecto de la fuente, model? la imagen de la Candelaria siguiendo la antigua tradici?n iconogr?fica.

Tambi?n en esta restauraci?n se corrigi? el corredor abierto que comunicaba las habitaciones de la cruj?a alta del lado oeste.

3.- ESTUDIO, A MODO DE PROYECTO BASE, DE LOS ESPACIOS, SECTORES O AMBIENTE CON LOS QUE LA NUEVA F?BRICA CONTAR?.

La actuaci?n propuesta recupera los espacios esenciales de la antigua Casa Salazar. Especialmente se conserva lo tipol?gico de esta digna construcci?n como la fachada, las cubiertas originales, sus patios, la escalera principal y la de servicio as? como las galer?as, abierta en planta baja y cerrada en planta alta, que recorren las naves en torno a tres de los lados que conforman su patio central de dos alturas y que vertebran en el tiempo los diferentes usos de sus dependencias. En la actualidad se destinan a un uso administrativo.

Se propone que los espacios comunes que conforman la planta baja (vest?bulo de llegada, patios y galer?as) se incorporen a los itinerarios de visita de la ciudad y que puedan ser recorridos en peque?os grupos sin interferir la intensa actividad diaria que se desarrolla en el edificio, muestra de la enorme vitalidad que tiene este Conjunto Hist?rico.

Para ello se ha establecido un programa de necesidades en el que principalmente se potencia el uso dominante de tipo administrativo de la nueva f?brica, resaltando los espacios privados, de trabajo y recepci?n del Sr. Obispo en la planta alta y las Vicar?as y atenci?n al p?blico en la planta baja. En este caso, hay que destacar el servicio de Librer?a Diocesana y objetos religiosos como actividad dirigida a visitantes externos y personal de la casa. La misma se ubica en edificio anexo a la antigua Casa Salazar, conectada interiormente, en su planta baja, a trav?s del ala derecha de aqu?lla y tambi?n en su tercera planta para facilitar el acceso a los torreones y cubierta entre ambos que remata la fachada del Palacio o edificio principal.

Pero, el objetivo funcional de esta intervenci?n es el de recuperar las dependencias administrativas del edificio siniestrado, potenciarlas en su nueva distribuci?n, actualizarlas en tecnolog?a y mobiliario proporcion?ndoles el confort ambiental y lum?nico que hoy se requiere para el desarrollo de un trabajo eficaz.

La organizaci?n de los servicios en planta baja se establece bajo el criterio de proximidad al acceso principal de tal forma que los que atiendan al mayor n?mero de usuarios se ubicar?n inmediatos al vest?bulo de llegada, cuya amplia galer?a con la que conecta y que bordea en tres de sus lados al patio central facilite las correspondientes circulaciones en torno al mismo, vertebrando las conexiones con la planta alta y con el resto de los patios, como el lateral y el trasero.

4.- ALCANCE DE LAS OBRAS PROPUESTAS

Toda la obra contemplada por el proyecto se considera imprescindible para logar rehabilitar los edificios siniestrados, devolviendo a este conjunto arquitect?nico la habitabilidad requerida par su destino administrativo, aportando la seguridad estructural perdida y proporcion?ndoles los medios precisos para la detecci?n y lucha contra un posible fuego accidental, no intencionado, mediante eficaces instalaciones inmersas en soluciones constructivas de apariencia tradicional, concordante con el m?ximo grado de protecci?n, sin que interfieran ni alteren el estilo art?stico y la est?tica del edificio, y todo ello sin que se vea mermada la seguridad global requerida.

La obra que se propone realizar recupera fielmente la disposici?n de los vol?menes primigenios que defin?an este conjunto arquitect?nico de singular importancia en el casco hist?rico de la ciudad. Para ello, entre otras cosas, se cuenta con valiosa informaci?n fotogr?fica y documental. Adem?s, se han realizado diversas catas y un detallado estudio m?trico y pormenorizado del edificio, con dibujo de las soluciones adoptadas

5.- EMPRESA ADJUDICATARIA

Las obras de reconstrucci?n de la sede del Obispado han sido adjudicadas a la empresa V?ctor Rodr?guez e hijos y dar?n comienzo el d?a 29 de Junio de 2007, teniendo un plazo de ejecuci?n de 20 meses y un presupuesto de seis millones doscientos mil euros m?s IGIC. Es de destacar que el comienzo de los trabajos para devolver a la sede del Obispado su antiguo aspecto coincide con el segundo aniversario del d?a en que se hizo p?blico el nombramiento de Don Bernardo ?lvarez Afonso como obispo electo de la Di?cesis de San Crist?bal de La Laguna.

En el transcurso de esta ceremonia, en la que recordamos el valor del edificio como Sede del Obispado y edificio patrimonial, tras la bendici?n de la Piedra se depositan, bajo esta tierra, unos ejemplares de la prensa local del d?a de hoy, monedas de curso legal en la Uni?n Europea, una copia de la memoria del Proyecto arquitect?nico, una copia del Convenio de Colaboraci?n entre el Obispado de Tenerife, el Gobierno de Canarias, el Excmo. Cabildo Insular de Tenerife y el Excmo. Ayuntamiento de San Crist?bal de La Laguna, y esta acta firmada por el Sr. Obispo D. Bernardo ?lvarez Afonso, y los representantes de las instituciones p?blicas.

Tras la firma de esta Acta se procede a sellar la Primera Piedra con la alegr?a y benepl?cito de los fieles cristianos que han participado en la celebraci?n, cuya esperanza est? puesta s?lo en Dios, y con la invocaci?n de la Madre de Cristo, Madre de este pueblo, y de los santos ap?stoles Pedro y Pablo.

De lo que yo, Norberto-Vicente Garc?a D?az, como Canciller y Secretario General de la Di?cesis de San Crist?bal de La Laguna, para la memoria hist?rica de lo que hoy aqu? ha acontecido, doy fe, y que sea todo para mayor gloria de Cristo. Am?n.

Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo

D. Bernardo ?lvarez Afonso

Gobierno de Canarias

Ilmo. Sr. D. Francisco Brito Navarro

Cabildo Insular de Tenerife

Excmo. Sr. D. Ricardo Melchior Navarro

Ayuntamiento de San Crist?bal de La Laguna

Excma. Sr. Do?a Ana-Mar?a Oramas Gonz?lez Moro

Equipo T?cnico

Ilmo Sr. D. Norberto-Vicente Garc?a D?az

Canciller ? Secretario General

Viernes, 29 de junio de 2007
29 Junio (ACI).- Al celebrar esta ma?ana la solemnidad de los Santos Ap?stoles Pedro y Pablo, el Papa Benedicto XVI asegur? que ?en la profesi?n de fe de Pedro podemos sentirnos y ser todos una sola cosa, a pesar de las divisiones que en el curso de los siglos han lacerado la unidad de la Iglesia, con consecuencias que perduran todav?a hoy? y alent? a ?rezar intensamente y a actuar con convicci?n por la causa de la unidad de todos los disc?pulos de Cristo?.

As? lo expres? en la Bas?lica de San Pedro durante la solemne concelebraci?n eucar?stica con 46 Arzobispos Metropolitanos, 17 de ellos de Am?rica Latina, a los que impuso el Palio ?de la confesi?n de San Pedro?.

Como es costumbre cada 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, una delegaci?n del Patriarcado Ecum?nico de Constantinopla estuvo presente en la celebraci?n. Este gesto es correspondido por la Santa Sede todos los 30 de noviembre, fiesta de San Andr?s, patr?n de la Iglesia ortodoxa, cuando env?a una delegaci?n a Estambul. Al respecto, el Papa se?al? que la visita que cada a?o se realizan mutuamente es ?signo de que la b?squeda de la plena comuni?n est? siempre presente en la voluntad? de ambos.

?El Oriente y el Occidente cristianos est?n muy cercanos entre s? y pueden contar ya con una comuni?n casi completa, como recuerda el Concilio Vaticano II, faro que gu?a los pasos del camino ecum?nico?, indic? el Pont?fice.

Para el Santo Padre, las visitas mutuas y las conversaciones en curso no son ?simples gestos de cortes?a o intentos de llegar a compromisos?, sino el signo de ?una voluntad com?n de hacer lo posible para que, cuanto antes?, se pueda llegar a la ?plena comuni?n?.

Benedicto XVI renov? ?junto a nuestros hermanos venidos de Constantinopla, el compromiso de acoger hasta el final el deseo de Cristo, que nos quiere plenamente unidos?.

Despu?s de la celebraci?n de la Misa, el Papa dirigi? al mediod?a el rezo de la oraci?n del ?ngelus desde el Palacio Apost?lico Vaticano.

Entrevista al cantautor Mart?n Valverde, publicada en la revista "Iglesia Nivariense" MAYO 2007, n?mero 75.

REDES MUSICALES


Carlos P?rez


La iniciativa pastoral era importante, pero la res- nante concierto que hizo vibrar a los asistentes. A su puesta no lo fue menos. El Cantautor Mart?n Valverde persona y a su m?sica pretendemos acercarles hoy a casi llen? el pabell?n Santiago Mart?n con un emocio- trav?s de Iglesia Nivariense.

P.- ?Qui?n es Mart?n Valverde?

R.- Mart?n Valverde es un bohemio, cuarent?n, chaparrito, que nace en Costa Rica, Centroam?rica. All? estuve 22 a?os recibiendo formaci?n salesiana y nutriendo mi amor por la m?sica. Este es un pa?s que no tiene ej?rcitos, por eso hay tantos instrumentos musicales. Mi madre junto con mi hermana fueron las que se encargan de evangelizarme, de darme el mensaje de Dios y de hacerlo muy vivo. A mi me gusta mucho una frase de un poeta que dice: "Patria es infancia". Por eso, cuando regreso a Costa Rica y veo sus monta?as, me traslado con facilidad a mi ni?ez.

A los 22 a?os parto a M?xico, de hecho el acento que tengo es m?s "Chavo del 8" que otra cosa. Es en este pa?s donde encuen?tro el amor de mi vida, Elizabeth. Hace 20 a?os nos casamos y tenemos 3 hijos. Uno estudiando en Espa?a, Mart?n, que tiene 19 a?os. Daniela, de 17 y, hace 3 a?os, Dios nos regal? un chiquit?n con par?lisis cerebral. Maravilloso el Pablo, mitad Angel, mitad Tiranosaurio (risas).

M?xico se encarga de darme otra visi?n. Es la cabeza de Am?rica latina en muchas cosas. Fue la plataforma que me catapult? hacia Europa. All? estoy muy a gusto.
Mi trabajo es cantar lo que creo y atreverme a vivirlo, para que valga la pena lo que canto. Me gusta sentirme codo a codo con la Iglesia en toda Am?rica latina, Europa, etc. Concre?tamente, con aquellos t?os que no escarmientan y siguen creyendo en Dios, en el amor a los j?venes y anuncian-do un mensaje que sigue siendo luz y vida, sin darle un bibliazo a nadie en la cabeza, sim?plemente evangelizando.

MI TRABAJO,
CANTAR LO QUE CREO
Y ATREVERME A VIVIRLO,
PARA QUE VALGA LA PENA
LO QUE CANTO


P.- ?Por cu?ntos pa?ses has pasado en estos 25 a?os de carrera?

R.- Muchos. Toda Am?rica latina. Desde el Cabo de Hornos hasta Canad?, haciendo especial ?nfasis en los latinos hispanos. Aunque curiosamente, mi segunda lengua sea el portugu?s y mi segundo pa?s de tra?bajo Brasil, al que quiero mucho.

De este lado del charco, he venido a trabajar a Italia. a la bota, que me la he pateado desde el norte hasta la mafia, abajo (risas). Tambi?n hemos estado en Portugal y en Espa?a, por supuesto. El rato espa?ol es diferente, me permite hacer unos conciertos mucho m?s picarescos, mucho m?s astutos, con doble filo a la hora de cantar.

P.- En tu p?gina web (www.martinvalverde.com) hablas de c?mo era la relaci?n con tu madre, ?podr?as hablarnos de ella?

R.- El chiste es que mam? se da cuenta que me est? esperando a la edad de 16 a?os. Se lleva una gran sorpresa, claro. En ese momento hace una cosa muy propia de ella. Era siempre as?..., ya est? en el cielo. Se lo cuenta a la ?nica persona con la que pod?a estar sin que la rega?ara, a Jes?s en la Eucarist?a. Se va a estar con El y se puso a hablar dici?ndole algo as? como: "Aqu? estoy Jes?s, ?qu? te explico? Ya t? sabes que traigo una vida dentro, voy para adelante, ?chame una mano. El fruto de mi vientre es m?s tuyo que m?o." Adem?s, le dijo que si era hembra, la pondr?a Ana, y si era var?n le pondr?a el nombre del santo que ten?a al lado. Gracias a Dios era San Mart?n de Porres. y as? me qued?, porque si llega a ser Wenceslao, d?nde quedo yo parado.

Muchos a?os despu?s, trabajando con j?venes, abordando este tema de la vida, del aborto, etc. les digo a mitad del concierto: "Si mam? hubiera considerado el aborto, hoy no habr?a concierto, ni mucho menos esta conversaci?n".

P.- ?C?mo llevas la gran cantidad de trabajo que realizas?
R.- Soy un privilegiado, no me voy a quejar. Dios agarr? este burro para entrar a Jerusal?n. le gust? y yo lo disfruto mucho.


Ciertamente, hay cosas que se cruzan. Nazco en Costa Rica donde la influencia musical es terrible y crezco con esa influencia. A los 17 ya estaba estudiando la carrera de m?sica, por lo tanto, ten?a clar?simo que quer?a ser m?sico. Cuando Dios me pesc? pens? que me iba a querer para otra cosa. Entonces empec? a desarrollar mi m?sica dentro de la Iglesia. Mis in-fluencias son muy diversas: Pablo Milan?s, Silvio Rodr?guez, Les Luthiers, etc. Vi que el resultado era bueno.

Mi intenci?n es s?lo echarle una alano a la Iglesia y, como se pesca m?s con redes que con ca?a, pues yo tiro la red como Pedro.

P.- ?La fe ha sido siempre una constante en tu vida o tuvieron que "tirarte del caballo"?

R.- El caso es que me evangelizaron. Alguien tuvo que llegar y fue mi hermana menor. Me habl? con un vocabulario tan fuera de base...eso s?, sin agarrarme a Biblia_os. Me dijo: "No te voy a dar m?s la lata que esta vez. Quiero decirte que Jes?s te ama y te quiere para ?l". Yo era el que tocaba en el coro, el que estaba en colegios salesianos, el que ten?a curr?culum religioso, etc. Me pegu? una gran enojada. ?C?mo se atrev?a esta se?orita a darme a m? semejante discurso? Pero desde ah? comenz? un proceso maravilloso. Soy producto de la frase de Pablo VI: "A los primeros que hay que evangelizar es a los bautizados". A m? me fascina el pasaje de Isa?as que dice: "Si para algo puedes utilizar tu cerebro es para creer en m?".

P.- ?Es similar la forma que tienen los j?venes actuales de acercarse a Dios a como lo hiciste t?'?

R.- Los j?venes funcionan como las moscas. Si hay dulce vienen, pero ese no es el problema. El problema es que no se quedan. Yo creo en el pasaje de las 99 ovejas en el redil y una fuera, pero si revisas la realidad, la verdad es que hay una en el redil y 99 fuera. Nos enojamos porque no vienen, porque no cumplen, pero hay que ir a la trinchera. Entonces, vayamos, no esperemos. Trabajar con j?venes es duro y da muchos quebraderos de cabeza pero yo, por ejemplo, soy el resultado de que cuando era joven, alguien crey? en m? con mis meteduras de pata, por eso estoy aqu?. Hubo personas que me dijeron: Atr?vete a ser t? mismo, s? diferente, etc. No s? si ser?n santos pero me ayudaron.

P.- ?C?mo fue tu encuentro con Dios?

R.- Mi hermana insist?a pero a m? no me interesaba, no dejaba de darle largas, me pasaba lo que a los j?venes; saben donde est? la verdad pero les da un poquito de cosa acercarse. Fue un proceso lento. Mi mayor traba, sinceramente, era la m?sica. Le ped? a mi madre que me dejara estar un a?o en el conservatorio y ella me puso la condici?n de que intentara no ser "un m?sico m?s". Ese a?o fue muy especial. Mi madre se cur? de un c?ncer y en un campamento. despu?s de una evangelizaci?n muy seria me desafiaron a encontrar a Jes?s. No s? como pas? pero cuando me di cuenta, me encontraba de rodillas, rez?ndole "oficialmente" a Dios. Le dije que me rend?a. Luego empez? a resonar en m? una voz que me dec?a: T? ya no tocas, t? ya no cantas, t? ya no mandas, el que hace las tres cosas soy yo. Te he elegido para una guerra fuego contra fuego, y al poco tiempo me vi con mi guitarra frente a miles de j?venes. Tuve buenos directores espirituales que me recomendaron prudencia. Fue un reto maravilloso.

P.- ?La m?sica tiene un plus a la hora de evangelizar?

R.- Sin duda. La m?sica se mete como el agua. A todos nos ha pasado que pasamos por alguien que est? tarareando una melod?a y a los segundos, casi inconscientemente, tambi?n la estamos cantando nosotros. El que canta ora dos veces, pero quien canta mal lo hace mal dos veces. La m?sica es arte y te reta a estar continuamente innovando nuevos acordes, nuevas melod?as estar a la vanguardia. Pocos tenemos este privilegio de hacer lo que nos gusta.

P.- ?Cu?les son las convicciones y los deseos que quieres trasladar a los j?venes?

R.- Primero, que crean en ellos mismos. Ojo, que lo pongo inclusive antes que creer en Dios porque eso ya se lo han dicho muchos antes que yo. Segundo, que se es?cuchen. Me encanta una frase buen?sima de Juan XXlll que dice: "J?venes del mundo, piensen en algo, pero piensen". Cincuenta a?os de esa frase y hoy se explica m?s que nunca. Tercero, que se acepten. nada de cambios. Y, por ?ltimo, que se desaf?en.

JOVEN,
CREE EN TI
PIENSA,
ACEPTATE
DESAF?ATE


P.- Tienes un hijo con par?lisis cerebral y sueles decir que Dios da hijos especia-les a padres especiales. ?Qu? les dir?as a aquellos que las experiencias dolorosas de la vida les crean impedimentos para creer en Dios?

R.- Ahora estoy estrenando una canci?n maravillosa, "Paradoja", que habla precisamente de esto. San Pablo dice que Dios no va a permitir una prueba m?s all? de tus fuerzas, y cuando o?mos esto, respiramos y decimos: menos mal. Lo que pasa es que hay que conocer las fuerzas para saber hasta donde llegar.

Yo doy una respuesta muy rid?cula a una frase que suelo o?r por ah?: ?D?nde estaba Dios cuando se lo estaba llevando el tren? Pues ah?, justamente ah?, ?d?nde si no? No hablo desde la teor?a. La muerte de mam?, la visita del c?ncer, la muerte de mi hermana. crecer sin padre,... pero bueno, si fuera el ?nico... Adem?s, yo soy de la camada de Juan Pablo II que nos ense?? que el sufrimiento tiene dignidad total.
Si alguien me hubiera preguntado hace muchos a?os: Mart?n, ?t? ser?as capaz de tener un ni?o especial? Dar?a la diplom?tica respuesta de: No, gracias.

Pablillo naci? con menos de un kilo, lo pude tener en la palma de mi mano. Pele? mucho. Pablo no camina bien, pero nos ense?a a caminar, habla poco pero nos ense?a a hablar y a escuchar much?simo. Estamos en un mundo loco, lo que no nos gusta lo desechamos. Un ni?o discapacitado viene capacitado para partirte la cabeza. Pero, los que somos padres de un ni?o especial sabemos que nos metimos en un mundo especial, un mundo de terapias. de avances, donde las peque?eces son Dios. Un pasito que des es todo un universo. Con las estad?sticas en la mano, el 50% de los padres de ni?os especiales, se divorcian. Con el pretexto del ni?o, claro.

P.- Pero, ?c?mo se sobrelleva esto?

Pues con la fe, si no fuera por ella, mi mujer, toda una campeona, y yo hubi?ramos tirado la toalla hace tiempo.

Publicado por verdenaranja @ 23:39  | Entrevistas
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Instituto Superior de Teolog?a de las Islas Canarias
"Virgen de Candelaria"
Sede de Tenerife



III Escuela de Verano

El Instituto Superior de Teolog?a vuelve a ofrecer, con deseo de completar la formaci?n de los agentes de pastoral y sus alumnos, y de ofrecer una actividad docente extraescolar, la 111 Escuela de Verano. La realizaci?n de los diferentes cursos estar? condicionada a la matr?cula en los mismos_ Cada curso, exceptuando el 4?, en el mes de septiembre, cuenta una matr?cula limitada a 25 alumnos. La formalizaci?n de la matr?cula se har? en la Secretar?a general del ISTIC-Tenerife. La realizaci?n de los mismos da derecho a una certificaci?n correspondiente a 20 horas lectivas (2 cr?ditos)

MES DE JULIO:


Curso 1: "El Progreso de los pueblos: Una lectura actual de la Populorum Progressio en su 40 aniversario"

Dirige: D?A. CARMEN LUISA GONZ?LEZ EXP?SITO.
Comisi?n Diocesana de Justicia y Paz.

Fecha: 9, 10 y 11 de julio

Horas: De 17'00 h. a 21'00 h.

El 26 de marzo de 1967, Pablo VI firmaba la Enc?clica Populorum Progressio. 40 a?os hace de este documento eclesial que muchos reconocen como providencial para la vida de la Iglesia. En el mismo t?tulo, la Enc?clica manifiesta cu?l era su intenci?n: "La necesidad de promover el desarrollo de los pueblos".

40 a?os despu?s, y en la pantalla de un Mundo globaltzado, seguimos descubriendo que una mayor?a de la M?nimos exigibles por la mera consideraci?n de su dignidad de persona, mientras que una minor?a injustamente privilegiada (20%) goza de un progreso que por ser exclusivo, sigue siendo humanamente injusto.

Expresiones que en la actualidad nos suenan como ordinarias son aspiraciones de la humanidad, colonialismo, desequilibrio social, choque de .civilizaciones, etc., tienen una consideraci?n en este documento magisterial. Temas tan candentes como la propiedad, el uso de la renta, la industrializaci?n, el Capitalismo liberal, el trabajo, la violencia, etc., son enjuiciados en su verdad.


?Seguir? teniendo algo que decirle al hombre del siglo XXI la Populorum Progressio? ?Podemos considerar que hemos hecho la adecuada recepci?n del mismo?

Desde un trabajo compartido, y de la mano de la instituci?n eclesial llamada a promover el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia como es Justicia y Paz, se intentar? una lectura y reflexi?n digna de su cuadrag?simo aniversario. Es un tema que cualquier persona con una sensibilidad social m?nima no puede desde?ar.

Curso 2: "Recursos y estrategias para la Pastoral Juvenil"

Dirige: D. ALEJANDRO ABRANTE GARC?A.

Profesor de Pastoral Juvenil en el ISCR "Juan Pablo II" Delegaci?n Diocesana de Pastoral Juvenil

Fecha: 12, 13 y 14 de julio
Horas: De 17'00 h. a 21'00 h. S?bado de 9'OO h. a 13'00 h.

?Qu? podemos hacer cuando parece que nada atrae el inter?s de los j?venes? ?Existe alguna estrategia pastoral eficaz para transmitir los valores del Evangelio a las futuras generaciones? ?Est? todo perdido o existen motivos de esperanza en el trabajo pastoral con los j?venes? Estas y otras preguntas similares inquietan el alma de sacerdotes, de profesores, de catequistas, de militantes de movimientos apost?licos...

Los j?venes, nos recordaba el Papa Juan Pablo II, "(...) son los primeros protagonistas de su propia vida en la aventura fascinante de crecer como hombres. Solamente infundi?ndoles confianza en s? mismos y en los adultos, capacidad de saber esperar, compromiso y sentido de responsabilidad, podemos encaminarlos hacia un futuro que estimule su creatividad y avive su entusiasmo. (...) En los j?venes est? la esperanza de la humanidad, y la esperanza, que va unida al futuro, es espera de los "bienes 'Muros". (_.) "

?Necesitaremos de una pastoral juvenil que valore e integre de una manera pedag?gica los lenguajes de los j?venes, sus formas vestir, de actuar, de organizarse, sus ritos, sus manifestaciones art?sticas, pero tambi?n sus propios imaginarios (la propia manera como comprende la vida y se sit?a frente a ella). valores, etc.? ?Ser? conveniente que se asuma como propia la realidad, los problemas, las necesidades, los valores y la inmensa riqueza de los mundos juveniles? ?Necesitamos una experiencia que realmente los ayude a crecer sin necesidad de renunciar a las cosas bonitas propias de este momento de la vida. Una pastoral que realmente reconozca y promueva el protagonismo ele los j?venes que los y las ayude a sentirse como sujetos activos, dinamizadores y transformadores, tanto en el ?mbito eclesial como social?

En pocas palabras, tenemos que hacer realidad en la pastoral aquella idea de que la juventud sea realmente un don que puede rejuvenecer la iglesia y a la sociedad.


Curso 3: "Aspectos en torno a la educaci?n religiosa de los ni?os y los j?venes en familias monoparentales"

Dirige: D?A. ROSALBA GONZ?LEZ BATISTA.
Centro de Orientaci?n Familiar de la Di?cesis de Tenerife.

Fecha: 16, 17 y 18
Horas: De 17'00 h. a 21'00 h.

El n? 194 del Directorio Nacional de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Espa?ola nos dice: "Para descubrir el tipo de acompa?amiento m?s conveniente a estas familias, es necesario discernir las diversas situaciones, pues el fen?meno de las familias monoparentales procede unas veces de una maternidad en solter?a; otras, del hecho de la nulidad can?nica, de la separaci?n o del divorcio civil; y en algunas ocasiones es el resultado de una violaci?n. Sin entrar ahora en valoraciones morales y jur?dicas, la pastoral familiar debe tomar las diversas circunstancias muy en consideraci?n y buscar la forma de acompa?ar a los distintos miembros de estas familias. De modo particular, la pastoral debe ver la manera de cubrir las lagunas que suponen para la educaci?n de la persona, la falta de la imagen del padre o de la madre.

No se trata ya de una excepci?n contemplar este tipo de familia. Una mujer con sus hijos, como ?nico n?cleo familiar, con todos los deberes y responsabilidades inherentes a su situaci?n familiar y con las dificultades de su condici?n de soledad.


Son familias y son responsables de la educaci?n cristiana de sus hijos. La transmisi?n de la fe en el seno de las familias monoparentales exige una reflexi?n acompa?ada, aspectos espec?ficos y, sobre todo, una nueva sensibilidad pastoral de los agentes responsables de la misma a nivel diocesano, arciprestal y parroquial.


MES DE SEPTIEMBRE:


Curso 4: "Introducci?n General a los Evangelios Can?nicos y aspectos complementarios en el debate cultural actual de los or?genes del Cristianismo"

Dirige: D. Jos? Francisco Concepci?n Checa Profesor de Sagrada Escritura del LSTTC-Tenerife
Fecha: 18, 19, 25 y 26 de septiembre Horas: De 16'00 h. a 21'00 h.

El C?digo Da Vinci, el evangelio ap?crifo de Judas, la tumba de Jes?s y Mar?a, etc., son temas presentes en el debate cultual actual, en la opini?n p?blica, que cuestiona los or?genes del cristianismo conforme se conoc?an hasta hoy. M?s all? del inter?s medi?tico y editorial, son temas que merecen una aproximaci?n serena, rigurosa y fundamentada.

Pretendemos, como objetivo de este curso, lograr un conocimiento b?sico de los escritos can?nicos llamados evangelios y una aproximaci?n a su entorno cultural y literario que posibilite una adecuada interpretaci?n de los textos. Lograr los conocimientos necesarios para transmitir en la Ense?anza Religiosa Escolar y en la catequesis las claves de la experiencia religiosa y las caracter?sticas y la historia de los textos fundamentales y configuradotes de la doctrina y moral cat?lica.

Un contenido estructurado en tres unidades did?cticas y desarrollados de manera participativa: U D.1: Evangelios Sin?pticos. "Tema 1: Introducci?n a los evangelios sin?pticos. Tema 2: Evangelio seg?n San Marcos. Tema 3: Evangelio seg?n San Mateo. Tema 4: Evangelio seg?n San Lucas. U D.2: Escritos Jo?nicos. lema 1: Evangelio seg?n San Juan. U. D.3: Cuestiones actuales en torno al origen del cristianismo. Tema 1. El C?digo Da Vinci y el Evangelio de Judas. Tema 2: Historicidad del origen del cristianismo.
A que estas preguntas nos abren el apetito ?Qu? sabemos realmente de Jes?s? ?Qu? fue la estrella de Oriente? ?Por qu? se celebra el nacimiento de Jes?s el 25 de diciembre? ?Qu? significa la virginidad de Mar?a? ?Estuvo casado San Jos? por segunda vez? ?Qu? frie la matanza de los inocentes?, ?es hist?rica? ?Jes?s naci? en Bel?n o en Nazaret? ?D?nde y c?mo naci? Jest?s??Estaba Jes?s soltero, casado o viudo? ?Qui?nes fueron los doce Ap?stoles? Situaci?n actual de la investigaci?n hist?rica sobre Jes?s. ?Qui?nes fueron los evangelistas? ?C?mo se escribieron los evangelios? ?C?mo se transmitieron los evangelios? ?En qu? idioma habl? Jes?s? ?Qu? relaciones tuvo Jes?s con el imperio romano? ?Se puede negar la existencia hist?rica de Jes?s? ?Qu? son los evangelios can?nicos y los ap?crifos? ?Cu?les y cu?ntos son? ?Qu? aportan los manuscritos de Qumr?n? ?Qu? es la biblioteca de Nag Hammadi? ?Jes?s tuvo hermanos? ?Qui?n fue Mar?a Magdalena? ?Jes?s quiso realmente fundar una Iglesia? Y muchas otras que se planteen...

ISTIC-Tenerife. Edificio del Seminario Diocesano. 38207 ? La Laguna. Tf.: 922252540 / Fax: 922252067 ? E-mail: [email protected] Web: www.cettenerife.org


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Art?culo publicado en el rograma de las FIESTAS SAN JUANITO 2007 - PLAYA DE SAN MARCOS - ICOD DE LOS VINOS

LA ERMITA DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA PLAYA DE SAN MARCOS
APUNTE PARA SU HISTORIA DEVOCIONAL Y FESTIVA


La fundaci?n de una ermita en la caleta icodense de San Marcos, hecha realidad en la tercera d?cada del pasado siglo XX, fue consecuencia l?gica de la serie de mejoras y obras mar?timas que desde la centuria anterior ven?an realiz?ndose en la zona promovidas por la corporaci?n municipal. Adelanto que se traduce no s?lo en ci aumento de tr?fico de buques de vapor y de vela, sino tambi?n en el asentamiento de familias ele pescadores lo adoras del n?cleo poblacional, que llegan atra?das por la seguridad que les ofrec?a la caleta como puerto natural de refugio; por la realidad del muelle grande, arruinado por un temporal en el ario 1869, y por la utilidad del denominado muelle chico, cuya construcci?n se inici? en el a?o 1892. Tambi?n por la rampa de servidumbre destinada a resguardar los barcos ele pesca en los d?as de tempestad.

Grupos familiares, venidos de otras zonas costeras de la isla, que van construyendo sus viviendas a ambos lados de la confluencia del barranco del Preceptor con la playa. A ellas, a su agrupamiento, se refiere el cronista de La Voz de Icod en el a?o 1896, al notificar la pronta construcci?n en la caleta de un almac?n destinado al empaquetado de rutas, al puntualizar que "ser? un edificio que embellecer? al ya floreciente caser?o de San Marcos".

Las leg?timas inquietudes festivo-religiosas de este inicial grupo de vecinos se ven solidificadas con el paso de los a?os, m?s a?n en cada v?spera y d?a de San Juan Bautista en los que las gentes del distrito de Ycodcm cumplen con el antiguo ritual del ba?o en la playa y la comida en la arena o en el callao. Las m?sicas y los cantos de las parrandas allanaban la relaci?n. De ello ciaba puntual informaci?n el semanario local La Comarca, por el que tambi?n sabemos que en el almac?n del empaquetado de frutos, pasados algunos a?os, se celebraban la v?spera y el d?a de San Juanito animados bailes al son del acorde?n y las guitarras, corno normal desarrollo de las inquietudes festivas de los vecinos de la zona. No suced?a lo mismo con la manifestaci?n ele las religiosas, reducidas, en el ?mbito cercano al caser?o, a una tosca imagencita del Bautista a la que ofrendaban ramas y llores y le encend?an hogueras en los riscos cercanos. El escaso n?mero de vecinos y su raqu?tica econom?a fueron factores que frenaron y prolongaron en el tiempo su deseo de construir un templo en el entorno playero.

La soluci?n llegar?a, en los a?os veinte del pasado siglo, de la mano de una profunda devota del sagrado Coraz?n de Mar?a, Do?a Elo?sa Luis-Ravelo, y de su voluntad de erigir un templo destinado a su culto. Para ello contaba con el apoyo familiar, en especial con el de su hijo Don Antonino Garc?a, hombre emprendedor vinculado a la parroquial ele San Marcos, en la que ejerci? por muchos a?os como sorchante. Con su reconocido dinamismo vino a materializar los piadosos deseos ele Do?a Elo?sa en un terreno de pertenencia familiar situado en el entorno playero, entre el antiqu?simo pozo de agua dulce y el horno de cal del lado del poniente, en el que, como hoy se ve, culmin? Don Antonino la f?brica de la ermita dot?ndola de retablo con la imagen del Sagrado Coraz?n de Mar?a, titular del templo, y la de San Juan Bautista, que sigue concentrando las leg?timas inquietudes festivo-devocionales de los habitantes de la zona costera de San Marcos, descendientes de aquellas primeras familias que se establecieron y fundaron un modesto caser?o en la playa.
Como un espacio devocional unitario ideado por el entonces arquitecto de la Di?cesis de Tenerife, Antonio Pintor, fue construida la ermita en el a?o 1826. Su arquitectura, retablo y decoraci?n interior de la b?veda quedaron fusionados por el corte neog?tico que el autor les procura, proceder que, al decir del investigador David Mart?n L?pez, "constituye todo un alarde ele formulaci?n arquitect?nica de eclecticismo en Canarias".

La esbeltez de su fachada se impone y encubre las reales dimensiones del recinto sacro, disimuladas, como advierte el citado estudioso, tras la pantalla que conforma la espada?a campanario. "Esta grandilocuencia en el alzado. con agujas vegetarizadas de acacias y flores de lis. se conjuga -dice-con los gui?os del arte contempor?neo y la arbitrariedad (...) El interior adem?s participa de esta misma ret?rica para lo que acondicion? el retablo goticista de madera vista sin policromar, frescos a modo de cortinajes azules con borlones, y la decoraci?n modernista del techo abovedado". Destacando el autor del estudio que seguirnos la participaci?n en ella del pintor gaditano Manuel L?pez. Ruiz, autor de los cuatro cartones con las figuras de los Evangelistas, en los que "supo captar la esencia de cada personaje".

Pronto se convirti? la ermita en reclamo obligado para los devotos de San Juan. A los antiguos rituales del ba?o en el mar y las comidas familiares en la playa el d?a de su fiesta, se agregaron los de la procesi?n y el embarque del santo, y en la noche de la v?spera los caminos de Las Charnecas, San Felipe y Pueblo Nuevo, se iluminaban con el fuego de las hogueras y de los hachitos que, en serpenteante y lenta procesi?n, los recorren cada a?o hasta llegara la ermita.

Juan G?mez Luis-Ravelo
Icod de los Vinos, junio de 2007

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San Salvador (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal Salvadoreña ha anunciado oficialmente la celebración del Primer Congreso Misionero Nacional que se celebrará del 16 al 18 de mayo del 2008


“No podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hch. 4,20)



Queridos hermanos y hermanas de la Provincia Eclesiástica de El Salvador:

Les saludamos en el nombre de El Señor: Que la gracia y la paz de Jesucristo estén con todos ustedes.
Después de haber seguido con vivo interés los trabajos de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, la cual fue inaugurada por Su Santidad Benedicto XVI, nos disponemos a poner en práctica las orientaciones que los pastores del “continente de la esperanza y del amor”, ofrecen a las comunidades cristianas de América Latina y el Caribe. En sintonía con la palabra del Papa, todos los bautizados somos invitados a participar de la misión de Jesucristo. “¡Que nadie se quede de brazos cruzados! Ser misionero es ser anunciador de Jesucristo con la creatividad y audacia en todos los lugares donde el Evangelio no ha sido suficientemente anunciado o acogido, en especial en los ambientes difíciles y olvidados y más allá de nuestras fronteras” (Mensaje de Aparecida, n. 4).

Por eso, con gran alegría y esperanza, para seguir madurando y avanzando en nuestro compromiso misionero, la Conferencia Episcopal de El Salvador anuncia oficialmente al pueblo cristiano el Primer Congreso Nacional Misionero programado para los días 16,17 y 18 de mayo de dos mil ocho. Dicho congreso tiene como objetivo suscitar y fomentar la conciencia y compromiso misionero en todos los hijos e hijas de la Iglesia que peregrinan en El Salvador.

El Primer Congreso Misionero marca un paso adelante en un largo camino. Como sabemos, en noviembre de dos mil tres se realizó el Segundo Congreso Americano Misionero, en la ciudad de Guatemala. La preparación de tan trascendental acontecimiento eclesial puso en marcha un dinamismo misionero particular en nuestro país, que hizo posible reunir a los directores diocesanos de las Obras Misionales Pontificias y a los vicarios de pastoral. Juntos reflexionaron sobre algo fundamental: Que la dimensión misionera no es una acción marginal sino que está inserta en la pastoral ordinaria de la Iglesia particular y de cada parroquia (Cfr RM, 33).

Como parte del proceso de preparación del CAM II-COMLA VII, se reunió a muchos de los congresistas para compartir los aportes que llevarían al congreso. Esta fue una experiencia de auténtica comunión y profundo sentido de la Iglesia. En este espíritu de unidad y comunión fuimos todos a Guatemala, para juntarnos con todos los hermanos del continente y avivar el fervor y espíritu misionero.

Tres años después, la Iglesia en El Salvador continúa su camino motivada por el espíritu suscitado en dicho congreso. La preparación de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, con el tema “Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en El tengan vida”, ha suscitado la reflexión y el compromiso de todos los bautizados en el anuncio del Evangelio. Concluida la reunión de los Obispos, sus reflexiones nos retan e impulsan a retomar con nuevo espíritu la misión que Jesús nos ha confiado.

Nos estamos preparando para la celebración del tercer Congreso Americano Misionero (CAM 3, COMLA 8) a celebrarse en la ciudad de Quito, Ecuador en el mes de agosto de 2008. Todos estos acontecimientos eclesiales son para nosotros una verdadera motivación a retomar con nuevo ardor y entusiasmo el mandato Misionero de Jesús: “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16,15).

Concluimos este fraterno anuncio, comunicando algunos puntos concretos sobre el Congreso Nacional Misionero:

1. Se ha escogido como tema “PARROQUIA, COMUNIDAD MISIONERA” pues la parroquia es el lugar privilegiado donde todos los creyentes viven y celebran la presencia del Señor Resucitado. También la parroquia es el espacio vital donde el creyente se encuentra con Jesús, aprende a conocerlo y se compromete en el anuncio de su persona y su mensaje.

2. Proponemos un año de preparación para dicho congreso que va desde mayo de dos mil siete a mayo de dos mil ocho. Este tiempo será una excelente oportunidad para que en las parroquias, vicarías y diócesis se tengan jornadas de reflexión, encuentros de oración y animación misionera.
Exhortamos a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y a todos los fieles laicos a participar activamente en el proceso de preparación y realización de dicho congreso. Deseamos que los niños, jóvenes, las familias, los ancianos, enfermos, los movimientos y las comunidades parroquiales sean los protagonistas de este gran acontecimiento misionero nacional.
Depositamos esta iniciativa misionera en manos de la Reina de la Paz patrona de El Salvador y le rogamos interceda ante su divino Hijo para que este congreso sea de mucho fruto, para toda la Iglesia Salvadoreña.
Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos (Cfr. Mt 28, 19-20).

San Salvador, 13 de junio de 2007
Obispos de El Salvador (2007-06-28)


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VATICANO - "San Pablo y la pasi?n por Cristo" - Una reflexi?n con ocasi?n de la apertura del A?o Paulino

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La inauguraci?n del A?o Paulino ofrece a todos una importante ocasi?n para profundizar en el conocimiento de la personalidad carism?tica y fascinadora de San Pablo, primer grande evangelizador de los paganos y autor de trece cartas que forman parte del Nuevo Testamento.
Figura de gran actualidad, ?l es hombre de tres culturas: fariseo ac?rrimo, originario de Tarso - importante centro del clasicismo - y ciudadano romano ya desde el nacimiento. Perseguidor de los cristianos, en el camino hacia Damasco vive la experiencia del conversi?n- vocaci?n a Cristo, (Hch 9,1-19) de donde ser? enviado a predicar al mundo la "palabra de la cruz? (1Cor 1,17-18). Constituido ap?stol, transmite lo que ha recibido (1Cor 15,3-5) defendiendo infatigablemente su evangelio de toda distorsi?n (Gal 1,8). No duda por ello en condenar el anuncio de un Cristianismo distinto - aunque este fuera anunciado por un ?ngel del cielo - y, con proverbial franqueza, se proclama para nada inferior, en la doctrina, a los elocuentes "s?per ap?stoles" (2Cor 11,5). Hoy, frente a los desaf?os que plantea la inculturaci?n del evangelio, la globalizaci?n y las discusiones ?ticas, la Iglesia encuentra en su vivencia un modelo vivo de heroica fidelidad al mandato del Se?or.
En su apostolado, adem?s, parece ya delinearse la dial?ctica entre raz?n y fe que tanta parte tiene en el debate actual sobre el Cristianismo. La misi?n que le confi? Cristo, en efecto, le pondr? en la condiciones de afrontar la sabidur?a griega y las instancias de la fe hebrea, para quienes el misterio pascual cristiano es locura o esc?ndalo (1Cor 1,23). Ni mera "fe" ni sola "raz?n": Pablo anuncia a Cristo, un "misterio" que exige sustanciales cambios en la mentalidad dominante pero que se sirve de categor?as y medios expresivos racionales. Con el evangelio, ?l afirma una nueva mentalidad, el nuevo "pensamiento" cristiano (1Cor 2,16) que coincide con el anuncio de la cruz, (1Cor 2,1-2). Esta no anula la raz?n sino a sus adoradores (1Cor 1,19), no desconoce la comprensi?n humana sino que revela sus l?mites ante lo inefable. El pensamiento de Cristo es el ?nico capaz de superar las divisiones y crear comuni?n (1Cor 1,10).
Pero Pablo es sobre todo un enamorado del Crucificado-Resucitado. La acogida que encontr? el ap?stol entre los humildes ser? s?lo un breve par?ntesis entre las persecuciones y las tergiversaciones sufridos por los poderes dominantes, los fracasos y las humillaciones reservadas a los doctos (Hch 17,22-34). En ?l vive el ?Yo?" de Cristo (Gal 2,20) representado fielmente en el calvario de los innumerables sufrimientos del ap?stol (2Cor 11,23-33). Esta uni?n vital con el Crucificado-Resucitado lo hace fecundo de numerosas creyente que de son engendrados a la fe, por "sus cadenas" y su predicaci?n (Flm 10; 1Cor 4,15). As? como de la muerte de Jes?s nace la vida, as? en las tribulaciones de Pablo, el dolor se transforma en alegr?a, la verg?enza en vanagloria, la condena en perd?n. Por ello, ?l podr? exhortar a sus disc?pulos a ser sus imitadores, como ?l lo es de Cristo (1Cor 4,16; 11,1). An?logamente, se muestra contento de los sufrimientos que soporta por ellos, completando lo que falta en su carne a los padecimientos de Cristo a favor de su cuerpo que es la Iglesia (Col 1,24).
El amor de Pablo por Cristo llega a implicar todos los aspectos de su teolog?a. Todo viene de ?l "cristologizato": Dios es el Padre del Se?or nuestro Jesucristo, el Esp?ritu es de Cristo, todo ha sido creado "por medio de ?l y para ?l", la misma Iglesia es "Cuerpo de Cristo", los ap?stoles son ?siervos de Cristo", cada bautizado - jud?o o griego, esclavo o libre, hombre o mujer - es una sola persona en Cristo. A quien se proclama justo delante de Dios por las obras de la ley jud?a, Pablo opone precisamente la fe en Cristo como camino de justificaci?n (Gal 2,16). Pero de esta fe ?l ve desbordarse un potente dinamismo que la hace "operante por medio del amor? (Gal 5,6). Cada uno, en efecto, deber? comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el pago "de lo que haya hecho cuando estaba en el cuerpo, sea en bien que en mal" (2Cor 5,10). Y Pablo tambi?n ser? modelo de amor efectivo hacia todos, especialmente hacia los pobres (1Cor 16,1).
Su incansable ministerio, se desarrolla pues bajo la insignia del generoso don de si por la Iglesia. Despu?s de la sol?cita actividad de los tres grandes viajes misioneros y del ministerio desarrollado "en Jerusal?n", es enviado por el Se?or a dar testimonio de El ?tambi?n en Roma", (Hch 23,11). Su intento constante no es s?lo la predicaci?n de la verdad sino tambi?n la edificaci?n de la unidad, porque el anuncio del evangelio no puede prescindir de la concordia entre los creyentes. Movido por esta exigencia, ya despu?s de su Bautismo busc? la comuni?n visible con Pedro y con las Columnas de la Iglesia. A ellos expuso su evangelio para evitar "correr en vano" (Gal 2,2.9). Su apostolado sucesivo asumir? destinatarios distintos de aquellos de los "Primeros" ap?stoles. Esta atenci?n hacia la unidad que no homologa, que permanece indisoluble y sin embargo sensible a las diversas manifestaciones del Esp?ritu, seguir?n aunando a los ap?stoles Pedro y Pablo en el testimonio fiel, hasta al martirio por amor a Cristo que ocurri? precisamente en Roma, seg?n fuentes extrab?blicas. Este testimonio y esta muerte gloriosa se perpetuar?n, en los siglos, en los hechos de la Iglesia. Las vicisitudes sufridas en su cuerpo, se renuevan todav?a hoy en el Cuerpo m?stico de Cristo en todas las latitudes. (Mons. Carmelo Pellegrino) (Agencia Fides 28/6/2007; L?neas: 64 Palabras: 944)

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Discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? a los participantes del Encuentro Europeo de Docentes Universitarios en la ma?ana del s?bado 23 de junio de 2007 en el aula Pablo VI en el Vaticano. El encuentro promovido por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y organizado por la Oficina para la pastoral universitaria del Vicariato de Roma en el 50? aniversario del Tratado de Roma, ten?a como tema. "Un nuevo humanismo para Europa, el rol de la Universidad".

Eminencia;
ilustres se?oras y se?ores;
queridos amigos:

Me complace particularmente recibiros durante el primer Encuentro europeo de profesores universitarios, patrocinado por el Consejo de las Conferencias episcopales europeas y organizado por los profesores de las universidades romanas, coordinados por la Oficina del Vicariato de Roma para la pastoral universitaria. Tiene lugar con ocasi?n del 50? aniversario del Tratado de Roma, que dio vida a la actual Uni?n europea, y entre sus participantes se cuentan profesores universitarios de todos los pa?ses del continente, incluidos los del C?ucaso: Armenia, Georgia y Azerbay?n.

Agradezco al cardenal P?ter Erdo, presidente del Consejo de las Conferencias episcopales europeas, sus amables palabras de introducci?n. Saludo a los representantes del Gobierno italiano, en particular a los del Ministerio para la universidad y la investigaci?n, y del Ministerio para los bienes y las actividades culturales de Italia, as? como a los representantes de la regi?n del Lacio, de la provincia y la ciudad de Roma. Saludo tambi?n a las dem?s autoridades civiles y religiosas, a los rectores y a los profesores de las diversas Universidades, as? como a los capellanes y a los estudiantes presentes.

El tema de vuestro encuentro -"Un nuevo humanismo para Europa. El papel de las Universidades"- invita a una atenta valoraci?n de la cultura contempor?nea en el continente. En la actualidad, Europa est? experimentando cierta inestabilidad social y desconfianza ante los valores tradicionales, pero su notable historia y sus s?lidas instituciones acad?micas pueden contribuir en gran medida a forjar un futuro de esperanza. La "cuesti?n del hombre", que es central en vuestras discusiones, es esencial para una comprensi?n correcta de los procesos culturales actuales. Tambi?n proporciona un s?lido punto de partida para el esfuerzo de las universidades por crear una nueva presencia cultural y una actividad al servicio de una Europa m?s unida.

De hecho, promover un nuevo humanismo requiere una clara comprensi?n de lo que esta "novedad" encarna actualmente. Lejos de ser fruto de un deseo superficial de novedad, la b?squeda de un nuevo humanismo debe tomar seriamente en cuenta el hecho de que Europa est? experimentado hoy un cambio cultural masivo, en el que los hombres y las mujeres son cada vez m?s conscientes de que est?n llamados a comprometerse activamente a forjar su historia. Hist?ricamente, el humanismo se desarroll? en Europa gracias a la interacci?n fructuosa entre las diversas culturas de sus pueblos y la fe cristiana. Hoy Europa debe conservar y recuperar su aut?ntica tradici?n, si quiere permanecer fiel a su vocaci?n de cuna del humanismo.

El actual cambio cultural se considera a menudo un "desaf?o" a la cultura de la universidad y al cristianismo mismo, m?s que un "horizonte" en el que se pueden y deben encontrar soluciones creativas. Vosotros, como hombres y mujeres de educaci?n superior, est?is llamados a participar en esta ardua tarea, que requiere una reflexi?n continua sobre una serie de cuestiones fundamentales.

Entre estas, quiero mencionar en primer lugar la necesidad de un estudio exhaustivo de la crisis de la modernidad. Durante los ?ltimos siglos, la cultura europea ha estado condicionada fuertemente por la noci?n de modernidad. Sin embargo, la crisis actual tiene menos que ver con la insistencia de la modernidad en la centralidad del hombre y de sus preocupaciones, que con los problemas planteados por un "humanismo" que pretende construir un regnum hominis separado de su necesario fundamento ontol?gico. Una falsa dicotom?a entre te?smo y humanismo aut?ntico, llevada al extremo de crear un conflicto irreconciliable entre la ley divina y la libertad humana, ha conducido a una situaci?n en la que la humanidad, por todos sus progresos econ?micos y t?cnicos, se siente profundamente amenazada.
Como afirm? mi predecesor el Papa Juan Pablo II, tenemos que preguntarnos "si el hombre, en cuanto hombre, en el contexto de este progreso, se hace de veras mejor, es decir, m?s maduro espiritualmente, m?s consciente de la dignidad de su humanidad, m?s responsable, m?s abierto a los dem?s" (Redemptor hominis, 15). El antropocentrismo que caracteriza a la modernidad no puede separarse jam?s de un reconocimiento de la plena verdad sobre el hombre, que incluye su vocaci?n trascendente.

Una segunda cuesti?n implica el ensanchamiento de nuestra comprensi?n de la racionalidad. Una correcta comprensi?n de los desaf?os planteados por la cultura contempor?nea, y la formulaci?n de respuestas significativas a esos desaf?os, debe adoptar un enfoque cr?tico de los intentos estrechos y fundamentalmente irracionales de limitar el alcance de la raz?n. El concepto de raz?n, en cambio, tiene que "ensancharse" para ser capaz de explorar y abarcar los aspectos de la realidad que van m?s all? de lo puramente emp?rico. Esto permitir? un enfoque m?s fecundo y complementario de la relaci?n entre fe y raz?n. El nacimiento de las universidades europeas fue fomentado por la convicci?n de que la fe y la raz?n est?n destinadas a cooperar en la b?squeda de la verdad, respetando cada una la naturaleza y la leg?tima autonom?a de la otra, pero trabajando juntas de forma armoniosa y creativa al servicio de la realizaci?n de la persona humana en la verdad y en el amor.

Una tercera cuesti?n que es necesario investigar concierne a la naturaleza de la contribuci?n que el cristianismo puede dar al humanismo del futuro. La cuesti?n del hombre, y por consiguiente de la modernidad, desaf?a a la Iglesia a idear medios eficaces para anunciar a la cultura contempor?nea el "realismo" de su fe en la obra salv?fica de Cristo. El cristianismo no debe ser relegado al mundo del mito y la emoci?n, sino que debe ser respetado por su deseo de iluminar la verdad sobre el hombre, de transformar espiritualmente a hombres y mujeres, permiti?ndoles as? realizar su vocaci?n en la historia.

Durante mi reciente viaje a Brasil expres? mi convicci?n de que "si no conocemos a Dios en Cristo y con Cristo, toda la realidad se convierte en un enigma indescifrable" (Discurso en la inauguraci?n de la V Conferencia general del Episcopado latinoamericano, 13 de mayo de 2007, n. 3: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 25 de mayo de 2007, p. 9). El conocimiento no puede limitarse nunca al ?mbito puramente intelectual; tambi?n incluye una renovada habilidad para ver las cosas sin prejuicios e ideas preconcebidas, y para poder "asombrarnos" tambi?n nosotros ante la realidad, cuya verdad puede descubrirse uniendo comprensi?n y amor. S?lo el Dios que tiene un rostro humano, revelado en Jesucristo, puede impedirnos limitar la realidad en el mismo momento en que exige niveles de comprensi?n siempre nuevos y m?s complejos. La Iglesia es consciente de su responsabilidad de dar esta contribuci?n a la cultura contempor?nea.

En Europa, como en todas partes, la sociedad necesita con urgencia el servicio a la sabidur?a que la comunidad universitaria proporciona. Este servicio se extiende tambi?n a los aspectos pr?cticos de orientar la investigaci?n y la actividad a la promoci?n de la dignidad humana y a la ardua tarea de construir la civilizaci?n del amor. Los profesores universitarios, en particular, est?n llamados a encarnar la virtud de la caridad intelectual, redescubriendo su vocaci?n primordial a formar a las generaciones futuras, no s?lo con la ense?anza, sino tambi?n con el testimonio prof?tico de su vida.

La universidad, por su parte, jam?s debe perder de vista su vocaci?n particular a ser una "universitas", en la que las diversas disciplinas, cada una a su modo, se vean como parte de un unum m?s grande. ?Cu?n urgente es la necesidad de redescubrir la unidad del saber y oponerse a la tendencia a la fragmentaci?n y a la falta de comunicabilidad que se da con demasiada frecuencia en nuestros centros educativos! El esfuerzo por reconciliar el impulso a la especializaci?n con la necesidad de preservar la unidad del saber puede estimular el crecimiento de la unidad europea y ayudar al continente a redescubrir su "vocaci?n" cultural espec?fica en el mundo de hoy. S?lo una Europa consciente de su propia identidad cultural puede dar una contribuci?n espec?fica a otras culturas, permaneciendo abierta a la contribuci?n de otros pueblos.

Queridos amigos, espero que las universidades se conviertan cada vez m?s en comunidades comprometidas en la b?squeda incansable de la verdad, en "laboratorios de cultura", donde profesores y alumnos se unan para investigar cuestiones de particular importancia para la sociedad, empleando m?todos interdisciplinarios y contando con la colaboraci?n de los te?logos. Esto puede realizarse f?cilmente en Europa, dada la presencia de tantas prestigiosas instituciones y facultades de teolog?a cat?licas. Estoy convencido de que una mayor cooperaci?n y nuevas formas de colaboraci?n entre las diversas comunidades acad?micas permitir?n a las universidades cat?licas dar testimonio de la fecundidad hist?rica del encuentro entre fe y raz?n. El resultado ser? una contribuci?n concreta a la consecuci?n de los objetivos del Proceso de Bolonia, y un incentivo a desarrollar un apostolado universitario adecuado en las Iglesias locales. Las asociaciones y los movimientos eclesiales ya comprometidos en el apostolado universitario pueden prestar un apoyo eficaz a esos esfuerzos, que se han convertido cada vez m?s en una preocupaci?n de las Conferencias episcopales europeas (cf. Ecclesia in Europa, 58-59).

Queridos amigos, ojal? que vuestras deliberaciones de estos d?as resulten fructuosas y ayuden a construir una red activa de profesores universitarios comprometidos a llevar la luz del Evangelio a la cultura contempor?nea. Os aseguro a vosotros y a vuestras familias un recuerdo particular en mis oraciones, e invoco sobre vosotros, y sobre las universidades en las que trabaj?is, la protecci?n materna de Mar?a, Sede de la Sabidur?a. A cada uno de vosotros imparto con afecto mi bendici?n apost?lica.

[Traducci?n distribuida por la Santa Sede
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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Jueves, 28 de junio de 2007
Con motivo del reciente reconocimiento potificio de los Franciscanos de María hemos querido conocer quiénes son. Hemos entrado en su Web www.frmaria.org y hemos encontrado:

ESTRUCTURA



Los Franciscanos de María fueron fundados en 1993 por el P.Santiago Martín, en Madrid. Se organizan en dos niveles, el de los laicos y el de los consagrados, cada uno de ellos con una estructura y unos compromisos diferentes, aunque todos partícipes de la misma vocación antes expuesta.

Los consagrados, hombres y mujeres, están en proceso de aprobación de una estructura legal propia dentro de las que la Iglesia tiene dispuestas en el Derecho Canónico para este tipo de personas que aspiran a entregar su vida al servicio de Cristo y de la Iglesia. Pertenecen también a este grupo sacerdotes diocesanos que, mientras la Iglesia no disponga otra cosa, siguen estando incardinados en su diócesis.

Los laicos, hombres y mujeres, casados y solteros, jóvenes o ancianos, viven su pertenencia a esta asociación como una vocación, es decir como una llamada específica del Señor que, a través, de los Franciscanos de María les anima y convoca a recorrer el camino de la santidad. Para ellos, pues, pertenecer a esta asociación católica es algo tan serio e importante como para un religioso ser miembro de su Congregación o para un sacerdote estar inserto en la comunión diocesana. Con esta seriedad, con esta solemnidad, con esta llamada a actuar en presencia de Dios, es con la que los seglares que se acercan a la asociación dan dentro de ella los pasos jurídicos que la Iglesia ya ha aprobado.

Entre los laicos insertos en los Franciscanos de María hay dos niveles: el de aquellos que simplemente participan de la espiritualidad o colaboran en las actividades sociales, y el de aquellos que, transcurrido un tiempo, comprenden que se trata de su vocación específica dentro de la Iglesia y expresan mediante unas promesas su vinculación con la asociación y su decisión de servir al Señor dentro de esta familia espiritual. Ambos grupos son Franciscanos de María, aunque, como es lógico, es sobre los miembros del segundo nivel sobre los que recaen las principales obligaciones.

Entre estas obligaciones figuran las de poder ser elegido por votación, según consta en los Estatutos de la asociación, para pertenecer al Consejo General de los Franciscanos de María, o para ser nombrado vicepresidente de la misma. El presidente, también según Estatutos, es un consagrado. La renovación de los cargos del Consejo se hace cada tres años. Todos los miembros de la asociación con promesas son electores.

Para emitir las promesas es preciso un tiempo de contacto y de participación tanto en los grupos de espiritualidad como en los de servicio a los pobres. Pasado este tiempo, el candidato expresa al responsable del grupo y al responsable general o local de la asociación su deseo de dar un paso más y de comprometerse ante el Señor. Es imprescindible que esté en condiciones de libertad para poder emitir esas promesas, por lo que se deberá respetar con exquisito cuidado la voluntad del candidato huyendo de toda coacción; así mismo, éste deberá ser mayor de edad para dar este paso; los menores necesitan un permiso explícito y por escrito de sus padres. Las promesas se hacen por un año y se renuevan por ese mismo periodo en cada ocasión. Los Estatutos preveen la emisión definitiva de las promesas transcurridos seis años de renovación de las mismas.

Las promesas son dos. Una hace referencia a la práctica espiritual y la otra al servicio a los pobres.

La promesa de "espiritualidad" lleva consigo el compromiso de rezar al menos quince minutos diarios y de participar, siempre que sea posible, en la Eucaristía todos los días. Ligado a esta promesa está también el compromiso de intentar asistir a las actividades formativas que la asociación desarrolla a lo largo del año, particularmente a los “ejercicios espirituales” o “congresos” que tienen lugar en el verano.

La promesa de "servicio" supone cuatro elementos. El primero es la austeridad personal, pues sin ella las demás nota de este compromiso pueden resultar vacías de verdadero contenido aunque se practiquen escrupulosamente; por esta austeridad los Franciscanos de María se comprometen a utilizar en su gasto y beneficio personal aquello que sea necesario, sin caer en la tentación del consumismo, verdadera lacra de la sociedad actual como tan reiteradamente denuncian el Papa y los obispos; no se trata de que no puedan gastar o que no puedan vivir con holgura; se trata de hacer el uso de los bienes que Dios nos ha concedido pensando que no estamos solos en la tierra y que de nuestro derroche dependerá la escasez de otros; se trata de buscar un equilibrio marcado por el sentido común, habida cuenta de que esta es una promesa que deberán practicar laicos que viven en el mundo y que, en muchos casos, asumen este compromiso a nivel individual sin que participen en él los demás miembros de su familia.

El segundo aspecto de esta promesa es la limosna. Es fruto de la generosidad y también del ahorro que lleva consigo la austeridad. Es fruto, sobre todo, del amor a Cristo que está presente en quien necesita ayuda. Merced a la limosna se mantienen la asociación y se ayuda a los pobres; por ello, los Franciscanos de María, cada uno en función de sus posibilidades, deberán aportar la cantidad que estimen conveniente para ambos fines, teniendo siempre presente que el Señor nunca se deja vencer en generosidad.

A continuación viene otro aspecto de esta promesa: el servicio directo a los necesitados. Se ejerce de dos maneras: mediante el apostolado -catequesis, evangelización directa a través de los propios medios de la institución- o mediante el voluntariado de asistencia a cualquier tipo de marginación. Pudiera darse el caso de que alguno no se encontrara en condicio­nes de desarrollar este aspecto de la promesa, pero en ningún caso quedará eximido de ayudar a los que están a su alcance, de mantener una actitud de servicio hacia aquellos que pasan a su lado.

Por último, este compromiso lleva consigo intentar cumplir la propia obligación del mejor modo posible. Es incoherente y aún ridículo actuar al servicio del prójimo de manera extraordi­naria mediante el voluntariado, mientras que se dejan sin cumplir las propias obligaciones. No se pueden echar sobre los hombros pesos ajenos cuando no se intenta con la mayor honestidad posible llevar los propios. Lo primero que el Señor nos pide a cada uno de nosotros es que nos hagamos santos en medio de las circunstan­cias familiares, laborales y sociales en las que Él nos ha colocado, por muy distintas que estas sean a nuestros deseos. A la vez que intentamos cumplir bien con esos compromisos, podemos intentar ayudar a otras personas en las cuales vemos a Cristo necesitado, pero esta acción generosa nunca podrá servir de excusa para no cumplir lo que es voluntad de Dios expresa y que se pone de manifiesto por las obligaciones propias de nuestro estado.

El incumplimiento consciente y voluntario de las promesas no implica un pecado grave, pero sí una falta contra el Señor, pues es ante Él que nos hemos comprometido a intentar vivir con esa espiritualidad y con esa actitud de servicio hacia el prójimo. Nunca podrá considerarse incumplimiento de lo prometido aquello que no se ha hecho porque buenamente no se ha podido hacer. En ocasiones será difícil discernir cuándo es posible y cuándo es imposible cumplir lo prometido -por ejemplo, la asistencia diaria a misa-, pero para iluminar esos casos está la dirección espiritual o la consulta con los responsables de la asociación. No se trata, en ningún caso, de añadir agobios a la vida, ni obligaciones que nos asfixien; la persona que hace las promesas lo hace porque le gustan los objetivos y la espirituali­dad de la asociación y, mediante este acto, quiere unirse más a ella y expresar su disponibilidad para los fines de la misma; hay que huir, pues, de los extremos y de los escrúpulos en el cumplimiento de estos compromisos, tanto como de la relajación y de la trivialización, que significaría vaciarlos completamente de contenidos.

Las promesas, por otro lado, sirven para recordarnos los “mínimos” que los que las hacen se comprometen a hacer, no los “máximos”. Esto es especialmente importante recordarlo en el campo de la oración. Quince minutos de oración diarios son bien poca cosa, incluso para un laico que vive agobiado por falta de tiempo. Es el “mínimo” que hay que dar, pero aspirando a encontrar más tiempo cada día, si se puede, a fin de estar en comunión explícita con el Señor.

Por último, es necesario recordar que las personas que hacen las promesas siguen siendo laicos y no asumen ningún tipo de vocación que les impida comportarse como tales, tanto en el orden familiar como en el profesional. Rigen para ellos las leyes comunes de la Iglesia, las cuales se ven enriquecidas en los aspectos anteriormente indicados. Rige, sobre todo, la ley de la caridad, el mandamiento nuevo dado por Nuestro Señor y que es la norma máxima de comportamiento de todo cristiano

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Con motivo de haberse publicado recientemente el Decreto por el que se otorga reconocimiento pontificio -como asociaci?n privada internacional de fieles- a los Franciscanos de Mar?a, hemos querido conocer qui?nes son y cu?l es su espiritualidad. En su Web (www.frmaria.org ) leemos:

ESPIRITUALIDAD


La espiritualidad de los Franciscanos de Mar?a tiene dos "fuentes" o puntos de referencia: la Sant?sima Virgen Mar?a y San Francisco de As?s.

Con respecto a Mar?a, la clave de nuestra espiritualidad es la "imitaci?n". Tanto los laicos como los consagrados que se identifican con esta experiencia buscan, con las limitaciones inherentes a un ser humano pecador, imitar a la Virgen y repetir, con el auxilio de la gracia divina, la experiencia que Nuestra Se?ora llev? a cabo en la tierra.

De Mar?a queremos aprenderlo todo e imitar todo, pero nos fijamos especialmente en el motivo de su amor a Dios, a Jes?s y a la Iglesia. Ese motivo, ese "coraz?n" del Coraz?n de Mar?a, lo encontramos en una palabra: agradecimiento. Las virtudes t?picas de la Sant?sima Virgen -la amabilidad, la paz, la disponibilidad, la paciencia, la pureza, la uni?n con Dios, la obediencia, la humildad- son para nosotros pistas que orientan nuestro camino en la vida y nos ense?an a poner en pr?ctica el agradecimiento hacia Dios y hacia el pr?jimo. Con todo, hay tres aspectos de la vida y del ejemplo ofrecido por la Virgen en los que queremos poner particular empe?o para tratar de ser como ella.

El primero es el de la Anunciaci?n. Mar?a responde al saludo del ?ngel y a la petici?n transmitida por el mensajero divino con una frase que es todo un programa de vida: "He aqu? la esclava del Se?or, h?gase en m? seg?n tu palabra". Hacer la voluntad de Dios es, tambi?n para nosotros, un objetivo primordial. Hacer esa voluntad en la vida cotidiana tanto como en los grandes momentos de la existencia. Se trata, pues, de darle a Dios la prioridad en nuestras motivaciones y dejar que sea ?l quien decida sobre nuestro presente y nuestro futuro, como hizo Mar?a, con confianza y con alegr?a, con total disponibilidad. Una de las consecuencias de esta "imitaci?n" de Mar?a en su "s?" a Dios, es la de asumir que el Se?or es realmente Dios y no un "amuleto" o un "?dolo" al que podemos manejar a nuestro antojo y tener a nuestro servicio. Somos nosotros los que estamos al servicio de Dios y no Dios al servicio nuestro. Queremos hacer frente as? a la cada vez m?s extendida manipulaci?n de la imagen de Dios, reducida a una caricatura por la cual aparece como un simp?tico y condescendiente abuelete en lugar de como el Dios soberano. De esta actitud se deriva, como consecuencia inmediata, el asumir el concepto de "deber" en nuestra relaci?n con el Se?or. Si Dios es Dios, si existe, si es el Creador del mundo y de la propia persona, s?lo puede ocupar un lugar: el primero. Eso significa que nosotros tenemos deberes para con ?l y ?l tiene derechos sobre nosotros. El cumplimiento de nuestros deberes no ser? ning?n "favor" que le hacemos al Todopoderoso, sino algo normal, lo m?nimo que se puede esperar de nosotros, cumplido el cual tendremos que decir como aquel siervo de que habla el Evangelio: "No he hecho m?s que cumplir con mi obligaci?n".

El segundo momento de la vida de Mar?a que queremos tener en cuenta para imitar a Nuestra Se?ora es el del Nacimiento de Jes?s en Bel?n. All?, en la cueva de la Natividad, vemos a Mar?a con el Ni?o Jes?s en sus brazos. No es ya la jovencita nazarena, sino una madre que tiene en su regazo a una dulce y grande responsabilidad. Es la Madre de Dios. La Maternidad divina de Mar?a es la mayor aportaci?n hecha jam?s por ning?n ser humano a la propia historia de la Humanidad y a su destino. Por eso, imitar a Mar?a ser?a parcial si no se le pudiera imitar en esa maternidad; hacerlo as? ser?, en cambio, el mayor servicio que cualquiera pueda prestar tanto al individuo como a la sociedad. La imitaci?n de Mar?a en su divina maternidad es imposible en el sentido biol?gico del concepto. Nadie m?s que ella pudo llevar en su seno a Jes?s y prestarle su carne para que ?l la asumiera como propia. Sin embargo, el mismo Cristo ilumin? el camino para conseguir la imitaci?n de la maternidad divina de Mar?a en un sentido no f?sico sino espiritual; lo hizo cuando afirm? que todos aquellos que cumplan la voluntad del Padre son su Madre y sus hermanos. Por si fuera poco, el Se?or lig? su divina presencia a una condici?n que s? es accesible al hombre, a cualquier hombre. "Donde dos o tres est?n unidos en mi nombre, all? estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20), dijo Jes?s en cierta ocasi?n en que explicaba a sus disc?pulos c?mo ten?an que rezar al Padre para ser escuchados por ?l. Por lo tanto, la unidad, cimentada en la caridad rec?proca, es seg?n el propio Cristo, la "materia" para que se produzca ese nuevo y real nacimiento suyo. La unidad, pues, es una de las claves de la espiritualidad de los Franciscanos de Mar?a, puesto que s?lo a trav?s de esa unidad se puede imitar a la Virgen en su divina maternidad. El amor rec?proco, la unidad como medio para la imitaci?n de la maternidad divina, requiere cumplir una condici?n: no es posible para el individuo aislado, sino que tiene que ser practicada por la colectividad, por "dos o m?s". Esta condici?n es tan importante que s?lo con su cumplimiento se evitar?an tantas luchas suicidas y fratricidas que desgarran la Iglesia por dentro o que minan la estabilidad y energ?a de tantos grupos religiosos. Por lo tanto, as? como en otras virtudes de Mar?a s? cabe la imitaci?n individual, la maternidad s?lo es accesible al conjunto, al grupo de cristianos unidos en el nombre de Jes?s. Para conseguir esta unidad habr? que esforzarse por mantener siempre viva la caridad entre los que desean praticar la imitaci?n mariana. Nada tendr? sentido si no es fruto del amor y nada merecer? la pena si para conseguirlo se rompe esa relaci?n de amor rec?proco. Una maestra en esta espiritualidad de la unidad, Chiara Lubich, dec?a a este prop?sito que "vale m?s lo menos perfecto en unidad que lo m?s perfecto en desunidad", porque en realidad lo que m?s vale es el amor. El amor, la principal de las virtudes cristianas, es el ?nico que garantiza que existan las condiciones para que el Se?or, si as? lo estima conveniente, pueda hacerse presente espiritual pero realmente en medio de los hombres. La unidad, por lo dem?s, lleva a los miembros de la asociaci?n a estar especialmente atentos a sintonizar con la Iglesia, con quienes la representan -el Papa, los obispos, los sacerdotes-, con las distintas realidades existentes en su seno -las parroquias, las congregaciones religiosas, los movimientos y dem?s asociaciones- y tambi?n con los miembros de otras confesiones as? como con todos los hombres de buena voluntad. Colaborar en la empresa de la unidad es una de las metas m?s nobles en que puede empe?arse un cristiano, pues no en vano Jes?s pidi? al Padre "que todos sean uno para que el mundo crea". Pero la maternidad de Mar?a no acaba en el momento del parto. Ella es Madre de Jes?s y no s?lo su "engendradora". Como Madre es, por tanto, educadora. En esa labor educativa est?n contenidas las semillas de la evangelizaci?n, puesto que un aspecto de esa educaci?n es la ense?anza de los valores espirituales y religiosos que deben animar al ser humano. As? pues, la imitaci?n de Mar?a en su maternidad lleva consigo una imitaci?n en el papel educador que Mar?a llev? a cabo con Jes?s, lo cual significa una llamada a la evangelizaci?n hacia todos aquellos que no conocen a Cristo o que lo conocen de manera deficiente. Evangelizar es cuidar de Jes?s, es ser Mar?a, imitar a Mar?a. Para llevar a cabo esta evangelizaci?n volvemos al "coraz?n" de nuestra espiritualidad: el agradecimiento. Evangelizar, para nosotros, es ayudar a comprender que Dios ama al hombre y que el hombre tiene un deber de gratitud hacia Dios. Evangelizar es ense?ar a agradecer, es ense?ar a tener con Dios una relaci?n basada en el amor, en la gratitud.

El tercer momento de la vida de la Virgen que los miembros de esta asociaci?n deben intentar imitar es aquel en el que se contempla a Mar?a al pie de la Cruz. Cuando casi todos se han ido, la Madre est? a su lado, persevera en la fe y en el amor. A Cristo, en aquella hora del G?lgota, le falt? casi todo: incluso le falt? el apoyo sensible del Padre, pues Dios permiti? esa tremenda noche oscura para que Jes?s pudiera hacerse uno con la humanidad hasta sus ?ltimas consecuencias. En cambio, el amor providente de Dios no permiti? que a su Hijo le faltara lo que no le es negado a ning?n ser humano: el cari?o de la Madre. Mar?a junto a la Cruz es la expresi?n m?s alta del amor humano, a la vez que la sublimaci?n de hasta d?nde tiene que llegar nuestro amor por Dios. Imitarle a ella en ese decisivo instante significa estar permanentemente junto a la Cruz y junto al Crucificado. De hecho, si el Se?or ha encontrado la manera de quedarse para siempre entre los hombres -en la Eucarist?a, en su Palabra, en el pr?jimo, en la jerarqu?a, en medio de la comunidad reunida en su nombre-, no ha sucedido as? con la Virgen. No hay una "eucarist?a" mariana, no hay una presencia real de Nuestra Se?ora en la tierra a trav?s de ning?n sacramento. Mar?a est? viva, en cuerpo y alma, pero est? en el Cielo. En cambio, su Hijo sigue aqu? en la tierra, vivo en medio nuestro, crucificado en tantas personas como sufren en el mundo. Est? solo, enfermo, pobre, triste, encarcelado, anciano, hu?rfano, golpeado, abandonado en millones y millones de seres humanos. Y lo que es peor, estos hermanos nuestros que llevan la imagen dolorosa del Crucificado no tienen a su lado a Mar?a para consolarles, para apoyarles en su subida al Calvario. Esa ser? nuestra vocaci?n como imitadores de la Virgen: hacer el papel que ella har?a si estuviera de nuevo f?sicamente presente en la tierra; estar al pie de la Cruz y junto al Crucificado para llevarle el consuelo que necesita, el alimento que reclama, el cari?o que alivie su soledad, la medicina que cure sus dolores. Imitar a Mar?a es servir y ayudar a Cristo crucificado. Ser Madre, como ella fue, significa no dejar que pase un Cristo doliente a nuestro lado sin hacer lo posible por aliviar su carga.

En cuanto a San Francisco de As?s, de ?l aprenden los Franciscanos de Mar?a esas cualidades que hicieron del santo de As?s un hermano de todos los hombres: su sencillez, su pobreza, su humildad, su libertad, su fidelidad a la Iglesia, su compasi?n hacia todo el que sufre, su profunda alegr?a, su aceptaci?n de la voluntad divina, su amor a la Cruz. Muchas de estas notas, t?picas de la espiritualidad franciscana, ya est?n recogidas en la figura de la Virgen, pero la aportaci?n de San Francisco de As?s a?ade un matiz especial que sirve para insistir en aquellos aspectos m?s ligados con el servicio a los pobres, con la vida austera, sencilla y alegre, con el amor apasionado a la Iglesia y el respeto hacia su jerarqu?a. Por otro lado, desde la perspectiva de la "espiritualidad del agradecimiento", nos fijamos, a la hora de imitar a San Francisco, en aquel momento de su vida en el cual, tras ver cu?l era el contenido de las oraciones de los hombres y comprobar su ego?smo, sali? llorando de aquella peque?a capilla de la Porci?ncula mientras gritaba: "El Amor no es amado". Nosotros, con la ayuda de Dios, queremos amar al Amor, queremos amar a Dios que es el Amor. Y queremos dirigir a los dem?s hacia ese amor, ayudarles a comprender que ese es el verdadero camino del cristiano: amar con todo el coraz?n al Dios que te ama.

Si de San Francisco pudieron decir sus bi?grafos que era un "alter Christus", "otro Cristo", de los Franciscanos de Mar?a se deber?a poder decir que son "otras Mar?a" y "otros Francisco", en el sentido de ser "otros Cristos" porque procuran imitar a Nuestro Se?or siguiendo las huellas y el modelo dejado por su Sant?sima Madre y por el santo de As?s. Unas huellas y unos modelos que se resumen en una sola palabra: agradecimiento.

(www.frmaria.org )

Publicado por verdenaranja @ 21:53  | Espiritualidad
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Carta semanal del Arzobispo de Valencia Don Agust?n Garc?a-Gasco Vicente Arzobispo.

Educaci?n c?vica s?, pero de verdad


Publicada en ?Paraula-Iglesia en Valencia? el 24 de junio de 2007


Mal comienzo resulta ser que quienes se postulan como los m?s fervorosos defensores de la asignatura de Educaci?n para la ciudadan?a, afirmando que pretenden educar a nuestra juventud seg?n los valores de la Constituci?n, sin embargo, traten de impedir y obstaculizar la aplicaci?n del derecho constitucional de la objeci?n de conciencia a aquellos que no comparten su particular ?catecismo ideol?gico?. No hay que ser muy avispado para apreciar una evidente contradicci?n. No defiende la Constituci?n Espa?ola quien niega el leg?timo derecho a la objeci?n de conciencia, que se encuentra protegido en la propia Constituci?n.
En principio, la educaci?n c?vica no es s?lo oportuna, sino que resulta imprescindible para articular una sociedad. De bien poco habr? servido superar una serie de cursos reglados si los conocimientos t?cnicos o art?sticos adquiridos no han servido tambi?n para hacer un uso responsable, constructivo y culturalmente enriquecedor. El civismo, el respeto a los dem?s y la b?squeda de las ?ltimas razones, es la base y la finalidad de toda verdadera educaci?n, que no puede estar cerrada ni a los derechos humanos, ni tampoco a la b?squeda del sentido de la vida, lo que incluye el derecho a interrogarse sobre la trascendencia divina de cada persona y la congruencia c?vica y moral que ello comporta ante la sociedad, y especialmente ante los desfavorecidos.

Nadie puede negar ni obviar que para la mayor?a o para una gran parte de las sociedades, el fen?meno religioso, su relaci?n con Dios tiene un profundo sentido que en la religi?n cristiana se acent?a en el respeto a la libertad y en el amor al pr?jimo, reforzando sus obligaciones morales con respecto a los dem?s. La caridad, la solidaridad cristiana va mucho m?s all? de las obligaciones legales. Un cristiano no puede escudarse en que ya paga altos impuestos para desentenderse de su obligaci?n moral de ser solidario con los m?s necesitados de su entorno.

La educaci?n c?vica es esencial y muchos cristianos acogen con alegr?a todo esfuerzo que en dicho sentido se realice. Sin embargo, los cristianos tambi?n tenemos derecho a preguntarnos si algunos de los planteamientos que se proponen sobre esta nueva asignatura nacen en realidad de un laicismo radical que pretende utilizar el Estado para el adoctrinamiento de un determinado modelo ideol?gico en el que se banaliza la familia y la complementariedad natural entre hombre y mujer, entre otros aspectos que suscitan preocupaci?n en amplios sectores sociales.

Debemos reflexionar sobre si tras la nueva asignatura en realidad se esconde una ?pseudo-religi?n? atea que propugna hablar de la educaci?n del ciudadano (en vez de la educaci?n de la persona), una omisi?n radical de Dios, y de las aportaciones religiosas y muy concretamente de la cristiana, al tiempo que el Estado usurpa el lugar que corresponde a los padres sobre la educaci?n moral de sus hijos.

El planteamiento de la asignatura puede dar la impresi?n de que la verdadera pretensi?n es prescindir de toda referencia a Dios y desplazar a los padres de su coherencia en la formaci?n en los valores. As? se infiere de las airadas negativas a admitir la leg?tima objeci?n de conciencia, reconocida en la Constituci?n Espa?ola.

Este es el defecto mayor que tiene la asignatura Educaci?n para la ciudadan?a, tal y como est? siendo propuesta por el Ministerio de Educaci?n: obliga a prescindir de Dios, omite la responsabilidad principal de los padres en la educaci?n moral de sus hijos, y cree que con ello el edificio moral queda intacto. La realidad es otra: cuando la educaci?n moral no se funda en una antropolog?a adecuada, los valores que se proponen como tales tan s?lo coinciden con las convicciones sociales que est?n de moda en un determinado momento, y que pueden dejar de estarlo en el siguiente.

Una verdadera educaci?n c?vica tiene que contar con todas las energ?as morales que ponen a la persona en condiciones id?neas de cumplir con sus obligaciones con respecto a los dem?s. Y la religi?n y la labor educativa de nuestros padres son ayudas irreemplazables para que los que nos reconocemos como creyentes podamos vivir el amor, culmen y resumen de todas las obligaciones morales.

Estimo que no es pedag?gicamente aceptable que la educaci?n en los valores sea explicada desde la confianza en Dios o desde la ignorancia sobre ?l, seg?n el ni?o o la ni?a se encuentren en una o en otra aula, en una o en otra hora del d?a. Se tratar?a de un fracaso pedag?gico que s?lo puede dejar indiferentes a los que s?lo est?n afanados en extender el ate?smo.

Esta incoherencia justifica la objeci?n de conciencia de los padres, primeros educadores de sus hijos, con un derecho natural e indelegable, reconocido como tal en la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos, que no est?n dispuestos a que el Estado les expropie de su responsabilidad. A nadie se le deben olvidar los errores educativos de los pa?ses totalitarios (marxistas o fascistas), en los que el Estado se concibi? en muchos de ellos como el ?nico educador y priv? a los padres de los derechos sobre sus hijos.

Nos encontramos en el siglo XXI donde las experiencias del siglo XX sobre la educaci?n deben hacernos recapacitar en los riesgos del Estado que m?s all? de legislar, pretende impartir su propia moral.

Los obispos queremos una educaci?n c?vica de verdad y ?sta s?lo tendr? s?lido fundamento en la libertad religiosa de los padres para educar a sus hijos en los principios del catolicismo, de otras creencias religiosas, o de la ausencia de las mismas. La democracia no est? llamada a imponer un credo agn?stico en las escuelas, sino a favorecer la libertad para que cada cual pueda escoger sobre lo que afecta a su libertad religiosa o a su libertad de conciencia sobre cuestiones de tanta repercusi?n vital como lo es la moral.

Con mi bendici?n y afecto,

Agust?n Garc?a-Gasco Vicente
Arzobispo

Publicado por verdenaranja @ 21:42  | Hablan los obispos
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ZENIT publica el Decreto por el que se otorga reconocimiento pontificio -como asociaci?n privada internacional de fieles- a los Franciscanos de Mar?a (www.frmaria.org ), fundaci?n del sacerdote de la archidi?cesis de Madrid Santiago Mart?n extendida en 78 di?cesis de 22 pa?ses.


Se procedi? a la lectura del documento, el martes, 26 de Junio de 2007, durante un acto oficial en el Consejo Pontificio para los Laicos, su subsecretario, Guzm?n Carriquiry.


DECRETO



Los Franciscanos de Mar?a constituyen una asociaci?n de fieles fundada por el reverendo Se?or Don Santiago Mart?n Rodr?guez en 1988, en Madrid. Sus inicios se encuentran en un grupo de j?venes que decidieron vivir una experiencia espiritual marcada por la imitaci?n de la Sant?sima Virgen Mar?a y de San Francisco de As?s, con una dimensi?n de servicio hacia las personas m?s menesterosas de la sociedad. Con el paso del tiempo surgieron nuevos grupos de fieles laicos en otras ciudades de Espa?a y del continente americano, que recibieron el nombre de ?escuelas de agradecimiento?.

La Asociaci?n Franciscanos de Mar?a fue reconocida a nivel diocesano por primera vez con Decreto del por entonces arzobispo de Madrid, Su Eminencia Reverend?sima el Se?or Cardenal ?ngel Suqu?a Goicoechea, de fecha 14 de abril de 1993.

El carisma y la misi?n de los Franciscanos de Mar?a consiste en vivir y difundir la espiritualidad del agradecimiento, que radica b?sicamente ?en tener una relaci?n con Dios basada en la gratitud por el amor que del Se?or se ha recibido? (Estatutos, n.3). Asimismo, los Franciscanos de Mar?a aspiran a ser un instrumento de evangelizaci?n al servicio de la Iglesia, en profunda comuni?n con el Romano Pont?fice y con los Ordinarios diocesanos.

Tanto el Concilio Ecum?nico Vaticano II como el Magisterio post-conciliar, han prestado especial atenci?n a las formas asociativas de participaci?n en la vida de la Iglesia, manifestando hacia ellas su m?s profunda estima y consideraci?n (cfr. Decreto sobre el apostolado de los laicos Apostolicam actuositatem, 18, 19 y 21; Juan Pablo II, Exhortaci?n apost?lica post-sinodal Christifidelis laici, 29).

En este mismo sentido, al comienzo del tercer milenio, el Siervo de Dios Papa Juan Pablo II escribi? que ?tiene gran importancia para la comuni?n el deber de promover las diversas realidades de asociaci?n, que tanto en sus modalidades m?s tradicionales como en las m?s nuevas de los movimientos eclesiales, siguen dando a la Iglesia una viveza que es don de Dios, constituyendo una aut?ntica primavera del Esp?ritu? (Carta apost?lica Novo Millennio ineunte, 46).

Por su parte, el Santo Padre Benedicto XVI ha afirmado que ?la realidad de los movimientos eclesiales es signo de la fecundidad del Esp?ritu del Se?or, para que se manifieste en el mundo la victoria de Cristo resucitado y se cumpla el mandato misionero encomendado a toda la Iglesia? (Discurso, 24 de marzo de 2007).

En consecuencia:

Vista la instancia presentada al Consejo Pontificio para los Laicos por el Reverendo Se?or Don Santiago Mart?n Rodr?guez, Fundador y Presidente de la Asociaci?n Franciscanos de Mar?a, solicitando el reconocimiento de la misma como asociaci?n internacional de fieles;

Considerando los frutos que los Franciscanos de Mar?a han producido en la vida de numerosos fieles cristianos, convirti?ndose esta Asociaci?n en un aut?ntico camino y escuela de santidad y apostolado;

Considerando la oportunidad de reconocer los Franciscanos de Mar?a y de aprobar sus Estatutos, con el fin de favorecer la difusi?n de sus fines, y despu?s de haber sido acogidas por la Asociaci?n las observaciones formuladas a los Estatutos por este Dicasterio;

Considerando las cartas comendaticias de Obispos diocesanos de diversos pa?ses del mundo donde est?n presentes los Franciscanos de Mar?a, auspiciando su reconocimiento can?nico internacional;

Visto el art?culo 134 de la Constituci?n Apost?lica Pastor bonus, sobre la Curia Romana, as? como el canon 322 del C?digo de Derecho Can?nico, el Consejo Pontificio para los Laicos decreta:

1?) El reconocimiento de los Franciscanos de Mar?a, como asociaci?n privada internacional de fieles con personalidad jur?dica, seg?n los c?nones 298-311 y 321-329 del C?digo de Derecho Can?nico.

2?) La aprobaci?n de los Estatutos de la Mencionada asociaci?n, debidamente autenticados por el Dicasterio, por un per?odo ad experimentum de cinco a?os.

Dado en Ciudad del Vaticano, a 25 de marzo de 2007, Solemnidad de la Anunciaci?n del Se?or.

+ Stanislaw Rylko
Presidente

+ Josef Clemens
Secretario

[Transcripci?n del documento original realizada por Zenit]

ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI en la audiencia general n?mero cien de su pontificado, 27 de junio de 2007, dedicada a presentar la figura de san Cirilo de Jerusal?n.


Queridos hermanos y hermanas:

Nuestra atenci?n se concentra hoy en san Cirilo de Jerusal?n. Su vida representa el cruce de dos dimensiones: por una parte, la atenci?n pastoral, y por otra, la participaci?n, a pesar suyo, e las encendidas controversias que turbaron entonces a la Iglesia de Oriente.

Nacido en torno al a?o 315, en Jerusal?n o alrededores, Cirilo recibi? una ?ptima formaci?n literaria, que se convirti? en el fundamento de su cultura eclesi?stica, centrada en el estudio de la Biblia. Ordenado presb?tero por el obispo M?ximo, cuando ?ste muri? o fue depuesto, en el a?o 348, fue ordenado obispo por Acacio, influyente metropolitano de Cesarea de Palestina, filo-arriano, convencido de que era su aliado. Por este motivo, se dio la sospecha de que hab?a alcanzado el nombramiento episcopal tras haber hecho concesiones al arrianismo.

En realidad, muy pronto, Cirilo se enfrent? a Acacio no s?lo en el campo doctrinal, sino tambi?n en el de la jurisdicci?n, pues Cririlo reivindicaba la autonom?a de su propia sede con respecto a la del metropolitano de Cesarea. En unos veinte a?os, Cirilo experiment? tres exilios: el primero, en el a?o 357, tras haber sido depuesto por un S?nodo de Jerusal?n; seguido, en el a?o 360, de un segundo exilio provocado por Acacio y, por ?ltimo, de un tercero, m?s largo --dur? once a?os--, en el a?o 367, por iniciativa del emperador filo-arriano Valente. S?lo en el 378, despu?s de la muerte del emperador, Cirilo pudo volver a tomar definitivamente posesi?n de su sede, restableciendo entre los fieles la unidad y la paz.

A favor de su ortodoxia, puesta en duda por algunas fuentes de la ?poca, abogan otras fuentes de la misma antig?edad. Entre ellas, la m?s autorizada, es la carta sinodal del a?o 382, despu?s del segundo Concilio ecum?nico de Constantinopla (381), en el que Cirilo hab?a participado con un papel destacado. En esa carta, enviada al pont?fice romano, los obispos orientales reconocen oficialmente la m?s absoluta ortodoxia de Cirilo, la legitimidad de su ordenaci?n episcopal y los m?ritos de su servicio pastoral, al que la muerte puso punto final en el a?o 387.

De ?l conservamos 24 famosas catequesis, que pronunci? como obispo hacia el a?o 350. Introducidas por una ?Procatequesis? de acogida, las primeras 18 est?n dirigidas a los catec?menos o ?iluminandos? (?photizomenoi?). Fueron pronunciadas en la bas?lica del Santo Sepulcro. Las primeras (1-5) hablan respectivamente de las disposiciones previas al Bautismo, de la conversi?n de las costumbres paganas, del sacramento del Bautismo, de las diez verdades dogm?ticas contenidas en el Credo o S?mbolo de la fe.

Las sucesivas (6-18) constituyen una ?catequesis continua? sobre el S?mbolo de Jerusal?n, en clave anti-arriana. Entre las ?ltimas cinco (19-23), llamadas ?mistag?gicas?, las dos primeras desarrollan un comentario a los ritos del Bautismo, las ?ltimas tres hablan del crisma, del Cuerpo y de la Sangre de Cristo y de la liturgia eucar?stica. Incluyen la explicaci?n del Padrenuestro (?Oratio dominica?), que presenta un camino de iniciaci?n a la oraci?n, que se desarrolla paralelamente a la iniciaci?n a los tres sacramentos, el Bautismo, la Confirmaci?n y la Eucarist?a.

El fundamento de la educaci?n en la fe cristiana se desarrollaba, en parte, en clave pol?mica contra los paganos, judeocristianos y maniqueos. La argumentaci?n se fundamentaba en la aplicaci?n de las promesas del Antiguo Testamento, con un lenguaje lleno de im?genes. La catequesis era un momento importante, enmarcado en el amplio contexto de toda la vida, en particular la lit?rgica, de la comunidad cristiana, en cuyo seno materno ten?a lugar la gestaci?n del futuro fiel, acompa?ada por la oraci?n y el testimonio de los hermanos.

En su conjunto, las homil?as de Cirilo constituyen una catequesis sistem?tica sobre el renacimiento a trav?s del Bautismo. Al catec?meno, le dice: ?Ca?ste en las redes de la Iglesia (Cf. Mateo 13,47): con vida ser?s cogido; no huyas; es Jes?s quien te ha echado el anzuelo, y no para destinarte a la muerte, sino para, entreg?ndote a ella, recobrarte vivo: pues es necesario que t? mueras y resucites (Cf. Romanos 6, 11.14)? Muere a los pecados y vive para la justicia; hazlo desde hoy? (?Procatequesis? 5).

Desde el punto de vista doctrinal, Cirilo comenta el S?mbolo de Jerusal?n recurriendo a la ?tipolog?a? de las Escrituras, en relaci?n ?sinf?nica? entre los dos Testamentos, hasta llegar a Cristo, centro del universo. La tipolog?a ser? eficazmente descrita por Agust?n de Hipona: ?El Nuevo Testamento est? escondido en el Antiguo, mientras que el Antiguo se hace manifiesto en el Nuevo? (?De catechizandis rudibus? 4, 8).

La catequesis moral est? anclada con una profunda unidad en la catequesis doctrinal: hace que el dogma descienda progresivamente en las almas, que de este modo son alentadas a transformar los comportamientos paganos en la nueva vida en Cristo, don del Bautismo.

Por ?ltimo, la catequesis mistag?gica constitu?a la cumbre de la educaci?n que impart?a Cirilo a los que ya no eran catec?menos, sino neobautizados o ne?fitos durante la semana de Pascua. Les llevaba a descubrir, en los ritos bautismales de la Vigilia pascual, los misterios encerrados en ellos y que todav?a no les hab?an sido desvelados. Iluminados por una fe m?s profunda gracias al Bautismo, los ne?fitos eran capaces finalmente de comprenderlos mejor, al haber celebrado los ritos.

En particular, con los ne?fitos de origen griego, Cirilo insist?a en la facultad visiva, m?s af?n a ellos. Era el paso del rito al misterio, que valorizaba el efecto psicol?gico de la sorpresa y de la experiencia vivida en la noche pascual.

Este texto explica el misterio del Bautismo: ?Fuisteis sumergidos tres veces en el agua, levant?ndoos tambi?n tres veces. Tambi?n en esto significasteis en imagen y simb?licamente la sepultura de Cristo por tres d?as. Pues, as? como nuestro salvador pas? tres d?as y tres noches en el seno de la tierra (Cf. Mateo 12, 40), tambi?n vosotros imitasteis el primer d?a que Cristo pas? en el sepulcro al levantaros del agua por primera vez y, con la inmersi?n, la primera noche. Pues del mismo modo que el que est? en la noche ya no ve, y el que se mueve en el d?a camina en la luz, vosotros, al sumergiros, como en la noche, dejasteis de ver, pero, al salir, fuisteis puestos como en el d?a. En el mismo momento hab?is muerto y hab?is nacido, y aquella agua lleg? a ser para vosotros sepulcro y madre. ? Para vosotros? el tiempo de morir coincidi? con el tiempo de nacer. Y un tiempo ?nico ha logrado ambas cosas, pues con vuestra muerte ha coincidido vuestro nacimiento? (?Segunda Catequesis Mistag?gica?, 4).

El misterio que hay que aferrar es el plan de Dios, que se realiza a trav?s de las acciones salv?ficas de Cristo en la Iglesia. A su vez, la dimensi?n mistag?gica est? acompa?a por la de los s?mbolos que expresan la vivencia espiritual que hacen ?estallar?.

De este modo, la catequesis de Cirilo, en virtud de los tres elementos descritos --doctrinal, moral y, por ?ltimo, mistag?gico-- se convierte en una catequesis global en el esp?ritu. La dimensi?n mistag?gica se convierte en s?ntesis de las dos primeras, orient?ndolas a la celebraci?n sacramental, en la que se realiza la salvaci?n de todo el hombre.

Se trata, en definitiva, de una catequesis integral que implica el cuerpo, el alma y el esp?ritu y sigue siendo emblem?tica para la formaci?n catequ?stica de los cristianos de hoy.

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit. Al final de la audiencia, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:
La audiencia de hoy la dedicamos a san Cirilo de Jerusal?n. Nacido a principios de siglo cuarto, fue hombre de gran cultura eclesi?stica centrada en el estudio de la Biblia.

De sus c?lebres catequesis conservamos veinticuatro. Introducidas por una Procatequesis de acogida constituyen una ense?anza sistem?tica sobre la nueva vida del cristiano despu?s del Bautismo. Con ellas se trata de ayudar a comprender y vivir el designio de Dios, que se realiza a trav?s de la acci?n salv?fica de Cristo en la Iglesia. La catequesis era un momento importante en la vida de la comunidad cristiana, en cuyo seno se formaba el futuro fiel, acompa?ado por la oraci?n y el testimonio de los hermanos. Se instru?a en la doctrina y las costumbres cristianas, se explicaban los s?mbolos a la luz de las Escrituras y finalmente, en las catequesis mistag?gicas se introduc?a en los misterios de la salvaci?n que se realizan en las celebraciones sacramentales. Se trata de una catequesis integral en el Esp?ritu que, teniendo como base los aspectos doctrinales, morales y mistag?gicos, sigue vigente para la formaci?n de los cristianos de hoy.

Saludo cordialmente a los peregrinos de venidos de Espa?a y de Latinoam?rica, especialmente a la Uni?n de Hermandades de Jerez de la Frontera, acompa?ados por su Obispo Monse?or Juan del R?o, a los miembros de las Cofrad?as de la Di?cesis de Calahorra- La Calzada-Logro?o, a los Cursillistas de Cristiandad de Toledo y Talavera, a la Asociaci?n Pro Hu?rfanos de la Guardia Civil y a los peregrinos de Tulacingo, Monterrey, Tijuana, M?rida y Chile. Que las ense?anzas de san Cirilo nos ayuden a comprender la importancia de la formaci?n catequ?tica en la vida de nuestras comunidades.

[? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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Monse?or Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de las Casas, desde Roma habla de la Iglesia "madre y maestra", fundada por Jesucristo y presidida por el Papa, signo y expresi?n de unidad eclesial.

San Crist?bal de las Casas, Chis a 27 de junio de 2007


CREO EN UNA IGLESIA VIVA


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Escribo desde Roma, despu?s de la multitudinaria audiencia semanal del Papa a los fieles. Estuvieron miles las personas, venidas espont?neamente de muchos pa?ses del mundo, lo cual nos da una experiencia viva de catolicidad, de universalidad. Vine para acompa?ar, como signo de comuni?n fraterna, a nuestro arzobispo Rogelio Cabrera, quien recibir? el palio en la fiesta de los ap?stoles Pedro y Pablo. Esta vivencia eclesial confirma y fortalece mi fe en la Iglesia que fund? Jesucristo, sobre la roca de Pedro y de sus sucesores. El palio arzobispal es un signo de cercan?a y colaboraci?n con el Papa. Por medio de nuestro arzobispo, nos relacionamos m?s significativamente con quien preside la Iglesia.

No faltan voces que hablan de que nuestra Iglesia est? en crisis, que va en declive, que si no se adapta a los postulados del mundo moderno se va a acabar, que el Papa actual no tiene el carisma de Juan Pablo II, que la Curia Romana es s?lo una instituci?n de poder, etc. Esas mismas voces se encargan de sobredimensionar las fallas inocultables de quienes conformamos esta Iglesia, con el fin de desprestigiarla. No quieren que les removamos su conciencia, quiz? no tan limpia, y prefieren quitar fuerza a todo cuanto se oponga a sus criterios y comportamientos. Esto no es novedad. As? pas? a Jesucristo y a los profetas.



JUZGAR

La Iglesia Cat?lica, nuestra amada ?madre y maestra?, no es s?lo una instituci?n humana. Lo es, sin duda, pues est? compuesta por seres fr?giles y pecadores, limitados y expuestos a la contaminaci?n del mundo. No somos ?ngeles, perfectos e indefectibles. No siempre estamos a la altura de nuestra identidad y misi?n; no somos tan fieles a nuestro Fundador, Jesucristo. Sin embargo, nuestro cimiento es El. La roca en que nos apoyamos es Jes?s. El punto central de referencia es Cristo, quien quiso organizar su Iglesia, que es su sacramento, su continuaci?n visible en la historia, como una comunidad, una familia de hombres y mujeres imperfectos y d?biles. El es quien la gu?a y sostiene con su Esp?ritu. Si no fuera por esta asistencia permanente, ?desde cu?ndo se hubiera acabado!

Venimos a Roma no por turismo, no por curiosidad, no por quedar bien con nuestras autoridades superiores, sino movidos por la fe y por el amor fraterno. Estamos seguros de que Jes?s dej? a Pedro como su Vicario en la tierra, para que haga sus veces, para que lo haga visible a los hermanos, para que lo represente, para que prolongue en la historia su misma misi?n y tarea. Esto es lo que expl?citamente dice Jes?s: ?T? eres Pedro y sobre esta piedra edificar? mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecer?n contra ella? (Mt 16,18). ?Apacienta mis corderos? Apacienta mis ovejas? (Jn 21,15-17). ??Sim?n, Sim?n! Mira que Satan?s ha solicitado el poder cribarlos como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y t?, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos? (Lc 22,31-32). Apoyados en esta palabra divina, que es revelaci?n del misterioso plan de Dios, nos acercamos con fe y cari?o al Sucesor de Pedro. ?C?mo todos quieren tocarlo, escucharlo, estar cerca de ?l, o al menos sacarle una foto cuando pasa entre la gente! Antes fue Juan Pablo II y sus antecesores; ahora es Benedicto XVI; pero lo importante no es tanto su personalidad individual, sino lo que representa para la Iglesia. Con el Papa, ?la Iglesia est? viva!, porque ?l nos conduce a Jes?s, nos centra en Cristo. No ocupa su lugar.

El Papa es signo y expresi?n de unidad eclesial. Estando en comuni?n con ?l, tanto en lo doctrinal como en lo pastoral, tenemos garant?a de ser la verdadera Iglesia de Jes?s. Por ello, le entregamos el documento final que elaboramos en Aparecida, durante la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y de El Caribe, para que, con la ayuda de sus colaboradores, lo revise y autorice su publicaci?n y puesta en pr?ctica. No somos independientes en nuestras Iglesias locales, para que podamos hacer de nuestras di?cesis lo que queramos, para tomar determinaciones que rompan la unidad fundamental. Somos una sola Iglesia, no iglesitas que surgen por todos lados, no sectas que dividen.

El mismo Pablo, que hab?a recibido revelaciones directas de Cristo, acude ante Pedro: ?Sub? a Jerusal?n para conocer a Cefas y permanec? quince d?as en su compa??a? (G?l 1,18). Lo mismo hace despu?s de catorce a?os, para estar con quienes eran ?considerados como columnas: Santiago, Cefas y Juan? y les expuse el Evangelio que proclamo entre los gentiles, para saber si corr?a o hab?a corrido en vano? (G?l 2,9.2). Esto es ser Iglesia de Cristo. Por ello, acatamos con fidelidad cuando el Papa declara que la doctrina de una te?logo no es conforme con el Evangelio. Por ello, tambi?n, estamos dispuestos a que sus colaboradores revisen nuestros documentos, como el Plan Diocesano de Pastoral, o el Directorio Diocesano del Diaconado Permanente; valoramos y agradecemos su servicio, que no es una ingerencia arbitraria, ni un control indebido. No somos una Iglesia aut?noma, sino que queremos siempre vivir la comuni?n que Cristo quiso, con Pedro y bajo Pedro. ?Esta es la Iglesia viva en la que creo, y la que amo!

Aprovecho la estancia en Roma para dialogar con la Congregaci?n para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sobre el reconocimiento que hemos solicitado para la traducci?n tseltal y tsotsil de la Misa y del Leccionario. Ya fue aprobada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, pero, para darle solidez y valor permanente, requiere una revisi?n por parte de la autoridad suprema de la Iglesia. No es que en Roma haya quienes hablen y dominen estos idiomas ind?genas, sino que deben analizar si seguimos el procedimiento prescrito para estos casos. Por ejemplo, es el Papa quien debe aprobar la traducci?n de las f?rmulas sacramentales, que son la parte central de los ritos. No es un tr?mite burocr?tico, sino un signo de comuni?n de nuestras di?cesis con quien preside la Iglesia universal. De esta forma, al celebrar nuestros pueblos la liturgia, viven unidos al Sucesor de Pedro, y tienen garant?a de estar firmes en la fe.

ACTUAR

Apreciemos, como un valor incalculable, vivir esta comuni?n a nivel universal con el Papa, y a nivel local entre las di?cesis de una provincia eclesi?stica, como es el caso de Chiapas. Ya dejemos de lamentar que San Crist?bal de Las Casas no fue erigida como arquidi?cesis, y vivamos la fraternidad, que es el signo por excelencia de autenticidad de una Iglesia, como eran las primeras comunidades cristianas.

Seg?n las ense?anzas de Jes?s, lo que vale para el Reino de Dios no son los t?tulos y los honores, sino el servicio amoroso entre nosotros, y en particular a los pobres. ?Esta es la Iglesia viva en la que creo y en la que tratamos de servir!

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Crist?bal de Las Casas

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XXVII Jornadas Nacionales
de Patrimonio Cultural de la Iglesia
Tenerife, 25 al 29 de Junio


Del 25 al 29 de junio tienen lugar en Tenerife las XXVII Jornadas Nacionales de Patrimonio Cultural de la Iglesia con el objetivo de ?Valorar las obras de arte cristiano existentes en las Di?cesis, presentaci?n de su significado religioso; con tal fin se aconseja la formaci?n espiritual y cultural de los ?gu?as? y de la cuidadosa preparaci?n de los medios t?cnicos destinados a la ilustraci?n de tales obras o de vida?

Monse?or Juan Jos? Asenjo, obispo de C?rdoba y presidente de la Comisi?n Episcopal de Patrimonio Cultural, inaugur? las jornadas y durante su intervenci?n se?al? la importancia de tener ?gu?as al servicio de la persona? e hizo una alusi?n a la cantidad de gente que entra en una iglesia sin tener a nadie que le explique lo que est? viendo. El prelado se refiri? a los ?gu?as de casa?, aludiendo a la necesidad de que los gu?as de arte sacro no s?lo est?n bien formados, sino que adem?s tengan fe.

Para ilustrar la poca formaci?n que manifiestan muchos gu?as, el prelado relat? la respuesta que uno de ellos dio a la pregunta de un turista sobre un cuadro de la Virgen Dolorosa. Ante la representaci?n del coraz?n de la Virgen atravesado por una espada, el gu?a dijo que ?al ver a su hijo en la cruz, la Virgen se hab?a suicidado?.

En este contexto, monse?or Asenjo subray? la responsabilidad de la Iglesia y dijo que este tipo de respuestas no se pueden consentir. Asimismo, matiz? que no se debe olvidar la ?identidad? del objeto de arte que se muestra, ni ?ocultar al visitante la belleza infinita de Dios que se manifiesta a trav?s del p?lido reflejo en la obra de arte?.

El responsable de la Comisi?n Episcopal de Patrimonio afirm? que cuando una visita de arte est? ?bien dirigida?, la catequesis surge de ?forma natural?, sin necesidad de ?hacer proselitismo?.

El obispo reconoci? las dificultades a las que se enfrenta la Iglesia para mostrar su patrimonio cultural, sobre todo la sociedad secularizada, ante la que la Iglesia tiene que ser ?hogar de la fe? y ?lugar del Evangelio?, antes que un ?contenedor de objetos decorativos?.

El prelado defendi? la importancia del patrimonio de la Iglesia como un ?medio? que Ella tiene para ?acercarse a la gente alejada de la fe?, y la necesidad de que los ?gu?as de fe? tengan un ?discurso fluido, convincente, claro, alejado del proselitimo?.

?La Iglesia entiende su papel con respecto al patrimonio como camino de acercamiento al hombre?, subray?.

Desde una perspectiva apolog?tica, monse?or Asenjo propuso las ?vidas de los santos? como un recurso de evangelizaci?n?, pues ellos son las verdaderas ?joyas? de la Iglesia, mucho m?s que una custodia o un retablo.

Por otra parte, el obispo se refiri? al turismo como un ?reto para la Iglesia? y lo alab? en cuanto contribuye al crecimiento de la persona y sirve de punto de encuentro en la apreciaci?n de la belleza, seg?n la idea de Benedicto XVI. El turismo, continu? monse?or Asenjo, es ?una aportaci?n para acercarse al otro, para abrirse al mundo, humanizarse y enriquecerse.

En este sentido, mencion? tambi?n las nuevas formas de turismo, todav?a en desarrollo, como las Rutas monacales o de espiritualidad.

Finalmente, el obispo de C?rdoba dijo que ?la belleza del arte sacro es un puente tendido a la verdad y a la bondad, que sale al encuentro de Cristo?.

27 Junio (ACI).- Al hablar este mi?rcoles sobre la figura de San Cirilo de Jerusal?n (315 - 387) durante la Audiencia General n?mero 100 de su pontificado, el Papa Benedicto XVI se?al? que la fe cristiana debe abarcar a todo el hombre: cuerpo, alma y esp?ritu.

El Pont?fice inici? la audiencia calificando a San Cirilo como un obispo ?de gran cultura eclesi?stica, centrada en el estudio de la Biblia? y record? que el Padre de la Iglesia fue ordenado obispo en el 348 por Acacio, metropolitano de Cesarea de Palestina, partidario del arrianismo, con el cual el Santo se enfrent? poco despu?s ?no solo en el ?mbito doctrinal, sino tambi?n en el jurisdiccional porque Cirilo reivindicaba la autonom?a de su sede respecto a la metropolitana de Cesarea?.

San Cirilo fue exiliado tres veces y solamente en el a?o 378, tras la muerte del emperador Valente volvi? a su sede, ?restableciendo la unidad y la paz entre los fieles?. Del Santo se conservan veinticuatro catequesis, introducidas por una procatequesis de acogida.

?La catequesis era un momento importante, insertado en el contexto de la vida, en particular lit?rgica, de la comunidad cristiana donde ten?a lugar la gestaci?n del futuro fiel, acompa?ada por la oraci?n y el testimonio de los hermanos?, explic? el Santo Padre.

?No era una catequesis solo intelectual, sino un camino para aprender a vivir en la comunidad cristiana?, agreg?.

En conjunto ?las homil?as de Cirilo constituyen una catequesis sistem?tica y realista sobre el renacimiento del cristiano mediante el Bautismo?, dijo tambi?n.

Benedicto XVI afirm? luego que en su obra, San Cirilo a trav?s de ?una relaci?n sinf?nica entre los dos testamentos? llega ?a Cristo, centro del universo?; en la catequesis moral invita a ?transformar los comportamientos paganos? para seguir ?la nueva vida en Cristo?, mientras en la catequesis mistag?gica, lleva a los neobautizados a ?descubrir en los ritos los misterios escondidos?.

?El misterio que hay que aferrar es el plan de Dios, que se realiza a trav?s de las acciones salv?ficas de Cristo en la Iglesia. A su vez, a la dimensi?n mistag?gica se acompa?a la de los s?mbolos que expresan la vivencia espiritual que contienen?, subray? el Papa.

?Por eso es una catequesis integral que implica el cuerpo, el alma y el esp?ritu y sigue siendo emblem?tica para la formaci?n catequ?stica de los cristianos de hoy. Pidamos al Se?or que nos ayude a aprender un cristianismo que realmente abarque toda nuestra existencia y nos haga testigos cre?bles de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre?, concluy?.

VATICANO - AVE MARIA de don Luciano Alimandi - El Baptista y las beatitudes

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La vocaci?n de San Juan Bautista, que la Iglesia custodia como uno de sus m?s grandes tesoros, nos anima a cada uno de nosotros a dejarse guiar por el Esp?ritu de Dios se dej? ?l guiar humildemente que, desde el regazo materno gust? su presencia y acci?n. La visita que la Madre de Jes?s hizo a Isabel despert? en el alma de Juan Bautista el estupor por Cristo, haciendo que saltase de alegr?a en el regazo materno. As?, ya desde el principio, su misi?n estuvo marcada por esta inseparable uni?n con el Salvador, de quien precisamente ?l, Juan, ten?a que preparar el camino para que el pueblo de Israel se dispusiera a acoger la salvaci?n. La grandeza del Bautista est? precisamente en esto: hacer crecer constantemente a Jes?s en ?l, olvid?ndose a si mismo!
Como la Virgen Maria tambi?n Juan puede cantar el Magn?ficat de los humildes siervos del Se?or que son elegidos por su peque?ez y que permanecen siempre y s?lo como siervos del Verbo. San Agust?n usa palabras estupendas en describir la vocaci?n del Bautista, al subrayar que ?ste s?lo quer?a s?lo ser una "voz", no ya la "palabra", porque "el Verbo" es Jes?s y Juan dej? al Se?or todo el espacio. Es realmente bella la expresi?n de Agust?n que describe as? el nacimiento de Juan Bautista: "?nace la voz!" "Si Juan se hubiera anunciado a si mismo no hubiera abierto la boca a Zacar?as. Se desata la lengua porque nace la voz. En efecto a Juan, que preanunciaba al Se?or, se le pregunt?: '?Qui?n eres t??' (Jn 1, 19). Y contest?: 'Yo soy la voz de uno que clama en el desierto', (Jn 1, 23). Voz es Juan, mientras que del Se?or se dice: ?En el principio era el Verbo' (Jn 1, 1). Juan es voz durante cierto tiempo; Por el contrario Cristo es el Verbo eterno desde el principio" (S. Agust?n).
El Santo Padre Benedicto XVI, en este mismo esp?ritu, hablando de la solemnidad del nacimiento del Bautista ha dicho que su vida "est? toda orientado a Cristo como la de la madre de ?l, Maria. Juan Bautista fue el precursor, la 'voz' envida a anunciar el Verbo Encarnado. Por ello, conmemorar su nacimiento significa en realidad celebrar a Cristo, cumplimiento de las promesas de todos los profetas, de los que el Baptista ha sido el m?s grande, llamado a 'preparar el camino? delante del Mes?as (cfr Mt 11,9-10)", (Benedicto XVI, ?ngelus del 24 de junio de 2007).
La aut?ntica identidad del testigo de Cristo, siempre y en todo lugar, es precisamente esta: ser "voz" no ya "protagonista" del anuncio cristiano. En la escuela de la humildad Juan form? sus disc?pulos y Cristo aprob? decididamente esta escuela y tom? consigo a algunos de entre ellos haci?ndolos ap?stoles. Juan Bautista continua siendo para todos los educadores un modelo insustituible de gu?a, que deja al Se?or que recoja los frutos del propio trabajo en el momento justo; es, en efecto, al Due?o de la mies a quien se debe dejar la cosecha. La humildad es fundamental en todo camino espiritual para quedarse cada uno en su lugar en la actitud m?s bella y verdadera: la pobreza del esp?ritu.
"?Bienaventurados los pobres de esp?ritu porque de ellos es el Reino de los cielos!" ?sta es la bienaventuranza de Juan, no por casualidad la primera, la puerta de entrada para el resto. Quien no pasa por esta puerta no puede encontrar el camino de las bienaventuranzas. El Bautista, por el contrario, desde el principio al final permaneci? pobre de si y rico de ?l porque las Bienaventuranzas eran su vida. (Agencia Fides 27/6/2007 L?neas: 42 Palabras: 619)

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Discurso que dirigi? Benedicto XVI al celebrarse el 25? aniversario del Consejo Pontificio para la Cultura el 15 de junio de 2007.



Se?ores cardenales;
venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio;
queridos hermanos y hermanas:

Me alegra encontrarme con vosotros hoy, en una circunstancia muy significativa: quer?is recordar el 25? aniversario del Consejo pontificio para la cultura, creado por el siervo de Dios Juan Pablo II el 20 de mayo de 1982 con una carta dirigida al entonces secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli.

Saludo a todos los presentes, y en primer lugar a usted, se?or cardenal Paul Poupard, a quien agradezco las amables palabras con las que ha interpretado los sentimientos comunes. A usted, venerado hermano, que dirige el Consejo pontificio desde 1988, le dirijo un saludo especial, lleno de gratitud y aprecio, por el gran trabajo realizado durante este largo per?odo. Al servicio de este dicasterio usted ha puesto y sigue poniendo con provecho sus dotes humanas y espirituales, testimoniando siempre con entusiasmo la atenci?n que impulsa a la Iglesia a entablar un di?logo con los movimientos culturales de nuestro tiempo. Su participaci?n en numerosos congresos y encuentros internacionales, muchos de ellos promovidos por el mismo Consejo pontificio para la cultura, le han permitido dar a conocer cada vez m?s el inter?s que la Santa Sede tiene por el vasto y variado mundo de la cultura. Por todo esto le doy gracias una vez m?s, extendiendo mi agradecimiento al secretario, a los oficiales y a los consultores del dicasterio.

El concilio ecum?nico Vaticano II prest? gran atenci?n a la cultura, y la constituci?n pastoral Gaudium et spes le dedica un cap?tulo especial (cf. nn. 53-62). Los padres conciliares se preocuparon por indicar la perspectiva seg?n la cual la Iglesia considera y afronta la promoci?n de la cultura, considerando esta tarea como uno de los problemas "m?s urgentes (...) que afectan profundamente al g?nero humano" (ib., 46).

Al relacionarse con el mundo de la cultura, la Iglesia pone siempre en el centro al hombre, como art?fice de la actividad cultural y como su ?ltimo destinatario. El siervo de Dios Pablo VI se interes? mucho por el di?logo de la Iglesia con la cultura, y se ocup? personalmente de ?l durante los a?os de su pontificado. En su misma l?nea actu? tambi?n el siervo de Dios Juan Pablo II, que hab?a participado en el Concilio y hab?a aportado su contribuci?n espec?fica a la constituci?n Gaudium et spes. El 2 de junio de 1980, en su memorable discurso a la Unesco, testimoni? personalmente cu?nto inter?s ten?a en encontrarse con el hombre en el terreno de la cultura para transmitirle el mensaje evang?lico. Dos a?os despu?s instituy? el Consejo pontificio para la cultura, destinado a dar un nuevo impulso al compromiso de la Iglesia para lograr que el Evangelio se encuentre con la pluralidad de las culturas en las diversas partes del mundo (cf. Carta al cardenal secretario de Estado Agostino Casaroli, 20 de mayo de 1982: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 6 de junio de 1982, p. 19).

Al instituir este nuevo dicasterio, mi venerado predecesor puso de relieve que deber?a perseguir sus finalidades dialogando con todos sin distinci?n de cultura y religi?n, para buscar juntamente "una comunicaci?n cultural con todos los hombres de buena voluntad" (ib.). La gran importancia de este aspecto del servicio que presta el Consejo pontificio para la cultura ha quedado confirmada en los veinticinco a?os pasados, dado que el mundo se ha hecho a?n m?s interdependiente gracias al extraordinario desarrollo de los medios de comunicaci?n y a la consiguiente ampliaci?n de la red de relaciones sociales.

Por tanto, resulta a?n m?s urgente para la Iglesia promover el desarrollo cultural, cuidando la calidad humana y espiritual de los mensajes y de los contenidos, ya que tambi?n la cultura se ve inevitablemente afectada hoy por los procesos de globalizaci?n que, si no van acompa?ados constantemente por un atento discernimiento, pueden volverse contra el hombre, empobreci?ndolo en lugar de enriquecerlo. ?Y cu?n grandes son los desaf?os que la evangelizaci?n debe afrontar en este ?mbito!

Por consiguiente, veinticinco a?os despu?s de la creaci?n del Consejo pontificio para la cultura, es oportuno reflexionar sobre las razones y las finalidades que motivaron su nacimiento en el contexto sociocultural de nuestro tiempo. Con este fin, el Consejo pontificio ha organizado un congreso de estudio, por una parte, para meditar sobre la relaci?n que existe entre evangelizaci?n y cultura; y, por otra, para considerar esa relaci?n tal como se presenta hoy en Asia, en Am?rica y en ?frica.

?C?mo no encontrar un motivo particular de satisfacci?n al ver que las tres relaciones de car?cter "continental" han sido encomendadas a tres cardenales: uno asi?tico, uno latinoamericano y uno africano? ?No confirma esto de forma elocuente que la Iglesia cat?lica ha sabido caminar, impulsada por el "viento" de Pentecost?s, como comunidad capaz de dialogar con toda la familia de los pueblos, m?s a?n, de brillar en medio de ella como "signo prof?tico de unidad y de paz"? (Misal romano, Plegaria eucar?stica V-D).

Queridos hermanos y hermanas, la historia de la Iglesia es tambi?n inseparablemente historia de la cultura y del arte. Obras como la Summa Theologiae, de santo Tom?s de Aquino, la Divina Comedia, la catedral de Chartres, la Capilla Sixtina o las cantatas de Juan Sebasti?n Bach, constituyen s?ntesis, a su modo inigualables, entre fe cristiana y expresi?n humana. Pero si bien estas son, por decirlo as?, las cumbres de dicha s?ntesis entre fe y cultura, su encuentro se realiza diariamente en la vida y en el trabajo de todos los bautizados, en esa obra de arte oculta que es la historia de amor de cada uno con el Dios vivo y con los hermanos, en la alegr?a y en el empe?o de seguir a Jesucristo en la cotidianidad de la existencia.

Hoy, m?s que nunca, la apertura rec?proca entre las culturas es un terreno privilegiado para el di?logo entre hombres comprometidos en la b?squeda de un humanismo aut?ntico, por encima de las divergencias que los separan. Tambi?n en el campo cultural el cristianismo ha de ofrecer a todos la fuerza de renovaci?n y de elevaci?n m?s poderosa, es decir, el amor de Dios que se hace amor humano.

En la carta de creaci?n del Consejo pontificio para la cultura, el Papa Juan Pablo II escribi? precisamente: "El amor es como una fuerza escondida en el coraz?n de las culturas, para estimularlas a superar su finitud irremediable, abri?ndose a Aquel que es su fuente y su t?rmino, y para enriquecerlas de plenitud, cuando se abren a su gracia" (Carta al cardenal secretario de Estado Agostino Casaroli, 20 de mayo de 1982: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 6 de junio de 1982, p. 19).

Quiera Dios que la Santa Sede, gracias al servicio prestado en particular por vuestro dicasterio, siga promoviendo en toda la Iglesia la cultura evang?lica, que es levadura, sal y luz del Reino en medio de la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, expreso una vez m?s mi profundo agradecimiento por el trabajo que realiza el Consejo pontificio para la cultura y, a la vez que aseguro a todos los presentes mi recuerdo en la oraci?n, invocando la intercesi?n celestial de Mar?a sant?sima, Sedes Sapientiae, le imparto de buen grado una especial bendici?n apost?lica a usted, se?or cardenal, a los venerados hermanos y a cuantos de diversas maneras est?n comprometidos en el di?logo entre el Evangelio y las culturas contempor?neas.
[Traducci?n distribuida por la Santa Sede
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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Mi?rcoles, 27 de junio de 2007
Texto de ayuda a la reflexi?n en retiro sacerdotal de la Zona Norte de Tenerife, bajo el t??tulo "El misterio de la comuni?n en la vida y ministerio del presb?tero.

LA DISPERSI?N DENTRO DE NOSOTROS MISMOS


Se trata de la incapacidad de recogernos, precisamente porque estamos desgarrados por mil cosas, a veces incoherentes, dentro de nosotros: deseos, miedos, resentimientos, antipat?as, simpat?as que brotan precisamente cuando se intenta orar de manera silenciosa y contemplativa. A veces en la oraci?n com?n logramos olvidamos un poco de ellas, porque estamos sostenidos por el conjunto; pero cuando nos ponemos en silencio delante de Dios, nos asalta ese mont?n de cosas que nos dividen. Un examen sobre nosotros mismos en este sentido ser?a realmente importante.

Hablando del tema de la dispersi?n, el P. Ignacio Larra?aga (en su libro Mu?strame tu rostro, San Pablo, Madrid 1999) escribe: ?Este es el problema de los problemas para quien quiere internarse en la intimidad con Dios: la dispersi?n interior? (se trata de la conciencia atomizada vivida a nivel personal). ?Si conseguimos atravesar este verdadero Rubic?n sin ahogarnos, ya estamos metidos en el recinto sagrado de la oraci?n?. As? pues, el autor considera la dispersi?n como el obst?culo fundamental para vivir aquella profundidad de oraci?n a que estamos llamados como pastores y como responsables. Y contin?a: ?Nos sentimos ?ntimamente avasallados por tanto peso. Las preocupaciones nos dominan. Las ansiedades nos desasosiegan. Las frustraciones nos amargan. Hay por delante proyectos ambiciosos que turban la quietud. Llevamos sentimientos, resentimientos vivamente fijados en el alma ... Vamos a la oraci?n, y la cabeza es un verdadero manicomio ... El hombre debe ser unidad, corno Dios es unidad ... Pero en la dispersi?n el hombre se percibe como un amasijo incoherente de "pedazos" de s? mismo que tiran de ?l en una y otra direcci?n: recuerdos por aqu?, miedos por all?, anhelos por este lado, planes por el otro ... Total, es un ser enteramente dividido y, por consiguiente, dominado y vencido, incapaz de ser se?or de s? mismo ... En la complejidad de su mundo, el hombre (como conciencia libre) se siente golpeado, zarandeado, amenazado por un escuadr?n de motivos e impulsos afectivos, que provienen de regiones ignotas de uno mismo, sin enteramos nunca por qu?, c?mo y d?nde han nacido? (pp. 162-163).

Y esto ocurre con todos, con la diferencia de que muchos no se dan cuenta de ello porque viven en tal excitaci?n que unas inquietudes se a?aden a las otras. As? se explica entonces que se sienta la necesidad de divertirse, de evadirse; y dir?a yo que se explica, ante todo, el incremento de la excitaci?n sexual, ya que precisamente todo esto impide tomar conciencia y sentir miedo de la propia dispersi?n interior. Es una manera de salvarse, de estar apegado a algo inmediato, que interese inmediatamente; muchos no se dan cuenta de ello y van viviendo entonces de excitaci?n en excitaci?n, entendiendo el trabajo como una droga, como algo que hace olvidar, que permite aislarse dentro de uno mismo, realizarse sin plantearse muchos problemas de car?cter general.

Al contrario, quien intenta reflexionar, es decir, quien intenta cultivar un cierto esp?ritu contemplativo de oraci?n, se da cuenta de lo que tiene que hacer, sobre todo en ciertos momentos dif?ciles, ya que todos llevamos dentro una carga, un volc?n de deseos de todo tipo, que a menudo est?n armados unos contra otros y que producen en nosotros ese sufrimiento, esa frustraci?n, ese inmenso cansancio en la oraci?n. El autor se fija, sobre todo, en este cansancio en la oraci?n, diciendo en la conclusi?n del cap?tulo: ?Yo me he encontrado con hermanos a quienes la mera palabra oraci?n les da alergia: sienten hacia ella, y as? lo expresan, una viva e indisimulada antipat?a. Y siempre est?n listos para disparar contra la oraci?n flechas envenenadas: alienaci?n, evasi?n, sentimentalismo, tiempo perdido, infantilismo... Yo los comprendo. Ellos han intentado miles de veces ese encuentro, y siempre han naufragado en las procelosas aguas de la dispersi?n interior. La palabra oraci?n va asociada para ellos a una doliente y larga frustraci?n? (pp. 165-166). Aqu? advierte ciertamente el autor uno de los problemas fundamentales de la unidad y la integridad del hombre.

Carlo Mar?a Martini

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Textos de ayuda a la reflexi?n del retiro sacerdotal de la Zona Norte de Tenrife, bajo el t?tulo "El misterio de la comuni?n en la vida y ministerio del presb?tero.


CARTA A LOS EFESIOS 4

v1 Os exhorto, pues, yo, preso por el Se?or, a que viv?is de una manera digna de la vocaci?n con que hab?is sido llamados, Iv2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soport?ndoos unos a otros por amor, Iv3 poniendo empe?o en conservar la unidad del Esp?ritu con el v?nculo de la paz. Jv4 Un solo Cuerpo y un solo Esp?ritu, como una es la esperanza a que hab?is sido llamados. (v5 Un solo Se?or, una sola fe, un solo bautismo, Iv6 un solo Dios y Padre de todos, que est? sobre todos, por todos y en todos.

v7 A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo. Iv8 Por eso dice: Subiendo a la altura, llev? cautivos y dio dones a los hombres. Iv9 ?Qu? quiere decir ?subi? sino que tambi?n baj? a las regiones inferiores de la tierra? 'v10 Este que baj? es el mismo que subi? por encima de todos ios cielos, para llenarlo todo.

v11 El mismo ?dio? a unos el ser ap?stoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros, v12 para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificaci?n del Cuerpo de Cristo, v13 hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo. 1v14 Para que no seamos ya ni?os, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce enga?osamente al error, 1v15 antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, Iv16 de quien todo el Cuerpo recibe trabaz?n y cohesi?n por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrici?n seg?n la actividad propia de cada una de las partes, realizando as? el crecimiento del cuerpo para su edificaci?n en el amor.

CATECISMO 760

"El mundo fue creado en orden a la Iglesia", dec?an los cristianos de los primeros tiempos (Hermas, vis. 2, 4, 1; cf Ar?stides, Apol. 16, 6; Justino, Apol. 2, 7). Dios cre? el mundo en orden a la comuni?n en su vida divina, "comuni?n" que se realiza mediante la "convocaci?n" de los hombres en Cristo, y esta "convocaci?n" es la Iglesia. La Iglesia es la finalidad de todas las cosas (cf San Epifanio, hacer. 1,1, 5), e incluso las vicisitudes dolorosas como la ca?da de los ?ngeles y el pecado del hombre, no fueron permitidas por Dios m?s que como ocasi?n y medio de desplegar toda la fuerza de su brazo, toda la medida del amor que quer?a dar al mundo:

"As? como la voluntad de Dios es un acto y se llama mundo, as? su intenci?n es la salvaci?n de los hombres y se llama Iglesia" (Clemente de Alejandr?a. paed. 1, 6).

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Texto motivo de reflexi?n en retiro sacerdotal de Zona Norte de la isla de Tenerife sacado de "El sacerdote. Espiritualidad y misi?n". n. 33. Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos / 1- 0 - 89

UNIDAD, ARMON?A Y CELO EN LA VIDA DEL PRESB?TERO


Las exigencias vinculadas a la vida del presb?tero son muchas, y urgentes. Se desprenden de los deberes relativos a la oraci?n, de aquellos relacionados con la vida apost?lica, de los que se refieren al estudio, al reposo, a los contactos con el pr?jimo. Dignos de alabanza son, pues, aquellos presb?teros que saben imponerse un programa de vida y se esfuerzan por permanecer fieles a ?l de cada d?a. Ese programa no deber? limitar la libertad y la espontaneidad, ni vincular a esquemas r?gidos que impedir?an el servicio pastoral; deber?, m?s bien, ayudar a trabajar con m?todo y evitar la improvisaci?n y el peligro de descuidar deberes importantes. Por lo tanto, habr? de ser un programa esencial, ordenado, y deber? contemplar la justa proporci?n entre las distintas obligaciones.

Sin embargo, para lograr la unidad y la armon?a en la vida del sacerdote, no es suficiente el orden meramente externo en el trabajo pastoral, ni la sola pr?ctica de la oraci?n, ni la constancia en el cumplimiento del propio deber. Hay que llegar a lo m?s profundo, a la fuente de la identidad del presb?tero que es la persona de Cristo, de quien ?l es ministro.

Para lograr la unidad y la armon?a de su vida, los presb?teros deber?n unirse "a Cristo en el conocimiento de la voluntad del Padre, y en el don de s? mismo por el reba?o que les ha sido confiado" (cf. Un 3,16)".

Del Sacrificio Eucar?stico, sobre todo, surge esa caridad pastoral que es capaz de realizar la unidad y la armon?a en la vida y en la actividad de los ministros sagrados, y de producir un celo irresistible. S?lo siendo "el hombre de lo sagrado", el presb?tero ser? tambi?n "el hombre para los dem?s".

El celo es consecuencia necesaria del car?cter sacerdotal y de la respuesta generosa a la gracia que ?ste implica. Como Pablo, tambi?n el sacerdote debe poder decir: "no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en m?" (Gal 2,20); "he sido yo quien, por el Evangelio, os engendr? en Cristo Jes?s" (1Cor 4,15); "me he hecho todo a todos" (1Cor 9,22); "?ay de m? si no predicara el Evangelio!" (ICor 9,16).

El celo, que es ardor interior, convicci?n profunda, y que se expresa en el compromiso misionero, en el servicio pastoral incansable, en la apertura a los que est?n lejos, en la atenci?n a Ios dem?s, en especial a los m?s pobres, es - en el presb?tero - una necesidad intr?nseca que se desprende de su consagraci?n. Es necesario, por consiguiente, que se realice en todos los presb?teros esa maravillosa unidad y armon?a entre la consagraci?n y la misi?n.

Los sacerdotes hallar?n un modelo sencillo y eficaz en la Virgen Mar?a, que ha sabido sintetizar y expresar toda su participaci?n personal en la misi?n de Jes?s mediante su amor maternal. "La Virgen fue en su vida modelo de aquel amor maternal con que es necesario que est?n animados todos aquellos que, en la misi?n apost?lica de la Iglesia, cooperan a la regeneraci?n de los hombres" (206). Mar?a, que acogi? con fe y amor (cf. Lc 1,38), contempl? en su coraz?n (cf. Lc 2,19.51) y dio a su Hijo Jes?s a los hombres, ser? fuente perenne de inspiraci?n y una ayuda eficaz para los sacerdotes, para que realicen en el mundo el ardiente deseo de Aquel que les llam? y les envi?: "He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ?cu?nto desear?a que ya estuviera encendido!" (Le. 12,49).

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Art?culo publicado en el programa del Quinario del Cristo atado a la Columna, a celebrar del 28 de junio a 2 de Julio de 2007.

Venerable Esclavitud del
Stmo. Cristo a La Columna
Villa de La Orotava

En las puertas
de un Aniversario
1758-2008


Todos estamos acostumbrados a marcar en nuestro calendario las fechas destacadas de los cumplea?os. aniversarios, de aquellas cosas o personas que significan algo importante en nuestra vida. Ciertamente, el paso de los a?os va marcando nuestra trayectoria, y nos congratulamos de llegar hasta cierta edad. o cuando una instituci?n cumple algunos a?os de existencia.

Nos encontramos a las puertas de una fecha hist?rica para todos los que conformamos la Esclavitud del Stmo. Cristo a La Columna. Se van a cumplir 250 a?os desde que se cre? esta hermandad, que ha permanecido activa durante todo este tiempo, formando parte de la historia de la Villa de La Orotava. Un cuarto de milenio cargado de fe y devoci?n hacia nuestra imagen titular, en el que varias generaciones de villeros han mimado esta noble instituci?n, para hacerla llegar hasta nuestros d?as. tal y como la conocemos. Fue en 1758 cuando se crea esta Esclavitud, si bien no se aprueban sus reglas hasta 1759. As? pues, el pr?ximo a?o cumpliremos 250 a?os de historia. Esta efem?ride supone una gran alegr?a para todos los que formarnos esta gran familia, a la vez que un compromiso de continuidad hacia el futuro.

Esta celebraci?n ser? una oportunidad perfecta para echar una mirada atr?s y reconocer el trabajo de todos aquellos que han puesto su granito de arena para hacer que esta devoci?n al Stmo. Cristo, haya pasado de padres a hijos. Hoy somos m?s de ochocientas personas las que conformamos esta Esclavitud, y a nosotros nos corresponde velar para que esta llama que hemos heredado de nuestros antepasados, no s?lo no se apague, sino que arda con mayor luz, para ser testigos del evangelio en nuestra sociedad actual.

Esta efem?ride supone tambi?n un llamamiento a que participemos de todos los cultos programados en este Quinario. Esa ser? la mejor muestra de que somos una hermandad viva, en la que todos nos sentimos invitados a compartir la mesa de la eucarist?a y a vivir unos d?as de encuentro con nuestros hermanos. La festividad del mes de julio es una oportunidad magn?fica para renovar los sentimientos que un d?a nos hicieron dar el paso de entrar en esta Esclavitud y dar testimonio p?blico de nuestra Fe. No olvidemos que Jes?s, nos espera atado a una Columna.

M? Luz Mart?n Hern?ndez
Secretaria

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Mensaje del p?rroco de San Juan Bautista de la Orotava en el programa 2007 del Quinario en honor al Stmo. Cristo de la Columna.

"Nadie te ama como yo"


Te invito a echar una mirada a tu coraz?n y una mirada a la gente con la que te encuentras cada d?a. Cuando nos encontramos con alguien hacemos, y nos hacen, una pregunta: "?C?mo est?s?". Y la respuesta, ?es sincera y completa? ?Qu? aspectos de nuestra vida miramos para responder sinceramente, para analizar si somos felices? Hay que mirar al coraz?n a ver si amamos y si nos sentimos amados.

Hoy parece que la gente centra su felicidad en el consumo, en el tener, en el placer, en cl poder, en la fama,... Cosas y s?lo cosas. Y el coraz?n sigue insatisfecho. Incluso el amor lo rebajarnos con posturas ego?stas, hedonistas, violentas,... Basta mirar las continuas crisis matrimoniales, las dif?ciles relaciones padres-hijos, el internar en los asilos a nuestros mayores, el trato agresivo entre conciudadanos, etc.

?Quiz?s no somos felices plenamente porque no nos queremos de verdad!

Nuestro Se?or Jesucristo vino al mundo a predicar una Buena Noticia de parte de un Dios que es Amor. Y El dijo que a los cristianos tendr?an que reconocerlos por el amor mutuo. Estas verdades las reconocemos todos, pero, ?por qu? no las vivimos? En ello va nuestra felicidad. Seguramente no las vivimos porque no hemos sabido pensar y vivir este amor que Dios nos tiene. Vivimos una religi?n externa, de hacer cosas, de cumplir preceptos, de tranquilizar conciencias,... Parece, incluso, que vivimos una religi?n sin coraz?n. ?Hay que vivir el amor que Dios nos tiene! El cristiano vive de ese amor y lo proclama con gozo a todos.

Por eso, ?qu? bien mirar unos d?as esta imagen del Cristo de la columna!

En este quinario, en esta fiesta de nuestro Cristo, meditaremos, como cristianos, en el amor que Dios nos tiene. Jes?s dijo y vivi? estas palabras: "Nadie tiene amor m?s grande que el que da la vida por sus amigos ". Al mirar al Cristo atado a la columna, podemos recordar las palabras del ap?stol Pablo: "Me am? y se entreg? a la muerte por m?". A veces vamos por la vida con el coraz?n vac?o, herido, desenga?ado, triste, cabizbajo.... ?Qui?n nos ama generosamente, sin ego?smo, con capacidad de perd?n continuo, sin esperar recompensa. sin l?mites? ?Qui?n puede llenar nuestro coraz?n de amor y de felicidad plena?

Cuando escribo estas l?neas pienso en lo que ha sido mi vida. Como t? tambi?n puedes hacerlo. Y nos preguntarnos: ?Qui?n nos ha amado como Dios? Pensemos en la vida recibida, en el perd?n continuo. en la providencia de Dios que vela por nosotros, en la creaci?n que nos rodea, en la familia y amigos que Dios nos ha regalado. etc.

Adem?s, ?nadie ha sido capaz de sufrir tanto por nosotros! Una madre dar? su vida por su hijo. Y haci?ndolo reflejar? el amor de Dios, ser? espejo de su infinito amor. Pero s?lo el amor de Cristo flagelado, el amor del Hijo de Dios hecho hombre. ser? capaz de amarnos hasta el extremo, sin pizca de ego?smo o inter?s. Y adem?s, "convertir el dolor en redenci?n". Recuerdo aquellas palabras b?blicas: "?Puede una madre olvidarse del hijo de sus entra?as? Pues aunque ella se olvidara, yo de ti no me olvidar?".

Siente que Jes?s te dice, te canta. te grita: ?Nadie te ama como yo!

Venerar aut?nticamente la imagen del Cristo atado a la columna. contemplar su amor hecho dolor por ti y por m?. nos har? cambiar la vida en la l?nea de un amor generoso a Dios y al pr?jimo. S?lo as? ser? verdadera fiesta, verdadera celebraci?n cristiana. ?Celebremos este dolor que nos redime!

Vuestro p?rroco.
Pedro Jorge Ben?tez.

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La coordinaci?n de C?ritas Arciprestal de Icodenv?a comuicaci?n para Misa del Primer Domingo de Mes.

Bienvenidos a la celebraci?n de la Eucarist?a dominical. Como cada primer domingo de mes, queremos informarles sobre los horarios y actividades este verano en c?ritas:

1.- Acogida: los mi?rcoles de 10:00 a 13:00

2.- Ropero: los viernes de 15:30 a 18:00

3.- Los dias 3, 4 y 5 agosto campamento de c?ritas para j?venes, en las Eras. Para m?s informaci?n llamar a IRENE, servicios generales, n? de tel?fono: 922277212.

Participar en la escucha de la PALABRA y alimentarnos del PAN Y VINO de SALVACI?N, nos ayuda a no flaquear en nuestra responsabilidad de creyentes; extender los valores de la JUSTICIA Y LA PAZ, a un mundo necesitado de ello, es una llamada permanente al seguimiento radical de JESUS DE NAZARET. OREMOS para que su amor se derrame sobre todos los hombre y sobre todo. a los m?s necesitados.

Homilía de Monseñor Luis Teodorico Stöckler, obispo de de Quilmes, Buenos Aires, con motivo de la Solemnidad de San Juan Bautista 24 de junio de 2007.

HOMILIA MONS. LUIS STÖCKLER
SOLEMNIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA - 24 de Junio




La Iglesia suele celebrar a los santos en el día de su muerte. Solamente San Juan, además del Señor y la Virgen, tiene el privilegio de que se guarde también la memoria de su nacimiento. Y esto exactamente medio año previo a la Navidad del Señor; porque cuando María recibió el anuncio, su prima Isabel, la madre de Juan, estaba ya en su sexto mes. Que la Iglesia le dé a la fiesta del nacimiento de San Juan el Bautista la categoría máxima de Solemnidad y permita celebrarla en el domingo, que es por definición Día del Señor, es significativo. Precisamente, solamente por su relación absoluta con el Señor podemos comprenderlo a este santo.

Precursor lo llamamos, porque su misión fue preparar la inmediata llegada del Mesías. La larga espera del Hijo de David que iba a venir para salvar al pueblo, había sido alentado a través de siglos por los profetas. Juan es el último de ellos, “el más grande nacido de mujer”, como dice el mismo Jesús. Juan es un santo del Antiguo Testamento que no recibió el bautismo cristiano, sino que, a la inversa, dio el bautismo de penitencia a Jesús, quien con este gesto quiso manifestar que cargaba con nuestros pecados y al cual Juan indicaba como el Cordero de Dios.

Juan fue un inspirado por el Espíritu de Dios y anunciaba la cercanía del Mesías ya desde el vientre de su madre, la cual pronunciaba en voz alta lo que su hijo presentía. Siendo de estirpe sacerdotal, de grande, sin embargo, no se dedicaba a los servicios en el templo. Repitiendo la experiencia de las tribus de Israel que habían peregrinado durante 40 años por el desierto antes de tomar posesión de la tierra prometida, Juan se internó en el desierto, dedicado como asceta a la escucha de Dios y a la predicación de la conversión. En esto fue un modelo de Jesús. El cumplimiento de la Ley era su exhortación permanente a todos los que se acercaban. Al rey Herodes lo incriminó públicamente por vivir en adulterio con la mujer de su hermano, y terminó por eso en la cárcel. Cuando en esta situación mandó a preguntar a Jesús, si era él quien había de venir o si debían esperar a otro, Juan ha sido precursor del Crucificado en la experiencia del aparente abandono de Dios. Finalmente Herodes lo hizo decapitar. El precursor murió de una manera indignante, anticipando la ignominia máxima del Señor. Así ha sido precursor de Jesús, quien dijo no haber venido para derogar la Ley sino a darle cumplimiento, y quien finalmente fue presentado al mismo Herodes, cuando éste se hizo cómplice de Pilatos. Cuando Juan dijo que él tenía que disminuir y que Jesús tenía que crecer, que era solamente una voz en el desierto, probablemente no sabía que este proceso menguante iba a ser el destino de los dos, del precursor y del Mesías. Hicieron callar la voz que era Juan, y también la Palabra que era Cristo, silenciaron. Pero los dos desde la resurrección del Señor resuenan para siempre.

El ejemplo y la enseñanza de Juan es de una actualidad impresionante. ¿Para qué vivimos y para qué morimos? Esta es la pregunta a la cual cada uno tiene que dar su respuesta. Nosotros no somos precursores. Somos bautizados con el bautismo de Jesucristo. Pero, ¿somos sus seguidores? La predicación de Jesús, la forma como él explica la Ley en el Sermón de la Montaña, ¿la aceptamos como norma para nosotros? ¿Damos públicamente testimonio, cuando la ley de Dios con respecto a la vida está rechazada de manera explícita por los legisladores, funcionarios y profesionales? ¿Estamos dispuestos a sufrir por Cristo y su causa? Personalmente, ¿significa Jesús tanto para mí que considero más importante guardar la fe en él que perder la vida? No podemos soslayar este cuestionamiento, si queremos honrar al Bautista con sinceridad.

Por suerte podemos contar con su intercesión. La celebración de su memoria lo hace presente ahora, junto a nuestro Señor en la Eucaristía. Pidámosle con confianza que nos ayude y que Cristo crezca en nosotros y sea reconocido por los hombres.


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Martes, 26 de junio de 2007
Declaraci?n com?n que firmaron el 16 de junio de 2007 Su santidad Benedicto xvi y Su Beatitud Cris?stomos II.

DECLARACI?N COM?N


"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Se?or Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3).

1. Nosotros, Benedicto XVI, Papa y Obispo de Roma, y Cris?stomos II, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre, con alegr?a damos gracias a Dios por este encuentro fraterno, en la fe com?n en Cristo resucitado, llenos de esperanza para el futuro de las relaciones entre nuestras Iglesias. Esta visita nos ha permitido constatar que han progresado esas relaciones, tanto a nivel local como en el ?mbito del di?logo teol?gico entre la Iglesia cat?lica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto. La delegaci?n de la Iglesia de Chipre siempre ha dado una aportaci?n positiva a este di?logo, entre otras maneras, acogiendo en 1983 al Comit? de coordinaci?n de la Comisi?n mixta internacional para el di?logo teol?gico, de modo que los miembros cat?licos y ortodoxos, adem?s de llevar a cabo el arduo trabajo preparatorio, pudieran visitar y admirar las grandes riquezas art?sticas y espirituales de la Iglesia de Chipre.

2. En la feliz circunstancia de nuestro encuentro fraterno junto a las tumbas de san Pedro y san Pablo, los corifeos de los Ap?stoles como indica la tradici?n lit?rgica, queremos declarar de com?n acuerdo nuestro sincero y firme deseo, en obediencia a la voluntad de nuestro Se?or Jesucristo, de intensificar la b?squeda de la unidad plena entre todos los cristianos, realizando todos los esfuerzos posibles y que consideremos ?tiles para la vida de nuestras comunidades. Deseamos que los fieles cat?licos y ortodoxos de Chipre vivan fraternamente y con plena solidaridad, fundada en la fe com?n en Cristo resucitado. Asimismo, queremos sostener y promover el di?logo teol?gico, que a trav?s de la competente Comisi?n internacional se dispone a afrontar las cuestiones m?s arduas que han marcado las vicisitudes hist?ricas de la divisi?n. Es necesario alcanzar un acuerdo sustancial para la plena comuni?n en la fe, en la vida sacramental y en el ejercicio del ministerio pastoral. Con este fin aseguramos nuestra ferviente oraci?n de pastores en la Iglesia y pedimos a nuestros fieles que se unan a nosotros en una invocaci?n coral para "que todos sean uno, a fin de que el mundo crea" (Jn 17, 21).

3. En nuestro encuentro hemos considerado las contingencias hist?ricas en que viven nuestras Iglesias. En particular, hemos examinado la situaci?n de divisi?n y de tensiones que caracterizan desde hace m?s de treinta a?os la isla de Chipre, con los tr?gicos problemas diarios que afectan tambi?n a la vida de nuestras comunidades y de las familias. Desde una perspectiva m?s amplia, hemos considerado la situaci?n de Oriente Pr?ximo, donde la guerra y los enfrentamientos entre los pueblos corren el riesgo de extenderse, con consecuencias desastrosas. Hemos invocado la paz "que viene de lo alto". Nuestras Iglesias quieren desempe?ar un papel de pacificaci?n en la justicia y en la solidaridad, y para que todo eso se realice deseamos promover las relaciones fraternas entre todos los cristianos y un di?logo leal entre las diversas religiones presentes y operantes en la regi?n. Que la fe en el ?nico Dios ayude a los hombres de estas antiguas e ilustres tierras a recuperar una convivencia amistosa, con respeto rec?proco y una colaboraci?n constructiva.

4. Por consiguiente, dirigimos este llamamiento a todos los que, en cualquier parte del mundo, alzan la mano contra sus mismos hermanos, exhort?ndolos con firmeza a deponer las armas y a esforzarse por cicatrizar las heridas causadas por la guerra. Adem?s, los invitamos a trabajar para que se defiendan siempre, en todas las naciones, los derechos humanos: respetar al hombre, imagen de Dios, es un deber fundamental para todos. Asimismo, entre los derechos humanos que hay que defender se debe incluir el derecho primario de la libertad de religi?n. No respetarlo constituye una ofensa grav?sima a la dignidad del hombre, que es herido en lo m?s ?ntimo de su coraz?n, donde habita Dios. As?, profanar, destruir y saquear los lugares de culto de cualquier religi?n es un acto contra la humanidad y la civilizaci?n de los pueblos.

5. Tambi?n reflexionamos sobre una nueva oportunidad que se abre para un intenso contacto y una colaboraci?n m?s concreta entre nuestras Iglesias. En efecto, avanza la construcci?n de la Uni?n europea, y cat?licos y ortodoxos est?n llamados a contribuir a crear un clima de amistad y cooperaci?n. En un tiempo de creciente secularizaci?n y relativismo, los cat?licos y ortodoxos en Europa est?n llamados a dar un renovado testimonio com?n de los valores ?ticos, siempre dispuestos a dar raz?n de su fe en Jesucristo, Se?or y Salvador. La Uni?n europea, que no podr? limitarse a una cooperaci?n meramente econ?mica, necesita s?lidas bases culturales, referencias ?ticas compartidas y apertura a la dimensi?n religiosa. Es preciso vivificar las ra?ces cristianas de Europa, que han hecho grande su civilizaci?n en el decurso de los siglos, y reconocer que las tradiciones cristianas occidental y oriental tienen, en este sentido, una importante tarea com?n que realizar.

6. En nuestro encuentro consideramos asimismo el largo camino de nuestras Iglesias y la gran tradici?n que, partiendo del anuncio de los primeros disc?pulos que llegaron a Chipre desde Jerusal?n, despu?s de la persecuci?n contra san Esteban y siguiendo el mismo itinerario de san Pablo desde las costas de Chipre hasta Roma, como nos narran los Hechos de los Ap?stoles (cf. Hch 11, 19; 27, 4 ss), llega hasta nuestros d?as. El rico patrimonio de fe y la s?lida tradici?n cristiana de nuestras tierras, deben estimular a cat?licos y ortodoxos a dar un renovado impulso al anuncio del Evangelio en nuestro tiempo, para ser fieles a nuestra vocaci?n cristiana y responder a las exigencias del mundo de hoy.

7. Suscita seria preocupaci?n el modo como se afrontan las cuestiones concernientes a la bio?tica. En efecto, existe el peligro de que ciertas t?cnicas aplicadas a la gen?tica, concebidas con el fin de salir al paso de necesidades leg?timas, de hecho ofenden la dignidad del hombre, creado a imagen de Dios. La explotaci?n del ser humano, las experimentaciones abusivas, los experimentos de una gen?tica que no respeta los valores ?ticos, constituyen una ofensa a la vida, atentan contra la incolumidad y la dignidad de toda persona humana y no pueden ni deben justificarse o permitirse en ning?n momento de su existencia.

8. Al mismo tiempo, estas consideraciones ?ticas y la preocupaci?n com?n por la vida humana nos llevan a invitar a las naciones que con la gracia de Dios han conseguido significativos progresos en el campo de la econom?a y de la tecnolog?a a no olvidar a sus hermanos que habitan en los pa?ses azotados por la pobreza, el hambre y las enfermedades. Por tanto, invitamos a los responsables de las naciones a favorecer y promover una justa repartici?n de los recursos de la tierra, con esp?ritu de solidaridad con los pobres y con todos los indigentes del mundo.

9. Tambi?n han sido concordes nuestras preocupaciones por el peligro de destrucci?n de la creaci?n. El hombre la ha recibido para poder realizar con ella el plan de Dios. Pero, poni?ndose a s? mismo como centro del universo, olvidando el mandato del Creador y encerr?ndose en una b?squeda ego?sta de su propio bienestar, el ser humano ha gestionado el medio ambiente en que vive realizando opciones que ponen en peligro su misma existencia, mientras que el medio ambiente ha de ser respetado y protegido por parte de todos los que lo habitan.

10. Juntos elevamos nuestra oraci?n al Se?or de la historia para que fortalezca el testimonio de nuestras Iglesias a fin de que el anuncio de salvaci?n del Evangelio llegue a las nuevas generaciones y sea luz para todos los hombres. Con esta finalidad, encomendamos nuestros deseos y compromisos a la Theotokos, la Madre de Dios Odigitria, que indica el camino hacia nuestro Se?or Jesucristo.

Vaticano, 16 de junio de 2007

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Discurso que Su Beatitud Cris?stomos II, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre, dirigi? a Su Santidad Benedicto XVI el 16 de Junio de 2007.

DISCURSO DE SU BEATITUD CRIS?STOMOS II


"A todos los amados de Dios que est?is en Roma, santos por vocaci?n, a vosotros gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Se?or Jesucristo" (Rm 1, 7).

Santidad, Papa de la antigua Roma
y Obispo de la C?tedra hist?rica del ap?stol san Pedro:

La gracia del Esp?ritu Santo y nuestro deber de arzobispo primado de la sant?sima Iglesia m?rtir del ap?stol san Bernab? con respecto a la unidad y la paz entre nuestras Iglesias apost?licas, han dirigido hoy nuestros pasos, junto con los de nuestro reverendo s?quito, hasta aqu?, al lugar del martirio de los corifeos de los Ap?stoles Pedro y Pablo, al santuario de las catacumbas de los m?rtires de nuestra fe com?n, para encontrarnos con usted, que entre los obispos posee el primado de honor de la cristiandad indivisa, para darle el beso fraterno de paz y, despu?s de siglos de camino no fraterno, construir de nuevo puentes de reconciliaci?n y amor.

Es la tercera vez que nos encontramos despu?s de las inolvidables exequias de vuestro amado predecesor el Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, y la ceremonia gozosa de su entronizaci?n en este Trono apost?lico, hacia el cual mira toda la Ecumene cristiana con grandes expectativas, esperando que el que lo preside, el te?logo sabio, el incansable pastor y el din?mico l?der eclesi?stico, realice gestos de di?logo, pacificaci?n, acercamiento y amor.

En esta direcci?n es grande la importancia del desarrollo del di?logo teol?gico oficial entre la Iglesia cat?lica y la Iglesia ortodoxa, en el que nuestra Iglesia apost?lica de Chipre participa con responsabilidad y coherencia. Tal vez nuestros ojos no podr?n ver la tan anhelada unidad de la Iglesia, pero, con la gracia del Esp?ritu Santo, habremos cumplido tambi?n nosotros nuestro deber en el tiempo y en el espacio como pacificadores y como verdaderos hermanos "ut omnes unum sint".

Adem?s, tenemos la convicci?n personal de que, del mismo modo que el alejamiento y la divisi?n entre nuestras Iglesias hermanas se produjo a lo largo de muchos siglos con la acumulaci?n de malentendidos, as? tambi?n su reunificaci?n y el restablecimiento de la confianza mutua y del verdadero amor entre ellas necesitar? tiempo, paciencia y sacrificios; sin embargo, con sentido de nuestra gran responsabilidad, asumimos el encargo de llevarlos a cabo "en la verdad y la caridad" bajo la infalible gu?a del Esp?ritu vivificante de Dios.

Nuestro encuentro de hoy tiene lugar, felizmente, en v?speras del 35? aniversario del inicio de las relaciones diplom?ticas oficiales entre la Santa Sede y la Rep?blica de Chipre. En efecto, el a?o 1973, despu?s del encuentro del etnarca arzobispo Macario III con el Papa Pablo VI en Castelgandolfo, la representaci?n de las dos partes se encomend? respectivamente a mons. P?o Laghi, entonces arzobispo titular de Mauriana, delegado apost?lico en Jerusal?n y Palestina, y actualmente cardenal, y al se?or Polys Modin?s, entonces embajador en Par?s.

Santidad, deseo mencionar aqu? al primer embajador de Chipre ante la Santa Sede residente en Roma, su excelencia el se?or Georgios Poulides, nuestro querido amigo, d?ndole gracias de todo coraz?n por su devoci?n, su respeto y su amor a la Iglesia, as? como por su obra importante e indispensable.

Durante los ?ltimos decenios despu?s del concilio Vaticano II, algunos de nuestros te?logos chipriotas, cl?rigos y laicos, han realizado estudios post lauream en varias universidades pontificias con becas del Consejo pontificio para la promoci?n de la unidad de los cristianos. Por eso, deseamos expresarle nuestro agradecimiento y nuestra intenci?n de corresponder, por nuestra parte, con un gesto m?nimo de gratitud, concediendo becas de verano en Chipre a te?logos cat?licos que est?n interesados en aprender el griego moderno y conocer de cerca las riquezas lit?rgicas de la Iglesia ortodoxa, para contribuir un d?a, tambi?n ellos, a la visi?n de la Iglesia unida.
Recientemente, su excelencia el presidente de la Rep?blica de Chipre, se?or Tassos Papad?pulos, afirm? con ?nfasis: "Chipre siempre ha sido Europa, incluso antes de la instituci?n de Europa. Con su ingreso en la Uni?n europea Chipre ha vuelto a su casa".

Sin embargo, Europa, nuestra casa com?n, la cuna de la civilizaci?n occidental, la sede gloriosa del esp?ritu cristiano, la madre de los santos y de los misioneros, est? pasando un per?odo de crisis y desorientaci?n, de ate?smo y duda, de secularizaci?n y decadencia. La sociedad y el hombre de nuestro tiempo tienen sed y buscan. Tienen valores y principios, tradiciones y costumbres que fueron creadas a la luz del Evangelio y bajo la sabia gu?a de los Padres de la Iglesia y de las dem?s personalidades eclesi?sticas, pero no pueden reconocer la presencia de Cristo y la fuerza de su mensaje salv?fico. Rechazan la importancia fundamental de las ra?ces cristianas de Europa.

Es la hora de la Iglesia y de la nueva evangelizaci?n, la hora de la misi?n ad intra. Pero sin la colaboraci?n de las Iglesias de Europa y nuestro testimonio cristiano com?n, ciertamente pocas cosas pueden tener ?xito, y por desgracia muchos esfuerzos aislados de las diversas Iglesias y confesiones cristianas quedan condenados al fracaso.

Nuestro tiempo globalizado, en vez de influir positivamente en el cristiano europeo convencido, parece rechazar la ecumenicidad hist?rica del mensaje cristiano y deja al margen su din?mica y su eficacia. La secularizaci?n, el eudemonismo, la deificaci?n de la tecnolog?a y de la ciencia atea desorientan a nuestro pr?jimo y lo llevan inevitablemente a una desesperaci?n existencial. Se escucha su grito angustioso: "Se?or, ?a qui?n iremos?" (Jn 6, 68).

?Cu?l es, entonces, nuestra responsabilidad como padres espirituales? ?Cu?l es nuestra solicitud espiritual con respecto a nuestra juventud? ?Lograremos finalmente proteger la sagrada instituci?n de la familia? ?El car?cter sagrado de la persona humana, ya indefensa ante la investigaci?n m?dica, el aborto y la eutanasia? ?La unicidad de la creaci?n de Dios que nos rodea y corre el peligro de quedar destruida irreparablemente por nuestra causa?

La senda de la Ortodoxia pasa por la espiritualidad, la ascesis, el ayuno, el estudio de los textos de los Padres de la Iglesia inspirados por Dios, el sentido de lo sagrado y sobre todo la divina Eucarist?a: estas son nuestras armas espirituales, y deseamos luchar juntamente con la Iglesia hermana de Roma para transformar la sociedad europea, que es antropoc?ntrica, en una sociedad cristoc?ntrica, respetando a nuestros hermanos de las dem?s religiones, los inmigrantes, los pobres, los pr?fugos y los d?biles de la tierra.

Nuestra presencia hoy aqu?, Santidad, es una llamada a usted, el Papa procedente de un pa?s amigo, traumatizado por la divisi?n durante decenios, como el nuestro, pero gracias a Dios reunificado. Por eso, s?lo usted puede comprender nuestros sentimientos de dolor. Nuestra patria, hermana vuestra, la Iglesia apost?lica de Chipre, sufre, pero tambi?n resiste dignamente con la intercesi?n de sus santos y particularmente con la protecci?n de su fundador, el ap?stol san Bernab?. Se pisotean los derechos humanos; se destruyen monumentos; obras de nuestro patrimonio espiritual son objeto de comercio internacional; y la divisi?n de la ?ltima capital europea, Nicosia, parece perpetuarse eternamente. ?Qui?n escuchar? nuestra justa queja y alzar? la voz para protestar ante los poderosos de la tierra que explotan el nombre de Cristo pero son sordos a la ley del amor?

Santidad, pedimos su apoyo a trav?s de la invencible arma de la oraci?n fraterna, pero tambi?n a trav?s de su grito paterno en defensa de los derechos inviolables de la antigua y apost?lica Iglesia hermana de Chipre, encrucijada de pueblos, religiones, lenguas y civilizaciones del Mediterr?neo y de Oriente Pr?ximo.

Queremos que est? a nuestro lado. A trav?s de nosotros el ap?stol san Bernab? invita a su hermano mayor, el ap?stol san Pedro, a visitar por primera vez su humilde casa, a ser su hu?sped, a sentirse como en su casa, a bendecirla. Lo esperamos, Santidad, como Obispo de la Sede romana que preside la caridad, en el Chipre del di?logo, de la democracia, de la dignidad, de la fe, del monaquismo, de la hospitalidad, de los monumentos y de las obras de arte. D?gnese venir y denos la ocasi?n de corresponder a su hospitalidad fraterna de estos espl?ndidos d?as que hemos vivido en la ciudad eterna.

Santidad, con la intercesi?n de los ap?stoles san Pedro y san Pablo, patronos de la di?cesis de Roma; del ap?stol san Bernab?, fundador de la Iglesia de Chipre; y de los ap?stoles griegos San Cirilo y san Metodio, copatronos de Europa, le deseamos, desde lo m?s ?ntimo de nuestro coraz?n, salud, larga vida y la iluminaci?n del Esp?ritu Santo para el feliz cumplimiento de su elevada misi?n como Pont?fice, constructor de puentes entre pueblos, religiones y culturas.

"El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Esp?ritu Santo" (Rm 15, 13).

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Discurso que se dirigi? Benedicto XVI a Su Beatitud Cris?stomos II, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre, en el encuentro com?n que tuvo lugar el 16 de Junio de 2007.

DISCURSO DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI


Beatitud y querido hermano:

Lo acojo hoy con alegr?a, escuchando resonar en el coraz?n las palabras del ap?stol san Pablo: "El Dios de la perseverancia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, seg?n Cristo Jes?s, para que un?nimes, a una voz, glorifiqu?is al Dios y Padre de nuestro Se?or Jesucristo" (Rm 15, 5-6).

Su visita es un don del Dios de la perseverancia y del consuelo, del que habla san Pablo dirigi?ndose a los que escuchaban por primera vez en Roma el mensaje de la salvaci?n. Hoy experimentamos el don de la perseverancia pues, no obstante la presencia de divisiones seculares y de caminos divergentes, y a pesar del esfuerzo realizado por cicatrizar heridas dolorosas, el Se?or no ha cesado de guiar nuestros pasos por la senda de la unidad y la reconciliaci?n. Y para todos nosotros esto es motivo de consuelo, pues este encuentro se inserta en un camino de b?squeda cada vez m?s intensa de la plena comuni?n tan deseada por Cristo: "Ut omnes unum sint" (Jn 17, 21).

Sabemos bien que la adhesi?n a este ardiente deseo del Se?or no puede y no debe proclamarse s?lo con palabras ni s?lo de modo formal. Por eso, usted, Beatitud, siguiendo las huellas del Ap?stol de los gentiles, no ha venido de Chipre a Roma solamente para realizar un "intercambio de cortes?a ecum?nica", sino para reafirmar la inquebrantable decisi?n de perseverar en la oraci?n a fin de que el Se?or nos indique c?mo llegar a la comuni?n plena. Su visita es, al mismo tiempo, motivo de intensa alegr?a, pues ya el hecho de encontrarnos nos permite gustar la belleza de la anhelada unidad plena de los cristianos.

Gracias, Beatitud, por este gesto de estima y de amistad fraterna. En su persona saludo al pastor de una Iglesia antigua e ilustre, tesela esplendorosa del resplandeciente mosaico, el Oriente, que, como sol?a decir el siervo de Dios Juan Pablo II, de venerada memoria, constituye uno de los dos pulmones con que respira la Iglesia.

Su grata presencia me trae a la memoria la ardiente predicaci?n de san Pablo en Chipre (cf. Hch 13, 4 ss) y el aventurado viaje que lo llev? hasta Roma, donde anunci? el mismo Evangelio y coron? su luminoso testimonio de fe con el martirio. El recuerdo del Ap?stol de los gentiles, ?no nos invita a dirigir con humildad y esperanza el coraz?n a Cristo, que es nuestro ?nico Maestro?
Con su ayuda divina no debemos cansarnos de buscar juntos los caminos de la unidad, superando las dificultades que a lo largo de la historia han determinado entre los cristianos divisiones y desconfianza rec?proca. Que el Se?or nos conceda poder acercarnos pronto al mismo altar para compartir todos juntos la ?nica mesa del Pan y del Vino eucar?sticos.

Al acogerlo, querido hermano en el Se?or, quisiera rendir homenaje a la antigua y venerable Iglesia de Chipre, rica en santos, entre los cuales me complace recordar especialmente a san Bernab?, compa?ero y colaborador del ap?stol san Pablo, y a san Epifanio, obispo de Constanza, en otro tiempo Salamina, hoy Famagusta. San Epifanio, que desempe?? su ministerio episcopal durante 35 a?os en un per?odo turbulento para la Iglesia a causa del resurgimiento del arrianismo y de las nuevas controversias de los "pneumat?macos", escribi? obras claramente catequ?sticas y apolog?ticas, como ?l mismo explica en el Ancoratus.

Este interesante tratado contiene dos S?mbolos de la fe, el S?mbolo niceno-constantinopolitano y el S?mbolo de la tradici?n bautismal de Constanza, que corresponde a la fe nicena, pero est? formulado de modo diverso y es m?s amplio; como dice el mismo san Epifanio, "es m?s apto para combatir los nuevos errores, aunque es conforme a la fe profesada por aquellos Santos Padres" del concilio de Nicea (Ancoratus, n. 119). En ?l ?explica? afirmamos la fe en el "Esp?ritu Santo, Esp?ritu de Dios, Esp?ritu perfecto, Esp?ritu consolador, increado, que procede del Padre y recibe del Hijo, objeto de nuestra fe" (ib.).

Como buen pastor, san Epifanio indica al reba?o que le fue encomendado por Cristo las verdades que hay que creer, el camino que hay que recorrer y los escollos que hay que evitar. Se trata de un m?todo v?lido tambi?n hoy para el anuncio del Evangelio, especialmente a las nuevas generaciones, muy influenciadas por corrientes de pensamiento contrarias al esp?ritu evang?lico.

En este inicio del tercer milenio la Iglesia afronta desaf?os y problemas muy semejantes a los que afront? el pastor san Epifanio. Como entonces, tambi?n hoy es preciso velar atentamente para poner en guardia al pueblo de Dios contra los falsos profetas, contra los errores y la superficialidad de propuestas que no son conformes a la ense?anza del divino Maestro, nuestro ?nico Salvador.
Al mismo tiempo, urge encontrar un lenguaje nuevo para proclamar nuestra fe com?n, un lenguaje compartido, un lenguaje espiritual que permita transmitir con fidelidad las verdades reveladas, ayud?ndonos as? a reconstruir, en la verdad y en la caridad, la comuni?n entre todos los miembros del ?nico Cuerpo de Cristo.

Esta necesidad, que todos sentimos, nos impulsa a proseguir sin desalentarnos el di?logo teol?gico entre la Iglesia cat?lica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto; y nos orienta a utilizar medios v?lidos y estables para que la b?squeda de la comuni?n no sea discontinua y ocasional en la vida y en la misi?n de nuestras Iglesias.

Ante la ingente obra que nos espera y que supera las capacidades humanas, es necesario recurrir principalmente a la oraci?n. Esto no exime del deber de poner tambi?n hoy todos los medios humanos v?lidos que puedan llevarnos a conseguir ese fin. Desde esta perspectiva, creo que su visita es una iniciativa muy ?til para hacernos avanzar hacia la unidad querida por Cristo. Sabemos que esta unidad es don y fruto del Esp?ritu Santo; pero tambi?n sabemos que, al mismo tiempo, exige un esfuerzo constante, animado por una voluntad cierta y por una esperanza inquebrantable en el poder del Se?or.

As? pues, gracias, Beatitud, por haber venido a visitarme juntamente con los hermanos que lo acompa?an. Gracias por esta presencia, que expresa concretamente el deseo de buscar juntos la comuni?n plena. Por mi parte, le aseguro que comparto ese mismo deseo, sostenido por una firme esperanza. S?, "el Dios de la perseverancia y del consuelo nos conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, seg?n Cristo Jes?s". As? nos dirigimos con confianza al Se?or, para que gu?e nuestros pasos por el camino de la paz, de la alegr?a y del amor.

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Art?culo publicado en la revista "Iglesia Nivariense" MAYO 2007, n?mero 75.

Hermandades v Cofrad?as: PIEDAD POPULAR

El 8 de diciembre de 1975, el Papa Pablo VI, public? su Enc?clica "Evangelli Nuntiandr'. Es aqu?, recogien?do el esp?ritu del Vaticano II, donde se habla abiertamente, por primera vez, de la Piedad Popular, de la religiosidad popular.

El Pont?fice reconoce que desde siglos se descubre, en el pueblo sencillo, expresiones particulares de b?squeda de Dios y de la fe.

Ciertamente la religiosidad popular tiene sus l?mites, est? expuesta a deformaciones de la religi?n, a supersticiones, a quedarse meramente en un nivel de manifestaciones culturales sin llegar a una verdadera adhesi?n de la fe. Pero, cuando est? bien orientada contiene muchos valores: Refleja una sed de Dios, hace capaz la generosidad y sacrificio cuando se trata de manifestarla. Comporta un hondo sentido de las cualidades que posee el propio Dios: la paternidad, la providencia, la presencia amorosa y constante. Engendra actitudes interiores como la paciencia, sentido de la cruz en la vida cotidiana, desapego, ace?taci?n de los dem?s, devoci?n.

Al asomarnos a ella, hemos de eliminar cualquier tic de autosuficiencia o menosprecio. No la debemos situar en el campo de la patolog?a de la fe, junto a la ignorancia, el fundamentalismo, el fanatismo o la superstici?n. La piedad popular, la religiosidad popular es, pura y simplemente, la religiosidad del pueblo. Se mueve pues en las coordenadas de la gente com?n y asume sus modos de expresarse en familia, la profesi?n, la so?ciedad y la cultura ambiente.

Tenernos una religiosidad creyente cristiana, cat?lica y compartida por muchos. Con gran arraigo tradicional, con acusadas expresiones emotivas, simb?licas y pl?sticas, sin que falte en este c?ctel una vena de interioridad y hasta el intimismo religioso.

En nuestra tradici?n, la religiosidad popular se manifiesta en la fuerza emocional de las im?genes sagradas, en las Hermandades y Cofrad?as que les dan culto y en las procesiones que desfilan por las calles como hemos podido observar en esta Semana mayor que hemos vivido hace unas semanas. Cristo, Mar?a, se nos muestran como si se diera en ellos una segunda encarnaci?n de esos sagrados personajes tallados por un artista inspirado. Es falso e injurioso que se trate aqu? de idolatr?a. Todos saben quienes son Cristo y Mar?a.

A El y a Ella son a los que adoramos e imploramos aqu?, sobrepasando la mediaci?n de una talla. No veneramos al re-presentante, sino al representado.

Aqu? no esta el fallo de la religiosidad popular. Este se encuentra en la carencia de catequesis cristiana y por tanto del consiguiente reduccionismo de la pr?ctica religiosa y de la misma fe a estos gestos y signos desprovistos de vida li?t?rgica y sacramental, sobrecargados en numerosas ocasiones de exterioridades, deficientes en la fe personal e incohe?rente en el comportamiento moral. Pero como le ocurre a tantos cristianos que viven una religiosidad natural y no han experimentado la salvaci?n de Jes?s.
El conocimiento de Cristo y su mensaje es el camino de nuestra salvaci?n para pasar del ritualismo hueco a una mayor profundidad religiosa, que suponga el encuentro con Cristo; del costumbrismo, a veces no s?lo popular sino populachero, a la hondura de sentimientos expresados en una verdadera fraternidad; del gusto del barroquismo lujoso, a la digna austeridad vivida en el acierto est?tico que nunca ahorra lo sublime por acumular adornos innecesarios; del sectarismo religioso -nosotros somos los ?nicos, los mejores, los m?s antiguos- que impide la comuni?n con el resto de la Iglesia, a una recia vitalidad de nuestra condici?n eclesial en la b?squeda de colaboraciones leales con respeto a la comunidad parroquial y diocesana.

De aqu? que en el Encuentro Diocesano de Cofrad?as y Hermandades celebrado el domingo 15 de abril en Icod de los Vinos, la Delegaci?n haya presentado un sencillo itinerario formativo para los cofrades de nuestra Iglesia Diocesana de Tenerife. Es la mejor manera de formarnos y de dar el salto hacia una fe madura, adulta y coherente. Nuestro mundo y nuestra sociedad nos lo est? exigiendo. No podemos ser cristianos/ as que no saben dar raz?n de su fe. En dicho Encuentro nos dimos cita cerca de 450 hermanos/as de la isla de Tenerife, entre ellos j?venes que participaron activamente.
El Vaticano 11 no s?lo no ha sepultado ni barrido la religiosidad popular; m?s bien al contrario. la ha redescubierto y valorado, consider?ndola como un campo privilegiado para la evangelizaci?n y una plataforma muy id?nea, y a veces casi ?nica, para evangelizar desde ella.

Todo gesto, todo programa, toda la vida comunitaria, toda la actividad formativa, toda obra de caridad, toda celebraci?n y toda procesi?n, todo culto y devoci?n, de cada una de las Hermandades y Cofrad?as, tienen que ser repensados y propuestos por cada una de ellas, dentro de una actitud orante, de comuni?n, para que todo conduzca hacia Cristo.

El culto, aunque constituya la finalidad principal de una Hermanad o Cofrad?a, no puede absorber todas las energ?as. M?s a?n, la autenticidad del culto se verifica tambi?n en la pr?ctica real del amor fraterno.

Por eso desde la Delegaci?n Diocesana queremos animar a todos los hermanos y hermanas cofrades a comenzar un cierto catecumenado formativo. Nos haremos presente en todos los arciprestazgos de la Di?cesis para presentar el material formativo y animaremos a todos a comenzar esta labor imprescindible. Si todas las cofrad?as y hermandades diocesanas logr?semos poner en marcha esta labor formativa, aunque no todos participen porque quiz?s no todos han descubierto la necesidad, estar?amos hablando de un n?mero

nada despreciable de cristianos form?ndose y madurando en la fe. Por eso creemos que merece la pena y desde la Delegaci?n apostaremos por ello.

Sin lugar a dudas, la religiosidad p?pular ennoblece la vitalidad cristiana de nuestras Cofrad?as y son muchos los j?venes que utilizan esa plataforma para acercarse de alguna manera a Dios y a la Iglesia. El potencial humano que existe en las hermandades y cofrad?as de la Di?cesis de Tenerife es una gran riqueza para nuestra Iglesia particular. A nosotros s?lo nos cabe acompa?ar, purificar, orar, hacer seguimiento, potenciar la formaci?n y sobre todo, dejar los prejuicios y valorar todo aquello que haga crecer el Reino de Dios en nuestra sociedad.
Pero no podernos olvidar los peligros como son el popularismo pseudoreligioso que no abunda sino en la hipocres?a de creer-nos cristianos por cumplir con unas costum?bres puramente externas, vac?as de toda significaci?n, verdaderamente, evang?lica.
Estamos convencidos que plantear lo mejor, el ideal, no es estar en contra de las Cofrad?as sino a favor de ellas. Las Cofrad?as son asociaciones p?blicas de fieles como bien dice el Derecho Can?nico, independientes de cualquier poder o de cualquier subvenci?n, garantizadoras de su libertad cristiana y de la libertad cristiana de sus componentes, con sus propios Estatutos en los que se comprometen a trabajar por la solidaridad social, por la formaci?n y cualificaci?n de sus miembros y por una vida cristiana coherente, eclesial, celebrada y vivida y en comuni?n con nuestro Obispo y la Iglesia Diocesana.

La Iglesia no est? contra las Cofrad?as, porque las Cofrad?as son Iglesia. La Iglesia quiere unas Cofrad?as cada d?a mejores. Y ?sta es la apuesta m?s seria que se puede realizar en favor de las Cofrad?as y en ese objetivo la Delegaci?n Diocesana trabajar? y pondr? todas sus energ?as.

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Art?culo publicado en el Bolet?n "Misioneros Javerianos" MAYO 2007, n?mero 433.

ENTRE NOSOTROS

compartiendo una ilusi?n

UNA FAMILIA MISIONERA


Con Guido Mar?a Conforti nace una nueva familia misionera en la Iglesia, un grupo de personas consagradas a Dios y a la Misi?n. Conforti, desde que se siente llamado a esta tarea de fundaci?n hasta la aprobaci?n de las Constituciones en 1921, ha ido perfilando las caracter?sticas de la familia misionera a la que desea dar inicio: un grupo de hermanos que viven en comunidad su consagraci?n a Dios y a la misi?n universal de la Iglesia.

Conforti funda una familia misionera, dedicada exclusivamente a la misi?n AD GENTES, cuyos miembros trabajan entre pueblos y grupos humanos fuera de la propia cultura y pa?s de pertenencia; con una dedicaci?n de por vida a este empe?o en los diversos servicios que la familia javeriana realiza para cumplir su objetivo: misi?n directa, animaci?n misionera y formaci?n de nuevos javerianos. Los javerianos somos un grupo de personas consagradas que, viviendo en comunidad, testimoniamos, expresamos y anunciamos el amor de Dios. La vida consagrada y la misi?n son, para Conforti, realidades estrechamente unidas.

Misioneros

Conforti, desde el principio, establece claramente la finalidad de la familia por ?l fundada. Dicen las primeras Constituciones Javerianas: ?Recuerden los miembros del Instituto que la esencia de su vocaci?n consiste en extender el reino de Dios entre los infieles (como se dec?a antes) y que a este nobil?simo fin deben hacer converger todas sus mejores energ?as, persuadidos de no poder emplearlas de modo m?s provechoso y meritorio?. As? mismo a?ad?a que ?por esto, consideren secundaria cualquier otra ocupaci?n que no tienda a la consecuci?n de tal fin y gu?rdense de cuanto pudiera de alguna forma desviar-les de ?ste, que deben considerar como el deber de todos los d?as y la regla de su obrar??

Religiosos-Consagrados

Conforti estaba convencido, y as? lo expresaba frecuentemente, de que ?la vida apost?lica, unida a la profesi?n de los votos religiosos, constituye de por s? lo m?s perfecto que, seg?n el Evangelio, se pueda vivir. Por la profesi?n de los votos religiosos morimos a todo lo que es de este mundo para vivir una vida escondida en Dios con Cristo Jes?s?. Para Conforti el modelo supremo y ?nico era Cristo, cuya misi?n contin?a el misio?nero. Los votos religiosos expresan la intimidad con Cristo en el que se encuentra la ?nica riqueza (voto de pobreza), en el que se descubre el amor pleno que nos hace donar nuestra vida por los dem?s (voto de castidad), en el que vemos el proyecto supremo de nuestra vida (voto de obediencia). Los votos religiosos expresan una dimensi?n ?m?stica?, una profunda uni?n e identificaci?n con Cristo, el misionero del Padre, al cual el misionero sigue y anuncia.

En comunidad

Conforti ve a sus misioneros como un grupo de hermanos que anuncian a Jesu?cristo; como una familia misionera que cree, vive y trabaja para, por medio del anuncio de Cristo, ?hacer del mundo una familia?.
En la Carta Testamento, escrita al presentar las primeras Constituciones javerianas aprobadas por la Santa Sede, Conforti escribe: ?el esp?ritu de amor intenso a nuestra familia religiosa, a la que hemos de tener por madre, y de caridad a toda prueba para con los miembros que la componen, debe ser una de las caracter?sticas de los miembros de nuestro Instituto?. ?Vivan (los javerianos) siempre en concordia y armon?a entre s?. Cualquier desacuerdo, cualquier diversidad de parecer, cualquier discrepancia que tomase cuerpo entre ellos, resultar?a de grave perjuicio para la paz y la fraterna edificaci?n?. ?Cada uno, por lo que a ?l toca, esfu?rcese por conservar diligentemente el v?nculo de esta uni?n santa evitando todo lo que pueda debilitarla?.

Comunidad y misi?n

El deseo y el proyecto de Conforti, en lo referente a la comunidad y a la vida misionera, han quedado expresados en las actuales Constituciones que dicen: ?Hacemos visible y cre?ble nuestra fraternidad viviendo en comunidad, lugar de compartir y de conversi?n, de perd?n y de fiesta. La comunidad basa su fraternidad ante todo en la escucha de la Palabra de Dios, en la fe y en la caridad?. ?La comunidad javeriana, formada por hermanos de diversas edades, proveniencia y formaci?n, que viven a ejemplo de las primeras comunidades cristianas, testimonia la presencia de Cristo, hace m?s cre??ble el anuncio del Evangelio e inspira el nacimiento y desarrollo de nue?vas comunidades cristianas. El estilo de vida, hecho de fraternidad, servi?cio y acogida, es adem?s una cons?tante invitaci?n para que otros se ad-hieran a la familia javeriana, respon?diendo a la llamada del Se?or?.

Esta es la Familia misionera que quiso Mons. Conforti, esta es la familia que los javerianos, entre luces y sombras, in-tentamos hacer realidad todos los d?as.

P. Luis P?rez Hern?ndez s.x.

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Art?culo publicado en la revista "Iglesia Nivariense", MAYO 2007, n?mero 75.

ESCUCHAR ES OIR CON EL CORAZ?N


Bajo el lema: "Escuchar es o?r con el coraz?n" se desarroll?, por primera vez en Tenerife, el Encuentro Nacional de Pastoral del Sordo. En el mismo participaron alrededor de noventa personas con alguna discapacidad auditiva procedentes de trece di?cesis de la geograf?a espa?ola. Los actos centrales de esta importan-te cita pastoral se realizaron en la Casa Diocesana de Ejercicios, en Santa Cruz de Tenerife.
La pastoral del sordo es una actividad de la Iglesia Cat?lica que atiende a las personas que padecen una discapacidad sensorial de tipo auditiva desde su nacimiento, o desde los primeros a?os de su infancia. Entre los objetivos principales de esta pastoral destaca, el querer conseguir que en todas las di?cesis de Espa?a haya una atenci?n es

pedal a los sordos, sobre todo en los momentos de la celebraci?n eucar?stica, la proclamaci?n de la Palabra de Dios, en las confesiones o en la preparaci?n personal para recibir los sacramentos.
Agust?n Yanes, sacerdote responsable de la pastoral del sordo en la Di?cesis Nivariense, ha se?alado la importancia que tiene este tipo de encuentros anuales ya que, seg?n expresa, "se trata de una pastoral dif?cil debido al desconocimiento que se tiene de las perso?nas sordas y de cu?les son sus necesidades". Adem?s, ha indicado que "no se puede hacer nada para el sordo sin contar con el sordo". Por tal motivo, "este encuentro es una inmejorable cita para intercambiar experiencias, ayudarse mutuamente y crear material adecuado para trabajar en las diferentes di?cesis". Yanes cumpli?, precisamente, esos d?as sus cuarenta a?os de dedicaci?n ministerial a este sector pastoral.

Esta asamblea nacional comenz? recordando la historia de esta pastoral para, a continuaci?n, el Vicario General, Antonio P?rez, impartir una conferencia sobre la "evangelizaci?n". Por su parte, el obispo, Bernardo ?lvarez presidi? una Eucarist?a en Candelaria.

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(Lima, 19 de junio de 2007) La coordinaci?n nacional de la Campa?a de Solidaridad ?Compartir? acaba de publicar en Internet los materiales elaborados para la tem?tica que trata este a?o: ?Violencia Familiar?.

El afiche, tr?ptico, texto base, los spots de radio y televisi?n, y un video informe sobre esta problem?tica y la propuesta de los Obispos del Per?, frente a la violencia que afecta a miles de familias en nuestro pa?s, pueden descargarse desde su p?gina web: www.iglesiacatolica.org.pe/cep/compartir

La intenci?n de los subsidios, que ser?n distribuidos a nivel nacional a trav?s de los coordinadores diocesanos, es el conocimiento sobre las causas y consecuencias de la ?violencia familiar?, as? como el trabajo en grupos, comunidades, colegios, instituciones y otros, para dialogar sobre el tema de manera abierta y clara, ya que las m?ltiples formas de maltrato en los hogares no son denunciados por considerarse como ?problemas intrafamiliares? o ser asumidos como normales.

Este a?o, ?Compartir? propone en sus materiales una reflexi?n sobre la ?violencia familiar?, subrayando que nos estamos acostumbrando a ver las situaciones de maltrato y abuso entre los miembros de la familia, como una reacci?n natural o como un mecanismo de resolver los problemas en el seno familiar.
De aqu?, el lema de la Campa?a: ?Familia unida, camino para la paz?, puesto que siendo la familia el n?cleo fundamental de la sociedad, es a trav?s de ella que podemos construir un barrio, localidad, regi?n y pa?s, sin violencia.

Monse?or Juan Jos? Larra?eta, OP., Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana y Presidente de la Campa?a ?Compartir?, se?al? en el evento de lanzamiento que la asamblea episcopal decidi? abordar la ?violencia familiar? porque es un tema que afecta a miles de familias peruanas.

Subray? que para hacer frente a esta situaci?n ?hay que reconocer que la violencia existe en miles de hogares?, y a la vez que pidi? a todas las familias iniciar acciones en los hogares y en la comunidad para terminar con el maltrato f?sico y psicol?gico. ?Que el Se?or nos anime y nos de esa pasi?n para combatir las causas de la violencia familiar?, dijo el Obispo.

Las estad?sticas revelan que en el Per?, alrededor del 60% de las familias sufren problemas de violencia, ya sea maltrato entre los esposos, de padres a hijos, de hijos a padres y contra los adultos mayores. Seg?n una encuesta demogr?fica y de salud familiar del 2006, el 79% de las mujeres que han sufrido violencia no denuncian el hecho. Asimismo, el 49% de los ni?os y adolescentes reciben golpizas y maltratos de parte de sus padres y en el caso de los adultos mayores, los Centros de Emergencia del Ministerio de la Mujer atendieron 1120 denuncias de maltratos a adultos mayores.

Este a?o, la Campa?a de Solidaridad ?Compartir? propone hacer frente a la violencia en los hogares peruanos, poniendo en pr?ctica acciones para lograr la unidad y la paz, en las familias.

Agradecidos por su difusi?n,

Oficina de Prensa de la CEP

Lunes, 25 de junio de 2007
INTENCION MISIONERA - Julio: ?Para que, conscientes de su propio deber misionero, todos los cristianos ayuden efectivamente a los que trabajan en la Evangelizaci?n de los pueblos? Comentario a la intenci?n misionera indicada por el Santo Padre a cargo del Padre Vito Prete, PIME, Secretario general de la Pontificia Uni?n Misionera (PUM)

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Iglesia es la Comunidad de los hombres y de las mujeres convocados por la Trinidad. Es el Pueblo de Dios, que tiene que dar testimonio y proclamar la salvaci?n tra?da por Cristo. Esta existe para la humanidad. Es una Iglesia que reza, es una Iglesia que anuncia, es una Iglesia que interpreta y, a la luz del Se?or, ilumina y se en el curso de la historia de la humanidad, para llevar a todos los pueblos de la tierra a la salvaci?n final.
Con el bautismo los cristianos ?son consagrados para formar una casa espiritual y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales y anunciar las maravillas de quien los llam? de las tinieblas a la luz admirable? (LG 10). Entre todos ?existe una verdadera igualdad en lo referente a la dignidad y a la acci?n com?n de todos los fieles para la edificaci?n del Cuerpo de Cristo? (LG 32). Ellos participan en la misma misi?n salv?fica de la Iglesia, a cuyo apostolado todos est?n llamados por el mismo Se?or. Son al mismo tiempo, testimonios vivos e instrumentos de la misi?n, Por los mismos dones que le han sido conferidos, se convierte en testigo e instrumento vivo, a la vez, de la misi?n de la misma Iglesia "en la medida del don de Cristo" (Ef. 4,7) (LG 33)
La responsabilidad de la misi?n es de todos, no est? ligada al sexo, al estado de vida, porque coloca la persona al servicio del Reino de Dios. Cada uno tiene que llevar a la Iglesia y a la edificaci?n del Reino de Dios todo lo que tiene y todo lo que puede hacer. Cada capacidad y potencialidad humana pueden estar puestas al servicio de la misi?n si se las usa en Cristo. La evangelizaci?n a los no cristianos estimula a los cristianos efectivamente a testimoniar la santidad en la realizaci?n de su espec?fica dimensi?n misionera.
La misma, debe ser la ocupaci?n y la preocupaci?n constante de la comunidad cristiana. No puede reducirse solamente a la conclusi?n del compromiso pastoral, sino debe ser su constante horizonte y su paradigma por excelencia. La misi?n, de hecho, abre nuevos horizontes de ministerio, hace reconocer tareas de responsabilidad que tienen las distintas formas de vida cristiana, porque acerca el anuncio de Jesucristo a la historia humana, proyecta la Iglesia en el mundo, la pone en contacto din?mico y salv?fico con las realidades humanas y c?smicas.
Por esto se pide a todos los fieles de no quedar encerrados en una comunidad replegada en s? misma, sino de levantar la mirada sobre el vasto mar del mundo, de tirar las redes para que cada hombre encuentre la persona de Jes?s, que renueva a todos. Es necesario congregar todas las fuerzas eclesiales para este compromiso misionero: las Iglesias locales, los Obispos, los sacerdotes y religiosos, los laicos. Todos tienen que colaborar en sinergia cada uno conservando y autentificando su propia vocaci?n, en comuni?n y corresponsabilidad en la misi?n.? Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno de vosotros es una parte de ?l, con su propia funci?n. (Icor 12,27).
Sin embargo no todos est?n dotados de aquella vocaci?n especial de la cual habla el Decreto Conciliar ?Ad Gentes?, y son los misioneros y misioneras que parten hacia otras Iglesias y otros pa?ses para anunciar el Evangelio a los no cristianos y en los ambiente que no tienen como punto de referencia a Cristo. Es m?s su n?mero disminuye. Pero el Esp?ritu suscit? otros sujetos misioneros: son los miembros de las Iglesias locales de los territorios de misi?n, que desarrollan una verdadera actividad de evangelizaci?n, son los sacerdotes y laicos Fidei Donum, son los miles de laicos (individuos o familias) que recorren los caminos del mundo, anunciando el Reino de Dios. Ellos son los testimonios de la radical vocaci?n misionera de toda la Iglesia, que a trav?s de ellos, desciende al lado de cada hombre para llevar la salvaci?n integral de Cristo.
Ellos est?n dispersos entre la gente, como los misioneros de las primeras comunidades apost?licas, Y como aquellas, tambi?n hoy las nuevas comunidades cristianas est?n sometidas a persecuciones, discriminaciones, falta de medios de subsistencia. Seg?n algunos informes son 200 millones los cristianos que arriesgan la persecuci?n en 60 pa?ses, de Asia y ?frica. El martirologio contin?a a ser escrito por tantas personas que en nombre de Cristo y de la justicia son encarcelados, secuestrados, asesinados y padecen hambre y sed. Permanece actual el lamento del Profeta: ?Por causa tuya nos ponen a muerte todo el d?a?.
Las misiones ?son un trabajo de todos?. De hecho se pide a todos tomar parte efectivamente de la difusi?n del Reino de Dios, ayudando a los misioneros y a las Iglesias que ?est?n en las fronteras, con la oraci?n, con el testimonio y con la ayuda econ?mica. Reconociendo que la misi?n es de Dios, es deber nuestro pedir sin cesar al Padre para que ?Venga su Reino? y ?mande operarios a su mies? que anuncien el Evangelio a toda criatura hasta los extremos confines de la tierra. El mensaje cristiano en sus actuales circunstancias de crisis del cristianismo en Occidente ser? convincente solo a trav?s del testimonio de la vida personal y comunitaria de los creyentes, que son el motivo de credibilidad.
En fin, es necesario dar todo el sost?n humano y financiero a los misioneros del Evangelio y a las Iglesias irradiadas en el mundo ?de los gentiles?. Viven en las fronteras antropol?gicas y sociales de la humanidad, donde el drama de la vida es tr?gico y complejo. Es aqu? que la Iglesia tiene que mostrar el rostro del amor de Dios, yendo al encuentro de los hombres que est?n afligidos en el alma y en el cuerpo. (P. Vito Del Prete, PIME) (Agencia Fides 23/6/2007, L?neas: 67 Palabras: 1005)

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Morelia (Agencia Fides) - Mons. Alberto Su?rez Inda, Arzobispo de Morelia, ha escrito una carta a todos los fieles de su di?cesis convoc?ndolos a la celebraci?n del IV Congreso Eucar?stico Nacional que se celebrar? del 30 de abril al 4 de mayo del pr?ximo a?o 2008.


PALABRA DEL OBISPO (Domingo 24 de Junio de 2007)

Morelia, sede del IV
Congreso Eucar?stico Nacional


+ Alberto Su?rez Inda, Arzobispo de Morelia


Los Obispos de M?xico, en la Asamblea Plenaria
del pasado mes de abril, eligieron por gran mayor?a a la ciudad de Morelia como sede del IV Congreso Eucar?stico Nacional que tendr? lugar, con el favor de Dios, del 30 de abril al 4 de mayo del pr?ximo a?o 2008.

Mientras que los Congresos Eucar?sticos Internacionales se han venido celebrando puntualmente cada 4 a?os, de modo que el pr?ximo que se realizar? en Quebec en junio del a?o que viene ser? ya el n?mero 49, en M?xico se hab?a interrumpido por largo tiempo la realizaci?n de estos eventos a nivel nacional. El primer Congreso Eucar?stico Nacional tuvo lugar en Guadalajara en 1906, el segundo en la Ciudad de M?xico en 1924 y recientemente el tercero tambi?n en la capital de la Rep?blica el a?o jubilar 2000. El prop?sito es que de ahora en adelante se tenga cada 4 a?os en distintas Di?cesis en fecha previa al Congreso Internacional.

Al preguntarnos qu? es un Congreso Eucar?stico, podemos decir que se trata de una vivencia fuerte de la Iglesia en torno al centro de nuestra fe, en torno a Cristo realmente presente en el Sacramento del altar. Es una vivencia de fe, una manifestaci?n p?blica de culto y una expresi?n de caridad.

En todo Congreso Eucar?stico hay un aspecto de estudio y reflexi?n, de catequesis y meditaci?n que nos ayuda a profundizar en este Misterio inagotable que es la Eucarist?a, culmen y fuente de la vida cristiana. No pueden faltar las celebraciones solemnes en las que la comunidad cristiana, en comuni?n con sus pastores, vibra en un ambiente de alabanza gozosa. Lo ideal es que, adem?s del fruto espiritual, pudiera tambi?n quedar como testimonio de caridad alguna obra social a favor de los pobres.

El lema de nuestro Congreso ser?: Jesucristo Eucarist?a, don de Dios y fuente de vida para nuestras familias. Cristo, que se ofrece al Padre y se entrega a los hombres, es el Don por excelencia; en la Eucarist?a nos da la prueba m?s grande de su amor, pues ah? se actualiza su Sacrificio Redentor y se queda entre nosotros como hu?sped, alimento y prenda de vida eterna. Si los regalos que nos ofrecemos los humanos quieren manifestar una amistad invaluable, el don de S? mismo que hace el Hijo de Dios no tiene precio ni se podr? suficientemente valorar.

La Vida es el valor fundamental sin el cual todo lo dem?s pierde sentido, la aspiraci?n m?s honda es vivir en plenitud. Tristemente, en el ambiente de nuestra ?poca predomina la as? llamada ?cultura de la muerte?. Cristo es la vida del mundo, sin ?l se desvanece la esperanza, ya que el desgaste, la enfermedad, la frustraci?n y la muerte nos acechan a cada instante. Especialmente en el Pan de Vida encontramos el remedio de tantos males al d?rsenos desde ahora la prenda de la vida eterna.

Queremos subrayar la relaci?n que tiene la Eucarist?a, banquete y sacrificio, con la vida de Nuestras Familias. La vivencia eucar?stica en el hogar puede ser muy rica. Comenzando por congregar a los miembros de la familia, introducirlos en una din?mica de reconciliaci?n, aliment?ndolos con la Palabra de Dios, ayud?ndoles a vivir en actitud de ofrenda y gratuidad, transform?ndolos por el Esp?ritu para ser Cuerpo del Se?or uni?ndolos en la comuni?n de amor y envi?ndolos a una misi?n apost?lica. La espiritualidad eucar?stica en la familia ha de ser prioridad y nos orienta al Encuentro Mundial de las Familias para el a?o 2009 en nuestra Patria.

He nombrado una comisi?n preparatoria integrada por varios Sacerdotes y coordinada por Mons. Francisco Moreno. Se ir?n formando equipos de trabajo y oportunamente se dar?n a conocer los avances. Invito desde ahora a toda la Arquidi?cesis a interesarnos en la preparaci?n del IV CEN, a orar por su ?xito y a colaborar en todo lo que se vaya ofreciendo.

Aunque ser? propiamente la ciudad episcopal la sede del evento nacional, en todas las Parroquias y comunidades se habr?n de vivir las etapas del pre-Congreso. De manera especial pido a los monasterios de vida contemplativa que ofrezcan sus oraciones por esta intenci?n. Convoco a los movimientos diocesanos y a las asociaciones eucar?sticas a participar con entusiasmo.

La Virgen Mar?a, Mujer eucar?stica, nos ense?e y ayude a creer, amar y servir a su Hijo Jesucristo.

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San Jos? (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal de Costa Rica han emitido un Comunicado ante la propuesta de algunos diputados para equiparar la uni?n entre personas del mismo sexo a la instituci?n matrimonial.


Comunicado de la Conferencia Episcopal de Costa Rica con relaci?n a la propuesta de regulaci?n jur?dica a la uni?n civil entre personas del mismo sexo


1. Los diputados Ana Helena Chac?n Echeverr?a, Jos? Merino del R?o y Carlos Manuel Guti?rrez G?mez, han presentado el proyecto de ley, expediente legislativo 16.390, a la Comisi?n Permanente de Asuntos Jur?dicos, en el cual se propone equiparar la uni?n entre personas del mismo sexo a la instituci?n matrimonial, con los derechos que corresponden a los c?nyuges, lo cual es totalmente improcedente desde el punto de vista del derecho natural, del derecho constitucional y, en nuestra condici?n de creyentes, del derecho divino.

2. Queremos dejar muy claro que las personas con inclinaci?n homosexual, son personas creadas por Dios. Dios ama todo lo que El ha creado y no desprecia a ninguna de sus criaturas. Por consiguiente, estas personas est?n dotadas de la dignidad inalienable que corresponde a cada ser humano y son sujetas de los derechos y deberes humanos correspondientes.

3. El respeto que se le debe a la persona con inclinaci?n homosexual no legitima la uni?n entre personas del mismo sexo. El bien com?n de la sociedad exige que las leyes defiendan, favorezcan y protejan la uni?n matrimonial como base de la familia y c?lula primaria de la misma sociedad. El matrimonio basado en la ley natural y en el plan de Dios s?lo puede ser contra?do entre una mujer y un var?n. Si se aprobara el mencionado proyecto, ser?a un mal para la sociedad, una herida mortal para la instituci?n matrimonial y para la familia y una extorsi?n del plan de Dios.

4. Hacemos un vehemente llamado a todos los se?ores diputados y se?oras diputadas, para que tomando conciencia delante de Dios y, considerando la voluntad de la mayor?a de los costarricenses al respecto, asuman la misi?n que se les ha encomendado de promover y defender los m?s altos principios morales y ?ticos, que no admiten derogaciones, excepciones o compromiso alguno. A ustedes corresponde salvaguardar la tutela y la promoci?n de la familia fundada en el matrimonio monog?mico, entre personas de sexo opuesto y protegerla en su unidad y estabilidad. La familia no puede ser jur?dicamente equiparada a otras formas de convivencia, ni ?stas pueden recibir, en cu?nto tales, reconocimiento legal en consonancia con los art?culos 51? y 52? de nuestra Carta Magna y el art?culo 17? de la Convenci?n Americana sobre Derechos Humanos.

Nuestra Se?ora de los ?ngeles, Patrona de Costa Rica, la Madre que ama a cada uno de sus hijos, interceda ante su Hijo Jesucristo, para que ilumine con su luz y nos haga constructores de una patria m?s llena de valores y principios morales.

Dado en la Sede de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, el d?a el 22 de junio del 2007.

Con afecto les saludamos y bendecimos.

Monse?or Jos? Francisco Ulloa Rojas
Obispo Diocesano de Cartago y
Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

Monse?or Hugo Barrantes Ure?a
Arzobispo Metropolitano de San Jos?
Vicepresidente de la Conferencia Episcopal

Monse?or Oscar Fern?ndez Guill?n
Obispo Diocesano de Puntarenas
Secretario General

Monse?or Jos? Rafael Barquero
Obispo Diocesano de Alajuela

Monse?or Jos? Rafael Quir?s Quir?s
Obispo Diocesano de Lim?n

Monse?or Vittorino Girardi Stellin
Obispo Diocesano de Tilar?n

Mons. Guillermo Lor?a Garita
Obispo Diocesano de San Isidro de El General

Monse?or Angel Sancasimiro
Obispo Diocesano de Ciudad Quesada

Publicado por verdenaranja @ 23:31  | Hablan los obispos
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EUROPA/PORTUGAL - La ley del aborto entrar? en vigor el 15 de julio: ?Una medida contra la civilizaci?n y contra el propio hombre?

Lisboa (Agencia Fides) - Le ley que permite en Portugal el aborto en las primeras diez semanas de gestaci?n se aplicar? a partir del 15 de julio, despu?s de que fuese publicado a finales de la semana pasada el decreto que reglamenta la nueva legislaci?n en el bolet?n oficial del estado. Este era el ultimo pasado legal para la puesta en marcha de la ley que fue aprobada en el refer?ndum celebrado el pasado 11 de febrero. En el refer?ndum venci? el si al aborto pero no fue vinculante pues no alcanz? la participaci?n necesaria. Tan s?lo el 43,6 por ciento de las personas con derecho a voto se presentaron ante las urnas para presentar su opci?n. El 59,25% de ellos optaron por el ?s?? al aborto, mientras que el ?no? fue respaldado por el 40,75%.
El decreto establece una consulta m?dica obligatoria, que debe ser marcada en un plazo m?ximo de cinco d?as, y que la comprobaci?n de que el embarazo no excede las 10 semanas debe ser certificada por un m?dico diferente al que vaya a realizar el aborto. La disposici?n establece que todas las interrupciones del embarazo ser?n inscritas en un registro an?nimo y confidencial que contendr? datos sobre la paciente y la intervenci?n. Si bien la ley garantiza el derecho de los m?dicos a la objeci?n de conciencia para no participar en abortos, en el fondo no lo reconoce porque les obliga a encaminar a la mujer a los 'servicios competentes dentro de los plazos legales' y, en el caso de peligro de muerte de la madre, el medico carece del derecho a la objeci?n de conciencia y deber? aplicar el aborto.
Los Obispos de Portugal en su ?ltima Asamblea Plenaria (ver Fides 17/4/2007), reafirmaron su determinaci?n de luchar por la vida y en ayuda de las mujeres en dificultad, apelando a la recta conciencia de todos los que intervienen en el proceso que puede conducir al aborto, a la vez que recordaban que un m?dico que practique un aborto ?deber?a repensar y revisar la coherencia de su fe?.
Isilda Pegado, Presidente de la Federaci?n Portuguesa por la Vida, considera que esta medida ?no est? a favor de una sociedad m?s humana y digna sino que por el contrario va contra la civilizaci?n y contra del propio hombre?. La Federaci?n ha reafirmado tambi?n su decisi?n de continuar trabajando con fuerza en la conciencia social que es necesario tomar sobre esta ley, afirmando que ?no constituye un bien para las mujeres sino una destrucci?n de la sociedad?.Asi mismo destac? que cada vez surgen mas instituciones en el pa?s que se una a esta lucha en defensa de la cultura de la vida y de la maternidad. (RG) (Agencia Fides 25/6/2007 L?neas: 32 Palabras: 471)

Artículo publicado en el Boletín "Misioneros Javerianos", Mayo 2007, número 433.


TRAFICO DE ORGANOS HUMANOS



El comercio de riñones es ya un fenómeno global, presente tanto en los países del Sur como en el Norte del mundo. Con la introducción de la ciclosporina, un fármaco inmuno-depresor utilizado para prevenir el rechazo, el trasplante de riñón se ha transformado en una operación relativamente segura. En muchas partes del mundo la demanda sobrepasa la oferta y los intermediarios están dispuestos a cubrir el déficit. Según Nancy Scheper-Hughes, docente e investigadora de la Universidad de Berkeley, en la actualidad hay muchos abusos relacionados con el trasplante de riñones en todo el mundo y de diferentes maneras: desde recibirlos de los condenados a muerte en China hasta quitarlos de los cadáveres en Argentina.

BRASIL

En Brasil, una ley de 1997 no permite el comercio de órganos y de tejidos humanos. La condena para los transgresores es de tres a ocho años de cárcel y una multa correspondiente a 360 días de salario mínimo. En 1998 Brasil aprobó una ley que permite a cada brasiliano mayor de edad ser donante de órganos en el momento de su muerte, salvo excepciones.

Pero este «consentimiento presunto» fue en un primer momento criticado y después cambiado. Ahora se pide el consentimiento de los parientes. Mucha gente pobre prefiere que en su documento de identidad se escriba: «No soy un donan-te de órganos».

SUDÁFRICA

El decreto sobre los tejidos humanos de 1983 delibera que nadie puede percibir beneficio económico por la venta de cualquier tejido, incluso músculos, huesos, órganos o fluidos corporales. Los violadores serán castigados con una multa máxima de 300 dólares o un año de cárcel como máximo. Pero hay un párrafo de la ley que permite al di-rector del hospital o al médico manipular tejidos y órganos de la persona fallecida si ésta es desconocida, o si los familiares no se han presentado a reclamar el cuerpo, siempre y cuando el órgano esté sano.

ESTADOS UNIDOS

El presidente Bush ha firmado un decreto para la mejora sobre la donación de órganos y su recuperación. Aunque vender o pagar los órganos siga siendo ilegal, la ley autoriza al gobierno federal devolver a los donantes vivos los gastos y ofrecer préstamos para que aumenten las donaciones y se pueda mejorar la conservación y la compatibilidad del organismo.

En 2004 el Estado de Winsconsin ha sido el primer Estado a dar a los donantes vivos una exención fiscal de hasta 10.000 dólares por asistencia sanitaria.

IRÁN

Las ventas de riñones son legales y reglamentadas. El comercio está controlado por dos orga¬nizaciones no gubernamentales: la «Asociación caritativa que ayuda a los enfermos de riñones» (Caskp) y la «Fundación caritativa para unas enfermedades especiales» (Cfsd), las dos aprobadas por el Gobierno.

La primera, relaciona posibles enfermos con los donantes y gestiona los análisis médicos para garantizarse que no haya rechazo. La segunda, paga al donante la suma de unos 1.200 dólares sacados de un fondo gubernamental. Los que los reciben, por su parte, ofrecen a los donantes un trabajo o un plus en dinero por el trasplante. A esta manera de proceder las dos ONG la han llamado «una innovación, un nuevo capítulo en la historia de los trasplantes». Pero unos estudiosos han encontrado recientemente en los “donantes vendedores”, “daños colaterales” de bastante gravedad: depresión, cansancio, palpitaciones e, incluso, tentativas de suicidio.

INDIA

India es considerada el «almacén de los riñones» a causa de su precio mínimo y de una amplia oferta. El Gobierno indio ha intenta-do frenar el fenómeno con un decreto fechado en 1994 (Human Organs Transplant Act - HOTA) declarando ilegal la venta de órganos. Siendo el Estado y no el Gobierno federal el responsable de la sanidad, sólo tres asambleas estatales (Maharashtra, Goa e Himachal Pradesh) han adoptado la ley. Las ONG presentes en este País refieren que el co¬mercio de órganos ha aumentado al transformarse en clandestino.

Según la Voluntary Health Association of India, cada año mas de dos mil personas venden órganos (en 1985 tan sólo 500). Los enfermos pagan de dos a tres mil dólares por un riñón y su trasplante, mientras que al donante se le dan aproximadamente 300 dólares.
La comisión de los Derechos Humanos de la ONU relata en su informe de 1993 que en la India se vendían más riñones que en cualquier otra parte del mundo a compradores de los países ricos. Por cada riñón el intermediario recibe de diez a veintitrés mil dólares.

CHINA

En China es ilegal vender o comprar órganos, pero una ley de 1984 permite que le sean extraídos los órganos a un condenado a muerte si los familiares no se hacen cargo enseguida del cuerpo. Amnesty International refiere que según la prensa china, en 2002 ha habido mil sesenta ejecuciones capitales pero hay «voces» que amplían este total hasta quince mil. Los órganos de los encarcelados son vendidos a doctores «visitadores» procedentes de Hong Kong, Taiwán o Singapur.

En China, así como en Japón, hay un tabú cultural relacionado con los trasplantes y transmitido por las creencias budistas según las cuales el trasplante de un órgano hace imperfecto el cuerpo del donante que se transforma en una persona «degenerada».

PAKISTAN

A este país se le llama «el bazar del riñón». Un donante de riñón gana hasta 2.500 dólares mientras que los que los reciben —unos 2.000 cada año— pagan desde 6.000 hasta 12.000 dólares y, en China, hasta 70.000 dólares. En Pakistán hay unas 20 clínicas de trasplantes y el 10% de los donantes son extranjeros; según Bakhsh Alí, del Instituto de Urología y Trasplantes de Singh, muchos llegan de Medio Oriente y otros de Europa.

El Gobierno ha preparado un esbozo de ley para «reglamentar los transplantes» de riñón al tiempo que anima a que los donantes sean miembros de la misma familia.


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Art?culo publicado en la revista de la Di?cesis de Tenerife "Iglesia Nivariense" MAYO 2007, n?mero 75.

Sana Laicidad



Cuando lean nuestra revista ya se habr? celebrado en Tenerife un curso titulado Espa?a: entre la Aconfesionalidad, el Laicismo y la Laicidad. Por ello, consideramos interesante acercarles a algunas de las cosas dichas al respecto por el presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola en la apertura de su ?ltima Plenaria.

El Papa, se?ala Monse?or Ricardo Bl?zquez, propugna lo que llama "sana laicidad" que "implica la autonom?a efectiva de las realidades terrena-les respecto a la esfera eclesi?stica, no as? frente al orden moral". Consiguientemente, a la Iglesia no corresponde indicar qu? ordenamiento pol?tico y social es preferible: es el pueblo el que libremente determina las formas m?s adecuadas de organizar la vida pol?tica; toda intervenci?n directa de la Iglesia en este campo constituir?a una injerencia indebida. Pero la misma "sana laicidad" comporta tambi?n que "el Estado no considere la religi?n como puro sentimiento individual, susceptible de relegarse al ?mbito privado. Al contrario, la religi?n al estar organizada tambi?n en estructuras visibles, como es el caso de la Iglesia, debe ser reconocida como presencia comunitaria p?blica". En este marco de "sana laicidad" con las actitudes y conductas que le son coherentes, se comprende que sea garantizado el ejercicio de las actividades de culto, y tambi?n culturales, educativas y carita?tivas, de la comunidad de los creyentes; que dentro de la laicidad, que no degenera en laicismo, sean respetados los s?mbolos religiosos en las instituciones p?blicas. Entran en una "sana laicidad" que los representantes leg?timos de la Iglesia se pronuncien sobre los problemas morales que se plantean a la conciencia de todos los hombres; la Iglesia debe defender y promover los grandes valores que dan sentido a la vida de la persona y salva-guardan su dignidad.

Nuestro Estado es aconfesional, ya que "ninguna confesi?n tendr? car?cter estatal" (Constituci?n Espa?ola, art. 16,3); y los ciudadanos ser?n lo que juzguen en conciencia. El Estado es acon?fesional para que cada persona, seg?n su libre de-cisi?n, pueda ser creyente o no creyente, de esta religi?n o de la otra, respetando el orden p?blico y no oponi?ndose al orden moral. La Iglesia, que contribuy? eficazmente al consenso fundamental que estableci? la democracia en los a?os de la llamada transici?n pol?tica, de que podemos estar orgullosos los espa?oles y que ha merecido elogios de otros pa?ses, se siente institucionalmente bien en estas coordenadas. Fundados en aquel acuerdo reconciliador, podemos y debemos continuar construyendo entre todos y para todos el futuro de nuestra sociedad.

En un Estado aconfesional y en una sociedad donde la pluralidad tiene gran calado, en orden a asegurar una convivencia fecunda y promover un ordenamiento jur?dico democr?tico, es importante la b?squeda y la afirmaci?n de unas bases morales comunes pre-pol?ticas o meta-pol?ticas, por parte de quienes profesan una "laicidad sana", sean creyentes o no creyentes. ?Por qu? v?as promover esa com?n base moral? La siguiente pers?pectiva es fundamental e insustituible; en este contexto afirmamos con el Papa "la necesidad de reflexionar sobre el tema de la ley natural y de recuperar su verdad, com?n a todos los hombres. Dicha ley est? inscrita en el coraz?n del hombre y, por consiguiente, sigue resultando hoy no puramente inaccesible" (Discurso en el Congreso Internacional sobre Derecho Natural, 12 de febrero de 2007). La ley natural est? abierta a la raz?n en su permanente b?squeda de la verdad del ser humano, y es como el norte de su camino en la historia. La ley, escrita por Dios en el coraz?n (cf. Ron) 2,15-16), une a los cristianos con los dem?s hombres para buscar la verdad y re?solver los problemas morales que se plantean al individuo, a la sociedad y a la humanidad entera (cf. Gaudium et .spes, 16).

L?cidamente conecta el Papa la verdad del hombre con la libertad de todos: "Como la libertad humana es siempre libertad compartida con los dem?s, resulta patente que la armon?a de las libertades s?lo puede hallarse en lo que es com?n a todos: la verdad del ser humano, el mensaje fundamental del propio ser, es decir, la lex naturalis". De esta fuente fluyen los derechos fundamentales y sus correspondientes obligaciones. Todo ordenamiento jur?dico "halla en ?ltima instancia legitimidad en su arraigo en la ley natural, en el mensaje ?tico inscrito en el propio ser humano. La ley natural es, en definitiva, el ?nico baluarte v?lido contra la arbitrariedad del poder o contra los enga?os de la manipulaci?n ideol?gica". La dignidad del ser humano, percibida por la conciencia que es el n?cleo m?s secreto y como el sagrario del hombre, se rebela frente a sus humillaciones.

A la luz de la conexi?n ?ntima entre libertad y verdad, puesta de relieve habitualmente por el Papa, podemos preguntar: ?No necesitamos una reflexi?n honda y abierta sobre la libertad tanto en su concepci?n te?rica como en su realizaci?n hist?rica en la vida personal y social'? (...) La libertad humana, la verdad, la justicia, la solidaridad, el amor y el respeto de las personas se comprenden y realizan en mutua interacci?n. Todas estas realidades son como astros de una constelaci?n con cuyos movimientos coordenados se sal?vaguarda y madura armoniosamente la dignidad humana. La libertad debe ser educada para que no pierda el rumbo ni se convierta en ego?sta e insolidaria.

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Art?culo publicado en la revista de la Di?cesis de Canarias "Iglesia al D?a", Mayo de 2007, n?mero 204.


?CU?NTO CUESTA UNA PRIMERA COMUNI?N?


por: Jos? Alonso Morales

Este es el t?tulo de alg?n art?culo en peri?dicos y revistas. Dicho as? aparece como uno de los pecados a a?adir en la lista contra la iglesia, que obliga a hacer esos gastos. Ah? est?n los escaparates con los modelos para ni?os y ni?as y el surtido de todos los posibles complementos: zapatos, diademas, lazos, calcetines e incluso, insignias de almirante o de marinero. Se anuncian restaurantes con men?s para primeras comuniones y los almacenes de regalos se especializan para esta ocasi?n. Las madres recorren las butiques a la b?squeda de alg?n traje y una vez pasada la fiesta la familia se queda pagando los plazos hasta el inicio del a?o. Han peleado con el cura para el n?mero de fotos, en qu? momentos y desde qu? perspectivas. Las ni?as, peque?as novias, y los ni?os, de gala rigurosa, se deslizaron por la pasarela del presbiterio para leer, para la ofrenda, para las peticiones. El comentario general es que "estaban mon?s imos/a s".

?No es verdad que todo esto se nos ha ido de las manos? Los que marcan el ritmo y estilo de las primeras comuniones son los que arbitran el comercio y los niveles del consumo. Ya lo hacen en las bodas. Conozco a m?s de una pareja que no se ha casado esperando a tener dinero para el traje y el convite. Lo inician en los bautizos y t?midamente comienzan en las confirmaciones. Asist? a una confirmaci?n que cuando el grupo entr? hacia los lugares reservados parec?a un pase de modas de caluroso vera-no por la poca cantidad de tela y la transparencia de su calidad. Me pareci? una fiesta de fin de a?o.

Los comercios no ofertar?an los trajes si no se compraran, ni se llenar?an los escaparates de complementos si se les quedaran de un a?o para otro y los restaurantes no ofrecer?an men?s si se quedaran con los v?veres en las neveras y congeladores. Esto suceder?a si los creyentes nos dedic?ramos a fondo a preparar el sacramento m?s que el boato, a vivir la celebraci?n m?s que la fiesta social. Si tuvi?ramos unos criterios comunes de cara a la celebraci?n y sus repercusiones sociales. La labor benem?rita de tantos y tantas catequistas se est? quedando s?lo como un recuerdo de muchas primeras y ?ltimas comuniones. Por la dignidad de los sacramentos y por respeto a los pobres, a quienes les obligamos a quedar fuera, o, a encadenarse con los plazos, o hacer el rid?culo de ir "sin el vestido de fiesta", esto tiene que preocuparnos.

Es una pena que haya que preguntar ret?ricamente cu?nto cuesta una primera comuni?n que es el regalo gratuito de Dios a todos sus hijos en la mesa com?n de la fraternidad. Es lamentable que los ni?os en la tarde de su comuni?n s?lo hablen de sus regalos, cada vez m?s sofisticados, y queden anestesiados para no sentir el gran regalo que les lleg? sin papeles de colores ni entrelazados art?sticos.

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Art?culo publicado en la revista de la Di?cesis de Canarias "Iglesia al D?a", Mayo de 2007, n?mero 204.


LOS J?VENES Y LA ORACI?N DE TAIZ?

Juan Carlos Medina
Director del Secretariado de Pastoral de Juventud


De los objetivos que se ha marcado el Secretariado Diocesano de Pastoral de Juventud est? el relacionado con la dimensi?n espiritual: "Ofrecer espacios de oraci?n para los j?venes que les ayude en su madurez espiritual desde el encuentro con Jes?s, y descubran su vocaci?n en la Iglesia". Teniendo en cuenta este objetivo, el pasado verano se program? un encuentro de oraci?n en Taiz? con un grupo de animadores.

TAIZ? EN LA DI?CESIS DE CANARIAS

Aquella experiencia es lo que nos ha motivado a preparar este encuentro de oraci?n de Taiz? en la Di?cesis, con la presencia de Samuel Incertis Jarillo, Hermano de Taiz?, quien nos iniciar? en un nuevo estilo de oraci?n para acompa?ar a los j?venes.

?Qu? aporta este estilo de oraci?n?

Que los j?venes descubran que Dios ya ha puesto un deseo de comuni?n en sus vidas. Ello se descubre a trav?s de tres dimensiones:

1. Una oraci?n accesible con simples cantos meditativos, concentrados en un s?lo vers?culo, medit?ndolo juntos, dejando que resuene y que encuentre experiencias que iluminar. De esta manera se siente que la oraci?n es una invitaci?n a buscar qu? nos empuja a ir m?s all? de nosotros mismos. Sin darse cuenta, el joven se siente como forzado a descentrarse, a vaciarse para encontrarse consigo mismo y con Dios.

2. Una oraci?n meditativa con las canciones de Taiz?, ayud?ndole a meditar con la Biblia, repitiendo uno o dos versos. La canci?n abre un acceso directo a la Palabra de Dios permiti?ndole interiorizar la Palabra de Dios. Es como "masticar", respirar la Palabra que le da vida.

3. Una oraci?n del coraz?n, del silencio que le da la posibilidad de incli?narse sobre lo que habita en su coraz?n sin saberlo: la presencia amorosa de Dios. Describir lo que el silencio hace posible: "escuchar al coraz?n", "pensar sobre sus problemas", "vaciar la mente", "hacer una pausa", "volverse sobre s? mismo", "dejar caer las mascaras"...

Por medio de estas tres dimensiones intentamos que el joven de hoy descubra que la oraci?n de Taiz? le ayuda a: "descentrarse" de s? mismo, "masticar" las Escrituras y estar en "escucha vigilante" del coraz?n.

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M?xico, D.F., 25 de junio de 2007

M?xico en la Misi?n Continental

Comunicado



A casi un mes del t?rmino de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, los obispos queremos aprovechar esta oportunidad para invitar al pueblo de M?xico a renovar el fuego del Esp?ritu para experimentar un encuentro personal con Jesucristo vivo y, como disc?pulos, seguirle con coherencia y dinamismo. Renovamos nuestro deseo de trabajar para que todos los cat?licos profundicemos en nuestra identidad como disc?pulos y misioneros de Jesucristo para que nuestra naci?n en ?l tenga vida.

Hemos asumido ya el compromiso de vivir en estado de Misi?n Permanente. Les invitamos a que se unan a este proyecto para vivirlo en nuestras Di?cesis y parroquias. Desde el final de la V Conferencia hemos estado trabajando en algunas iniciativas para impulsar su difusi?n y la puesta en pr?ctica en orden a la Misi?n Continental, que buscar? a los alejados de la Iglesia asumiendo el reto de evangelizar con mayor profundidad a todos los bautizados.

En la Conferencia del Episcopado Mexicano somos conscientes del contexto del cual partiremos; lo sucedido en M?xico durante este ?ltimo a?o nos ha hecho m?s sensibles a la necesidad de trabajar en comuni?n con todos los mexicanos para reconocer y fortalecer nuestras instituciones, y consolidar la formaci?n de gobiernos incluyentes que sean capaces de dialogar y asumir las propuestas de los distintos partidos, como una muestra m?s de madurez y crecimiento en la democracia. Este es el camino para llevar a cabo las diferentes reformas que M?xico necesita para beneficiar a todos, especialmente a los m?s desprotegidos de nuestra sociedad.

Necesitamos fortalecer la convivencia pac?fica en nuestro pa?s, porque cuando ?sta se destruye se causan enormes sufrimientos a todos, pero principalmente a los que menos tienen. Se aprecia hoy la gravedad de los pecados sociales que claman al cielo, porque generan violencia, rompen la paz y la armon?a entre nuestras comunidades, entre estos pecados tenemos que mencionar el narcotr?fico, el lavado de dinero il?cito, la corrupci?n, y el terror de la violencia que acecha diversas poblaciones de nuestra querida Rep?blica. Estos pecados manifiestan una profunda crisis debido a la p?rdida del sentido de Dios y a la ausencia de los principios morales que deben regir la vida de todo hombre. Sin una referencia moral se cae en un af?n ilimitado de riqueza y de poder, que ofusca toda visi?n evang?lica de la realidad social (no. 56 de la Exhortaci?n Apost?lica Ecclesia in America del Santo Padre Juan Pablo II).

El llamado que hacemos hoy es a conservar la alegr?a de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre l?grimas, como sucede por momentos en algunas regiones de nuestro pa?s. Hag?moslo con un ?mpetu interior que nadie ni nada sea capaz de extinguir. Guiados por Mar?a de Guadalupe, recobremos el valor y la audacia apost?licos para defender la dignidad y la vida de las mujeres y hombres de M?xico desde la concepci?n, en todas sus etapas, y hasta la muerte natural, sin relativismos. Llenemos esa vida con la presencia de Cristo, centro de Nuestra fe, es a ?l a quien hoy pedimos una vez m?s, ?Qu?date con nosotros, porque atardece y el d?a ya ha declinado? (Lc 24, 29).

Por los Obispos de M?xico,


+ Carlos Aguiar Retes
Obispo de Texcoco
Presidente de la CEM

+ Jos? Leopoldo Gonz?lez Gonz?lez
Obispo Auxiliar de Guadalajara
Secretario General de la CEM

Publicado por verdenaranja @ 21:31  | Hablan los obispos
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Domingo, 24 de junio de 2007
DOMINGO 14
TIEMPO ORDINARIO / C
8 de julio de 2007


El Dios del amor y de la paz est? con todos vosotros.

Jes?s envi? a sus disc?pulos con esta misi?n: "Id y decid a la gente: Est? cerca de vosotros el Reino de Dios". Lo escucharemos hoy en el evangelio. Y sentiremos que nos lo dice tambi?n a nosotros. El Reino de Dios, la vida de Dios, el amor que Dios quiere para todos, est? ah?, muy cerca de nosotros. Si queremos, si estamos dispuestos a llenarnos de este amor, si tenemos ganas de transmitirlo a los dem?s, seremos m?s felices nosotros, y ser?n m?s felices los que nos rodean. Y ayudaremos a que este mundo nuestro, tan lleno de dolor y tan marcado por el pecado, sea m?s humano y m?s digno para todos.

A. penitencial: Al empezar esta Eucarist?a, pong?monos ante Dios y pid?mosle su perd?n y su gracia. (Silencio).

T?, que nos traes la verdad y la vida. SE?OR, TEN PIEDAD.
T?, que nos traes la santidad y la gracia. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, que nos traes la justicia, el amor y la paz. SE?OR,
TEN PIEDAD.

1. lectura (Isa?as 66,10-14c): Despu?s del exilio de Babilonia, el pueblo de Israel emprende la tarea de reconstruir su pa?s abandonado y devastado. No es una tarea nada f?cil. Pero los profetas, en nombre de Dios, les anuncian un futuro lleno de esperanza. Es lo que Jes?s nos anuncia tambi?n a nosotros en el evangelio: un futuro lleno de esperanza, fundamentado en el amor de Dios.

2. lectura (G?latas 6,14-18): En la segunda lectura, escuchamos c?mo san Pablo nos ofrece el testimonio de lo que da sentido a su vida, de lo ?nico que para ?l es importante.

Oraci?n universal: Presentemos al Padre nuestras plegarias diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

1. Por los cristianos de nuestro pa?s. Que demos un buen testimonio de la fe y la esperanza que nos mueven.
OREMOS:

2. Por los misioneros y misioneras. Que la fortaleza y la gracia de Dios les acompa?e en su misi?n de anunciar el Evangelio. OREMOS:

3. Por los inmigrantes que han venido a vivir entre nosotros buscando una vida mejor. Que puedan encontrar un trabajo digno, y sean acogidos como toda persona merece. OREMOS:

4. Por nuestros familiares y amigos difuntos. Que Dios los acoja para siempre en la plenitud de su Reino.
OREMOS:

6. Por nosotros y por nuestra parroquia. Que nos amemos y nos ayudemos mutuamente, cada d?a m?s. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y ll?nanos con tu bondad. Por Jesucristo nuestro Se?or.

Padrenuestro: Unidos en la oraci?n, pid?mosle a Dios nuestro Padre que venga su Reino. Como Jesucristo nos ense??, nos atrevemos a decir:

CPL

Publicado por verdenaranja @ 23:37  | Liturgia
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ZENIT publica las palabras que pronunci? Benedicto XVI el mediod?a del domingo 24 de Junio de 2007 desde la ventana de su estudio a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar la oraci?n mariana del ?ngelus.


Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, 24 de junio, la liturgia nos invita a celebrar la solemnidad del nacimiento de san Juan Bautista, cuya vida est? totalmente orientada hacia Cristo, como la de su madre, Mar?a. Juan Bautista fue el precursor, la ?voz? enviada a anunciar el Verbo encarnado. Por este motivo, conmemorar su nacimiento significa en realidad celebrar a Cristo, cumplimiento de las promesas de todos los profetas, entre los que el Bautista fue el m?s grande, llamado a ?preparar el camino? al Mes?as (Cf. Mateo 11,9-10).

Todos los Evangelios comienzan la narraci?n de la vida p?blica de Jes?s con el episodio de su bautismo en el r?o Jord?n por parte de Juan. San Lucas introduce la aparici?n del Bautista en un contexto hist?rico solemne. Tambi?n mi libro ?Jes?s de Nazaret? comienza con el Bautismo de Jes?s en el Jord?n, acontecimiento que tuvo una enorme resonancia en aquellos tiempos.

Desde Jerusal?n y desde toda Judea la gente llegaba para escuchar a Juan Bautista y bautizarse en el r?o, confesando los propios pecados (Cf. Marcos 1, 5). La fama del profeta que bautizaba creci? hasta el punto de que muchos se preguntaban si no era ?l el Mes?as. Pero ?l, subraya el evangelista, lo neg? decididamente: ?Yo no soy el Cristo? (Juan 1, 20).

De todos modos, ?l sigue siendo el primer ?testigo? de Jes?s, pues recibi? del Cielo esta se?al: ?Aquel sobre quien veas que baja el Esp?ritu y se queda sobre ?l, ?se es el que bautiza con Esp?ritu Santo? (Juan 1, 33). Esto es lo que sucedi? precisamente cuando Jes?s, tras recibir el bautismo, sali? del agua: Juan vio c?mo bajaba sobre ?l el Esp?ritu como una paloma. Entonces ?conoci? la realidad plena de Jes?s de Nazaret y comenz? a ?manifestarlo a Israel? (Juan 1, 31), present?ndole como Hijo de Dios y redentor del hombre: ?He ah? el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo? (Juan 1, 29).

Como un aut?ntico profeta, Juan dio testimonio de la verdad sin compromisos. Denunci? las transgresiones a los mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas de las mismas eran potentes. De este modo, pag? con la vida la acusaci?n de adulterio a Herodes y Herod?as, sellando con el martirio su servicio a Cristo, que es la Verdad en persona.

Invoquemos su intercesi?n, junto con la de Mar?a sant?sima, para que tambi?n en nuestros d?as la Iglesia sepa mantenerse siempre fiel a Cristo y testimoniar con valent?a su verdad y su amor a todos.

[Tras la oraci?n del ?ngelus, el Santo Padre salud? a los peregrinos en varios idiomas, en italiano dijo:]

Este domingo que precede a la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, e Italia se celebra tambi?n la Jornada por la caridad del Papa. Queridos fieles italianos, os doy profundamente la gracias por la oraci?n y por la ayuda solidaria con la que particip?is en la acci?n evangelizadora y caritativa del sucesor de Pedro en todo el mundo.

[En espa?ol, a?adi?:]
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua espa?ola. Os exhorto a vivir santamente, para que, siguiendo la voz de San Juan Bautista, el precursor, cuya festividad celebramos hoy, pod?is llegar con alegr?a al Salvador, Nuestro Se?or Jesucristo, el Hijo de Mar?a. ?Feliz domingo!

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 22:48
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23 de Junio

(Fuente de la Guancha) Ratificaron su consentimiento y dieron gracias a Dios por el 25 aniversario de vida en com?n los esposos Hilario Rodr?guez Hern?ndez y Mar?a Teresa Romero Rodr?guez, vecinos de nuestra parroquia y en la que contrajeron matrimonio. El p?rroco presente en su acci?n de gracias fue el mismo que presidi? su matrimonio hace 25 a?os, as? como sus padrinos y muchos familiares. Sus dos hijos les ofrecieron ramos de flores.



23 de Junio

(Fuente de la Guancha) La iglesia de San Jos? de San Juan de la Rambla se llen? de fieles, familiares y amigos de los j?venes Jos? Luis Mart?n Garc?a y Yolanda J?ssica Luis Garc?a que contrajeron matrimonio can?nico. ?l es vecino de Icod el Alto y ella de nuestra parroquia. Fueron sus padrinos Armando L?pez Luis y Mar?a del Sol Mart?n Garc?a. Fijar?n su residencia en Icod el Alto.


23 de Junio

(Fuente de la Guancha) Contrajeron matrimonio can?nico los j?venes Jonathan L?pez Zamora y Desir?e Rodr?guez L?pez, ambos naturales y vecinos de nuestra parroquia. Fueron sus padrinos: Jes?s Samuel Hern?ndez Est?vez y Magdalena Rodr?guez L?pez


Art?culopublicado en la revista "Iglesia al D?a" de la Di?cesis de Canarias, Mayo de 2007, N?mero 204.

LAS IM?GENES DE OCOTL?N Y DEL PINO


Julio S?nchez

En el n?mero anterior, hablamos de los relatos de las apariciones de Nuestra Se?ora del Pino (Teror, Gran Canaria) y de Nuestra Se?ora de Ocotl?n (Tlaxcala, M?xico), de sus sorprenden-tes similitudes y de sus diferencias. En este art?culo me referir? a las im?genes, que tambi?n tienen notables aspectos comunes y algu?na importante diversidad.

DISTINTA ICONOGRAF?A

En primer lugar, advertimos una iconograf?a claramente distinta. Mientras que la imagen de Nuestra Se?ora de Ocotl?n representa a la Inmaculada, la de Nuestra Se?ora del Pino es una Maternidad, que lleva en sus brazos a su Hijo Jes?s. Tengamos en cuenta que los franciscanos, evangelizadores de Tlaxcala, fueron los grandes defensores del dogma de la Inmaculada y sus principales divulgadores. En el caso de la Virgen de Teror, el protagonismo se atribuye al obispo sevillano Juan de Fr?as, de finales del siglo XV. A los naturales canarios, por su escasa poblaci?n y necesidad de supervivencia, les resultaba especialmente atrayente y amable una imagen madre.

Las coincidencias las encontramos en la materialidad de las esculturas, hechura, ?poca y estilo.

LA TALLA DE OCOTL?N

"La imagen de Nuestra Se?ora de Ocotl?n, es una magn?fica talla vestida, en madera policromada y estofada, la cual mi-de un metro con 48 cent?metros (que era la estatura media de la mujer ind?gena de esa regi?n). Est? de pie sobre un bello pedestal de plata repujada y se le nota una leve inclinaci?n hacia delante. Lleva el manto terciado, y su vestido delicadamente adornado, le cae en pliegos rectos. Sus manos, de finos dedos, se juntan sobre el pecho como en una oraci?n. Sus facciones son sencillas, tienen labios delgados y nariz recta. Los ojos apropiados, el cuello gr?cil y la cabeza delicada, a la manera griega, con un rizo ca?do por la espalda. Su mirada es expresiva y toda la imagen se ve envuelta en un fulgor dorado igual que una aurora....Es notable en ella el acento g?tico, del que lleg? a M?xico en el siglo XVI. Los peritos en estatuar?a de 1755, declararon que la imagen es de madera de ocote maciza, toda de una pieza. En tiempos pasados sufri? algunos retoques." (?ngel T. Santamar?a: "Nuestra Se?ora de Ocotl?n, Tlaxcala"). El peritaje de esta imagen an?nima se hizo a ra?z de la jura del patronato (4 de abril de 1775), erigido por el obispo de Puebla de los ?ngeles, Domingo Pantale?n ?lvarez de Abreu, na?tural de Santa Cruz de La Palma, arcediano de la catedral de Santa Ana y devoto de la Virgen del Pino. Un dato que vincula a?n m?s las dos advocaciones y pueblos.

LA TALLA DE TEROR

Jos? Miguel Alzola describi? de esta forma la imagen del Pino: "La Madonna de Teror es una hermosa talla, ahuecada en su interior, realizada sobre madera de roble con diversos a?adidos en pino y cedro. Su altura antes de la restauraci?n, era de un metro
con dos mil?metros, pero al serle reintegrada la par-te baja, que estaba totalmente carcomida, recuper? lo que hab?a perdido, alcanzando los 104 cent?metros, sin contar la peana a?adida que mide treinta cent?metros. Su policrom?a ha experimentado cambios notables a trav?s de los a?os...Despu?s de la restauraci?n el manto contin?a siendo azul, con estofas; la t?nica dorada, como las largas trenzas, y blanco el borde de la camisa...La Virgen del Pino, adem?s de estar de pie, tiene un pronunciado desplome o quiebro que obedece a la influencia de los marfilistas...Contemplando la imagen de Teror sacamos la impresi?n de que la Madre, adolescente, ha de hacer un sensible esfuerzo para sostener en brazos a su Hijo... La imagen del Pino est? representada con largos bucles, de tonos claros, que le caen con estudiada simetr?a hasta la altura del codo...De cuanto queda dicho podemos inferir que la Virgen del Pino, es una escultura de finales del siglo XV o primeros a?os del XVI, en la que a?n perviven acentuadas caracter?sticas g?ticas, como el quiebro del cuerpo, la carencia de velo o toca, la ordenaci?n sim?trica del pelo, la rigidez facial, la forma de tratar las telas, la colocaci?n de la mano del Ni?o, etc... Los pa?os barrocos que la cubren, carecen de serenidad; tienen un plegado anguloso, profundo, que quiere semejar tejidos gruesos, con mucho apresto, que desdibujan y ocultan totalmente las formas humanas." La imagen de la Virgen del Pino se atribuye al maestro sevillano Jorge Fern?ndez, cuyas obras son consideradas "de estilo g?tico con atisbos del renacimiento". ("La advocaci?n del Pino en la Pen?nsula y Canarias")

Los elementos comunes son evidentes: tallas policromadas, de caracteres g?ticos, de principios del siglo XVI, vestidas. Pero hay otras coincidencias de tipo devocional y popular. As?, los rostros de estas im?genes marianas, seg?n el punto de donde se les miren, expresan cierta tristeza o gozo. No as? el Ni?o de la Virgen del Pino que permanece siempre sonriente. Finalmente, ambas patronas tienen en sus fiestas bajadas y subidas, la de Ocotl?n en el mes de mayo y la de Teror en septiembre.

(Pr?ximo cap?tulo: "Los santuarios de Tlaxcala y de Teror")
IGLESIA

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Art?culo publicado en la revista "Iglesia al D?a" de la Di?cesis de Canarias, Mayo de 2007, n?mero 204.

UNA PROPUESTA DE PRESENCIA EN LA CULTURA
(UN ESTILO DE HACER LECTURA CREYENTE
DESDE UNA ACCI?N EN LA REALIDAD)


Hace ya tres a?os que nos propusimos llevar adelante una presencia en el mundo cultural de Las Palmas de Gran Canaria con una propuesta de reflexi?n alternativa en torno al pensamiento dominante en muchos ?mbitos de nuestra realidad y especialmente en el mundo de la filosof?a y las ciencias humanas.
Somos tres personas creyentes con la intenci?n de que esto fuera una concreci?n de nuestro compromiso en el ?mbito de la fe y la cultura.


Jos? Alonso Morales. Profesor del ISTIC


Se trata de ir haciendo un hueco a otro estilo de pensamiento donde vaya teniendo carta de ciudadan?a lo teol?gico en el amplio sentido de la palabra precisamente en unos ambientes hostiles o al menos de no valoraci?n e ignorancia de estos planteamientos. Iniciamos unas "Conversaciones de filosof?a" Ha sido una aportaci?n mensual con exposici?n y debate en torno a pensado-res contempor?neos dentro del ?mbito del Aula Manuel Alem?n que tiene como objetivo el di?logo fe cultura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Se unieron temas de problemas canarios y otros en relaci?n con el terna religioso.

La respuesta se ha concretado ya en el tercer cur?so con un promedio de ochenta personas y en algunos eventos hasta las trescientas. Se a?ade una presencia m?s o menos programada en los medios de comunicaci?n con art?culos, noticias o rese?as de libros.

El curso pasado se inici? un seminario interinsular de unas treinta personas de las dos islas y las dos universidades para trabajar (dos veces al a?o, un d?a entero) te-mas relacionados bajo el t?tulo de "Filosof?a e interculturalidad" donde se van compartiendo reflexiones como: "El otro" pr?jimo, inmigrante, patria, l?mite, frontera, compa?si?n, extranjero, vecindad...

Con el inicio de este curso se ha comenzado un bienio titulado "Repensar el mundo" de seiscientas horas con la acreditaci?n de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Instituto Superior de Teolog?a de Las Islas Canarias en la misma l?nea y con los mismos objetivos expresados.

El equipo que inici? la actividad se ha ampliado a siete personas de procedencia variada en creencias y posturas. Todos asumen los objetivos con los que comenza?mos, se trabaja y se planifica toda la actividad en com?n. Los creyentes que estamos en el grupo nos vemos alguna vez para leer por dentro lo que estamos haciendo y situar-nos en las claves de nuestra fe.

LA CERCAN?A DE ALGUIEN QUE NOS ACOMPA?A

Quiero ofrecer una lectura desde claves de fe de esta actividad en la que estamos empe?ados. Detectamos y leemos en lo sucedido, en estos tres cursos, muchos elementos que nos hacen presente la cercan?a de Alguien que nos acompa?a en nuestro camino y sentimos como los de Ema?s que muchas veces "arde nuestro coraz?n" cuando palpamos signos de esperanza. Descubrirnos:



- Que se ha creado un ambiente de reflexi?n y convocatoria.
- Profundizaci?n de temas human?sticos e incluso religiosos.
- Que se han roto muchos prejuicios ideol?gicos
- Se dan debates abiertos desde distintas posturas con respeto a lo diferente.
- Se ha aglutinado un grupo de trabajo que asume responsabilidades.
- A partir de esta experiencia han sido posibles pre?sencias en otras plataformas.
- La oferta se ha prestigiado.
- Se ha creado un ambiente en el contexto canario.
- Hemos o?do expresiones como estas: "Yo no soy creyente pero si los creyentes son los que hacen esto estoy dispuesto a cooperar en lo que sea"; "Me he dado cuenta de los prejuicios en los que estaba metido"; " Es verdad que el ?nico camino no es la raz?n emp?rica. No puedo cerrarme a otros accesos a lo real y a otras dimensiones".
- Hay ilusi?n por hacer algo en un c?rculo de personas.
- Se cuenta con la aportaci?n creyente en muchos temas.
- La convocatoria va aumentando.
- Se ha hecho un hueco a la referencia trascendente.

LA ILUMINACI?N DE LA PALABRA DE DIOS

Damos un paso m?s y en estas huellas descubrimos la iluminaci?n de la Palabra de Dios.

Estamos situados en la ?poca del silencio de Dios, en una ?poca en que se mezclan corrientes y visiones diferentes y donde la condici?n cristiana tiene que ganarse un lugar. As? como Pablo, en su ?poca, entr? en la misma ?gora de Atenas, hemos de hacernos presentes en los espacios actuales de di?logo y confrontaci?n.

La llegada de Jes?s a la realidad jud?a es preparada por el Bautista. Descubrimos que es momento de preparar el camino al Se?or:

"seg?n est? escrito en el profeta Isa?as:
Mira, env?o mi mensajero delante de ti,
el que ha de preparar tu camino.
Voz del que grita en el desierto: preparen el camino al Se?or,
allanen sus senderos...
"Iba Juan vestido con pelo de camello, llevaba una correa de cuero a su cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Esto era lo que proclamaba: Detr?s de m? viene el que es m?s fuerte que yo."... Yo no soy digno ni de postrarme ante ?l para desatarle la correa de sus sandalias"...(Mc.1,1-3;1,7).

Quitar prejuicios, adaptar lenguajes, afrontar problemas en com?n, conocernos de cerca... eso es preparar el camino al Se?or.

Nos sentimos con la labor del Bautista: precursores en nuestra cultura.
Abrir senderos y detectar huellas del paso de Dios en los pensadores, en los que buscan, en los que descubren e incluso en los que niegan al mismo Dios.

O?mos la llamada a ser una peque?a voz en la in-temperie, en el desierto del mundo. Nos sentimos impulsados a ser luz, sal, grano de mostaza con el riesgo de no ver los resultados. Dice Pablo que "ni el que planta ni el que riega es el que da la fuerza" y "que unos plantan y otros recogen".

Nuestro trabajo es el de preparar el terreno. Es una propuesta modesta y so?amos que vendr?n otros tiempos en que se pueda hacer anuncios m?s expl?citos.
Nos parece que vivimos un adviento con esperan?za, con ilusi?n. El texto de Isa?as nos anima y estamos se?guros que vendr?n tiempos en que todo se va a realizar de una o de otra manera.

"Que hermosos son sobre los montes
Los pies del mensajero que anuncia la paz
Que trae la buena nueva y proclama la salvaci?n Que dice a Si?n: ?ya reina tu Dios!
Tus centinelas alzan la voz cantan a coro Porque ven con sus propios ojos
Que el Se?or vuelve a Si?n" (ls. 52,7-8)

Nos vemos como mensajeros sobre los montes anunciando por medio de los instrumentos a nuestro alcance (ofreciendo esquemas de pensamiento, rompiendo prejuicios, creando puentes) con la confianza de que el Se?or vuelve a Si?n. Que no se ha marchado sino que las nubes lo han ocultado. Como los centinelas, nuestra tarea est? tambi?n en descubrirle en los signos de la vida cotidiana con la convicci?n de que ya est? ah?. S?lo necesitamos abrir bien los ojos y agudizar los o?dos.

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24 Junio (ACI).- Este medio d?a miles de fieles y peregrinos se reunieron en la Plaza de San Pedro para rezar el ?ngelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien en sus palabras introductorias pidi? la gracia para que la Iglesia pueda ser siempre fiel a Cristo dando siempre testimonio de su verdad y amor por toda la humanidad.

Al recordar que la Iglesia celebra este domingo la solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista, el Pont?fice se?al? que esta fiesta ?significa en realidad celebrar a Cristo, realizaci?n de las promesas de todos los profetas, entre quienes el Bautista fue el m?s grande?, dijo el Pont?fice tras indicar que la liturgia del d?a de hoy conmemora el nacimiento de San Juan Bautista.

M?s adelante indic? que el Bautista ?es el primer ?testigo de Jes?s?? y en cuanto tal fue quien lo hizo ?conocer a Israel, indic?ndolo como el Hijo de Dios y redentor del hombre: ?Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo??.

Asimismo el Pont?fice resalto que como ?profeta aut?ntico, Juan dio testimonio de la verdad. Denunci? las trasgresiones de los mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas eran aquellos que ten?an el poder?.

?Cuando acus? a Herodes y Herod?as ?continu?- pag? con la vida, sellando con el martirio su servicio a Cristo?.

Finalmente el Papa pidi? la intercesi?n del Bautista para que ?tambi?n en nuestros tiempos la Iglesia sepa mantenerse siempre fiel a Cristo y dar valerosamente testimonio de su verdad y su amor por todos?.

Saluda del sacerdote Higinio S?nchez Romero, publicado en el programa de fiestas 2006 de la Virgen de la Pe?a, patrona de la Isla de Fuerteventura, islas canarias.

SALUDA DE LA FIESTA DE LA PE?A 2006


?Qu? tendr? Mar?a que es capaz de convocarnos a todos?
Pues que es la Madre de Jesucristo, el redentor de la humanidad, el ser humano perfecto, la presencia de Dios en la historia. Mar?a nos recuerda lo importante que es la fe en la vida, y que no debemos renunciar ni avergonzados de ese sentimiento religioso sembrado en la profundidad de nuestro ser.

?Qu? tendr? esta imagen, peque?ita y coqueta, que tan grandes sentimientos genera en todos nosotros. ;C?mo nos gusta mirarla y sentir que ella nos mira. A esta imagen, cuyos rasgos nos es dificil definir por su peque?o tama?o y el deterioro del tiempo, cada uno en su interior le pone un rostro y una expresi?n:

- tiene el rostro de la alegr?a para recibirnos sin reproches aunque hayamos sido descuidados con ella;

- tiene el rostro de la esperanza para animarnos a seguir adelante cuando el viento de las dificultades asola nuestro coraz?n;

- tiene la dulce mirada de quien espera y conf?a en nosotros y sue?a con nuestras posibilidades;

- tiene el gesto acogedor de la que dice que no sobra nadie en esta tierra si venimos a ganarnos el pan con honradez y en el respeto de la naturaleza.

Aqu? est?, impaciente de nuevo por verte, por escucharte y comprenderte. Nos vuelve a regalar a su hijo Jesucristo, y en El nos acoge y bendice.

Les deseo una buena fiesta a todos. Que la peregrinaci?n de la noche cause alegr?a en el rostro de esta Madre. Que ella te pueda ver con todas tus facultades. Te quiere a ti y no a lo peor de tu persona. Para ser feliz y divertirse se necesita s?lo un coraz?n en paz y en armon?a.

Higinio S?nchez Romero, sacerdote

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S?bado, 23 de junio de 2007
Poema a la Virgen de la Peña, patrona de la Isla de Fuerteventura, Islas Canarias.

Virgen de la Peña
PATRONA DE FUERTEVENTURA
SANTUARIO DE NTRA. SRA. DE LA PEÑA
VEGA DE RÍO PALMAS



¡Virgen de la Peña,
Reina y Soberana!
Dadme vuestro auxilio
no se pierda mi alma.

Quisiera, Señora,
que el mundo supiera
fuiste aparecida
dentro de una peña
para que de todos
fueras alabada.

Cuando considero
vuestra aparición
mí alma se rebosa
de gozo interior:
recibe mí amor,
Reina y Soberana.

¡Virgen de la Peña,
reliquia divina!
es vuestra hechura
de piedra tan fina
que el alma que os mira
se queda elevada.

Ningún lapidario
pudo definir
sí eres de alabastro
o eres de marfil.
Yo os puedo decir
que eres mí abogada.

¿Quién sería, Señora,
tan buen escultor?
Sin duda que fue
Dios nuestro Señor,
pues os dibujó
tan bien dibujada.

Y pues eres Madre
de misericordia,
ruégale a tu Hijo
siempre nos socorra
de las agonías
del cuerpo y el alma.

Y pues eres Madre
que todo lo puedes,
ruégale a tu Hijo
nos haga mercedes
y al cielo nos lleve
en vuestra compaña.

Publicado por verdenaranja @ 23:58  | Espiritualidad
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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia del pr?ximo domingo,24 de junio de 2007, Natividad de San Juan Bautista.

Natividad de San Juan Bautista
Isa?as 49, 1-6; Hechos 13, 22-26; Lucas 1, 57-66.80


Juan es su nombre



En el espacio del XII domingo del Tiempo Ordinario, este a?o se celebra la Natividad de San Juan Bautista. Se trata de una fiesta antiqu?sima; se remonta al siglo IV. ?Por qu? la fecha del 24 de junio? Al anunciar el nacimiento de Cristo a Mar?a, el ?ngel le dice que Isabel, su pariente, est? en el sexto mes. Por lo tanto el Bautista deb?a nacer seis meses antes que Jes?s y de este modo se respeta la cronolog?a (el 24, en vez del 25 de junio, se debe a la forma de calcular de los antiguos, no por d?as, sino por Calendas, Idus y Nonas). Naturalmente estas fechas tienen valor lit?rgico y simb?lico, no hist?rico. No conocemos el d?a ni el a?o exacto del nacimiento de Jes?s y por lo tanto tampoco del Bautista. Pero, ?esto qu? cambia? Lo importante para la fe es el hecho de que ha nacido, no cu?ndo ha nacido.

El culto se difundi? r?pidamente y Juan Bautista se convirti? en uno de los santos a los que est?n dedicadas m?s iglesias en el mundo. Veintitr?s papas tomaron su nombre. Al ?ltimo de ellos, al Papa Juan XXIII, se le aplic? la frase que el Cuarto Evangelio dice del Bautista: ?Hubo un hombre enviado por Dios; se llamaba Juan?. Pocos saben que la denominaci?n de las siete notas musicales (Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si) tienen relaci?n con Juan Bautista. Se obtienen de la primera s?laba de los siete versos de la primera estrofa del himno lit?rgico compuesto en honor al Bautista.

El pasaje del Evangelio habla de la elecci?n del nombre de Juan. Pero es importante tambi?n lo que se escucha en la primera lectura y en el salmo responsorial de la festividad. La primera lectura, del libro de Isa?as, dice: ?El Se?or desde el seno materno me llam?; desde las entra?as de mi madre record? mi nombre. Hizo mi boca como espada afilada, en la sombra de su mano me escondi?; h?zome como saeta aguda, en su carcaj me guard?. El salmo responsorial vuelve sobre este concepto de que Dios nos conoce desde el seno materno:

?T? mis v?sceras has formado,
me has tejido en el vientre de mi madre...
Mi embri?n tus ojos ve?an?.

Tenemos una idea muy reductiva y jur?dica de persona que genera mucha confusi?n en el debate sobre el aborto. Parece como si un ni?o adquiriera la dignidad de persona desde el momento en que ?sta le es reconocida por las autoridades humanas. Para la Biblia persona es aqu?l que es conocido por Dios, aqu?l a quien Dios llama por su nombre; y Dios, se nos asegura, nos conoce desde el seno materno, sus ojos nos ve?an cuando ?ramos a?n embriones en el seno de nuestra madre. La ciencia nos dice que en el embri?n existe, en desarrollo, todo el hombre, proyectado en cada m?nimo detalle; la fe a?ade que no se trata s?lo de un proyecto inconsciente de la naturaleza, sino de un proyecto de amor del Creador. La misi?n de San Juan Bautista est? toda trazada, antes de que nazca: ?Y t?, ni?o, ser?s llamado profeta del Alt?simo, pues ir?s delante del Se?or para preparar sus caminos...?.

La Iglesia ha considerado que Juan Bautista fue santificado ya en el seno materno por la presencia de Cristo; por esto celebra la festividad de su nacimiento. Esto nos ofrece la ocasi?n para tocar un problema delicado, que se ha convertido en agudo a causa de los millones de ni?os que, sobre todo por la terrible difusi?n del aborto, mueren sin haber recibido el bautismo. ?Qu? decir de ellos? ?Tambi?n han sido de alguna manera santificados en el seno materno? ?Hay salvaci?n para ellos?

Mi respuesta es sin vacilaci?n: claro que hay salvaci?n para ellos. Jes?s resucitado dice tambi?n de ellos: ?Dejad que los ni?os vengan a m??. Seg?n una opini?n com?n desde la Edad Media, los ni?os no bautizados iban al Limbo, un lugar intermedio en el que no se sufre, pero tampoco se goza de la visi?n de Dios. Pero se trata de una idea que no ha sido jam?s definida como verdad de fe por la Iglesia. Era una hip?tesis de los te?logos que, a la luz del desarrollo de la conciencia cristiana y de la comprensi?n de las Escrituras, ya no podemos mantener.

Cuando expres? hace tiempo esta opini?n m?a en uno de estos comentarios dominicales, recib? diferentes reacciones. Algunos mostraban gratitud por esta toma de posici?n que les quitaba un peso del coraz?n; otros me reprochaban que entrara en la doctrina tradicional y disminuyera la importancia del bautismo. Ahora la discusi?n est? cerrada porque recientemente la Comisi?n Teol?gica Internacional que trabaja para la Congregaci?n [vaticana] para la Doctrina de la Fe ha publicado un documento en el que afirma lo mismo.

Me parece ?til volver sobre el tema a la luz de este importante documento para explicar algunas de las razones que han llevado a la Iglesia a esta conclusi?n. Jes?s instituy? los sacramentos como medios ordinarios para la salvaci?n. Son, por lo tanto, necesarios, y quien pudi?ndolos recibir, contra la propia conciencia los rechaza o los descuida, pone en serio peligro su salvaci?n eterna. Pero Dios no se ha atado a estos medios. ?l puede salvar tambi?n por v?as extraordinarias, cuando la persona, sin culpa suya, es privada del bautismo. Lo ha hecho, por ejemplo, con los Santos Inocentes, muertos tambi?n ellos sin bautismo. La Iglesia siempre ha admitido la posibilidad de un bautismo de deseo y de un bautismo de sangre, y muchos de estos ni?os han conocido de verdad un bautismo de sangre, si bien de naturaleza distinta...

No creo que la clarificaci?n de la Iglesia aliente el aborto; si as? fuera ser?a tr?gico y habr?a que preocuparse seriamente, no de la salvaci?n de los ni?os no bautizados, sino de los padres bautizados. Ser?a burlarse de Dios. Tal declaraci?n dar?, al contrario, un poco de alivio a los creyentes que, como todos, se cuestionan consternados por la suerte atroz de muchos ni?os del mundo de hoy.

Volvamos a Juan Bautista y a la fiesta del domingo. Al anunciar a Zacar?as el nacimiento de su hijo, el ?ngel le dijo: ?Isabel, tu mujer, te dar? a luz un hijo, a quien pondr?s por nombre Juan; ser? para ti gozo y alegr?a, y muchos se gozar?n en su nacimiento? (Lucas 1, 13-14). Muchos en verdad se han alegrado por su nacimiento, si a la distancia de veinte siglos seguimos a?n hablando de ese ni?o.

Desear?a hacer de esas palabras la expresi?n de un deseo a todos los padres y madres que, como Isabel y Zacar?as, viven el momento de la espera o del nacimiento de un ni?o: ?que tambi?n vosotros pod?is gozaros y alegraros en el ni?o o en la ni?a que Dios os ha confiado y os alegr?is de su nacimiento por toda vuestra vida y por la eternidad!

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit]

(El estudio de la Conmisi?n Teologica Internacional se pude leer en espa?ol aqu?)

Publicado por verdenaranja @ 23:32  | Espiritualidad
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D?a 24 Domingo
Solemnidad: Natividad de San Juan Bautista



Gracia divina y correspondencia humana



Juan el Bautista, cuyo nacimiento hoy celebramos, es un ejemplo, entre tantos, de correspondencia a las gracias de Dios, fiel a su vocaci?n: a lo que, incluso antes de nacer, esperaba de ?l la Trinidad Beat?sima. Recordemos, como afirma san Pablo, que Dios nos ha escogido, antes de la constituci?n del mundo, para que seamos santos y sin mancha en su presencia, por el amor.

El designio divino de la Redenci?n del hombre preve?a un precursor que anunciase la llegada del Hijo de Dios encarnado. El evangelista San Marcos recoge la profec?a: conforme est? escrito en Isa?as el profeta: "Mira, env?o mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino".
"Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Se?or, enderezad sus sendas".


La aparici?n de Juan, el "Precursor", era se?al inequ?voca de la inminente llegada del Mes?as. Ten?an, en efecto, raz?n en sus presentimientos ?por inconcretos que fueran? los paisanos de Zacar?as e Isabel, padres de Juan:
??Qu? va a ser, entonces, este ni?o?, dec?an.
Porque la mano del Se?or estaba con ?l.

Y es que nuestro Dios siempre asiste con Gracia poderosa a sus elegidos, para que puedan cumplir lo que de ellos espera. Su nacimiento hab?a sido anunciado prof?ticamente desde antiguo, y al propio Zacar?as, su padre, un ?ngel le advirti? de su nacimiento. Y esto, a pesar de su incredulidad, pues no era razonable ?pensaba Zacar?as? que tuvieran un hijo con edad tan avanzada, ser? para ti gozo ?le insist?a el ?ngel?; y muchos se alegrar?n con su nacimiento, porque ser? grande ante el Se?or. No beber? vino ni licor, estar? lleno del Esp?ritu Santo ya desde el vientre de su madre y convertir? a muchos de los hijos de Israel al Se?or su Dios; e ir? delante de ?l con el esp?ritu y el poder de El?as para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes a la prudencia de los justos, a fin de preparar al Se?or un pueblo perfecto.

No le faltar?an a Juan la luz ni la energ?a necesaria para cumplir su misi?n. Dios mismo se hac?a garante de su capacidad: quedar?a lleno del Esp?ritu Santo desde antes de nacer, y as? ser?a poderoso e infalible como El?as, que ?bien lo sab?an todos los jud?os?, unido a Dios, hab?a salido siempre victorioso y de modo espectacular, incluso, frente a los mayores poderes de su tiempo que se opon?an al ?nico verdadero Dios.

En su Providencia, Dios hab?a cubierto de gracias muy singulares, a quien habr?a de cumplir una misi?n ?nica y decisiva en orden a la Redenci?n humana. El nacimiento de Juan fue acompa?ado de fen?menos del todo extraordinarios. El Bautista ven?a as? al mundo ?lleno del Esp?ritu Santo? con el importante bagaje sobrenatural que lo capacitaba para una gran misi?n. Pero consideremos, en todo caso, que, guardando la debida proporci?n, as? act?a siempre Dios con todos los hombres. Lo que espera de cada uno depende de las circunstancias personales ?de la capacidad nuestra? que tenemos, como todo lo dem?s, recibida de Dios. No es injusto, pues, Dios ni arbitrario, y el amor con obras que le debemos no debe ser sino el desarrollo de los talentos que nos ha concedido. Esas par?bolas de Jes?s del se?or, que se marcha y distribuye antes sus bienes entre unos criados, y reclama a su regreso el fruto correspondiente, deben estar de modo habitual presentes en nuestra mente.

No se trata, sin embargo, de vivir como atemorizados, con el pensamiento de que nos pedir?n cuentas y de que hay que exigirse, no nos vayan a castigar. Nos pedir?n cuentas, por supuesto; pero no es Dios, Nuestro Padre, una autoridad amenazante, como si s?lo le importara el resultado f?ctico de nuestra conducta. Imagin?monos, m?s bien, a un padre que, con toda ilusi?n, concede a su hijo lo necesario para el trabajo que le encomienda y que s?lo espera ponerse contento de d?a en d?a viendo el progreso del hijo. Viendo que logra las metas que se propone y que se propone lo que es su verdadero bien, es decir, lo que el padre le ha sugerido ?porque lo quiere y lo conoce?, de acuerdo con su capacidad: un padre que piensa s?lo en el hijo, en lo que le producir? m?s bien y felicidad.

Contemplando a Juan el Bautista, resalta de inmediato la idea de vocaci?n: la llamada de Dios a cada persona, que cada uno debemos responder. No ha surgido entre el los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista, declar? Jes?s. Son las palabras que, aparte de resaltar las cualidades objetivas concedidas al "Precursor", ponen de manifiesto su libre y fiel correspondencia al designio divino. No parece que Jes?s pudiera alabar, y menos de modo tan solemne, a quien ?nicamente hubiera recibido muchos talentos, sin m?rito alguno de su parte. Cristo alaba asimismo la correspondencia de Juan; que hubiera respondido a la gracia recibida con libre generosidad, dando el fruto que Dios esperaba, correspondiendo de modo heroico a su vocaci?n.

Encomendemos nuestros buenos deseos de fidelidad a lo que el Se?or nos pide en nuestra vida, y cada ma?ana y cada tarde, a la Madre de Dios, que es Madre nuestra del Cielo, como quiso Jesucristo. Responder a la vocaci?n es entrega, servicio, docilidad y, como es respuesta a Dios, grandeza, plenitud de vida. As?, Mar?a es la esclava del Se?or y la Reina del mundo.


Publicado por verdenaranja @ 23:28  | Espiritualidad
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Reproducimos las palabras del Arcipreste de Icod de los Vinos, Tenerife, en el Encuentro Arciprestal de Agentes de Pastoral y Colaboradores Parroquiles que tuvo legar en el municipio de El Tanque el 22 de Junio de 2007.


Gracias a todos, sacerdotes, colaboradores parroquiales, catequistas y miembros de cofradías, que habéis hecho el esfuerzo de acudir a este encuentro arciprestal de final curso pastoral.

El Directorio Pastoral nos dice que el arciprestazgo es “un valioso instrumento para fomentar la fraternidad, la formación y la ayuda entre los sacerdotes que forman parte del mismo, así como para el resto de los agentes de pastoral”. El arciprestazgo es una plataforma privilegiada para la pastoral de conjunto como escuela, hogar y taller. Por parte nuestra debemos hacer de él, como constata el Directorio, “el lugar de la fraternidad sacerdotal, del encuentro de las comunidades parroquiales, del mantenimiento de servicios pastorales comunes”.

La reunión de esta tarde quisiera entrar dentro de esa finalidad: fomentar la fraternidad entre nosotros como miembros de un mismo arciprestazgo, que nos veamos, que nos animemos unos a otros. Que tomemos conciencia que, aunque cada uno de nosotros concrete su actividad apostólica en una determinada comunidad parroquial, sin embargo lo estamos haciendo como miembros de un arciprestazgo y por medio de él con la diócesis.

No vamos solos ni estamos actuando cada uno por nuestra cuenta. Detrás de la acción de cada uno están la coordinación presbiteral, los coordinadores y comisiones arciprestales y el Consejo de Pastoral Arciprestal.

Hemos terminado un curso pastoral y con él también el Plan Diocesano de Pastoral 2003-2007. Se nos convocó para evaluarlo. Afirmaba el Vicario General en aquella ocasión: “La evaluación es la consecuencia natural de poner todos nuestros recursos al servicio del Reino: reflejar los logros, vivirlos como dones de la gracia y descubrir los nuevos retos que esos mismos logros abren al futuro”. Por otro lado se nos ha presentado ya el proyecto del Nuevo Plan Pastoral Diocesano 2007-2011 con el título “Haz memoria de Jesucristo Resucitado”.

El próximo curso empezaremos de nuevo a caminar bajo la guía del Nuevo Plan Pastoral y se nos pedirá a todos el reto y el trabajo de concreción a nuestras realidades arciprestal y parroquial. Queremos y deseamos seguir contando con todos.

En nombre de todos los sacerdotes del arciprestazgo de Icod os damos las gracias por vuestros servicios pastorales por el año que estamos clausurando. Que Dios os bendiga a todos y recompense vuestros trabajos en su viña.

Sebastián García Martín


Amo tu Iglesia, Se?or Jes?s, presente hoy en la historia;
esta Iglesia, Sacramento universal de salvaci?n entre los hombres;
esta Iglesia tuya y nuestra, pobre y pecadora, limpia y santa.
Amo tu Iglesia, Se?or, misterio profundo de Dios y del hombre;
esta Iglesia que ha puesto su tienda en medio de nuestro barro.

Amo esta Iglesia, Se?or, proyecto maravilloso del Padre,
que t?, el Enviado, has realizado con el poder de tu Esp?ritu.
Amo esta Iglesia, Se?or, lugar donde el Padre ama y llama;
lugar donde t? curas y salvas; donde tu Esp?ritu libera y vivifica.
Amo tu Iglesia, Se?or, Pueblo nuevo, Pueblo de Dios en camino;
esta Iglesia, llamada a todos los pueblos; casa abierta a todas las naciones.

Amo esta Iglesia, Se?or, Cuerpo tuyo, donde t? eres Cabeza y Gu?a;
Cuerpo tuyo con los hermanos que viven una misma fe en ti.
Amo tu Iglesia, Se?or, Familia de los hijos de Dios;
esta Iglesia, techo com?n donde todos tienen acogida;
esta Iglesia, hogar encendido donde el hombre se siente hermano.

Amo tu Iglesia, Se?or, comunidad de creyentes en la tierra;
esta Iglesia, donde todos est?n unidos en un mismo Bautismo;
esta Iglesia, en la que todos se centran en la ?nica Palabra;
esta Iglesia, anuncio salvador para todos los hombres.
Amo tu Iglesia, servidora del hombre pobre y necesitado;
Amo tu Iglesia, Se?or, Testigo fiel entre los pueblos;
esta Iglesia pobre, testigo de tu muerte y resurrecci?n liberadora.

Amo tu Iglesia, Se?or, camino de liberaci?n para el hombre;
esta Iglesia, que salva y redime; que cura y sana.
Amo tu Iglesia, Se?or, comunidad de tus seguidores,
lugar donde t? quieres que el disc?pulo viva la fe.
Amo tu Iglesia, Se?or, instituci?n abierta al mundo;
amo vivir en comuni?n con el Papa, tu Vicario en la tierra;
amo vivir en comuni?n con los Pastores, los Obispos.

Amo tu Iglesia, Se?or, presencia de tu resurrecci?n gloriosa.
Amo tu Iglesia, Se?or, que hace unidad en la fracci?n del pan.
Amo tu Iglesia, Se?or, como respuesta de tu amor al hombre;
amo tu Iglesia, Se?or, fermento en la historia de tu Reino;
amo tu Iglesia, Se?or, sal y luz del mundo, de las naciones;
amo tu Iglesia, Se?or, ?nico reba?o bajo un ?nico Pastor.

Que tu Esp?ritu, Se?or Jes?s, cree la unidad entre nosotros.
Que tu Palabra, Se?or, nos una en un mismo estilo de vida.
Que tu Pan de Vida, Se?or, nos haga sentar a la misma mesa.
Que tus sacramentos, Se?or, nos salven en tu amor redentor.
Que tu Madre, Se?or, nos acoja en una misma Casa.
Que tu Padre, Se?or, nos una a todos como hijos.
Que tu Reino, Se?or, sea la esperanza que nos una a todos.

Ven, Se?or Jes?s: como un solo Pueblo caminamos hacia ti.
Ven, Se?or Jes?s: como unidad de amor somos tus Testigos en la Historia. AM?N

Publicado por verdenaranja @ 14:54  | Espiritualidad
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22 de junio

(Fuente de la Guancha) La iglesia parroquial de San Antonio de Padua del municipio del El Tanque acogi? el encuentro arciprestal de sacerdotes, colaboradores parroquiales, catequistas y miembros de cofrad?as, realizado por primera vez en el arciprestazgo de Icod de los Vinos. Don Ang?lico, p?rroco anfitri?n, present? a los asistentes, en n?mero de doscientos treinta, descripci?n detallada de los avatares hist?ricos del vetusto templo parroquial alabando de modo especial la restauraci?n llevada a cabo por el Cabildo en colaboraci?n con el Obispado y parroquia. Don Argelio, vice-arcipreste y p?rroco de los Silos, plasma en PowerPoint una minuciosa y trabajada representaci?n de la realidad arciprestal con sus recursos, luces y sombras animando al trabajo y a la confianza en Jes?s y terminando con una oraci?n en com?n. Don Carlos, vicario de zona, y Don Sebasti?n, arcipreste, finalizan esta primera parte del encuentro incidiendo en la idea de arciprestazgo como valioso instrumento para fomentar la fraternidad.
En el sal?n ?Comidas la Uni?n?, y como segunda parte del encuentro, tuvo lugar una comida de la que todos pudieron participar en un ambiente familiar.


La prueba del carbono 14 demuestra que un acueducto subterr?neo de Jerusal?n fue construido en tiempos del rey Ezequ?as.



La pol?mica ha quedado zanjada. El viejo acueducto subterr?neo que recorre la ciudad de Jerusal?n a 52 metros de profundidad es en efecto el t?nel de Silo? al que alude la Biblia y que mand? construir Ezequ?as, rey de Jud? durante su reinado, entre los a?os 727-698 antes de Cristo.

Frente a las ?ltimas teor?as que afirmaban que esta obra de perfeccionada ingenier?a es posterior a aquella ?poca, un equipo de investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusal?n y de la universidad brit?nica de Reading ha demostrado que las excavaciones y trabajos fueron realizados alrededor de 700 a?os antes de nuestra era.

La prueba de dataci?n por carbono 14 aplicada a muestras de escayolas y maderas de un fragmento del t?nel, as? como la de dataci?n por uranio-torio de estalactitas que crecieron una vez perforado el canal, confirman el resultado de la investigaci?n, publicado hoy en la revista cient?fica ?Nature?.

Es la primera vez que una estructura mencionada en el Antiguo Testamento (en este caso, en el II Libro de los Reyes y en el II Libro de las Cr?nicas) ha sido datada por m?todos radioqu?micos, basados en la desintegraci?n de elementos radioactivos. El t?nel, de 533 metros de largo, entre 0,58 y 0,65 metros de ancho y una altura que oscila entre 1,1 y 3,4 metros, fue construido sin utilizar soportes intermedios de hierro, lo que realza el valor de su ingenier?a, que presenta un curso tortuoso que los expertos atribuyen a una adaptaci?n a las formaciones rocosas perforadas.

Ante el asedio en 701 AC de los asirios, capitaneados por Senaquerib, y el peligro de que la ciudad santa se quedara desabastecida de agua, Ezequ?as, que lleg? al trono con 25 a?os a la muerte de su padre, Ajaz, pens? en c?mo dar de beber a la ciudad, al tiempo que impedir que los asaltantes tuvieran acceso al agua. Para ello, el Rey Virtuoso consult? a sus sabios y mand? perforar un canal en la roca del valle de Cedr?n para conducir el agua desde el Manantial de la Doncella, a las afueras de Jerusal?n, hasta el otro extremo de la ciudad, en cuya desembocadura fue construida la alberca de Silo?. En estas aguas, seg?n el Evangelio de San Juan, Jes?s cur? a un ciego de nacimiento. En 1880, un ni?o que se estaba ba?ando a la salida del t?nel descubri? en un fragmento de la roca una inscripci?n de seis l?neas en hebreo, que m?s tarde interpret? Conrad Schick, uno de los primeros exploradores de Jerusal?n. Pero el libelo, hoy en el Museo del Antiguo Oriente de Estambul, no hace referencia a la fecha de las obras, sino a algunas de las etapas por las que fueron avanzando. Con frases entrecortadas, describe el momento del encuentro de los dos grupos de trabajadores que perforaron la roca desde cada extremo del t?nel y c?mo las aguas iniciaron su recorrido.


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D?a 11 de Junio
Memoria Obligatoria: San Bernab?, ap?stol



Desprendimiento y celo por las almas



San Bernab?, compa?ero de correr?as apost?licas de San Pablo, durante buena parte de sus idas y venidas, estableciendo, adoctrinando y confirmando en la fe las primeras comunidades de cristianos, se hab?a destacado pronto como un disc?pulo generoso y de celo ardiente. Se narra en el libro de los Hechos que Jos?, a quien los ap?stoles dieron el sobrenombre de Bernab? ?que significa ?Hijo de la consolaci?n??, levita y chipriota de nacimiento, ten?a un campo, lo vendi?, trajo el dinero y lo puso a los pies de los ap?stoles. Desde los primeros d?as, pues, de andadura de la Iglesia, Bernab? se manifest? como un cristiano comprometido, que no s?lo asent?a a la ense?anza de Jes?s trasmitida por los Ap?stoles, sino que, en coherencia con su fe y con la nueva vida en Dios que hab?a descubierto ?el Evangelio de Jesucristo? pone todo lo propio al servicio de ese ideal.

Aquel campo vendido y entregado, para aliviar la vida de los m?s necesitados, fue s?lo el comienzo de su entrega por el Reino de Dios. Enseguida se pone de manifiesto en el nuevo disc?pulo, que estaba del todo disponible, no s?lo en sus cosas, sino con toda su vida, si se trataba de la propagaci?n del Evangelio. Y goza as? de la total confianza de los Ap?stoles. Lo demuestra el hecho de que, habiendo sabido de la conversi?n de Pablo ?antes incluso que los que hab?an sido los Ap?stoles de Jes?s? ?l se encarga personalmente de introducirlo en la actividad evangelizadora en comuni?n con la Iglesia. De hecho, en la primera comunidad de Jerusal?n no se fiaban de quien pretend?a ser ap?stol, despu?s de haber perseguido atrozmente a los disc?pulos, hasta hacernos encarcelar. Todos le tem?an porque no cre?an que fuera disc?pulo. Sin embargo, Bernab? se lo llev? con ?l, lo condujo a los ap?stoles y les cont? c?mo en el camino hab?a visto al Se?or, y que le hab?a hablado, y c?mo en Damasco hab?a predicado abiertamente en el nombre de Jes?s. Entonces entraba y sal?a con ellos en Jerusal?n, hablando claramente en el nombre del Se?or.

El resto de la vida de Bernab?, cargada de una intens?sima actividad y de mucho fruto, seg?n nos cuenta san Lucas con detalle en Los Hechos de los Ap?stoles, ser? una permanente aventura, con toda la garant?a de Dios que bendec?a cada uno de sus pasos, y con todo el abandono humano posible; pues no hubo en este hombre ning?n objetivo para s?. Como los dem?s que han comprometido del todo y de modo exclusivo su vida en el Evangelio, la ilusi?n ?nica de Bernab? era ver a Dios m?s glorificado por la gente mediante el reconocimiento de Jesucristo como Salvador. La confianza en Dios y el olvido de s? son, de hecho, los soportes que mantienen la vida del ap?stol. Podr?an parecer, en una primera observaci?n, insuficientes motivos y con pocas las garant?as de estabilidad. Pero la vida cristiana: una vida entregada por la salvaci?n de las almas, no puede ser sino sobrenatural; tanto en su origen como en su fin; en los medios y en los objetivos.

Recordada el Santo Padre Juan Pablo II, con ocasi?n de la canonizaci?n de san Josemar?a Escriv?, un punto de Camino: Primero, oraci?n; despu?s, expiaci?n; en tercer lugar, muy en "tercer lugar", acci?n. As? van los medios del ap?stol de Jesucristo. Y, por si no quedara claro ?y por desconcertante que parezca?, insiste san Josemar?a: Yo te voy a decir cu?les son los tesoros del hombre en la tierra para que no los desperdicies: hambre, sed, calor, fr?o, dolor, deshonra, pobreza, soledad, traici?n, calumnia, c?rcel..., La historia de san Bernab?, en compa??a de san Pablo, est? cargada de "tesoros" as?, que podemos conocer con cierto detalle leyendo la cr?nica de san Lucas ya citada.

Nos quedamos ante todo con su ejemplo de disponibilidad. Y le pedimos a Dios que sepamos redescubrir, como san Bernab?, esa perla de gran valor, que nos lleve a empe?ar cualquier otra riqueza por conseguirla. Le pedimos, asimismo, constancia en la adversidad, pues, no nos faltar? la Cruz aunque vivamos por un ideal excelso. Es m?s, ser? la se?al segura de que seguimos a Cristo: tome su cruz y s?game, dijo al que quisiera ser su disc?pulo. Sin medios humanos, con dolor y con toda la fuerza, que s?lo Dios puede conceder y nunca abandona, se construye el Reino de Dios en la tierra. Como lo hizo este ap?stol y como debemos hacerlo cada uno.

Contamos, adem?s, con el auxilio de nuestra Madre del Cielo, Reina de los Ap?stoles. En san Juan nos la concede su Hijo desde la Cruz, para que no nos abandone nunca.


Publicado por verdenaranja @ 9:02  | Espiritualidad
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Los Obispos de Espa?a se han vuelto a pronunciar sobre la Ley Org?nica de Educaci?n (LOE) al termino de la reuni?n de la Comisi?n Permanente de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) celebrada del 19 al 21 de junio.


Nueva declaraci?n sobre la Ley Org?nica de Educaci?n (LOE)
y sus desarrollos: profesores de Religi?n y "Ciudadan?a"


Madrid, 20 de junio de 2007



1. El pasado 28 de febrero esta Comisi?n Permanente hizo p?blica una Declaraci?n titulada La Ley Org?nica de Educaci?n (LOE), los Reales Decretos que la desarrollan y los derechos fundamentales de padres y escuelas. All? manifest?bamos y explic?bamos por qu? esta nueva legislaci?n no regula la ense?anza de la Religi?n de modo que queden a salvo los derechos de todos y, tambi?n, por qu? los derechos que asisten a los padres en la educaci?n de sus hijos resultan vulnerados tanto en el campo de la determinaci?n de la educaci?n moral que desean para ellos, como en el de la libre elecci?n de centro educativo. Dicha Declaraci?n conserva plenamente su vigencia.

2. Acontecimientos recientes nos exigen volver a hablar sobre algunos asuntos tratados ya el 28 de febrero, en concreto, sobre el nuevo estatuto laboral de los profesores de Religi?n y sobre la asignatura de nueva implantaci?n llamada ?Educaci?n para la ciudadan?a?.

I. El estatuto laboral de los profesores de Religi?n cat?lica

3. El 9 de junio de 2007 se public? el Real Decreto de 1 de junio por el que se regula la relaci?n laboral de los profesores de religi?n. Las preocupaciones que manifest?bamos al respecto en nuestra Declaraci?n de febrero se han mostrado, por desgracia, fundadas. Como suced?a ya con la LOE, el Real Decreto, que ahora conocemos, ?asimila la situaci?n laboral de los profesores de Religi?n en las escuelas estatales ?seg?n dec?amos entonces de la Ley? a las formas contractuales generales reguladas por el Estatuto de los Trabajadores, sin reconocer satisfactoriamente el car?cter espec?fico de su trabajo, derivado de la misi?n can?nica que les encomienda la ense?anza de la religi?n y moral cat?lica?.

4. El Real Decreto introduce tres elementos nuevos que exigen una valoraci?n diferenciada. En primer lugar, establece que el contrato laboral de los profesores ser? de duraci?n indefinida. En segundo lugar, prev? como causa de extinci?n del contrato ?la revocaci?n ajustada a derecho de la acreditaci?n o de la idoneidad para impartir clases de religi?n por parte de la Confesi?n religiosa que la otorg?. En tercer lugar, el acceso al destino concreto ?colegio o escuela? queda en manos de la Administraci?n, seg?n los criterios estimados por ella como adecuados.

5. Es positivo que el contrato laboral de los profesores de religi?n sea de duraci?n indefinida. Los beneficios laborales que ello comporta hacen justicia a su labor y contribuyen a dignificar su importante misi?n, que es misi?n de la Iglesia. Desde hace muchos a?os la Conferencia Episcopal, en di?logo con las diversas Administraciones, no ha escatimado esfuerzos para mejorar el estatuto laboral y econ?mico de los profesores de religi?n. Los obispos seguir?n interes?ndose vivamente por todo ello.

6. La dignidad del trabajo del profesor de religi?n, adem?s de unas condiciones laborales justas, exige tambi?n las garant?as legales de su perfil espec?fico, es decir: el de una docencia que imparte la religi?n y moral cat?lica a quienes han solicitado libremente estas ense?anzas. Sin tales garant?as legales, el trabajo del profesor de religi?n perder?a su identidad y quedar?a expuesto a riesgos de todo tipo, incluido el de su eventual desaparici?n. Por eso, hemos de manifestar nuestra disconformidad con las otras dos novedades que introduce el Real Decreto.

7. Primero, el Real Decreto no ignora del todo que la autoridad de la Iglesia cat?lica ?como, en su caso, la de la Confesi?n que corresponda? sea la instancia competente para garantizar la idoneidad de los profesores de religi?n y moral cat?lica. Sin embargo, tal autoridad no es reconocida de manera suficiente para que le sea posible ejercer sus competencias de modo seguro. La mera invocaci?n de una ?revocaci?n ajustada a derecho? (art. 7) ?sin aclarar a qu? derecho se refiere? puede restringir indebidamente la competencia del Obispo para retirar la idoneidad cuando tenga que hacerlo en virtud de las previsiones del ordenamiento jur?dico de la Iglesia (v?ase el canon 804). La Constituci?n declara que ?los tratados internacionales v?lidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en Espa?a, formar?n parte del ordenamiento interno? (art. 96). Por tanto, podremos seguir actuando seg?n los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado espa?ol, que no ceden ante un Real Decreto ni ante una ley ordinaria, como la correspondiente Disposici?n adicional de la LOE.

8. Hay que recordar, en concreto, que, en conformidad con el Acuerdo sobre Ense?anza (v?ase art?culo VI), y seg?n la doctrina del Tribunal Constitucional, ?la apreciaci?n del Ordinario acerca de si un profesor imparte o no recta doctrina y si da o no testimonio de vida cristiana es inmune, en su n?cleo, al control de los Tribunales? (Sentencia de 15 de febrero de 2007). En un ordenamiento inspirado por el principio de libertad religiosa, los motivos de ?ndole religiosa por los que un profesor puede perder su idoneidad como docente de la religi?n y moral cat?lica no son susceptibles de evaluaci?n por las leyes y por los tribunales civiles. Adem?s, el Acuerdo establece que la designaci?n de estos profesores ha de realizarse, de entre los propuestos por el Ordinario, ?para cada a?o escolar? (Art. III). Este mandato legal es compatible con un contrato laboral de duraci?n indefinida, y permite al Obispo garantizar la idoneidad del profesorado en cada momento. Por eso, los obispos seguir?n haciendo la preceptiva propuesta de los profesores que consideran id?neos para cada a?o escolar.

9. Segundo, es necesario aclarar que el destino de los profesores a un puesto determinado forma parte de la misi?n de ense?ar religi?n cat?lica, misi?n que el Obispo no da en abstracto o de modo gen?rico, sino teniendo en cuenta las circunstancias concretas de lugar y personas. ?sa ha sido la praxis constante en la interpretaci?n de los Acuerdos, que ha sido corroborada por el Tribunal Supremo (v?ase la Sentencia de 29 de septiembre de 2004).

10. En suma, pensamos que el Real Decreto de 1 de junio de 2007, publicado el 9 de junio, regulador de la relaci?n laboral de los profesores de religi?n, no cumple el Acuerdo sobre Ense?anza entre el Estado Espa?ol y la Santa Sede, por el que se hace efectivo para los cat?licos en este campo el derecho de libertad religiosa reconocido de modo gen?rico por la Constituci?n Espa?ola, y no se ajusta a la jurisprudencia establecida al respecto por el Tribunal Supremo y por el Tribunal Constitucional. No podemos excluir que sea necesario ejercer las acciones legales oportunas para que sea respetado el ordenamiento jur?dico vigente, que tutela los derechos de todos.

II. ?Educaci?n para la ciudadan?a?

11. La LOE ha introducido en el sistema educativo espa?ol una nueva asignatura obligatoria, conocida como ?Educaci?n para la ciudadan?a?, cuyo objetivo, tal como resulta articulada en los Reales Decretos, es la formaci?n de la conciencia moral de los alumnos. La publicaci?n de las correspondientes disposiciones de las Comunidades aut?nomas y de algunos manuales de la materia ha venido a confirmar que ?se es el objetivo de la nueva asignatura. En nuestra Declaraci?n del 28 de febrero expusimos los motivos por los que tal disposici?n implica una lesi?n grave del derecho originario e inalienable de los padres y de la escuela, en colaboraci?n con ellos, a elegir la formaci?n moral que deseen para sus hijos. Se trata de un derecho reconocido por la Constituci?n Espa?ola (art. 27, 3). El Estado no puede suplantar a la sociedad como educador de la conciencia moral, sino que su obligaci?n es promover y garantizar el ejercicio del derecho a la educaci?n por aquellos sujetos a quienes les corresponde tal funci?n, en el marco de un ordenamiento democr?tico respetuoso de la libertad de conciencia y del pluralismo social. En cambio, con la introducci?n de la ?Educaci?n para la ciudadan?a? de la LOE ?tal como est? planteada en los Reales Decretos? el Estado se arroga un papel de educador moral que no es propio de un Estado democr?tico de Derecho. Hablamos de esta ?Educaci?n para la ciudadan?a?. Otra diferente, que no hubiera invadido el campo de la formaci?n de la conciencia y se hubiera atenido, por ejemplo, a la explicaci?n del ordenamiento constitucional y de las declaraciones universales de los derechos humanos, hubiera sido aceptable e incluso, tal vez, deseable.

12. Las disposiciones de la LOE y de sus desarrollos sobre ?Educaci?n para la ciudadan?a? han causado una creciente y comprensible preocupaci?n en los padres de alumnos. Tambi?n han puesto en dificultades a los centros educativos. Por un lado, los centros cat?licos o inspirados en la doctrina cat?lica se ver?an obligados por la Ley a introducir en su programaci?n una asignatura que no resulta coherente con su ideario, puesto que ?seg?n el actual curr?culo? no es conforme con la Doctrina Social de la Iglesia, tanto por su car?cter de formaci?n estatal obligatoria de las conciencias como por sus contenidos. Por otro lado, los centros educativos del Estado, perdiendo su obligada neutralidad ideol?gica, impondr?n a quienes han optado por la religi?n y moral cat?lica otra formaci?n moral no elegida por ellos, sin que ?stos puedan gozar de la protecci?n que el car?cter propio otorga a quienes estudian en centros de iniciativa social cat?lica. En los centros estatales estudian la mayor parte de los hijos de padres cat?licos. En cualquier caso, todos los alumnos, cat?licos o no, quedan afectados en sus derechos, ya que a ninguno se le puede imponer una formaci?n moral no elegida por ?l o por sus padres: ?ni una supuestamente mayoritaria, ni la cat?lica, ni ninguna otra? (Declaraci?n de 28 febrero).

13. En esta situaci?n, se han planteado muchas dudas acerca del modo adecuado de responder a tal desaf?o. En nuestra Declaraci?n de febrero hemos exhortado a todos a actuar de modo responsable y comprometido ante una asignatura inaceptable tanto en la forma como en el fondo. Los medios concretos de actuaci?n de los que disponen los padres y los centros educativos son diversos. No hemos querido ni queremos mencionar ninguno en particular. Deseamos, en cambio, recordar que la gravedad de la situaci?n no permite posturas pasivas ni acomodaticias. Se puede recurrir a todos los medios leg?timos para defender la libertad de conciencia y de ense?anza, que es lo que est? en juego. Los padres har?n uso de unos medios y los centros, de otros. Ninguno de tales medios leg?timos puede ser excluido justamente en ninguno de los centros en los que se plantea este nuevo desaf?o: ni en los centros estatales ni en los de iniciativa social.

Cuando est? en cuesti?n un derecho tan fundamental, como el de la libertad de conciencia y de ense?anza, todos ?y los cat?licos, en particular? debemos mostrarnos unidos en su defensa.

Confiamos de nuevo a Mar?a, Madre de la Iglesia, la tarea de todos los educadores, en particular de los padres y de las escuelas.

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Bas?lica de Guadalupe: El Proyecto Ecumenicon, abre su Gira Mundial Por la Paz y la Unidad.

COR UNUM ET ANIMA UNA?

UN SOLO CORAZON Y UNA SOLA ALMA
DEFENDIENDO LA VIDA COMO VALOR INNEGOCIABLE
LABRANDO LA PAZ INTERIOR PARA UNA VIDA SIN CONFLICTOS
BUSCANDO LA UNIDAD EN LOS CORAZONES SENCILLOS


Bajo estos principios, el PROYECTO ECUMENICON, abre su GIRA MUNDIAL POR LA PAZ Y LA UNIDAD, desde M?xico, el pr?ximo 12 de junio en la Bas?lica de Guadalupe, a las 19:00 horas, y llevar? su mensaje por 16 pa?ses, incluido Israel, para concluir en Roma el pr?ximo a?o 2008.

Se trata de todo un programa de difusi?n internacional que busca la promoci?n de la reconciliaci?n y el entendimiento entre las naciones, y generar el flujo de millones de voluntades dispuestas a unirse en un esfuerzo de solidaridad global mediante proyectos concretos de apoyo a los pa?ses necesitados.

El PROYECTO ECUMENICON es impulsado por la Asociaci?n Juan Pablo II de Espa?a, y apoyado en M?xico por la Bas?lica de Guadalupe. Es un evento cultural con repercusiones sociales, que parte de una obra de m?sica sacra donde se conjuntan las ideas de unidad que han permeado a trav?s de los siglos en la humanidad, y la fuerza expresiva de la m?sica.

Ecumenismo es uni?n, es el deseo de entendimiento entre los hombres y est? en la ra?z de esta obra ?Oratorio Ecumenicon? que desea aportar desde la m?sica a ese anhelo no satisfecho de la unidad entre los hombres, y fomentar la b?squeda de un denominador com?n que nos lleve hacia un futuro mejor.

Es una obra de altura, de la autor?a del gran maestro ruso Yuri Chug?yev y Luis D?ez, y es ejecutada por m?sicos de excelencia, as? como el Coro de la Catedral Ortodoxa de San Jorge, el Coro de la Catedral de Santa Sof?a y el Arzobispado Ortodoxo Griego, el Coro de la Capilla de M?sica de la Bas?lica y alumnos invitados del Conservatorio Nacional de M?sica de M?xico, bajo la direcci?n del maestro mexicano Manuel Rosillo Segura. Como narrador participa el actor Eric del Castillo.

Uno de los ejes del proyecto es impulsar la solidaridad internacional en causas ben?ficas en los cinco continentes, en particular de los pa?ses del llamado tercer mundo.

Por este motivo, despu?s de arrancar en M?xico, realizar? un recorrido por Espa?a, Polonia, Alemania, Per?, Ecuador, Argentina, Chile, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Filipinas, Australia, Rep?blica Checa, Israel, Sud?frica e Italia.

El evento se realizar? este pr?ximo martes 12 de junio, en la Bas?lica de Guadalupe, a partir de las 19:00 horas.

Cabe se?alar que entre los invitados al evento se encuentran los integrantes del Consejo Interreligioso de M?xico, embajadores y otras personalidades destacadas en M?xico.

Informaci?n:
Marcela Vallecillo G.
Comunicaci?n Social INBG

INSIGNE Y NACIONAL
BAS?LICA DE SANTA MARIA DE GUADALUPE
www.virgendeguadalupe.org.mx
[email protected]

Tel. /Fax: 5750-2807 / 5577-0135

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Todas las Iglesias para todo el mundo


Queridos hermanos y hermanas:

Con ocasi?n de la pr?xima Jornada mundial de las misiones quisiera invitar a todo el pueblo de Dios ?pastores, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos? a una reflexi?n com?n sobre la urgencia y la importancia que tiene, tambi?n en nuestro tiempo, la acci?n misionera de la Iglesia. En efecto, no dejan de resonar, como exhortaci?n universal y llamada apremiante, las palabras con las que Jesucristo, crucificado y resucitado, antes de subir al cielo, encomend? a los Ap?stoles el mandato misionero: ?Id, pues, y haced disc?pulos a todas las gentes bautiz?ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp?ritu Santo, y ense??ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aqu? que yo estoy con vosotros todos los d?as hasta el fin del mundo? (Mt 28, 19-20).

En la ardua labor de evangelizaci?n nos sostiene y acompa?a la certeza de que ?l, el Due?o de la mies, est? con nosotros y gu?a sin cesar a su pueblo. Cristo es la fuente inagotable de la misi?n de la Iglesia. Este a?o, adem?s, un nuevo motivo nos impulsa a un renovado compromiso misionero: se celebra el 50? aniversario de la enc?clica Fidei donum del siervo de Dios P?o XII, con la que se promovi? y estimul? la cooperaci?n entre las Iglesias para la misi?n ad gentes.

El tema elegido para la pr?xima Jornada mundial de las misiones ??Todas las Iglesias para todo el mundo?? invita a las Iglesias locales de los diversos continentes a tomar conciencia de la urgente necesidad de impulsar nuevamente la acci?n misionera ante los m?ltiples y graves desaf?os de nuestro tiempo. Ciertamente, han cambiado las condiciones en que vive la humanidad, y durante estos decenios, especialmente desde el concilio Vaticano II, se ha realizado un gran esfuerzo con vistas a la difusi?n del Evangelio.

Con todo, queda a?n mucho por hacer para responder al llamamiento misionero que el Se?or no deja de dirigir a todos los bautizados. Sigue llamando, en primer lugar, a las Iglesias de antigua tradici?n, que en el pasado proporcionaron a las misiones, adem?s de medios materiales, tambi?n un n?mero consistente de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, llevando a cabo una eficaz cooperaci?n entre comunidades cristianas. De esa cooperaci?n han brotado abundantes frutos apost?licos tanto para las Iglesias j?venes en tierras de misi?n como para las realidades eclesiales de donde proced?an los misioneros.

Ante el avance de la cultura secularizada, que a veces parece penetrar cada vez m?s en las sociedades occidentales, considerando adem?s la crisis de la familia, la disminuci?n de las vocaciones y el progresivo envejecimiento del clero, esas Iglesias corren el peligro de encerrarse en s? mismas, de mirar con poca esperanza al futuro y de disminuir su esfuerzo misionero. Pero este es precisamente el momento de abrirse con confianza a la Providencia de Dios, que nunca abandona a su pueblo y que, con la fuerza del Esp?ritu Santo, lo gu?a hacia el cumplimiento de su plan eterno de salvaci?n.

El buen Pastor invita tambi?n a las Iglesias de reciente evangelizaci?n a dedicarse generosamente a la misi?n ad gentes. A pesar de encontrar no pocas dificultades y obst?culos en su desarrollo, esas comunidades aumentan sin cesar. Algunas, afortunadamente, cuentan con abundantes sacerdotes y personas consagradas, no pocos de los cuales, aun siendo numerosas las necesidades de sus di?cesis, son enviados a desempe?ar su ministerio pastoral y su servicio apost?lico a otras partes, incluso a tierras de antigua evangelizaci?n.

De este modo, se asiste a un providencial ?intercambio de dones?, que redunda en beneficio de todo el Cuerpo m?stico de Cristo. Deseo vivamente que la cooperaci?n misionera se intensifique, aprovechando las potencialidades y los carismas de cada uno. Asimismo, deseo que la Jornada mundial de las misiones contribuya a que todas las comunidades cristianas y todos los bautizados tomen cada vez mayor conciencia de que la llamada de Cristo a propagar su reino hasta los ?ltimos confines de la tierra es universal.

?La Iglesia es misionera por su propia naturaleza ?escribe Juan Pablo II en la enc?clica Redemptoris missio?, ya que el mandato de Cristo no es algo contingente y externo, sino que alcanza al coraz?n mismo de la Iglesia. Por esto, toda la Iglesia y cada Iglesia es enviada a las gentes. Las mismas Iglesias m?s j?venes (...) deben participar cuanto antes y de hecho en la misi?n universal de la Iglesia, enviando tambi?n ellas misioneros a predicar por todas las partes del mundo el Evangelio, aunque sufran escasez de clero? (n. 62).

A cincuenta a?os del hist?rico llamamiento de mi predecesor P?o XII con la enc?clica Fidei donum para una cooperaci?n entre las Iglesias al servicio de la misi?n, quisiera reafirmar que el anuncio del Evangelio sigue teniendo suma actualidad y urgencia. En la citada enc?clica Redemptoris missio, el Papa Juan Pablo II, por su parte, reconoc?a que ?la misi?n de la Iglesia es m?s vasta que la "comuni?n entre las Iglesias"; esta (...) debe tener sobre todo una orientaci?n con miras a la espec?fica ?ndole misionera? (n. 64).

Por consiguiente, como se ha reafirmado muchas veces, el compromiso misionero sigue siendo el primer servicio que la Iglesia debe prestar a la humanidad de hoy, para orientar y evangelizar los cambios culturales, sociales y ?ticos; para ofrecer la salvaci?n de Cristo al hombre de nuestro tiempo, en muchas partes del mundo humillado y oprimido a causa de pobrezas end?micas, de violencia, de negaci?n sistem?tica de derechos humanos.

La Iglesia no puede eximirse de esta misi?n universal; para ella constituye una obligaci?n. Dado que Cristo encomend? el mandato misionero en primer lugar a Pedro y a los Ap?stoles, ese mandato hoy compete ante todo al Sucesor de Pedro, que la divina Providencia ha elegido como fundamento visible de la unidad de la Iglesia, y a los obispos, directamente responsables de la evangelizaci?n, sea como miembros del Colegio episcopal, sea como pastores de las Iglesias particulares (cf. ib., 63).

Por tanto, me dirijo a los pastores de todas las Iglesias, puestos por el Se?or como gu?as de su ?nico reba?o, para que compartan el celo por el anuncio y la difusi?n del Evangelio. Fue precisamente esta preocupaci?n la que impuls?, hace cincuenta a?os, al siervo de Dios P?o XII a procurar que la cooperaci?n misionera respondiera mejor a las exigencias de los tiempos. Especialmente ante las perspectivas de la evangelizaci?n, pidi? a las comunidades de antigua evangelizaci?n que enviaran sacerdotes para ayudar a las Iglesias de reciente fundaci?n. As? dio vida a un nuevo ?sujeto misionero?, que precisamente de las primeras palabras de la enc?clica tom? el nombre de "fidei donum".

A este respecto, escribi?: ?Considerando, por un lado, las innumerables legiones de hijos nuestros que, sobre todo en los pa?ses de antigua tradici?n cristiana, participan del bien de la fe, y, por otro, la masa a?n m?s numerosa de los que todav?a esperan el mensaje de la salvaci?n, sentimos el ardiente deseo de exhortaros, venerables hermanos, a que con vuestro celo sosteng?is la causa santa de la expansi?n de la Iglesia en el mundo?. Y a?adi?: ?Quiera Dios que, como consecuencia de nuestro llamamiento, el esp?ritu misionero penetre m?s a fondo en el coraz?n de todos los sacerdotes y que, a trav?s de su ministerio, inflame a todos los fieles? (Fidei donum, 1: El Magisterio pontificio contempor?neo, II, BAC, Madrid 1992, p. 57).

Demos gracias al Se?or por los abundantes frutos que se han obtenido en ?frica y en otras regiones de la tierra mediante esta cooperaci?n misionera. Incontables sacerdotes, abandonando sus comunidades de origen, han puesto sus energ?as apost?licas al servicio de comunidades a veces reci?n fundadas, en zonas pobres y en v?as de desarrollo. Entre ellos ha habido no pocos m?rtires que, adem?s del testimonio de la palabra y la entrega apost?lica, han ofrecido el sacrificio de su vida.

No podemos olvidar tampoco a los numerosos religiosos, religiosas y laicos voluntarios que, juntamente con los presb?teros, se han prodigado por difundir el Evangelio hasta los ?ltimos confines del mundo. La Jornada mundial de las misiones es ocasi?n propicia para recordar en la oraci?n a estos hermanos y hermanas nuestros en la fe, y a los que siguen prodig?ndose en el vasto campo misionero. Pidamos a Dios que su ejemplo suscite por doquier nuevas vocaciones y una renovada conciencia misionera en el pueblo cristiano.

Efectivamente, toda comunidad cristiana nace misionera, y el amor de los creyentes a su Se?or se mide precisamente seg?n su compromiso evangelizador. Podr?amos decir que, para los fieles, no se trata simplemente de colaborar en la actividad de evangelizaci?n, sino de sentirse ellos mismos protagonistas y corresponsables de la misi?n de la Iglesia. Esta corresponsabilidad conlleva que crezca la comuni?n entre las comunidades y se incremente la ayuda mutua, tanto en lo que ata?e al personal (sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos voluntarios), como en la utilizaci?n de los medios hoy necesarios para evangelizar.

Queridos hermanos y hermanas, verdaderamente el mandato misionero encomendado por Cristo a los Ap?stoles nos compromete a todos. Por tanto, la Jornada mundial de las misiones debe ser ocasi?n propicia para tomar cada vez mayor conciencia de ese mandato y para elaborar juntos itinerarios espirituales y formativos adecuados que favorezcan la cooperaci?n entre las Iglesias y la preparaci?n de nuevos misioneros para la difusi?n del Evangelio en nuestro tiempo.

Con todo, no conviene olvidar que la primera y principal aportaci?n que debemos dar a la acci?n misionera de la Iglesia es la oraci?n. ?La mies es mucha ?dice el Se?or? y los obreros pocos. Rogad, pues, al Due?o de la mies que env?e obreros a su mies? (Lc 10, 2). "Orad, pues venerables hermanos y amados hijos ?escribi? hace cincuenta a?os el Papa P?o XII de venerada memoria?: orad m?s y m?s, y sin cesar. No dej?is de llevar vuestro pensamiento y vuestra preocupaci?n hacia las inmensas necesidades espirituales de tantos pueblos todav?a tan alejados de la verdadera fe, o bien tan privados de socorros para perseverar en ella" (Fidei donum, 13: El Magisterio pontificio contempor?neo, II, BAC, Madrid 1992, p. 64). Y exhortaba a multiplicar las misas celebradas por las misiones, pues ?son las intenciones mismas de nuestro Se?or, que ama a su Iglesia y que la quisiera ver extendida y floreciente por todos los lugares de la tierra? (ib., p. 63).

Queridos hermanos y hermanas, tambi?n yo renuevo esta invitaci?n tan actual. Es preciso que todas las comunidades eleven su oraci?n al ?Padre nuestro que est? en el cielo?, para que venga su reino a la tierra. Hago un llamamiento en particular a los ni?os y a los j?venes, siempre dispuestos a generosos impulsos misioneros. Me dirijo a los enfermos y a los que sufren, recordando el valor de su misteriosa e indispensable colaboraci?n en la obra de la salvaci?n.

Pido a las personas consagradas, y especialmente a los monasterios de clausura, que intensifiquen su oraci?n por las misiones. Gracias al compromiso de todos los creyentes debe ampliarse en toda la Iglesia la red espiritual de oraci?n en apoyo de la evangelizaci?n.

Que la Virgen Mar?a, que acompa?? con solicitud materna el camino de la Iglesia naciente, gu?e nuestros pasos tambi?n en esta ?poca y nos obtenga un nuevo Pentecost?s de amor. En particular, que nos ayude a todos a tomar conciencia de que somos misioneros, es decir, enviados por el Se?or a ser sus testigos en todos los momentos de nuestra existencia.

A los sacerdotes "fidei donum", a los religiosos, a las religiosas, a los laicos voluntarios comprometidos en las fronteras de la evangelizaci?n, as? como a quienes de diversos modos se dedican al anuncio del Evangelio, les aseguro un recuerdo diario en mi oraci?n, a la vez que imparto con afecto a todos la bendici?n apost?lica.

Vaticano, 27 de mayo de 2007, solemnidad de Pentecost?s

BENEDICTUS PP. XVI

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Discurso que Benedicto XVI pronunci? al inaugurar la asamblea diocesana de Roma sobre el tema ?Jes?s es el Se?or. Educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio?, el 11 de junio de 2007, en la bas?lica de San Juan de Letr?n.



Queridos hermanos y hermanas:
Por tercer a?o consecutivo la asamblea de nuestra di?cesis me brinda la posibilidad de encontrarme con vosotros y dirigirme a todos, abordando la tem?tica que la Iglesia de Roma afrontar? en el pr?ximo a?o pastoral, en estrecha continuidad con el trabajo desarrollado en el a?o que se est? concluyendo. Os saludo con afecto a cada uno de vosotros, obispos, sacerdotes, di?conos, religiosos, religiosas y laicos que particip?is con generosidad en la misi?n de la Iglesia. Agradezco en particular al cardenal vicario las palabras que me ha dirigido en nombre de todos vosotros.

El tema de la asamblea es "Jes?s es el Se?or. Educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio". Se trata de un tema que nos ata?e a todos, porque cada disc?pulo confiesa que Jes?s es el Se?or y est? llamado a crecer en la adhesi?n a ?l, dando y recibiendo ayuda de la gran compa??a de los hermanos en la fe. Ahora bien, el verbo "educar", puesto en el t?tulo de la asamblea, implica una atenci?n especial a los ni?os, a los muchachos y a los j?venes, y pone de relieve la tarea que corresponde ante todo a la familia: as? permanecemos dentro del itinerario que ha caracterizado durante los ?ltimos a?os la pastoral de nuestra di?cesis.

Es importante considerar ante todo la afirmaci?n inicial, que da el tono y el sentido de nuestra asamblea: "Jes?s es el Se?or". Ya la encontramos en la solemne declaraci?n con la que concluye el discurso de san Pedro en Pentecost?s, donde el primero de los Ap?stoles dijo: "Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Se?or y Cristo a este Jes?s a quien vosotros hab?is crucificado" (Hch 2, 36). Es an?loga la conclusi?n del gran himno a Cristo contenido en la carta de san Pablo a los Filipenses: "Toda lengua confiese que Cristo Jes?s es Se?or para gloria de Dios Padre" (Flp 2, 11). Tambi?n san Pablo, en el saludo final de la primera carta a los Corintios, exclama: "El que no quiera al Se?or, sea anatema. Marana tha, Ven, Se?or" (1 Co 16, 22), transmiti?ndonos as? la antiqu?sima invocaci?n, en lengua aramea, de Jes?s como Se?or.

Se podr?an a?adir otras citas: pienso en el cap?tulo 12 de la misma carta a los Corintios, donde san Pablo dice: "Nadie puede decir "Jes?s es Se?or" sino con el Esp?ritu Santo" (1 Co 12, 3). As? declara que esta es la confesi?n fundamental de la Iglesia, guiada por el Esp?ritu Santo. Podr?amos pensar tambi?n en el cap?tulo 10 de la carta a los Romanos, donde el Ap?stol dice: "Si confiesas con tu boca que Jes?s es Se?or..." (Rm 10, 9), recordando tambi?n a los cristianos de Roma que las palabras "Jes?s es el Se?or" constituyen la confesi?n com?n de la Iglesia, el fundamento seguro de toda la vida de la Iglesia. A partir de esas palabras se ha desarrollado toda la confesi?n del Credo apost?lico, del Credo niceno. En otro pasaje de la primera carta a los Corintios san Pablo afirma tambi?n: "Pues aun cuando se les d? el nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de se?ores, para nosotros no hay m?s que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Se?or, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Co 8, 5-6).

As?, desde el inicio, los disc?pulos reconocieron que Jes?s resucitado es nuestro hermano en la humanidad y que tambi?n es totalmente uno con Dios; que con su venida al mundo, con toda su vida, con su muerte y su resurrecci?n, nos trajo a Dios, hizo presente a Dios en el mundo de modo nuevo y ?nico; y que, por tanto, da sentido y esperanza a nuestra vida: en ?l encontramos el verdadero rostro de Dios, que realmente necesitamos para vivir.

Educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio quiere decir ayudar a nuestros hermanos, o mejor, ayudarnos mutuamente a entablar una relaci?n viva con Cristo y con el Padre. Esta ha sido desde el inicio la tarea fundamental de la Iglesia, como comunidad de los creyentes, de los disc?pulos y de los amigos de Jes?s. La Iglesia, cuerpo de Cristo y templo del Esp?ritu Santo, es la compa??a fiable en la que hemos sido engendrados y educados para llegar a ser, en Cristo, hijos y herederos de Dios. En ella recibimos al Esp?ritu, "que nos hace exclamar: ? Abb?, Padre!" (cf. Rm 8, 14-17).

En la homil?a de san Agust?n hemos escuchado que Dios no est? lejos, que se ha hecho "camino" y que el "camino" mismo vino a nosotros. Dice: "Lev?ntate, perezoso, y comienza a caminar". Comenzar a caminar quiere decir emprender el "camino" que es Cristo mismo, en compa??a de los creyentes; quiere decir caminar ayud?ndonos los unos a los otros a ser realmente amigos de Jesucristo e hijos de Dios.

Como nos ense?a la experiencia diaria ?lo sabemos todos?, educar en la fe hoy no es una empresa f?cil. En realidad, hoy cualquier labor de educaci?n parece cada vez m?s ardua y precaria. Por eso, se habla de una gran "emergencia educativa", de la creciente dificultad que se encuentra para transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un correcto comportamiento, dificultad que existe tanto en la escuela como en la familia, y se puede decir que en todos los dem?s organismos que tienen finalidades educativas.

Podemos a?adir que se trata de una emergencia inevitable: en una sociedad y en una cultura que con demasiada frecuencia tienen el relativismo como su propio credo ?el relativismo se ha convertido en una especie de dogma?, falta la luz de la verdad, m?s a?n, se considera peligroso hablar de verdad, se considera "autoritario", y se acaba por dudar de la bondad de la vida ??es un bien ser hombre?, ?es un bien vivir?? y de la validez de las relaciones y de los compromisos que constituyen la vida.

Entonces, ?c?mo proponer a los m?s j?venes y transmitir de generaci?n en generaci?n algo v?lido y cierto, reglas de vida, un aut?ntico sentido y objetivos convincentes para la existencia humana, sea como personas sea como comunidades? Por eso, por lo general, la educaci?n tiende a reducirse a la transmisi?n de determinadas habilidades o capacidades de hacer, mientras se busca satisfacer el deseo de felicidad de las nuevas generaciones colm?ndolas de objetos de consumo y de gratificaciones ef?meras.

As?, tanto los padres como los profesores sienten f?cilmente la tentaci?n de abdicar de sus tareas educativas y de no comprender ya ni siquiera cu?l es su papel, o mejor, la misi?n que les ha sido encomendada. Pero precisamente as? no ofrecemos a los j?venes, a las nuevas generaciones, lo que tenemos obligaci?n de transmitirles. Con respecto a ellos somos deudores tambi?n de los verdaderos valores que dan fundamento a la vida.

Pero esta situaci?n evidentemente no satisface, no puede satisfacer, porque deja de lado la finalidad esencial de la educaci?n, que es la formaci?n de la persona a fin de capacitarla para vivir con plenitud y aportar su contribuci?n al bien de la comunidad. Por eso, en muchas partes se plantea la exigencia de una educaci?n aut?ntica y el redescubrimiento de la necesidad de educadores que lo sean realmente. Lo reclaman los padres, preocupados y a menudo angustiados por el futuro de sus hijos; lo reclaman tantos profesores que viven la triste experiencia de la degradaci?n de sus escuelas; lo reclama la sociedad en su conjunto, en Italia y en muchas otras naciones, porque ve c?mo a causa de la crisis de la educaci?n se ponen en peligro las bases mismas de la convivencia.

En ese contexto, el compromiso de la Iglesia de educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio del Se?or Jes?s asume, m?s que nunca, tambi?n el valor de una contribuci?n para hacer que la sociedad en que vivimos salga de la crisis educativa que la aflige, poniendo un dique a la desconfianza y al extra?o "odio de s? misma" que parece haberse convertido en una caracter?stica de nuestra civilizaci?n.

Ahora bien, todo esto no disminuye la dificultad que encontramos para llevar a los ni?os, a los adolescentes y a los j?venes a encontrarse con Cristo y a entablar con ?l una relaci?n duradera y profunda. Sin embargo, precisamente este es el desaf?o decisivo para el futuro de la fe, de la Iglesia y del cristianismo, y por tanto es una prioridad esencial de nuestro trabajo pastoral: acercar a Cristo y al Padre a la nueva generaci?n, que vive en un mundo en gran parte alejado de Dios.

Queridos hermanos y hermanas, debemos ser siempre conscientes de que no podemos realizar esa obra con nuestras fuerzas, sino s?lo con el poder del Esp?ritu Santo. Son necesarias la luz y la gracia que proceden de Dios y act?an en lo m?s ?ntimo de los corazones y de las conciencias. As? pues, para la educaci?n y la formaci?n cristiana son decisivas ante todo la oraci?n y nuestra amistad personal con Jes?s, pues s?lo quien conoce y ama a Jesucristo puede introducir a sus hermanos en una relaci?n vital con ?l.

Impulsado precisamente por esta necesidad pens?: ser?a ?til escribir un libro que ayude a conocer a Jes?s. No olvidemos nunca las palabras de Jes?s: "A vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he o?do a mi Padre os lo he dado a conocer. No me hab?is elegido vosotros a m?, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vay?is y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca" (Jn 15, 15-16). Por eso, nuestras comunidades s?lo podr?n trabajar con fruto y educar en la fe y en el seguimiento de Cristo si son ellas mismas aut?nticas "escuelas" de oraci?n (cf. Novo millennio ineunte, 33), en las que se viva el primado de Dios.

Adem?s, la educaci?n, y especialmente la educaci?n cristiana, es decir, la educaci?n para forjar la propia vida seg?n el modelo de Dios, que es amor (cf. 1 Jn 4, 8. 16), necesita la cercan?a propia del amor. Sobre todo hoy, cuando el aislamiento y la soledad son una condici?n generalizada, a la que en realidad no ponen remedio el ruido y el conformismo de grupo, resulta decisivo el acompa?amiento personal, que da a quien crece la certeza de ser amado, comprendido y acogido.

En concreto, este acompa?amiento debe llevar a palpar que nuestra fe no es algo del pasado, sino que puede vivirse hoy y que vivi?ndola encontramos realmente nuestro bien. As?, a los muchachos y los j?venes se les puede ayudar a librarse de prejuicios generalizados y a darse cuenta de que el modo cristiano de vivir es realizable y razonable, m?s a?n, el m?s razonable, con mucho.

Toda la comunidad cristiana, en sus m?ltiples articulaciones y componentes, est? llamada a cumplir la gran tarea de llevar a las nuevas generaciones al encuentro con Cristo; por tanto, en este ?mbito debe expresarse y manifestarse con particular evidencia nuestra comuni?n con el Se?or y entre nosotros, nuestra disponibilidad y voluntad de trabajar juntos, de "formar una red", de colaborar todos con esp?ritu abierto y sincero, comenzando por la valiosa contribuci?n de las mujeres y los hombres que han consagrado su vida a la adoraci?n de Dios y a la intercesi?n por los hermanos.

Sin embargo, es evidente que, en la educaci?n y en la formaci?n en la fe, a la familia compete una misi?n propia y fundamental y una responsabilidad primaria. En efecto, el ni?o que se asoma a la vida hace a trav?s de sus padres la primera y decisiva experiencia del amor, de un amor que en realidad no es s?lo humano, sino tambi?n un reflejo del amor que Dios siente por ?l. Por eso, entre la familia cristiana, peque?a "iglesia dom?stica" (cf. Lumen gentium, 11), y la gran familia de la Iglesia debe desarrollarse la colaboraci?n m?s estrecha, ante todo en lo que ata?e a la educaci?n de los hijos.

As? pues, todo lo realizado a lo largo de los tres a?os que nuestra pastoral diocesana ha dedicado espec?ficamente a la familia, no s?lo se ha de considerar como un fruto, sino que se ha de incrementar ulteriormente. Por ejemplo, los intentos de implicar m?s a los padres e incluso a los padrinos y madrinas antes y despu?s del bautismo, para ayudarles a entender y a cumplir su misi?n de educadores de la fe, ya han dado resultados apreciables, y es preciso proseguirlos, convirti?ndolos en patrimonio com?n de cada parroquia. Lo mismo vale para la participaci?n de las familias en la catequesis y en todo el itinerario de iniciaci?n cristiana de los ni?os y los adolescentes.

Desde luego, son muchas las familias que no est?n preparadas para cumplir esa tarea; y algunas parecen poco interesadas en la educaci?n cristiana de sus hijos, o incluso son contrarias a ella: aqu? se notan tambi?n las consecuencias de la crisis de tantos matrimonios. Con todo, raramente se encuentran padres totalmente indiferentes con respecto a la formaci?n humana y moral de sus hijos, y, por tanto, no dispuestos a dejarse ayudar en una labor educativa que consideran cada vez m?s dif?cil.

Por consiguiente, se abre un espacio de compromiso y de servicio para nuestras parroquias, oratorios, grupos juveniles y, ante todo, para las mismas familias cristianas, llamadas a hacerse pr?jimo de otras familias a fin de sostenerlas y asistirlas en la educaci?n de los hijos, ayud?ndoles as? a recuperar el sentido y la finalidad de la vida de matrimonio. Pasemos ahora a otros sujetos de la educaci?n en la fe.

A medida que los muchachos crecen, aumenta naturalmente en ellos el deseo de autonom?a personal, que f?cilmente, sobre todo en la adolescencia, se transforma en un alejamiento cr?tico de la propia familia. Entonces resulta especialmente importante la cercan?a que pueden garantizar el sacerdote, la religiosa, el catequista u otros educadores capaces de hacer concreto para el joven el rostro amigo de la Iglesia y el amor de Cristo.

Para que produzca efectos positivos duraderos, nuestra cercan?a debe ser consciente de que la relaci?n educativa es un encuentro de libertades y que la misma educaci?n cristiana es formaci?n en la aut?ntica libertad. De hecho, no hay verdadera propuesta educativa que no conduzca, de modo respetuoso y amoroso, a una decisi?n, y precisamente la propuesta cristiana interpela a fondo la libertad, invit?ndola a la fe y a la conversi?n.

Como afirm? en la Asamblea eclesial de Verona, "una educaci?n verdadera debe suscitar la valent?a de las decisiones definitivas, que hoy se consideran un v?nculo que limita nuestra libertad, pero que en realidad son indispensables para crecer y alcanzar algo grande en la vida, especialmente para que madure el amor en toda su belleza; por consiguiente, para dar consistencia y significado a nuestra libertad" (Discurso del 19 de octubre de 2006: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 27 de octubre de 2006, p. 10).

Los adolescentes y los j?venes, cuando se sienten respetados y tomados en serio en su libertad, a pesar de su inconstancia y fragilidad, se muestran dispuestos a dejarse interpelar por propuestas exigentes; m?s a?n, se sienten atra?dos y a menudo fascinados por ellas. Tambi?n quieren mostrar su generosidad en la entrega a los grandes valores perennes, que constituyen el fundamento de la vida.

El aut?ntico educador tambi?n toma en serio la curiosidad intelectual que existe ya en los ni?os y con el paso de los a?os asume formas m?s conscientes. Con todo, el joven de hoy, estimulado y a menudo confundido por la multiplicidad de informaciones y por el contraste de ideas y de interpretaciones que se le proponen continuamente, conserva dentro de s? una gran necesidad de verdad; por tanto, est? abierto a Jesucristo, que, como nos recuerda Tertuliano (De virginibus velandis, I, 1), "afirm? que es la verdad, no la costumbre".

Debemos esforzarnos por responder a la demanda de verdad poniendo sin miedo la propuesta de la fe en confrontaci?n con la raz?n de nuestro tiempo. As? ayudaremos a los j?venes a ensanchar los horizontes de su inteligencia, abri?ndose al misterio de Dios, en el cual se encuentra el sentido y la direcci?n de nuestra existencia, y superando los condicionamientos de una racionalidad que s?lo se f?a de lo que puede ser objeto de experimento y de c?lculo. Por tanto, es muy importante desarrollar lo que ya el a?o pasado llamamos la "pastoral de la inteligencia".

La labor educativa implica la libertad, pero tambi?n necesita autoridad. Por eso, especialmente cuando se trata de educar en la fe, es central la figura del testigo y el papel del testimonio. El testigo de Cristo no transmite s?lo informaciones, sino que est? comprometido personalmente con la verdad que propone, y con la coherencia de su vida resulta punto de referencia digno de confianza. Pero no remite a s? mismo, sino a Alguien que es infinitamente m?s grande que ?l, en quien ha puesto su confianza y cuya bondad fiable ha experimentado.

Por consiguiente, el aut?ntico educador cristiano es un testigo cuyo modelo es Jesucristo, el testigo del Padre que no dec?a nada de s? mismo, sino que hablaba tal como el Padre le hab?a ense?ado (cf. Jn 8, 28). Esta relaci?n con Cristo y con el Padre es para cada uno de nosotros, queridos hermanos y hermanas, la condici?n fundamental para ser educadores eficaces en la fe.

Acertadamente, nuestra asamblea habla de educaci?n no s?lo en la fe y en el seguimiento, sino tambi?n en el testimonio del Se?or Jes?s. Por tanto, el testimonio activo de Cristo que se debe dar no s?lo ata?e a los sacerdotes, a las religiosas y a los laicos que en nuestras comunidades desempe?an tareas educativas, sino tambi?n a los mismos muchachos y j?venes, y a todos los que son educados en la fe.

La conciencia de estar llamados a ser testigos de Cristo no es, por tanto, algo que se a?ade despu?s, una consecuencia de alg?n modo externa a la formaci?n cristiana, como por desgracia se ha pensado a menudo y tambi?n hoy se sigue pensando, sino, al contrario, es una dimensi?n intr?nseca y esencial de la educaci?n en la fe y en el seguimiento, del mismo modo que la Iglesia es misionera por su misma naturaleza (cf. Ad gentes, 2).

As? pues, desde el inicio de la formaci?n de los ni?os, para llegar, con un itinerario progresivo, a la formaci?n permanente de los cristianos adultos, es necesario que arraiguen en el alma de los creyentes la voluntad y la convicci?n de que participan en la vocaci?n misionera de la Iglesia, en todas las situaciones y circunstancias de su vida. No podemos guardar para nosotros la alegr?a de la fe; debemos difundirla y transmitirla, fortaleci?ndola as? en nuestro coraz?n.

Si la fe se transforma realmente en alegr?a por haber encontrado la verdad y el amor, es inevitable sentir el deseo de transmitirla, de comunicarla a los dem?s. Por aqu? pasa, en gran medida, la nueva evangelizaci?n a la que nos llam? nuestro amado Papa Juan Pablo II. Una experiencia concreta, que podr? hacer crecer en los j?venes de las parroquias y de las diversas asociaciones eclesiales la voluntad de testimoniar su fe, es la "Misi?n de los j?venes" que est?is proyectando, despu?s del feliz resultado de la gran "Misi?n ciudadana".

A la escuela cat?lica corresponde una tarea muy importante en la educaci?n en la fe. En efecto, cumple su misi?n bas?ndose en un proyecto educativo que pone en el centro el Evangelio y lo tiene como punto de referencia decisivo para la formaci?n de la persona y para toda la propuesta cultural. Por tanto, la escuela cat?lica, en convencida colaboraci?n con las familias y con la comunidad eclesial, trata de promover la unidad entre la fe, la cultura y la vida, que es objetivo fundamental de la educaci?n cristiana.

Tambi?n las escuelas del Estado, de formas y modos diversos, pueden ser sostenidas en su tarea educativa por la presencia de profesores creyentes ?en primer lugar, pero no exclusivamente, los profesores de religi?n cat?lica? y de alumnos cristianamente formados, as? como por la colaboraci?n de muchas familias y por la misma comunidad cristiana.

La sana laicidad de la escuela, como de las dem?s instituciones del Estado, no implica cerrarse a la Trascendencia y mantener una falsa neutralidad respecto de los valores morales que est?n en la base de una aut?ntica formaci?n de la persona. Lo mismo se puede decir, naturalmente, de las universidades; y es un signo positivo que en Roma la pastoral universitaria haya podido desarrollarse en todos los ateneos, tanto entre los profesores como entre los alumnos, y se est? llevando a cabo una fecunda colaboraci?n entre las instituciones acad?micas civiles y pontificias.

Hoy, m?s que en el pasado, la educaci?n y la formaci?n de la persona sufren la influencia de los mensajes y del clima generalizado que transmiten los grandes medios de comunicaci?n y que se inspiran en una mentalidad y cultura caracterizadas por el relativismo, el consumismo y una falsa y destructora exaltaci?n, o mejor, profanaci?n del cuerpo y de la sexualidad. Por eso, precisamente por el gran "s?" que como creyentes en Cristo decimos al hombre amado por Dios, no podemos desinteresarnos de la orientaci?n conjunta de la sociedad a la que pertenecemos, de las tendencias que la impulsan y de las influencias positivas o negativas que ejerce en la formaci?n de las nuevas generaciones.

La presencia misma de la comunidad de los creyentes, su compromiso educativo y cultural, el mensaje de fe, de confianza y de amor que transmite, son en realidad un servicio inestimable al bien com?n y especialmente a los muchachos y j?venes que se est?n formando y preparando para la vida.

Queridos hermanos y hermanas, hay un ?ltimo punto sobre el que quiero atraer vuestra atenci?n: es sumamente importante para la misi?n de la Iglesia y exige nuestro compromiso y ante todo nuestra oraci?n. Me refiero a las vocaciones a seguir m?s de cerca al Se?or Jes?s en el sacerdocio ministerial y en la vida consagrada. En los ?ltimos decenios la di?cesis de Roma ha recibido el don de muchas ordenaciones sacerdotales, que han permitido colmar las lagunas del per?odo anterior y tambi?n salir al encuentro de las solicitudes de no pocas Iglesias hermanas necesitadas de clero; pero las se?ales m?s recientes parecen menos favorables y estimulan a toda nuestra comunidad diocesana a seguir pidiendo al Se?or, con humildad y confianza, obreros para su mies (cf. Mt 9, 37-38, Lc 10, 2).

De manera siempre delicada y respetuosa, pero tambi?n clara y valiente, debemos dirigir una peculiar invitaci?n al seguimiento de Jes?s a los chicos y chicas que parecen m?s atra?dos y fascinados por la amistad con ?l. Desde esta perspectiva, la di?cesis destinar? a algunos nuevos sacerdotes espec?ficamente al servicio de las vocaciones, pero sabemos bien que en este campo son decisivas la oraci?n y la calidad del conjunto de nuestro testimonio cristiano, el ejemplo de vida de los sacerdotes y de las almas consagradas, y la generosidad de las personas llamadas y de las familias de las que proceden.

Queridos hermanos y hermanas, os dejo estas reflexiones como contribuci?n para el di?logo de estas tardes y para el trabajo del pr?ximo a?o pastoral. Que el Se?or nos conceda siempre la alegr?a de creer en ?l, de crecer en su amistad, de seguirlo en el camino de la vida y de dar testimonio de ?l en todas las situaciones, de forma que podamos transmitir a quienes vengan despu?s de nosotros la inmensa riqueza y belleza de la fe en Jesucristo. Mi afecto y mi bendici?n os acompa?an en vuestro trabajo. Gracias por vuestra atenci?n.

[Traducci?n distribuida por la Santa Sede
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 0:38  | Habla el Papa
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Autor: Mons. Alejandro Goic Karmelic
Fecha: 25/09/2006
Pa?s: Chile
Ciudad: Santiago
Ref. Cech: 354/2006

Hacia un Bicentenario libre del flagelo de la droga>


?Qu?date con nosotros Se?or,
atiende nuestro grito de auxilio.
Porque nosotros tambi?n deseamos tener vida
y vida en abundancia?(Jn 10, 10).



Hablo en nombre del Comit? Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, que en su ?ltima sesi?n me encomend? especialmente dirigir este mensaje a ustedes y a todos los cristianos y personas de buena voluntad en nuestra patria.

1.- Nuestra Madre Iglesia chilena por muchos a?os ha querido tener una actitud de escucha cercana, atenta y cari?osa con sus hijos que m?s sufren las consecuencias de la ?persistente y escandalosa desigualdad?. Ha buscado asumir la mirada evang?lica de ir al encuentro del desvalido, de ser pr?jimo y pr?ximo al que va herido por el camino, y una actitud de acogida incondicional acerc?ndose a sus diversas realidades de dolor como lo hizo Jes?s en la figura del Buen Samaritano, y en su encuentro con los peregrinos de Ema?s. En este encuentro respetuoso y cari?oso, donde no hubo muchas preguntas, s?lo escuch? y acompa?? a aquellos hombres que ven?an tristes desde Jerusal?n. Sin el acompa?amiento de Jes?s los peregrinos habr?an perdido la esperanza, sucumbido ante la tristeza y desechado la oportunidad de mirar al futuro, porque estaban enceguecidos por la pena. Sin esa presencia cercana es imposible darnos cuenta de lo que estamos viviendo, tomar conciencia de la presencia del Se?or en nuestra vida y de las continuas delicadezas que ?l tiene con nosotros.

2.- De la misma forma nuestra Iglesia, que por ser Madre es esencialmente acogedora y cercana, se siente interpelada por la situaci?n que viven miles de ni?os, j?venes y adultos, hombres y mujeres, que sufren las consecuencias del consumo o, mejor dicho, del uso problem?tico de drogas.

En el Chile de hoy, el problema de las drogas afecta a much?simas personas, familias y barrios. Esta situaci?n, que se nos ha instalado casi sin darnos cuenta, nos desaf?a a buscar respuestas m?s efectivas, teniendo siempre como norte y fin ?ltimo a la persona. Sin embargo, no podemos entender el sufrimiento producido por el consumo de drogas s?lo como un problema individual. Es un fen?meno social que se expresa en personas concretas, y por tanto debemos hacer el esfuerzo de entender las condiciones sociales y comunitarias en las que estas personas se encuentran insertas; buscando entender y hacernos cargo de todas estas manifestaciones de las ?nuevas pobrezas? de las que se nos habla en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (N? 5).

3.- La persona que se hace adicta, que pierde su libertad por el abuso en el consumo de drogas, sufre profundamente y se ve obligada a desarrollar lo que es su gran capacidad: la de ?Aprender a disimular el dolor?. Si a esta terrible capacidad desarrollada se la ubica en un contexto de pobreza y exclusi?n permanente el panorama se vuelve a?n m?s desolador.

Por ello necesitamos miradas amables y humanizantes a las situaciones que viven miles de personas de nuestras poblaciones; requerimos propuestas de soluci?n para ellos que hagan hincapi? en las condiciones de exclusi?n, de calidad de vida y de falta de oportunidades de crecimiento.

Requerimos de la inversi?n del Estado, de los privados y de toda la sociedad para aumentar los recursos dirigidos a los sectores de mayor pobreza, mejorar la calidad de la educaci?n, generar canales reales de participaci?n en las comunidades y brindar viviendas dignas y de calidad a nuestros hermanos.

4.- Con dolor hemos visto c?mo en los ?ltimos a?os el problema del abuso en las drogas se expresa -con m?s fuerza que antes- en las mujeres y los ni?os que deambulan y viven en las calles. Algunas poblaciones viven todas las noches el constante ir y venir de sus j?venes en busca de la pasta base, de coca?na o a la espera de que alguien le regale una moneda para comprar su sue?o. Con frecuencia estas personas o sus familias acuden a nuestras parroquias a pedir ayuda para salir de su adicci?n. La ?perversa droga? se est? llevando especialmente a muchos de nuestros j?venes. Ante este panorama, la Iglesia est? llamada a jugar un papel importante como puente que conecte a quienes sufren situaciones de exclusi?n con el resto de la poblaci?n del pa?s.

5.- Distintas opiniones se repiten con frecuencia frente a la cuesti?n de las drogas: desde quienes promueven seguir endureciendo la mano hasta quienes sostienen que es una batalla perdida. Existen quienes afirman que los adictos son enfermos y quienes, no menos, les convierten en delincuentes. Ambos planteamientos ?que no dan cuenta de las causas- son los que han iluminado predominantemente las decisiones a trav?s de las cuales los chilenos hemos abordado estas situaciones en los ?ltimos a?os.

Sin desconocer los avances que se han dado en el abordaje de los temas ligados al narcotr?fico, invitamos a poner una atenci?n especial en los ligados al llamado ?microtr?fico?, pues en este ambiente muchas veces hay personas que, m?s que traficantes, son v?ctimas de su propia adicci?n.

6.- La Iglesia, a trav?s de distintas personas, grupos e instituciones, ha desarrollado iniciativas de orden acad?mico y de acompa?amiento a personas, familias y comunidades afectadas por este flagelo desde hace d?cadas y con importantes ?xitos, y tambi?n con dolorosos fracasos. Nuestros esfuerzos se han centrado en la prevenci?n y en la rehabilitaci?n, pero tambi?n han explorado en la b?squeda de nuevas y mejores pr?cticas de intervenci?n -t?cnicas y pastorales- que ayuden a atender, apoyar y fortalecer los procesos de trabajo y los abordajes de estos problemas, incorporando la perspectiva de la reducci?n de da?os, especialmente relacionado con aquellas personas m?s excluidas. Sin embargo, estas acciones, que son de alto costo, tienen dificultades para mantenerse, e incluso algunas se han visto obligadas a dejar la gratuidad de sus atenciones, lo que nos preocupa much?simo.

7.- ?Prevenir? sugiere la capacidad de anticiparse, identificando causas reales y atendiendo antes que la situaci?n se produzca. En nuestra sociedad, esto debe significar atender a todas las personas en sus derechos y necesidades b?sicas desde la infancia hasta la vejez; y traducirse en educaci?n de calidad, alimento y abrigo. Tambi?n en el apoyo a todas las iniciativas que promuevan el fortalecimiento de las familias como primeras formadoras de los hijos, y en la creaci?n y recuperaci?n de ambientes comunitarios atractivos, creativos y promotores de actitudes cr?ticas y aut?nomas.

De esta manera podremos potenciar la existencia de barrios amables donde, en un clima de confianza, se pueda compartir la vida. La confianza es ?tambi?n- la piedra angular para la rehabilitaci?n y la reinserci?n social, proceso en el cual las oportunidades de trabajo digno y decente son esenciales.

8.- Con dolor vemos que muchas veces las medidas punitivas y de control social con los j?venes y en los barrios han sido las estrategias privilegiadas, en desmedro de pol?ticas que apunten a la respuesta cercana -como las casas de acogida- y estructurales -como el decidido apoyo a los centros de rehabilitaci?n sin fines de lucro y la generaci?n de espacios de participaci?n real.

Es necesario poner el acento en la demanda y preguntarnos entonces porqu? tantas personas recurren al consumo de alcohol y drogas, qu? buscan o qu? nos quieren mostrar. Es necesario y urgente escucharlas, considerar sus opiniones y acercarse a sus inquietudes, alegr?as y dolores para que al igual que aquellos peregrinos de Ema?s lleguen interiormente a decir ?Qu?date con nosotros Se?or, porque se hace tarde? (Lc 24, 13-35). ?Qu?date con nosotros Se?or y atiende nuestro grito de auxilio. Porque nosotros tambi?n deseamos ?tener vida y vida en abundancia?(Jn 10, 10).

Especialmente hacemos un imperioso llamado a escuchar a los j?venes. Recordamos, a un a?o del centenario de su nacimiento, las palabras de nuestro querido Cardenal Ra?l Silva Henr?quez cuando en su Sue?o de Chile se?alaba: ?Pido y ruego que se escuche a los j?venes y se les responda como ellos se merecen. La juventud es nuestra fuerza m?s hermosa. Ellos tienen el derecho a ser amados. Y tienen la responsabilidad de aprender a amar de un modo limpio y abierto. Pido y ruego que la sociedad entera ponga su atenci?n en los j?venes?.

9.- La drogadicci?n es un problema que nos interroga como sociedad y como Iglesia. Desaf?a nuestra caridad pastoral: ?acaso es en verdad la persona lo m?s importante en nuestra sociedad y a la que queremos atender y ayudar a desarrollar?

Especial atenci?n debemos tener por los ni?os y las ni?as m?s pobres. En ellos el drama se vuelve casi un grito de auxilio y dolor. Nosotros les estamos escuchando y queremos que nuestras autoridades les escuchen.

El drama de las drogas es un reto, un gran desaf?o que no admite vacilaciones. O se est? por una vida sin drogas, por una relaci?n social sin dependencias y un abordaje social y comunitario del tema, asentado en el valor central de la dignidad humana, o terminaremos construyendo m?s c?rceles y permitiendo la evasi?n de la realidad y las respuestas f?ciles para situaciones mucho m?s profundas.

Sabemos que hay muchas personas e instituciones comprometidas en este esfuerzo y que hoy d?a nos acompa?an algunas de ellas. Quisiera agradecer y estimular el trabajo de CONACE, de organismos de Iglesia, como el Hogar de Cristo, la Fundaci?n Don Bosco, nuestros anfitriones de la Pastoral Nacional de Alcohol y Drogas y muchos otros, as? como diversas ONG que, desde distintos niveles y ?ngulos buscan dar respuesta a esta realidad que nos golpea. A ellos nuestro agradecimiento y nuestra compa??a en su caminar.

10.- En este mes dedicado a la Patria, deseamos escuchar de parte de la sociedad chilena la voluntad de avanzar en medidas integrales y de fondo que den cuenta real de la enorme dimensi?n que est? teniendo el consumo de drogas para los ni?os y j?venes en nuestro pa?s y abran caminos de esperanza e integraci?n.

Creemos que el esfuerzo conjunto de la Caritas Alemana y la Escuela Nacional de Formaci?n en Abordaje de Adicciones en la realizaci?n de este IV Encuentro Internacional de Expertos ser? un aporte a una mirada inclusiva para tantas personas que viven y sufren en las fronteras de la sociedad.

Estamos todos preparando con gran entusiasmo las celebraciones con ocasi?n del Bicentenario, deseamos que estos preparativos no s?lo se traduzcan en mejoras en infraestructura, grandes monumentos e inversi?n p?blica. Qu? hermoso ser?a que fuera tambi?n una de las metas el terminar con el flagelo de la droga y con la enorme brecha de desigualdad que afecta de manera tan dram?tica a tantos hermanos nuestros.

Esa es nuestra invitaci?n y esa es nuestra oraci?n ante el Padre de la Misericordia por la intercesi?n de Nuestra Se?ora del Carmen, Patrona y Madre de Chile.

Por el Comit? Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile,

? Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile

Santiago, 25 de Septiembre de 2006

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La Iglesia de Chile se une a la celebraci?n del ?d?a internacional de la prevenci?n de drogas? reafirmando su compromiso en la lucha contra el trafico y consumo de drogas

Bajo el lema ?Por la Vida... todas las voces, todas las manos...?, la Pastoral Nacional de Alcoholismo y Drogadicci?n (PANAD), organismo de la Conferencia Episcopal de Chile, invita a celebrar el D?a Internacional de la Prevenci?n el pr?ximo martes 26 de junio, con el objetivo de reafirmar el compromiso con la lucha contra el tr?fico y consumo de drogas.

Como consecuencia del avance mundial de la drogadicci?n, la Asamblea General de Naciones Unidas decidi?, hace 20 a?os, crear esta instancia que promueve la unidad de los distintos pa?ses a la hora de abordar esta problem?tica social e individual.

La PANAD, desde hace m?s de 20 a?os ha centrado sus esfuerzos en mostrar a la sociedad que el consumo de drogas, como hecho individual, est? inmerso en el contexto social y espiritual en el que habitan las personas que consumen. Por eso esta Pastoral formula un llamado a las instituciones p?blicas y privadas que se ocupan del tema a profundizar en el abordaje comunitario de las consecuencias del uso problem?tico de drogas. Al mismo tiempo, se suma a la invitaci?n que hizo el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, en septiembre de 2006, a identificar las causas reales profundas de esta situaci?n. Ver Declaraci?n:
http://documentos.iglesia.cl/conf/documentos_sini.ficha.php?mod=documentos_sini&id=2451&sw_volver=yes&descripcion=

La Pastoral Nacional de Alcoholismo y Drogadicci?n (PANAD) se une a la celebraci?n de este d?a junto a las miles de personas que en la Iglesia y en la sociedad realizan acciones de prevenci?n, tratamiento, rehabilitaci?n y reducci?n de da?os, en Chile y el mundo. Al mismo tiempo, desea que los apoyos de todos los sectores puedan traducirse en iniciativas concretas sostenibles en el tiempo.

Dentro de las actividades de difusi?n y sensibilizaci?n que lleva adelante PANAD y el Policl?nico de Alcoholismo y Drogadicci?n Obispo Enrique Alvear, el pr?ximo domingo 24 de junio al mediod?a se celebrar? una eucarist?a en el Santuario Nacional de Maip?. En esta misa se presentar?n valiosos testimonios que permitir?n dar a conocer a la comunidad que la rehabilitaci?n s? es posible.

M?s informaci?n: www.pastoraldedrogadiccion.cl

Por su parte, la Vicar?a Sur del Arzobispado de Santiago est? organizando diversas actividades para promover la vida y la prevenci?n con ocasi?n de este D?a: www.vicariasur.cl

Fuentes disponibles para entrevistas:
- P. Sergio Naser, Director Pastoral Nacional de Alcoholimo y Drogadicci?n (PANAD)
- Sr. Mauricio Zorondo, Secretario Ejecutivo PANAD
Ambos contactables en los fonos 5644930 y 5645076
Contacto Prensa: Srta. Ingrid Riederer, 09-3595674

OFICINA DE COMUNICACIONES Y PRENSA
CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA de Don Nicola Bux y don Salvatore Vitello - El Sagrado Coraz?n y el ?misterio humano?

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Si bien es verdad que el icono del Coraz?n de Cristo ha sido interpretado de distintas maneras a lo largo del tiempo, oscilando entre los dos extremos desde una devoci?n sentimental a un extremo intelectualista y casi racionalista, "relectura teol?gica", es igualmente verdad que la evocaci?n al "coraz?n", en la Sagrada Escritura, remite ineludiblemente a un centro personal y existencial, al n?cleo de la persona misma, en el que convergen aquellas facultades que la distinguen esencialmente del resto de la creaci?n.
Mirar al "Sagrado Coraz?n de Jes?s" significa poner la atenci?n en el gran misterio de Su humanidad, de Su ser hombre perfecto, completo, en vista del Cual todas las cosas fueron creadas y en el que hemos sido elegidos antes de la creaci?n del mundo (cfr. Ef 1,4)

Que Dios haya elegido la Encarnaci?n como m?todo para manifestarse a los hombres, elevando la misma naturaleza humana como ?lugar de epifan?a? de Su realidad de Amor, debe seguir admir?ndonos , sobre todo en la clara y teol?gicamente cierta conciencia del permanecer en la presencia de Cristo muerto y resucitado en la Iglesia, Su cuerpo m?stico.
Celebrar el Sagrado Coraz?n de Jes?s significa, antes que nada, hacer memoria de la Encarnaci?n del Verbo eterno y, al mismo tiempo, prestar particular atenci?n sobre la fascinante humanidad de Cristo.
Si la diferencia entre la humanidad del Se?or y nuestra pobre humanidad queda irreducible, ya que es diferente la Persona sobre que ellas se asientan, aparece sin embargo en toda su grandeza y en su atractivo el camino de continua personalizaci?n al cual es llamado todo hombre
En este sentido la referencia al "coraz?n" es una invitaci?n a acogerse a si mismo como "misterio" en la conciencia, progresivamente adquirida, que cada uno participa de una irreducibilidad y de una constitutiva apertura al infinito, documentada por exigencias y evidencias, que son el eco m?s elocuente del ser "imagen y semejanza de Dios" (cfr. Gn 1,26-27).
Precisamente en esta dimensi?n de misterio, a?n en la conciencia de todos los l?mites y pecados a los que cuales se expone la persona, es necesario comprender de nuevo el propio coraz?n, la propia dimensi?n personal y humana. ?sta no es hoy, como se quiere hacer creer, la causa del peligroso y difuso antropocentrismo. Al contrario siempre asistimos a una mayor "reducci?n" de lo humano, reducci?n de sus necesidades fundamentales, de sus capacidades cognoscitivas respecto a la realidad y de la verdad: el relativismo filos?fico ha invertido inevitablemente tambi?n la idea de hombre, mortificando con ello los deseos y reduciendo las aspiraciones infinitas.
Una criatura que no se entienda en relaci?n con el propio Creador, un hombre que censure la propia constitutiva apertura al infinito y, en fin, el propio "coraz?n", la propia esencia humana, vive una radical "distracci?n del yo? que nada tiene a que ver ni con la justa superaci?n del ego?smo, ni con una correcta antropolog?a cristiana.
Mirar al "Coraz?n de Jes?s" significa entonces revaluar con humildad y verdad el prodigio del ser humano que Dios mismo ha querido asumir. Particularmente en el d?a por la Santificaci?n del clero, significa mirar la humanidad de Cristo como modelo para cada sacerdote que "tomado entre los hombres, es constituido por el bien de ellos en las cosas que conciernen Dios" (Heb 5,1.).
La mirada dirigida hacia la humanidad de Cristo, lejos del crear est?riles sentimientos de culpa por la inevitable inadecuaci?n de cada humanidad, debe abrirse a la acogida de si mismo, de la propia dimensi?n humana comprendida como misterio, como signo elocuente de la constante y fiel presencia Dios el cual, tambi?n a trav?s de todos los l?mites, habla al hombre y al sacerdote: Cristo no nos pone a salvo de nuestra humanidad, sino a trav?s de ella; no nos salva del mundo, sino que ha venido al mundo para que el mundo se salve por medio de ?l (cf. Jn 3,17). (Benedicto XVI Mensaje Urbi et Orbi 25 diciembre de 2006. (Agencia Fides 21/6/2007; L?neas: 49 Palabras: 662)

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VATICANO - Cincuenta aniversario de ordenaci?n sacerdotal del Card. Martino

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - ?Un largo ministerio, enriquecido por obras dignas de encomio?, de este modo Papa Benedicto XVI califica los 50 a?os de sacerdocio del Cardenal Renato Raffaelle Martino que en la tarde del 20 de junio, rodeado de familiares y amigos, celebr? en la Bas?lica Vaticana su jubileo sacerdotal. En la ceremonia estuvieron presentes numerosos Cardenales, Arzobispos y Obispos de la Curia Romana y de varias naciones del mundo, allegados al Cardenal Martino con v?nculos de amistad y estima.

En el mensaje del Santo Padre, enviado para la ocasi?n, se recuerdan los ?cargos de mayor importancia? desarrollados por el festejado en la Secretaria de Estado, en las representaciones pontificias y en la Curia Romana, ?para sostener los valores y las razones de la Iglesia en campos cada vez m?s amplios?. Junto a la tarea realizada para la elevaci?n y formaci?n de los fieles y de todos los hombres con su vocaci?n de trabajo en el mundo de los laicos, Benedicto XVI destaca ?la obra de promoci?n de las relaciones y de la concordia entre los pueblos, realizada por el entonces arzobispo Martino en las Naciones Unidas, durante sus 16 a?os transcurridos en el Palacio de Cristal como representante de la Santa Sede. Asimismo, el Pont?fice se refiri? a las capacidades y trabajos del purpurado en la actual conducci?n de Pontificios de Justicia y Paz y de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes. (S.L.) (Agencia Fides 21/6/2007; L?neas: 246 Palabras: 20 )

Viernes, 22 de junio de 2007
VATICANO - AVE MARIA de don Luciano Alimandi - "Dejarse aferrar por Cristo"

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "?Ves a esta mujer? Entr? en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con l?grimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entr?, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra? (Lc 7, 44-47).
El pasado domingo hemos meditado estas palabras de Jes?s, que se refieren a una pecadora p?blica, convertida en icono luminoso de aut?ntica conversi?n. Invitar a Jes?s a nuestras casas, es decir en nuestra vida, como hizo Sim?n el fariseo, es el primer paso de la conversi?n pero no el ?nico. Sim?n, en efecto, hab?a invitado al Se?or a su mesa, pero, a?n estando a su lado, el coraz?n estaba lejos de ?l. ?Por este motivo, las fibras m?s ?ntimas de su alma eran titubeantes si abrirse realmente al Otro!
Jes?s dice a Sim?n y repite a cada uno de nosotros "ves a esta mujer"?, como diciendo: ?aprende de ella! "T? no me diste agua? ella en cambio? t? no me diste un beso, ella en cambio? T? no me ungiste la cabeza pero ella? Por esto te digo: ?quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor! He aqu? la estupenda catequesis sobre la necesidad de "amar mucho", que deber?amos grabar en nuestros corazones, para encontrar realmente al Se?or; ?la verdadera conversi?n supone siempre un dejar, un perder, un abandonarse a si mismo, el amor propio, para entrar en la vida de Dios!
Cu?ntas veces se corre el peligro, como Sim?n, de estar "al lado" de Jes?s, a quiz?s en la celebraci?n de al Santa Misa, o bien en un grupo de oraci?n o catequesis, pero sin dejarse penetrar por Su Presencia, sin dejar que nuestro coraz?n se abandone en Su Coraz?n que siempre est? abierto de par en par para nosotros. Se puede llegar a ser un experto en las cosas de Cristo, de la doctrina, de la teolog?a, de la catequesis, de la espiritualidad? pero enamorarse de ?l es otra cosa bien distinta...
Jes?s necesita "ap?stoles", personas que tengan la valent?a y la fe viva de negarse a si mismo, de perder su modo de ser, para adquirir, poco a poco, un nuevo modo de ser en Cristo.
El Santo Padre Benedicto XVI, al ir a As?s por el VIII centenario de la conversi?n de Francisco, nos ha hablado de este maravilloso "juglar de Dios?, como de "un verdadero enamorado de Cristo", subrayando la necesidad de que tambi?n nosotros lleguemos, a trav?s de un progresivo "camino de conversi?n", a una intensa comuni?n de amor con Dios, portadora de alegr?a y de paz incomparable.
El Papa, hablando a los j?venes, ha recordado que la conversi?n consiste esencialmente en este encuentro con Jes?s: "s?, queridos j?venes: ?dej?monos encontrarnos por Cristo! Confiemos en ?l, escuchemos su Palabra.... A As?s se viene para aprender de San Francisco el secreto para reconocer a Jesucristo y tener experiencia de ?l. He aqu? lo que San Francisco sent?a hacia Jes?s, seg?n la narraci?n de su primer bi?grafo: ?llevaba siempre Jes?s en el coraz?n. Jes?s en los labios, Jes?s en las orejas, Jes?s en los ojos, Jes?s en las manos, Jes?s en todos los otros elementos? Aun m?s, encontr?ndose muchas veces en viaje y meditando o cantando a Jes?s, se olvidaba que estaba de viaje y se paraba a invitar a todas las criaturas a alabar a Jes?s' (1 Cel II, 9, 115: FF 115) (Benedicto XVI, encuentro con los j?venes en As?s, 17 de junio de 2007.
La Virgen Maria nos ense?a que para dejarse aferrar por Cristo se debe entregar la propia vida, repitiendo d?a tras d?a "heme aqu?". S?lo as? el Se?or la acoger? en Sus manos y la har? toda Suya, enderezando todo camino equivocado, curando la voluntad rebelde, plasmando las intenciones y purificando los sentimientos, ?hasta hacer gustar una nueva vida, la vida del esp?ritu! Es un camino ciertamente arduo, como nos dice el Papa, pero merece la pena realizarlo, si el resultado final es esta vida en el esp?ritu que no tiene comparaci?n con la vida de antes, aquella en la que uno se conformaba con servir al siervo (el mundo) y no al Due?o (Dios): "?por qu? conformarse de depender de los hombres, cu?ndo hay un Dios dispuesto a acogerte en su casa, a su servicio real?? (Benedicto XVI, encuentro con los j?venes en As?s, 17 de junio de 2007). (Agencia Fides 20/6/2007; L?neas: 52 Palabras: 789)

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VATICANO - ?Pongo estos 25 a?os de ministerio Episcopal en el Coraz?n Inmaculado de Mar?a, porque Mar?a ha cuidado todo mi Episcopado, y con Ella repito al Se?or: soy tu siervo? - El Cardenal Dias celebra la Santa Misa en el Jubileo de plata de su Episcopado

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Card. Dias, Prefecto de la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos, presidi? una solemne Concelebraci?n Eucar?stica en la Capilla del Pontificio Colegio Urbano, en el d?a de su XXV aniversario de ordenaci?n episcopal, el martes 19 de junio. ?Agradezco al Santo Padre por las palabras que me dirigi? - dijo el Card. Dias en su homil?a - y agradezco al Se?or por todo aquello que me dio en estos 25 a?os de Episcopado?. Dirigi?ndose a los participantes de las distintas realidades que pertenecen al Dicasterio de la Propaganda Fide y que llenaban la capilla, el Cardenal dijo: ?Ustedes son la familia que el Se?or quiso darme? y los exhort? a vivir y obrar siempre en este esp?ritu de familia.
Recorriendo estos 25 a?os, el Card. Dias dijo?haber aprendido muchas lecciones? sobre todo en su servicio ejercido en las Nunciaturas de distintas partes del mundo, y haber tocado el sufrimiento de tantas personas que, a?n en medio de las tribulaciones, demostraban una gran fe en el Se?or. En particular, record? su visita a un leprosario en Togo, en donde los leprosos viv?an unidos a su Pastor: ?Cuando me recibieron estaban, de todos modos, llenos de alegr?a y me dijeron: nosotros estamos sin ojos, sin manos, sin pies, pero lo mismo agradecemos al Se?or por aquello que nos dej?, en relaci?n a cuanto nos quit?. Asimismo, se refiri? al duro trabajo que tienen que enfrentar los mineros para extraer de una tonelada de tierra solamente 10 gramos de oro. El Card. Dias concluy? su homil?a confiando en la oraci?n los 25 a?os de Episcopado transcurridos y aquellos que vendr?n: ?Pongo estos 25 a?os de ministerio Episcopal en el Coraz?n Inmaculado de Mar?a, porque Mar?a ha cuidado todo mi Episcopado, y con Ella quiero repetir al Se?or: soy tu siervo, seg?n mi lema episcopal?. (S.L.) (Agencia Fides 20/6/2007; L?neas: 24 Palabras:349)

VATICANO - Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI al Cardinal Ivan Dias por el XXV aniversario del Episcopado

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI envi? su Mensaje al Cardenal Dias, Prefecto de la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos, con ocasi?n de su XXV aniversario de Episcopado. Este el texto:

A nuestro Venerable Hermano IVAN S.R.E. Cardenal DIAS
Prefecto de la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos

Es verdaderamente digno y justo, oh Nuestro Venerado Hermano, que Nosotros te dirijamos nuestro pensamiento y te honremos con nuestra alabanza, con ocasi?n del feliz jubileo de plata de tu Episcopado.
El Se?or te ha colmado abundantemente con sus dones que t? con ?nimo agradecido y consciente haz desarrollado asiduamente y, muchas veces, con placer, para servir al Reino de Dios. Y as? llegaste a ser presb?tero de la nueva Archidi?cesis de Bombay y enseguida comenzaste a realizar tus compromisos sacerdotales. Pero luego de un breve per?odo viniste a Roma para realizar estudios m?s importantes.
Una vez finalizados, en el a?o 1964, fuiste llamado a prestar servicio diplom?tico en la Sede Apost?lica. Inicialmente preparaste la visita del Papa Pablo VI en la ciudad de Bombay con ocasi?n del Congreso Eucar?stico Internacional. Luego cumpliste diligentemente la tarea de Secretario de la Nunciatura Apost?lica en diversas Naciones.
Llamado a Roma en 1973, prestaste con celo servicio en la Secretaria de Estado durante cerca de diez a?os. Examinando atentamente tus dotes, tu amor y tu fiel servicio a la Iglesia, nuestro Predecesor, de venerable memoria, Juan Pablo II, en 1982 crey? oportuno promoverte para realizar encargos m?s importantes nombr?ndote Pro-Nuncio Apost?lico en Ghana, Togo y Ben?n, con la dignidad de Arzobispo titular de Rusubisir.
En fin, fuiste responsable de la Nunciatura Apost?lica de Corea del Sur y tambi?n en Albania, donde ayudaste activamente a restaurar la fe cat?lica y, en el a?o 1993, acogiste al mismo Sumo Pont?fice con gran alegr?a y conmoci?n de esp?ritu.
A partir del momento en que seguiste ?ptimamente las obras que te fueron confiadas, fuiste nombrado Arzobispo Metropolita de Bombay y en el 2001, con gran alegr?a para tu pueblo, fuiste incluido entre los Cardenales de la Iglesia Cat?lica. Pastor diligente y fiel, alimentaste tu grey con la sana doctrina y promoviste la Nueva Evangelizaci?n.
Por tanto, como confirmando la confianza que pusimos en ti y que jam?s se vio defraudada, luego de haber sido elevado por voluntad divina al importante servicio Petrino, Nos mismos, el a?o pasado te llamamos a la ciudad de Roma y te responsabilizamos de la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos.
Adem?s, ?quien podr?a recordar todos los cargos que has llevado a cargo adecuadamente para el bien de la Iglesia universal y para el bien de tu Naci?n ?
Reconociendo en todo esto, no solamente tus m?ritos, sino tambi?n la gracia de Cristo y agradeci?ndole por tus veinticinco a?os de ministerio episcopal, con todo coraz?n puedes repetir con el Salmista: ??Este es el d?a en que actu? el Se?or: ?alegr?monos y regocij?monos por ello! (Salmo 118,24).
Sabe, por lo tanto, que Nos el 19 del pr?ximo mes de junio, te recordaremos en nuestras oraciones y por la intercesi?n de la Santa Madre de Dios y de la Beata Teresa de Calcuta invocaremos sobre ti numerosos dones y el suave consuelo del Esp?ritu Santo.
Pero ahora recibe, o Nuestro Venerable Hermano, este testimonio de fraterna caridad y de estima y nuestra Bendici?n Apost?lica, prenda de la celeste y abundante recompensa, que impartimos con gran afecto sobre todo a ti y luego a todos aquellos que contigo est?n unidos en el amor.
Del Palacio Apost?lico Vaticano, 19 mayo de 2007, tercer a?o de nuestro Pontificado.

Benedicto XVI

(Agencia Fides 20/6/2007; L?neas: 51 Palabras:611)

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Pastoral Social invita a reflexionar sobre ciudadan?a

Jornadas Sociales 2007


La Comisi?n Episcopal de Pastoral Social, presidida por Mons. Jorge Casaretto, junto al Obispado de Mar del Plata, invitan a participar de la Semana Social el 29 y 30 de junio y el 1? de Julio de 2007, en el Hotel ?13 de Julio? de Mar del Plata con el fin de reflexionar sobre el tema ?SER CIUDADANO - Cultura Ciudadana: Cumpliendo deberes, defendiendo derechos?.
El objetivo de estas jornadas de conferencias y trabajo ser? incentivar y motivar la participaci?n en cuestiones que conciernen a todos los ciudadanos.

Este a?o las jornadas de trabajo contar?n con la presencia de reconocidas personalidades de diferentes sectores representativos de la sociedad:

el Secretario de la Confederaci?n General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano disertar? sobre Ciudadan?a y el Mundo del Trabajo?, juntos a otros dirigentes sindicales. Intendentes de diversas ciudades del pa?s y el Secretario de Culto, Guillermo Oliveri, quien disertar? sobre ?La gesti?n p?blica de ser ciudadano?, representar?n en este encuentro a los sectores pol?ticos.

Finalmente el s?bado 30 a las 18 hs., el Cardenal Jorge Mario Bergoglio disertar? sobre ?El desaf?o de ser ciudadano?.

A lo largo de estos d?as se realizar?n presentaciones de diferentes sectores de la dirigencia nacional y se desarrollar?n tareas pr?cticas en grupos de trabajo que intentar?n, en conjunto, llegar a conclusiones concretas sobre los temas propuestos.

La Semana Social convoc? a representantes de 24 di?cesis, 14 provincias y m?s de 40 ciudades. Este a?o invita nuevamente a todos los actores sociales de las distintas localidades del pa?s a participar de este encuentro para fortalecer la conciencia ciudadana.

El programa completo y la ficha de inscripci?n pueden encontrarse en: www.semanasocial.org.ar

Para mayor informaci?n:

Conferencia Episcopal Argentina

Tel: 4328-0859 int.114

Prensa: Marina de Estrada 154.060.3928

Jueves, 21 de junio de 2007
Art?culo publicado en el Bolet?n "Misioneros Javerianos", MAYO 2007, n?emero 433 bajo en ep?grafe DESDE LA MISI?N ?frica

LA IGLESIA AFRICANA REFLEXIONA


Al servicio de la justicia y de la reconciliaci?n

La secretar?a general del S?nodo de los Obispos, el 27 de junio de 2006 ha publicado los ?lineamenta,? de la segunda asamblea especial para Africa. Lleva por t?tulo: ?La iglesia en Africa, al servicio de la reconciliaci?n, de la justicia y de la paz?. Es tan s?lo una propuesta inicial de reflexi?n para dar comienzo a una confrontaci?n.

Las observaciones ayudar?n a precisar, profundizar, corregir y completar estas p?ginas hasta transformarlas en el ?instrumentum laboris?, un documento de trabajo que debe ser estudia do por los padres sinodales que participar?n en el S?nodo. Estamos, por lo tanto, en un primer nivel de preparaci?n al que todos los cristianos est?n llamados a dar su aportaci?n.

El papa Benedicto XVI ha confirmado el proyecto, de Juan Pablo II, de convocar la segunda Asamblea de ?frica, con tres objetivos: dar nuevo impulso a la evangelizaci?n; consolidar el crecimiento de la iglesia; promover la reconciliaci?n y la paz.

32 preguntas

Para realizar este esfuerzo de reflexi?n que involucra a todo el Continente africano, los ?lineamenta? presentan un cuestionario de 32 preguntas que ser?n discutidas en momentos sucesivos a nivel de comunidad, de parroquia, de di?cesis y de Conferencias episcopales. El plazo para hacer llegar las respuestas al Vaticano es hasta noviembre de 2008. Con todo este material, la Secretar?a del S?nodo preparar? el texto del ?documento de trabajo?, base de la discusi?n del S?nodo mismo. La Asamblea se celebrar?, con toda probabilidad, en la primavera de 2009.

?Por qu? una preparaci?n tan larga? Porque es precisamente en esta etapa cuando las comunidades cristianas tienen la oportunidad de reflexionar sobre la situaci?n, de fortalecer su conciencia, de pensar en su propia responsabilidad misionera y, por ?ltimo, disponerse a recibir con ?nimo abierto las conclusiones que el S?nodo les entregar? en la comuni?n eclesial.

Los contenidos

Tratar?n 5 grandes temas que presentamos de forma esquem?tica pero suficiente para dar una idea del documento - Los dos temas m?s largos son: el primero sobre la situaci?n de ?frica y el cuarto, el testimonio de la iglesia africana.

1.?) ?frica, al amanecer del signo XXI.

Describe de forma bastante detallada la ?salud? del continente, con todo lo bueno y lo malo, con sus enormes potencialidades y sus debilidades. Expone unas prioridades urgentes para enfrentarse con ?situaciones escandalosas? que les llegan desde el sector pol?tico, econ?mico y cultural de ?frica. Tambi?n toca la situaci?n religiosa, las relaciones entre cristianismo, islamismo y religiones tradicionales y afirma que ?no habr? paz sin colaboraci?n entre los disc?pulos de las diferentes religiones?.

2.?) Cristo reconciliador, justicia y paz.

Aunque es el cap?tulo m?s breve y que espera nuevas aportaciones es el que asentar? a las bases para la inculturaci?n del evangelio en los diferentes contextos africanos. El evangelio ilumina la comple?ja realidad africana, orientando la iglesia a promover la reconciliaci?n, la paz y la justicia de manera que Cristo sea Salva?dor de la humanidad que vive en ?frica.

3?) La iglesia, sacramento de reconciliaci?n, de justicia y de paz.

La iglesia, por su misi?n de reunir en s? a todos los pueblos para una convivencia fraterna, debe desarrollar el rol prof?tico de la reconciliaci?n en un continente desgarrado por guerras y enemistades. En muchos pa?ses s?lo ella tiene suficiente autoridad para desarrollar este rol en beneficio de toda la sociedad.

Con la doctrina social de la iglesia como base, ?frica est? invitada a vencer tres ?tentaciones?: la lucha contra el hambre no es magia; la pol?tica de los hechiceros sin amor que quieren deshacer-se del hombre; y las ilusiones de una econom?a sin justicia.

4.?) El testimonio de la iglesia.

Es el cap?tulo m?s largo y con indicaciones muy estrat?gicas: el rol de los obispos, en su di?cesis y en el pa?s; el trabajo de las comisiones de justicia y paz; el tes?n de los sacerdotes y de los religiosos; la misi?n de los seglares, expertos del mundo.

Se insta, adem?s, a tener una atenci?n especial contra el ?virus? mortal de la discriminaci?n; en la b?squeda del perd?n para purificar el pasado y dar comienzo a un camino de paz; a la dimensi?n terap?utica de la reconciliaci?n a todos los niveles, incluso pol?tico, econ?mico y cultural; al tr?fico de armas para eliminar la violencia y la explotaci?n.

5.?) Recursos espirituales para promover la paz.

El mejor recurso es el ?estilo de vida? del cristiano africano, que se compromete en un ?trabajo bien hecho? creando un clima fuertemente familiar y comunitario. En esta direcci?n deben ir la importancia y la eficacia de las ?comunidades eclesiales vivas?, nombre que han asumido las ?comunidades de base? en ?frica.

?Al servicio?.

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Art?culo publicado en el bolet?n "Misioneros Javerianos?, MAYO 2007, n?mero 433.
(Para ver la primera parte haacer clic AQU?)
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LA INCULTURACI?N EN EUROPA (II)


P. Carlos Collantes


?La ruptura entre Evangelio y cultura es sin duda alguna el drama de nues?tro tiempo, como lo fue tambi?n en otras ?pocas. De ah? que hay que hacer todos los esfuerzos con vistas a una generosa evangelizaci?n de la cultura, o m?s exactamente de las culturas. Estas deben ser regeneradas por el encuentro con la Buena Nueva. Pero este encuentro no se llevar? a cabo si la Buena Nueva no es proclamada?. Pablo VI

Muchos pueblos ?en el transcurso del tiempo? han sabido adaptar a las cambiantes circunstancias hist?ricas sus culturas. Es decir, sus instrumentos materiales, t?cnicos para responder a la necesidad de supervivencia, sus formas de organizaci?n sociales y pol?ticas respon?diendo as? a la necesidad de convivencia y han adaptado igualmente su universo filos?fico y religioso para responder a la necesidad de sentido. La religi?n, dicen algunos estudiosos o antrop?logos, no es solamente un elemento m?s de la cultura, sino el alma de la cultura misma. Para comprender, por tanto, el alma de un pueblo hay que acercarse a su religi?n, conocerla, comprenderla, dialogar con ella porque ah? est? el secreto de su visi?n de la vida, del sentido que da a la vida individual y colectiva.

Modernidad y religi?n

?Qui?nes somos y hacia d?nde vamos? La religi?n responde a esta doble necesidad de identidad ?quienes somos? y de orientaci?n ?hacia donde vamos?, y responder a estos interrogantes ineludibles nos permite comprometernos en el mundo, nos ayuda a situarnos en la vida y a actuar en nuestra sociedad, orienta nuestro caminar d?ndonos razones para vivir. Sin ?stas vivir?amos extraviados, a la deriva. La religi?n ?en nuestro caso la fe cristiana? responde a la necesidad de sentido que todos llevamos en el coraz?n y desde ah? ?desde ese sentido profundo? podemos dar, organizar y animar la respuesta a esas otras necesidades: las de supervivencia y convivencia en torno a las cuales se estructuran y organizan la vida econ?mica y la convivencia civil de los ciudadanos. Por eso, ambas esferas: la socio-pol?tica y la econ?mica no pueden prescindir de criterios ?ticos, de valores o ideales comunitarios capaces de crear cohesi?n social y evitar la fractura social, situaciones dolorosas e injustas de marginaci?n y exclusi?n. Las esferas econ?mica y pol?tica, al ser creaciones humanas, son tambi?n cultura. Y ?c?mo nos gustar?a que estuvieran animadas por valores evang?licos!

En Europa, desde que se inici? el proceso de la modernidad, existe una separaci?n entre religi?n y otras realidades humanas: la ciencia, la organizaci?n de la convivencia civil y de la vida econ?mica, la ?tica misma que no es monopolio de la religi?n. Hay ?ticas de fundamentaci?n laica sin referencias religiosas. De hecho, los derechos humanos se fundamentan sobre la dignidad humana, dignidad que para nosotros cristianos tiene su origen y su grandeza en el proyecto creador amoroso de Dios, pero hay hombres y mujeres ardientes defensores de esta dignidad que la fundamentan en el ser humano como tal sin referencias religiosas. La modernidad ha hecho que la cultura se vuelva cada vez m?s aut?noma de la religi?n. Por eso la inculturaci?n del evangelio siempre ser? una tarea pendiente, un desaf?o. Ya nos lo recordaba Pablo VI: ?Para la Iglesia no se trata solamente de predicar el Evangelio en zonas geogr?ficas cada vez m?s vastas o poblaciones cada vez m?s numerosas, sino de alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicios, los valores determinantes, los puntos de inter?s, las l?neas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que est?n en contraste con la Palabra de Dios y con el designio de salvaci?n.? (EN 19)

Dif?cil equilibrio

En una sociedad pluralista en la que convivimos creyentes de distintos credos religiosos v no creyentes, no podemos fundamentar el conjunto del orden


?Pero si autonom?a de lo temporal quiere decir que la realidad creada es independiente de Dios y que los hombres pueden usarla sin referencia al Creador, no hay creyente alguno a quien se le oculte la falsedad envuelta en tales palabras. La criatura sin el Creador desaparece. Por lo dem?s, cuantos creen en Dios, sea cual fuere su religi?n, escucharon siempre la manifestaci?n de la voz de Dios en el lenguaje de la creaci?n. M?s a?n, por el olvido de Dios la propia criatura queda oscurecida?. (Vat. II GS 36)

social ?la convivencia social? sobre nuestra particular visi?n del mundo y de la vida obligando a todos a asumir nuestros criterios ?ticos. Ello no significa, sin embargo, que los cristianos renunciemos a estar presentes en lo social como ?sal y luz? ofreciendo con nuestro testimonio de vida nuestras convicciones ?ticas, los valores que para nosotros son fundamentales, pero sin imponerlos al conjunto de la sociedad. Creemos que el evangelio est? llamado a impregnar la cultura y la sociedad. ?C?mo hacerlo? Equilibrio dif?cil entre la pretensi?n de universalidad del cristianismo y su situaci?n de hecho de no-universalidad, de convivencia en el mismo espacio social con otras visiones de la vida distintas de la nuestra. Sin olvidar que existen otros credos religiosos ?el Islam? que tienen igual pretensi?n de universalidad. Equilibrio delicado, hecho de respeto y valent?a, de presencia, di?logo y anuncio sabiendo que el criterio m?ximo de juicio y discernimiento de una vida y de una sociedad nos lo da Jes?s, el Buen Samaritano: ?tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y...?

Creadores de cultura

La herencia espiritual del evangelio se ha esfumado en muchos esp?ritus. Nos resulta dif?cil descubrir huellas evang?licas en algunos rasgos socioculturales de nuestro ambiente. La cultura es una herencia social que nos transmiten nuestros antepasados. Es, sin embargo, una realidad din?mica que cambia y se adapta. Somos al mismo tiempo deudores y creadores, herederos y constructores de cultura. Las culturas, al generar vida e identidad, son ?dicen los soci?logos? matrices de sentido. Y cuando la cultura cambia de manera r?pida y brusca, cambia tambi?n la identidad de las nuevas generaciones. Las transformaciones que nuestro mundo est? viviendo son, por su rapidez, imposibles de seguir para muchos. Yen situaci?n de transformaci?n brusca y r?pida de valores muchos tienen la sensaci?n de encontrase en medio de un terremoto cultural, el suelo falla bajo sus pies. Situaciones de esta ?ndole generan incertidumbres, miedos, inseguridad, y hasta angustia. Sentimientos que los fundamentalismos de todo tipo intentan explotar.

Valores profundamente arraigados en la conciencia europea tienen sus ra?ces en la revelaci?n b?blica, el primero de todos ellos la primac?a de la persona humana, de su dignidad inviolable. Para la fe cristiana la persona humana con sus necesidades y aspiraciones tiene una importancia singular, es el centro y la cima de la creaci?n y no puede ser sacrificada a nada, a ning?n inter?s, a ninguna causa. La libertad-responsabilidad, la autonom?a personal, el esp?ritu de iniciativa, la libertad de conciencia, la igualdad de todos, la igual dignidad de hombres y mujeres, todos hijos e hijas del mismo Dios Padre y Madre, la autonom?a de las realidades temporales (ciencia, pol?tica, econom?a) como reconoci? con claridad el Concilio Vaticano II, la separaci?n de poderes religioso y civil.

?C?mo podemos crear cultura los cristianos en nuestra sociedad? Sembrando valores evang?licos como servicio desinteresado, acogida, gratuidad, solidaridad, contemplaci?n, atenci?n a los ?ltimos, los que no cuentan, los sin voz, fraternidad, defensa de la vida...

?Muchos de nuestros contempor?neos parecen temer que, por una ex?cesivamente estrecha vinculaci?n entre la actividad humana y la religi?n, sufra trabas la autonom?a del hombre, de la sociedad o de la ciencia. Si por autonom?a de la realidad se quiere decir que las cosas creadas y la sociedad misma gozan de propias leyes y valores, que el hombre ha de descubrir, emplear y ordenar poco apoco, es absolutamente leg?tima esta exigencia de autonom?a. No es s?lo que la reclamen imperiosamente los hombres de nuestro tiempo. Es que adem?s responde a la voluntad del Creador. Pues, por la propia naturaleza de la creaci?n, todas las cosas est?n dotadas de consistencia, verdad y bondad propias y de un propio orden regulado, que el hombre debe respetar con el reconocimiento de la metodolog?a particular de cada ciencia o arte?. (Vaticano II Gaudium et Spes 36)

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Art?culo publicado en la revista "Iglesia al d?a" de la Di?cesis de Canarias.

LA PARROQUIA
UNA COMUNIDAD FAMILIAR,
UNA COMUNIDAD DE FAMILIAS


Jos? Antonio Rodr?guez Roca
Secretario General de Pastoral


Cuando m?s cuestionada se encuentra la realidad familiar en la situaci?n actual, m?s se manifiesta la demanda de una vida familiar intensa. La persona necesita para su construcci?n personal plena de maduraci?n, un ?mbito donde desarrollar su capacidad de darse y recibir amor y, como creyente, un espacio ?n?timo donde crecer en la fe. La familia entendida as?, participa del propio ser de la Iglesia, ella misma es "iglesia dom?stica", en el seno y con la misi?n de la Iglesia. Ella es, tanto destinatario como protagonista de la acci?n pastoral de la Iglesia.

La parroquia es el lugar privilegiado, articulado de diversas maneras, de la proclamaci?n de la Palabra de Dios. Por todo ello, la familia cristiana nace, crece y se desarrolla en el seno de una comunidad cristiana, especialmente en la comu?nidad parroquial La parroquia tiene como una misi?n fundamental la animaci?n y el acompa?amiento de las familias y ?stas tienen un protagonismo fundamental en la vida parroquial. Las dimensiones de la misma Iglesia son las que tiene que vivir la familia cristiana: Anunciar la Palabra, celebrar la fe, servir al anuncio del Evangelio y de la Caridad.

La comunidad parroquial tiene que ser por su propio ser una familia, la familia de Dios, pues "el Esp?ritu es tambi?n la fuerza que transforma el coraz?n de la comunidad eclesial para que sea en el mundo testigo del amor del Padre, que quiere hacer de la humanidad, en su Hijo, una sola familia" (Benedicto XVI, DE, 19). Tarea que emprende la comunidad eclesial como sacramento de esa familia universal. Tambi?n la familia por su propia din?mica, sacramental del matrimonio y dom?stica con el resto de miembros de la misma, desarrolla toda su realidad en el seno de la comunidad parroquial. As? nos lo indicaba Juan Pablo II: "Cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia m?s viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Se?or, en orden a la promoci?n de la pastoral familiar... Pero sobre todo hay que reconocer el puesto singular que... corresponde a los esposos y a las familias cristianas, en virtud de la gracia recibida en el sacramento. Su misi?n debe ponerse al servicio de la edificaci?n de la Iglesia" (FC, 70s).

ENCUENTRO DIOCESANO DE FAMILIAS


Nuestro Obispo nos convoca un a?o m?s al Encuentro de Familias de nuestra Di?cesis. Lo hacemos como modo de expresi?n de nuestra fe, ?mbito de compartir la comuni?n diocesana, din?mica de asumir un compromiso. En esta convocatoria, la Iglesia quiere centrarlo en esa realidad tan importante que es el "Vivir en parroquia, vivir en familia".
Vida parroquial y vida familiar est?n intimamente vinculadas, el crecimiento en esta misi?n es un reto siempre renovado de transmisi?n de la fe (objetivo prioritario diocesano), de potenciaci?n del testimonio cristiano y de un nuevo impulso en la actividad evangelizadora de nuestra Iglesia diocesana. De este modo, recogemos el llamamiento que ?ltimamente nos hac?a Benedicto XVI al "llamar la atenci?n de modo especial sobre la relaci?n que hay entre iniciaci?n cristiana y familia. En la acci?n pastoral se tiene que asociar siempre la familia cristiana al itinerario de iniciaci?n" (SC, 19).

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DOSSIER publicado por Agenzia Fides del Instrumentum mensis Maii pro lectura Magisterii Summi Pontifici Benedicti XVI pro evangelizatione in terris missionum

El mes de mayo tuvo como momento central el viaje apost?lico del Santo Padre Benedicto XVI a Brasil, para inaugurar, en el Santuario mariano de Aparecida, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. El Papa Benedicto XVI - como hicieron Pablo VI y Juan Pablo II en las asambleas anteriores - present? una intervenci?n importante a los Obispos, analizando los ?serios desaf?os? que hoy deben afrontar la Iglesia y la fe. El centro de la misi?n de la Iglesia - es el sentido de las palabras del Pont?fice - es y contin?a siendo el anuncio de Cristo. En efecto, ?l, Su Palabra, no es ajena a ninguna cultura ni a ninguna persona. La tarea fundamental de la Iglesia - dijo el Papa - es la de ?custodiar y alimentar la fe del Pueblo de Dios?. El Santo Padre corrigi? adem?s aquella aproximaci?n que quiere anteponer a la evangelizaci?n la satisfacci?n de las presuntas necesidades b?sicas: ?Esta prioridad, ?no podr?a ser acaso una fuga hacia el intimismo, hacia el individualismo religioso, un abandono de la realidad urgente de los grandes problemas econ?micos, sociales y pol?ticos de Am?rica Latina y del mundo, y una fuga de la realidad hacia un mundo espiritual??. La respuesta es ?no?, porque - son palabras del Papa - es ?quien excluye a Dios de su horizonte? quien ?falsifica el concepto de realidad? y, en consecuencia, termina ?en caminos equivocados y con recetas destructivas?. Y a?adi?: ?S?lo quien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano?.
Tanto durante su viaje a Brasil cuanto, m?s generalmente, durante todo el mes, el Santo Padre Benedicto XVI no dej? de recordar como el mes de mayo es el mes mariano por excelencia. ?Como tal, se ha convertido a lo largo de los siglos en una de las devociones m?s arraigadas en el pueblo, y lo valoran cada vez m?s los pastores como ocasi?n propicia para la predicaci?n, la catequesis y la oraci?n comunitaria. Despu?s del concilio Vaticano II, que subray? el papel de Mar?a sant?sima en la Iglesia y en la historia de la salvaci?n, el culto mariano ha experimentado una profunda renovaci?n. Y al coincidir, al menos en parte, con el tiempo pascual, el mes de mayo es muy propicio para ilustrar la figura de Mar?a como Madre que acompa?a a la comunidad de los disc?pulos reunidos en oraci?n un?nime, a la espera del Esp?ritu Santo (cf. Hch 1, 12-14). Por tanto, este mes puede ser una ocasi?n para volver a la fe de la Iglesia de los or?genes y, en uni?n con Mar?a, comprender que tambi?n hoy nuestra misi?n consiste en anunciar y testimoniar con valent?a y con alegr?a a Cristo crucificado y resucitado, esperanza de la humanidad?.

Links:
Instrumentum mensis Maii doc file 300kb) >>
http://www.fides.org/spa/dossier/2007/dossier_bxvi_maggio07.doc

El Arzobispo de Medellín, Mons. Alberto Giraldo Jaramillo afirmó que cuando se ven las situaciones negativas por la que pasa Colombia, las faltas de amor, odios y agresiones, "sentimos la urgencia de invocar al Señor para que Él nos enseñe caminos de misericordia y perdón".


SAGRADO CORAZÓN,
MISERICORDIA Y PERDÓN


Monseñor ALBERTO GIRALDO JARAMILLO
+Arzobispo de Medellín



Este es el mes del Sagrado Corazón. El pasado 15 de junio celebramos la Solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús. En la Arquidiócesis haremos nuestra gran celebración el último domingo del mes, con la marcha de fe, la Santa Misa en el parque de Bolívar y la Consagración de la Ciudad y el Departamento al Sagrado Corazón.

1.- Signo de la misericordia y el perdón.- En todas nuestras culturas el corazón es el signo de los mejores sentimientos que tenemos como personas. El corazón es el signo del más auténtico amor. Hay una serie de imágenes que recogen la expresión del amor de Dios a cada uno de nosotros. Muy conocida es la figura del pastor que cuida sus ovejas. Muy diciente es el comienzo del capítulo 15 de San Lucas: Jesús se acerca a los más pecadores, cuando se le pide una razón que explica su actitud, responde con unas parábolas que reflejan toda la misericordia del Padre que lo ha enviado; la primera de ellas es la del pastor que va buscando la oveja perdida. Con su corazón, el Señor Jesús está reflejando toda la misericordia, el amor, el perdón, que el Padre celestial derrama sobre la humanidad.

2.- La consagración al Corazón de Jesús.- Cuando cantamos “reine Jesús por siempre, reine su corazón, en nuestra Patria, en nuestro suelo”, estamos expresando el anhelo sincero que tenemos de que la acción salvadora de Cristo Jesús, se haga sentir de manera muy viva en nuestra Patria, haciéndonos recibir todo el alcance de su misericordia, la fuerza de su perdón, la eficacia de su obra reconciliadora. La consagración es una actitud, fruto de nuestra fe en el Señor Jesús, mediante la cual dedicamos toda nuestra vida a “gozar” del amor de Dios y a comunicarlo a cuantos somos de alguna manera, capaces de entregarlo.

3.- La situación colombiana.- Considerando todas las situaciones negativas que nos rodean en nuestra Patria, cuando descubrimos cuánta falta de amor, cuántos odios y agresiones se ven por todas partes en Colombia, sentimos la urgencia de invocar al Señor para que Él nos enseñe caminos de misericordia y perdón. El Papa Juan Pablo II nos invitó a construir, con Cristo Jesús, la “civilización del amor”. Se trata de un estilo de sociedad que tenga como base los principios del Evangelio. Es necesario que esta fiesta del Sagrado Corazón nos muestre caminos de reconciliación, de renovación, de paz.

Empecemos por pedir al Sagrado Corazón el que nos ayude a iniciar la renovación por nuestras propias familias, nuestros sitios de encuentro con los demás. Reavivemos nuestra fe y esperanza en el Corazón de Jesús. “Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío”.


Publicado por verdenaranja @ 8:13  | Hablan los obispos
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Mi?rcoles, 20 de junio de 2007
ZENIT publica las palabras que dirigi? Benedicto XVI el domingo, 17 de Junio de 2007, al rezar la oraci?n mariana del ?ngelus al final de la celebraci?n eucar?stica que presidi? en la Plaza inferior de San Francisco, en As?s.


Queridos hermanos y hermanas:

Hace ocho siglos, a la ciudad de As?s le hubiera sido dif?cil poder imaginar el papel que la Providencia le asignaba, un papel que hace de ella una ciudad sumamente conocida en el mundo, un aut?ntico ?lugar del alma?. Quien le dio este car?cter fue un acontecimiento que tuvo lugar aqu? y que le imprimi? un signo indeleble. Me refiero a la conversi?n del joven Francisco, que despu?s de 25 a?os de vida mediocre y so?adora, caracterizada por la b?squeda de alegr?as y ?xitos mundanos, se abri? a la gracia, se recogi? interiormente y poco a poco reconoci? en Cristo el ideal de su vida. Mi peregrinaci?n de hoy a As?s quiere recordar aquel acontecimiento para vivir su significado su amplitud.

Me he detenido con particular emoci?n en la peque?a iglesia de San Dami?n, en la que Francisco escuch? del Crucifijo la frase program?tica: ?Vete, Francisco, repara mi casa? (Relato de Celano (2 Cel I, 6, 10). Era una misi?n que comenzaba con la plena conversi?n de su coraz?n para convertirse despu?s en levadura evang?lica esparcida a manos llenas en la Iglesia y en la sociedad.

En Rivotorto he visto el lugar, en el que, seg?n la tradici?n, eran relegados aquellos leprosos a quienes el santo se acerc? con misericordia, comenzando as? su vida de penitente, y he visitado el santuario que recuerda la pobre morada de Francisco y de sus primeros hermanos.

He estado en la Bas?lica de Santa Clara, la ?plantita? de Francisco, y en la tarde de hoy, despu?s de la visita a la catedral del As?s, me detendr? en la Porci?ncula, donde Francisco gui?, a la sombra de Mar?a, los pasos de su fraternidad en expansi?n, y donde exhal? su ?ltimo respiro. All? encontrar? a los j?venes para que el joven Francisco, convertido a Cristo, les hable a su coraz?n.

En este momento, desde la Bas?lica de San Francisco, donde reposan sus restos mortales, deseo sobre todo hacer m?a su alabanza: ?Alt?simo, omnipotente, buen Se?or, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendici?n? (?C?ntico del Hermano Sol? 1). Francisco de As?s es un gran educador de nuestra fe y de nuestra alabanza. Al enamorarse de Jesucristo, encontr? el rostro de Dios-Amor, se convirti? en su cantor apasionado, como aut?ntico ?juglar de Dios?. A la luz de las Bienaventuranzas evang?licas se comprende la mansedumbre con la que supo vivir las relaciones con los dem?s, present?ndose a todos con humildad y haci?ndose testigo y agente de paz.

Desde esta ciudad de la paz quiero enviar un saludo a los exponentes de las dem?s confesiones cristianas y de las dem?s religiones que en 1986 acogieron la invitaci?n de mi venerado predecesor a vivir, aqu?, en la patria de san Francisco, una Jornada Mundial de Oraci?n por la Paz. Considero que es mi deber lanzar desde aqu? un apremiante y sentido llamamiento para que cesen todos los conflictos armados que ensangrientan la tierra. ?Que se callen las armas y que por doquier el odio ceda al amor, la ofensa al perd?n y la discordia a la uni?n!

Sentimos espiritualmente aqu? presentes a todos los que lloran, sufren y mueren a causa de la guerra y de sus tr?gicas consecuencias, en cualquier parte del mundo. Nuestro pensamiento se dirige en particular a Tierra Santa, tan querida por san Francisco, a Irak, al L?bano, a todo Oriente Medio.

Las poblaciones de esos pa?ses experimentan, desde hace ya demasiado tiempo, los horrores de los combates, del terrorismo, de la violencia ciega, la ilusi?n de que la fuerza pueda resolver los conflictos, la negativa a escuchar las razones del otro y hacerles justicia. S?lo un di?logo responsable y sincero, sostenido por el generoso apoyo de la comunidad internacional, podr? acabar con tanto dolor y volver a dar vida y dignidad a personas, instituciones y pueblos.

Que san Francisco, hombre de paz, nos alcance del Se?or la gracia de la multiplicaci?n del numero de quienes aceptan convertirse en ?instrumentos de su paz? a trav?s de miles de peque?os actos de la vida cotidiana. Que quienes tienen cargos de responsabilidad est?n animados por un amor apasionado por la paz y por una voluntad ind?mita por alcanzarla, escogiendo los medios adecuados por alcanzarla.

Que la Virgen Santa, a quien el ?pobrecillo? am? con coraz?n tierno y a la que cant? con tono inspirado, nos ayude a descubrir el secreto de la paz en el milagro de amor que tuvo lugar en su seno con la encarnaci?n del Hijo de Dios.

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit

Publicado por verdenaranja @ 23:27  | Habla el Papa
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ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI en la audiencia general del mi?rcoles, 20 de Junio de 2007, dedicada a presentar la figura de san Atanasio de Alejandr?a, padre de la Iglesia, nacido hacia el a?o 300 y fallecido en el 373.


Queridos hermanos y hermanas:

Continuando nuestro repaso de los grandes maestros de la Iglesia antigua, queremos dirigir hoy nuestra atenci?n a san Atanasio de Alejandr?a. Este aut?ntico protagonista de la tradici?n cristiana, ya pocos a?os antes de su muerte, era aclamado como ?la columna de la Iglesia? por el gran te?logo y obispo de Constantinopla, Gregorio Nazianceno (?Discursos? 21, 26), y siempre ha sido considerado como un modelo de ortodoxia, tanto en Oriente como en Occidente.

No es casualidad, por tanto, que Gian Lorenzo Bernini colocara su estatua entre las de los cuatro santos doctores de la Iglesia oriental y occidental --Ambrosio, Juan Cris?stomo, y Agust?n--, que en el maravilloso ?bside de la Bas?lica vaticana rodean la C?tedra de san Pedro.

Atanasio ha sido, sin duda, uno de los Padres de la Iglesia antigua m?s importantes y venerados. Pero sobre todo, este gran santo es el apasionado te?logo de la encarnaci?n del ?Logos?, el Verbo de Dios que, como dice el pr?logo del cuarto Evangelio, ?se hizo carne, y puso su morada entre nosotros? (Juan 1, 14).

Precisamente por este motivo Atanasio fue tambi?n el m?s importante y tenaz adversario de la herej?a arriana, que entonces era una amenaza para la fe en Cristo, reducido a una criatura ?intermedia? entre Dios y el hombre, seg?n una tendencia que se repite en la historia y que tambi?n hoy constatamos de diferentes maneras.

Nacido probablemente en Alejandr?a, en Egipto, hacia el a?o 300, Atanasio recibi? una buena educaci?n antes de convertirse en di?cono y secretario del obispo de la metr?polis egipcia, Alejandro.

Cercano colaborador de su obispo, el joven eclesi?stico particip? con ?l en el Concilio de Nicea, el primero de car?cter ecum?nico, convocado por el emperador Constantino en mayo del a?o 325 para asegurar la unidad de la Iglesia. Los Padres de Nicea pudieron de este modo afrontar varias cuestiones, principalmente el problema originado unos a?os antes por la predicaci?n del presb?tero de Alejandr?a, Arrio.

?ste, con su teor?a, amenazaba la aut?ntica fe en Cristo, declarando que el ?Logos? no era verdadero Dios, sino un Dios creado, un ser ?intermedio? entre Dios y el hombre y de este modo el verdadero Dios siempre permanec?a inaccesible para nosotros. Los obispos, reunidos en Nicea, respondieron redactando el ?S?mbolo de la fe?, que completado m?s tarde por el primer Concilio de Constantinopla, ha quedado en la tradici?n de las diferentes confesiones cristianas y en la liturgia como el ?Credo niceno-constantinopolitano?.

En este texto fundamental, que expresa la fe de la Iglesia sin divisi?n, y que todav?a recitamos hoy, todo domingo, en la celebraci?n eucar?stica, aparece el t?rmino griego ?homoo?sios?, en lat?n ?consubstantialis?: indica que el Hijo, el ?Logos?, es ?de la misma naturaleza? del Padre, es Dios de Dios, es su naturaleza, y de este modo se subraya la plena divinidad del Hijo, que era negada por los arrianos.

Al morir el obispo Alejandro, Atanasio se convirti? en el a?o 328 en su sucesor como obispo de Alejandr?a, e inmediatamente rechaz? con decisi?n todo compromiso con las teor?as arrianas condenadas por el Concilio de Nicea. Su intransigencia, tenaz y a veces muy dura, aunque necesaria, contra quienes se hab?an opuesto a su elecci?n episcopal y sobre todo contra los adversarios del S?mbolo de Nicea, le provoc? la implacable hostilidad de los arrianos y de los filo-arrianos.

A pesar del resultado inequ?voco del Concilio, que hab?a afirmado con claridad que el Hijo es de la misma naturaleza del Padre, poco despu?s estas ideas equivocadas volvieron a prevalecer --incluso Arrio fue rehabilitado-- y fueron apoyadas por motivos pol?ticos por el mismo emperador Constantino y despu?s por su hijo Constancio II. ?ste, que no se preocupaba tanto de la verdad teol?gica sino m?s bien de la unidad del Imperio y de sus problemas pol?ticos, quer?a politizar la fe, haci?ndola m?s accesible, seg?n su punto de vista, a todos los s?bditos del Imperio.

La crisis arriana, que parec?a haberse solucionado en Nicea, continu? durante d?cadas con vicisitudes dif?ciles y divisiones dolorosas en la Iglesia. Y en cinco ocasiones, durante 30 a?os, entre 336 y 366, Atanasio se vio obligado a abandonar su ciudad, pasando 17 a?os en exilio y sufriendo por la fe.

Pero durante sus ausencias forzadas de Alejandr?a, el obispo tuvo la posibilidad de sostener y difundir en Occidente, primero en Tr?veris y despu?s en Roma, la fe de Nicea as? como los ideales del monaquismo, abrazados en Egipto por el gran eremita, Antonio, con una opci?n de vida por la que Atanasio siempre se sinti? cercano.

San Antonio, con su fuerza espiritual, era la persona m?s importante que apoyaba la fe de Atanasio. Al volver a tomar posesi?n definitivamente de su sede, el obispo de Alejandr?a pudo dedicarse a la pacificaci?n religiosa y a la reorganizaci?n de las comunidades cristianas Muri? el 2 de mayo del a?o 373, d?a en el que celebramos su memoria lit?rgica.

La obra doctrinal m?s famosa del santo obispo de Alejandr?a es el tratado sobre ?La encarnaci?n del Verbo?, el ?Logos? divino que se hizo carne, como nosotros, por nuestra salvaci?n. En esta obra, Atanasio, afirma con una frase que se ha hecho justamente c?lebre, que el Verbo de Dios ?se hizo hombre para que nosotros nos volvi?ramos Dios; se hizo visible corporalmente para que tuvi?ramos una idea del Padre invisible y soport? la violencia de los hombres para que hered?semos la incorruptibilidad? (54, 3). Con su resurrecci?n, el Se?or hizo desaparecer la muerte como si fuera ?paja entre el fuego? (8, 4). La idea fundamental de toda la lucha teol?gica de san Atanasio era precisamente la de que Dios es accesible. No es un Dios secundario, es el verdadero Dios, y a trav?s de nuestra comuni?n con Cristo, podemos unirnos realmente a Dios. ?l se ha hecho realmente ?Dios con nosotros?.

Entre las dem?s obras de este gran Padre de la Iglesia, que en buena parte est?n ligadas a las vicisitudes de la crisis arriana, recordamos tambi?n las cuatro cartas que dirigi? al amigo Serapi?n, obispo de Thmuis, sobre la divinidad del Esp?ritu Santo, en las que es afirmada con claridad, y unas treinta cartas ?festivas?, dirigidas al inicio de cada a?o a las Iglesias y a los monasterios de Egipto para indicar la fecha de la fiesta de Pascua, pero sobre todo para intensificar los v?nculos entre los fieles, reforzando la fe y prepar?ndoles para esta gran solemnidad.

Por ?ltimo, Atanasio es tambi?n autor de textos meditativos sobre los Salmos, muy difundidos, y sobre todo de una obra que constituye el ?best seller? de la antigua literatura cristiana, la ?Vida de Antonio?, es decir, la biograf?a de Antonio abad, escrita poco despu?s de la muerte de este santo, precisamente mientras el obispo de Alejandr?a, en el exilio, viv?a con los monjes del desierto egipcio. Atanasio fue amigo del grande eremita hasta el punto de recibir una de las dos pieles de oveja dejadas por Antonio como herencia suya, junto al manto que el mismo obispo de Alejandr?a le hab?a regalado.

Tras hacerse pronto sumamente popular y traducida inmediatamente dos veces en lat?n y en varias lenguas orientales, la biograf?a ejemplar de esta figura muy querida por la tradici?n cristiana contribuy? decisivamente a la difusi?n del monaquismo, en Oriente y en Occidente. La lectura de este texto, en Tr?veris, forma parte central de una emocionante narraci?n de la conversi?n de dos funcionarios imperiales que Agust?n presenta en las ?Confesiones? (VIII, 6, 15) como premisa para su misma conversi?n.

De hecho, el mismo Atanasio demuestra que ten?a clara conciencia de la influencia que podr?a ejercer sobre el pueblo cristiano la figura ejemplar de Antonio. Escribe en la conclusi?n de esta obra: ?El hecho de que lleg? a ser famoso en todas partes, de que encontr? admiraci?n universal y de que su p?rdida fue sentida a?n por gente que nunca lo vio, subraya su virtud y el amor que Dios le ten?a. Antonio gan? renombre no por sus escritos ni por sabidur?a de palabras ni por ninguna otra cosa, sino s?lo por su servicio a Dios. Y nadie puede negar que esto es don de Dios. ?C?mo explicar, en efecto, que este hombre, que vivi? escondido en la monta?a, fuera conocido en Espa?a y Galia, en Roma y ?frica, sino por Dios, que en todas partes hace conocidos a los suyos, que, m?s a?n, hab?a dicho esto en los comienzos? Pues aunque hagan sus obras en secreto y deseen permanecer en la oscuridad, el Se?or los muestra p?blicamente como l?mparas a todo los hombres, y as?, los que oyen hablar de ellos, pueden darse cuenta de que los mandamientos llevan a la perfecci?n, y entonces cobran valor por la senda que conduce a la virtud? (?Vida de Antonio? 93, 5-6).

?S?, hermanos y hermanas! Tenemos muchos motivos para dar gracias a san Atanasio. Su vida, como la de Antonio y la de otros innumerables santos, nos muestra que ?quien va hacia Dios, no se aleja de los hombres, sino que se hace realmente cercano a ellos? (?Deus caritas est?, 42).


[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit. Al final de la audiencia, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:
San Atanasio, Obispo de Alejandr?a, es sin duda uno de los Padres de la Iglesia antigua m?s importantes y venerados. Te?logo apasionado de la Encarnaci?n del Verbo de Dios, fue tambi?n el m?s importante adversario contra la herej?a arriana, que entonces amenazaba la fe en Cristo al minimizar su divinidad. Siendo di?cono particip? con su Obispo en el Concilio de Nicea, el cual subray? la plena divinidad de Cristo negada por los arrianos. Despu?s de ser elegido Obispo de Alejandr?a, padeci? la hostilidad de los arrianos; fue obligado a abandonar la di?cesis en cinco ocasiones y sufri? el exilio durante diecisiete a?os. De esta manera, pudo difundir en Occidente la fe proclamada en el Concilio de Nicea. Entre los diversos escritos de san Atanasio, como cartas y textos de meditaci?n sobre los salmos, destaca su tratado sobre la Encarnaci?n, en el que afirma que el Verbo de Dios se hizo hombre para que nosotros lleg?semos a ser Dios. Su biograf?a sobre san Antonio Abad, del que fue gran amigo, contribuy? de modo decisivo a la difusi?n del monaquismo tanto en Occidente como en Oriente.

Saludo cordialmente a los visitantes de lengua espa?ola, venidos de Latinoam?rica y de Espa?a. En particular, saludo a los distintos grupos parroquiales y escolares de Espa?a; as? como a los peregrinos de Honduras, M?xico y otros Pa?ses Latinoamericanos. Que vuestra visita a Roma consolide vuestra fe en Cristo, iluminados por el testimonio de vida y del martirio de los ap?stoles Pedro y Pablo, y sinti?ndoos cada vez m?s en comuni?n con toda la Iglesia. ?Que Dios os bendiga!


[? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 23:21  | Habla el Papa
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Art?culo semanal del Padre Fernando Lorente, o.h., publicado en EL D?A, en la secci?n CRITERIOS bajo el ep?grafe general de "Luz en el camino".

Luz en el Camino Fernando Lorente, o.h. *


Autoridad


Durante los primeros meses de este a?o 2007, se han celebrado elecciones pol?ticas -en Francia y en Espa?a- y cap?tulos religiosos en distintas instituciones religiosas, como la Orden Hospitalaria en los distritos provinciales en Espa?a.

Tanto en un campo como en el otro, lo primero que se cuestiona es la autoridad. En ambos acontecimientos se percibe la vitalidad o la insensibilidad de esta virtud tan decisivamente fundamental en el gobierno civil y religioso. Dos puntos de reflexi?n:

* La autoridad pol?tica no es para conseguir intereses particulares o de grupos, tampoco para dominar a los otros y menos para manipular al pueblo, sino para servir al bien com?n de todos ciudadanos. La autoridad pol?tica, y m?s aqu?lla que se proclama y se define democr?tica, ha de ejercerse con seriedad, responsabilidad, lucidez, rigor social y con imaginaci?n creadora. Y s?lo por este camino, los pol?ticos, desde el poder y desde la oposici?n, podr?n descubrir que las consecuencias de sus decisiones est?n marcando la vida de las personas y de los pa?ses que rigen; y, por eso, dichas decisiones deben ser tomadas con la m?xima responsabilidad ?tica. La autoridad del poder pol?tico que condiciona la vida de tantas personas y grupos humanos no puede tratarse banalmente.

La autoridad pol?tica, por tanto, hay que acogerla y vivirla con alta dignidad por parte de quienes la ejercen a la hora de aplicar la ley que la garantiza. A este prop?sito qu? sabias son las palabras de nuestro Balmes: "Ninguna sociedad, grande o peque?a, puede conservarse ordenada sin una autoridad que la rija: donde haya una reuni?n es preciso que haya una ley de unidad; de lo contrario, es inevitable el desorden. Las fuerzas individuales entregadas a s? solas sin esta ley y la autoridad que la garantice permisivamente producen dispersi?n, acarrean choques y anarqu?as cada d?a m?s graves". El riesgo mayor que va teniendo la democracia -los hechos no pueden ser m?s manifiestos en Espa?a- est? en esas formas pol?ticas que destruyen o estorban la libertad civil, sea en materia pol?tica o religiosa, y aquellas otras que orientan la acci?n del gobierno en la forma olig?rquica, esto es, hacia el bien de un grupo o grupos particulares, y m?s todav?a cuando se queda en provecho de los propios gobernantes

* La autoridad -a la luz de la sana raz?n y, para los creyentes, a la luz de la revelaci?n divina- tiene un origen y una finalidad que convierten su ejercicio en un servicio a la comunidad por parte de los que mandan Esta concepci?n de la autoridad como servicio, que de consuno demanda la raz?n natural y la divina revelaci?n, excluye necesariamente y por igual el autoritarismo y el inhibicionismo permisivista o an?rquico. Por eso la intervenci?n de los cristianos en la vida p?blica -atendiendo a lo que esto significa para dignidad de la autoridad- es uno de los factores m?s delicados y decisivos para la consagraci?n del mundo, porque la cristianizaci?n de la vida p?blica es uno de los cauces m?s grandes que preparan la aceptaci?n del Evangelio. Los seglares cristianos, en todo campo de la vida p?blica, son los principales administradores de la sabidur?a cristiana y tienen que hacer valer el peso de su autoridad moral en la opini?n p?blica, a fin de que el poder pol?tico sea ejercido con justicia y para que las leyes respondan a los principios de la moral y al bien com?n. El notable esc?ndalo que pueda darse -y hasta grav?simo- por la discordancia entre la fe cristiana que se profesa y la conducta que se sigue s?lo puede producirse porque los cristianos se apartan de esa perspectiva divina en la que deben situarse.

La mayor garant?a y la m?s convincente de la autoridad siempre ha sido, es y ser? el testimonio de fidelidad de quien la ejerce. Nuestro gran pensador, Jos? Ortega y Gasset, dec?a: "La autoridad debe ser un anexo de la ejemplaridad". Y otro autor tambi?n nos confirma: "La mejor voz de la autoridad es el ejemplo en vivir y comprometerse el que directamente manda". Y con cierto gracejo, Alfonso X recordaba las condiciones que dec?an los antiguos que deb?an tener los que ejercieran la autoridad: "Sabidur?a -la que se apoya en el sentido com?n-, esfuerzo constante, buen seso y, a toda prueba, plena lealtad".

Toda instituci?n se inspira, al menos impl?citamente, en una visi?n del hombre y de su destino, de la que saca su referencia de juicio, su jerarqu?a de valores, su l?nea de conducta. La mayor?a de las sociedades han configurado sus instituciones conforme a una cierta preeminencia del hombre sobre las cosas. S?lo la religi?n divinamente revelada ha reconocido claramente en Dios Creador y Redentor el origen y el destino del hombre. La Iglesia invita a las autoridades civiles a juzgar y decidir a la luz de la Verdad de Dios y sobre el hombre. Las sociedades y naciones que ignoran esta inspiraci?n o la rechazan en nombre de su independencia o laicismo sectario se ven obligados a buscar en s? mismas o a tomar un criterio objetivo del bien y del mal, que les obliga a ejercer sobre el hombre y su destino un poder totalitarista, declarado o velado, como lo muestra la historia, y que tan palpablemente se siente ya en Espa?a y en otras naciones europeas.

* La autoridad estrictamente religiosa viene as? expresada para sus miembros, que transcribimos de unas Constituciones: "La Iglesia ha recibido del Se?or Jes?s, su divino fundador, el poder que ?l le hab?a concedido su Padre". Esta autoridad en nuestra Instituci?n es un verdadero servicio de amor que los superiores ejercitan para el bien com?n, a imitaci?n de Jesucristo en la b?squeda de la voluntad de Dios sobre la Instituci?n, las comunidades y cada uno de los religiosos. Los superiores, por tanto, ejerzan la autoridad con esp?ritu fraterno, pidiendo pareceres, estimulando iniciativas y teniendo presente el derecho universal de la Iglesia y el derecho propio de nuestra Instituci?n y apoyen a todos los que trabajen en nuestra misi?n y a los que la favorezcan con su ayuda profesional, material y moral.

* Capell?n de la Cl?nica

S. Juan de Dios

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VATICANO - ?Familia humana: comunidad de paz? es el tema de la 41a Jornada Mundial de la Paz, 1 enero 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Mensaje de Su Santidad Benedicto XVI para la celebraci?n de la 41? Jornada Mundial de la Paz, que se celebrar? el 1? de enero de 2008, tendr? como tema: ?Familia humana, comunidad de paz?. Afianz?ndose en la convicci?n de que la percepci?n de un destino com?n y la experiencia de la comuni?n son factores esenciales para la realizaci?n del bien com?n y para la paz de la humanidad, el tema elegido por el Papa evoca lo que afirma el Concilio Vaticano II ? Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto que Dios hizo habitar a todo el g?nero humano sobre la faz de la tierra? (Nostra aetate, 1,2). Por consiguiente, prosigue el Concilio, ?todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las leg?timas aspiraciones de los dem?s grupos; m?s a?n, debe tener muy en cuenta el bien com?n de toda la familia humana? (Gaudium et spes,26). Si la dignidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, est? revelada al hombre ya en el Antiguo Testamento, la unidad del g?nero humano se cuenta entre las verdades m?s originales del Cristianismo?. El tema: ?Familia humana: comunidad de paz?, desarrolla de forma coherente la reflexi?n que Benedicto XVI present? en sus mensajes precedentes para la Jornada Mundial de la Paz de 2006 (?En la verdad, la paz?) y la de 2007 (?La persona humana, coraz?n de la paz). Reconocer la unidad de la familia humana es, m?s que nunca, providencial en el actual contexto hist?rico, marcado por las crisis de las organizaciones internacionales y por la presencia de graves preocupaciones de la comunidad internacional. ?Cada hombre, cada pueblo est? llamado a vivir y a sentirse parte de la Familia humana concebida por Dios como comunidad de paz!. (S.L.) (Agencia Fides 19/6/2007 L?neas: 22 Palabras: 320)

20 de Junio

? La festividad m?s emotiva de cuantas se viven en el municipio de El Paso, con una doble vertiente religiosa y cultural, conjug? la devoci?n del pueblo por el Cristo de la expresi?n serena, con el esfuerzo de los vecinos de los 10 barrios de la localidad y el arte que muestran sus creaciones. Tapices, alfombras y arcos engalanaban ayer varias calles pasenses con motivo de las fiestas del Sagrado Coraz?n de Jes?s. Conocido popularmente como "El Sagrado", lleg? al municipio pasense en 1916. Con el tiempo, posiblemente se ha convertido en la fiesta m?s popular de las que se celebran en esta localidad, teniendo en cuenta el car?cter trienal de la festividad de la Virgen de El Pino.


)

20 de Junio

? Varios colectivos sociales e instituciones culturales de La Laguna han suscrito un manifiesto en el que exigen que no haya m?s aplazamientos para restaurar la Catedral, y piden al Obispado y al Ministerio de Cultura que los mantengan informados del acuerdo definitivo y de su ejecuci?n. El manifiesto est? respaldado por el Ateneo de La Laguna, la Real Sociedad Econ?mica de Amigos del Pa?s de Tenerife, la Asociaci?n de Amigos de la Catedral de La Laguna, la Asociaci?n de Vecinos del Casco Hist?rico de La Laguna, el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados, Filosof?a y Letras y en Ciencias, de La Laguna y la Asociaci?n de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de La Laguna.


20 de Junio

? Un a?o m?s, Manos Unidas ha fallado los premios de Prensa, Televisi?n y Carteles, convocados con la finalidad de reconocer la labor de aquellos profesionales de los medios de comunicaci?n que hayan destacado en la tarea de dar a conocer a la sociedad espa?ola la realidad del llamado Tercer Mundo y los desequilibrios Norte-Sur. En el apartado de prensa impresa, el premio patrocinado por la Confederaci?n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA), recay? en el trabajo ?Cuando los menos afortunados sepan m?s? de Marta Rinc?n Rom?n publicado en el Diario de Avisos de Tenerife (http://www.diariodeavisos.com/content/164635/). El Jurado destac? la agilidad de la redacci?n y el contenido y estructura del reportaje.


20 de Junio

? El obispo, Bernardo ?lvarez, acompa?ado del presidente en funciones del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, y el alcalde de Arona, Jos? Alberto Gonz?lez Rever?n, presidi? la reapertura de la iglesia de San Antonio de Padua, en Arona, despu?s de haber sido objeto de diversas intervenciones encaminadas a su restauraci?n. Los trabajos consistieron en la remodelaci?n de la cubierta superior, la soluci?n del desplazamiento del arco del altar mediante dos contrafuertes de hormig?n, la sustituci?n de diferentes elementos, el saneamiento horizontal de las piezas h?medas de la iglesia y la colocaci?n de dos tomas de incendio en las fachadas. Los pavimentos se han sustituido y se ha completado la red de saneamiento y fontaner?a, se ha renovado la instalaci?n el?ctrica en su totalidad; se ha procedido a colocar nuevas luminarias, a dotar a la iglesia de un sistema contra incendios y otro de detecci?n de intrusi?n y robo.


20 de Junio

? El Consejo Episcopal ha aprobado el Calendario de las reuniones de comienzo del pr?ximo curso. As? entre el tres y el cinco de septiembre se realizar? un Consejo Episcopal extraordinario en la Casa Matilde del Puerto de la Cruz para, posteriormente el d?a doce realizar la reuni?n de la Vicar?a Norte, el s?bado 15 la de Santa Cruz, el lunes 17 le tocar? el turno a La Gomera, el mi?rcoles 19 a la del Sur, el s?bado 29 a la isla de El Hierro y, en cuanto a La Palma, ser? el mi?rcoles 3 de Octubre. En estas primeras citas del calendario pastoral se tendr? un tiempo para la oraci?n y otro para la presentaci?n del nuevo Plan Diocesano de Pastoral que comienza a implementarse precisamente en el curso que vamos a comenzar en septiembre.


20 de Junio


? Entre el 26 y 28 de junio de 2007, en La Laguna, tendr?n lugar las XXVII Jornadas Nacionales de Patrimonio Cultural de la Iglesia con el lema: ?Turismo, Cultura del Ocio y Patrimonio Cultural de la Iglesia. Gu?as del Arte, Gu?as de la Fe?. El objetivo de este encuentro, que reunir? a los directores de Patrimonio Cultural en las di?cesis, directores de museos eclesi?sticos, deanes y presidentes de cabildos catedralicios, as? como a responsables de Patrimonio en los monasterios, es ?valorar las obras de arte cristiano existentes en las di?cesis, presentar su significado religioso, y promover la formaci?n espiritual y cultural de los gu?as?. A este fin, los asistentes analizar?n cuestiones como el fen?meno creciente del turismo cultural, la cultura del ocio en los procesos educativos y la dimensi?n humana y cristiana del turismo. Las jornadas arrancar?n el d?a 26 con el saludo del presidente de la Comisi?n Episcopal para el Patrimonio Cultural y obispo de C?rdoba, Juan Jos? Asenjo.

RECORDANDO LA HISTORIA
LOS CURSILLOS DE ADELANTADOS, JEFES Y GU?AS DE PEREGRINOS CREADOS POR MANUEL APARICI EN 1940
ANTECEDENTE DE LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD



1. Francisco Forteza

?[...] Bonn?n ?escribe Francisco Forteza? pens? y elabor? ?desde su experiencia del Cursillo de Jefes de Peregrinos? todo un m?todo que sirviera para fomentar en cristiano las personas y ambientes ?alejados?, y para revitalizar en profundidad los m?s pr?ximos? .
?Para m? ?a?ade? no cabe ninguna duda de que el Cursillo de Cristiandad naci? de este trabajo de Bonn?n de repensar de arriba abajo el Cursillo de Jefes y Adelantados, para adaptarlos a un fin radicalmente distinto [...]? .

2. Mons. Herv?s

?[...] Los Cursillos de Cristiandad, aunque no fueran obra nuestra, nacieron bajo nuestro Pontificado [?]. De los ?Cursillos de Jefes de Peregrinos? [...] iba surgiendo una nueva modalidad que [...] dar?a la pauta a los Cursillos de Cristiandad ... ? .

3. Informe de los Peritos Archivistas

?El desarrollo hist?rico del Ideal Peregrinante hacia la ?Cristiandad ejemplar? coincide pr?cticamente con la historia de la Juventud de Acci?n Cat?lica hasta despu?s de la magna Peregrinaci?n a Santiago de Compostela en 1948; y se relaciona con los ?Cursillos de Cristiandad? [...]? .
?[...] A?os despu?s surgen los Cursillos de Cristiandad, cuyo antecedente [...] fueron los Cursillos de Adelantados de Peregrinos, creados por Aparici [...]? .

4. D. Jos? Mar?a Magaz, Secretario General de la Facultad de San D?maso y Catedr?tico de Historia de la Iglesia en la misma

?[...] Aunque los Cursillos [de Cristiandad] hab?an nacido en Mallorca, se pueden considerar los Cursillos de Adelantados de Peregrinos, creados a?o antes por Aparici, un antecedente de los Cursillos de Cristiandad [...]? .

5. Testigos

? ?En relaci?n con la ?idea Peregrinante? que ten?a la vista puesta en Santiago, y en la hondura que deb?a alcanzar no cabe olvidar los ?Cursillos de Adelantados de Peregrinos? que el Siervo de Dios inici? y promovi? y que despu?s fueron adoptados y propagados con el nombre de ?Cursillos de Cristiandad?, con algunas modificaciones [...]? .
? ?[...] Manuel [Aparici] organiz? unos ?Cursillos de Adelantados de Peregrinos?, en La Coru?a, dirigidos por el que fue m?s tarde Obispo Auxiliar de Madrid-Alcal?, Don Ricardo Blanco; estos Cursillos fueron el germen de los Cursillos de Cristiandad [...]? .
? ?[...] En cuanto a la preparaci?n de la Peregrinaci?n a Santiago [...]. En esa preparaci?n colabor? mucho tiempo antes con los ?Cursillos para Adelantados de Peregrinos?, anticipando los ?Cursillos de Cristiandad? [...]? .
? ?El ULTREYA adoptado por los Cursillos de Cristiandad como nombre de sus asambleas denota tambi?n un indudable tono santiaguista.
? ?Y as? era. Su m?s remoto origen eran aquellos ?Cursillos de Adelantados de Peregrinos? que Manolo Aparici cre? en La Coru?a [...], queriendo dar en ellos una fuerte base espiritual a las planas mayores de los J?venes de Acci?n Cat?lica? .
? ?[...] ?l es, sin duda, el creador de la espiritualidad peregrinante que m?s tarde pas? a los Cursillos de Cristiandad y a trav?s de la cual mucha gente se ha sentido realmente peregrino de la vida? .
? ?[...] Me embarc? y particip? una vez con ?l en aquellos Cursillos parecidos o m?s bien pioneros de los famosos Cursillos de Cristiandad posteriores y pude verle actuar con aquel fuego de alma que arrastraba? .
? ?Cursillista de Adelantado de Peregrinos en 1940, en memorable Cursillo dirigido por Manuel Aparici en La Coru?a, en r?gimen de internado en la Academia Colegio Galicia, con participaci?n del Rvdo. D. Ricardo Blanco [m?s tarde Obispo], D. Maximino Romero de Lema [m?s tarde Arzobispo], Mauro Rubio [m?s tarde Obispo], ?ngel Vegas, Antonio Garc?a-Pablos, Miguel Benzo ? Algo inolvidable ? ? .
? ?[...] Tambi?n aparecen los Cursillos de Cristiandad, de filiaci?n de Acci?n Cat?lica, adaptando a las nuevas circunstancias los que en tiempo fueron ?Cursillos de Adelantados de Peregrinos? .
? ?La organizaci?n de la Peregrinaci?n a Santiago dio origen a una intensa actividad de propaganda en las Di?cesis y a la creaci?n del ?Cursillo de Adelantados?, antecedente pr?ximo del Cursillo de Cristiandad, que recoge buena parte del estilo y espiritualidad de la peregrinaci?n? .
? ?[...] La Di?cesis mallorquina fue la que adapt? el ?Cursillo de Adelantados de Peregrinos?, de la etapa preparatoria de la gran Peregrinaci?n a Santiago [...]? .

6. Eduardo Bonn?n

Mons. Cordes en la entrevista que le hace a Bonn?n le pregunta: ?Por tanto, se trat? de la valoraci?n de la idea de los cursos ya organizados por la Acci?n Cat?lica, pero, evidentemente, con aportaciones nuevas, pues el contexto que quer?a afrontar era tambi?n nuevo?.
Bonn?n acepta la pregunta tal y como le es hecha. No formula reparo alguno. Y empieza as? su respuesta: ?De una cosa est?bamos seguros: estos cursillos duraban demasiado, en detrimento de la cantidad de personas a quienes comunicar el mensaje. Pensamos que tres d?as de duraci?n era lo ideal [...]? .
En otro momento le dice: ?[...] A veces los innovadores ?he debido experimentar personalmente esta afirmaci?n? adoptan una actitud parecida a la asumida por [...]? .
El verbo innovar, en una de sus acepciones, significa ?mudar o alterar algo, introduciendo novedades?.

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D?a 16 de Junio S?bado
Inmaculado Coraz?n de Mar?a


Mar?a nos quiere con coraz?n de madre



Hoy celebra la Iglesia el amor que nos tiene la Madre de Dios y Madre nuestra representado en su Inmaculado Coraz?n. Quiz? de nada estamos tan seguros como del amor que nos tiene nuestra propia madre. ?Cu?nto m?s seguros estaremos y c?mo ser? de inmenso su amor, trat?ndose de Mar?a Sant?sima, la Madre que Jes?s nos entreg? desde la Cruz.

Decimos en este d?a que Mar?a nos quiere con un coraz?n inmaculado, sin mancha. Nos ama con un coraz?n que jam?s ha querido algo desordenadamente, porque, en todo momento, dirige sus afectos a trav?s de Dios. Siendo Mar?a la llena de Gracia, hay en Ella una sinton?a m?xima con Dios. Por el singular privilegio de su concepci?n sin pecado, no padece las consecuencias del apartamiento de Dios y en todo momento goza de una visi?n clara de la verdad, con la que descubre de modo inmediato el atractivo y el bien de amar a Dios.

Mar?a siempre ama. Cada instante de su existencia es para nuestra Madre una clara ocasi?n de intimidad con su Creador, que va concretando al actualizar la conducta que m?s agrada a Dios. De un modo o de otro, las suyas son de continuo actitudes maternales, actitudes, por tanto, de servicio, entregada a su Hijo Jesucristo y a todos los dem?s hombres ?sus hijos adoptivos?, destinados por la Encarnaci?n y la Redenci?n a la Vida Eterna.

El Coraz?n de Mar?a no tiene experiencia sino de amar. No hay en Ella relaci?n con el diablo, padre de la mentira, por eso su coraz?n no est? viciado de egoismo. Mar?a no es como nosotros, que con frecuencia ?enga?ados? preferimos un inter?s particular ?no lo que Dios espera? antes que amar a nuestro Creador.

La singular claridad de inteligencia de Mar?a le permit?a reconocer a Dios junto a s?, que aguardaba a cada paso su amor. Nada aparec?a como indiferente para la Llena de Gracia. Hasta lo que resultaba m?s insignificante para sus contempor?neos, era para Ella una valiosa ocasi?n de entregarse generosamente y agradecida a su Creador.

As?, no ve?a Mar?a con desagrado el esfuerzo de buscar una y otra vez lo m?s perfecto en el trabajo, lo m?s generoso en el servicio, la perseverancia cotidiana y continua en la oraci?n ?todo es oraci?n para Mar?a, que no pierde la presencia actual de Dios?; por el contrario, contempla a su Se?or m?s cercano a cada instante, por eso, cada vez ?a cada instante? es m?s feliz aunque le cueste.

Confiando en este amor que ha puesto totalmente en Dios y por ?l en la humanidad, nos acogemos a su maternal cari?o. No puede defraudarnos, ya que nos ama con el mismo coraz?n inmaculado con el que quiere a Dios como nadie m?s le ha querido ni le puede querer. Su gran amor al Creador, de quien quiso ser esclava y a quien se entreg? deseosa de que se cumpliera en Ella su palabra, manifiesta ?por la calidad de su entrega? la perfecci?n y generosidad de su coraz?n lleno de Gracia.

Animada de esas mismas disposiciones acogi? la petici?n de su Hijo al pie de la Cruz de ser Madre nuestra. Por eso, aunque la Sagrada Escritura narre pocos detalles de la entrega maternal de Mar?a a los disc?pulos de su Hijo, estamos seguros de su desvelo por los Ap?stoles y de la eficacia de su intercesi?n en favor de la Iglesia naciente. Su amor por los hombres brota del mismo amor con que sirvi? a Dios como corredentora en los d?as de su vida mortal. Y ahora, como siempre, prodiga su protecci?n sobre la Iglesia Universal. Se hace m?s patente, en todo caso, para quienes se acogen acogen de modo especial a su protecci?n, y confiados acuden como ni?os buscando su auxilio, persuadidos de que ser? por los siglos apoyo infalible de los hombres en el camino hasta la eterna bienaventuranza.

Tampoco faltar?n en la historia futura de la humanidad esas intervenciones extraordinarias de la Madre de Dios y Madre nuestra, de las que tenemos ya repetida experiencia. ?Cu?ntos santuarios de la Virgen conmemoran por el mundo su maternal protecci?n a lo largo de los siglos! El suyo es un coraz?n permanentemente a nuestro favor; que nos ama, aunque, demasiado pendientes de nuestras cosas, casi no nos acordemos de Ella. Tambi?n entonces vigilar? Mar?a. Querr? salir al paso de las penas y dolores de sus hijos, y f?cilmente notaremos su cari?o a poco que fomentemos su devoci?n.

Del mismo modo que se adelant?, aliviando el problema que por un descuido iban a tener los j?venes esposos de Can? de Galilea ?seg?n narra san Juan?, tambi?n sale al paso de los hombres de hoy. Hasta el final de los tiempos, adem?s del amor que siente por la humanidad, siendo Llena de Gracia, Mar?a tiene asumido el encargo de su Hijo, que quiso que nos hici?ramos ni?os y que no nos faltara nunca una protecci?n maternal.

Acudir, en fin, a Santa Mar?a, es se?al infalible de gloriosa predestinaci?n. Con su coraz?n de Madre, no s?lo nos quiere bienaventurados en el Cielo, sino tambi?n ?como lo fueron los santos? felices en la tierra.


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17 de Junio
XI Domingo del Tiempo Ordinario


Jes?s vino para amar



Nos ofrece hoy la Iglesia, Madre nuestra, uno de tantos episodios de la vida de Jes?s en el que resalta su amor por los hombres ?desea para cada uno siempre lo mejor?, aunque pudiera parecer que no es lo indicado.

En este caso, de acuerdo con la mentalidad de la ?poca, al menos de acuerdo con la opini?n de las personas tenidas por cultas e influyentes: los fariseos, la conocida pecadora que entr? en la casa de Sim?n, era por eso mismo una persona a evitar. Con mayor motivo a evitar por Jes?s, que deb?a ser ejemplo de conducta antes que maestro con palabras.

Pero todo se explica con la gran lecci?n de Jes?s, durante aquella comida en casa del fariseo: que s?lo el amor cuenta y que todo en nuestra vida debe ser amor. Que en modo alguno consiste el ideal de vida que Dios nos propone, en unas conductas mandadas porque est?n mandadas, sino en el amor a Dios con que se act?a. Y, por esto, hasta el gesto que parece m?s irrelevante, hasta la actitud m?s cr?ticada pueden ser muy gratos ante Dios.

?Es Dios, de modo habitual, la raz?n por la que me muevo, o es m?s bien mi inter?s, que me contemplan otros, o que he de responder ante una instancia humana la raz?n de lo que hago? Tengamos deseos de una sana libertad: que no nos condicione nada ni nadie m?s que Dios. Que no nos importe, como a la pecadora del Evangelio, ni el gasto, ni la honra, ni los hombres. Que sea Dios ante todo a quien vemos delante y a quien deseamos agradar, sea lo que sea que traigamos entre manos.

Pecadores, como somos, no es en modo alguno ins?lito que nos olvidemos de Dios, con la mejor intenci?n ?mejor ser?a decir: "sin apenas darnos cuenta"? cuando nos dedicamos a tareas que de suyo buenas: nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros amigos, nuestro descanso, etc., que a Dios le agradar?an si estuvieran hechas en su presencia, ofrecidas a ?l, y no por un motivo meramente humano. ?Acaso no es la posibilidad de actuar por Dios, con Dios y para ?l, como hijos muy queridos del Creador y Se?or del mundo, la causa de nuestra humana dignidad?

Pero ese inapreciable talento, que poseemos por el designio divino de que seamos hombres ?a su imagen y semejanza? y por la Redenci?n sus hijos adoptivos, es para cada uno un punto de partida. Pues es con nuestro amor libre, correspondiendo al que Dios nos tiene, como alcanzamos la grandeza colmada a la que tiene de suyo aquella dignidad personal: el talento inapreciable de ser hombres.

Jes?s se fija en el amor de la mujer pecadora y el amor de Sim?n el fariseo. Es el amor de cada uno ?el amor a Dios? lo que los califica, como es el amor nuestro a Dios en nuestras obras quien habla de la categor?a de cada uno. Pregunt?monos, pues, y en concreto, qu? detalles en nuestra vida manifiestan que pensamos en Dios, en agradarle, mientras nos ocupamos de nuestros quehaceres habituales. As? como nuestro inter?s, nuestro amor por las personas y las cosas, se nota en formas, en modos de comportarnos, lo mismo nuestro amor a Dios. Nuestro inter?s por agradarle se notar? con claridad, como fue patente el de aquella mujer a los pies de Cristo.

Es frecuente vernos preocupados por ideales como la solidaridad, la generosidad, la cooperaci?n ...; y alentar otros como la laboriosidad o la alegr?a. Pero ?c?mo no decidimos poner m?s expresamente a Dios como fin de nuestras obras? ?No estar?an as? garantizadas adem?s todas esas actitudes nobles y tan necesarias que en ocasiones echamos de menos? El amor es fecundo; el amor conduce a poner lo mejor de uno mismo en favor de los dem?s. Ya de suyo engendra alegr?a en quien ama, aunque pueda ser costoso, incluso muy costoso en ocasiones. Y as? como el amor provoca amor en los otros, se aprecia tambien enseguida y gustosamente, la alegr?a de sentirse amado.

Bienaventurada porque has cre?do, escuch? Mar?a de labios de Isabel. No hay criatura m?s contenta que Mar?a: la que ha amado m?s, la que no se ha reservado nada.


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15 - 17 de junio

Seg?n se hab?a programado un grupo de cincuenta personas de nuestras parroquias de la Guancha y de San Jos? recorrieron las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
En Fuerteventura se visit? Betancuria, fundada en 1404 por Gadifer de La Salle y Juan de Bethencourt, Vega de R?o Palmas, la pen?nsula de Jand?a, P?jara con la iglesia de Nuestra Se?ora de Regla de los siglos XVII y XVIII, Tuineje, La Oliva y Corraleros. Impresiona las extensiones llanas y onduladas.
En Lanzarote quedaron impactados c?mo los lanzarote?os han sabido conservar las maravillas ?nicas de su Isla que indican el hist?rico cuidado puesto por la poblaci?n en su relaci?n con el entorno: playas, zonas rurales, paisajes casi "lunares", jameos, gastronom?a". Su originalidad ha sido reconocida por las Naciones Unidas al declarar la Isla Reserva de Biosfera. Nombres para el recuerdo son: Yaiza con el parque nacional de Timanfaya, Har?a con la Cueva de Los Verdes y los Jameos del Agua, Teguise con el Jard?n de Cactus y su Costa, T?as con Puerto del Carmen, Arrecife con el Charco de San Gin?s e Iglesia del mismo nombre y su hermosa playa.

10 de Junio

Grupos de j?venes, ni?os e instituciones desde muy temprano se movilizaron en la confecci?n de alfombras, pasillos y descansos de modo que al pasar el mediod?a ya hab?an concluido su trabajo. El constante fluir de personas por el recorrido alfombrado colabor? al ambiente festivo del d?a.
A las seis y media de la tarde comenz? la Eucarist?a, que en esta ocasi?n fue presidida por el Iltmo. Sr. Vicario General de la Di?cesis Don Domingo Navarro Mederos pronunciando la homil?a. La procesi?n del Sant?simo Sacramento constituy? una aut?ntica manifestaci?n p?blica de fe en Cristo realmente presente. El cortejo procesional estaba compuesto por el clero, autoridades, cofrad?a de la Santa Pasi?n, ni?os de Primera Comuni?n y numerosos fieles y Banda de M?sica ?La Esperanza?. En los descansos se entonaron cantos eucar?sticos.


Comunicado conjunto de las Conf. Episc. Estados Unidos y Conf. Episc. Mexico sobre la Reforma Migratoria Integral



En el 2003, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos y la Conferencia del Episcopado Mexicano publicaron una carta pastoral conjunta, ?Ya no Somos Extranjeros: Juntos en el Camino de la Esperanza?, la cual demanda reformas integrales en las leyes migratorias de los Estados Unidos y M?xico.

Siguiendo lo planteado en esa carta pastoral y en un esp?ritu de solidaridad, nosotros, los presidentes del Comit? de Migraci?n de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos y la Dimensi?n Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ofrecemos nuestros puntos de vista en relaci?n a la situaci?n de la legislaci?n sobre la reforma migratoria integral ante el Congreso de los Estados Unidos.

De parte de nuestras dos Conferencias Episcopales, exhortamos al Senado de los Estados Unidos a que apruebe, lo antes posible, un proyecto de ley para una reforma migratoria integral y justa. Se debe prestar particular
atenci?n en la legislaci?n para mejorar los programas de legalizaci?n y trabajadores temporales y preservar la uni?n familiar.

El asunto de la reforma migratoria impacta la dignidad, los derechos y las vidas de los seres humanos. Los migrantes contin?an sufriendo explotaci?n, abuso y hasta la muerte al tratar de encontrar empleos y proveer manutenci?n a sus familias. La justicia demanda un rechazo a un status quo inmoral y que se logre una reforma humana a las leyes migratorias de los Estados Unidos.

Exhortamos tambi?n al gobierno mexicano a que adopte reformas econ?micas que originen empleos que proporcionen salarios que provean manutenci?n para los obreros mexicanos no calificados. Los ciudadanos mexicanos y sus familias no deben enfrentar la opci?n de vivir en la pobreza o emprender un camino peligroso y costoso a los Estados Unidos para encontrar empleo. Deben tener la opci?n de proveer lo necesario a sus familias en sus lugares de origen.

Nuestros dos gobiernos deben colaborar para poner fin al sufrimiento que afecta a los migrantes en nuestros dos pa?ses. Este sufrimiento debe terminar. Los migrantes son prenda de un sistema binacional ?de facto? que beneficia econ?micamente a ambas naciones a costa de los derechos que Dios ha dado a nuestros hermanos como seres humanos.

La Iglesia Cat?lica en los Estados Unidos y M?xico persiste en su compromiso de defender los derechos de los migrantes en ambos pa?ses. Continuaremos luchando por ellos hasta que se haga justicia.

Acordado el 11 de junio de 2007 en San Bernardino, California.

Monse?or Gerald R. Barnes
Obispo de San Bernardino, California
Presidente del Comit? de Migraci?n de la Conferencia Episcopal de los
Estados Unidos.

Monse?or Rafael Romo Mu?oz
Arzobispo de Tijuana, M?xico
Responsable de la Dimensi?n Pastoral de la Movilidad Humana de la
Conferencia del Episcopado Mexicano.

Monse?or John C. Wester
Obispo de Salt Lake City, Utah
Miembro del Comit? de Migraci?n de la Conferencia Episcopal de los Estados
Unidos

Monse?or John Manz
Obispo Auxiliar de la Arquidi?cesis de Chicago, Illinois
Consultor del Comit? de Migraci?n de la Conferencia Episcopal de los Estados
Unidos.

Monse?or Gustavo Rodr?guez Vega
Obispo Auxiliar de Monterrey
Presidente de la Comisi?n Episcopal para la Pastoral Social en M?xico
Conf. Episc. Estados Unidos y Conf. Episc. Mexico (2007-06-18

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VATICANO - El Papa Benedicto XVI en As?s - ?As?s nos dice que la fidelidad a la propia convicci?n religiosa, la fidelidad sobre todo a Cristo crucificado y resucitado no se expresa en violencia e intolerancia, sino en el sincero respeto hacia el otro, en el di?logo, en un anuncio que llama a la libertad y a la raz?n, en el compromiso por la paz y por la reconciliaci?n?

As?s (Agencia Fides) - El domingo 17 de junio el Santo Padre Benedicto XVI visit? la Bas?lica de As?s, con ocasi?n del Octavo Centenario de la Conversi?n de San Francisco de As?s. El Papa lleg? al campo de deportes de Rivotorto en helic?ptero, donde fue recibido por las autoridades religiosas y civiles y realiz? una breve visita al Santuario de Rivotorto, en donde San Francisco vivi? con los primeros hermanos alrededor de dos a?os. Luego se dirigi? el Santuario de San Dami?n, donde San Francisco oy? las palabras del Crucifijo que lo invita a reparar la Casa en ruina. Por ?ltimo el Papa se traslad? a la Bas?lica de Santa Clara, en donde se reuni? con la comunidad de las Clarisas. A las 10, el Papa presidi? la Celebraci?n Eucar?stica en la Plaza Inferior de San Francisco de As?s.
?Hoy, aqu?, todo habla de conversi?n?, dijo el Papa en la homil?a, ?hablar de conversi?n, significa ir al coraz?n del mensaje cristiano y a la ra?z de la existencia humana?. La Palabra de Dios proclamada en la liturgia del domingo presentaba sobre todo la figura del rey David, ?llegado al ?pice de su fortuna pol?tica, pero tambi?n ca?do en el nivel m?s bajo de su vida moral?, enceguecido por su pasi?n por Betsab?, que arranca a su esposo para quien ordena su asesinato. ?El hombre es la imagen de Dios y es objeto de su amor; es miseria porque puede utilizar mal su libertad que es su gran privilegio, terminando por ponerse en contra de su Creador?. Intensamente golpeado por el veredicto de Dios pronunciado a su respecto por Nat?n, el rey David se arrepiente sinceramente abri?ndose a la misericordia e inicia el camino de la conversi?n.
Tambi?n Francisco se ubica en el mismo camino quien, en su testamento, habla de sus primeros veinticinco a?os como de un tiempo en el cual ?estaba en el pecado?. M?s all? de las manifestaciones espec?ficas, pecado, era una manera de concebir y organizar una vida centrada en s? mismo, siguiendo vanos sue?os de gloria terrena?, subray? el Santo Padre. ?La conversi?n lo llev? a ejercitar misericordia y a recibir misericordia... Convertirse al amor, es pasar de la amargura a la ?dulzura?, de la tristeza a la verdadera alegr?a. El hombre, es verdaderamente s? mismo, y se realiza plenamente, en la medida en que vive con Dios y de Dios, reconoci?ndolo y am?ndolo en los hermanos.
El ap?stol Pablo, otro grande convertido, es el autor de la Carta a los G?latas de la cual la liturgia del d?a ha propuesto un pasaje: ?Pablo hab?a entendido que en Cristo se cumple toda la ley y quien se adhiere a Cristo se une a ?l, cumple la ley - explic? Benedicto XVI. Llevar a Cristo, y con Cristo al ?nico Dios, a toda la gente, se convirti? en su misi?n... Hablando de su ser crucificado con Cristo, San Pablo no s?lo se refiere a su nuevo nacimiento en el bautismo, sino a toda su vida dedicada al servicio de Cristo... En la controversia sobre el modo recto de ver y de vivir el Evangelio, al final no son los argumentos de nuestro pensamiento los que deciden; decide la realidad de la vida, la comuni?n vivida y sufrida con Jes?s, no solamente en las ideas o en las palabras, sino en lo profundo de la existencia, implicando tambi?n el cuerpo, la carne. Los moratones recibidos en una larga historia de pasi?n son el testimonio de una presencia de la cruz de Jes?s en el cuerpo de San Pablo, son sus estigmas.
A continuaci?n, el pasaje del Evangelio del domingo, tomado del Evangelio de Lucas, ?nos explica el dinamismo de una aut?ntica conversi?n, mostr?ndonos como ejemplo el modelo de la mujer pecadora rescatada por el amor?. Jes?s trata con mucha ternura a esta mujer, ?explotada por tantos, y juzgada por muchos?, sin, por esto, poner entre par?ntesis la ley moral. ?Para Jes?s, el bien es el bien, el mal es el mal. La misericordia no cambia las caracter?sticas del pecado, pero lo quema con un fuego de amor. Este efecto purificante y sanador se realiza si hay en el hombre una correspondencia de amor, que implica el reconocimiento de la ley de Dios, el arrepentimiento sincero, el prop?sito de una nueva vida. A la mujer pecadora del Evangelio se le perdon? mucho, porque am? mucho. En Jes?s, Dios vino a donarnos amor y a pedirnos amor.
La vida de Francisco convertido, prosigui? el Papa, fue un gran acto de amor. ?Y esta, su conversi?n a Cristo, hasta el deseo de ?transformarse? en ?l, volvi?ndose su imagen, la que explica su t?pica vivencia, en virtud de la cual ?l aparece actual tambi?n en relaci?n a los grandes temas de nuestro tiempo, como lo son la b?squeda de la paz, el respeto de la naturaleza, la promoci?n del di?logo entre los hombres. Francisco es un verdadero maestro en estas cosas. Pero lo es desde Cristo?.
Al final, el Papa Benedicto XVI, record? el primer encuentro de oraci?n por la paz, querido por Juan Pablo II en As?s en 1986, que reuni? a representantes de confesiones cristinas y distintas religiones del mundo. ?La elecci?n de celebrar aquel encuentro en As?s, ven?a justamente del testimonio de Francisco como un hombre de paz, explic? el Papa -. Asimismo, la luz del ?Poverello de As?s? sobre aquella iniciativa era una garant?a de autenticidad cristiana, porque su vida y su mensaje se apoyan visiblemente en la elecci?n de Cristo, rechazando a priori cualquier tentaci?n de indiferencia religiosa, que no tiene nada que ver con el aut?ntico di?logo interreligioso. El ?esp?ritu de As?s?, que desde ese acontecimiento contin?a difundi?ndose por el mundo, se opone al esp?ritu de violencia, al abuso de la religi?n como pretexto para la violencia. As?s nos dice que la fidelidad a la propia convicci?n religiosa, la fidelidad sobre todo a Cristo crucificado y resucitado no se expresa en violencia e intolerancia, sino en el sincero respeto del otro, en el di?logo, en un anuncio que exhorta a la libertad y a la raz?n, en el compromiso por la paz y por la reconciliaci?n?. (Agencia Fides 18/06/2007; L?neas: 69 Palabras: 1085)

Links:
El texto integral de la homil?a del Santo Padre, en italiano
http://www.evangelizatio.org/portale/adgentes/pontefici/pontefice.php?id=815

Homil?a que pronunci? Benedicto XVI el 7 de junio de 2007, solemnidad del Corpus Christi, en la plaza de la Bas?lica de San Juan de Letr?n.



Queridos hermanos y hermanas:
Hace poco hemos cantado en la Secuencia: "Dogma datur christianis, quod in carnem transit panis, et vinum in sanguinem", "Es certeza para los cristianos: el pan se convierte en carne, y el vino en sangre". Hoy reafirmamos con gran gozo nuestra fe en la Eucarist?a, el Misterio que constituye el coraz?n de la Iglesia.

En la reciente exhortaci?n postsinodal Sacramentum caritatis record? que el Misterio eucar?stico "es el don que Jesucristo hace de s? mismo, revel?ndonos el amor infinito de Dios por cada hombre" (n. 1). Por tanto, la fiesta del Corpus Christi es singular y constituye una importante cita de fe y de alabanza para toda comunidad cristiana. Es una fiesta que tuvo su origen en un contexto hist?rico y cultural determinado: naci? con la finalidad precisa de reafirmar abiertamente la fe del pueblo de Dios en Jesucristo vivo y realmente presente en el sant?simo sacramento de la Eucarist?a. Es una fiesta instituida para adorar, alabar y dar p?blicamente las gracias al Se?or, que "en el Sacramento eucar?stico Jes?s sigue am?ndonos "hasta el extremo", hasta el don de su cuerpo y de su sangre" (ib., 1).

La celebraci?n eucar?stica de esta tarde nos remonta al clima espiritual del Jueves santo, el d?a en que Cristo, en la v?spera de su pasi?n, instituy? en el Cen?culo la sant?sima Eucarist?a. As?, el Corpus Christi constituye una renovaci?n del misterio del Jueves santo, para obedecer a la invitaci?n de Jes?s de "proclamar desde los terrados" lo que ?l dijo en lo secreto (cf. Mt 10, 27).

El don de la Eucarist?a los Ap?stoles lo recibieron en la intimidad de la ?ltima Cena, pero estaba destinado a todos, al mundo entero. Precisamente por eso hay que proclamarlo y exponerlo abiertamente, para que cada uno pueda encontrarse con "Jes?s que pasa", como acontec?a en los caminos de Galilea, de Samaria y de Judea; para que cada uno, recibi?ndolo, pueda quedar curado y renovado por la fuerza de su amor.

Queridos amigos, esta es la herencia perpetua y viva que Jes?s nos ha dejado en el Sacramento de su Cuerpo y su Sangre. Es necesario reconsiderar, revivir constantemente esta herencia, para que, como dijo el venerado Papa Pablo VI, pueda ejercer "su inagotable eficacia en todos los d?as de nuestra vida mortal" (Audiencia general del mi?rcoles 24 de mayo de 1967).

En la misma exhortaci?n postsinodal, comentando la exclamaci?n del sacerdote despu?s de la consagraci?n: "Este es el misterio de la fe", afirm?: "Proclama el misterio celebrado y manifiesta su admiraci?n ante la conversi?n sustancial del pan y el vino en el cuerpo y la sangre del Se?or Jes?s, una realidad que supera toda comprensi?n humana" (n. 6).

Precisamente porque se trata de una realidad misteriosa que rebasa nuestra comprensi?n, no nos ha de sorprender que tambi?n hoy a muchos les cueste aceptar la presencia real de Cristo en la Eucarist?a. No puede ser de otra manera. As? ha sucedido desde el d?a en que, en la sinagoga de Cafarna?m, Jes?s declar? abiertamente que hab?a venido para darnos en alimento su carne y su sangre (cf. Jn 6, 26-58).

Ese lenguaje pareci? "duro" y muchos se volvieron atr?s. Ahora, como entonces, la Eucarist?a sigue siendo "signo de contradicci?n" y no puede menos de serlo, porque un Dios que se hace carne y se sacrifica por la vida del mundo pone en crisis la sabidur?a de los hombres. Pero con humilde confianza la Iglesia hace suya la fe de Pedro y de los dem?s Ap?stoles, y con ellos proclama, y proclamamos nosotros: "Se?or, ?a qui?n vamos a ir? T? tienes palabras de vida eterna" (Jn 6, 68). Renovemos tambi?n nosotros esta tarde la profesi?n de fe en Cristo vivo y presente en la Eucarist?a. S?, "es certeza para los cristianos: el pan se convierte en carne, y el vino en sangre".

La Secuencia, en su punto culminante, nos ha hecho cantar: "Ecce panis angelorum, factus cibus viatorum: vere panis filiorum", "He aqu? el pan de los ?ngeles, pan de los peregrinos, verdadero pan de los hijos". La Eucarist?a es el alimento reservado a los que en el bautismo han sido liberados de la esclavitud y han llegado a ser hijos, y por la gracia de Dios nosotros somos hijos; es el alimento que los sostiene en el largo camino del ?xodo a trav?s del desierto de la existencia humana.

Como el man? para el pueblo de Israel, as? para toda generaci?n cristiana la Eucarist?a es el alimento indispensable que la sostiene mientras atraviesa el desierto de este mundo, aridecido por sistemas ideol?gicos y econ?micos que no promueven la vida, sino que m?s bien la mortifican; un mundo donde domina la l?gica del poder y del tener, m?s que la del servicio y del amor; un mundo donde no raramente triunfa la cultura de la violencia y de la muerte. Pero Jes?s sale a nuestro encuentro y nos infunde seguridad: ?l mismo es "el pan de vida" (Jn 6, 35.48). Nos lo ha repetido en las palabras del Aleluya: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien come de este pan, vivir? para siempre" (cf. Jn 6, 51).

En el pasaje evang?lico que se acaba de proclamar, san Lucas, narr?ndonos el milagro de la multiplicaci?n de los cinco panes y dos peces con los que Jes?s saci? a la muchedumbre "en un lugar desierto", concluye diciendo: "Comieron todos hasta saciarse (cf. Lc 9, 11-17).

En primer lugar, quiero subrayar la palabra "todos". En efecto, el Se?or desea que todos los seres humanos se alimenten de la Eucarist?a, porque la Eucarist?a es para todos. Si en el Jueves santo se pone de relieve la estrecha relaci?n que existe entre la ?ltima Cena y el misterio de la muerte de Jes?s en la cruz, hoy, fiesta del Corpus Christi, con la procesi?n y la adoraci?n com?n de la Eucarist?a se llama la atenci?n hacia el hecho de que Cristo se inmol? por la humanidad entera. Su paso por las casas y las calles de nuestra ciudad ser? para sus habitantes un ofrecimiento de alegr?a, de vida inmortal, de paz y de amor.

En el pasaje evang?lico salta a la vista un segundo elemento: el milagro realizado por el Se?or contiene una invitaci?n expl?cita a cada uno para dar su contribuci?n. Los cinco panes y dos peces indican nuestra aportaci?n, pobre pero necesaria, que ?l transforma en don de amor para todos. "Cristo ?escrib? en la citada exhortaci?n postsinodal? sigue exhortando tambi?n hoy a sus disc?pulos a comprometerse en primera persona" (n. 88). Por consiguiente, la Eucarist?a es una llamada a la santidad y a la entrega de s? a los hermanos, pues "la vocaci?n de cada uno de nosotros consiste en ser, junto con Jes?s, pan partido para la vida del mundo" (ib.).

Nuestro Redentor dirige esta invitaci?n en particular a nosotros, queridos hermanos y hermanas de Roma, reunidos en torno a la Eucarist?a en esta hist?rica plaza: os saludo a todos con afecto. Mi saludo va ante todo al cardenal vicario y a los obispos auxiliares, a los dem?s venerados hermanos cardenales y obispos, as? como a los numerosos presb?teros y di?conos, a los religiosos y las religiosas, y a todos los fieles laicos.

Al final de la celebraci?n eucar?stica nos uniremos en procesi?n, como para llevar idealmente al Se?or Jes?s por todas las calles y barrios de Roma. Por decirlo as?, lo sumergiremos en la cotidianidad de nuestra vida, para que camine donde nosotros caminamos, para que viva donde vivimos. En efecto, como nos ha recordado el ap?stol san Pablo en la carta a los Corintios, sabemos que en toda Eucarist?a, tambi?n en la de esta tarde, "anunciamos la muerte del Se?or hasta que venga" (cf. 1 Co 11, 26). Caminamos por las calles del mundo sabiendo que lo tenemos a ?l a nuestro lado, sostenidos por la esperanza de poderlo ver un d?a cara a cara en el encuentro definitivo.

Mientras tanto, ya ahora escuchamos su voz, que repite, como leemos en el libro del Apocalipsis: "Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entrar? en su casa y cenar? con ?l y ?l conmigo" (Ap 3, 20).

La fiesta del Corpus Christi quiere hacer perceptible, a pesar de la dureza de nuestro o?do interior, esta llamada del Se?or. Jes?s llama a la puerta de nuestro coraz?n y nos pide entrar no s?lo por un d?a, sino para siempre. Lo acogemos con alegr?a elevando a ?l la invocaci?n coral de la liturgia: "Buen pastor, verdadero pan, oh Jes?s, ten piedad de nosotros (...). T? que todo lo sabes y lo puedes, que nos alimentas en la tierra, lleva a tus hermanos a la mesa del cielo, en la gloria de tus santos". Am?n.

[Traducci?n del original italiano distribuida por la Santa Sede

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Martes, 19 de junio de 2007
El Vicario Genral de la Di?cesis de Tenerfe env?a carta con recomendaciones para el verano y anuncio de reuniones para el comienzo del nuevo curso 2006-2008.

OBISPADO DE TENERIFE
Vicar?a General

C/ Plaza del Adelantado 10. 38201 ? La Laguna
Santa Cruz de Tenerife ? Islas Canarias ? ESPA?A
922 314 962 ? [email protected]


San Crist?bal de La Laguna, a 19 de Junio de 2007.


Estimados sacerdotes

Acaba el per?odo intenso que impone el ritmo de un curso y se inicia un tiempo nuevo, el verano. El mismo no es ?tiempo de nada? o de ?vac?o?, sino un tiempo de siembra personal. Ahora es el momento de la reflexi?n serena, de la lectura personal, de los cursillos de actualizaci?n, de la preparaci?n m?s remota y calmada, del intercambio mutuo de experiencias y, por supuesto, del descanso y el reposo merecido, para volver con la bater?a del entusiasmo un poco m?s cargada, ya que la tregua del verano no es ?siesta de ser?, sino respiro para ser m?s y mejor. El verano es tambi?n hora de revisar y renovar el s? que hemos dado a nuestra llamada a ser presb?teros comprometidos dentro de nuestras comunidades u otros servicios pastorales.

Estamos en un momento importante para la marcha pastoral de la Di?cesis. En septiembre comenzar? un nuevo curso y con ?l la puesta en marcha del Plan Diocesano de Pastoral 2007-2011. El Obispo ya ha establecido las fechas de las reuniones de comienzo del a?o pastoral. Las mismas se desarrollar?n entre las diez y las dos de la tarde y estar?n seguidas de almuerzo. Es importante la asistencia y la puntualidad. Como siempre, constar?n de una primera parte de retiro y una segunda destinada fundamentalmente, en esta ocasi?n, a la presentaci?n del nuevo PDP.

Es del todo necesario que vayamos previendo la concreci?n del Plan en los distintos ?mbitos pastorales: parroquias, arciprestazgos, delegaciones, grupos, etc. Por ello, estar?a bien que fu?ramos fijando fechas, en septiembre, de cara a la programaci?n pastoral del pr?ximo cuatrienio.

Los d?as de las reuniones citadas son:

Del 3 al 5 de septiembre Consejo Episcopal de comienzo de curso.
Mi?rcoles 12 septiembre, Vicar?a Norte.
S?bado 15 de septiembre, Vicar?a de Santa Cruz.
Lunes 17 de septiembre, La Gomera.
Mi?rcoles 19 de septiembre Vicar?a Sur.
S?bado 22 de septiembre, La Laguna.
S?bado 29 de septiembre, El Hierro.
Mi?rcoles 3 de octubre, La Palma.

Sin otra novedad, me despido, agradeciendo el trabajo pastoral de todos.

Antonio M. P?rez Morales
Vicario General

Lunes, 18 de junio de 2007
(Traducci?n particular, no oficial, del ingl?s)


Queridas Hermanas y Hermanos en Cristo:

Quiz?s ninguno de nosotros pueda conocer el impacto total internacional que la Organizaci?n Canadiense Cat?lica para el Desarrollo y la Paz ha hecho. Tampoco ninguno de nosotros probablemente conocer? nunca los caminos en los que 40 a?os de esta labor ha ayudado a familias y comunidades en algunas ?reas m?s empobrecidas del mundo. Estos logros reflejan algo tangible sobre la realidad de la fe trabajando a trav?s del amor, y en ?ltima instancia el deseo asombroso de Dios de usar a la persona humana como un instrumento de su paz.

En 1967, el Papa Pablo VI reconoci? que "la disparidad extrema entre naciones en niveles econ?micos, sociales y educativos provoca celos y discordia, poniendo muchas veces la paz en peligro." [1] Esta es la raz?n por la que afirm? que el desarrollo es el nuevo nombre para la paz. La paz sobre la tierra se funda sobre la justicia, la solidaridad y el respeto firme para la dignidad de vida humana en cada etapa, en cada condici?n, en relaci?n con el bien com?n.

1. La Llamada Prof?tica a una Civilizaci?n de Amor

Esta llamada del Papa Pablo VI movi? a los Obispos Cat?licos de Canad? a crear la Organizaci?n Canadiense Cat?lica para el Desarrollo y la Paz en 1967, con su papel doble con el fin de proporcionar la ayuda de desarrollo en el Globo Sur as? como para educar y sensibilizar a Cat?licos canadienses sobre cuestiones de la justicia y la paz. En su siguiente carta pastoral para se?alar este logro, los Obispos de Canad? insistieron en que la nueva organizaci?n no deb?a tomar en cuenta la creencia religiosa o las ideolog?as de las personas a quienes se da la ayuda. La ?nica consideraci?n ser? el valor intr?nseco de los proyectos, su conformidad con los criterios de prioridad, y la evaluaci?n de su eficacia humana y social.... Estamos convencidos que nosotros que desafiamos en llamarnos los disc?pulos [de Cristo] debemos compartir su amor universal y compasi?n, abrazando generosamente los sacrificios que el amor implica. [2]

Los Obispos de Canad? pidieron un esfuerzo conjunto "para la creaci?n de una humanidad renovada" [3]. El objetivo es de construir un mundo donde los hombres y mujeres "puedan vivir realmente vidas humanas, libres de la discriminaci?n debido a la raza, la religi?n o la nacionalidad, libres de la servidumbre ... o las fuerzas ... naturales que a?n no pueden controlar satisfactoriamente." [4] As?, el mandato de Desarrollo y Paz es totalmente compatible con la petici?n de Papa Pablo VI y Papa Juan Pablo II para construir "una civilizaci?n de amor".

2. Testigo para Amar en la Acci?n

A trav?s de sus muchas actividades el Desarrollo y la Paz es un medio efectivo para la Iglesia cat?lica en Canad? en orden a expresar su amor preferencial por el pobre, el marginado y el oprimido. Hoy, en la comuni?n con la Iglesia universal y en la fidelidad al Evangelio, los cat?licos de nuestro pa?s afirman con una determinaci?n renovada su decisi?n de amar el servicio en la tarea del Desarrollo y de la Paz.

Este compromiso es una manifestaci?n viva del amor ?ntimo que Dios trae para la familia humana. Por esta raz?n, nunca se puede reducir al servicio ?nicamente t?cnico. Unos a?os antes de que muriera el Papa Juan Pablo II escribi?:

En Cristo, Dios verdaderamente ha asumido "un coraz?n de carne". No s?lo Dios tiene un coraz?n divino, rico en la piedad y en el perd?n, sino tambi?n un coraz?n humano, capaz de todas las emociones del afecto. [5]

Durante los anteriores 40 a?os, Desarrollo la Paz ha dado un servicio extraordinario a la gente empobrecida de Globo Sur. Esto ha proporcionado 500 millones de d?lares para apoyar 14,665 proyectos y programas en 70 pa?ses de Sur. De esta cantidad, 120 millones de d?lares fueron asignados como ayuda de emergencia en respuesta a cat?strofes o para asistir a refugiados tras guerras y perturbaciones civiles. Un ejemplo: despu?s del tsunami que devast? el Sudeste Asia en 2004, Desarrollo y Paz entr? dentro de las sociedades con comunidades en todas partes de la regi?n para construir miles de nuevas casas. En general, los proyectos que Desarrollo la Paz han apoyado en pa?ses en v?as de desarrollo incluyen programas de construcci?n de la paz y de educaci?n c?vica, el desarrollo de la comunidad, el fomento de la econom?a social, la mejora de la producci?n agr?cola, la promoci?n de los derechos humanos, la dotaci?n de la educaci?n, y el hacer campa?a contra la pol?tica destructiva como patentado de semillas y la privatizaci?n del agua.

Ninguno de este trabajo habr?a sido posible sin la solidaridad y la generosidad de los Cat?licos en Canad? - sus donaciones, tiempo, rezos y compromiso. Tal solidaridad afirma la dignidad de la persona humana que sufre debido a cat?strofes y las depredaciones de la guerra, hambre y pobreza. Los Obispos de Canad? expresan su estima y gratitud a toda la gente de buena voluntad que fielmente ha apoyado a Desarrollo y Paz desde su creaci?n en 1967.

3. Una Globalizaci?n de Solidaridad

Los desaf?os de desarrollo son muchos y permanecen desalentadores. Nuestra edad sigue atestiguando la humillaci?n y la marginalizaci?n de los enormes n?meros de personas - personas amadas por Dios y creadas a imagen divina, pero despreciadas y excluidas por la sociedad. Como el Papa Juan Pablo II insisti? en Ecclesia in Am?rica, el mundo se enfrenta con la realidad "de los pecados sociales que gritan al cielo" por la justicia: el tr?fico de drogas, el reciclaje de fondos il?citos, corrupci?n a todo nivel, el terror de violencia, la carrera de armamentos, discriminaci?n racial, desigualdad entre grupos sociales y la destrucci?n irracional de la naturaleza. [6]

Estos pecados son el signo de una crisis profunda causada por la p?rdida del sentido de Dios y la ausencia de aquellos principios morales que deber?an dirigir la vida de cada persona. En ausencia de razones morales de referencia, una avaricia desenfrenada de la riqueza y el poder se adue?an, obscureciendo cualquier visi?n de realidad social basada en el Evangelio. [7]

Hay "nexos profundos ... entre evangelizaci?n y promoci?n humana " porque la persona humana "es tema de cuestiones sociales y econ?micas". [8] " La visi?n de la realidad social basada en el Evangelio" es por definici?n un signo de contradicci?n contra el neoliberalismo y su "el concepto puramente econ?mico " de la persona humana. [9] Cristo entreg? su vida como un sacrificio para todos, con el fin de ganar la libertad aut?ntica de la familia humana y cada uno de sus miembros. Por esta raz?n, como el Papa Benedicto XVI ha ense?ado, "La relaci?n entre el misterio eucar?stico y el compromiso social se debe hacer expl?cito." [10] As? los cat?licos son llamados

a una globalizaci?n de la solidaridad en nombre de la dignidad inalienable de la persona humana, por arriba de todo cuando la gente indefensa es golpeada por cat?strofes naturales, postrados por la maquinaria indiscriminada de la guerra y la explotaci?n econ?mica, y reducidos a campamentos de refugiados. [11]

La vocaci?n cristiana debe compartir en la vida de Dios y construir una comunidad que promueva el Evangelio de vida. El trabajo de Desarrollo y Paz tiene su origen de esta vocaci?n. Las fuerzas y los sistemas que conspiran contra la dignidad humana no pueden tener la ?ltima palabra, debido a la realidad definitiva del trabajo de Cristo de salvaci?n.

De esto es claro que el papel de Desarrollo y Paz no puede ser estrictamente an?logo al trabajo de organizaciones seculares. A trav?s de Desarrollo y Paz, los Cat?licos son desafiados para dar no solamente de lo que le sobra, sino tambi?n de su sustento. Este es el desaf?o del Evangelio:



En verdad les digo que esta viuda pobre ha puesto m?s que todos los que est?n contribuyendo al tesoro p?blico. Porque todos ellos han contribuido de su abundancia; pero ella de su pobreza ha puesto todo lo que ella ten?a, todo que ella ten?a para vivir. (Mc. 12.43-44)


Como nosotros caminamos juntos como Pueblo de Dios, nuestro desaf?o es vivir una comuni?n siempre m?s profunda y un di?logo con las comunidades en sus momentos de mayor dificultad y vulnerabilidad. As?, no hay " ideolog?as que apuntan al mejoramiento del mundo" y sus teor?as necesariamente contingentes que motivan Desarrollo y Paz, sino promesa resuelta de las Beatitudes. Es s?lo de este modo que el trabajo de justicia social es de hecho eficaz y fundamentalmente solamente, porque rechaza marginar al vulnerable y al forastero. En cambio, Desarrollo y Paz ayuda a la Iglesia en Canad? a crecer en el amor. En las palabras de nuestro Santo padre Benedicto XVI: "Aceptar el amor [de Cristo] ... no es bastante. Tenemos que responder a tal amor y dedicarnos a comunicarlo a los otros. Cristo ?se me da' para un?rseme," y entonces aprendemos a amar a nuestros hermanos y hermanas con el amor de Cristo. [12]


Desde 1967, hubo avances sustanciales en una conciencia creciente social de parte de muchas personas. Hoy parece haber un di?logo m?s rico de los derechos humanos, una impaciencia continuada para la justicia y la igualdad. Sin embargo, hay que ser sincero reconociendo que los 40 a?os pasados no han dado ning?n cambio radical - los pobres son m?s numerosos, y sus condiciones de vida m?s intolerable. Esta situaci?n sigue pidiendo el compromiso renovado de buscar un orden social m?s justo a trav?s de iniciativas concretas como aquellas de Desarrollo y Paz. Los desaf?os sociales de justicia y paz nunca pueden ser mantenidos a mano de la vida de alguien como cristiano. La fe exige el don de todo nuestro ser a trav?s de los trabajos de amor, como tan bien fue declarado por el Papa Benedicto XVI:



La actividad pr?ctica siempre ser? insuficiente, a no ser que esto visiblemente exprese un amor por el hombre, un amor alimentado por un encuentro con Cristo. Mi personal participaci?n profunda en las necesidades y los sufrimientos de otros llega a ser una participaci?n de m? mismo con ellos: si mi don no es para demostrar fuente de humillaci?n, debo dar a otros no s?lo algo que es m?o propio, sino yo mismo; debo estar personalmente el presente en mi regalo [13]

La Organizaci?n canadiense Cat?lica para el Desarrollo y la Paz debe seguir creciendo y prosperar. Esto es un medio significativo por el cual la Iglesia en Canad? toca las vidas de nuestras hermanas y hermanos en la humanidad. Claramente, el Se?or se reconoce en el pobre: "Porque tuve el hambre y me disteis comida, tuve sed y me disteis algo para beber" (Mateo 25.35). Que el Se?or quiera que el trabajo de Desarrollo y Paz avance como una manifestaci?n de amor divino. Que los Cat?licos sigan recibiendo y compartiendo este amor con cada uno en la necesidad.


+ Andr? Gaumond
Arzobispo de Sherbrooke
Presidente de la Conferencia de Obispos Cat?licos de Can?d?
El quinto domingo de Pascua, el 6 de mayo de 2007


--------------------------------------------------------------------------------

[1] Papa Pablol VI, Populorum Progressio, el No 76.
[2] Carta Pastoral Conjunta de los Obispos de Canad? sobre Desarrollo y Paz, el 14 de marzo de 1968, p. 5.
[3] Carta Pastoral Conjunta de los Obispos de Canad? sobre Desarrollo y Paz, p. 3.
[4] Papa Pblo VI, Populorum Progressio, el No 47.
[5] Papa Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, el No 26.
[6] Papa Juna Pablo II, Ecclesia in Am?rica, No 56 (citando Proposici?n 70).
[7] Papa Juan Pablo II, Ecclesia in Am?rica, No 56.
[8] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, el No 66.
[9] Papa Juna Pablo II, Ecclesia in Am?rica, No 56.
[10] Papa Benedicto XVI, Sacramentum Caritatis, el No 89.
[11] La Eucarist?a: El Regalo de Dios para la Vida del Mundo: Documento Fundacional Teol?gico para el 49 Congreso Internacional Eucar?stico, 2008, p. 59.
[12] Papa Benedicto XVI, Mensaje para la Cuaresma 2007 .
[13] Papa Benedicto XVI, Deus caritas est, el No 34.

+ Andr? Gaumond, Arzobispo de Sherbrooke (2007-06-08

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VATICANO - Día mundial de oración por la santificación de los sacerdotes: "Para que los sacerdotes puedan ser válidos testigos del amor de Cristo"

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Cura de Ars ha dicho que "el sacerdocio es el Corazón de Cristo." Ciertamente es el acto de amor extremo que Cristo tiene por los que aceptan ser sus apóstoles, que Él llama a vivir con Él y a actuar en su nombre; al mismo tiempo el sacerdocio ministerial es un efecto del amor inmenso que Cristo tiene por todos los hombres y las mujeres, aún cuando todos no estén reconciliados con el Padre. Los presbiterios en efecto son los sacramentos vivientes de Cristo Supremo Pastor, que no ha titubeado en dar la propia vida por el mundo.

Los sacerdotes tienen que considerar su ministerio únicamente como un servicio de amor. A ellos se les pide que tengan los mismos sentimientos de Cristo, que por amor al Padre y para la salvación de sus hermanos de buena gana se ha sometido al tormento de la cruz. De ellos, por lo tanto, se solicita la santidad. No pueden y no tienen que vivir por ellos mismos, sino por Cristo, en un acto de perenne donación a la humanidad. Sólo así pueden convertirse en dispensadores y testigos del amor de Cristo. El Papa Juan Pablo II, que quiso instituir el Día mundial de oración por la santificación de los sacerdotes en 995, partía de esta verdad simple, casi un principio primario: “La llamada a la misión deriva de por sí de la llamada a la santidad (RM 90).

Sabemos que la ciencia de la comunicación asigna un rol insustituible a la personalidad del comunicante, que condiciona el resultado, sea en sentido positivo o negativo. El destinatario del mensaje, incluso antes de escuchar el contenido, emite un juicio de valor sobre quien lo transmite, de quien hace depender ya sea el rechazo o la aceptación. De los sacerdotes que están llamados a comunicar un mensaje no medible en términos cuantitativos, palpables y visibles, por de más contra el sentido común, los oyentes exigen una personalidad coherente con el mensaje que anuncian. Poco sirve la capacidad técnica si falta la fuerza del testimonio.

Ésta es la razón por la cual en estos años se ha insistido demasiado sobre la santidad y sobre las profundas convicciones interiores, solicitadas al sacerdote y al misionero, comunicadores del Evangelio. Porque esta Iglesia y nosotros sentimos efectivamente la ansiedad de la misión, ante todo, tenemos que dar cuenta de nosotros mismos, tenemos que rever nuestra vocación. Esta es una condición necesaria, porque no es posible una fractura violenta, una esquizofrenia entre el contenido del anuncio y el anunciador. Quizás aquí radica la causa más grave por la cual el Evangelio no es significativo, comprensible y eficaz en nuestra sociedad, y de la estasis de la actividad de evangelización.

Por lo tanto, se exige una vuelta a lo absoluto, al Centro, a aquel Corazón de Cristo, donde tenemos que reencontramos con las razones únicas y vitales de la misión. "Por qué la misión?". Juan Pablo II se pregunta en el Redemptoris Missio. "Nosotros respondemos con la fe y la experiencia de la Iglesia que, abrirse al amor de Cristo es la verdadera liberación". En el Evangelio permanece siempre la fuerza y la energía salvadora de Dios, también es un mensaje profético válido para el hombre contemporáneo. Solamente en la fe en Cristo la misión tiene su fundamento y su fuerza y el motivo de existencia de toda actividad de la Iglesia.

Para que un sacerdote y una comunidad conducida por él, puedan ser capaces de anunciar, es necesario que se apropien de la fe en Cristo, creyendo en Él como el auténtico y único Salvador, que nos empuja a trabajar para el Reino de Dios. El beato Padre Paolo Maná, fundador de la Unión Misionera pontificia, fue un apasionado de Cristo y un atormentado por la salvación de las almas. Por esto él confesaba: "En toda mi vida no he estudiado, no me he interesado de otra cosa, no sé otra cosa que la misión". Traducido en términos actuales, es la misma insistencia que encontramos en el "Novo Milenio Ineunte" y en los recientes documentos de la Conferencia Episcopal italiana que nos indican en la contemplación del rostro de Cristo la fuerza y el modelo de la evangelización.

Sacerdotes mediocres no nos sirven: necesitamos una verdadera fila de hombres superiores, llenos del Espíritu Santo, capaces de formar comunidades sólidas, capaces de sufrir mucho: no simples soldados, sino caudillos; no mercenarios o aficionados, sino verdaderos pastores de almas en el sentido más sublime de la palabra, que sepan dar a las almas de la superabundancia de su tesoro de gracias y virtud". Si no se contempla el rostro de Cristo y no nos metemos a su escuela, toda la acción apostólica puede resultar un derroche de energías. Sin esta pasión no puede haber ansia y creatividad por la misión. El sacerdote sin una sólida fe no existe; y si existe, no es el verdadero sacerdote de Cristo. Él es por excelencia el hombre de la fe: nace de la fe, vive de la fe, por ésta trabaja de buena gana, padece y muere. P. Vito del Prete, PIME, Secretario general de la Pontificia Unión Misionera (Agencia Fides 15/6/2007; rayas 53, palabras 805)


Discurso de Papa al Cansejo de Administraci?n de la Fundaci?n "Populorum progressio" para Am?rica Latina.


Queridos hermanos en el Episcopado,
Amados hermanos y hermanas:

Me es muy grato recibir y saludar con afecto a los miembros del Consejo de Administraci?n de la Fundaci?n "Populorum Progressio" para Am?rica Latina y los Pa?ses del Caribe, con ocasi?n de su reuni?n anual. Este a?o celebramos el cuadrag?simo aniversario de la enc?clica de mi predecesor Pablo VI, que da nombre a la Fundaci?n. Deseo agradecer a su Presidente, el Arzobispo Mons. Paul Josef Cordes, las amables palabras que me ha dirigido en nombre tambi?n de todos vosotros. Agradezco adem?s la presencia de varios Obispos que vienen del "Continente de la esperanza", algunos de los cuales he podido saludar en mi reciente visita apost?lica al Brasil. Saludo asimismo a los representantes de la Conferencia Episcopal Italiana, que tan generosamente contribuye a que se hagan realidad las palabras de san Ignacio de Antioqu?a, cuando dice que la Iglesia de Roma ?preside a la caridad? (A los Romanos, Proemio). De modo especial, doy las gracias a todos aquellos que nos ayudan a realizar esta misi?n tan significativa. Deseo saludar, por fin, a los colaboradores del Consejo Pontificio Cor Unum, presentes tambi?n en este encuentro con el Sucesor de Pedro. Gracias por el continuo trabajo que est?is llevando a cabo en favor de los m?s pobres.
Desde hace quince a?os, cuando mi amado predecesor Juan Pablo II erigi? la Fundaci?n "Populorum Progressio" confi?ndola a la responsabilidad del Consejo Pontificio Cor Unum, ?sta se ha dedicado a promover la misi?n de la Iglesia sosteniendo iniciativas espec?ficas en favor de las poblaciones ind?genas, campesinas y afroamericanas de los Pa?ses latinoamericanos y caribe?os. Al instituir esta Fundaci?n, el Papa pensaba en los pueblos que, amenazados en sus costumbres ancestrales por una cultura postmoderna, pueden ver destruidas sus propias tradiciones, tan dispuestas a acoger la verdad del Evangelio. La Fundaci?n es fruto de la gran sensibilidad que Juan Pablo II demostraba por los hombres y mujeres que m?s sufren en nuestra sociedad. Este trabajo, emprendido hace quince a?os, debe continuar siguiendo los principios que han distinguido su empe?o en favor de la dignidad de todo ser humano y de la lucha contra la pobreza.
Quiero subrayar aqu? dos caracter?sticas de la Fundaci?n. En primer lugar, el desarrollo de los pueblos debe tener como principio pastoral una visi?n antropol?gica global de la persona humana, aspecto que el art?culo segundo de los Estatutos de la Fundaci?n llama "promoci?n integral". En este sentido, al definir este concepto el Papa Pablo VI afirmaba en su enc?clica: ?Es un humanismo pleno el que hay que promover. ?Qu? quiere decir esto sino el desarrollo integral de todo el hombre y de todos los hombres? Un humanismo cerrado, impenetrable a los valores del esp?ritu y a Dios, que es la fuente de ellos, podr?a aparentemente triunfar. [...] No hay, pues, m?s que un humanismo verdadero, que se abre al Absoluto en el reconocimiento de una vocaci?n que da la idea verdadera de la vida humana? (n. 42). Esta promoci?n integral tiene en cuenta el aspecto social y material de la vida, as? como el anuncio de fe, la cual da al hombre el sentido pleno de su ser. A menudo, la verdadera pobreza del hombre es la falta de esperanza, la ausencia de un Padre que d? sentido a la propia existencia: ?con frecuencia, la ra?z m?s profunda del sufrimiento es precisamente la ausencia de Dios? (Deus caritas est, 31).
La segunda caracter?stica es la ejemplaridad del m?todo de trabajo de la Fundaci?n, modelo para toda estructura de ayuda. Los proyectos son estudiados por un Consejo de Administraci?n, compuesto por Obispos de diversas ?reas de Am?rica Latina, los cuales hacen una valoraci?n de los mismos. De este modo, la decisi?n est? en manos de quienes conocen bien los problemas de aquellas poblaciones y sus necesidades concretas. As?, por un lado, se evita un cierto paternalismo, siempre humillante para los pobres y que frena su propia iniciativa y, por otro, los fondos llegan en su totalidad a los m?s necesitados sin perderse en grandes procesos burocr?ticos.
Como he afirmado en mi reciente viaje pastoral a Aparecida, la Iglesia en aquellas naciones afronta enormes desaf?os, pero al mismo tiempo es la "Iglesia de la esperanza", que siente la necesidad de luchar en favor de la dignidad de todo hombre, de una verdadera justicia y contra la miseria de nuestros semejantes. Am?rica Latina es una parte del mundo, rica por sus recursos naturales, donde las diferencias en el nivel de vida deben dar paso a ese esp?ritu de compartir los bienes, como se manifiesta en la conversi?n y posterior actitud de Zaqueo, el publicano del Evangelio: ?La mitad de mis bienes, Se?or, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituir? cuatro veces m?s? (cf. Lc 19,8). Frente a la secularizaci?n, la proliferaci?n de las sectas y la indigencia de tantos hermanos, es apremiante formar comunidades unidas en la fe, como la Sagrada Familia de Nazaret, en las que el testimonio alegre de quien se ha encontrado con el Se?or sea la luz que ilumine a quienes est?n buscando una vida m?s digna.
Encomiendo los trabajos de este Consejo Pontificio Cor Unum y de la Fundaci?n "Populorum Progressio" a la intercesi?n de Nuestra Se?ora de Guadalupe, patrona de toda Am?rica. Que Ella os asista y os gu?e siempre. Como expresi?n de estos vivos deseos, imparto con afecto a todos vosotros, a vuestros familiares y colaboradores, la Bendici?n Apost?lica.
(2007-06-14)



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Carta que ha enviado el cardenal Cl?dio Hummes OFM, prefecto de la Congregaci?n vaticana para el Clero, con motivo de la Jornada mundial de oraci?n por la santificaci?n de los sacerdotes, que se celebr? el viernes, 15 de Junio de 2007, solemnidad del Sagrado Coraz?n.


Queridos amigos sacerdotes:


La Jornada mundial de oraci?n por la santificaci?n de los sacerdotes, que se celebra en la inminente solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s, nos brinda la ocasi?n de reflexionar juntos en el don de nuestro ministerio sacerdotal, compartiendo vuestra solicitud pastoral por todos los creyentes y por la humanidad entera, y de modo espec?fico por la porci?n del pueblo de Dios encomendada a vuestros respectivos Ordinarios, de los que sois valiosos colaboradores.

El tema de este a?o ??El sacerdote, alimentado por la palabra de Dios, es testigo universal de la caridad de Cristo?? se encuentra en sinton?a con el magisterio reciente del Papa Benedicto XVI y, en particular, con la exhortaci?n apost?lica postsinodal Sacramentum caritatis (22 de febrero de 2007). En ella el Santo Padre escribe: ?No podemos guardar para nosotros el amor que celebramos en el Sacramento. Este amor exige por su naturaleza que sea comunicado a todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en ?l. Por eso la Eucarist?a no es s?lo fuente y culmen de la vida de la Iglesia; lo es tambi?n de su misi?n: ?Una Iglesia aut?nticamente eucar?stica es una Iglesia misionera? (Propositio 42)? (n. 84).

1. Hombre de Dios, hombre de la misi?n

Llevar a Dios a los hombres es la misi?n esencial del sacerdote, misi?n que el ministro sagrado ha sido capacitado para realizar porque ?l, que ha sido elegido por Dios, vive con ?l y para ?l. El Santo Padre, en su discurso durante la sesi?n inaugural de la V Conferencia general del Episcopado latinoamericano y del Caribe (13 de mayo de 2007), que tuvo por tema: ?Disc?pulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en ?l tengan vida?, dijo, dirigi?ndose a los sacerdotes: ?Los primeros promotores del discipulado y de la misi?n son aquellos que han sido llamados ?para estar con Jes?s y ser enviados a predicar? (Mc 3, 14)... El sacerdote debe ser ante todo un ?hombre de Dios? (1 Tm 6, 11) que conoce a Dios directamente, que tiene una profunda amistad personal con Jes?s, que comparte con los dem?s los mismos sentimientos de Cristo (cf. Flp 2, 5). S?lo as? el sacerdote ser? capaz de llevar a los hombres a Dios, encarnado en Jesucristo, y de ser representante de su amor? (n. 5: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 25 de mayo de 2007, p. 11).

Esta verdad se encuentra expresada en un vers?culo de un salmo sacerdotal que en otros tiempos formaba parte del rito de admisi?n al estado clerical: ?El Se?or es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte est? en tu mano? (Sal 16, 5). Sabemos por el Deuteronomio (cf. Dt 10, 9) que, despu?s de la toma de posesi?n de la Tierra prometida, cada tribu era beneficiaria ?por sorteo? de una porci?n de la misma, cumpli?ndose as? la promesa divina hecha a Abraham. S?lo la tribu de Lev? no recib?a terreno alguno, pues su tierra era Dios mismo.

Ciertamente, la afirmaci?n ten?a tambi?n una raz?n pr?ctica: los sacerdotes no viv?an, como las dem?s tribus, del cultivo de la tierra, sino de las ofrendas. Con todo, esa aserci?n del salmista es signo y s?mbolo de una realidad m?s profunda: el verdadero fundamento de la vida sacerdotal, el suelo de la existencia del sacerdote, la tierra de su vida es Dios mismo. La Iglesia ha visto en esta interpretaci?n veterotestamentaria la explicaci?n de lo que significa la misi?n sacerdotal siguiendo a los Ap?stoles y en comuni?n con Cristo mismo.

Benedicto XVI dijo al respecto: ?El sacerdote puede y debe decir tambi?n hoy con el levita: ?Dominus pars hereditatis meae et calicis mei?. Dios mismo es mi lote de tierra, el fundamento externo e interno de mi existencia. Esta visi?n teoc?ntrica de la vida sacerdotal es necesaria precisamente en nuestro mundo totalmente funcionalista, en el que todo se basa en realizaciones calculables y comprobables. El sacerdote debe conocer realmente a Dios desde su interior y as? llevarlo a los hombres: este es el servicio principal que la humanidad necesita hoy? (Discurso a la Curia romana con ocasi?n de las felicitaciones navide?as, 22 de diciembre de 2006: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 29 de diciembre de 2006, p. 7).

Si en una vida sacerdotal se pierde esta centralidad de Dios, se vac?a todo el fundamento de la actividad pastoral, y con el exceso de activismo se corre el peligro de perder el contenido y el sentido del servicio pastoral.

Entonces podr?an crecer el protagonismo y las extravagancias err?neas. En vez de la sustancia, se dar?an suced?neos. Se correr?a en vano, agot?ndose sin progresar.

S?lo quienes han aprendido a ?estar con Cristo? se encuentran preparados para ser ?enviados por ?l a evangelizar? con autenticidad (cf. Mc 3, 14). Un amor apasionado a Cristo es el secreto de un anuncio convencido de Cristo. ?S? hombre de oraci?n antes de ser predicador?, dec?a san Agust?n (De doctrina christiana, IV, 15, 32: PL 34, 100), al exhortar a los ministros ordenados a ser disc?pulos de oraci?n en la escuela del Maestro.

La Iglesia, al celebrar la solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s, invita a todos los creyentes a elevar la mirada de la fe ?a Aquel que traspasaron? (Jn 19, 37), al Coraz?n de Cristo, signo vivo y elocuente del amor invencible de Dios y fuente inagotable de gracia. Lo hace exhortando a los sacerdotes a buscar en s? mismos este signo, en cuanto depositarios y administradores de las riquezas del Coraz?n de Cristo, y a derramar el amor misericordioso de Cristo en los dem?s, en todos.

Verdaderamente, ?la caridad de Cristo nos apremia? (2 Co 5, 14), escribe san Pablo. ?Si quieres amar a Cristo, extiende tu caridad a toda la tierra, porque los miembros de Cristo se encuentran en todo el mundo?, nos recuerda san Agust?n (Comentario a la primera carta de san Juan, X, 5).

Por esto, todo sacerdote debe tener esp?ritu misionero, es decir, esp?ritu verdaderamente ?cat?lico?; debe ?recomenzar desde Cristo? para dirigirse a todos, recordando lo que afirm? nuestro Salvador, que Dios ?quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad? (1 Tm 2, 4-6). El sacerdote est? llamado a encontrarse con Cristo en la oraci?n y a conocerlo y amarlo tambi?n en el camino de la cruz, que es el camino del activo y abnegado servicio de la caridad.

S?lo as? se demuestra y testimonia la autenticidad de su amor a Dios y se refleja en todos el Rostro misericordioso de Cristo. ?La belleza de esta imagen resplandece en nosotros, que estamos en Cristo, cuando nos manifestamos hombres buenos en las obras?, nos dec?a san Cirilo de Alejandr?a (Tractatus ad Tiberium diaconum sociumque, II, in divi Johannis Evangelium).

2. Para ser testigo aut?ntico de la caridad de Cristo en la sociedad

La misi?n que el sacerdote recibe en la ordenaci?n no es un elemento exterior y yuxtapuesto a la consagraci?n, sino que constituye su finalidad intr?nseca y vital: ?La consagraci?n es para la misi?n? (Juan Pablo II, exhortaci?n apost?lica postsinodal Pastores dabo vobis, 24).

?Amor a Dios y amor al pr?jimo se funden entre s?: en el m?s humilde encontramos a Jes?s mismo y en Jes?s encontramos a Dios?, escribi? el Santo Padre (Deus caritas est, 15). En la Eucarist?a ?que es el tesoro inestimable de la Iglesia?, de modo especial al actuar como generosos ministros del Pan de vida eterna, se nos invita siempre a contemplar la belleza y la profundidad del misterio del amor de Cristo y a comunicar el ?mpetu de su Coraz?n enamorado a todos los hombres sin distinci?n, especialmente a los pobres y a los d?biles, a los m?s pobres entre los pobres, que son los pecadores, en un servicio de caridad continuo, humilde y, la mayor parte de las veces, oculto.

El esp?ritu misionero es parte constitutiva de la forma eucar?stica de la existencia sacerdotal. Al respecto escribe el Santo Padre: ?La misi?n primera y fundamental que recibimos de los santos Misterios que celebramos es la de dar testimonio con nuestra vida. El asombro por el don que Dios nos ha hecho en Cristo infunde en nuestra vida un dinamismo nuevo, comprometi?ndonos a ser testigos de su amor. Nos convertimos en testigos cuando, por nuestras acciones, palabras y modo de ser, aparece Otro y se comunica? (Sacramentum caritatis, 85).

El sacerdote est? llamado a hacerse ?pan partido para la vida del mundo?, a servir a todos con el amor de Cristo, que nos am? ?hasta el extremo?: as? la Eucarist?a llega a ser en la vida sacerdotal lo que significa en la celebraci?n. El sacrificio de Cristo es misterio de liberaci?n que nos interpela y provoca continuamente.

Todo sacerdote ha de sentir en s? mismo la urgencia de ser realmente promotor de justicia y de solidaridad entre los hombres: ante ellos el sacerdote est? llamado a testimoniar a Cristo mismo. Alimentados con la Palabra de vida, los sacerdotes no pueden quedarse fuera de la lucha por la defensa y la proclamaci?n de la dignidad de la persona humana y de sus derechos universales e inalienables.

A este respecto escribe Benedicto XVI: ?Precisamente, gracias al Misterio que celebramos, deben denunciarse las circunstancias que van contra la dignidad del hombre, por el cual Cristo ha derramado su sangre, afirmando as? el alto valor de cada persona? (ib., 89).

Descubriremos el verdadero sentido del amoris officium, de la caridad pastoral de la que nos habla san Agust?n (cf. In Iohannis Evangelium Tractatus 123, 5: CCL 36, 678): la Iglesia, como Esposa de Cristo, quiere ser amada por el sacerdote del mismo modo total y exclusivo como Cristo, Cabeza y Esposo, la ha amado. Comprenderemos la motivaci?n teol?gica de la ley eclesi?stica sobre el celibato en la Iglesia latina y de su relaci?n de conveniencia profund?sima con la sagrada ordenaci?n: como don inestimable de Dios, como singular participaci?n en la paternidad de Dios y en la fecundidad de la Iglesia, como inmensa energ?a misionera, como amor m?s grande, como testimonio del Reino escatol?gico ante el mundo. As?, el celibato, aceptado con decisi?n libre y amorosa, se convierte en entrega de s? en Cristo y con Cristo a su Iglesia y expresa el servicio del sacerdote a la Iglesia en el Se?or y con el Se?or (cf. Presbyterorum ordinis, 16; Pastores dabo vobis, 29).

Podemos preguntarnos: ?cu?les son estos ?mbitos del testimonio sacerdotal de la caridad de Cristo?

A. Ante todo, la misi?n, el kerigma y la catequesis de los j?venes y de los adultos, de los cercanos y de los alejados. En ella se transmite de forma completa y clara el mensaje de Cristo. En los tiempos actuales es urgente un conocimiento adecuado de la fe, como est? bien sintetizada en el Catecismo de la Iglesia cat?lica, con su Compendio.

Se trata de no escatimar esfuerzos en la b?squeda de los cat?licos alejados y de los que conocen poco o nada a Cristo. A este respecto, recientemente, el Papa Benedicto XVI, dirigi?ndose a los obispos de Brasil, dijo: ?La educaci?n en las virtudes personales y sociales del cristiano, as? como la educaci?n en la responsabilidad social, tambi?n forman parte de la catequesis. (...) Debemos ser fieles servidores de la Palabra, sin visiones reductivas ni confusiones en la misi?n que se nos ha confiado. No basta observar la realidad desde la fe personal; es necesario trabajar con el Evangelio en las manos y arraigados en la aut?ntica herencia de la Tradici?n apost?lica, sin interpretaciones motivadas por ideolog?as racionalistas? (Discurso durante el encuentro y celebraci?n de V?speras con los obispos de Brasil, 11 de mayo de 2007, nn. 4 y 5: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 18 de mayo de 2007, p. 11).

En este campo no bastan los lugares tradicionales de la catequesis ?las clases, conferencias o cursos de Biblia y teolog?a?; es necesario abrirse a los otros nuevos are?pagos de la cultura global: adem?s de la prensa, la radio y la televisi?n, es preciso recurrir m?s al correo electr?nico, a los sitios de internet, a las p?ginas, a las video-conferencias, y a muchos otros sistemas recientes, para comunicar de modo eficaz el kerigma a gran n?mero de personas.

La misma presencia, incluso externa, del pastor, con una actitud consecuente con lo que es, debe ser una catequesis para todos. Quiz? a veces hemos subestimado demasiado este aspecto, que a la gente sin duda agrada y que, si es expresi?n de contenidos, no constituye formalismo sino una forma capaz de comunicar una sustancia.

B. Otro ?mbito de este testimonio es la promoci?n de las instituciones eclesiales de beneficencia que, en varios niveles, pueden prestar un valioso servicio a las personas m?s necesitadas y d?biles. ?Si las personas con quienes se encuentran viven una situaci?n de pobreza, es necesario ayudarlas, como hac?an las primeras comunidades cristianas, practicando la solidaridad, para que se sientan amadas de verdad?, record? recientemente el Santo Padre en el encuentro antes mencionado (ib., n. 3).

?Debemos denunciar a quien derrocha las riquezas de la tierra, provocando desigualdades que claman al cielo (cf. St 5, 4)? escribi? Benedicto XVI y prosigui? afirmando: ?El Se?or Jes?s, Pan de vida eterna, nos apremia y nos hace estar atentos a las situaciones de pobreza en que se halla todav?a gran parte de la humanidad: son situaciones cuya causa implica a menudo una clara e inquietante responsabilidad por parte de los hombres? (Sacramentum caritatis, 90).

C. Promover la cultura de la vida. Por doquier, los sacerdotes, en comuni?n con sus Ordinarios, est?n llamados a promover una cultura de la vida que permita, como afirmaba Pablo VI, ?remontarse de la miseria a la posesi?n de lo necesario, (...) la adquisici?n de la cultura, (...) la cooperaci?n en el bien com?n, (...) hasta el reconocimiento, por parte del hombre, de los valores supremos y de Dios, que de ellos es la fuente y el fin? (Populorum progressio, 21). Al respecto ser? necesario poner de relieve, en la formaci?n de los cristianos laicos, que el desarrollo aut?ntico debe ser integral, es decir, orientado a la promoci?n de todo el hombre y de todos los hombres, sugiriendo los medios necesarios para suprimir las graves desigualdades sociales y las enormes diferencias en el acceso a los bienes.

D. La formaci?n de los fieles laicos. A los fieles laicos, formados en la escuela de la Eucarist?a, se les ha de exhortar y ayudar cada vez m?s a asumir directamente sus responsabilidades pol?ticas y sociales en coherencia motivada con su bautismo. Todos los hombres y mujeres bautizados deben tomar conciencia de que en la Iglesia han sido configurados con Cristo sacerdote, profeta y pastor, por el sacerdocio com?n de los fieles. Deben sentirse corresponsables de la construcci?n de la sociedad seg?n los criterios del Evangelio y, en particular, seg?n la doctrina social de la Iglesia. ?Esta doctrina, madurada durante toda la historia de la Iglesia, se caracteriza por el realismo y el equilibrio, ayudando as? a evitar compromisos equ?vocos o utop?as ilusorias? (Sacramentum caritatis, 91).

Como ha recordado en repetidas ocasiones el Sucesor de Pedro, a los fieles laicos corresponde la responsabilidad especial de cambiar las estructuras injustas y erigir las justas, sin las cuales no puede sostenerse una sociedad justa, produciendo el consenso necesario en los valores morales y la fuerza para vivir seg?n el modelo de estos valores (cf. Benedicto XVI, Discurso en la sesi?n inaugural de la V Conferencia general del Episcopado latinoamericano y del Caribe, n. 4).

E. Apoyo a la familia. Todos los sacerdotes est?n llamados a sostener a la familia cristiana promoviendo de diversas maneras, seg?n los diferentes carismas vocacionales y la misi?n que se os ha encomendado, una pastoral familiar adecuada y org?nica en vuestras respectivas comunidades eclesiales (cf. Juan Pablo II, Novo millennio ineunte, 47). Es particularmente necesario sostener el valor de la unidad del matrimonio como uni?n para toda la vida entre un hombre y una mujer, en la que, como marido y mujer, participen en la amorosa obra de creaci?n de Dios.

Por desgracia, numerosas doctrinas pol?ticas o corrientes de pensamiento siguen fomentando una cultura que hiere la dignidad del hombre, ignorando o poniendo en peligro, en diversa medida, la verdad sobre el matrimonio y sobre la familia. El sacerdote debe proclamar en nombre de Cristo, sin cansarse, que la familia, como formadora por excelencia de las personas, es indispensable para una verdadera ?ecolog?a humana? (cf. Juan Pablo II, Centesimus annus, 39).


3. Feliz de alzar la copa de la salvaci?n invocando el nombre del Se?or (cf. Sal 115, 12-13)

Juan Pablo II, en su carta a los sacerdotes para el Jueves santo de 2002, exclamaba: ??Qu? vocaci?n tan maravillosa la nuestra, mis queridos hermanos sacerdotes! Verdaderamente podemos repetir con el salmista: ??C?mo pagar? al Se?or todo el bien que me ha hecho? Alzar? la copa de la salvaci?n, invocando su nombre? (Sal 115, 12-13)? (L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 22 de marzo de 2002, p. 7).

Esta copa es la copa de la bendici?n (cf. 1 Co 10, 16), la copa de la nueva alianza (cf. Lc 22, 20; 1 Co 11, 25).

San Basilio comenta al respecto: ?As? pues, ?c?mo pagar? al Se?or? No con sacrificios ni holocaustos..., sino con toda mi vida. Por eso dice el salmista: ?alzar? la copa de la salvaci?n?, llamando copa al padecer en la lucha espiritual, al resistir al pecado hasta la muerte? (Homil?a sobre el salmo 115: PG 30, 109).

Como han experimentado tantos sacerdotes santos en el ejercicio heroico de su ministerio, as? se nos invita tambi?n a nosotros a sacar de la Eucarist?a la fuerza necesaria para testimoniar la Verdad, sin titubeos, ?sin irenismos, sin falsas componendas, para no diluir el Evangelio?, como record? Benedicto XVI en su encuentro con los obispos de Alemania (Discurso en el seminario de Colonia, 21 de agosto de 2005).

En sociedades y culturas a menudo cerradas a la trascendencia, ahogadas por comportamientos consumistas, esclavas de antiguas y nuevas idolatr?as, redescubramos con asombro el sentido del Misterio eucar?stico. Renovemos nuestras celebraciones lit?rgicas para que sean signos m?s elocuentes de la presencia de Cristo en nuestras di?cesis, especialmente en nuestras parroquias; saquemos tiempo para el silencio, para la oraci?n y para la contemplaci?n adorante de la Eucarist?a, a fin de tener en nosotros de verdad esp?ritu misionero vibrante.

Juan Pablo II dijo a nuestros hermanos en el episcopado de Portugal: ?Como centinelas de la casa de Dios, velad, apreciados hermanos, para que en toda la vida eclesial se reproduzca de alg?n modo el ritmo binario de la santa misa con la liturgia de la Palabra y la liturgia eucar?stica. Os sirva de ejemplo el caso de los dos disc?pulos de Ema?s, que s?lo reconocieron a Jes?s al partir el pan (cf. Lc 24, 13-35)? (Discurso a los obispos de Portugal en visita ?ad limina Apostolorum?, 30 de noviembre de 1999, n. 6: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 17 de diciembre de 1999, p. 12).

En la Eucarist?a se encierra el secreto de la fidelidad y la perseverancia de nuestros fieles, de la seguridad y la solidez de nuestras comunidades eclesiales, en medio de las aflicciones y dificultades del mundo. En nuestra pastoral, que consta de palabras y Sacramento, debemos evitar los escollos del activismo, de hacer por hacer, y hemos de superar los ataques del laicismo y el secularismo donde Cristo no tiene voz ni lugar, llevando el Pan de vida eterna.

Pensamos en la importancia misionera de nuestras parroquias, que constituyen como el tejido de uni?n de nuestras di?cesis (cf. C?digo de derecho can?nico, can. 374, ? 1).

Pensamos en cada parroquia, que es una comunitas christifidelium y que no puede serlo si no es una comunidad eucar?stica y abierta a los m?s alejados, es decir, si no es una comunidad apta para celebrar la Eucarist?a con esp?ritu misionero, en la que se encuentran la ra?z viva de su edificaci?n y el v?nculo sacramental de su estar en plena comuni?n con toda la Iglesia (cf. Juan Pablo II, Christifideles laici, 26).

Pensamos en los p?rrocos, que no pueden menos de ser sacerdotes ordenados, porque hacen y dicen en la liturgia eucar?stica y en la liturgia de la Palabra lo que ellos ?propiamente?, ?por s? mismos?, no pueden hacer ni decir; en efecto, act?an y hablan ?in persona Christi capitis?. Pensamos en todos los sacerdotes, j?venes y ancianos, sanos y enfermos, que redescubriendo la entrega radical de s? mismos, ?nsita en su ministerio ordenado, pueden repetir con palabras de Juan Pablo II: ?Ha llegado el tiempo de hablar valientemente de la vida sacerdotal como de un valor inestimable y una forma espl?ndida y privilegiada de vida cristiana? (Pastores dabo vobis, 39).

De este modo, la Iglesia de la Palabra y de los sacramentos ser? necesariamente la Iglesia del ejercicio incansable del sacerdocio ministerial; ser? la Iglesia del sacerdote santo, del sacerdote que ama, en la ra?z de su alma, de todo su ser, la llamada que ha recibido del Maestro, para comportarse en todo momento como ipse Christus.

Benedicto XVI, en su discurso del 11 de mayo de 2006 a los obispos de la Conferencia episcopal de Quebec, Canad?, en visita ad limina Apostolorum, dijo: ?Sin embargo, la disminuci?n del n?mero de sacerdotes (...) en ciertos lugares pone en peligro de manera preocupante el lugar de la sacramentalidad en la vida de la Iglesia. Las necesidades de la organizaci?n pastoral no deben poner en peligro la autenticidad de la eclesiolog?a que se expresa en ella. No se debe restar importancia al papel central del sacerdote, que in persona Christi capitis ense?a, santifica y gobierna a la comunidad. El sacerdocio ministerial es indispensable para la existencia de una comunidad eclesial. La importancia del papel de los laicos, a quienes agradezco su generosidad al servicio de las comunidades cristianas, no debe ocultar nunca el ministerio absolutamente irreemplazable de los sacerdotes para la vida de la Iglesia? (L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 19 de mayo de 2006, p. 7).

Los sacerdotes debemos esforzarnos por hacer que resplandezca nuestra verdadera identidad ontol?gica de ejercer un ministerio gozoso, aun en medio de las m?s arduas dificultades, un ministerio ardientemente misionero porque deriva de nuestra identidad; y, juntamente con todos los fieles, debemos ocuparnos de orar incansablemente al Due?o de la mies para que mande obreros a su mies. Las vocaciones existen, pero nosotros debemos fomentar su respuesta positiva con estos medios, con los medios que nos ense?? el Se?or y no con otros.

Esta es la Iglesia que queremos que vuelva a florecer y d? nuevos frutos, en su vitalidad y en su actividad. Es la Iglesia de la misi?n divina, la Iglesia in statu missionis.

Nos dirigimos a Mar?a, Reina de los Ap?stoles y Madre de los sacerdotes. A ella nos encomendamos nosotros mismos, nuestro ministerio pastoral y a todos los sacerdotes. Que Mar?a nos ayude a ser, como ella, tabern?culos y ostensorios de Jes?s buen Pastor.

Vaticano, 15 de junio de 2007, solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s.

Cardenal CL?UDIO HUMMES, o.f.m.

Prefecto

+ MAURO PIACENZA

Arzobispo titular de Vittoriana

Secretario

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Comentario al evangelio (Mt 5, 43-48) del martes de la und?cima semana del Teimpo Ordinario, sacado de "Ens??ame tus caminos " de Guillermo Guti?rrez.

Amad a vuestros enemigos


Con el mandato del amor a los enemigos llegamos al ?pice de la perfecci?n moral evang?lica. No se pide lo imposible, sino lo perfecto. Los reflejos humanos chocan violentamente con las exigencias de una invitaci?n moral a cumplir lo que la naturaleza instintivamente rechaza. ?Qu? es lo que se pide?

En tiempo de Jes?s la palabra enemigo pod?a designar al perseguidor del pueblo elegido, al extranjero, al extra?o al propio clan. Al verbo odiar no se le puede asignar, sin m?s, el sentido fuerte del diccionario. Debe aplic?rsele un sentido rebajado como sin?nimo de ?prescindir de?, ?no preocuparse de?, ?no tener obligaci?n de? amar.

Nunca orden? Mois?s odiar. La voz del amor resuena poderosa en el AT, como vgr. en Lev 19,17-18, donde se manda amar al pr?jimo como a s? mismo. Al pr?jimo se le podr?a amar menos, o prescindir de ?l, pero no odiar. El sacerdote y el levita, que pasaron de lejos ante el hombre herido de la par?bola por pertenecer a otra naci?n, le consideraron como enemigo y le ?odiaron?. Jes?s ampl?a los c?rculos del amor a todos.

El amor pedido no puede entenderse como sentimiento, que no es libre. Se pide un acto humano libre, dependiente de la voluntad, que consiste en no excluir a nadie del ?mbito de nuestra ayuda. La condena del Tali?n y el amor a los enemigos elevan el amor al nivel de perfecci?n que ?se venga? del mal haciendo el bien. Todo a ejemplo del Padre celestial, que no excluye a nadie de su sol y de sus lluvias.

Nos extra?arnos: ??Por qu? Dios permite, por qu? no castiga...??. Son preguntas inspiradas en la naturaleza pero, no en la gracia. El lenguaje de Dios es otro. Hoy se ha logrado sensibilizar la conciencia social ante las necesidades ajenas. No deben ponerse l?mites. Si s?lo damos a los que pueden devolver, o a los que conocernos... ?no hacen eso tambi?n los paganos? El seguidor de Jes?s ampl?a las exigencias del amor por encima de la pura filantrop?a o sentimientos na

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SAN JUAN BAUTISTA
24 de junio de 2007


La gracia de nuestro Se?or Jesucristo, el amor de Dios Padre y el don del Esp?ritu Santo est?n con todos vosotros.

Hoy, 24 de junio, celebramos la fiesta del nacimiento de san Juan Bautista. Cada a?o la celebramos en esta fecha, pero hoy de un modo especial, al ser domingo. San Juan es el precursor del Se?or; el que nos invita a convertirnos para acoger debida-mente la Buena Noticia; el que, con su vida y con su testimonio, nos muestra el camino para seguir a Jes?s. Que esta celebraci?n nos ayude a seguir tambi?n nosotros el camino del Se?or.

A. penitencial: Comencemos nuestra celebraci?n reconociendo, en un momento de silencio, que a menudo tropezamos en ese camino de segui?miento de Jes?s (silencio).

- T?, que eres el sol que nace de lo alto. SE?OR, TEN PIEDAD.
- T?, que iluminas a los que viven en tiniebla yen sombra de muerte. CRISTO, TEN PIEDAD.
- T?, que gu?as nuestros pasos por el camino de la paz.
SE?OR, TEN PIEDAD.

Dios misericordioso tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

1. lectura (lsa?as 49,1-6): Todo profeta se siente escogido, llamado, enviado por Dios: a hablar en su nombre, a dar testimonio de la salvaci?n de Dios. Es la llamada a la que respondi? Isa?as, tal como ahora escucharemos; es la llamada a la que respondi? Juan Bautista; es la llamada que, de alg?n modo, Dios nos hace tambi?n a todos los cristianos.

2. lectura (Hechos 13,22-26): Escuchemos ahora c?mo el libro de los Hechos de los Ap?stoles explica la misi?n que llev? a cabo san Juan, aquel que predicaba un bautismo de conversi?n para preparar la venida del Mes?as y acoger el mensaje de salvaci?n de Dios.

Oraci?n universal: Presentemos ahora confiadamente nuestras intenciones al Padre, hoy por intercesi?n de san Juan Bautista. Oremos diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

1. Por la Iglesia. Que sea luz para todos los pueblos, fiel al esp?ritu prof?tico que conlleva el mensaje de salvaci?n de Dios. OREMOS:

2. Por todos los cristianos. Que vivamos nuestra fe con esp?ritu de conversi?n, para acoger debidamente las llamadas que cada d?a Dios nos dirige, y responder con disponibilidad. OREMOS:

3. Por todos los pueblos del mundo. Que se haga realidad el mensaje de Juan Bautista y de todos los profetas, que anuncian un futuro de paz, de bienestar y de amor. OREMOS:

4. Por todos aquellos que son perseguidos a causa de su fe o de su lucha por la justicia. Que sientan siem?pre con ellos la fuerza de Dios que les acompa?a.
OREMOS:

5. Por todos nosotros. Que esta Eucarist?a nos ayude a vivir con intensidad nuestro camino de seguimiento de Jes?s y le sepamos mostrar presente con el testi?monio de nuestra vida. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestras oraciones. Y danos la fuerza de tu Esp?ritu para poder seguir los pasos de aquellos que nos han mostrado el camino hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Se?or.


Padrenuestro: Dirij?monos ahora al Dios del cielc con las mismas palabras que nos ense?? Jes?s As? pues, con esp?ritu de hijos, nos atrevemos a decir:

CPL

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Aunque tengamos sabido que la muerte tiene que llegar, cuando hace acto de presencia en un ser querido, y aunque se la vea venir por una de las grandes avenidas como es una grave enfermedad, (es el caso de N.) nos produce siempre pena y sorpresa.
Pena, porque vais a sentir su ausencia los que la hab?is conocido y tratado, sobre todo, vosotros, sus hijos y hermanos. Y sorpresa porque por m?s que lo sepamos, nos parece que el final que no va a llegar nunca. Pero as? lo marca la ley natural: todo lo que nace, muere. Y todo lo que empieza, termina. Ojal? esta realidad la asumamos todos con paz interior.
Si la vida fuese un viaje en avi?n, la muerte ser?a como aterrizar en el aero?puerto. Si la vida fuese un crucero en barco la muerte ser?a como la llegada al puerto. Si la vida fuese un viaje en tren, m?s o menos largo, la muerte ser?a como llegar a la Estaci?n terminal.
Cualquiera de nosotros, ante los acontecimientos de la vida, nos hacemos preguntas. Y menos mal que nos preguntamos y que nos quejamos, porque eso quiere decir que tenemos sentimientos, que no somos de bronce. Eso es una riqueza.
Casi todos los libros est?n llenos de preguntas, de interrogantes. Tambi?n este libro que manejamos en la Iglesia y que conocemos como "la Biblia" contiene muchas quejas y preguntas. Y gracias a que nos hacemos preguntas podemos encontrar respuestas. Cuando no hay preguntas, no hay respuestas.
As? la la lectura que hemos escuchado est? llena de lamentaciones. "Me han arrancado la paz, se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Se?or". Y en la ?ltima l?nea dice: " Traigo a la memoria algo que me da esperanza: que la misericordia del Se?or no termina. El Se?or es la parte de mi heredad y espero en El".
Seguramente todos hab?is tenido en la mano ese juguete que lleva un peso en su interior, algo macizo en su base. Se lo han puesto all? para que se mantenga siempre de pi?. Lo pongas como lo pongas, hagas con ?l lo que hagas, siempre se pone tieso, nunca se queda tumbado.
Pues mirad: Nuestra vida se parece a ese juguete. Somos zarandeados por distintos acontecimientos. Somos llevados de ac? para all?; sometidos a muchas pruebas y dificultades. Nuestras limitaciones humanas nos hacen tambalear. Nos llegan sufrimientos, desenga?os. Somos fr?giles y a veces andamos por terrenos movedizos...
Pero tenemos una base fuerte. Es el esp?ritu de superaci?n, el deseo de seguir viviendo. El empuje de seguir adelante. Esto es muy bueno. Si adem?s nos acompa?a la FE, lo tenemos todo: La FE nos da la seguridad de sabernos amados por el Se?or, nos lleva a descansar en su Amor.
"Su fidelidad dura siempre", canta el Salmo. "El Se?or es mi fuerza. Qu? po?dr? apartarnos del amor de Dios?", se pregunta San Pablo. Nada ni nadie, porque El nos sostiene. El es nuestra Salvaci?n.
En este momento, los m?s allegados a N. est?is sacudidos por esta pena, pe-ro a pesar de todo, surge de nuevo un rayo de esperanza, como nos dec?a la la Lectura: "La parte de m? herencia es el Se?or y espero en El". Lo que nos hace volver al equilibrio y a la paz es la base que tenemos puesta en el amor de Dios, la FE en ?l.
N. lo sab?a muy bien esto. Por eso, estoy seguro de que en el secreto del silencio, cuando nadie la ve?a, rezaba y volv?a a la serenidad en medio de su angustia. Dice la Escritura que:
"Es bueno esperar en silencio la salvaci?n del Se?or". N. ha esperado en silencio esta Salvaci?n. Por eso su muerte nos tiene que llenar de esperanza. Porque ella tambi?n est? proclamando ahora: "La parte de mi herencia es el Se?or".
Cuando nos dejamos guiar por la Luz de la Fe todo se llena de sentido. Todo se ilumina. El coraz?n lleno de bondad de N. ahora tiene que florecer. Fijaos qu? distinto es decir de una persona: "?qu? mezquina, qu? taca?a es" que decir: " Qu? persona m?s buena es!" Le puedes pedir cualquier favor que seguro que te lo hace? Y lo decimos de muchas personas Por eso os digo que todas las obras buenas de N. tienen que florecer.
Estoy seguro de que N. ha vivido muchos momentos de su vida ayudando, amando, sirviendo, entreg?ndose a los suyos... y el Padre del cielo que no olvida ni siquiera el vaso de agua que se da a uno, extender? sus brazos y le dar? una Nueva Vida estupenda, maravillosa. Me gustar?a que creyerais esto.
Ah? arranca la Esperanza. ?Hay una vida Nueva! ?Hay horizonte! ?Hay futuro!. Y esta Esperanza nos estimula sirve a ser ahora un poco m?s justos, generosos, servidores, fraternales y as? dar sentido a la vida.
Al celebrar la despedida de N., sentimos que se haya ido, pero somos cons?cientes de que la muerte es como una semilla que se entierra, que nos recuerda que hay que morir, pero sobre todo, hay que vivir. Y siempre nos queda el recuerdo de lo bueno, lo noble, lo positivo ...
Pues con esta esperanza seguimos pidiendo por ella, como pedimos por cada uno de nosotros, que somos d?biles y pecadores. Termino con esta oraci?n puesta en boca de N.
"Cond?ceme, Padre bueno, a trav?s de las tinieblas que me envuelven, a tu Luz Admirable. La noche es oscura y estoy lejos del hogar. Guarda mis pasos. Cond?ceme al Banquete de tu Reino, donde todo es Paz y alegr?a sin fin. O como rezaba Unamuno: " M?teme, Padre Eterno en tu pecho, misterio hogar, ll?vame contigo, pues vengo cansado/a del duro bregar"

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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia del domingo, XI del Tiempo Ordinario, 17 de Junio de 2007.


XI Domingo del Tiempo Ordinario
2 Samuel 12,7-10.13; G?latas 2, 16.19-21; Lucas 7, 36-8,3

Fue una mujer con un frasco de perfume



Hay p?ginas del Evangelio en las que la ense?anza est? tan unida al desenvolvimiento de la acci?n que no se percibe plenamente la primera si se la separa de la segunda. El episodio de la pecadora en casa de Sim?n ?que se lee en el Evangelio del XI domingo del Tiempo Ordinario- constituye una de ?stas. Se abre con una escena callada; no hay palabras, sino s?lo gestos silenciosos: entra una mujer con un frasco de aceite perfumado; se acurruca a los pies de Jes?s, los empapa en l?grimas, los seca con sus cabellos y, bes?ndolos, los unge con perfume. Se trata casi con certeza de una prostituta, porque esto significaba entonces el t?rmino ?pecadora? referido a una mujer.

En ese momento, el objetivo se desplaza al fariseo que hab?a invitado a Jes?s a comer. La escena es a?n callada, pero s?lo en apariencia. El fariseo ?habla para s??, pero habla: ?Al verlo, el fariseo que le hab?a invitado, se dec?a para s?: "Si ?ste fuera profeta, sabr?a qui?n y qu? clase de mujer es la que le est? tocando, pues es una pecadora"?.

En ese punto del Evangelio toma la palabra Jes?s para dar su juicio sobre la acci?n de la mujer y sobre los pensamientos del fariseo, y lo hace con una par?bola: ?"Un acreedor ten?a dos deudores: uno deb?a quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no ten?an para pagarle, perdon? a los dos. ?Qui?n de ellos le amar? m?s?". Respondi? Sim?n: "Supongo que aqu?l a quien perdon? m?s". Le dijo Jes?s: "Has juzgado bien"?. Jes?s, sobre todo, da a Sim?n la posibilidad de convencerse de que ?l es, de hecho, un profeta, visto que ha le?do los pensamientos de su coraz?n; al mismo tiempo, con la par?bola, prepara a todos para comprender lo que est? a punto de decir en defensa de la mujer: ?"Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. En cambio, a quien poco se le perdona, poco amor muestra". Y le dijo a ella: "Tus pecados quedan perdonados"?.

Este a?o se celebra el octavo centenario de la conversi?n de Francisco de As?s. ?Qu? tienen en com?n la conversi?n de la pecadora del Evangelio y la de Francisco? No el punto de partida, sino el punto de llegada, que es lo m?s importante en toda conversi?n. Lamentablemente, cuando se habla de conversi?n, el pensamiento se dirige instintivamente a lo que uno deja: el pecado, una vida desordenada, el ate?smo... Pero esto es el efecto, no la causa de la conversi?n.

C?mo sucede una conversi?n es perfectamente descrito por Jes?s en la par?bola del tesoro escondido: ?El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra y lo esconde de nuevo; despu?s va, lleno de alegr?a, vende todo lo que tiene y compra ese campo?. No se dice: ?Un hombre vendi? cuanto ten?a y se puso a buscar un tesoro escondido?. Sabemos c?mo acaban las historias que empiezan as?. Uno pierde lo que ten?a y no encuentra ning?n tesoro. Historias de ilusos, de visionarios. No: un hombre encontr? un tesoro y por ello vendi? todo lo que ten?a para adquirirlo. En otras palabras: es necesario haber encontrado el tesoro para tener la fuerza y la alegr?a de vender todo. Fuera met?foras: primero hay que haber encontrado a Dios; despu?s se tendr? la fuerza de vender todo. Y esto se har? ?llenos de gozo?, como el descubridor del que habla el Evangelio As? aconteci? en el caso de la pecadora del Evangelio, en el caso de Francisco de As?s. Ambos han encontrado a Jes?s y es esto lo que les ha dado la fuerza de cambiar.

He dicho que el punto de partida de la pecadora del Evangelio y de Francisco era distinto, pero tal vez no es del todo exacto. Era diferente en apariencia, en el exterior, pero en profundidad era el mismo. La mujer y Francisco, como todos nosotros, estaban en busca de la felicidad y se percataban de que la vida que llevaban no les hac?a felices, dejaba una insatisfacci?n y un vac?o profundo en sus corazones.

Le?a estos d?as la historia de un famoso converso del siglo XIX, Hermann Cohen, un m?sico brillante idolatrado como ni?o prodigio de su tiempo en los salones de media Europa. Una especie de joven Francisco en versi?n moderna. Despu?s de su conversi?n, escrib?a a un amigo: ?He buscado la felicidad por todas partes: en la elegante vida de los salones, en el ensordecedor jaleo de bailes y fiestas, en la acumulaci?n de dinero, en la excitaci?n de los juegos de azar, en la gloria art?stica, en la amistad de personajes famosos, en el placer de los sentidos. Ahora he encontrado la felicidad, de ella tengo el coraz?n rebosante y querr?a compartirla contigo... Tu dices: "Pero yo no creo en Jesucristo". Te respondo: "Tampoco yo cre?a y es por eso que era infeliz"?.

La conversi?n es el camino a la felicidad y a una vida plena. No es algo penoso, sino sumamente gozoso. Es el descubrimiento del tesoro escondido y de la perla preciosa.

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit]

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Comentario a la liturgia del domingo, 17 de junio (Lucas 7, 36-8,3), escrito por el obispo Jes?s Sanz Montes, ofm, pbispo de Huesca y de Jaca.



Invitar a comer es uno de los signos de amistad m?s comunes en todas las culturas. El Evangelio de hoy nos narra un episodio de un fariseo que rogaba a Jes?s que fuera a su casa porque le quer?a invitar a comer. As? fue. Pero se col? una mujer conocida en la ciudad por sus pecados, y discretamente comenz? a llorar a los pies de Jes?s, a bes?rselos y enjugarlos con los cabellos, a perfumarlos con el frasco de perfume que hab?a tra?do. El fariseo viendo aquello, se puso a murmurar contra el maestro. Es decir, invit? a Jes?s a comer como quien invita a una persona famosa, acaso para pavonearse de haber sido anfitri?n del afamado maestro que estaba en la boca de todos.

Es tremendo eso de esperar a Dios en los caminos que ?l no frecuenta o empe?arse en enmendarle la plana cuando le vemos llegar por donde ni nos imaginamos. En esta entra?able escena, no obstante, lo m?s importante no era la desilusi?n defraudada del fariseo, sino la ense?anza de Jes?s ante el comportamiento de aquella pobre mujer. Ella hizo lo que le falt? al fariseo en la m?s elemental cortes?a oriental: acoger lavando los pies, secarlos y perfumarlos. Ella no lo hizo como gesto de educaci?n refinada, pues no estaba en su casa y era ella quien hab?a invitado a Jes?s, sino como gesto de conversi?n, como petici?n de perd?n y como espera de misericordia. Ciertamente el Se?or responder?a con creces: no banalizar?a el pecado de la mujer, pero valorar?a infinitamente m?s el perd?n que con aquel gesto ella suplicaba. El fariseo s?lo vio en ella el error, mientras que Jes?s acert? a ver sobre todo el amor: a quien mucho ama, mucho se le perdona.

El fariseo y aquella mujer hab?an pecado, cada cual a su modo. El primero no lo reconoci? mientras que ella supo pedir perd?n, que es una forma de amor. La vida es como un banquete. En ?l podemos estar murmurando in?tilmente los errores ajenos como el fariseo, o ser perdonados amorosamente como la mujer. Adem?s de evitar los errores hemos de aprender a amar, creyendo que m?s grande que nuestra torpeza es la misericordia del Se?or.

+ Jes?s Sanz Montes, ofm
Obispo de Huesca y de Jaca

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Mensaje que ha escrito monse?or Por monse?or Jos? Luis Ch?vez Botello, arzobispo de Antequera-Oaxaca, tras la celebraci?n de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que tuvo lugar en el Santuario de Aparecida (Brasil) del 13 al 31 de mayo.

Al regresar de la celebraci?n de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, saludo a todos con afecto y les agradezco el apoyo de sus oraciones. Jesucristo, ?Camino, Verdad y Vida? nos convoc? en el Santuario de Aparecida, Brasil, a obispos de todo el continente Americano, de Espa?a y de Portugal; a los obispos colaboradores m?s cercanos del Santo Padre Benedicto XVI; a algunos sacerdotes, religiosas y fieles laicos invitados.

Con alegr?a les comparto esta experiencia fuerte de Iglesia al calor de la oraci?n especialmente de la Eucarist?a, de la reflexi?n sobre nuestra vocaci?n y misi?n de disc?pulos que todo bautizado estamos llamados a realizar, todo esto en un ambiente fraterno. Acompa?ados de la Sant?sima Virgen vivimos un verdadero Pentecost?s, experimentamos la luz y la fuerza del Esp?ritu Santo para hacer frente a los grandes desaf?os tanto de la sociedad en la que estamos inmersos como al interior mismo de la Iglesia.

Asumimos la tarea de dar nuevo impulso y vigor a nuestra misi?n; queremos contribuir a que haya condiciones de vida digna sobre todo para los m?s pobres y marginados; llamamos a todas las fuerzas de la sociedad para cuidar nuestra casa com?n, la tierra, amenazada de destrucci?n; redoblaremos nuestro esfuerzo para aportar en la promoci?n de una cultura de honestidad que sane de ra?z las diversas formas de corrupci?n, de violencia y de enriquecimiento il?cito.

La fidelidad a Jesucristo nos exige combatir los males que da?an o destruyen la vida como el aborto, el narcotr?fico, el secuestro, la explotaci?n sexual, la violencia armada, el terrorismo y las guerras. En una sociedad cada vez m?s plural, queremos ser integradores de fuerzas en la construcci?n de un mundo m?s justo, reconciliado y solidario. Invitamos a todos los dirigentes de nuestras naciones a defender la verdad y a velar por el inviolable derecho a la vida y dignidad de la persona humana, desde su concepci?n hasta su muerte natural.

Ante tantos bautizados sin conciencia de su misi?n, con una identidad d?bil y vulnerable; ante muchos creyentes que no participan en la misa dominical ni reciben con regularidad los sacramentos y no se insertan activamente en la comunidad eclesial nos comprometimos:

1.- A fortalecer la identidad cristiana hasta formar disc?pulos y misioneros de Jesucristo, atendiendo con m?s cuidado el encuentro con Jesucristo Vivo en el Kerigma, implementando la Iniciaci?n Cristiana y la maduraci?n en la fe mediante una formaci?n integral y permanente.

2.- A promover la formaci?n de los laicos para que asuman su vocaci?n espec?fica de ser hombres y mujeres de Iglesia en el coraz?n del mundo y hombres y mujeres del mundo en el coraz?n de la Iglesia. Estimularemos la formaci?n de cristianos en los diferentes sectores de la sociedad para que contribuyan a la construcci?n de una sociedad m?s justa y fraterna seg?n los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

3.- A emprender una nueva etapa declar?ndonos en Misi?n Permanente en nuestro continente, desde nuestras Iglesias Locales.

Queremos as? acompa?ar a los j?venes en su formaci?n y b?squeda de identidad, de su vocaci?n y misi?n; queremos fortalecer con audacia la pastoral de la familia y de la vida; queremos ser una Iglesia fiel y cre?ble viviendo la fe con alegr?a y convicci?n de ser disc?pulos y misioneros de Jesucristo; queremos colaborar en la integraci?n de nuestros pueblos mediante la reconciliaci?n, la justicia y la paz. Queremos que este continente de la esperanza sea tambi?n el continente del amor, de la vida y de la paz.

Esto exige de todos nosotros obispos, sacerdotes, religiosas y fieles laicos una revisi?n profunda de c?mo estamos iniciando y alimentando la vivencia cristiana, una profunda conversi?n personal y pastoral.

La tarea no es f?cil pero nos consuela contar con la fuerza del Se?or: ?En el mundo tendr?n tribulaciones. Pero ??nimo! Yo he vencido al mundo? (Jn 16, 33). Nos alientan tantos hombres y mujeres de buena voluntad. Estamos seguros de contar con la compa??a de Ntra. Madre Sant?sima modelo de Disc?pula y Misionera.

Con mi oraci?n y bendici?n para todos.

+ Jos? Luis Ch?vez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

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ZENIT publica la intervenci?n que pronunci? el padre Ignacio Andereggen, doctor en Filosof?a y Teolog?a, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en la Pontificia Universidad Cat?lica Argentina, en el congreso internacional ?Cor Iesu, Fons Vitae? (?Coraz?n de Jes?s, fuente de vida?) que se celebr? en Barcelona entre el 1 y el 3 de junio. En el encuentro intervinieron el nuncio de Benedicto XVI en Espa?a, el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, as? como cardenales, obispos, y te?logos de varios pa?ses del mundo. Las actas ser?n publicadas por la editorial Balmes (Barcelona) en 2008.


El Coraz?n del Verbo Encarnado


Por Ignacio Andereggen


La fe en el Coraz?n de Cristo manifiesta la s?ntesis de los dogmas revelados del Cristianismo de una manera contemplativa y pr?ctica, no solamente para cada uno de los fieles singularmente considerados, sino tambi?n para su conjunto eclesial y para los pastores que lo gu?an. Es la Revelaci?n Evang?lica misma la que permite descubrir en el s?mbolo natural del coraz?n, y en los t?rminos escritur?sticos, aspectos antes insospechados encerrados en su potencia obedencial actualizada por la Gracia que constituye el centro mismo del Evangelio.

San Pablo habla con toda naturalidad del ?sentir? las cosas de Dios, como despu?s los te?logos medievales y los m?sticos modernos iban a referirse a la ?experiencia de Dios?, la cual, por supuesto, abarca en primer lugar el esp?ritu sobrenaturalizado, la inteligencia y la voluntad elevadas, pero se extiende a toda la persona, incluyendo los aspectos sensibles como reflejando y continuando la perfecci?n ?nica de la Persona divina de Nuestro Se?or Jesucristo. Tal ?sentimiento? aut?nticamente cristiano debe expandirse apost?licamente hacia el mundo para transformarlo no con solos medios naturales, sino con los frutos de justicia o santidad.

Desde el seno de la Trinidad el Amor divino desciende a la creaci?n por medio de Jesucristo y retorna al Padre, junto con las cosas renovadas y elevadas. Jes?s era movido por el Esp?ritu Santo que llen? su humanidad con su presencia desde el primer instante, convirti?ndose no solamente su alma, sino tambi?n su cuerpo, en s?mbolo de su presencia. Este s?mbolo est? destinado a incorporar a s? el sentido de toda la creaci?n a trav?s de la Iglesia. En el ?coraz?n? de la Acci?n del Esp?ritu Santo en Cristo est? el misterio de la redenci?n o liberaci?n, que manifiesta su amor misericordioso.

El coraz?n f?sico de Cristo mismo puede ser considerado como el primer nivel simb?lico. El amor sensible que ?l simboliza directamente puede ser considerado como el segundo nivel simb?lico. La caridad que a su vez ?ste expresa puede verse como el tercer nivel simb?lico. Y el Amor divino es la cosa, la Res, absolutamente simbolizada por los tres s?mbolos, jer?rquicamente ordenados, como constituyendo sacramentos de un Misterio ?ltimo.

La unidad de los s?mbolos y de su ordenaci?n jer?rquica est? expresada humanamente en la devoci?n al Coraz?n de Cristo, que corresponde a la ?nica Persona.

Nuestro Se?or Jesucristo asumi?, en su naturaleza humana completa, la inteligencia y la voluntad con una relaci?n especial respecto de la afectividad, inconmensurablemente m?s perfecta que la nuestra, modelo y causa, con la gracia, del orden total de nuestra persona radicada en su Persona divina. De esta manera asumi? nuestro coraz?n.

Del Coraz?n de Cristo surge as? la curaci?n del coraz?n del hombre.

En su obra capital Santo Tom?s nos presenta la radicaci?n del amor de Cristo en su Persona divina a trav?s de su Voluntad divina y de su voluntad humana. A ?stas corresponden sendos amores.

La conexi?n creatural constituida por el Amor de la Voluntad de Dios a las cosas prefigura, como potencia obedencial, el orden sobrenatural que se cumple en la Caridad, constituyendo desde lejos la base metaf?sica para la consideraci?n del Amor del Coraz?n del Verbo Encarnado.

La Revelaci?n nos manifiesta el Amor en el que la Esencia divina consiste como revelador de una Persona en relaci?n con otras en cuanto captado por nosotros a trav?s de la gracia. El Esp?ritu Santo lo tiene como ?nombre propio?.

El Amor se apropia al Esp?ritu Santo en cuanto recibimos la participaci?n no solamente del amor de Dios en cuanto esencial, sino especialmente en cuanto la recibimos personalmente. Esto significa dos cosas: como don de la Persona del Esp?ritu Santo, e ?inseparablemente? como asimilaci?n a la Persona del Esp?ritu Santo.

Esta asimilaci?n sucede por la gracia, que nos asimila tambi?n a la Persona del Hijo como Verbo o Sabidur?a de Dios. Porque es inseparable personalmente el Verbo del Esp?ritu Santo que de ?l procede eternamente. He aqu? la ra?z de la importancia cristol?gica y eclesiol?gica de la doctrina y la fe dogm?tica del Filioque.

?El alma por la gracia se conforma a Dios. Por eso, para que alguna Persona divina sea enviada a alguien por la gracia, se requiere que se realice su asimilaci?n a la divina Persona que es enviada por alg?n don de la gracia. Y porque el Esp?ritu Santo es Amor, por el don de la caridad el alma es asimilada al Esp?ritu Santo. Por eso, seg?n el don de la caridad se considera la misi?n del Esp?ritu Santo. Y el Hijo es Palabra, no cualquiera, sino una que espira Amor [Filius autem est Verbum, non qualemcumque, sed spirans Amorem]. Por eso dice Agust?n en el IX libro De Trinitate: ?el Verbo que intentamos insinuar es Noticia con Amor [Verbum quod insinuare intendimus cum Amore Notitia est]?. As? pues, no seg?n cualquier perfecci?n del intelecto es enviado el Hijo, sino seg?n tan instrucci?n del intelecto por la cual ?ste prorrumpa en el afecto del amor, como se dice en Juan 6,41: ?todo el que oye mi Padre, y aprende, viene a m??; y en el Salmo 38,4: ?en mi meditaci?n se encender? el fuego?. Y por eso dice Agust?n a prop?sito (l.c. ad 1) que el Hijo es enviado, ?cuando es conocido por alguien, y tambi?n percibido [cum a quoquam cognoscitur atque percipitur]?. La percepci?n experimental significa una cierta noticia [perceptio enim experimentalem quandam notitiam significat]. Y esta se dice propiamente sabidur?a, como ciencia sabrosa, seg?n aquello del Eclesi?stico 6,23: ?la Sabidur?a de la doctrina es de acuerdo con su nombre?? [1]

Es claro que el modelo de la asimilaci?n a la Persona del Esp?ritu Santo existe eminentemente en la humanidad de la Persona divina distinta de Nuestro Se?or Jesucristo.

El Coraz?n del Verbo, en el sentido medieval y escritur?stico del t?rmino, es, en primer lugar, la Persona del Padre.

En el Esp?ritu divino, se implica la relaci?n, respecto, o habitudo hacia Dios mismo en su Esencia amada por las Personas, y hacia el Padre y el Verbo que con ella se identifican, quienes se aman rec?procamente en El. En el sentido en el que modernamente, en principio, se entiende inmediatamente la palabra ?coraz?n?, pues, significando especialmente el amor, el Coraz?n del Verbo es el Esp?ritu Santo por el cual ama al Padre.

Ahora bien, la fe en el Coraz?n del Verbo Encarnado es la fe en la Encarnaci?n.

Un profundo art?culo de la Tercera Parte de la Summa nos permite vislumbrar la derivaci?n de la doctrina cristol?gica desde la trinitaria [2]. La gracia habitual en Cristo sigue a la gracia de uni?n. Esta consiste en la misma Uni?n Hipost?tica, absolutamente superior a la naturaleza y operaci?n de cualquier creatura.

Cuanto es y sucede en la creaci?n en el orden natural y en el sobrenatural es manifestaci?n y revelaci?n de Dios-Trinidad. El orden de las misiones o env?o de las Personas a la creaci?n manifiesta en orden inescrutable de las procesiones trinitarias.

El Coraz?n de Cristo es manifestaci?n y Revelaci?n del Coraz?n de Dios.

?El verbo que est? oculto en el coraz?n se manifiesta por el verbo sensible. As? el Verbo de Dios estaba latente en el Coraz?n de Dios, pero se manifest? en la carne. Jn. I, 14: ?Y el Verbo se hizo carne?, etc [Verbum quod latet in corde manifestatur verbo sensibili, ita Verbum Dei in Corde Dei latebat, sed in carne est manifestatum. Io. I, 14: Verbum caro factum est, etc. ] [3]

El Coraz?n de Dios es la Profundidad Abisal del Padre que se expresa en el Verbo y en el Esp?ritu Santo.

El Coraz?n del Verbo Encarnado, en cuanto Encarnado, es en primer lugar el Esp?ritu Santo que expresa y realiza operativamente su uni?n personal con el Padre en su humanidad.

Derivadamente, la plenitud de Caridad de la humanidad de Cristo es consecuencia de la Uni?n hipost?tica, realizaci?n de la Filiaci?n como Relaci?n con el Padre.

As?, la Iglesia, Cuerpo de Cristo Cabeza, surge de la misi?n del Hijo juntamente con la misi?n del Esp?ritu Santo, y de su orden, reflejo del misterio trinitario.

El Coraz?n del Verbo Encarnado en cuanto tal es as? tambi?n, el Esp?ritu Santo como fruto de la Sabidur?a del Padre. La presencia del Esp?ritu Santo en el Verbo Encarnado se expresa y realiza en la humanidad como continuaci?n y Revelaci?n de la Circumincessio o Perich?resis trinitaria. Por eso, en la humanidad de Cristo la plenitud de (gracia y de) Caridad manifiesta la Uni?n hipost?tica. ?sta, en cuanto Uni?n, preanuncia y origina la Uni?n de la Caridad. Como y porque en la Trinidad el Verbo origina al Esp?ritu Santo.

Es por eso que el Coraz?n del Verbo Encarnado es el Esp?ritu Santo con el recuerdo o Memoria del Padre. Es el Esp?ritu quien impulsa a Cristo a cumplir la Voluntad del Padre y a volver al Padre. En efecto, la pasi?n y la resurrecci?n de Jesucristo son el motivo de su encarnaci?n, misterios en los que se expresa la uni?n de su visi?n y gozo beat?fico con su amor perfecto en su ?Persona compuesta?. ?La utilidad de la pasi?n de Cristo le fue inspirada a su Coraz?n por el Esp?ritu Santo [utilitas passionis Christi Cordi ejus inspirata fuit a Spiritu Sancto] [4]

La caridad ?creada? ?si la expresi?n fuera del todo exacta? del Verbo Encarnado es inseparable de la presencia del Esp?ritu Santo que se extiende desde lo supremo de su alma hacia todas las dimensiones de su humanidad.

La devoci?n o el culto del Coraz?n de Cristo es especialmente devoci?n o culto del sacramentum caritatis, signo y causa de la caridad que se difunde desde la Caridad de Cristo.

Desde el Coraz?n de Cristo, pues, surge la Iglesia difundi?ndose su gracia, hasta el punto que, por ser la Gracia Capital de Cristo la misma que se difunde a sus miembros, la Iglesia, en cierta manera, se identifica con el Coraz?n de Cristo. No puede ser, por tanto, sino santa e inmaculada, y de ninguna manera pecadora. Quien est? en pecado no es miembro de Cristo en la medida en que el pecado lo da?a.

La diferencia entre el cerebro y las v?sceras o entra?as se?ala simb?licamente la diferencia entre el hombre nuevo que renace en Cristo, y el hombre viejo, sometido a la ley o ca?do en la corrupci?n del paganismo.

Tal diferencia est? simbolizada, para Santo Tom?s, por el pasaje entre la centralidad del cerebro, atribuida a Plat?n por San Jer?nimo, y la ?ley del coraz?n? que se origina en Cristo.

Es el pasaje de un mundo gobernado externa y violentamente por el diablo, a un mundo gobernado suave e interiormente por Cristo-Dios. S?lo Dios puede entrar en la mente, es decir, en el coraz?n. El diablo puede mover externamente el cerebro.

Por eso el racionalismo decae hacia el nihilismo y el individualismo, es decir, hacia lo opuesto de la verdad del ser y del bien respectivamente.

La creaci?n divina, en cambio, como fuente del bien y del ser, alcanza su ?pice en el Coraz?n humano de Cristo, en quien la misericordia sigue la perfecci?n de su mente. La perfecci?n de la mente de Cristo es el perfecto reflejo de su vida eterna como Verbo de Dios que refleja la Mente del Padre prorrumpiendo en el Esp?ritu Santo. La vida de su mente humana es m?stica en el sentido m?s estricto y elevado. La transformaci?n que en nosotros produce la uni?n con Cristo participando de su pasi?n, causa a su vez nuestra resurrecci?n espiritual, abri?ndonos el sentido de las Escrituras, es decir de su Coraz?n en nuestro coraz?n.

Uno de los m?ximos representantes y art?fices de la modernidad es, sin duda, G.W.F. Hegel, quien condensa negativamente el significado el Evangelio como ley surgida del coraz?n de Cristo que sana el coraz?n del hombre.

Pareciera que la furia demon?aca ?demencial?, como dice Hegel, trata de imitar burdamente el camino de interiorizaci?n en la devoci?n, incluso sensible, al Verbo Encarnado, despu?s de su concreci?n en la espiritualidad de los santos y las santas modernas.

Es como un adelanto cuasi-prof?tico de la lucha en lo profundo de los corazones en la que nos encontramos dram?ticamente envueltos en nuestra ?poca.

Poniendo como principio capital de la realidad la contradicci?n en vez de la no-contradicci?n, no podemos pedir a la explicaci?n de Hegel claridad. Captamos en ella como el negativo de la Realidad del mundo iluminado por la gracia de Dios que culmina en el Coraz?n de Cristo habitado y movido por el Esp?ritu Santo, desde donde se renuevan todos los corazones y se gu?an como por una ley interior o Ley Nueva. Un misterio negativo frente a otro positivo. El oscuro misterio de la iniquidad y el misterio de la Luz que supera la mente humana.

En diversos modos se refiere el fil?sofo idealista al ?coraz?n?, que representa lo individual, y, por lo tanto, lo malo. Cristo es el individuo por excelencia, y por tanto a El corresponde en grado sumo ?la ley del coraz?n?. Esta ley es contraria al Esp?ritu absoluto, donde mora la racionalidad. No ser? dif?cil reconocer en el esp?ritu absoluto o en el esp?ritu del mundo un esp?ritu negativo, que odia y hace odiar convenciendo a los hombres de que es ?sta la ley m?s profunda que gobierna el mundo, y que constituye por tanto su ?racionalidad? o el sentido ?ltimo de su movimiento y de todo lo que pasa, que no va m?s all? de ?l.

Si seg?n las procesiones trinitarias la misi?n del Hijo sigue a la misi?n del Esp?ritu Santo, en Hegel, desde su principio filos?fico capital, es de esperar que encontraremos lo inverso. A la desaparici?n del Individuo por excelencia, que es Cristo, el mediador, como ?l mismo lo denomina, sigue el afirmarse de la Universalidad del Esp?ritu, como superaci?n de las diferencias de los individuos, manteni?ndolas negativamente.

El coraz?n corresponde al sentimiento en el mundo. En el mundo hay una ley divino-humana del coraz?n. Esta ley del coraz?n es superada por la ley de la raz?n y se invierte as? en su contrario pasando por el intermediario de la locura. Este pasaje est? en lo ?ntimo del esp?ritu del mundo y de su Esp?ritu Absoluto.

Lo observamos cruelmente descripto en la Fenomenolog?a del Esp?ritu.

Se trata de una imitaci?n diab?lica de aquello que San Juan de la Cruz denomina ?noche oscura? como un pasaje, a trav?s de la locura o la irracionalidad, de una forma a otra de ?racionalidad? basada sobre la contradicci?n como principio de toda la realidad. Esta se expresa en el coraz?n que late al ritmo del odio como principio fundamental de la vida mundana comprendida luego de pasar por el momento kantiano (y freudiano) de la ley comprendida como adecuaci?n al deber, incluso m?s all? de la superaci?n del coraz?n individual en el coraz?n universal que busca el bien de la humanidad, es decir, del imperativo categ?rico.

El coraz?n del hombre se enreda as? con un poder extra?o y enemigo. As? desaparece y se convierte en su contrario al operar en el mundo. El Coraz?n de Cristo y del hombre en ?l inserto se transforma en su contrario por medio de la ?secularizaci?n.?

El coraz?n del individuo se convierte en coraz?n que odia. Ya no se trata de la necesidad muerta del coraz?n que intentaba hacerse universal, sino de la necesidad del coraz?n como animada por la individualidad concreta universal.

La locura es no querer reconocer la inversi?n como la esencia del esp?ritu, ser demente es no reconocer la demencia y mantenerse como algo distinto. Es no ?humillarse?. Es ser infatuado. El individuo por excelencia es ?humilde de coraz?n? porque es loco, porque su coraz?n asimila lo que el mundo es o su discurrir y resulta as? humillado.

Concluyamos. En vez de asimilar la Iglesia al mundo como tantos hoy pretenden, siguiendo la filosof?a idealista de origen iluminista y protestante y el esp?ritu del mundo, se trata, para nosotros, de colaborar ministerialmente en la obra trinitaria de la salvaci?n de la humanidad realizada a trav?s de la muerte y resurrecci?n de Cristo, y la efusi?n del Esp?ritu Santo en su Humanidad como cabeza y origen de la Iglesia, restaurando y recapitulando todas las cosas en Cristo.

Ante el pecado contra el Esp?ritu Santo constitutivo de las l?neas m?s profundas de la cultura contempor?nea en cuanto separada de Dios, claro est?, es remedio radical la docilidad al Esp?ritu Santo en todos los actos de la vida individual y guiada por los pastores de la Iglesia.

No puede existir tal docilidad en la subordinaci?n fundamental a las l?neas directrices de la cultura contempor?nea, sea en la filosof?a impl?cita o expl?cita, sea en la Teolog?a.

El cristianismo, la ley nueva o ley del coraz?n, cuyo centro es la gracia del Esp?ritu Santo, implica un conocimiento por connaturalidad que surge de la experiencia de la dulzura del amor divino, de la que nada sabe quien no la experimenta. Si la ley cerebral del racionalismo moderno, y del hombre viejo, lleva a la transformaci?n radical de la ley del coraz?n en ley del odio racionalizado, pong?monos decididamente bajo la protecci?n del Coraz?n del Verbo Encarnado rindi?ndole culto interior y exterior en Esp?ritu y en Verdad, y junto con ?l alabando al Padre que busca estos adoradores. Hag?moslo, sobre todo, desarrollando una verdadera cultura cat?lica que sea reflejo de Cristo por la presencia y la participaci?n de la misma Luz que del Padre pasa al Verbo como ?Palabra que espira Amor?.



[1] Cf. STh I q.43 a.5 ad 2.

[2] Cf. STh III q.7 a.13.

[3] Super ad Thim. I, c.3 l.3.

[4] In IV Sententiarum, d.19 q.2 a.3

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On July 15th, 1940 Aparici, being National President of the Young People of Catholic Action, writes to Lay Director of the National Technical Board of the Catholic Action, and he requests to him present and supports the economic request that the Superior Council does for the teaching of these Short Courses and he encloses to him the studies plan: assistants, matters, teaching staff, organization and schedule.
?If the young people who went in pilgrimage to the Pilar -he says to him- have to fulfil the slogan given for the stage of Santiago: ?Each one of that we kissed the Pilar we have to win to seven that they peregrinate with us to Compostela? is necessary to help them.
?To obtain that to the year of the Pilgrimage a somewhat superior number in the middle of the young people who went to the Pilar has accepted the responsibility to serve to God like Advanced, Head or Guide of Pilgrim, is necessary order the plan in three stages:

?First Stage

?Weeks of Formation of Advanced of Pilgrim. Celebration in the Christmas Holydays of 11 weeks in boarding school regime. Every week will group 30 young people, of 5 Diocese, to 6 by Diocese, less two, than they will group 36 young people for being 6 the Diocese invited.
?Total of Advanced of Pilgrims (leaders young people of the Diocese or assimilated one): 342.

?Second Stage

?To try in regime of boarding school of 57 Weeks of Formation of Heads of Pilgrims in the Easter Holydays, one in each Diocese, for 30 boys with category of leaders of Centre or Arciprestal Board.
?Total of Heads of Pilgrims: 1.710.

?Third Stage

?During the summer each one of the 57 Diocese will be able to organize 10 continuous working days of study (three days in boarding school regime) for the formation of Group boss of Pilgrims.
?Total of Guides of Pilgrims, 570 working days to 20 boys: 11.400.

?General total: 13.452.

?The Ideal that Manuel Aparici wanted to instil to young people was: ?To do of same me, my Centre, my mother land and all the Hispanic peoples a Christianity example and guides for the deeply ill world?. (Commitment of Pilgrim) or enunciated in other terms: ?To make of the Spanishness a Community from Towns to the service of the apostolic and evangelising mission of the Catholic Church? or ?To gain for Christ to everybody by the impulse and the faith of the Hispanic soul.
?To the light of this Ideal it was celebrated the Pilgrimage to the Pilar, stage of the concentration and of the firmness, the formation of a juvenile Christianity, example and guide for our mother land still convalescent of the most serious crisis of his life; by this Ideal we walked towards Santiago, stage of the reconquest of Spanish Youth to present it in Compostela like ?exemplary Christianity? and to call to the Youth of Catholic Action of the Hispanic peoples to the common task.
?Because of this Ideal, the word to peregrinate reaches a so deep echo in the soul of our boys and we use it to attract them to the Weeks of Formation giving them the title, according to its sufficiency, of Advanced, Head and Guide of Pilgrims? 1.

Three months later, November 15th, he says to him:

?My dear Director and friend:

?Eager this National Council of which the last Pilgrimage to the Pilar gives all its fruit, has agreed, in accordance with the paragraph 1? of the Base XV for the Catholic Action, properly authorized by the Central Direction of the Catholic Action, to offer to the Rvdmos. Prelates the celebration in the next month of December of 11 Weeks of Formation of Advanced of Pilgrims, to which can concur 342 diocesans leaders of 57 different Dioceses. All of them will be celebrated in regime of boarding school [...], and with the collaboration of the National Council, who will send two professors selected between his members and propagandist.
?This is the first part of the plan of Course 40-41 to provide to our young people of leaders who fit them and direct them in his to peregrinate towards Santiago, since these 342 boys will organize in their respective Dioceses during the Easter Holiday other weeks with the same plan, in which they will repeat the own explanations of lays to arciprestales leaders, with which in these holidays we will have, in addition to the 342 boys, if not formed, since never it has been happened to us that in one week can be formed an enthusiasm boys, 1,710 leaders of arciprestazgo with the title of ?Heads of Pilgrims?, who, at the same time during summer, they will be able to celebrate in its arciprestazgos working days of study for the Centres of the same ones, in which 11,400 boys will be able to participate, who will receive the title of ?Guides of Pilgrims. We used this denomination of ?Advanced?, ?Heads? and ?Guides? of Pilgrims, because, as you do not ignore, this idea to peregrinate -?to open the way to the of God?s Kingdom?- has caught on the soul of our boys motivating them powerfully to the apostolate.
?However, so that the Diocesan Councils de Youth People welcome this first short course warmly and send the six boys who to each one we are going to request to them, he would be extremely advisable that this National Council could offer two scholarships to each Diocese; each scholarship could ascend, according to our experience of the short course of the Coru?a 2, that subsidized to the Diputation and the Town hall, to 100 pesetas, for what would be precise 11,400 pesetas for the 114 scholarships that would be precise to grant. This Council does not have economic means suddenly to disburse this amount. For this reason I elevate to you, like Director of the Technical Board of Catholic Action, so that you present it to the Association of Work Promotion of Catholic Action, a request of subvention of this National Council estimated in 12.000 pesetas, for the organization of the short courses and the concession of 114 scholarships.
?Sure of which you have to welcome this initiative of our Council and that you have to support it with all interest in the Meeting of Work Promotion of Catholic Action, I remain yours affmo. and I wait for your news?. 3.

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1. C.P pp. 9067-9068
2. ?Cursillista of Advance of Pilgrims in 1940, memorable Short Course directed by Manuel Aparici in La Coru?a [...]? (Jos? Luis L?pez Mosteiro. Witness. C.P pp. 406-420)
? ?[?] ?Advanced Short Courses of Pilgrims? that Aparici [?] created in La Coru?a [...]? (Rvdo. D. Antonio Santamar?a Gonz?lez. Witness. C.P pp. 540-579).
? ?The Servant of God created in 1940 [?] the Short Courses of Advanced of Pilgrims [...] (Jos? D?az Rinc?n. Witness and ex-member of Pontificio Consejo para Laicos. Your letter).
3. C.P pp. 9075-9076

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CURSILLOS DE ADELANTADOS, JEFES Y GU?AS DE PEREGRINOS
CREADOS POR MANUEL APARICI EN 1940


El 15 de julio de 1940, Manuel Aparici, siendo Presidente Nacional de los J?venes de Acci?n Cat?lica, escribe al Director Seglar de la Junta T?cnica Nacional de la Acci?n Cat?lica, y le ruega presente y apoye la petici?n econ?mica que hace el Consejo Superior para la impartici?n de estos Cursillos y le adjunta el cuadro de estudios: asistentes, materias, profesorado, organizaci?n y horario.
?Si los j?venes que fueron en peregrinaci?n al Pilar ?le dice? han de cumplir la consigna dada para la etapa de Santiago: ?Cada uno de los que besamos el Pilar hemos de ganar a siete que peregrinen con nosotros a Compostela? es menester ayudarles.
?Para conseguir que al a?o de la Peregrinaci?n un n?mero algo superior a la mitad de los j?venes que acudieron al Pilar haya aceptado la responsabilidad de servir a Dios como Adelantado, Jefe o Gu?a de Peregrinos, es necesario ordenar el plan en tres etapas:

?Primera Etapa

?Semanas de Formaci?n de Adelantados de Peregrinos. Celebraci?n en las vacaciones de Navidad de 11 semanas en r?gimen de internado. Cada semana agrupar? 30 j?venes, de 5 Di?cesis, a 6 por organizaci?n diocesana, menos dos, que agrupar?n 36 j?venes por ser 6 las organizaciones diocesanas invitadas.
?Total de Adelantados de Peregrinos (muchachos dirigentes diocesanos o asimilados): 342.

?Segunda Etapa

?Procurar en r?gimen de internado de 57 Semanas de Formaci?n de Jefes de Peregrinos en las vacaciones de Semana Santa, una en cada Di?cesis, para 30 muchachos con categor?a de dirigentes de Centro o de Consejo Arciprestal.
?Total de Jefes de Peregrinos: 1.710.

?Tercera Etapa

?Durante el verano cada una de las 57 Di?cesis podr? organizar 10 jornadas intensivas de estudio (tres d?as en r?gimen de internado) para la formaci?n de Jefes de Grupo de Peregrinos.
Total de Gu?as de Peregrinos, 570 jornadas a 20 muchachos: 11.400.

?Total general: 13.452.

?El Ideal que Manuel Aparici quer?a infundir a los j?venes era: ?Hacer de m? mismo, de mi Centro, de mi Patria y de todos los pueblos hispanos una Cristiandad ejemplo y gu?a para el mundo profundamente enfermo?. (Compromiso de Peregrino) o enunciado en otros t?rminos: ?Hacer de la Hispanidad una Comunidad de Pueblos al servicio de la misi?n apost?lica y evangelizadora de la Iglesia Cat?lica? o ?Ganar para Cristo a todo el mundo por el impulso y la fe del alma hispana?.
?A la luz de este Ideal se celebr? la Peregrinaci?n al Pilar, etapa del recogimiento y de la firmeza, de la formaci?n de una cristiandad juvenil, ejemplo y gu?a para nuestra Patria convaleciente a?n de la m?s grave crisis de su vida; por este Ideal caminamos hacia Santiago, etapa de la reconquista de la Juventud Espa?ola para presentarla en Compostela como ?Cristiandad ejemplar? y llamar a las Juventud de Acci?n Cat?lica de los pueblos hisp?nicos a la empresa com?n.
?Por raz?n de este Ideal, la palabra peregrinar alcanza un eco tan profundo en el alma de nuestros muchachos y la utilizamos para atraerles a las Semanas de Formaci?n d?ndoles el t?tulo, seg?n su suficiencia, de Adelantado, Jefe y Gu?a de Peregrinos? .

Tres meses despu?s, el 15 de noviembre, le vuelve a escribir y le dice:

?Mi querido Director y amigo:

?Deseoso este Consejo Superior de que la pasada Peregrinaci?n al Pilar d? todo su fruto, ha acordado, de conformidad con el p?rrafo 1? de la Base XV para la Acci?n Cat?lica, debidamente autorizado por la Direcci?n Central de la Acci?n Cat?lica, ofrecer a los Rvdmos. Prelados la celebraci?n en el pr?ximo mes de diciembre de 11 Semanas de Formaci?n de Adelantados de Peregrinos, a las que puedan concurrir 342 dirigentes diocesanos de 57 Di?cesis distintas. Todos ellos se celebrar?n en r?gimen de internado [...], y con la colaboraci?n del Consejo Superior, que enviar? dos profesores escogidos entre sus vocales y propagandistas.
?Esta es la primera parte del plan del Curso 40-41 para dotar a nuestros j?venes de dirigentes que los encuadren y encaminen en su peregrinar hacia Santiago, puesto que estos 342 muchachos organizar?n en sus respectivas Di?cesis durante las vacaciones de Pascuas de Resurrecci?n otras semanas con el mismo plan, en las que ellos repetir?n las explicaciones propias de seglares a dirigentes arciprestales, con lo que en estas vacaciones tendremos, adem?s de los 342 muchachos, si no formados, ya que nunca se nos ha ocurrido que en una semana se puedan formar unos muchachos entusiasmados, 1.710 dirigentes de arciprestazgo con el t?tulo de ?Jefes de Peregrinos?, que, a su vez durante el verano, podr?n celebrar en sus arciprestazgos jornadas de estudio para los Centros de los mismos, en las que podr?n participar 11.400 muchachos, que recibir?n el t?tulo de ?Gu?as de Peregrinos?. Empleamos esta denominaci?n de ?Adelantados?, ?Jefes? y ?Gu?as? de Peregrinos, porque, como no ignoras, esta idea de peregrinar ??abrir camino al Reino de Dios?- ha prendido en el alma de nuestros chicos impuls?ndolos poderosamente al apostolado.
?Ahora bien, para que los Consejos Diocesanos de J?venes acojan con entusiasmo este primer cursillo y env?en los seis muchachos que a cada uno les vamos a pedir, ser?a sumamente conveniente que este Consejo Superior pudiera ofrecer dos becas a cada Di?cesis; cada beca podr?a ascender, seg?n nuestra experiencia del cursillo de La Coru?a , que subvencion? la Diputaci?n y el Ayuntamiento, a 100 pesetas, por lo que ser?an precisas 11.400 pesetas para las 114 becas que ser?a preciso conceder. Este Consejo no tiene medios econ?micos para de pronto desembolsar esta cantidad. Por este motivo te elevo a ti, como Director de la Junta T?cnica de Acci?n Cat?lica, para que t? la presentes a la Asociaci?n de Fomento de Obras de Acci?n Cat?lica, una petici?n de subvenci?n de este Consejo Superior cifrada en 12.000 pesetas, para la organizaci?n de los cursillos y la concesi?n de 114 becas.
?Seguro de que has de acoger con el mayor cari?o esta iniciativa de nuestro Consejo y que la has de patrocinar con todo inter?s en la Junta de Fomento de Obras de Acci?n Cat?lica, queda tuyo affmo. y espera tus noticias? .

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Jueves, 14 de junio de 2007
Sobre saber divino, el tiempo humano, la
predestinaci?n y la Redenci?n del hombre.


Louis de Wohl
ConoZe.com


Dios es omnisciente?, aprendemos. Por tanto tuvo que saber que nosotros los hombres abusar?amos del don que nos hizo de la libre voluntad. O sea, que en definitiva es culpa suya el que haya sucedido as?. En definitiva, es Dios quien tiene la culpa de todo.
Con esta l?gica falsa intentamos cargar a Dios con nuestras propias culpas. Siempre hemos sido cobardes morales. Ya el propio Ad?n intent? echar la culpa de su pecado a Eva. El error b?sico consiste en que aplicamos de modo totalmente err?neo el concepto de omnisciencia. Y esto lo hacemos porque nos imaginamos a Dios como a un hombre omnisciente.

Nosotros los hombres vivimos en el tiempo, es decir en un continuo discurrir de las cosas. Dios, sin embargo, vive fuera del tiempo. Para nosotros existe el pasado, el presente y el futuro. Para Dios todo es un eterno ahora. Por tanto no tiene ning?n sentido hablar de que Dios sab?a (pasado) lo que pasar?a (futuro). Dios sabe. Para nosotros el presente es un instante m?nimo, ya se ha convertido en pasado. Para Dios todo es presente. Y precisamente por eso es omnisciente. El no prev? ?como el profeta?. El ve. Para ?l no existe ni antes ni despu?s. El concepto de tiempo es, como todo lo dem?s, parte de su Creaci?n. Pero ?l est? por encima de su Creaci?n y por ello por encima de todo lo temporal. ?l crea al hombre (nosotros decimos: cre?). El sabe (nosotros decimos: sab?a) que el hombre peca (ha pecado). El posee el ant?doto ?Cu?l es el ant?doto contra la debilidad y la maldad? Todas las madres lo saben. Precisamente para la oveja negra, para el hijo malo y perverso, ellas sienten el doble y el triple de amor. Dios responde a nuestra ca?da con un Amor inmenso. Su ant?doto es hacerse hombre ?l mismo soportando en la cruz nuestras culpas, todas las culpas de todos los hombres de todas las ?pocas.

Y este hecho es el que eleva al cristianismo por encima de todas las dem?s religiones. El inocente ha cargado con nuestras culpas. Al hacerse hombre Cristo se ha convertido en hermano nuestro. Por eso nos ense?? a llamar ?Padre? al Creador del universo. De criaturas de Dios nos convertimos en hijos de Dios. Esta es la respuesta del Amor. Este es el ant?doto.



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Carta semanal del Arzobispo de Valencia Don Agust?n Garc?a-Gasco Vicente.

Lo valioso es construir


Publicada en ?Paraula-Iglesia en Valencia? el 17 de junio de 2007


En cualquier orden de la vida lo valioso es construir. La historia de la humanidad confirma que quienes trabajan unidos multiplican su potencial creador, mientras que lo destructivo es sembrar el enfrentamiento y favorecer la divisi?n. La uni?n entre las personas y los pueblos se funda s?lidamente si se reconocen dos principios b?sicos: primero, que los seres humanos estamos creados para el mutuo enriquecimiento con nuestra libre entrega personal y que s?lo se da la verdadera uni?n cuando los seres humanos entregamos con libertad nuestras personas y nuestros bienes para el bien de nuestros semejantes.
En la Espa?a de hoy se est? produciendo una preocupante din?mica: mientras los nacionalismos radicales quieren imponer por todos los medios como obvias sus m?s que discutibles propuestas de separatismo, quienes proponen la unidad de la naci?n son presentados como reliquias del pasado, privados de argumentos inteligentes. Frente a esta deformaci?n comunicativa, hay que reconocer que la unidad de Espa?a es un gran logro hist?rico y cultural que hoy se puede y se debe seguir proponiendo a la inteligencia y a la libertad de las personas y de los grupos sociales.

Poder actuar conjuntamente, de modo libre, coordinado y eficiente es un logro social que s?lo los insensatos desprecian. El trabajo pol?tico por la Uni?n Europea muestra hasta qu? punto es complicado y dif?cil introducir el sentido de unidad entre pueblos culturalmente variados y geogr?ficamente dispersos. Los varios cientos de a?os que en Espa?a llevamos conviviendo es un legado hist?rico que no podemos despreciar. La Iglesia, con su mensaje de amor universal, estima que el entendimiento entre hombres y mujeres es siempre posible y por ello resultan positivas para la paz mundial el reforzamiento de los lazos y relaciones entre comarcas, regiones y naciones. ?Solidaridad? no es un concepto abstracto sino un compromiso que todos debemos ejercer tambi?n entre las regiones y comunidades aut?nomas, frente a un independentismo nacido en muchas ocasiones de consideraciones insolidarias en el desarrollo y en los recursos naturales b?sicos como el agua.

En la Espa?a de hoy, nuestra tradici?n occidental se expresa con un estilo de vida que se funda en una convicci?n esencial e innegociable: nada hay m?s valioso en la esfera pol?tica que el respeto incondicional de cada ser humano como persona, con todos sus derechos humanos, sin restricciones por raz?n de edad, sexo, cultura, inteligencia, creencias, convicciones... Estamos comprometidos con que todos los derechos sean de todos. El pensamiento cat?lico, con su sentido universal no es s?lo una tradici?n. Adem?s de una tradici?n es un pensamiento de vanguardia que predica la solidaridad mundial, y por ende tambi?n la local. No pueden resultar cre?bles aquellos que hablan de solidaridad con lejanos pa?ses, al tiempo que niegan el agua o las comunicaciones a sus convecinos de comunidad.

Los hechos diferenciales de las autonom?as de Espa?a no alteran esa convicci?n com?n. Las modulaciones hist?ricas y culturales de cada territorio s?lo se entienden desde ese compromiso por la dignidad humana que recoge nuestro texto constitucional, y que establece un estilo de convivencia basado en una cultura de la vida, de la paz y de la convivencia libre, justa y solidaria.

La organizaci?n pol?tica de Espa?a es un asunto que compete a la libertad de los ciudadanos y de sus leg?timos representantes pol?ticos. Pero la Iglesia tambi?n est? legitimada para aportar su fecunda experiencia de dos mil a?os y recordar la obviedad de que la uni?n hace la fuerza, y que debilitar la solidaridad entre las personas, las familias y las comunidades precariza el bienestar concreto de las personas. Tambi?n conviene desenmascarar los radicalismos ideol?gicos que acompa?an ciertas propuestas y que consideran la destrucci?n de la unidad de Espa?a como paso previo para imponer en un territorio sus utop?as pol?ticas, que han dado lugar a los totalitarismos m?s funestos en otras partes del planeta.

Los Obispos de Espa?a, recordando las palabras del magisterio de Juan Pablo II, invitamos decididamente a cultivar la ?tica pol?tica del amor al bien de la propia naci?n, que suscita comportamientos de solidaridad renovada por parte de todos. Hay que evitar con firmeza los riesgos de manipulaci?n de la verdad hist?rica y de la opini?n p?blica a favor de pretensiones particularistas o de reivindicaciones ideol?gicas.

La Iglesia anima a todas las personas de buena voluntad, y especialmente a los cat?licos, a la renovaci?n moral y a una profunda solidaridad de todos los ciudadanos, para asegurar las condiciones que hacen posible la reconciliaci?n y la superaci?n de las injusticias, las divisiones y los enfrentamientos.

Con mi bendici?n y afecto,

Agust?n Garc?a-Gasco Vicente
Arzobispo

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EUROPA/ESPA?A - El 28 de octubre beatificaci?n en Roma de 498 m?rtires espa?oles de los a?os treinta: el gran signo de esperanza que constituye el testimonio de los m?rtires que murieron perdonando?

Madrid (Agencia Fides) - La pr?xima beatificaci?n de 498 m?rtires que dieron su vida por amor a Jesucristo en Espa?a durante la persecuci?n religiosa de los a?os treinta del pasado siglo XX, y que fue anunciada por los Obispos espa?oles el pasado 27 de abril al termino de de Su Asamblea Plenaria (ver Fides 30/4/2007), tendr? lugar el 28 de octubre pr?ximo en Roma. Con este motivo la Oficina para las Causas de los santos y la Oficina de informaci?n de la Conferencia Episcopal Espa?ol ha elaborado un dossier informativo. El documento, que est? disponible en la pagina de la Conferencia Episcopal, afirma que ?la beatificaci?n que vamos a celebrar contribuir? a que no se olvide el ?gran signo de esperanza? que constituye el testimonio de los m?rtires? pues ?los m?rtires, que murieron perdonando, son el mejor aliento para que todos fomentemos el esp?ritu de reconciliaci?n?.
Entre los futuros beatos hay 2 Obispos (de las di?cesis de Cuenca y Ciudad Real), 24 Sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada, 1 Di?cono 1 Subdi?cono 1 Seminarista y 7 Laicos. Los 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada masculinos y femeninos, pertenecen a las siguientes Ordenes: Agustinos, Dominicos, Salesianos, Hermanos de las Escuelas Cristianas, Hermanos Maristas de la Ense?anza, Carmelitas Descalzos, Franciscanos, Adoratrices Esclavas del Stmo. Sacramento y Caridad, Carmelitas, Dominicas, Trinitarios, Carmelitas Misioneras, Misioneros de los Sagrados Corazones, Marianistas, Misioneras Hijas del Coraz?n de Mar?a, Franciscanas Hijas de la Misericordia, Hermana Carmelitas de la Caridad, Instituto de Hermanas Trinitarias, de clausura, Religiosa Carmelita de la Presentaci?n
En cuanto a la edad en el momento del martirio la gran mayor?a eran j?venes. En efecto 145de los futuros beatos, contaba entre 20 y 30 a?os de edad, 97 entre 30 y 40, 107 entre 40 y 50 a?os, y 72 de 50 a 60 a?os de edad. Es decir, un total de 421 m?rtires en plena juventud y madurez, de m?s de 20 y menos de 60 a?os de edad. En los extremos est?n 18 jovenc?simos de 16 a 19 a?os; 41 mayores de 60 a 70 y finalmente, los 15 casi ancianos de 70 a 78 a?os de edad. (RG) (Agencia Fides 14/6/2007 L?neas: 28 Palabras: 390)

Links:
Para mayor informaci?n
http://www.conferenciaepiscopal.es/santos/martires.htm

VATICANO - AVE MARIA de don Luciano Alimandi - "Junto al Coraz?n del Hijo est? el Coraz?n de la Madre"

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Iglesia, en este mes de junio, al darnos la solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s nos quiere hacer comprender la uni?n con la devoci?n a la Virgen que tradicionalmente se vive en el mes mariano por excelencia: el mes de mayo. El Coraz?n de Jes?s es la Sede y el Trono de la Divina Misericordia, que se revela al mundo en el misterio de la pasi?n, muerte y resurrecci?n de Cristo.
El Santo Padre Benedicto XVI hablando de la solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s, hace dos a?os, dijo: "En el lenguaje b?blico el "coraz?n" indica el centro de la persona, la sede de sus sentimientos y de sus intenciones. En el coraz?n del Redentor adoramos el amor de Dios a la humanidad, su voluntad de salvaci?n universal, su infinita misericordia. Por tanto, rendir culto al Sagrado Coraz?n de Cristo significa adorar aquel Coraz?n que, despu?s de habernos amado hasta el fin, fue traspasado por una lanza y, desde lo alto de la cruz, derram? sangre y agua, fuente inagotable de vida nueva" (Benedicto XVI, ?ngelus 5 de junio de 2005).
La invitaci?n que nos viene de esta gran fiesta es ante todo una invitaci?n a la adoraci?n eucar?stica, porque precisamente en la hostia Santa est? realmente presente el Se?or Jes?s que nos ofrece a cada uno de nosotros Su Coraz?n, es decir Su Amor misericordioso. Ponerse ante la Presencia del Se?or Eucar?stico, adorarlo, es la m?s alta expresi?n de la devoci?n al Sagrado Coraz?n de Jes?s que, como sabemos, se ha difundido por todo el mundo gracias a las revelaciones de Jes?s a santa Margarita M. de Alacoque en el siglo XVII: "?He aqu? este Coraz?n que tanto ha amado a los hombres!"
Como prolongaci?n y cumplimiento de ese mensaje, el Se?or se mostr? a otra religiosa, en el siglo XX, revelando los abismos de Su insondable misericordia; santa Faustina Kowalska, quien en su Diario, ya famoso en todo el mundo, escribi? estas palabras de Jes?s: ?He abierto Mi Coraz?n como una fuente viva de Misericordia, que todas las almas saquen de El la vida, se acerquen con gran confianza a este mar de la Misericordia. Los pecadores conseguir?n la justificaci?n y los justos ser?n reforzados en el bien. Al quien ponga su confianza en Mi Misericordia, colmar? en la hora de la muerte su alma con Mi paz divina. Mi hija, no dejes de difundir Mi Misericordia, con eso procurar?s alivio a Mi Coraz?n, que arde en el fuego de la compasi?n por los pecadores. Di a mis sacerdotes que los pecadores endurecidos se enternecer?n con sus palabras, cuando ellos hablen de Mi ilimitada Misericordia y de la compasi?n que tengo hacia ellos en Mi Coraz?n. A los sacerdotes que proclamen y exalten Mi Misericordia, les dar? una fuerza maravillosa, unci?n a sus palabras y conmover? los corazones de aquellos a quienes hablen (V Cuaderno, 21 de enero de 1938).
?El m?s profundo anhelo del Coraz?n de Cristo es que descubramos cu?nto nos ama, hasta que punto llega Su ternura por las criaturas que, fr?as por el ego?smo, con frecuencia se encierran en si mismas, como asustadas de dejarse amar incondicionalmente por su Creador, que nada pide y dona todo!
?Cu?nta necesidad tiene el mundo actual, la sociedad, la cultura, la econom?a, la pol?tica? de este Coraz?n! Es verdad, cuanto m?s se aleja el hombre del Dios-amor m?s se reduce a un ser "sin coraz?n", que se agita por mil cosas porque ha perdido la principal: dejarse amar por Cristo para responder a este Amor con el propio amor.
En varias ocasiones los Sumos Pont?fices en el curso de la historia han recordado a la humanidad que ?sin el Se?or Jes?s la vida no encuentra su pleno sentido y el hombre va errabundo en busca de si mismo! El Siervo de Dios Juan Pablo II ha introducido la Iglesia en el Tercer Milenio entreg?ndonos un mandato, el de ser "Ap?stoles de la divina misericordia". El Santo Padre Benedicto XVI ha recogido al testigo de su Predecesor y no se cansa de recordar a todos la necesidad de encontrar este Coraz?n misericordioso, este infinito Amor de Dios, que se revela en nuestra vida si nosotros nos abrimos a El. "Abrid de par en par las puertas a Cristo" sigue repiti?ndonos la voz del Esp?ritu Santo. Cultivando la adoraci?n eucar?stica nosotros nos abrimos desde dentro, a Su obra en nosotros. La Santa Eucarist?a celebrada y adorada, como nos ense?a la Iglesia, es el principal y m?s eficaz tesoro de nuestra salvaci?n, un tesoro infinito que debe ser custodiado con m?ximo respeto y con la m?s profunda devoci?n.
Junto al Coraz?n del Hijo est? el Coraz?n de la Madre, que la Iglesia celebra precisamente el d?a despu?s de la solemnidad del S. Coraz?n de Jes?s. Dejamos que sea una vez m?s el Santo Padre quien nos ilumine sobre este misterio: "El coraz?n que m?s se asemeja al de Cristo es, sin duda alguna, el coraz?n de Mar?a, su Madre inmaculada, y precisamente por eso la liturgia los propone juntos a nuestra veneraci?n. Respondiendo a la invitaci?n dirigida por la Virgen en F?tima, encomendemos a su Coraz?n inmaculado, que ayer contemplamos en particular, el mundo entero, para que experimente el amor misericordioso de Dios y conozca la verdadera paz?. (Benedicto XVI, ?ngelus del 5 de junio de 2005). (Agencia Fides 13/6/2007, L?neas: 62 Palabras: 912)

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VATICANO: "Jes?s es el Se?or. Educar en la fe, en el seguimiento, en el testimonio": el Papa Benedicto XVI ha abierto el Congreso anual de la Di?cesis de Roma

Ciudad del Vaticano, Agencia Fides,- En la tarde del lunes 11 de junio, el Santo Padre Benedicto XVI ha ido a la Bas?lica de San Juan en Letr?n donde ha inaugurado el Congreso Anual de la Di?cesis de Roma sobre el tema: "Jes?s es el Se?or. Educar en la fe, en el seguimiento, en el testimonio." Seguidamente citamos algunos de los pasajes principales del discurso del Santo Padre.

"El tema del Congreso es "Jes?s es el Se?or Educar en la fe, en la escuela, en el testimonio": un tema que nos concierne a todos, porque cada disc?pulo confiesa que Jes?s es el Se?or y est? llamado a crecer en la adhesi?n a ?l, dando y recibiendo ayuda de la gran compa??a de los hermanos en la fe."
"Es importante detenernos ante todo sobre la afirmaci?n inicial, que da el tono y el sentido de nuestro Congreso: "Jes?s" es el Se?or? desde el principio, los disc?pulos han reconocido en Jes?s resucitado que ?l es nuestro hermano en humanidad, pero asimismo es uno solo con Dios; aqu?l que con su llegada al mundo y en toda su vida, su muerte y resurrecci?n nos ha llevado a Dios, ha restituido de manera nueva y ?nica a Dios presente en el mundo, aqu?l, por lo tanto, que da sentido y esperanza a nuestra vida: en ?l encontramos en efecto el verdadero rostro de Dios, aquello de lo que realmente necesitamos para vivir."
"Educar en la fe, en la escuela y en testimonio quiere decir ayudar a nuestros hermanos, o mejor dicho ayudarnos rec?procamente, a entrar en una relaci?n viva con Cristo y con el Padre. Es esta, desde el principio, la tarea fundamental de la Iglesia como la comunidad de los creyentes, de los disc?pulos y de los amigos de Jes?s. La Iglesia, cuerpo de Cristo y templo del Esp?ritu Santo, es aquella compa??a confiable en la que somos engendrados y educados para llegar a ser, en Cristo, hijos y herederos de Dios."
"La experiencia diaria nos dice-y lo sabemos todos- que actualmente educar en la fe es una empresa f?cil. En realidad, hoy, cada obra de educaci?n parece volverse cada vez m?s ardua y precaria. Se habla por tanto de una gran "emergencia educativa", de la creciente dificultad que se encuentra en transmitir a las nuevas generaciones el valor-base de la existencia y un recto comportamiento, dificultad que involucra tanto a la escuela como a la familia y se puede decir que a todo organismo que se proponga objetivos educativos."
"La educaci?n tiende ampliamente a reducirse en la transmisi?n de determinadas habilidades o bien en la capacidad de hacer, mientras que se busca de satisfacer el deseo de felicidad de las nuevas generaciones llen?ndolas de objetos de consumo y de gratificaciones ef?meras. De este modo, sea los padres o los profesores f?cilmente est?n tentados de abdicar a sus propias tareas educativas y de no comprender ni siquiera cual sea su papel, o mejor dicho la misi?n a ellos confiados."
"Pero evidentemente esta situaci?n no satisface, no puede satisfacer, porque deja de parte el objetivo esencial de la educaci?n, que es la formaci?n de la persona para hacerla capaz de vivir en plenitud y de dar la propia contribuci?n al bien de la comunidad. Crece por lo tanto, de diversas partes, la pregunta por una educaci?n aut?ntica y el redescubrimiento de la necesidad de educadores que realmente sean tales? En tal contexto, el empe?o de la Iglesia para educar en la fe, en el seguimiento, en el testimonio del Se?or Jes?s asume m?s que nunca tambi?n el valor de una contribuci?n para hacer salir a la sociedad en que vivimos de la crisis educativa que la aflige."
"Justamente ?ste es el desaf?o decisivo para el futuro de la fe, de la Iglesia y del cristianismo y, por lo tanto, es una prioridad esencial de nuestro trabajo pastoral: acercar a Cristo y al Padre la nueva generaci?n, que vive en un mundo, en gran parte, lejos de Dios... Para la educaci?n y formaci?n cristiana, por lo tanto, es decisiva ante todo la oraci?n y nuestra amistad personal con Jes?s: s?lo qui?n conoce y ama a Jesucristo puede introducir a los hermanos en una relaci?n vital con ?l."
"La educaci?n y especialmente la educaci?n cristiana, es decir la educaci?n a plasmar la misma vida seg?n el modelo de Dios que es amor (cfr 1Jn 4,8.16) necesita aquella cercan?a que es propia del amor... Toda la comunidad cristiana, en sus m?ltiples articulaciones y miembros, tiene la responsabilidad de asumir la gran tarea de conducir las nuevas generaciones al encuentro con Cristo."
"En la educaci?n y en la formaci?n en la fe, una misi?n propia y fundamental y una responsabilidad primaria, competen a la familia. En efecto, el ni?o, que se asoma a la vida, a trav?s de los padres, hace la primera y decisiva experiencia del amor, de un amor que en realidad no es solamente humano sino que es un reflejo del amor que Dios tiene por ?l."
"Ciertamente, son muchas las familias que no est?n preparadas para esta tarea y no faltan las que parecen no estar interesadas o contrarias, a la educaci?n cristiana de los mismos hijos? Por lo tanto, se abre un espacio de empe?o y servicio para nuestras parroquias, oratorios, grupos juveniles, y sobre todo para las mismas familias cristianas, llamadas a hacerse pr?jimo de otras familias para sostenerlas y asistirlas en la educaci?n de los hijos, ayud?ndolas as? a hallar el sentido y el objetivo de la vida de pareja. Pasamos ahora a otros temas de la educaci?n a la fe."
Se revela entonces particularmente importante aquella cercan?a que puede ser asegurada por el sacerdote, la religiosa, el catequista u otros educadores capaces de hacer concreto para el joven el rostro amigo de la Iglesia y el amor de Cristo. Para engendrar efectos positivos que duren en el tiempo, nuestra cercan?a tiene que ser consciente que la relaci?n educativa es un encuentro de libertad y que la misma educaci?n cristiana es formaci?n a la aut?ntica libertad.".
"El trabajo educativo pasa por la libertad, pero tambi?n necesita autoridad. Por lo tanto, especialmente cuando se trata de educar en la fe, es central la figura del testigo y el rol del testimonio. El testigo de Cristo no transmite sencillamente informaciones, sino que est? implicado personalmente con la verdad que propone y a trav?s de la coherencia de su vida se convierte en un punto de referencia cre?ble. Pero ?l, no restituye a si mismo, sino a Alguien que es infinitamente m?s grande que ?l, de quien se ha fiado y ha experimentado su bondad. Por lo tanto, el aut?ntico educador cristiano es un testigo que encuentra el propio modelo en Jes?s Cristo."
"En la educaci?n, en la fe, una tarea muy importante se conf?a a la escuela cat?lica. Esta, en efecto, cumple con la propia misi?n bas?ndose en un proyecto educativo que pone el Evangelio en el centro y lo tiene como decisivo punto de referencia para la formaci?n de la persona y para toda la propuesta cultural... Asimismo las escuelas p?blicas, pueden ser apoyadas de diferentes maneras con la presencia de maestros creyentes -en primer lugar, pero no exclusivamente-, los profesores de religi?n cat?lica y de alumnos formados cristianamente, as? como con la colaboraci?n de muchas familias y de la misma comunidad cristiana."
?Hoy m?s que en el pasado la educaci?n y la formaci?n de la persona est?n influenciadas por esos mensajes y ese clima transmitidos por los grandes medios de comunicaci?n, que se inspiran en la mentalidad y la cultura caracterizadas por el relativismo, por el consumismo, y por una falsa y destructiva exaltaci?n, o m?s a?n, profanaci?n del cuerpo y de la sexualidad?.
Hay un ?ltimo punto sobre el que deseo llamar vuestra atenci?n: ello es sumamente importante para la misi?n de la Iglesia y necesita nuestro empe?o y ante todo nuestra oraci?n. Me refiero a las vocaciones, a seguir m?s de cerca al Se?or Jes?s en el sacerdocio ministerial y en la vida consagrada? De manera siempre delicada y respetuosa, pero tambi?n clara y valiente, tenemos que dirigir una peculiar invitaci?n al seguimiento de Jes?s a aquellos j?venes y a aquellas j?venes que aparecen m?s atra?dos y fascinados por la amistad con ?l? Sabemos bien que en este campo son decisivos la oraci?n y la calidad total de nuestro testimonio cristiano, el ejemplo de vida de los sacerdotes y las almas consagradas, la generosidad de las personas llamadas y las familias de las cuales provienen." (S.L) , Agencia Fides 13/6/2007; L?neas: 97 Palabras: 1444)

Links:
El texto integral del discurso del Santo Padre, en italiano
http://www.evangelizatio.org/portale/adgentes/pontefici/pontefice.php?id=812

Se ha recibido la seguiente comunicaci?n de la Editorial CCS


Estimado Amig@:

Nos es grato enviarte el bolet?n con nuestras ?ltimas novedades correspondientes al mes de Junio de 2007.
Puedes consultar m?s datos sobre ?stos u otros t?tulos de nuestro fondo editorial, en nuestra p?gina web: www.editorialccs.com , donde adem?s encontrar?s las pr?ximas novedades de las colecciones que m?s te interesen, selecciones de temas salesianos y acceso directo a nuestra tienda electr?nica.
Si tienes cualquier duda o necesitas alguna otra informaci?n, ponte en contacto con nosotros. Gracias por tu atenci?n e inter?s. Recibe un cordial saludo,

Editorial CCS



Nacer a la vida 1
Gu?a para los catequistas
ISBN: 978-84-9842-102. 21x29,7 cm. 48 p?gs. (7,69 ?) 8 ?

Nacer a la vida 2
Cuaderno de padres e hijos
ISBN: 978-84-9842-116. 21x29,7 cm. 32 p?gs. (6,65 ?) 6,95 ?

Propuesta de 8 catequesis prebautismales para padres que piden a la comunidad cristiana el bautismo de sus hijos peque?os. Las catequesis, bien desarrolladas y estructuradas, permiten:

? preparar para la celebraci?n del sacramento,
? favorecer una experiencia cristiana y
? abrir a un encuentro personal con Cristo.
Hay un libro para los catequistas (tambi?n lo puede usar los padres) y otro para los padres y ni?os.
?Cuando los padres piden el bautismo para sus hijos, interpelan a otros creyentes 
para que les acompa?en y les faciliten este nuevo nacimiento de su hijo a la vida cristiana?.



UNA HISTORIA SOBRE EL MALTRATO
Y LA HOMOSEXUALIDAD

Marta Lozano Ca?izar.
ISBN: 978-84-9842-0876. 12,5x19,5 cm. 120 p?gs. (6,63 ?) 6,90 ? 

Durante los ?ltimos a?os dos temas muy controvertidos han ido cobrando protagonismo en distintos ?mbitos sociales y en los diferentes medios de comunicaci?n. Personas de diversa ideolog?a o situaci?n social discuten sobre el maltrato y la homosexualidad.


LOS CRISTIANOS EN LA HISTORIA/ 2
Desde las cruzadas hasta nuestros d?as
Miguel ?ngel Torres.
ISBN: 978-84-9842-0791. 180 p?gs. 17x24 cm.

?Qu? hechos y acontecimientos han marcado la historia del cristianismo? ?Qu? personajes han guiado e impulsado a la Iglesia en su devenir hist?rico? ?Qu? costumbres y tradiciones identifican a los cristianos? Los cristianos en la historia es un libro que contiene unos materiales de historia de la Iglesia en momentos puntuales y que servir? para que los profesores de religi?n puedan disponer de materiales complementarios en el aula. Tambi?n los catequistas podr?n utilizar muchos elementos del libro para la catequesis y la cultura religiosa b?sica.

LA VIDA DE JES?S EN JUEGOS
Jos? Mar?a Escudero.
ISBN: 978-84-9842-0968. 180 p?gs. 17x24 cm.

Las cosas importantes si las interiorizamos de manera alegre, mucho mejor. No se hacen pesadas. El juego aqu? est? utilizado para pasarlo bien en grupo y para asimilar momentos de la vida y del mensaje de Jes?s de Nazaret. Se pueden utilizar estos juegos en la catequesis, en la clase de religi?n, en campamentos, en actividades y jornadas de formaci?n y tiempo libre? Jos? Mar?a Escudero es pavoniano, trabaja con grupos de adolescentes y de j?venes en el colegio ?Hijos de Mar?a Inmaculada? de Valladolid y tiene una facilidad grande para crear din?micas y actividades de grupo en el trabajo pastoral. Colabora habitualmente en la revista Misi?n Joven donde vio la luz gran parte del material aqu? recogido y organizado ahora de manera m?s sistem?tica.

30 CONSEJOS PR?CTICOS PARA EDUCAR HOY
Gu?a ?til y divertida para Maestros, Profesores y Padres
Santiago Galve.
ISBN: 978-84-9842-1002. 13,5x21 cm. 136 p?gs. (8,17 ?) 8,50 ?

El libro propone, con un lenguaje ?gil y una pedagog?a simp?tica, la experiencia de m?s de cuarenta a?os de su autor en una tarea tan apasionante como es la educaci?n. Las quejas de muchos educadores sobre la situaci?n que hoy tienen que vivir en su trabajo, les est?n llevando a tirar la toalla. Aqu? pueden encontrar las claves elementales para realizar su tarea. Se proponen 30 Consejos. Para que se recuerde el consejo, el autor nos narra una vivencia con el estilo de los cuentos. Y concluye con principios educativos a modo de moraleja.


AN?LISIS TRANSACCIONAL I.
C?mo nos hacemos persona
Francisco Mass? Cantarero
ISBN: 978-84-9842-1088. 17x24 cm. 296 p?gs. (16,25 ?) 16,90 ?

Cada persona es un agente constructor o destructivo para sus cong?neres, por las atribuciones de valor que nos asignamos rec?procamente, la confianza que nos otorgamos, las expectativas de desarrollo personal que creamos y las confirmaciones que efectuamos sobre los logros ajenos. Por eso, ?ste es un libro de An?lisis Transaccional, porque se adentra en averiguar c?mo la conducta cotidiana contribuye a la configuraci?n del propio yo de cada persona.


CUENTOS PARA PORTARSE BIEN EN EL COLEGIO
Educaci?n Infantil y Primaria
Jes?s Jarque Garc?a.
ISBN: 978-84-9842-1019. 17x24 cm. 168 p?gs. (9,42 ?) 9,80 ?

Veintis?is cuentos para tratar los problemas habituales de comportamiento en el aula de Educaci?n Infantil y de los dos primeros ciclos de Primaria. Cada cuento tiene un animal como protagonista y se centra en una problem?tica concreta: la osa Rosa no quiere trabajar, Fantito es un elefante que siempre est? en las nubes, el mono Chimpa pega a los dem?s? Los cuentos ofrecen al ni?o un modelo realista para superar estas dificultades.


EJERCICIOS PARA MEJORAR LA MEMORIA/ 2
Anna Puig.
ISBN: 978-84-9842-0838 15x23 cm. 416 p?gs. (17,31 ?) 18 ?

Ejercicios para mejorar la Memoria/2 es la continuaci?n de Ejercicios para mejorar la Memoria y, por tanto, el nivel de dificultad que presenta es superior. Va dirigido a todas aquellas personas interesadas en mejorar su memoria individualmente, se trata de un programa de prevenci?n y promoci?n de la salud. Es un instrumento que facilita el ejercicio mental de una forma entretenida y variada. Se presentan 180 ejercicios de dificultad creciente que inciden en diferentes capacidades cognitivas y refuerzan diferentes mnemot?cnicas. Los ejercicios se estructuran en grupos de cinco y se distribuyen en 36 sesiones. Estos ejercicios pueden ser utilizados tambi?n por profesionales que intervienen con personas mayores como complemento al Programa de Entrenamiento de la Memoria o a los talleres de memoria.


EDUQUEMOS MEJOR
Gu?a para padres y profesores
Jos? Mar?a Quintana.
ISBN: 978-84-9842-1040. 13,5x21 cm. 240 p?gs.

Denuncia los principales fallos de la educaci?n en el ?mbito familiar, social y escolar, y aporta remedios para que la educaci?n tenga m?s calidad y eficiencia. No es, pues, un libro te?rico sino eminentemente pr?ctico, aun cuando surge de unas bases cient?ficas y pedag?gicas y ?por otra parte? evita caer en la banalidad de las recetas concretas. M?s bien quiere exponer y comentar los diversos principios de una Pedagog?a Humanista seria y realista. En educaci?n se han expresado teor?as y propuestas extremistas, fantasiosas y desencaminadas; las del Profesor Quintana quieren ser ?por el contrario? realistas, equilibradas y oportunas.


Otros T?tulos de la Colecci?n Recursos de Pastoral


LOS CRISTIANOS EN LA HISTORIA/ 1
Desde los or?genes hasta las Cruzadas.
MATERIALES PARA LA CLASE DE RELIGI?N

Miguel ?ngel Torres.
ISBN 978-84-8316-9476. 17x24 cm. 132 p?gs. (7,40 ?) 7,70 ?

Materiales de historia de la Iglesia en momentos puntuales que servir?n para que los profesores de religi?n puedan disponer de complementos en el aula. Tambi?n los catequistas podr?n utilizar muchos elementos del libro para la catequesis y la cultura religiosa b?sica.


MEJOREMOS NUESTRAS REUNIONES
Manual breve para comunidades y grupos eclesiales
Enzo Bianco.
ISBN 978-84-7043-8813. 17x24 cm. 168 p?gs. (8,46 ?) 8,80 ?

El autor afronta la manera de llevar reuniones situado en el ?mbito interno de la comunidad cristiana porque ?sa es su experiencia y su referencia concreta. Muchos animadores de grupos y parroquias podr?n sacar fruto de la lectura de este libro, cargado de ?sabidur?a? pr?ctica.


CLAVES DE ACCI?N PASTORAL
CON LOS EXCLU?DOS

Una experiencia en clave narrativa
Pr?xima NOVEDAD
Julio C?sar Rioja.
ISBN: 978-84-9842-0951. 108 p?gs. 17x24 cm.

?C?mo actuar o intervenir en el barrio desde la parroquia? No hay respuestas hechas. No hay matem?ticas aplicadas a la pastoral ni a la intervenci?n con excluidos. Hay historias, caras, personas, todas parecidas; todas diferentes. Hay experiencias reflexionadas. Los caminos de otros pueden orientar nuestro camino. Nada m?s. ?Es poco? No. Es todo lo que podemos tener en las manos para comenzar a hacer nuestro plan de intervenci?n. Aqu? tienes una experiencia rica para construir tu propio camino.

Publicado por verdenaranja @ 23:26
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15 de Junio

? Por otro lado, la Octava del Corpus de La Orotava de este a?o se presenta con el lema ?La compasi?n de Dios, la compasi?n del Hombre?. El Obispo realiz? el Preg?n de esta fiesta. Durante el mismo se?al?, entre otras cosas que, ?no dejen de participar en la Misa Solemne del Corpus Christi en la iglesia matriz de la Concepci?n, que presidir? el obispo diocesano -a?adi?-, y que se prolonga con la grandiosa procesi?n con el Sant?simo Sacramento (una de las mejores y m?s vivas de Canarias). Se trata de una procesi?n que transcurre por unas calles alfombradas de flores y con las casas engalanadas a lo largo de un amplio recorrido que, dejando a un lado el bullicio del tr?fico y el ajetreo comercial de cada d?a, se convierte en un lugar sagrado, en honor de Jesucristo, el Rey de reyes y el Se?or de se?ores".

15 de Junio

? Radio Mar?a realiza un programa de una hora, todos los lunes, a las 8 de la noche que lleva por t?tulo ?El matrimonio una vocaci?n?. Se trata de un programa que recorre diferentes di?cesis espa?olas, incluida, desde el mes de mayo, la Di?cesis Nivariense que emite en directo, desde la sede del COF. Su director, Juan Pedro Rivero, es el encargado de conducir este espacio que aborda diversos temas relacionados con la pareja y la familia.

Art?culo publicado en la secci?n "Divulgaci?n" de la Revista PUNTO DE ENCUENTRO, Movimiento Solidario, Social y Efectrivo, JUNIO-AGOSTO 2007 N? 31, escrito por Agust?n Meli?n, psiquiatra.

El individualismo


AGUST?N MELI?N PSIQUIATRA


En el momento cultural actual, la facilidad de las comunicaciones y los deseos de participar en las decisiones que afectan a los grupos, son realidades palmarias, as? como las manifestaciones de solidaridad incondicional, pero, frecuentemente, hay actitudes y convicciones contradictorias

El concepto de individuo implica, por una parte. un ser dividido, y tambi?n el ser indivisible; a su vez, por la condici?n de ser personal, es capaz de conocer y de querer por medio de la raz?n y la voluntad, o sea, capaz de hacerse con la realidad y de llegar hasta el ?xtasis. Tiene relaciones y por tanto, no est? aislado. Por el proceso de individuaci?n se determina la individualidad, su car?cter intr?nseco y entre las notas individuantes m?s significativas, est? la incomunicabilidad, que radica en la materia, condici?n que le conduce a una vida propia y distinta, y con posibilidades de ego?smo. Es necesaria una integraci?n armoniosa de la materia y el esp?ritu para superar lo individual, lo particu?lar, lo singular, y lo incomunicable, superan-do el dominio desp?tico que la materia puede ejercer.

Situando al individuo de inicio, para enfocar la realidad y los acontecimientos sociales, de alg?n modo se est? negando la existencia real de lo colectivo y con ello, lo individual es el fundamento de lo pol?tico y del deber ser de lo colectivo. Como consecuen?cia, lo individual regula las organizaciones pol?ticas, y las instituciones p?blicas se ha?cen a su medida.

El individualismo es una de las maneras de entender la acci?n social y de quien es el sujeto de dicha acci?n. De este modo, los ?nicos sujetos de la acci?n social son los individuos, ya que las formas colectivas son relaciones habidas entre individuos; lo social ser?a una maximalizaci?n de la individualidad. Lo ?nico existente es lo individual, siendo lo social algo agregado y por tanto, algo que existe por necesidad y no por naturaleza, un a?adido que no pertenece a los elementos constitutivos del yo.

En el individualismo pol?tico la sociedad es un a?adido de individuos, siendo el sentido del orden pol?tico asegurar las libertades individuales por medio de la regulaci?n y controlando las instituciones que pudieran limitarlas como la familia, las cooperativas, las asociaciones culturales o las organizaciones municipales.

El bien com?n, que no es material sino de naturaleza jur?dica, es el conjunto de normas de vinculaci?n que garantizan las relaciones sociales, y al ser com?n pueden ser usufructuarios todos simult?neamente. En el individualismo ha sido sustituido por el inter?s de la mayor?a, lo cual atenta contra el n?cleo de lo social, pues altera la coherencia colectiva y la estabilidad de las instituciones. S?lo existen reglas del juego, que no garantizan la sociedad del bienestar y la justicia.

Se considera al individuo como el ?nico portador de derechos. Al ser el ?nico sujeto real de la vida social, s?lo se busca el inter?s de la mayor?a, aunque est? opuesto al bien natural y sin respeto a las minor?as.

El individualismo social tiene una carga peyorativa superponible al ego?smo. ya que act?a premiando lo privado y particular frente al universalismo y al altruismo; las ideolog?as son formas de individualismo de grupo, enfrent?ndose a otros grupos sin que exista la posibilidad de di?logo, ya que tienen posicionamientos impenetrables, buscando a trav?s de los atajos ventajas y privilegios, como sucede con el ecologismo, no con la ecolog?a, o con el machismo y el feminismo, no con la feminidad y la masculinidad y sus formas de cooperaci?n, o con el progresismo que, justificado por un futuro mejor, legitima cualquier atentado contra la naturaleza. El cientificismo es un s? a la ciencia, pero que no niegue otras formas de conocimiento.

Las opiniones y las creencias act?an de un modo subyacente y sistem?tico, o sea, como base sin clara advertencia y hasta el ?ltimo recoveco de la realidad social.

Los principios de una teor?a filos?fico pol?tica materialista conducen a la anomia y al individualismo, que son dos caracter?sticas casi t?picas de las sociedades modernas (s?lvese quien pueda). La dificultad de implantar un marco normativo y un estado democr?tico de derecho conduce a la eliminaci?n o a la autoeliminaci?n personal, que son las maneras c?mo el ser humano se encuentra con la realidad, un hombre derrotado por la huida y el hedonismo, y a su vez est? siempre bajo el riesgo de la injusticia.

Han surgido movimientos sociopol?ticos que han intentado subsanar la situaci?n. As? el capitalismo personalista protege las iniciativas y la propiedad privada, pero no ha podido establecer mecanismos solidarios compensadores eficientes. Por otra parte, los socialismos y el marxismo, desde su concepci?n estatalista, han usurpado los medios de producci?n, en oposici?n y enfrentamiento al opresor, con lucha de clases y ofreciendo un para?so que nunca lleg?.

La persona humana es un ser indigente, ne?cesitado, pero con posibilidades, tiene que acabar de ser as?. Tiene actos inmanentes, que son los que permanecen en el que los ejecuta, y tambi?n actos trascendentes (transe?ntes) que terminan en algo que est? fuera del agente, que tiene consecuencias. La persona, en su caracter?stica constituci?n trascendente, tiene la posibilidad de autotrascenderse, y as? se afirma como ser-persona, trascendente y teniendo en el uso de su libertad la posibilidad de alcanzar la plenitud, dentro de las limitaciones propias de sus imperfecciones.

La mentalidad individualista conduce al anarquismo, ya que se opina de modo independiente; pero el colectivismo no es la soluci?n, ya que la sociedad ser?a la suma de individuos y cada uno ser?a se?or de s? mismo. La sociedad no se puede calcular por la suma sino por la relaci?n integrada.

Es palmario que hemos asistido al descalabro de los humanismos ut?picos. a la elevaci?n del hombre como centro y fin de la vida. Las promesas de paz abundancia y progreso se han confiado al poder humano. El mito del progreso t?cnico y humano ha conducido al desencanto y la inseguridad. No hay confianza entre las personas. Urge encontrar lo que realmente es humano, lo que realmente es bueno para el hombre, evitan-do lo que le vac?a y le cosifica.

El pensamiento occidental, en las ?ltimas d?cadas, ha realizado un esfuerzo hermen?utico para conducir al hombre a sus valores. Es lo que se ha llamado el personalismo que, superando las descripciones cl?sicas, exalta otras dimensiones como la libertad, la autonom?a y sobre todo, la trascendencia, un hombre que no est? cerrado en s? mismo.

Hay que buscar aquellos elementos que son irrenunciables para conseguir una vida ple?na, fundada en la realidad del hombre, m?s all? de la apariencia y la mezquindad.

La alegr?a de vivir se encuentra en los con-juntos humanos desprendidos y solidarios.

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DOMINGO 11 DEL TIEMPO ORDINARIO / C
17 de junio de 2007


La gracia de nuestro Se?or Jesucristo, el amor del Padre y la comuni?n del Esp?ritu Santo est?n con todos vosotros.

MONICI?N DE ENTRADA

Con el domingo de Pentecost?s, conclu?amos el tiempo de Pascua. Luego, hemos celebrado la Trinidad y el Corpus. Y ahora volvemos a los domingos del tiempo ordinario, esos domingos en los que no celebramos ninguna fiesta especial, sino que nos reunimos, simplemente, porque es domingo, el d?a del Se?or. El domingo pr?ximo volveremos a celebrar otra fiesta, la de san Juan. Pero hoy nos encontramos aqu? movidos por lo m?s fundamental y b?sico de nuestra fe: que Jes?s nos convoca, y nos da su Palabra y su Pan de vida eterna.

? Por eso ahora, con esp?ritu de acci?n de gracias, comenzamos la celebraci?n de la Eucarist?a.

A. penitencial: En silencio, pong?monos ante Dios. (Silencio).

T?, que has sido enviado a sanar los corazones afligi?dos. SE?OR, TEN PIEDAD.
T?, que has venido a llamar a los pecadores. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, que est?s sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros. SE?OR, TEN PIEDAD.


1. lectura (2 Samuel 12,7-10.13): Nuestro Dios es el Dios de la gracia y del perd?n. Escuchemos ahora una historia del Antiguo Testamento que nos muestra a este Dios que no quiere la muerte del pecador sino su conversi?n. Una historia que nos prepara para escuchar luego el relato del evangelio.

2. lectura (G?latas 2,16.19-21): La segunda lectura es una reflexi?n de san Pablo que vale la pena que escuchemos atentamente. San Pablo, que era jud?o, explica que el hecho de pertenecer al pueblo elegido y cumplir la ley no da la salvaci?n. La salvaci?n nos viene s?lo gracias a Jesucristo, y por ning?n m?rito nuestro.

Oraci?n universal: Present?mosle al Padre nuestras peticiones diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

1. Por todos los cristianos. Que no busquemos nunca la venganza ni la muerte de los que hacen el mal, sino que deseemos de todo coraz?n que se conviertan.
OREMOS:

2. Por los gobernantes. Que trabajen por la paz y hagan posible que las riquezas de este mundo lleguen a todos. OREMOS:

3. Por los que se dedican a la educaci?n de los ni?os y de los j?venes. Que les ayuden a formarse en los valores que realmente merecen la pena. OREMOS

4. Por los abuelos y abuelas. Que puedan ver crecer con alegr?a a sus nietos, y sean para ellos ejemplo de fe y de amor. OREMOS:

5. Por... Que...
OREMOS:

6. Por nosotros. Que estemos siempre agradecidos a Dios, que nunca deja de darnos su perd?n. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y danos tu Esp?ritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Como Jesucristo nos ha ense?ado ahora, antes de comulgar, nos atrevemos a decir

Publicado por verdenaranja @ 22:54  | Liturgia
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13 Junio (ACI).- El cristiano se interesa por la Iglesia porque la ama, y no busca la curiosidad por el esc?ndalo, dijo el Papa Benedicto XVI este mi?rcoles, al dedicar su habitual catequesis a la figura de Eusebio, Obispo de Cesarea.

Hablando ante m?s de 30 mil personas bajo un d?a de sol que lo oblig? a usar un sombrero, el Pont?fice se refiri? a Eusebio, el Padre de la Iglesia nacido alrededor del a?o 260 y conocido como el primer historiador del cristianismo, se?alando que fue ?el m?s grande fil?logo de la Iglesia antigua?, que como tal particip? en el Concilio de Nicea en el 325, donde se defini? el Credo y la afirmaci?n de la plena divinidad del Hijo de Dios.

?La fama imperecedera de Eusebio ?explic? el Papa? est? ligada en primer lugar a los diez libros de su ?Historia Eclesi?stica?, con los que consigui? salvar del olvido seguro numerosos hechos, personajes y obras literarias de la Iglesia antigua?.

Pero la historiograf?a de Eusebio, explic? el Santo Padre, ?es una historia centrada en Cristo, donde se desvela progresivamente el misterio del amor de Dios por los seres humanos?. ?El an?lisis hist?rico no est? nunca finalizado a s? mismo sino que apunta decididamente a la conversi?n y a un testimonio aut?ntico de vida cristiana por parte de los fieles?, agreg?.

Benedicto XVI se?al? que Eusebio ?interpela a los creyentes de todos los tiempos respecto al modo de acercarse a los hechos de la historia y en particular de la Iglesia. Tambi?n nos interpela a nosotros. ?Cu?l es nuestra actitud frente a las vicisitudes de la Iglesia??.

Y el Papa pregunt?: ??Es la actitud de quienes se interesan por cura curiosidad, quiz? buscando a cualquier precio lo sensacionalista o lo escandaloso?; ?O es la actitud llena de amor y abierta al misterio de quien sabe, gracias a la fe, que puede encontrar en la historia de la Iglesia los signos del amor de Dios y las grandes obras de salvaci?n que ha llevado a cabo? Si nuestra actitud es ?sta, tenemos que dar una respuesta m?s coherente y decidida, un testimonio de vida m?s cristiano?.

El Santo Padre cit? al respecto a ?ese eminente experto de los Padres de la Iglesia que fue el Cardenal Jean Dani?lou, cuando afirmaba: ?Hay un contenido secreto en la historia. (...) El misterio de las obras de Dios que constituyen en el tiempo la realidad aut?ntica, que se esconde tras las apariencias. (...) Pero ?sta historia que Dios realiza para el ser humano, no la realiza sin ?l?.

?Tambi?n hoy Eusebio de Cesarea invita a los creyentes a maravillarse, a contemplar en la historia las grandes obras de Dios para la salvaci?n de los seres humanos. Y con igual energ?a nos invita a la conversi?n de vida. Efectivamente, frente a un Dios que nos ha amado tanto, no podemos permanecer inertes. La instancia propia del amor es que la vida entera se oriente a la imitaci?n del Amado?, concluy? el Papa.

ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI durante la audiencia general del mi?rcoles, 13 de junio de 2007, en la que, continuando con el ciclo de catequesis sobre los Padres Apost?licos de la Iglesia, present? a Eusebio de Cesarea.


Queridos hermanos y hermanas:
En la historia del cristianismo antiguo es fundamental la distinci?n entre los primeros tres siglos y los sucesivos al Concilio de Nicea del a?o 325, el primero ecum?nico. Como ?bisagra? entre los dos per?odos est?n el as? llamado ?cambio de Constantino? y la paz de la Iglesia, as? como la figura de Eusebio, obispo de Cesarea en Palestina.

Fue el exponente m?s cualificado de la cultura cristiana de su tiempo en contextos muy variados, de la teolog?a a la ex?gesis, de la historia a la erudici?n. Eusebio es conocido sobre todo como el primer historiador del cristianismo, pero tambi?n como el fil?logo m?s grande de la Iglesia antigua.

En Cesarea, donde probablemente naci? en torno al a?o 260, Or?genes se hab?a refugiado procedente de Alejandr?a, y all? hab?a fundado una escuela y una ingente biblioteca. Precisamente con estos libros se habr?a formado, alguna d?cada despu?s, el joven Eusebio. En el a?o 325, como obispo de Cesarea, particip? con un papel de protagonista en el Concilio de Nicea. Suscribi? el ?Credo? y la afirmaci?n de la plena divinidad del Hijo de Dios, definido por ?ste con ?la misma sustancia? del Padre ( ?homoo?sios t? Patr??). Es pr?cticamente el mismo ?Credo? que nosotros rezamos todos los domingos en la santa liturgia.

Sincero admirador de Constantino, que hab?a dado paz a la Iglesia, Eusebio sinti? por ?l estima y consideraci?n. Celebr? al emperador, no s?lo en sus obras, sino tambi?n en discursos oficiales, pronunciados en el vig?simo y trig?simo aniversario de su llegada al trono, y despu?s de su muerte, acaecida en el a?o 337. Dos o tres a?os despu?s tambi?n mor?a Eusebio.

Estudioso incansable, en sus numerosos escritos, Eusebio busca reflexionar y hacer un balance de los tres siglos de cristianismo, tres siglos vividos bajo la persecuci?n, recurriendo en buena parte a las fuentes cristianas y paganas conservadas sobre todo en la gran biblioteca de Cesarea. De este modo, a pesar de la importancia objetiva de sus obras apolog?ticas, exeg?ticas y doctrinales, la fama imperecedera de Eusebio sigue estando ligada en primer lugar a los diez libros de su ?Historia eclesi?stica?. Fue el primero en escribir una historia de la Iglesia, que sigue siendo fundamental gracias a las fuentes que Eusebio pone a nuestra disposici?n para siempre. Con esta ?Historia? logr? salvar del olvido seguro numerosos acontecimientos, personajes y obras literarias de la Iglesia antigua. Se trata, por tanto, de una fuente primaria para el conocimiento de los primeros siglos del cristianismo.

Nos podemos preguntar c?mo estructur? y con qu? intenciones redact? esta nueva obra. Al inicio del primer libro, el historiador presenta los argumentos que pretende afrontar en su obra: ?Me he propuesto redactar las sucesiones de los santos ap?stoles desde nuestro Salvador hasta nuestros d?as; cu?ntos y cu?n grandes fueron los acontecimientos que tuvieron lugar seg?n la historia de la Iglesia y qui?nes fueron distinguidos en su gobierno y direcci?n en las comunidades m?s notables, incluyendo tambi?n aquellos que, en cada generaci?n, fueron embajadores de la Palabra de Dios, ya sea por medio de la escritura o sin ella, y los que, impulsados por el deseo de innovaci?n hasta el error, se han anunciado promotores del falsamente llamado conocimiento, devorando as? el reba?o de Cristo como lobos rapaces? y tambi?n el n?mero; el modo y el tiempo de los paganos que lucharon contra la palabra divina y la grandeza de los que en su tiempo atravesaron, por ella, la prueba de sangre y tortura; se?alando adem?s los martirios de nuestro tiempo y el auxilio benigno y favorable para con todos de nuestro Salvador ? (1, 1, 1-2).

De esta manera, Eusebio abarca diferentes sectores: la sucesi?n de los ap?stoles, como estructura de la Iglesia, la difusi?n del Mensaje, los errores, las persecuciones por parte de los paganos y los grandes testimonios que constituyen la luz de esta ?Historia?. En todo esto, resplandecen la misericordia y la benevolencia del Salvador. Eusebio inaugura as? la historiograf?a eclesi?stica, abarcando su narraci?n hasta el a?o 324, a?o en el que Constantino, despu?s de la derrota de Licinio, fue aclamado como emperador ?nico de Roma. Se trata del a?o precedente al gran Concilio de Nicea que despu?s ofrece la ?summa? de lo que la Iglesia --doctrinal, moral e incluso jur?dicamente-- hab?a aprendido en esos trescientos a?os.

La cita que acabamos de referir del primer libro de la ?Historia eclesi?stica? contiene una repetici?n que seguramente es intencionada. En pocas l?neas repite el t?tulo cristol?gico de ?Salvador?, y hace referencia expl?cita a ?su misericordia? y a ?su benevolencia?. Podemos comprender as? la perspectiva fundamental de la historiograf?a de Eusebio: es una historia ?cristoc?ntrica?, en la que se revela progresivamente el misterio del amor de Dios por los hombres. Con genuina sorpresa, Eusebio reconoce que ?de todos los hombres de su tiempo y de los que han existido hasta hoy en toda la tierra, s?lo ?l es llamado y confesado como Cristo [es decir ?Mes?as? y ?Salvador del mundo?], y todos dan testimonio de ?l con este nombre, record?ndolo as? tanto los griegos como los b?rbaros. Adem?s, todav?a hoy entre sus seguidores, en toda la tierra, es honrado como rey, es contemplado como siendo superior a un profeta y es glorificado como el verdadero y ?nico sumo sacerdote de Dios; y, por encima de todo esto, es adorado como Dios por ser el Logos preexistente, anterior a todos los siglos, y habiendo recibido del Padre el honor de ser objeto de veneraci?n. Y lo m?s singular de todo es que los que estamos consagrados a ?l no le honramos solamente con la voz o con los sonidos de nuestras palabras, sino con una completa disposici?n del alma, llegando incluso a preferir el martirio por su causa a nuestra propia vida? (1, 3, 19-20).

De este modo, aparece en primer lugar otra caracter?stica que ser? una constante en la antigua historiograf?a eclesi?stica: la ?intenci?n moral? que preside la narraci?n. El an?lisis hist?rico nunca es un fin en s? mismo; no s?lo busca conocer el pasado; m?s bien, apunta con decisi?n a la conversi?n, y a un aut?ntico testimonio de vida cristiana por parte de los fieles. Es una gu?a para nosotros mismos.

De esta manera, Eusebio interpela vivamente a los creyentes de todos los tiempos sobre su manera de afrontar las vicisitudes de la historia, y de la Iglesia en particular. Nos interpela tambi?n a nosotros: ?Cu?l es nuestra actitud ante las vicisitudes de la Iglesia? ?Es la actitud de quien se interesa por simple curiosidad, buscando el sensacionalismo y el escandalismo a todo coste? ?O es m?s bien la actitud llena de amor y abierta al misterio de quien sabe por la fe que puede percibir en la historia de la Iglesia los signos del amor de Dios y las grandes obras de la salvaci?n por ?l realizadas?

Si esta es nuestra actitud tenemos que sentirnos interpelados para ofrecer una respuesta m?s coherente y generosa, un testimonio m?s cristiano de vida, para dejar los signos del amor de Dios tambi?n a las futuras generaciones.

?Hay un misterio?, no se cansaba de repetir ese eminente estudioso de los Padres, el padre Jean Dani?lou: ?Hay un contenido escondido en la historia? El misterio es el de las obras de Dios, que constituyen en el tiempo la realidad aut?ntica, escondida detr?s de las apariencias? Pero esta historia que Dios realiza por el hombre, no la realiza sin ?l. Quedarse en la contemplaci?n de las ?grandes cosas? de Dios significar?a ver s?lo un aspecto de las cosas. Ante ellas est? la respuesta? (?Ensayo sobre el misterio de la historia?, ?Saggio sul mistero della storia?, Brescia 1963, p. 182).

Tantos siglos despu?s, tambi?n hoy Eusebio de Cesarea invita a los creyentes, nos invita a sorprendernos a contemplar en la historia las grandes obras de Dios por la salvaci?n de los hombres. Y con la misma energ?a nos invita a la conversi?n de la vida. De hecho, ante un Dios que nos ha amado as?, no podemos quedar insensibles. La instancia propia del amor es que toda la vida se oriente a la imitaci?n del Amado. Hagamos todo lo que est? a nuestro alcance para dejar en nuestra vida una huella transparente del amor de Dios.


[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit. Al final de la audiencia el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol dijo:]


Queridos hermanos y hermanas:
Entre las figuras m?s destacadas de la Iglesia antigua hay que mencionar a Eusebio, obispo de Cesarea, testigo y protagonista de un cambio de ?poca para el cristianismo, que alcanza la paz con el emperador Constantino y celebra el primer concilio de Nicea, en el que Eusebio suscribi? el Credo.

Eusebio es conocido sobre todo por los diez libros de su Historia Eclesi?stica, con una gran cantidad de noticias de los tres primeros siglos. Pero no es s?lo un alarde de erudici?n: se trata de narrar los hechos que muestran el progresivo desarrollo del misterio del amor de Dios por los hombres que se ha manifestado en Cristo. Al mismo tiempo, es una historia que no s?lo atrae la curiosidad, sino que llama a la conversi?n, a reconocer en la vida de la Iglesia los signos del amor de Dios y las magn?ficas obras que ha hecho para nuestra salvaci?n. A su vez, este reconocimiento invita a dar una respuesta generosa y un testimonio claro de vida cristiana, orientada a imitar a quien tanto nos ha amado y nos ama. Despu?s de tantos siglos, Eusebio de Cesarea nos repite esta invitaci?n.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua espa?ola, en particular al grupo de la Instituci?n Teresiana, reunido estos d?as en Roma, a las Siervas de Mar?a Ministras de los Enfermos, a los colaboradores de las Obras Pontificias Misioneras de M?xico y al grupo del Colegio San Agust?n de Lima, as? como a los dem?s grupos y personas venidas de Espa?a, M?xico, Ecuador, Per? y de otros Pa?ses de Latinoam?rica. Invito a todos a ver en la historia y en la vida cotidiana el amor y la bondad de Dios.

Muchas gracias por vuestra visita.

[? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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VATICANO - Por primera vez una mujer como nuevo Secretario General de Caritas Internationalis: "Prioridad a las emergencias humanitarias, al desarrollo, a la construcci?n de la paz"

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La asistencia humanitaria de Caritas Internationalis habla a lo femenino: Lesley-Anne Knight, de 51 a?os, inglesa, originaria de Zimbabwe, es el nuevo Secretario General de la confederaci?n de Caritas Internationalis, elegida al final de la asamblea General que se ha celebrado hace pocos d?as pasados en el Vaticano. Knight, primera mujer que reviste este cargo, ha trabajado por 25 a?os en la CAFOD (Caritas de Inglaterra y Gales) d?nde ha sido Director Internacional, y sucede a Duncan Mac Laren. Ahora asume el control operativo de la organizaci?n, que en los d?as pasados hab?a elegido como presidente al Cardenal de Honduras ?scar Rodriguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa.
"Caritas es un tesoro. Tengo ante mi un gran honor, pensando en los pr?ximos cuatro a?os en que tendr? que desarrollar este servicio como Secretario del Caritas Internationalis. Nuestro trabajo tiene un impacto sobre la vida de muchos pobres. Agradezco a mis hermanos y hermanas de Caritas que me han dado confianza asign?ndome esta responsabilidad", ha declarado Knight.
Refiri?ndose al trabajo de los pr?ximos a?os, la nueva Secretaria ha afirmado: "Nuestras prioridades, en la Confederaci?n, ser?n las emergencias humanitarias, el desarrollo integral de las comunidades locales, la construcci?n de la paz. Estos no son filones del trabajo distintos sino parte de un mismo programa que quiere ayudar a los pobres a transformar sus vidas. Caritas tendr? que reforzar la coordinaci?n interior, la comunicaci?n, la capacidad de sensibilizaci?n, para realizar su potencial de transformaci?n del mundo, por medio de la fe en Jesucristo".
En el mensaje conclusivo de la 18 Asamblea General, Caritas Internationalis afirma: "Decimos con una sola voz: llenos de amor podemos poner fin al esc?ndalo de la pobreza", se?alando que el trabajo de la Confederaci?n apuesta por el desarrollo integral de la persona y de las diversas comunidades.
El texto cita en particular las crisis humanitarias y sociales en Darfur (Sud?n) Irak, Colombia, Norte de Uganda, Sri Lanka, Rep?blica Democr?tica del Congo, contextos dif?ciles en lo que Caritas trabaja para detener los conflictos, ayudar a la poblaci?n civil en la emergencia, intentar hacer que recuperen una vida normal las comunidades. Han expresado un llamamiento particular por la paz en Medio Oriente, mientras que la organizaci?n ha anunciado que continuar? controlando la acci?n de los estados ricos para que mantengan las promesas de ayudas a las naciones m?s pobres. (PA) (Agencia Fides 12/6/2007 L?neas. 33 Palabras: 419)

Links:
El texto del Mensaje Final de la Asamblea de Caritas Internationalis en lengua inglesa
http://www.fides.org/eng/documents/caritas_internationalis_final_message.doc

Art?culo extra?do del bolet?n "Misioneros Javerianos" ABRIL 2007, n?mero 432.
(Para ver segunda parte hacer clic AQU?)
(Para ver tercera parte hacer clic AQU?)

LA INCULTURACION EN EUROPA (I)

P. Carlos Collantes


En todas las culturas ?creaciones humanas? hay luces y sombras, valores y l?mites, y las sombras (injusticia, violencia, opresi?n, hipocres?a, mentira...) son incompatibles con la fe cristiana. El evangelio es presencia cr?tica y purificadora, por eso levanta su voz prof?tica contra lo imperfecto o pecaminoso presente en toda cultura y act?a de modo contracultural al interior de cada cultura.

El evangelio va m?s all? de cualquier cultura, lo que impide ?y siempre impedir? la identificaci?n plena entre cultura y evangelio. En consecuencia, la Iglesia ?los cristianos? tendr? que actuar, con frecuencia, de modo contracultural para ser fiel a s? misma, al evangelio, al Reino, al proyecto de Dios.

Arraigo y transformaci?n

Pablo en sue?os ve a un macedonio que le pide que le anuncie y muestre ese gran tesoro que es Jesucristo: ?iPasa a Macedonia y ay?danos!? (Hch 16, 6-10). El Esp?ritu, que hab?a preparado desde siempre los corazones de los que iban a recibir a Cristo, llama desde la otra orilla, invitando a atravesar fronteras. De esta forma el evangelio pasa de un con?tinente (Asia) a otro (Europa).

Desde ese primer momento en que el evangelio comienza a arraigar en suelo europeo ha transcurrido una larga historia llena de luces y de sombras. El evangelio cuando es acogido de verdad transforma a la persona y a la comunidad humana con su cultura. Transformar una cultura significa transformar una sociedad para que el Reino de Dios se exprese en ella, se haga m?s presente. Tras un primer momento de escucha y acogida del evangelio llega la lenta penetraci?n del evangelio en el alma de un pueblo, en el coraz?n de una cultura. ?Qu? pueblo ha conseguido poner de verdad el mensaje de Jes?s en el coraz?n de s? mismo, de su cultura, de su visi?n del mundo, de sus valores, de sus criterios ?ticos? Ninguno. Por ello la inculturaci?n no acaba nunca, existe siempre la necesidad de una inculturaci?n m?s pro-funda y actualizada, m?s fiel y significativa.

Arraigo y sustituci?n

El cristianismo ha contribuido a formar y configurar rasgos de nuestra Europa. Durante siglos hemos vivido un proceso de arraigo m?s o menos profundo en el que el evangelio ha fecundado el humus cultural de los pueblos de Europa: tradiciones, fiestas, calendario, criterios ?ticos, sentido de la vida, referencias existenciales. Algunos de nuestros valores culturales tienen sus ra?ces en el evangelio, pero se han hecho aut?nomos, y al desgajarse se han hecho patrimonio de todos y nos alegramos por ello, porque han fecundado nuestro humus cultural. Aunque hay quienes quisieran verlos como ajenos al cristianismo. ?Cu?ntas veces la cultura llamada laica reproduce valores evang?licos! Pensemos en el m?s apreciado hoy, el de la solidaridad que tiene mucho que ver con ese dejarse afectar por la necesidad ajena, con ese mirar compasivo propio del buen samaritano, con esa identificaci?n de Jes?s con los ?ltimos: ?tuve hambre y me diste de comer....? Aunque la solidaridad no es exclusiva cristiana, existe en muchas culturas. ?Qui?n puede negar que el famoso tr?ptico de la revoluci?n francesa: ?libertad, igualdad, fraternidad? tiene mucho que ver con el esp?ritu evang?lico, aunque los cristianos no hayamos vivido siempre estos valores, y la Iglesia haya sido, en ciertos momentos hist?ricos, miope y lenta ? como los disc?pulos de Ema?s- para descubrir y unirse a ciertas luchas y conquistas sociales leg?timas? Asistimos a un proceso de sustituci?n de valores cristianos y tras la sustituci?n el desencuentro, nuestro humus cultural est? dejando de ser cristiano. Irrumpen otros valores o ?antivalores?. La fe cristiana pierde arraigo y fuerza en las conciencias, muchos no saben donde buscar o encontrar claves para orientar la propia existencia.

Fuerte ruptura

Es manifiesto el desencuentro entre valores cristianos y valores socioculturales dominantes que impregnan nuestro ambiente y que no siempre son evang?licos. La cultura nos permite ser y vivir, aunque a veces tiene rasgos contaminados. Por eso siempre podemos y debemos tomar una cierta distancia cr?tica frente a la propia cultura, frente al propio ambiente y al ?aire? que respiramos. Algunos de los rasgos socioculturales que nos envuelven y contaminan est?n vinculados a la filosof?a postmoderna, otros a corrientes ideol?gicas de marca-do car?cter econ?mico y que difunden ?valores? ligados al liberalismo econ?mico, al triunfo de los m?s fuertes, un ultraliberal?smo ?salvaje? e inhumano imperante en ciertos sectores sociales muy influyentes y que, a trav?s de poderosos medios de comunicaci?n, difunden su visi?n de la vida y una concepci?n muy particular del ser humano que muy poco tienen que ver con el evangelio. La ideolog?a neoliberal difunde sus propios valores haci?ndonos creer que son universales, pero en realidad lo que hace es difundir los pilares de su propia ideolog?a: el individualismo, la dura competitividad, el ?xito, la exasperaci?n del con-sumo, el beneficio y la rentabilidad por encima de todo, el rendimiento y la eficiencia laboral, mercantil, financiera. Siempre invocando el pretexto de la libertad. ?Qu? libertad? De esta forma crean e imponen modelos de comporta-miento, conductas de moda. Manda la l?gica del mercado. En su sociedad de fuertes y triunfadores ?sin compasi?n ni misericordia? no hay sitio para los d?biles. Vivir para consumir, para poseer, para triunfar. Quien no consume es como si no existiera: ?consumo luego existo?. Tenemos gran abundancia de medios, pero hay quienes no tienen razones para vivir.

Desde la filosof?a posmoderna se difunden otros valores convertidos en modelos de vida: el pasado o el futuro no interesan, s?lo existe el presente que hay que disfrutar al m?ximo. El disfrute inmediato, el hedonismo se convierte en ideal de vida. El triunfo de lo ef?mero y lo fugaz, de un estilo ligero ?descomprometido- de la vida y las relaciones. Realidades tan fundamentales como el amor, la familia, la religi?n, la ?tica, la pol?tica se banalizan y trivializan. El ?xito a corto plazo y a cualquier precio, la b?squeda del prestigio, el culto a la imagen, a la apariencia se convierten en ideolog?a popular. ?Para qu? complicarse la vida con compromisos exigentes, definitivos defendiendo grandes causas?

La inculturaci?n es un proceso que incumbe a toda comunidad que quiere vivir la fe en su universo cultural y se enfrenta al reto de vivir los valores evang?licos en el mundo. Ya hemos dicho que el evangelio es factor de transformaci?n sociocultural y nuestra pretensi?n y vocaci?n, como cristianos, es influenciar la sociedad ?compleja y pluralista? en la que vivimos con nuestra presencia y testimonio, invitados por el mismo Jes?s a ser ?sal de la tierra y luz del mundo?. Seguiremos reflexionando, descubriendo tambi?n valores positivos, siempre animados por la esperanza.

?En esta perspectiva surgen los intentos, repetidos tambi?n ?ltimamente, de presentar la cultura europea prescindiendo de la aportaci?n del cristianismo, que ha marcado su desarrollo hist?rico y su difusi?n universal. Asistimos al nacimiento de una nueva cultura, influenciada en gran parte por los medios de comunicaci?n social, con caracter?sticas y contenidos que a menudo contrastan con el Evangelio y con la dignidad de la persona humana. De esta cultura forma parte tambi?n un agnosticismo religioso cada vez m?s difuso, vinculado a un relativismo moral y jur?dico m?s profundo, que hunde sus ra?ces en la p?rdida de la verdad del hombre como fundamento de los derechos inalienables de cada uno?.
(Ec in E9 )


?En el Continente europeo no faltan ciertamente s?mbolos prestigiosos de la presencia cristiana, pero ?stos, con el lento y progresivo avance del laicismo, corren el riesgo de convertirse en mero vestigio del pasado. Muchos ya no lo-gran integrar el mensaje evang?lico en la experiencia cotidiana; aumenta la dificultad de vivir la propia fe en Jes?s en un contexto social y cultural en que el proyecto de vida cristiano se ve continuamente desde?ado y amenazado; en muchos ambientes p?blicos es m?s f?cil declararse agn?stico que creyente; se tiene la impresi?n de que lo obvio es no creer, mientras que creer requiere una legitimaci?n social que no es indiscutible ni puede darse por descontada?. (Ecclesia in Europa 7)

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Mi?rcoles, 13 de junio de 2007

El boletín SANTA MADRE MARAVILAS DE JESÚS, número 147 cola en uno de sus artículos "Algunas de la emágenes veneradas por SAnta Maravillas.

«LA VIRGEN DE LAS SEPULTURAS»

El 7 de mayo de 1961, aniversario de la primera Comunión y Profesión Simple de Santa Maravillas, se inauguró la ermita del cementerio en el recién fundado Carmelo de La Aldehuela, y presidiéndola se colocó una Virgen del Carmen; la «Virgen de las Sepulturas». Esta devota imagen, del siglo XVIII, propiedad de una familia argentina, fue donada —con el deseo del donante de que la Santísima Virgen fuese honrada en su Carmelo— a las Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles, que a su vez la regalaron a la Madre Maravillas. Así se lo agradecía la Santa a sus hijas:
«No saben cómo está la "Virgen de las Sepulturas" Una verdadera idealidad. La queremos mucho y nos da mucha devoción. Todavía está en el coro preciosa con sus nardos. Bueno, todos no, que han ido muchos a la iglesia. Es la imagen que más queremos de aquí» (C 3439).

«LA VIRGEN DE LOS DOLORES»

Una de las devociones preferidas de Santa Maravillas era la Virgen de los Dolores. El 4 de noviem¬bre de 1962, día en que la Madre celebraba su cum¬pleaños, las monjas de La Aldehuela le ofrecieron como «regalo» una de las ermitas de la huerta, que estaba construyéndose por entonces. Estaba presidida por un devoto cuadro del Ecce Horno. En 1970 llegó a La Aldehuela un precioso retablo de la familia de la Madre Dolores de Jesús, y formando parte del retablo, un cuadro de la Virgen de los Dolores, «su Virgen», como le gustaba decir a la Santa en tantas ocasiones. La Madre entonces reformó la ermitica, colocando a la Virgen Dolorosa en lugar del Ecce Homo. Unas antiquísimas maderas del Monasterio de La Encarnación 1e Avila sirvieron para enmarcar el cuadra y para un .ústico banquito en el interior, Entre los regalos que la Santa recibió el 21 de abril de 1970, fecha en que celebraba sus Bodas de Oro de hábito, sus hijas de La Encarnación le han enviado una preciosa imagen de la Virgen de los Dolores que se encontraba en aquel monasterio desde el tiempo de Santa Teresa de Jesús. La Madre les escribe emocionada:

«Quiero agradecerles con toda el alma el tesoro que nos han enviado para mis dichosísimas Bodas de Oro. ¡Qué puedo decirles de la alegría de la llegada de nuestra dulcísima Madre de los Dolores...! No podía creerlo, no lo quería, porque era tanto...; pero en fin, es una realidad que está aquí, en su pobrecita Casa de la Aldehuela y que en el cielo les pagará Ella tan grande caridad. Estoy entusiasmada, como compren¬derán, y les agradezco muchísimo este precioso rega¬lo, que de las cosas materiales nada me podía hacer tanta ilusión en esta vida» (C 4235).

«LA VIRGEN DE LA CONVERSIÓN»

En 1967, Santa Maravillas recibió un regalo de sus hijas del Carmelo de Montemar. Era una talla de madera de la Virgen, imitación de las imágenes románicas. Su autora, una joven americana que tallándola recibió el don de la fe, la regaló al Carmelo de Montemar. Santa Maravillas la llamaba por eso «la Virgen de la Conversión» y le tuvo hasta su muerte una devoción muy grande.

«No saben lo muchísimo que nos gustó la Virgen que nos mandaron por el día 30. ¡Qué regalazo! Es una preciosidad y da muchísima devoción. La hemos puesto en un sitio precioso y muy devoto. y la llamamos la Virgen de la Conversión", que nos da muchísima devoción todo lo que nos ha contado» (C 4481).

Al final de su vida, estando ya muy enferma la Madre, el doctor aconsejó a las hermanas enfermeras que a aquélla le convendría dar un paseíto todos los días. Aunque añadió: «En el estado en que se encuentra, les será imposible conseguirlo».
Al día siguiente, las hermanas le dicen a la Madre que es la hora del paseo. Ella contesta:
-Hijas, ¡si no puedo!
-Madre, ¿y no iríamos por un pecador?
Inmediatamente, la Madre hizo ademán de incorporarse, y todos los días, caminando fatigosamente, ayudada por la Madre Dolores y otra hermana, se llegaba hasta «la Virgen de la Conversión» a reclamar su pecador.


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Queridos hijos de N. familiares, amigos que nos acompa??is y comunidad cristiana.

Una vez m?s la vida nos enfrenta a la muerte. El hombre, que ha sido creado para la inmortalidad, siente una repugnancia natural y una angustia muy marcada ante la muerte
Esta angustia la sinti? el mismo Cristo que lleg? a sudar sangre ante muerte. La misma angustia la sentimos t? y yo ante el solo pensamiento de muerte. La ha sentido nuestra hermana N.; la sienten los miles de seres humanos que mueren cada d?a. A luz de la Palabra de Dios nos podemos hacer esta pregunta . ?La muerte del justo es una desgracia o es una fortuna?

San Francisco Javier hizo a un bonzo esta misma pregunta, planteada de otro modo: ?Qu? es mejor: Ir de camino o llegar al punto de destino? Hoy d?a muchos responden que el camino es mejor. Sin duda responden as? porque parten de un supuesto falso. Piensan que la meta de la eternidad es estar como troncos o estatuas o como seres inertes: sin hacer nada en absoluto toda la eternidad.

Y sin embargo, la bienaventuranza del cielo, el Cielo mismo, consiste en entrar en la actividad trinitaria de Dios; en su conocer y amar; en su obrar y vivir pleno y total.
Es indudable que entendido as?, es mejor la posada que el camino; es mejor llegar al termino del viaje que nuestro fatigoso camino.

La muerte, pues, del hombre o de la mujer honrada, aunque sea prematura no es una desgracia, sino el comienzo de la suprema dicha.

Nuestro/a hermano/a N. ha sufrido mucho en su vida, acompa?ando a su es-poso difunto en su larga enfermedad. Su fe profunda y sencilla, alimentada con la devoci?n al Sagrado Coraz?n de Jes?s, le ha sostenido con el ?nimo en alto en las dificultades de la vida y el Se?or le ha llamado en este mes dedicado al Sagrado Coraz?n. Hizo suyas estas palabras de San Pablo: "Si se destruye esta tienda que es nuestra habitaci?n terrestre tenemos un s?lido edificio construido por Dios, una casa que no ha sido levantada por manos de hombre y tiene una duraci?n eterna en el Cielo".

Nuestro/a hermano/a se mantuvo en esta fe y en esta esperanza, apoyada en las mismas palabras de Jes?s: " Subo al Cielo a prepararos un lugar junto al Padre, para que donde est? El est? est?is tambi?n vosotros". Siempre la Palabra de Jes?s es asombrosamente nueva, cuando nos dice: "Yo soy la Resurrecci?n y la vida; el que cree en m?, aunque haya muerto, vivir? para siempre".

Jes?s une de tal manera su resurrecci?n a nuestra propia resurrecci?n, que San Pablo nos dir?: " Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucit?". As? es de tajante un hombre que ha dado la vida por defender esta verdad.
Queridos familiares de N., estamos celebrando la Eucarist?a. Todos os acompa?amos en estos momentos de dolor por la p?rdida de vuestro familiar y nos unimos a vosotros en esta acci?n de gracias por el regalo que el Se?or os ha hecho, conserv?ndolo/a tanto tiempo con vosotros .

En esta Eucarist?a unimos a la Muerte de Jesucristo la vida de N. con el deseo de que part?cipe tambi?n del triunfo de su Resurrecci?n.

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(Obispado de Tenrife) El viernes d?a 8 de junio y coincidiendo ? como en a?os anteriores ? con la celebraci?n el domingo del Corpus Christi y D?a de Caridad, C?ritas Diocesana de Tenerife ha presentado su Memoria Institucional, correspondiente al pasado 2006.



El acto, presidido por el Obispo Nivariense Don Bernardo ?lvarez Afonso, acompa?ado por el Director Don Leonardo Ruiz del Castillo y Subdirector Don Jos? Mar?a Rivero Vargas, tuvo lugar en las dependencias del Centro de Acogida ?Atacaite?, para mujeres solas y familias monoparentales, ubicado en el barrio de Ofra de la capital tinerfe?a.



El se?or Rivero inici? el evento con unas palabras de agradecimiento por su asistencia a los presentes, y mencion? la posterior presentaci?n de la Campa?a Institucional con motivo del D?a de Caridad, dando paso a la intervenci?n de don Leonardo que present? la memoria del a?o 2006.



C?ritas Diocesana de Tenerife atendi? en la provincia tinerfe?a durante 2006 a 27.734 personas, de las que 23.940 lo fueron en parroquias y arciprestazgos y 3.794 en proyectos espec?ficos. Don Leonardo dijo que, se hab?a producido un incremento del 15% en relaci?n con el a?o 2005, puesto que en ese periodo el n?mero de personas atendidas fue de 24.146. Igualmente se constata que ?el rostro de la pobreza es: mujer (el 64%, frente al 36% de hombres), joven, aumentando la inmigrante, con problemas de salud mental, en pobreza severa, con baja cualificaci?n profesional, con cargas familiares y con problemas de drogodependencias. En algunos casos, es analfabeta. La cualificaci?n profesional dificulta seriamente su inserci?n laboral.



El Director de C?ritas se refiri? a que el 37% de las personas atendidas en el 2006 fueron inmigrantes, habi?ndose experimentado un incremento del 27% frente al 2005. Igualmente destac? el important?simo incremento del n?mero de personas orientadas para su inserci?n laboral, que pasaron de 150 en 2005 a 1.073 en el 2006; lo que represente un incremento del 715%.



De los recursos invertidos se destacan: mayores y empleo, con los porcentajes del 20 y 18% respectivamente. Igualmente los datos cualitativos de la memoria arrojan cifras de 396 personas que han accedido al mercado laboral y 231 que se han formado profesionalmente a trav?s de los cursos y talleres impartidos por C?ritas Diocesana.



En el apartado de formaci?n y colaboraciones cabe rese?ar que realizaron las pr?cticas en sus dependencias 49 alumnos de la universidad de La Laguna y diferentes m?dulos formativos, en los variados campos de trabajo. La colaboraci?n con Instituciones Penitenciarias y la Direcci?n General de Protecci?n al Menor y la Familia , se ha visto apoyada por los ?trabajos a la comunidad? impuestos por sentencias judiciales. Han participado 38 personas.



Seguidamente tom? la palabra el Subdirector de C?ritas para referirse al D?a de Caridad del pr?ximo domingo en relaci?n a la Campa?a Institucional ? los derechos humanos son universales, las oportunidades deber?an serlo ?. Igualmente habl? del acto l?dico-festivo a celebrar en la Plaza de la Candelaria a las 20:30 horas del pr?ximo d?a 15 del presente mes de junio.



Clausur? el acto el Obispo Nivariense, refiri?ndose entre otras cosas, a la necesidad de di?logo con los pol?ticos que constituyan los diferentes gobiernos, regional y locales en los pr?ximos d?as, ya que no es de recibo el que C?ritas siga percibiendo subvenciones para sus centros y proyectos, en igual cuant?a a las de hace tres a?os, sin tener en cuenta siquiera el incremento de salarios, nivel de vida, etc?tera. A la pregunta de una periodista destac? que hay que ser muy cautos a la hora de hablar de las cifras sobre pobreza, porque hace algunos a?os una persona con 50.000 pesetas al mes viv?a, lo que ahora ser?a estar en pobreza, ya que hoy se debe considerar a alguien bajo el umbral de la pobreza, si no percibe al menos, unas 76.000 pesetas mensuales.



El acto estuvo bastante concurrido de asistentes, entre medios de comunicaci?n y otras personas invitadas al acto por los dirigentes de C?ritas. Posteriormente se sirvi? un peque?o refrigerio preparado por el personal del Centro.

Entrevista a Jos? Francisco Concepci?n Checa, sacerdote diocesano de tTenerife.

Jos? Checa: "El documental pondr?a en crisis algunos de nuestros elementos centrales de la fe", escrito por Arnaldo Tejera ,
17/03/2007 - 15:10
Tenerife/


(Obispado de Tenerife) Ante la expectativa del estreno del documental "El Sepulcro olvidado de Jes?s", CANARIAS24HORAS.COM quiso conocer la opini?n de un especialista en Biblia sobre las "revelaciones" de esta cinta. De esta forma, Jos? Francisco Concepci?n Checa, licenciado en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto B?blico de Roma con estudios realizados en L`Ecole Biblique et Arqueologique Fran?aise" de Jerusal?n y profesor en la actualidad del Instituto de Teolog?a de las Islas Canarias "Virgen de Candelaria", sede de Tenerife, pone en tela de juicio lo que se promociona a trav?s del documental y cree que sin duda ser? un ?xito comercial que recaudar? sustanciosos dividendos.

Redacci?n C24H: El anunci? del estreno mundial del documental "El sepulcro olvidado de Jes?s" cuyos productores prometen mostrar evidencias cient?ficas sobre el posible hallazgo de una tumba que perteneci? a la familia de Jes?s ha despertado mucha pol?mica. ?C?mo se ve esto desde la Iglesia?

Jos? Checa: Si somos sinceros, la realidad es que se trata de un sobresalto que ya no resulta tan extra?o. Desde hace alg?n tiempo nos hemos ido acostumbrando a que en las proximidades de la Semana Santa alg?n pretendido hallazgo ponga en tela de juicio elementos m?s o menos centrales de nuestra fe. Supongo que la pol?mica que pueda desatarse afectar? de modo diverso a los cristianos. Pero no creo que, en realidad, se vaya a dar una respuesta de una cierta entidad por parte de la Iglesia.

C24H: ?Cree que es una estrategia de marketing a prop?sito que se acerca la Semana Santa?

JCH: Si tenemos en cuenta que las investigaciones sobre este sepulcro se produjeron en torno a los a?os ochenta, a uno le resulta bastante dif?cil quitarse de la cabeza la idea de que la ocasi?n est? muy marcada por la proximidad de estas fechas y que, sin duda, lleva consigo una fuerte carga de marketing. Sin embargo, eso no desacreditar?a su presentaci?n. Sabemos que los medios de comunicaci?n y las instituciones que se encuentran dentro de las leyes del mercado programan sus actuaciones teniendo en cuenta la rentabilidad que puedan extraer de sus iniciativas. En s? mismo, eso no es negativo ni ser?a reprochable. Lo que puede resultar de m?s dudosa ?tica es que la estrategia de marketing sea la que dicte el contenido de lo que se presenta, subordinando la exactitud, la verdad o la valoraci?n justa de las cosas al puro inter?s mercantil. Con todo, me atrevo a aventurar que ser? un ?xito comercial y que tras el documental se recaudar?n sustanciosos dividendos.

C24H: ?Cree que este documental tiene algo que ver con el pol?mico libro "El C?digo Da Vinci"?

JCH: En sus formas externas, podr?amos decir que no. El C?digo Da Vinci y la pol?mica que suscit? se basaba m?s concretamente en la hip?tesis de una verdadera sabidur?a sobre la realidad de la persona de Jes?s que un grupo selecto habr?a conservado con riesgo de su vida para que, llegado el momento, se descubriese el falseamiento que la Iglesia hab?a llevado a cabo de la persona y de la historia de Jes?s. En este caso, el ropaje es mucho m?s claramente cient?fico. Se tratar?a de un hallazgo arqueol?gico incontestable. Sin embargo, las coincidencias no se nos escapan: la negaci?n de la resurrecci?n, la vinculaci?n de Jes?s a la figura de Mar?a Magdalena, la posibilidad presentada de que Jes?s hubiese tenido hijos. En ese sentido, ambas iniciativas se mueven dentro de una pretensi?n encaminada a airear un "presunto falseamiento interesado" que la Iglesia habr?a llevado a cabo de aquel a quien reconocen como hijo de Dios en aras a garantizar su permanencia, su influencia y su poder.

C24H: "El sepulcro olvidado de Jes?s", es promocionado por Discovery Channel como un documental que ofrece en "exclusiva" lo que podr?a convertirse en el hallazgo arqueol?gico m?s revelador de la historia. ?Qu? opina al respecto?

JCH: No resulta extra?o que dentro del inter?s de vender el producto, ?ste sea presentado como "la exclusiva" o "el acontecimiento m?s revelador de la historia". Dos elementos me resultan llamativos. El primero me sorprende, en parte. Afirmar que es el acontecimiento arqueol?gico m?s revelador de la historia supone, indirectamente, poner de relieve la significaci?n que el personaje Jes?s de Nazaret tiene para esta historia. El otro elemento que me llama la atenci?n es de corte m?s directamente arqueol?gico. El arque?logo que estudi? el sepulcro, Amos Kloner, hace ya 27 a?os, afirma que el documental falsea los datos y que no tiene base cient?fica, aunque se presente como tal. Si tenemos en cuenta que Amos Kloner es jud?o, uno no ve cu?l ser?a la raz?n para que un cient?fico de reconocida val?a mintiese para salvar a la Iglesia. Si colocara en una balanza, pues, la credibilidad que me frece Amos Kloner, y la que me ofrece Cameron, responsable de la edici?n del documental, evidentemente, yo me inclinar?a a conceder el favor de la verdad al arque?logo jud?o. En esta intuici?n me reafirma Joe Zias, arque?logo de la Universidad Rockefeller de Jerusal?n, quien ataca duramente la credibilidad de Simcha Jacovici, subdirector del documental. Seg?n Zias, Jacovici carece de credibilidad hasta que se retracte de un documental publicado en el 2002 sobre una pretendida inscripci?n (Santiago, Hijo de Jos?), que demostrar?a que Jes?s tuvo hermanos. Jacovici no se ha excusado tras demostrarse que el documental se basaba en la falsificaci?n moderna de la inscripci?n.

C24H: Los creadores del documental aseguraron que entre los descubrimientos m?s importantes, reflejados en el programa, destaca la evidencia de que Jes?s y Mar?a Magdalena, tambi?n identificada como "Mariamene e Mara" (versi?n en griego de Mar?a), pudieran haber tenido un hijo en com?n de nombre Judas. ?Es posible ?sto?

JCH: Si tenemos en cuenta la verosimilitud que ofrece el documental, vista la valoraci?n de los arque?logos, este dato queda ya en tela de juicio. Si ampliamos nuestra mirada, nos damos cuenta que se trata de una posibilidad que ?ltimamente ha sido aireada con fuerza. De hecho, se trata de la pretensi?n fundamental del ya citado C?digo da Vinci. Sin embargo, uno se sorprende de los argumentos a los que con frecuencia se recurre. ?Qu? habr?a pasado si se hubiesen casado y hubiesen tenido hijos? No habr?a pasado nada, seg?n afirman algunos. Eso quiz?s sea cierto, pero que hubiese podido darse sin comprometer la divinidad de Jes?s, no quiere decir que haya sucedido. No hay fuentes antiguas que atestig?en esta posibilidad. Y si valoramos el hecho arguyendo a una pretendida destrucci?n de fuentes por parte de la Iglesia, ese argumento me permitir?a afirmar cualquier cosa de cualquier personaje o instituci?n. Si no tengo fuentes para demostrarlo, siempre podr?a decir que exist?an otras pero que fueron eliminadas intencionadamente. Por otra parte, basta hojear las fuentes cristianas primitivas para ver que el inter?s fundamental de su anuncio de la fe hizo que ni siquiera se preocuparan de armonizar los datos que daban. Y es que el grueso de esos elementos centrales no eran discutidos. Ser? en fuentes alejadas temporalmente del siglo primero y de corte gn?stico principalmente, donde empiezan a lanzarse dudas de este tipo, retomadas en la actualidad por un tipo de literatura de conspiraci?n, que est? alcanzando importante aceptaci?n.

C24H: La publicaci?n y transmisi?n, en la mayor?a de los peri?dicos y noticieros del mundo, de la rueda de prensa que anunciaba el descubrimiento, es catalogado por los cristianos y cat?licos como un nuevo ataque irracional a la iglesia. ?Cree que es as??

JCH: Si entendemos por irracional, que no parece tener fundamento racional y cient?fico, tal y como se pretende que sea, pues deber?amos decir que s?. Si entendemos por irracional una especie de conspiraci?n en la que parece que somos colocados como m?rtires, yo no me atrever?a a tanto. Es cierto que este intento pondr?a "en crisis" algunos de nuestros elementos centrales de la fe. Sin embargo, yo no soy partidario de juzgar las intenciones de los dem?s. Puede primar el deseo de atacar, o los intereses econ?micos, o el af?n de publicidad, o, incluso para algunos, la conciencia de que ayudan al saber cient?fico o hist?rico. Yo no soy qui?n para juzgar la raz?n por la que se hace. Al creyente yo creo que le corresponde leer con apertura cr?tica. Valorar la firmeza de los argumentos de lo que se presenta y tomar este elemento como pretexto para conocer y poder explicar mejor su fe. Pero poco m?s. La conciencia de v?ctima no creo que ayude a nadie.

C24H: ?Las escrituras sem?nticas encontradas en las presuntas tumbas podr?an tratarse de los nombres de Jes?s y Mar?a Magdalena o podr?a pensarse que pertenecen a otras personas que llevaban el mismo nombre en esa ?poca?

JCH: Aparte de las reservas arqueol?gicas que presentan los investigadores sobre la verosimilitud del documental habr?a que decir que pretender ver en cualquier inscripci?n que diga Jes?s, una identificaci?n con la tumba de Cristo ser?a algo as? como suponer dentro de unos 20 siglos que toda tumba americana con la inscripci?n George, corresponde al actual presidente de los Estados Unidos, o que cualquier inscripci?n en un sepulcro con el nombre de Jos? corresponder?a a un presidente del gobierno espa?ol, puesto que los dos ?ltimos presidentes han llevado ese nombre. Se trata de nombres frecuent?simos en el contexto hist?rico. Por poner s?lo un ejemplo, era el nombre de Barrab?s, seg?n nos cuentan algunos manuscritos griegos del Evangelio de Mateo (Mt 27,16−17).

C24H: Seg?n el doctor Carney Matheson, que trabaja en el laboratorio de Paleo-DNA de la Universidad Lakehead de Ontario, Canad?, condujo un an?lisis de ADN mitocondrial utilizando los pedacitos de la materia procedente de los restos de "Jes?s hijo de Jos?" y "Mariamene e Mara", encontrados en los osarios. El examen concluy? que ambos no estaban relacionados maternalmente o gen?ticamente. Teniendo en cuenta, seg?n el documental, que ?ste era un lugar de enterramiento reservado para los esposos y los familiares de sangre, ?es posible deducir que ellos formaban pareja?

JCH: Aparte de la dificultad que ya lleva consigo identificar estos personajes con Jes?s y Mar?a Magdalena, como hemos dicho, la cuesti?n del ADN mitocondrial podr?a ser interpretada de diferentes maneras. Sin embargo, las reservas de los arque?logos al respecto aducen al vaciado de los osarios. El sepulcro encontrado no est? lleno de huesos como se presenta, como parecer?a. Me atrever?a a remitir en esta cuesti?n al espacio concedido al tema por el programa Milenio, dirigido por Iker Jim?nez y emitido en la cadena ser hace alguna semana sobre el tema. En ?l se pon?a en seria tela de juicio la posibilidad de que se hubiese realizado este estudio de modo fiable, dada la realidad de los osarios.

C24H: ?Qu? pasar? luego que se emita le documental? ?Cree que la fe se pueda perder?

JCH: Es posible que alguien pueda verse afectado por la emisi?n. Eso no puede negarse. Pero de modo global, creo que un documental emitido sobre un sepulcro que hab?a sido estudiado hace 27 a?os por arque?logos no cristianos (por lo tanto no sospechosos) no va a cuestionar seriamente ning?n contenido de la fe. Pero no porque la fe se cierre a las aportaciones de los estudios, sino porque su seriedad cient?fica ofrece serias reservas.

C24H: ?Tiene conocimiento si la Iglesia tomar? actuaciones en contra de este documental?

JCH: No creo que se realice ninguna actuaci?n de una cierta entidad. Es posible que d? lugar a alguna nota aclaratoria, sobre todo para los creyentes. Espero que no haya ninguna protesta global por parte de grupos cristianos. Creo que, en estas ocasiones, es bueno demostrar que nuestro modo de reaccionar debe colocarse en los planos de la democracia. Expresar nuestro descontento por la escasa fundamentaci?n cient?fica y, eventualmente, por la falta de sensibilidad que tengan con nuestra fe. Y poco m?s.

C24H: ?Qu? se le puede decir a los creyentes y a los no tantos para que no pierdan la fe y no pongan en tela de juicio los valores cristianos que han sido divulgados por la Iglesia durante toda su historia?

JCH: Les pedir?a, si se me permite, lo que se pide a cualquier persona adulta y formada. Que se informen cuidadosamente del tema. Que lo valoren en el nivel cient?fico en el que se presenta y que, en todo caso, aprovechen la ocasi?n para dar pasos m?s certeros en la formaci?n de su fe

Publicado por verdenaranja @ 10:48  | Entrevistas
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La Empresa que ejecutar? las obras del Obispado

V?ctor Rodr?guez e Hijos


(Obispado de Tenerife) La empresa "V?ctor Rodr?guez e Hijos" ser? la que lleve adelante las obras de Rehabilitaci?n de la Sede del Obispado de S. Crist?bal de La Laguna. El periodo de ejecuci?n de las mismas ser? de veinte meses y las obras se iniciar?n, con un acto institucional, el 29 de Junio del presente a?o.

En la tarde de ayer la citada empresa aceptaba en encargo de la Di?cesis para la ejecuci?n de esta emblem?tica Obra y, a primera hora de hoy, la decisi?n era comunicada a los responsables de las tres instituciones que firmaron, con el Obispado, el Convenio para la Rehabilitaci?n de la antigua Casa Salazar, esto es, el Gobierno de Canarias, el Cabildo Insular de Tenerife y Ayuntamiento de La Laguna.

La obra se adjudica con un presupuesto de seis millones doscientos mil Euros. Tal y como consta en el Convenio firmado con las instituciones p?blicas, el Gobierno de Canarias y el Cabildo aportar?n, cada uno, un mill?n doscientos mil Euros, el Ayuntamiento de La Laguna seiscientos mil Euros y el resto la Di?cesis Nivariense, a trav?s de los fondos que ha ido recibiendo de empresas, particulares, otras instituciones, organismos eclesiales, etc.

El pasado seis de Junio, en la Sede Provisional del Obispado, se constituy? la Mesa encargada de estudiar y decidir la adjudicaci?n de la realizaci?n de los trabajos de reconstrucci?n del Palacio Episcopal, para abrir los sobres que conten?an las Plicas con las ofertas de tres empresas, ya que una cuarta, que se hab?a presentado al Concurso, se retir? el d?a anterior a la citada reuni?n.

La Mesa de Contrataci?n y Adjudicaci?n estuvo formada por el Obispo, el Ec?nomo y el Vice-Ec?nomo de la Di?cesis, una representante del Consejo de Asuntos Econ?micos y los tres arquitectos responsables de la Obra. Tras un amplio debate y an?lisis de las propuestas presentadas se estim?, por unanimidad, que en conjunto, la Oferta contenida en la segunda Plica era la que ofrec?a mayores garant?as. No obstante, se facult? a los T?cnicos presentes para realizar un estudio en profundidad de las ofertas presentadas de cara a tomar una decisi?n definitiva. Al confirmar el mismo la opci?n por esta segunda Plica, se comprob? que la misma correspond?a a la empresa V?ctor Rodr?guez e Hijos.

Mensaje que ha enviado Benedicto XVI en el centenario de la m?stica florentina santa Mar?a Magdalena de Pazzi (1556-1607).


Al cardenal
ENNIO ANTONELLI
Arzobispo de Florencia (Italia)

Con ocasi?n del IV centenario de la muerte de santa Mar?a Magdalena de Pazzi, me alegra unirme a la amada Iglesia florentina, que desea recordar a esta ilustre hija suya, particularmente amada por ser figura emblem?tica de un amor vivo que remite a la dimensi?n m?stica esencial de toda vida cristiana.

A la vez que lo saludo con afecto a usted, se?or cardenal, y a toda la comunidad diocesana, doy gracias a Dios por el don de esta santa, que cada generaci?n redescubre singularmente cercana por saber comunicar un amor ardiente a Cristo y a la Iglesia.

Santa Mar?a Magdalena de Pazzi, nacida en Florencia el 2 de abril de 1566 y que en la pila del "hermoso San Juan" fue bautizada con el nombre de Catalina, desde su ni?ez mostr? una sensibilidad particular ante lo sobrenatural y se sinti? atra?da por el coloquio ?ntimo con Dios. Como era costumbre con respecto a las j?venes de casas nobles, se encomend? su educaci?n a las Damas de Malta, en cuyo monasterio recibi? la primera Comuni?n el 25 de marzo de 1576 y s?lo pocos d?as despu?s se consagr? para siempre al Se?or con una promesa de virginidad.

Al volver a la familia, profundiz? en el camino de la oraci?n con la ayuda de los padres jesuitas, que frecuentaban el palacio. Con gran habilidad logr? evitar que la condicionaran las exigencias mundanas de un ambiente que, aun siendo cristiano, no le bastaba a causa de su deseo de asemejarse cada vez m?s a su Esposo crucificado. En este contexto madur? la decisi?n de dejar el mundo y entrar en elCarmelo de Santa Mar?a de los ?ngeles, en Borgo San Frediano, donde el 30 de enero de 1583 recibi? el h?bito del Carmen y el nombre de sor Mar?a Magdalena.

Al enfermarse gravemente en marzo de 1584, solicit? emitir la profesi?n antes de tiempo y, el 27 de mayo, fiesta de la sant?sima Trinidad, llevada al coro en camilla, pronunci? para siempre ante el Se?or sus votos de castidad, pobreza y obediencia.

Desde ese momento comenz? una intensa vivencia m?stica, que proporcion? a la santa la fama de gozar de numerosos ?xtasis. Son cinco los manuscritos en que las Carmelitas de Santa Mar?a de los ?ngeles recogieron las experiencias extraordinarias de su joven hermana. A "Los Cuarenta D?as", escrito en el verano de 1584, siguieron "Los Coloquios" de la primera mitad del a?o sucesivo.

La cumbre del conocimiento m?stico de s? mismo que Dios concedi? a sor Mar?a Magdalena se encuentra en "Revelaciones e Inteligencias", ocho d?as de espl?ndidos ?xtasis que van desde la v?spera de Pentecost?s hasta la fiesta de la sant?sima Trinidad del a?o 1585. Una intensa experiencia que, a los 19 a?os de edad, la capacitaba para recorrer todo el misterio de la salvaci?n, desde la encarnaci?n del Verbo en el seno de Mar?a hasta la venida del Esp?ritu Santo en Pentecost?s.

Siguieron cinco largos a?os de purificaci?n interior ?Mar?a Magdalena de Pazzi habla de ellos en el libro "Probaci?n"? en los que el Verbo, su Esposo, le quit? el sentimiento de la gracia y la dej? como a Daniel en el foso de los leones, entre muchas pruebas y grandes tentaciones. En ese contexto se inserta su ardiente compromiso por la renovaci?n de la Iglesia, despu?s de que en el verano de 1586 algunas iluminaciones de lo alto le mostraron el verdadero estado en que se encontraba la Iglesia en la ?pocapostridentina.

Como santa Catalina de Siena, se sinti? "forzada" a escribir algunas cartas para solicitar al Papa, a los cardenales de la Curia, a su arzobispo y a otras personalidades eclesi?sticas, un decidido compromiso en favor de la "renovaci?n de la Iglesia", como reza el t?tulo del manuscrito que las contiene. Se trata de doce cartas dictadas en ?xtasis, tal vez nunca enviadas, pero que permanecen como testimonio de su pasi?n por la Sponsa Verbi.

En Pentecost?s de 1590 termin? su dura prueba. Esto le permiti? dedicarse con todas sus fuerzas al servicio de la comunidad y en particular a la formaci?n de las novicias. Sor Mar?a Magdalena tuvo el don de vivir la comuni?n con Dios de una forma cada vez m?sinteriorizada , hasta el punto de que se convirti? en una referencia para toda la comunidad, que todav?a hoy sigue consider?ndola como "madre".

El amor purificado, que lat?a en su coraz?n, la abr?a al deseo de la plena configuraci?n con Cristo, su Esposo, hasta compartir con ?l el "desnudo padecer" de la cruz. Los ?ltimos tres a?os de su vida fueron para ella un aut?ntico calvario de sufrimientos. La tisis comenz? a manifestarse claramente. Sor Mar?a Magdalena se vio obligada a retirarse poco a poco de la vida activa de la comunidad para sumergirse cada vez m?s en el "padecerdesnudamente por amor a Dios". La afligieron penas atroces del cuerpo y del esp?ritu, que duraron hasta su muerte, acontecida el viernes 25 de mayo de 1607. Muri? cerca de las tres de la tarde, mientras una alegr?a desacostumbrada invad?a todo el monasterio.

No hab?an pasado veinte a?os desde su muerte cuando el Papa florentino Urbano VIII la proclam? beata. El Papa Clemente IX la incluy? en el cat?logo de los santos el 28 de abril de 1669. Su cuerpo, incorrupto, es meta de constantes peregrinaciones. El monasterio en que vivi? la santa es hoy sede del seminario arzobispal de Florencia, que la venera como patrona, y la celda en la que muri? se ha transformado en una capilla, en cuyo silencio se percibe a?n su presencia.

Santa Mar?a Magdalena de Pazzi sigue siendo una presencia espiritual inspiradora para las Carmelitas de la antigua observancia. En ella ven a la "hermana" que recorri? totalmente la senda de la uni?n transformadora con Dios y que se?ala a Mar?a como la "estrella" del camino que lleva a la perfecci?n. Esta gran santa tiene para todos el don de ser maestra de espiritualidad, especialmente para los sacerdotes, por los que sinti? siempre una verdadera pasi?n.

Deseo vivamente que las celebraciones jubilares de su muerte contribuyan a dar a conocer cada vez m?s a esta luminosa figura, que a todos manifiesta la dignidad y la belleza de la vocaci?n cristiana. Del mismo modo que, cuando viv?a, al sonar las campanas exhortaba a sus hermanas dici?ndoles: "Venid a amar al Amor", ojal? que, la gran m?stica, desde Florencia, desde su seminario, desde los monasterios carmelitanos que se inspiran en ella, haga resonar hoy su voz en toda la Iglesia, difundiendo el anuncio del amor de Dios a toda criatura humana.

Con este deseo, lo encomiendo a usted, venerado hermano, y a la Iglesia florentina a la protecci?n celestial de santa Mar?a Magdalena dePazzi, y de coraz?n imparto a todos una bendici?n apost?lica especial.

Vaticano, 29 de abril de 2007

[Traducci?n del original italiano distribuida por la Santa Sede
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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El Cardenal Ca?izares recuerda a los padres que tienen el derecho de defender la educaci?n de sus hijos con todos los medios leg?timos a su alcance: Carta Pastoral para ofrecer orientaciones sobre la controvertida asignatura de ?Educaci?n para la Ciudadan?a?.

Carta Pastoral a los fieles de la Archidi?cesis

ORIENTACIONES SOBRE EDUCACI?N PARA LA CIUDADAN?A


1. Queridos hermanos y hermanas, amigos todos: La Iglesia, con independencia, con autoridad y responsabilidad moral, sin invadir campos que no le corresponden, y en virtud de su vocaci?n en el campo social, puede y debe ense?ar los grandes criterios y los valores inderogables, orientar y formar las conciencias, ser abogada de la justicia y de la verdad, defender y promover la libertad, educar en las virtudes individuales y pol?ticas. Su misi?n implica tambi?n hacer llegar la luz del Evangelio a la vida p?blica, social, cultural o educativa.
Por esto mismo y en el ejercicio de nuestra responsabilidad pastoral, vuestros Obispos nos dirigimos a todos cuantos constitu?s la di?cesis que ha sido encomendada a nuestro cuidado, Toledo, para ofreceros criterios que os ayuden a situaros ante la nueva asignatura del sistema educativo, ?Educaci?n para la ciudadan?a?. No hacemos otra cosa con esta carta que asumir y difundir fielmente la Nota, aprobada por unanimidad, de la Comisi?n Permanente de la Conferencia Episcopal sobre este tema, del pasado 28 de febrero.

2. Hemos de decir, objetivamente y en verdad, que ?esta Educaci?n para la ciudadan?a de la LOE es inaceptable en la forma y en el fondo: en la forma, porque impone legalmente a todos una antropolog?a que s?lo algunos comparten y, en el fondo, porque sus contenidos son perjudiciales para el desarrollo integral de la persona?.

3. Con esta materia, el Estado va a imponer con car?cter obligatorio para todos los alumnos y en todos los centros una determinada formaci?n de la conciencia moral, al margen de la elecci?n de los padres. Se formar? y evaluar?, pues, la conciencia moral de los alumnos determinada por el Estado y al margen de la voluntad expresa de los padres.

4. En nuestra di?cesis de Toledo, en torno al 90% de los padres con hijos en educaci?n primaria hab?is pedido, a?o tras a?o, libremente y en virtud del derecho fundamental que os asiste, la formaci?n religiosa y moral cat?lica, con la que entra en clara contradicci?n la nueva materia. Muchos de vosotros hab?is elegido unos centros de la Iglesia para la educaci?n de vuestros hijos con su car?cter o proyecto educativo cristiano que tambi?n se ve contradicho por esta nueva materia. As? el derecho inalienable e innegociable que ten?is los padres a que vuestros hijos reciban la formaci?n moral que hab?is elegido para ellos se ve contradicho y dificultado, de hecho y de derecho. Tambi?n los centros y las instituciones o titulares de los centros cat?licos se van a ver obligados a poner una materia que, en su conjunto o parcialmente, est? en contradicci?n con su car?cter propio, con lo que tambi?n se cercena la libertad de estas instituciones; no podr?n desarrollar con entera libertad su proyecto educativo, ver?n limitados, pues, sus derechos a la libertad educativa.

5. El Estado no puede hacer esto: ?no puede imponer leg?timamente ninguna formaci?n de la conciencia moral de los alumnos al margen de la libre elecci?n de sus padres?. Haci?ndolo traspasa sus competencias y viola o lesiona derechos fundamentales de los padres y de la escuela libremente elegida. De hecho, esta declarando que la formaci?n religiosa y moral elegida por vosotros, o que el proyecto educativo cat?lico por el que os decid?s muchos, no son sin embargo v?lidos para la convivencia y la ciudadan?a en Espa?a. Esta presumible ingerencia del Estado no deber?a darse, si queremos que haya una sociedad libre. Por eso es preciso hacer valer los propios derechos.


6. Algunos se preguntan, ?d?nde est? lo inaceptable ?o la ?maldad?? de esta nueva asignatura? En que, como queda dicho, se impone obligatoriamente para todos y en todos los centros; pero, adem?s de esto, que es muy importante y fundamental, tambi?n la programaci?n o el curr?culo, donde entran objetivos, contenidos y evaluaci?n, tampoco pueden ser aceptados. ?Por qu?? Porque impone unos criterios propios del relativismo; porque obliga a asumir, se diga lo que se diga, una determinada visi?n del hombre que contrasta con la verdad del hombre y con la visi?n cristiana sobre ?l, o con el hecho de ser criatura de Dios; impone, adem?s, la ideolog?a de g?nero, que, aparte de otras cosas, distorsiona la verdad de lo que es el hombre, desestructura la identidad de la persona y esconde una visi?n de la constituci?n de la persona m?s ligada a las llamadas ?orientaciones sexuales?, que al sexo. Tambi?n la antropolog?a en la que forma y la conciencia moral que suscita se sustentan en una concepci?n laicista de la vida, donde no cabe Dios o ha de ser recluido a la esfera de lo privado. Todo ello es grave y constituye una lesi?n por parte del Estado del derecho que los padres tienen a determinar la visi?n de la vida y la formaci?n moral que elijan para sus hijos. A los padres no se les da a elegir, como por lo dem?s se hace con la formaci?n religiosa y moral que quieren, sino que se les imponen todas estas cosas.

7. Advertimos, pues, que ?las ense?anzas antropol?gicas orientadas a la formaci?n de la conciencia moral ?tanto en lo ?personal? como en lo ?social?? no son competencia del Estado. La autoridad p?blica no puede imponer ninguna moral a todos: ni una supuestamente mayoritaria, ni la cat?lica, ni ninguna otra
Son los padres y es la escuela, como colaboradora de aqu?llos, quienes tienen el derecho y el deber de la educaci?n de las conciencias, sin m?s limitaciones que las derivadas de la dignidad de la persona y del justo orden p?blico... Lo que denunciamos son unas ense?anzas concretas que, bajo el nombre de ?Educaci?n para la ciudadan?a?, constituyen una lesi?n grave del derecho de los padres a determinar la educaci?n moral para sus hijos?.

8. ?Qu? hacer, en consecuencia? ?Los padres har?n muy bien en defender con todos los medios leg?timos a su alcance el derecho que les asiste de ser ellos quienes determinen la educaci?n moral que desean para sus hijos?. Cuando se habla de todos los medios leg?timos no se excluye ninguno de los que sean en verdad leg?timos. Entre ?stos est?, como bien sab?is, el de presentar objeci?n de conciencia tanto en centros estatales de ense?anza o p?blicos, como en los de iniciativa social, entre los que se encuentran los colegios cat?licos. No se impone a nadie esta objeci?n de conciencia; es algo que responsable y libremente han de decidir los propios padres. Estando en juego la educaci?n de vuestros hijos y la libertad de educaci?n, los padres pod?is tener por seguro que si opt?is por la objeci?n de conciencia estar?is tambi?n optando por la defensa de vuestros hijos, por la tutela de derechos fundamentales y contribuyendo al bien com?n. Los padres que presentan objeci?n de conciencia no act?an contra los centros escolares, sino que defienden su derecho a elegir la formaci?n moral que quieran para sus hijos frente a una legislaci?n que, por el contrario, impone por parte del Estado una determinada formaci?n de la conciencia moral obligatoria para todos sin respetar el derecho de los padres. Nadie puede leg?timamente impedir ni tampoco forzar la opci?n de presentar objeci?n de conciencia. Tanto los colegios p?blicos como los de iniciativa social habr?n de respetar la opci?n que los padres hagan.

9. Vuestros Obispos somos conscientes de la preocupaci?n de muchos padres que os encontr?is en el dilema de decidir: o plegarse sumisamente ante la imposici?n de una formaci?n moral que no hab?is pedido libremente para vuestros hijos, o actuar con libertad y responsablemente, y defender as? el derecho que os asiste y la grave responsabilidad que ten?is ante vuestros hijos. Cierto que el actuar con libertad y defenderos es m?s costoso y puede conllevar hasta alguna dificultad. Tambi?n es cierto que es mucho e importante lo que est? en juego: primero, que vuestros hijos reciban unas ense?anzas morales con unos criterios propios del rela-tivismo y unos contenidos perjudiciales para el desarrollo integral de la persona; y, segundo, que el Estado no imponga ninguna moral a todos, que respete el derecho fundamental a recibir la formaci?n religiosa y moral que los padres elijan para sus hijos, y que no se cercene en nuestra sociedad la libertad basada en la verdad y en derechos inalienables del hombre.

10. Queridos padres, no queremos ni pretendemos en modo alguno condicionaros o inclinaros hacia una determinada opci?n. Lo ?nico que os pedimos es que tanto los padres como los centros educativos actu?is como deb?is de modo responsable y comprometido en favor de vuestros derechos educativos y de la libertad de conciencia. Respetamos vuestra decisi?n que habr?is de tomar en conciencia y con la informaci?n debida. Hay cauces para esta informaci?n. Asociaciones de padres y de familias, as? como otras personas e instituciones est?n informando con toda verdad y objetividad. Pod?is acudir a ellas. En diversos lugares se est? informando sobre este asunto. En las parroquias tambi?n vuestros p?rrocos u otros fieles os podr?n ayudar en este asunto m?s importante y decisivo de lo que pueda parecer a simple vista o para una mirada superficial.

11. Pido a todos los sacerdotes, en todas las parroquias, que se informe debidamente sobre toda esta tem?tica amplia, un poco compleja, pero muy importante. Esto entra de lleno en nuestra tarea pastoral; no podemos fallar, ni defraudar a nuestros fieles en este deber que tenemos. Pido tambi?n a los colegios y centros educativos de la Iglesia que ayuden en este asunto a los padres con informaci?n adecuada y aceptando de buen grado sus leg?timas opciones. Pido a parroquias, colegios de la Iglesia, padres de familia y asociaciones de padres y de apostolado seglar, Radio Santa Mar?a y Canal Diocesano de TV, COPE, que difundan la presente Carta Pastoral con la mayor difusi?n posible. No vamos contra nadie, sino s?lo a favor del hombre, de los ni?os, de la libertad de ense?anza y de una sociedad democr?tica, donde el Estado no puede imponer como obligatoria una determinada formaci?n de la conciencia moral tanto en lo personal como en lo social.

12. Para el conocimiento de todos, en los colegios que dependen directamente del Obispo de Toledo se facilitar? toda la informaci?n que se precise, se propiciar? que los padres puedan optar por aquella decisi?n m?s acorde con su conciencia, se har? posible que los hijos cuyos padres opten por la objeci?n de conciencia estar?n debidamente atendidos con actividades formativas sus-titutorias para vivir en sociedad. La titularidad de nuestros colegios diocesanos, en sinton?a y plena comuni?n con la Nota aludida de la Comisi?n Permanente de la Conferencia Episcopal, est? en desacuerdo con la materia de ?Educaci?n para la ciudadan?a?, tal y como ?sta queda plasmada en el Bolet?n Oficial, y la considera inaceptable y no compatible con el car?cter propio de sus centros. Como se trata de ense?anzas m?nimas obligatorias, sin embargo, por imperativo legal, se ve forzada a ofrecerla en sus centros escolares, pero con el compromiso y prop?sito firme de buscar los medios a su alcance para no traicionar los derechos de los padres, que han elegido la ense?anza espec?fica que nuestros colegios, como escuela cat?lica, han de ofrecer.

13. Queremos recordar, con esta ocasi?n, a los padres que quisisteis que vuestros hijos fueran bautizados, coherentes con lo que hicisteis y fieles a lo que prometisteis en su d?a ?educar a vuestros hijos cristianamente, en la fe? ten?is el grave deber de poner los medios necesarios para la formaci?n cristiana de vuestros hijos.

Hoy es muy dif?cil hacer una persona cristiana y moralmente cabal sin la ense?anza religiosa en la escuela, colegio o instituto. Por eso, en virtud de esta responsabilidad y del derecho fundamental que ten?is a elegir la formaci?n religiosa y moral que quer?is para vuestros conforme a vuestras propias convicciones, habr?is de solicitar de nuevo, un a?o m?s, la asignatura de ?Religi?n y Moral Cat?lica?. No lo olvid?is. Ahora a?n es m?s importante si cabe.

Estemos todos muy atentos y velemos por una escuela que eduque verdaderamente y no destruya la personalidad de vuestros hijos con publicaciones e instrumentos did?cticos, o con ense?anzas inadecuadas o da?osas. Con nuestro agradecimiento, afecto y aliento para todos, recibid de vuestros obispos nuestra bendici?n.

Antonio Ca?izares Llovera
Cardenal Arzobispo de Toledo Primado de Espa?a

Carmelo Borobia Isasa
Obispo Auxiliar


?ngel Rubio Castro
Obispo Auxiliar

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VATICANO - Entregado al Santo Padre el ?Documento de Aparecida?. En la Asamblea General del CELAM en julio se estudiar? el desarrollo de la Gran Misi?n Continental

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El lunes 11 de junio fue presentado al Santo Padre, Benedicto XVI el Documento Final de Conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe que se ha celebrado en Aparecida (Brasil) del 13 al 31 de mayo. El documento fue entregado por los tres presidentes de la V Conferencia, el Cardenal Francisco Javier Err?zuriz, Arzobispo de Santiago de Chile, Card. Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregaci?n para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisi?n para Am?rica Latina, y el Card. Geraldo Magella Agnelo, Arzobispo de S?o Salvador de Bahia ( Brasil), recibidos en Audiencia por el santo Padre. El objetivo fundamental de esta audiencia, seg?n informa el CELAM, era presentar el fruto de los 18 d?as de trabajo concretados en el llamado ?Documento de Aparecida? y compartir con el Santo Padre las jornadas vividas durante la V Conferencia y el ambiente en que se realiz?, no s?lo por el ambiente f?sico del Santuario, sino por el clima de comuni?n y de presencia del Esp?ritu Santo que todos los asistentes experimentaron.
El Documento de Aparecida, presentado, tiene tres grandes partes que siguen el m?todo de reflexi?n teol?gico-pastoral ?ver, juzgar y actuar?. Propone mirar la realidad con ojos iluminados por la fe y un coraz?n lleno de amor, proclama con alegr?a el Evangelio de Jesucristo para iluminar la meta y el camino de la vida humana, y busca, mediante un discernimiento comunitario abierto al soplo del Esp?ritu Santo, l?neas comunes de una acci?n realmente misionera, que ponga a todo el Pueblo de Dios en un estado permanente de misi?n. Ese esquema tripartito est? hilvanado por un hilo conductor en torno a la vida, en especial la Vida en Cristo, y est? recorrido transversalmente por las palabras de Jes?s, el Buen Pastor: ?Yo he venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia? (Jn 10,10).
?Ahora esperamos que el Santo Padre apruebe el documento presentado para compartirlo con todas las comunidades que con ansiedad esperan sus directrices para seguir la labor evangelizadora en este continente de la esperanza? se lee en el comunicado del CELAM . En espera de esa aprobaci?n, el CELAM est? preparando su pr?xima asamblea ordinaria, que tendr? lugar en La Habana (Cuba) del 10 al 13 de julio pr?ximos, y en la que se buscar? entre otras cosas colocar las bases para el desarrollo de la Misi?n en el Continente que dar? continuidad a la Conferencia de Aparecida. (RG) (Agencia Fides 12/6/2007 L?neas: 31 Palabras: 440)

Martes, 12 de junio de 2007
PRECES VOCACIONALES
Se proponen siete preces: una para cada d?a de la semana
V?SPERAS


Al caer la tarde tu Hijo nos ofreci? su cuerpo como alimento de vida eterna,

- acepta nuestra oraci?n vespertina y haz que no falten en tu Iglesia vocaciones religiosas al servicio de los m?s necesitados.

Padre de Bondad, que aceptaste la ofrenda de tu Hijo suscita, en nuestras parroquias, j?venes dispuestos a dar su vida por ti en servicio a sus hermanos.

Te pedimos Se?or por las familias cristianas,
para que sean "iglesia dom?stica" donde puedan nacer futuras vocaciones para la Iglesia universal

Te pedimos Se?or por los Seminarios Menores, Mayores y Noviciados,
que los j?venes que all? se preparan vivan con gozo y generosidad su formaci?n.

Dios misericordioso que entregaste a tu Hijo ?nico para salvar a los hombres, suscita tu generosidad en el coraz?n de los padres cristianos para que con gozo permitan a sus hijos poder seguir la vocaci?n al sacerdocio o a la vida consagrada.

Al llegar a su t?rmino esta jornada, haz que no decline en la Iglesia la esperanza de tu Reino,
enriqu?cela, con numerosas vocaciones a la vida consagrada.

Oh Cristo, que con tu sacrificio redentor purificas y elevas el amor humano, haz de los hogares cristianos cantera de vocacio?nes al sacerdocio y a la vida consagrada.

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PRECES VOCACIONALES

Se proponen siete preces: una para cada d?a de la semana

LAUDES


T ?, que por la Encarnaci?n quisiste abrir el horizonte de la vida familiar a la plenitud de tu amor,
acepta el amor de las familias como terreno fecundo en el que broten las vocaciones a los diversos esta-dos de la vida cristiana.

Guarda Se?or en este nuevo d?a a los sacerdotes y ministros de tu Iglesia,
y haz que su fidelidad y ejemplo sirvan de testimo?nio y llamada para muchos j?venes.

Pastor bueno, que congregas a tu grey en medio del mundo, conduce a la madurez de la fe, la esperanza y el amor a nuestras comunidades parroquiales,
y suscita en ellas generosas vocaciones para hacer visible tu sol?cita gu?a de la Iglesia.

T?, que quisiste tener a los ni?os cerca de ti, cons?rvales en tu amistad para que sientan nacer la vocaci?n al sacerdocio y la sigan con docilidad.

Al comenzar una nueva jornada, anima en el coraz?n de los j?venes el deseo de ofre?cer las primicias de su vida siguiendo tu llamada.

T?, que eres el sol que ilumina y da vida, despierta en muchos j?venes la vocaci?n a la ora?ci?n y a la contemplaci?n,

Manda, Se?or trabajadores a tu mies,
para que tu nombre sea conocido en el mundo.

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An?cdota recogida en el Bolet?n SANTA MADRE MARAVILLAS DE JES?S, n?mero 147, done se encuentra poes?a de Santa Maravillas dedicada a la Virgen.

Un regalo
para la
Vergen


Las institutrices que tuvo Santa Maravillas en su infancia le ense?aron muchas poes?as para que se las recitara a sus padres o a su abuelita en sus fiestas.

Pero a la peque?a Maravillas, emplear la memoria s?lo para obsequiar a sus familiares no la convenc?a demasiado. Pensaba: ?A mis padres y a mi abuelita, versos: ?y a la Virgen Mar?a. que es mucho m?s madre. no le voy a regalar nada??

Dicho y hecho. A partir de entonces, la ni?a, por su cuenta, buscaba entre los devocionarios de su casa poemitas para recit?rselos en sus fiestas a Mar?a. Aunque literariamente no eran una joya, ser?an de gran regocijo para la Virgen. Eran se?al del gran amor que a lo largo de su vida alimentar?a su alma hacia la Madre del cielo. Santa Maravillas aprendi? decenas de ellos, y al final de su vida a?n los recordaba.

El 22 de noviembre de 1974, cuando a la Madre s?lo le faltan diecinueve d?as para ver ?el rostro desconocido y amado? de su Cristo, se encuentra acompa??ndola en su celda de La Aldehuela la joven hermana enfermera. Para distraerla un poco, ?sta le pregunta:
Nuestra Madre, ?por qu? no me dice alguno de los versos que recitaba a la Virgen de peque?a?

La Madre, siempre tan humilde, se resiste un poco:
Si no me acuerdo. hija...

La hermana, anim?ndola, le insiste que podr?an servir para ense?arlos a los ni?os de los demandaderos, o para dec?rselos a la Virgen ella misma... Y entonces la Madre, sin titubear un momento, fue dict?ndole de corrido este poema:



?En mayo, cuando olorosas ? florecen las azucenas,
cuando van las mariposas ? dando besos a las rosas
y a las floridas verbenas;
cuando entre y flores, ? madreselvas y rosales
fabrican los ruise?ores ? el nido de sus amores
entre oscuros matorrales.
Es que el mundo, Madre m?a, ? con flores, frutos y aromas
alaba al nacer el d?a ?tu dulce nombre, ?oh Mar?a!,
entre arrullos de paloma.
En este canto de amor ? quiero tambi?n tener parte;
quiero ser ave, ser flor, ? azucena y ruise?or
tan s?lo para alabarte.
Haz que vea mi existencia ? a tus plantas resbalar
y acepta, Madre, la esencia ? con que viene mi inocencia
tus plantas a perfumar?.

La Madre, cuando llegaba a ese punto, se atascaba:

?Cuando entre... y flores, cuando entre... y flores.

Por m?s que repet?a la frase no lograba dar con aquella palabrita, que parec?a burlarse de ella, escondi?ndose en lo m?s rec?ndito de su memoria...

As? se qued? la cosa... Pero ser?a no conocer a la Madre pensar que se dio por vencida... Llegada la hora de Completas, la hermana que supl?a a la enfermera avis? a ?sta: ?Nuestra Madre la llama?. R?pidamente se dirigi? a la celda, y al abrir la puerta, la Madre, triunfante, exclam?: ???Juncos!!?

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Escrito sacado de Boletín SANTA MADRE MARAVILLAS DE JESÚS número 147, describiendo la devoción a María en Santa Maravillas de Jesús.

LA VIRGEN MARÍA
NUESTRA DULCÍSIMA MADRE




Quizás porque es el mes más bello, en el que la naturaleza se llena de frutos y flores de toda especie, el mes de mayo, desde el siglo XVIII, está dedicado especialmente a la Santísima Virgen.

Todos los santos han amado filialmente a María. En Santa Maravillas el amor hacia Ella fue desde siempre inmenso y entrañable. La presencia de la Virgen impregnó profundamente, desde su más tierna infancia, los días, meses y años de la Madre Maravillas de Jesús; y además su obra, sus funda¬ciones y sus escritos. El amor de María fue para Santa Maravillas consuelo para su alma, fortaleza y alegría para su corazón, fuente de seguridad y firme esperanza.

Antes de entrar en el Carmelo, disfrutaba mucho Maravillas visitando santuarios marianos, en particular el de Lourdes. Desde muy pequeña iba a la gruta de Massabielle todos los veranos. Sus padres se volvían a San Sebastián a los pocos días, y ella se quedaba allí en compañía de su abuela materna, doña Patricia Muñoz., alguna vez hasta un mes. Y según contaba años después a sus monjas, ambas se pasaban prácticamente todo el día en la gruta. Santa Maravillas siempre conservó un amor entrañable hacia esta advocación de la Virgen.

Además visitó en estos años muchos otros santuarios marianos: el Pilar, Begoña, Aránzazu, Las Angustias, La Paloma, La Almudena, La Milagrosa de París, entre otros.

Nunca dudó la Santa que fue María quien le obtuvo la gracia de entrar por fin en el Carmelo, después de superadas muchas dificultades. Así lo escribía a su cuñada: «Mucho te agradecí tu recuerdo del día 8 y tus oraciones en Covadonga. ¿Te acuerdas? Yo nunca olvido la visita que hice allí con vosotros, y no dudo que la Santísima Virgen fue quien me concedió entonces el poder entrar al fin en su Carmelo» (C 5553).

El amor de Santa Maravillas hacia la Virgen maduró y se acrecentó cuando ingresó en el Carmelo, Orden mariana totalmente consagrada a Ella. Preci¬samente «uno de los motivos que me incli¬naron al Carmelo —confiesa la Madre en una carta—, fue el ser por excelencia la Orden de la Virgen». Bien explícitamente quiso santa Teresa de Jesús que sus hijas, las carmelitas descalzas –que por algo se llaman hijas de Nuestra Señora del Carmen—, posaran en María sus ojos.

Escribió en sus Moradas: «No tengo otro remedio, sino llegarme a ella y confiar en los méritos de su Hijo y de la Virgen, Madre suya, cuyo hábito indignamente traigo y traéis vosotras. Alabadle, hijas mías, que lo sois de esta Señora verdadera-mente; y así no tenéis para qué os afrentar de que sea yo ruin, pues tenéis tan buena Madre. Imitadla y considerad qué tal debe ser la grandeza de esta Señora y el bien de tenerla por Patrona». Así se expresaba también Santa Maravillas de Jesús: «Estas Casas se llaman "Palomarcitos o Casas de la Virgen". ¿Cómo podremos vivir en su Casa, agradar con Ella al Señor sin imitarla, como la Santa Madre lo deseaba? ¡Cómo éste es el camino de la carmelita, a ejemplo de María! ¡Cómo tenemos que achicarnos, ser de veras pobres, sacrificadas, humildes, nada...! Aquí está la fuerza que, por su misericordia, puede tener nuestra vida» (C 101).

En la Virgen María no sólo encontró Santa Maravillas una Abogada y Medianera, que alcanza del Señor las gracias que recibimos, sino el modelo cabal de lo que debe ser un alma entre¬gada a Dios. Después de Cristo, no se puede encontrar un modelo semejante a María. Santa Maravillas, mirando a su Madre, deseó copiar en ella su imagen. Muchos testimonios de su Proceso de Canonización destacan cómo su porte exterior respiraba amor a la Santísima Virgen. Valga por todos éste de la Hermana María de San José, una de las primeras novicias de la Santa, que convi¬vió con ella largos años:

«Cuando yo entré en el Carmelo en 1925, la entonces Hermana Maravillas tenía un "algo" que no tenían las demás: una dulzura, una humildad, una sonrisa, un agrado, una delicadeza, sin meterse en nada haciendo lo suyo, que irradiaba paz. Yo pensaba muchas veces que la Virgen debía de ser así».

Cuando hacía falta algún argumento para mover a la Madre Maravillas, no había más que animarla a que lo hiciera por la Virgen. No necesitaba más. Vibraba con cuanto se refería a Ella. Fue apóstol incansable del escapulario del Carmen. Propagó sin cesar su devo¬ción. Se llenaba de alegría al poderle hacer un obsequio, por pequeño que fuera, a la que es Reina y Hermosura del Carmelo.

Y gozaba especialmente cuando podía regalar a su «Dulcísima Madre» –como le gustaba llamarla– un Carmelo más. Quiso levantar sus fundaciones cerca de ermitas o santuarios marianos, inaugurarlos en fiestas de la Virgen, y ponerlos bajo su protección. Su primer Carmelo, juntó a la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, en el Cerro de los Ángeles, lleva por titulares el Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de los Angeles. Su fundación de Arenas de San Pedro fue un regalo a María Inmaculada, en el Año Mariano de 1954 por el primer centenario de la declara¬ción del Dogma de la Inmaculada Concepción. El Carmelo de Nuestra Señora de la Sierra, en San Calixto (Córdoba), lo fundó en un lugar donde había existido una ermita dedicada a la Santísima Virgen.

En sus viajes fundacionales visitó muchos lugares marianos: el santuario de la Virgen del Prado (Talavera de la Reina), la ermita de las Peñitas en Oropesa (Toledo), el santuario de la Virgen del Cueto (Salamanca), la ermita de la Virgen de Chilla (Candeleda, Avila), Santa María de Nlave (Palencia), etc., etc.

«Casas de la Virgen», llama la Madre Maravillas a los Carmelos, y exhorta continuamente a sus monjas a vivir en ellos con el único deseo de agradar al Señor y a su bendita Madre: «El Carmelo en todas partes es la "Casa de María" y con esto basta. A mí esto de la "Casa de María" me dice mucho, porque ¡figúrese lo que el Señor encontraría en la casa de su Madre! Pues todo eso tiene que encontrar en el Carmelo y en cada una de sus carmelitas: una imagen de su Madre» (C 4923).

Si en la Virgen María el amor de Dios fue un amor sin límites, que llegó a todas las generosidades, a todas las delicadezas, era lógico que una hija de la Virgen, como lo fue Santa Maravillas, tuviera los mismos deseos que su Madre. A Ella encomendó su ardiente anhelo de amar y agradar al Señor, única aspiración de toda su vida. Y así en las cartas y billetes que escribió a sus monjas son incontables las veces que les alienta a seguir este camino:

«Entregue a esta dulcísima Madre su corazón, para que Ella lo aderece del modo más agradable a su Hijo y así pueda tener en él sus delicias» (B 527).
«Que su dulcísima Madre, la Virgen María, la llene más y más de amor a su Hijo Divino y le enseñe a imitarle de ver-dad» (B 1131).
«He tomado a la Virgen Santísima por Madre de un modo especialísimo, y Ella es la encargada también de prepararme, cubrirme y ampararme. ¡Qué buena es esta dulcísima Madre!» (C 3193).
«Pídale a la Santísima Virgen le dé de lo suyo para adornar, limpiar, calentar, perfumar su alma... Con lo de Ella, que es suyo, quedará preciosa. Lo demás no importa. No deje de luchar y como El lo ve todo y lo sabe todo... ¡Qué alegríal... Conviene que El lo sea todo y tú nada...» (B 1509).

La Virgen María, como el árbol del incienso que difunde su perfume en toda la tierra, difunde su amor, su pureza, su misericordia, la delicadeza de su Corazón. ¿Quién no ha sentido sus bondades, sus ternuras? ¿Es que no sabemos que cuanto hay de bueno en nuestra vida ha pasado por sus manos y se lo debemos a Ella? Por eso, puestos los ojos en Ella, Santa Maravillas fue también como el incienso que esparció por toda la tierra el aroma de sus virtudes.


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Tarjeta comunicando tan grato acontecimiento para la di?cesis de Tenerife como es la ordenaci?n de sies di?conos, nos ha llegado a la parroquia.


"YO ESTOY ENTRE VOSOTROS
COMO EL QUE SIRVE"
(Lc. 22, 27)


Con el gozo que nos da el Se?or te comunicamos que
el 23 de junio a las 11 de la ma?ana, seremos
ordenados di?conos por manos de nuestro obispo
D. Bernardo ?lvarez Afonso, en la S. I. Catedral de
La Laguna (P. Ntra. Sra. de La Concepci?n).

Contamos con tu oraci?n y presencia.

Agalac, Omar, Sergio, Sixto V., Crist?bal y Diego J.

El Rector del Seminario de Tenerife se dirige a los p?rrocos urgi?ndoles el deber de la preocupaci?n por las vacaciones al mismo tiempo que anuncia cursillos de selecci?n.


SEMINARIO DIOCESANO
LA LAGUNA-TENERIFE


1 de junio de 2007


Querido hermano/a:

Pr?ximo ya el final del curso te env?o el d?ptico para el Cursillo de Selecci?n y Discernimiento para los candidatos al seminario que se desarrollar? del 30 de junio al 8 de julio. La informaci?n y los informes que se piden son muy importantes para conocer un poco m?s a los chicos fuera del ?mbito del cursillo y de las convivencias.
Es deber de todos los cristianos la preocupaci?n por las vocaciones al sacerdocio ministerial pero, son los sacerdotes los principales implicados ya que suelen ser los referentes o mediaciones de los que Dios se vale para hacer resonar "Su Voz", en el coraz?n de muchos ni?os y j?venes (las familias cristianas y el testimonio gozoso de los sacerdotes han sido siempre est?mulo y vivero vocacional). No tengamos miedo de hacer la propuesta directa a los chicos ya que somos prolongaci?n sacramental de Cristo Pastor. Afirma Benedicto Xl: "El misterio del sacerdocio de la Iglesia est? en el hecho de que nosotros, m?seros seres humanos, en virtud del Sacramento, podemos hablar con su < Todav?a, en nuestra di?cesis, sigue habiendo chicos cercanos a nuestras comunidades; hay que estar atentos a aquellos que muestren "g?rmenes de vocaci?n" para ayudarles a responder. Muchas veces, las inquietudes vocacionales est?n mezcladas con otros planteamientos pues "el trigo crece con la ciza?a" de ah? que estemos vigilantes y diligentes pues, en ocasiones "los hijos de las tinieblas est?n m?s espabilados que los hijos de la luz". Debemos seguir ayudando a los fieles para que descubran la importancia y excelencia del sacerdocio en la vida de la Iglesia, as? nos lo recuerda nuestro Obispo Don Bernardo: "cuando se rechaza el sacerdocio, o cuando faltan sacerdotes por la escasez de vocaciones, son los propios fieles los primeros perjudicados en su vida de fe y la comunidad cristiana pierde su identidad y consistencia, con el consiguiente peligro de disgregarse como reba?o sin pastor."
El seminario acoge y acompa?a a los candidatos pero es necesario el trabajo vocacional de las familias, los profesores de religi?n, los catequistas y, especialmente, los sacerdotes. En este sentido, ?cu?nto bien no podr?an hacer los colegios cristianos!
Terminamos el curso con 34 alumnos en el Menor y 27 en el Mayor. Es necesario, sin descuidar a los j?venes, que hagamos un esfuerzo por los candidatos al Seminario Menor pues lo ideal es que hubiese en torno a los 50 chicos para que puedan seguir siendo la cantera del futuro presbiterio.
En orden a seguir suplicando las vocaciones al "Due?o de la mies" te enviamos este subsidio para la oraci?n. Por ?ltimo, te agradecemos tu cercan?a y apoyo al Seminario.
Quedamos a tu disposici?n para cualquier aclaraci?n que necesi

Recibe un saludo fraterno del equipo de formadores.
Juan Manuel Yanes Marrero
Rector del Seminario

VER LOS CURSOS: AQU?

Comentario al Evangelio (Mt 5,17-19) del mi?rcoles de la d?cima semana del Tiempo Ordinario, sacado del libro "Ens??ame tus caminos", de Guillermo Guti?rrez.


La perfecci?n nueva. Siendo Dios amor y siendo el hombre hijo de Dios, la perfecci?n moral no puede consistir en la fr?a ejecuci?n de los preceptos de la ley. El esp?ritu filial exige impregnar de amor las prescripciones legales.

Una clase de religiosidad se caracteriza por la importancia dada a los actos externos. Es el ritualismo, estadio infantil.

Otras formas conceden la iniciativa a la inteligencia con preferencia sobre el amor. Es el moralismo, caracter?stico de la edad de la raz?n, que dar?a quiz? preferencia al Dec?logo silenciando las Bienaventuranzas: es una filosof?a.

Jes?s centr? su moral en el amor. Es la esencia de la Ley nueva que no viene a abolir la antigua. El no vino a abolir sino a perfeccionar. La letra antigua debe permanecer, siendo perfeccionada por el nuevo esp?ritu. ?El hombre necesita leyes para no hacerse indiferente a la vida y comportamientos sociales. Cierto que la oraci?n y comportamientos religiosos proceden del interior y no pueden ser violentados desde fuera. Pero la conducta del hombre no procede s?lo de impulsos interiores; recibe tambi?n el influjo exterior de usos y costumbres. Si lo exterior se margina y se desprecia, algo interior se rompe o se pone seriamente en peligro? (R. Guardini).

El Vaticano II ?abri? las ventanas de la Iglesia? para permitir la penetraci?n de fresco esp?ritu renovador. Como el mismo Jes?s. no pretendi? abolir sino perfeccionar. Hoy han disminuido las prescripciones eclesi?sticas. El cristiano es estimado como adulto en la fe, responsable de sus decisiones y de las exigencias de perfecci?n que debe imponerse a s? mismo. Puede pensarse que el exceso de leyes conduce al farise?smo, que es cumplimiento literal y deja, sin m?s, la conciencia tranquila. Y puede pensarse que si hay pocas leyes se desemboca en el laxismo, situaci?n moral en la que cada uno se dispensa a s? mismo de sus compromisos con excesiva tolerancia. No se trata de eliminar. Se trata de impregnar la Letra con el esp?ritu de amor cristiano y sus exigencias.

Publicado por verdenaranja @ 23:14  | Espiritualidad
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La secretaria del Consejo Arciprestal de Icod de los Vinos, Tenerife, env?a la siguiente carta:


ENCUENTRO DE AGENTES DE PASTORAL


El Consejo Arciprestal de Icod de los Vinos invita
:


A todos los grupos, movimientos, cofrad?as y personas relacionadas con las parroquias del Arciprestazgo a un encuentro que tendr? lugar el d?a 22 de junio a las 19:30 horas en la iglesia de San Antonio de Padua del Tanque Bajo.

A continuaci?n habr? una cena de picoteo preparada por "Comidas La Uni?n".

El precio por persona son 5 euros.

Por favor, confirmar asistencia y pago al p?rroco correspondiente.


?Ven y comparte con nosotros a Jes?s resucitado!

El centro hist?rico lagunero es el escenario inigualable donde se celebra hoy, con art?sticas alfombras y la procesi?n del Sant?simo en las Andas de La Concepci?n, un Corpus que los conquistadores celebraron por primera vez en el lugar que hoy ocupa el templo.

(EL D?A, 11 - VI, D. BARBUZANO, La Laguna) Como destacan los m?s importantes historiadores de Canarias, una vez conquistada la Isla, el adelantado Alonso Fern?ndez de Lugo y los cl?rigos que lo acompa?aban celebraron la primera fiesta del Corpus en Tenerife, en el lugar que hoy ocupa la iglesia de La Concepci?n, bajo un tabern?culo, templete o choza de ramaje, seg?n apunta Jos? Rodr?guez Moure. La primera Custodia fue de madera.

El segundo dato de inter?s del Corpus Christi de este a?o es que se cumple el primer centenario de la confecci?n de las primeras alfombras de flores, gracias al impulso del sacrist?n de La Concepci?n Luis Marrero Rodr?guez.

Los actos de hoy dar?n comienzo a las 8:00 horas, con recogida de alimentos no perecederos para los Hermanos de la Cruz Blanca en la sede de la Junta de Hermandades y Cofrad?as (calle de El Agua, 10), seguido de la apertura, a las 10:00 horas, de un puesto de C?ritas en la plaza del Adelantado, donde se vender?n aperitivos, comidas y postres para recaudar fondos para las familias m?s necesitadas. Tambi?n habr? un rastrillo.

Un Corpus solemne

Gracias al investigador lagunero Julio Torres Santos hemos podido saber c?mo fue el Corpus de 1907 en que se hicieron las primeras alfombras de flores, pues ahora conocemos que en aquel entonces se dijo que "siempre vino mucha gente a La Laguna el d?a del Corpus, pero este a?o fue una inmensidad. El anuncio de las alfombras de flores despobl? las comarcas cercanas, y efectivamente no qued? defraudado el deseo de los que vinieron".

Por la ma?ana, como recogen los valiosos documentos que posee Julio Torres, hubo una gran funci?n en La Catedral, oficiada por el obispo y con asistencia del Ayuntamiento de La Laguna y el gobernador civil. Cuando acab? la celebraci?n lit?rgica, se cant? un Te Deum en acci?n de gracias por el nacimiento del Pr?ncipe de Asturias, Alfonso de Borb?n y Battenberg.

Las casas de la calle La Carrera lucieron vistosas colgaduras y adornos de flores. A las 17:00 horas sali? la procesi?n, delante de la cual desfilaron los estandartes del Coraz?n de Jes?s, el Rosario, la Concepci?n, el Cristo de La Laguna y el Sant?simo Sacramento de La Concepci?n y La Catedral; hermandades y cofrad?as; seminaristas; gui?n; las andas escoltadas por soldados de Artiller?a; autoridades; las bandas de m?sica La Fe y La Esperanza; la brigada de la Cruz Roja con banda de cornetas y la Bater?a de Monta?a al mando de su capit?n, el se?or Romeo.

Las campanas de todas las iglesias repicaron, los cohetes surcaron el cielo y por la noche hubo iluminaci?n en la calle de La Carrera con un paseo muy concurrido que ameniz? la banda de m?sica La Fe, tocando frente al hotel Tenerife.

Con respecto a las alfombras de flores, hay que rese?ar que la primera que se hizo fue en la esquina de la plaza de La Concepci?n, que dirigi? Luis Marrero con la ayuda de los se?ores Mart?n Mirabal y Rojas. Fue una faja de flores perfectamente matizada. La segunda alfombra fue la de Jos? Antonio Tarife, en la calle de La Carrera.

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(EL D?A, 11 - VI, La Laguna) La Laguna celebr? ayer el primer centenario de la confecci?n de alfombras de flores en el Corpus, cuyo impulsor fue el sacrist?n de La Concepci?n, Luis Marrero Rodr?guez. El primero en seguir su ejemplo y potenciar la tradici?n fue el Ayuntamiento de La Laguna (foto superior izquierda), que, a trav?s de la Cooperativa de Tejina, realiz? un tapiz con ornamentos florales de 104 metros de longitud, en La Carrera. Muchos colectivos de gran raigambre utilizaron la flor o la marmolina para hacer sus tapices, como fue el caso, respectivamente, de la Junta de Hermandades y Cofrad?as y el Asilo de Ancianos. Las hermosas alfombras laguneras fueron realizadas no s?lo por personas mayores sino por ni?os, en cuyas manos est? el futuro de la tradici?n, y que estuvieron representados por colegios como Nava La Salle y las Dominicas, o los grupos de Escout Aguere y Atam?n, fieles a su cita con el Corpus./ JES?S AD?N

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TE ADORO CON DEVOCI?N



Te adoro con devoci?n, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A ti se somete mi coraz?n por completo.

Al juzgar de ti se equivocan los vista, el tacto, el gusto,
pero basta el o?do para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios;
nada es m?s verdadero que esta palabra de verdad.

En la Cruz se escond?a s?lo la divinidad,
pero aqu? tembi?n se esconde la humanidad;
creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidi? el ladr?n arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tom?s,
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea m?s y m?s en ti,
que en ti espere, que te ame.

?Oh memorial de la muerte del Se?or!
Pan vivo que da la vida al hombre;
conc?dele a mi alma que de ti viva,
y que siempre saboree tu dulzura.

Se?or Jes?s, pel?cano bueno,
l?mpiame a m?, inmundo, con tu Sangre,
de la que una gota puede liberar
de todos los cr?menes al mundo entero.

Jes?s, a quien ahora veo escondido,
te ruego que se cumpla lo que tanto ans?o:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea yo feliz viendo tu gloria. Am?n

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Lunes, 11 de junio de 2007
Mensaje final emitido por la Asamblea General de Caritas Internationalis, celebrada en el Vaticano del 3 al 9 de junio, en la que fue elegido su nuevo presidente, el cardenal Oscar Andr?s Rodr?guez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras).



Los delegados de las 162 C?ritas miembros concluimos nuestra 18? Asamblea General en la Ciudad del Vaticano reafirmando nuestro compromiso de ser ?testigos de la caridad y constructores de la paz?. Los delegados asumimos con renovada energ?a la misi?n convertir nuestra ?fe viva? en Jesucristo en una ?acci?n viva? dirigida a la urgente misi?n de transformar un mundo donde cada tres segundos muere un ni?o v?ctima de la pobreza.

El Papa Benedicto XVI ha agradecido a los delegados de C?ritas su servicio a los m?s humildes. ?Vuestra Confederaci?n no realiza simplemente su trabajo en nombre de la en ?ntima relaci?n con el intercambio de dones que tiene lugar en tantos niveles de la vida de la Iglesia?, nos ha recordado. ?Los grandes desaf?os a los que se enfrenta el mundo actual, como la globalizaci?n, los abusos contra los derechos humanos o las estructuras sociales injustas, no pueden ser afrontados y superados a menos que la atenci?n se dirija hacia las necesidades m?s profundas de la persona: la promoci?n de la dignidad humana, de su bienestar y, en ?ltimo t?rmino, la salvaci?n eterna?.

En el marco de la celebraci?n del 40 Aniversario de la ?Populorum Progressio? y a la luz de la ?Deus caritas est? y de la intervenci?n protagonizada por el cardenal Renato Martino ante la Asamblea General, los delegados hemos manifestado nuestra voluntad un?nime de construir no s?lo un sendero sino una amplia avenida que conduzca r?pidamente hacia un modelo global de solidaridad.

La asistencia humanitaria integral en el campo del desarrollo humano y la construcci?n sostenible de la paz van a marcar el proyecto de C?ritas para los pr?ximos a?os, no como distintas piezas de su trabajo, sino como parte de un mismo programa que permita a los pobres transformar su vida. Los delegados hemos tomado plena conciencia de que nuestro trabajo como un solo cuerpo en la consecuci?n de este programa permitir? que el impacto de la labor desarrollada por cada una de las C?ritas se multiplique por 162, el n?mero de miembros de la Confederaci?n mundial. Unidad y subsidiariedad no son t?rminos opuestos.

Con objeto de llevar a cabo este ambicioso plan, los delegados hemos acordado movilizar los recursos necesarios para desarrollar los instrumentos necesarios en materia de coordinaci?n, incidencia y comunicaci?n. Los miembros de C?ritas Internationalis confiamos en seguir profesionalizando nuestra red para mejorar su potencial como instrumento contra el esc?ndalo de la pobreza, una tragedia que contin?a abierta.

A d?a de hoy, m?s de treinta conflictos armados desgarran el mundo; a d?a de hoy, millones de personas inocentes sufren en Darfur, Irak, Colombia, norte de Uganda, Sri Lanka, la Rep?blica Democr?tica del Congo y en muchas otras regiones donde existen conflictos latentes; a d?a de hoy, m?s de tres mil millones de personas viven con menos de dos d?lares diarios; a d?a de hoy, m?s de cuarenta millones de personas est?n infectados de VIH y sida. De cara al futuro, la Premio N?bel de la Paz 2004, Wangari Maathai, ha urgido en la Asamblea a los miembros de C?ritas a responder al desaf?o que el cambio clim?tico supone para las comunidades m?s empobrecidas. Y ha asegurado que C?ritas se encuentra en una posici?n ?nica para trabajar a escala local impulsando un cambio de h?bitos en las personas m?s pobres y a escala global propugnando la reducci?n de emisiones de CO2.

La Asamblea General ha coincidido con dos eventos mundiales de car?cter crucial. En Tierra Santa se ha conmemorado el 40 Aniversario de la Guerra ?rabe-isarael? de los Seis D?as. C?ritas renueva su llamamiento por el final de la ocupaci?n y de todas las formas de violencia, y su convicci?n de que la paz es posible.

En Heiligendamm, Alemania, los l?deres del G8 se han reunido teniendo como tel?n de fondo, a pesar de sus anteriores promesas, el descenso de los niveles de ayuda a los pa?ses en desarrollo. Mientras, C?ritas renovaba su llamamiento a favor de una mayor y mejor ayuda desplegando una pancarta gigante con la leyenda "Haz que la ayuda funcione" en la Plaza de San Pedro. Ha sido una historia de dos cumbres, ya que mientras los delegados de C?ritas han finalizado su Asamblea conscientes de que se mantendr?n los compromisos adquiridos y de que las decisiones adoptadas van a tener un impacto duradero en las personas m?s pobres, la otra cumbre ha fracasado al no respaldar sus compromisos con la financiaci?n necesaria.

C?ritas no renunciar? a ninguna de estas cuestiones, sobre las que incidir? una y otra vez. Trabajando en 200 pa?ses y territorios de los seis continentes, hablando en lenguas diferentes, no somos una Torre de Babel. Como escribe Dante en el Para?so, ?la Luz perenne que es Dios mismo, ante la Luz que es a la vez el amor que mueve el sol y las dem?s estrellas?, nosotros afirmamos con una sola voz: armados con el amor, podemos acabar con el esc?ndalo de la pobreza.

Roma, 9 de junio de 2007.

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ZENIT publica el mensaje final emitido por la Asamblea General de Caritas Internationalis, celebrada en el Vaticano del 3 al 9 de junio, en la que fue elegido su nuevo presidente, el cardenal Oscar Andr?s Rodr?guez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras).


?Juntos, los esfuerzos de cada uno se multiplican por 162?



Los delegados de las 162 C?ritas miembros concluimos nuestra 18? Asamblea General en la Ciudad del Vaticano reafirmando nuestro compromiso de ser ?testigos de la caridad y constructores de la paz?. Los delegados asumimos con renovada energ?a la misi?n convertir nuestra ?fe viva? en Jesucristo en una ?acci?n viva? dirigida a la urgente misi?n de transformar un mundo donde cada tres segundos muere un ni?o v?ctima de la pobreza.

El Papa Benedicto XVI ha agradecido a los delegados de C?ritas su servicio a los m?s humildes. ?Vuestra Confederaci?n no realiza simplemente su trabajo en nombre de la en ?ntima relaci?n con el intercambio de dones que tiene lugar en tantos niveles de la vida de la Iglesia?, nos ha recordado. ?Los grandes desaf?os a los que se enfrenta el mundo actual, como la globalizaci?n, los abusos contra los derechos humanos o las estructuras sociales injustas, no pueden ser afrontados y superados a menos que la atenci?n se dirija hacia las necesidades m?s profundas de la persona: la promoci?n de la dignidad humana, de su bienestar y, en ?ltimo t?rmino, la salvaci?n eterna?.

En el marco de la celebraci?n del 40 Aniversario de la ?Populorum Progressio? y a la luz de la ?Deus caritas est? y de la intervenci?n protagonizada por el cardenal Renato Martino ante la Asamblea General, los delegados hemos manifestado nuestra voluntad un?nime de construir no s?lo un sendero sino una amplia avenida que conduzca r?pidamente hacia un modelo global de solidaridad.

La asistencia humanitaria integral en el campo del desarrollo humano y la construcci?n sostenible de la paz van a marcar el proyecto de C?ritas para los pr?ximos a?os, no como distintas piezas de su trabajo, sino como parte de un mismo programa que permita a los pobres transformar su vida. Los delegados hemos tomado plena conciencia de que nuestro trabajo como un solo cuerpo en la consecuci?n de este programa permitir? que el impacto de la labor desarrollada por cada una de las C?ritas se multiplique por 162, el n?mero de miembros de la Confederaci?n mundial. Unidad y subsidiariedad no son t?rminos opuestos.

Con objeto de llevar a cabo este ambicioso plan, los delegados hemos acordado movilizar los recursos necesarios para desarrollar los instrumentos necesarios en materia de coordinaci?n, incidencia y comunicaci?n. Los miembros de C?ritas Internationalis confiamos en seguir profesionalizando nuestra red para mejorar su potencial como instrumento contra el esc?ndalo de la pobreza, una tragedia que contin?a abierta.

A d?a de hoy, m?s de treinta conflictos armados desgarran el mundo; a d?a de hoy, millones de personas inocentes sufren en Darfur, Irak, Colombia, norte de Uganda, Sri Lanka, la Rep?blica Democr?tica del Congo y en muchas otras regiones donde existen conflictos latentes; a d?a de hoy, m?s de tres mil millones de personas viven con menos de dos d?lares diarios; a d?a de hoy, m?s de cuarenta millones de personas est?n infectados de VIH y sida. De cara al futuro, la Premio N?bel de la Paz 2004, Wangari Maathai, ha urgido en la Asamblea a los miembros de C?ritas a responder al desaf?o que el cambio clim?tico supone para las comunidades m?s empobrecidas. Y ha asegurado que C?ritas se encuentra en una posici?n ?nica para trabajar a escala local impulsando un cambio de h?bitos en las personas m?s pobres y a escala global propugnando la reducci?n de emisiones de CO2.

La Asamblea General ha coincidido con dos eventos mundiales de car?cter crucial. En Tierra Santa se ha conmemorado el 40 Aniversario de la Guerra ?rabe-isarael? de los Seis D?as. C?ritas renueva su llamamiento por el final de la ocupaci?n y de todas las formas de violencia, y su convicci?n de que la paz es posible.

En Heiligendamm, Alemania, los l?deres del G8 se han reunido teniendo como tel?n de fondo, a pesar de sus anteriores promesas, el descenso de los niveles de ayuda a los pa?ses en desarrollo. Mientras, C?ritas renovaba su llamamiento a favor de una mayor y mejor ayuda desplegando una pancarta gigante con la leyenda "Haz que la ayuda funcione" en la Plaza de San Pedro. Ha sido una historia de dos cumbres, ya que mientras los delegados de C?ritas han finalizado su Asamblea conscientes de que se mantendr?n los compromisos adquiridos y de que las decisiones adoptadas van a tener un impacto duradero en las personas m?s pobres, la otra cumbre ha fracasado al no respaldar sus compromisos con la financiaci?n necesaria.

C?ritas no renunciar? a ninguna de estas cuestiones, sobre las que incidir? una y otra vez. Trabajando en 200 pa?ses y territorios de los seis continentes, hablando en lenguas diferentes, no somos una Torre de Babel. Como escribe Dante en el Para?so, ?la Luz perenne que es Dios mismo, ante la Luz que es a la vez el amor que mueve el sol y las dem?s estrellas?, nosotros afirmamos con una sola voz: armados con el amor, podemos acabar con el esc?ndalo de la pobreza.

Roma, 9 de junio de 2007.

Publicado por verdenaranja @ 23:18
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Desde la veterana feminista Ivonne Knibiehler a periodistas como Catherine Ellison, Elise Claeson, Eva Herman o Marianne Siegenthaler, las mujeres piden ayuda a la maternidad.


Jorge Enrique M?jica
AutoresCatolicos.org



Qu? duda cabe. Aquel glorioso d?a de 1948 dej? impreso su sello en la historia de la humanidad.

Con la firma de la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos se reconoc?an los derechos de la mujer.

No se le hacia una concesi?n dadivosa, no se le regalaba un gesto de benevolencia, no era un mero abr?rsele la puerta a lo hasta entonces inaccesible; no, era m?s, mucho m?s. Se hacia justicia, se recordaba su insustituible papel en la historia, el protagonismo de aquella que era sujeto de los mismos derechos y deberes que el hombre, su dignidad y su vocaci?n se revaloraban.

No es que antes nadie haya tenido presente lo reconocido ni que a partir de este momento, as?, de la nada, se iniciara el festejo. A?os de b?squedas, de levantar la voz, de pedir; a?os de silencio, de testimonio, de entrega continua, hab?an precedido al hecho.

Han pasado seis d?cadas desde entonces y, como suele suceder a todo lo revestido por el h?lito de lo novedoso, a lo que se toma en su accidentalidad y no en su esencia y sentido trascendente, se empieza a perder el sentido ?ltimo de aquel acto de justicia.

En un primer momento los grupos radicales feministas empezaron a hablar de igualdad para con el hombre. Nada menos cierto. El hombre y la mujer no eran, no son, ni ser?n iguales jam?s (que no significa que no tengan igualdad de derechos y responsabilidades).

La impronta f?sica del nacimiento, reflejo externo de lo m?s hondo que existe en cada hombre y mujer (su alma), nos lo hace evidente; el ser humano es un ser sexuado s?lo en dos modos posibles, hombre o mujer.

Pero aquella confusi?n primera (o quiz? interpretaci?n provocada) fue un empezar que ha desembocado, junto a otros males propios de nuestros d?as, en una negaci?n del primer valor, del m?s excelso don de la feminidad, del ser mujer: la maternidad.

Hoy en d?a las pol?ticas familiares de muchos pa?ses la han desprotegido; buena parte de la opini?n p?blica joven femenina la ha venido minusvalorando y tomando como muro de contenci?n que imposibilita el ulterior desarrollo profesional.

No se promueve en foros mundiales, vende poco en televisi?n, el cine la ha olvidado como argumento central, no se anuncia en centros comerciales ni es portada de diarios y revistas? Se ha tomado como un anti-valor, como una decisi?n poco moderna, como una condena.

Y sin embargo, poco a poco, parece encenderse otra vez la luz de la esperanza que no hace sino recordar que la mujer tambi?n tiene el derecho, el m?s noble, a que no se desvirt?e ni se ideologize la maternidad. Son peque?as sacudidas ?s?smicas? de voces femeninas con resonancia p?blica que quieren reivindicar el orgullo de serlo.

Ah? est? la octogenaria Ivonne Knibiehler, historiadora francesa y conocida figura del feminismo, quien en entrevista al diario Le Monde declaraba que ?La maternidad seguir? siendo una cuesti?n capital de la identidad femenina?. ?El feminismo debe en primer lugar repensar la maternidad; todo lo dem?s ser? por a?adidura?, ha precisado.

O ah? est? tambi?n la ex periodista premio Pulitzer y ahora escritora asistente para la universidad de Stanford, Catherine Ellison, quien aventurada en la barca de la maternidad ha escrito ?La inteligencia maternal?, un libro donde asegura que la maternidad hace a la mujer m?s capaz.

Otra mujer, Elise Claeson, periodista sueca de unos de los principales peri?dicos n?rdicos, el Svenska Dagbladet, ha alzado la voz en una de sus columnas al escribir: ?O?dnos, queremos ser madres?.

Eva Herman, durante 18 a?os reconocida presentadora del informativo m?s visto en la televisi?n alemana, ha salido de lo pol?ticamente correcto al escribir para la revista Cicero que abandonar el hogar no es un imperativo categ?rico.

A la par que en Alemania sal?a su libro ?El principio de Eva?, en Suiza aparec?a ?Ama de casa, el mejor trabajo del mundo?, de Marianne Siegenthaler, con buena acogida por parte de las ?managers dom?sticas?.

Perspectivas de mujeres como las mencionadas reivindican el papel de la maternidad en la sociedad; hacen recordar que el verdadero feminismo aboga por una revalorizaci?n de la dignidad, del papel y de la vocaci?n de la mujer.

Es cierto que la maternidad es tambi?n una vocaci?n que implica deberes, pero son esos deberes precisamente los que la hacen m?s noble, m?s loable, m?s ella. Y es que s?lo una mujer puede ser madre. S?lo ella es capaz de dar lo que dan las ?mam?s?. Con una finura hecha alabanza reconoce esto Tagore: ?Te alabo, mujer, porque con una mirada puedes robar al arpa toda su riqueza melodiosa, y ni siquiera escuchas sus canciones?.

Quienes m?s, quienes menos, todos hemos tenido la experiencia del amor delicado de una madre. Amor hecho verso de color local que Gabriel y Gal?n re?ne en una quintilla po?tica:

?Qu? dulzura tan ardiente
me daba su labio amante
cuando besaba mi frente
con ese amor delirante
que s?lo una madre siente!


No est? por dem?s recordar que la mujer tiene el derecho, por las v?as naturales, a no ser influenciada por quienes hacen ver el tesoro de la maternidad como una carga, una condena, una actitud poco moderna. Tal vez aquellos que as? piensan o que a esto encaminan, jam?s han sentido el beso ?nico y maravilloso de un hijo que es capaz de pronunciar por vez primera y con la ternura propia de los ni?os, la palabra ?mam?.


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1. La liturgia hoy nos habla de bendici?n. Jes?s, tomando los cinco panes y los dos peces, (que le hab?a ofrecido aquel ni?o quiz? vendedor ambulante) alz? la mirada al cielo, pronunci? la bendici?n sobre ellos, los parti? y se los dio a los disc?pulos para que se los sirvieran a la gente. Esta bendici?n, esta palabra buena tuvo un efecto multiplicador: el pan bendito alcanz? para todos. Tiempo despu?s, en la primera Eucarist?a, la misma bendici?n del Se?or sobre el pan y el vino tendr?a un efecto transformador. Desde aquella noche, el pan y el vino consagrados son el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Pan de vida y C?liz de bendici?n que compartimos (Cfr. 1 Cor 10, 16).

2. El Antiguo Testamento nos cuenta que la bendici?n de Dios viene de lejos: Melquisedec bendijo a Abraham, compartiendo el pan y el vino. La escena de Melquisedec bendiciendo a Abraham es muy linda; nos recuerda que en Abraham ser?an ?bendecidas todas las naciones. Todos los que viven de la fe son bendecidos con Abraham el creyente? (Gal 3, 8-9), como nos dice Pablo. Esta bendici?n la compartimos con todos los creyentes, con todas las personas de fe y con toda la gente de buena voluntad, que cree en Dios (a quien no vemos) y cree en el pr?jimo (a quien s? vemos) y lo demuestra con actitudes de oraci?n, de apertura al misterio de lo trascendente y con obras de respeto, de justicia, de paz, de solidaridad y de di?logo. La bendici?n en Abraham nos une a la inmensa mayor?a de la humanidad y nos divide de los pocos que, en vez de bendecir, maldicen con palabras y con gestos de violencia, de exclusi?n, de injusticia y de mentira.

3. Bendecir se compone de dos palabras: ?bien? y ?decir?: Decir bien a otro. La bendici?n es tanto Palabra como Don. Es decir bien dando de verdad; las dos cosas juntas. La bendici?n no es ?palabras lindas?. Es una palabra que se dice con amor, a veces imponiendo las manos sobre la cabeza, signando la frente con la cruz, dando un bien. La bendici?n transforma las cosas y nos abre los ojos al sentido profundo que tienen: cuando uno bendice el pan se da cuenta de que no es s?lo un producto de consumo, es el fruto del trabajo que se comparte con cari?o de familia, tanto en la mesa de la cocina o en el comedor, como en la mesa del altar cuando se convierte en el Cuerpo de Cristo.

La bendici?n es palabra llena de buenos deseos para el otro y tambi?n para adelante y para atr?s: palabra llena de buenos deseos para el futuro y de agradecimiento por lo recibido y compartido. Por eso bendice el que da, para que el don le llegue al otro multiplicado y transfigurado por ese buen deseo que llena de amor lo que se dona. Por eso bendice el que recibe, expresando su agradecimiento por el don recibido y compartido. Palabra y don van juntas. Se pueden decir macanas y dar cosas truchas pero, cuando nos animamos a poner una bendici?n de por medio, el Esp?ritu se adue?a de las situaciones y les da su sello de autenticidad. Por ello es tan lindo el gesto de bendecir. Nuestro pueblo fiel ama las bendiciones. Las bendiciones grandes y duraderas como la del Bautismo y la de los anillos matrimoniales? y las bendiciones ?peque?as? si se las puede llamar as?, para el agua, el rosario, las im?genes y las estampitas.

4. Bendecir es algo que nos anda haciendo falta en nuestra vida como comunidad. Decirnos bien las cosas buenas que nos damos. El no decirnos bien las cosas en p?blico es quiz?s uno de nuestros defectos. Porque en ?mbitos m?s personales o m?s de amistad y de familia, solemos tener buen di?logo. En cambio nos cuesta el di?logo p?blico: el decirnos bien las cosas institucionalmente, delante de todos, para bien de todos.

Tambi?n nos hace falta decirnos bien las cosas que nos dieron nuestros mayores: bendecir nuestro pasado, no maldecirlo. Lo que fue pecado e injusticia tambi?n necesita ser bendecido con el perd?n, el arrepentimiento y la reparaci?n. Y lo que fue bueno, necesita ser bendecido con el reconocimiento y la acci?n de gracias que sabe valorar la vida que se nos dio, la tierra que recibimos. Bendecir el pasado es hablar bien de Dios, de nuestros padres y de nuestros abuelos. Agradecer lo que nos dieron aun con sus imperfecciones y pecados es ser bien nacidos. Pero es mucho lo recibido. El que maldice para atr?s es porque seguramente est? planeando sacar una ventaja en el presente o en el futuro, una ventaja que no ser? bendici?n para otros.

Nos hace falta tambi?n bendecir el presente, hablar bien unos de otros. No para adularnos, sino buscando lo que construye, lo que une, lo bueno que compartimos y que supera las distintas perspectivas y es bien com?n.

Nos hace falta bendecir el futuro, bendecirlo con gestos de trabajo cuyo fruto no ser? para nosotros, sino para nuestros hijos. Eso fue lo que hizo nuestro padre Abraham que supo saludar las promesas desde lejos y se alegr? pensando en el d?a de Jes?s, el Bendito que centrar?a en s? todas las bendiciones antiguas y se convertir?a en la fuente de todas las bendiciones nuevas.

5. Miremos a la Virgen Mar?a. Es Madre y dice bien las cosas tanto a su Hijo como a nosotros, sus otros hijos, su pueblo fiel. A Jes?s le dice bien nuestras necesidades, que no tenemos vino, como en Can?; a nosotros nos dice bien que hagamos todo lo que Jes?s nos diga. Y as?, por sus labios bendecidores, crece nuestra uni?n con Jes?s y el Se?or hace milagros con las cosas, transforma el agua en vino y multiplica el pan. Le rogamos hoy a nuestra Se?ora que est? presente en esta Eucarist?a del Corpus, ayudando en ese di?logo bendito entre Jes?s y su pueblo para que entremos en comuni?n y en ?l tengamos Vida. Y que esta comuni?n con ?l y esta Vida que ?l nos da nos impulse a abrir el coraz?n para heredar la bendici?n de Dios, nuestro Padre, y para poder ?a su vez- bendecirnos mutuamente como hermanos.

Buenos Aires, 9 de junio de 2007

Card. Jorge Mario Bergoglio s.j.

Publicado por verdenaranja @ 23:05  | Hablan los obispos
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El Director de C?ritas Diocesana de Tenerife Don Leonardo Ruiz del Castillo envia carta para su propagaci?n.

Queremos invitar a toda la sociedad a un acto de denuncia y concienciaci?n donde nos demos cuenta de que la pobreza y la exclusi?n social merman las posibilidades de acceso a los derechos humanos fundamentales.

Queremos hacer hincapi? en el derecho a la educaci?n, ya que este es un elemento fundamental para el desarrollo.

Hoy en d?a todav?a se niega la m?s b?sica educaci?n primaria a unos 115 millones de ni?os y ni?as.

Nos inquieta saber que estas desigualdades educacionales de hoy se convertir?n en las desigualdades sociales y econ?micas del futuro.

Para ello queremos invitarte a un acto de sensibilizaci?n y denuncia que tendr? lugar el pr?ximo Viernes 15 de Junio a las 20:30 horas en la Plaza de La Candelaria S/C de Tenerife.

Tendremos batucada, cuentacuentos, lectura de un manifiesto a cargo del Rector de la Universidad de La Laguna, payasos, y a
Jes?s Garriga (cantautor de moda); tambi?n te daremos un regalito por venir.

?Animate, seguro que te divertir?s!

(Por favor, pasa este mensaje a todas las personas que conozcas, porque al hacerlo, estar?s contribuyendo a construir un mundo m?s justo y humano). Gracias.

Domingo, 10 de junio de 2007
Alfonso Aguil?
www.interrogantes.net



Dem?stenes perdi? a su padre cuando ten?a tan s?lo siete a?os. Sus tutores administraron deslealmente su herencia, y el chico, siendo apenas un adolescente, tuvo ya que litigar para reivindicar su patrimonio.
En uno de los juicios a los que tuvo que asistir, qued? impresionado por la elocuencia del abogado defensor. Fue entonces cuando decidi? dedicarse a la oratoria.

So?aba con ser un gran orador, pero la tarea no era f?cil. Ten?a escas?simas aptitudes, pues padec?a dislexia, se sent?a incapaz de hacer nada de modo improvisado, era tartamudo y ten?a poca voz. Su primer discurso fue un completo fracaso: la risa de los asistentes le oblig? a interrumpirlo sin poder llegar al final.

Cuando, abatido, vagaba por las calles de la ciudad, un anciano le infundi? ?nimos y le alent? a seguir ejercit?ndose. "La paciencia te traer? el ?xito", le asegur?.

Se aplic? con m?s tenacidad a?n a conseguir su prop?sito. Era blanco de mofas continuas por parte de sus contrarios, pero ?l no se arredr?. Para remediar sus defectos en el habla, se pon?a una piedrecilla debajo de la lengua y marchaba hasta la orilla del mar y gritaba con todas sus fuerzas, hasta que su voz se hac?a o?r clara y fuerte por encima del rumor de las olas. Recitaba casi a gritos discursos y poes?as para fortalecer su voz, y cuando ten?a que participar en una discusi?n, repasaba una y otra vez los argumentos de ambas partes, sopesando el valor de cada uno de ellos.

A los pocos a?os, aquel pobre ni?o hu?rfano y tartamudo hab?a profundizado de tal manera en los secretos de la elocuencia que lleg? a ser el m?s brillante de los oradores griegos, pionero de una oratoria formidable que romp?a con los estrechos moldes de las reglas ret?ricas de sus tiempos, y que todav?a hoy, 2.300 a?os despu?s, constituye un modelo en su g?nero.

El mundo est? lleno de ejemplos Dem?stenes es un ejemplo de entre la multitud de hombres y mujeres que a lo largo de la historia han sabido mostrar cu?nto es capaz de hacer una voluntad decidida.

El mundo avanza a remolque de la gente que es perseverante en su empe?o. A veces las personas decimos que queremos, pero en realidad no queremos, porque no llegamos a propon?rnoslo seriamente. Si acaso, lo intentamos, pero hay mucha diferencia entre un gen?rico quisiera y un decidido quiero.

Muchas personas piensan que les es imposible hacer nada con tantos condicionamientos que tienen.

Beethoven, por ejemplo, estaba casi completamente sordo cuando compuso su obra m?s excelsa. Dante escribi? La Divina Comedia en el destierro, luchando contra la miseria, y emple? para ello treinta a?os. Mozart compuso su Requiem en el lecho de muerte, afligido de terribles dolores.

Tampoco Crist?bal Col?n habr?a descubierto Am?rica si se hubiera desalentado despu?s de sus primeras tentativas. Todo el mundo se re?a de ?l cuando iba de un sitio a otro pidiendo ayuda econ?mica para su viaje. Le ten?an por aventurero, por visionario, pero ?l se afirm? resueltamente en su prop?sito.

La vida es as? Es cierto que no todo el mundo es como esos genios que han pasado a la Historia, y que no se trata de vivir obsesionados por alcanzar grandes metas. Efectivamente. Sin obsesiones, pero sin abandonarse, que bastante rebaja trae ya consigo la vida. Liszt, aquel gran compositor, dec?a: "Si no hago mis ejercicios un d?a, lo noto yo; pero si los omito durante tres d?as, entonces ya lo nota el p?blico".

Muchas veces las cosas no salen una y otra vez. No le ir?a bien al r?o, dice el refr?n, si de todos los huevos saliesen peces grandes. Ni al jard?n, si cada flor diese fruto. Tampoco al hombre, si todas sus empresas fueran coronadas por el ?xito. La vida es as? y hay que aceptarla como es.

Es preciso transmitir ese talante en la educaci?n. Que no se enga?en diciendo que "la suerte es patrimonio de los tontos", porque es una excusa de fracasados. Que no piensen que son muy listos pero que la vida no les hace justicia, cuando quiz? lo que debieran hacer buscar la verdadera raz?n de su desgracia. Que se acuerden de ese otro refr?n: el que quiera lograr algo en la vida, no haga reproches a la suerte, agarre la ocasi?n por los pelos y no la suelte.

Lanzarse y perseverar. Audacia y constancia: dos aspectos inseparables que se complementan. Horacio afirmaba que quien ha emprendido el trabajo, tiene ya hecho la mitad. Y se podr?a completar con aquello otro de S?crates: comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho.


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ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI antes y despu?s de rezar la oraci?n mariana del ?ngelus en el domingo, 10 DE jUNIO DE 2007, el que en muchos pa?ses celebraron la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Jes?s, el Corpus Christi.


Queridos hermanos y hermanas:

La solemnidad de este d?a, el Corpus Christi, que en el Vaticano y en otras naciones ya se celebr? el jueves pasado, nos invita a contemplar el sumo Misterio de nuestra fe: la Sant?sima Eucarist?a, real presencia del Se?or Jesucristo en el sacramento del altar. Cada vez que el sacerdote renueva el sacrificio eucar?stico, en la oraci?n de consagraci?n, repite: ?Este e mi cuerpo??, ?Esta es mi sangre?. Lo dice prestando la voz, las manos y el coraz?n a Cristo, que quiso quedarse con nosotros para ser el coraz?n palpitante de la Iglesia.

Pero incluso despu?s de la celebraci?n de los divinos misterios el Se?or permanece vivo en el tabern?culo; por esto se le alaba especialmente con la adoraci?n eucar?stica, como he querido recordar en la reciente exhortaci?n apost?lica post-sinodal ?Sacramentum caritatis? (Cf. n?meros 66-69). Es m?s, se da un lazo intr?nseco entre la celebraci?n y la adoraci?n. La santa misa, de hecho, es en s? misma el acto m?s grande de adoraci?n de la Iglesia: ?Nadie come de esta carne --escribe san Agust?n-- si antes no la ha adorado? (?Enarrationes in Psalmos? 98,9: CCL XXXIX, 1385). La adoraci?n fuera de la santa misa contin?a e intensifica lo que ya ha sucedido en la celebraci?n lit?rgica, y hace posible una acogida verdadera y profunda de Cristo.

En este d?a, en todas las comunidades cristianas, se celebra la procesi?n eucar?stica, particular forma de adoraci?n p?blica de la Eucarist?a, enriquecida por bellas y tradicionales manifestaciones de devoci?n popular. Quisiera aprovechar la oportunidad que me ofrece esta solemnidad de hoy para recomendar encarecidamente a los pastores y a todos los fieles la pr?ctica de la adoraci?n eucar?stica.

Expreso mi aprecio a los institutos de vida consagrada, as? como a las asociaciones y confraternidades que se dedican a ella de manera especial: recuerdan a todos la centralidad de Cristo en nuestra vida personal y eclesial. Me alegra la constataci?n de que muchos j?venes est?n descubriendo la belleza de la adoraci?n, tanto personal como comunitaria. Invito a los sacerdotes a alentar en esto a los grupos juveniles, pero tambi?n a que les sigan para que las formas de la adoraci?n comunitaria sean siempre apropiadas y dignas, con adecuados momentos de silencio y de escucha de la Palabra de Dios.

En la vida de hoy, con frecuencia ruidosa y dispersiva, es m?s importante que nunca recuperar la capacidad de silencio interior y de recogimiento: la adoraci?n eucar?stica permite hacerlo no s?lo en torno al ?yo?, sino m?s bien en compa??a de ese ?T?? lleno de amor, que es Jesucristo, ?el Dios cercano a nosotros?.

Que la Virgen Mar?a, mujer eucar?stica, nos introduzca en el secreto de la aut?ntica adoraci?n. Su coraz?n, humilde y sencillo, siempre viv?a en recogimiento en torno al misterio de Jes?s, en quien adoraba la presencia de Dios y de su Amor redentor. Que por su intercesi?n crezca en toda la Iglesia la fe en el Misterio eucar?stico, la alegr?a de participar en la santa misa, especialmente en la dominical, y el empuje para testimoniar la inmensa caridad de Cristo.

[Tras rezar el ?ngelus, el Papa dirigi? un saludo a los peregrinos. En italiano, dijo:]
Por desgracia me llegan frecuentes peticiones para que intervenga a favor de personas, algunas de ellas sacerdotes cat?licos, secuestradas por diferentes motivos en diferentes partes del mundo. Llevo a todos en el coraz?n y a todos les tengo presentes en mi oraci?n, pensando, entre otros, en el doloroso caso de Colombia.

Dirijo mi apremiante llamamiento a los autores de estos actos excecrables para que tomen conciencia del mal cometido y restituyan cuanto antes al amor de sus seres queridos a cuantos tienen prisioneros. Conf?o las v?ctimas a la materna protecci?n de Mar?a Sant?sima, Madre de todos los hombres.

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit]
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua espa?ola. En particular al grupo de ciudadanos de las siete parroquias del Principado de Andorra, acompa?ados de sus Alcaldes, as? como al grupo de estudiantes y profesores del Colegio San Jos?, de Reus. En la Eucarist?a, sacramento de la Caridad, Cristo nos revela el amor infinito de Dios. Acudamos a la Virgen Mar?a para que nos ayude y ense?e a recibir, con un coraz?n cada vez m?s purificado y agradecido, el don que Cristo nos hace de s? mismo en este sacramento. ?Feliz domingo!

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit

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Mensaje a todo el pueblo venezolano emitido el 6 de junio por la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana con el t?tulo ?Trabajar por la paz?.


TRABAJAR POR LA PAZ


Mensaje a todo el pueblo venezolano



Trabajar por la paz es una obligaci?n para todos y cada uno de los venezolanos, especialmente para nosotros los cat?licos. Recordemos la exigencia que nos hace Nuestro Se?or Jesucristo "Felices los que trabajan por la paz, porque ellos ser?n llamados "hijos de Dios" (Mt. 5,9).

En cumplimiento de esa exigencia, y queriendo contribuir a rescatar y promover el necesario clima de paz en el pa?s, los Obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal hacemos un llamado a todo el pueblo venezolano, y en particular a las autoridades y a los dirigentes sociales, pol?ticos y estudiantiles, a poner todo el empe?o en mantener la paz y en evitar cualquier acto de violencia.

Nuestra Constituci?n Nacional ampara las manifestaciones estudiantiles pacificas que se han realizado (Art. 68), y son una leg?tima expresi?n de la pluralidad pol?tica consagrada en nuestra Carta Magna como uno de los valores superiores del Estado (Art.2). No se deben satanizar d?ndoles a priori connotaci?n de conspiraci?n. Igualmente son parte del pluralismo democr?tico las declaraciones de diversas instituciones y personas del pueblo venezolano en cr?tica a la reciente decisi?n del Gobierno Nacional con la cual de alguna manera se ha afectado la libertad de expresi?n y de opini?n, y el derecho a la informaci?n consagrados en los Art. 57 y 58 de la Constituci?n. Deploramos que ello haya tenido lugar, a pesar de nuestros respetuosos llamados hechos al Gobierno Nacional en varias ocasiones.

El Estado y el Gobierno est?n constitucionalmente obligados a garantizar a todos los venezolanos el disfrute progresivo de los derechos humanos (Art. 19), y proteger a todos los venezolanos en sus diversas actividades (Art. 55). Cualquier acci?n violenta por grupos afectos o contrarios al Gobierno debe ser controlada por el Estado en cumplimiento de ese deber constitucional.

La Presidencia de la Conferencia Episcopal rechaza cualquier acusaci?n de "conspiraci?n" realizada contra cualquiera de los Obispos y organismos de la Iglesia, y espec?ficamente contra la Nunciatura Apost?lica, Embajada del Santo Padre en Venezuela. Como Obispos, leg?timos Pastores de la Iglesia, estamos firmes en nuestra obligaci?n de ser padres de todos los cat?licos, independientemente de su tendencia pol?tica, de respetar y promover el orden constitucional, y de trabajar denodadamente por la paz.

Llamamos a todos los ciudadanos, y especialmente a las autoridades p?blicas, que por su investidura marcan siempre el ritmo del pa?s, a la sensatez, a la ponderaci?n, y a la resoluci?n de los conflictos mediante la aplicaci?n estricta y diligente del orden constitucional y legal, con el coraje de utilizar el di?logo y el entendimiento para resolver nuestras diferencias.

Finalmente reiteramos la disposici?n de todos los Obispos venezolanos, desde nuestra misi?n de leg?timos pastores de la Iglesia en Venezuela, a seguir trabajando para que nuestra Patria sea casa de todos y caminemos juntos por los senderos de la verdad, la justicia, la libertad y la paz.

Imploramos para todos la bendici?n de Dios nuestro Se?or, y la maternal protecci?n de Nuestra Patrona, la Virgen de Coromoto.

Caracas, 6 de junio de 2007

+ Ubaldo R. Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la C.E.V.

+ Cardenal Jorge Urosa Savino
Arzobispo de Caracas
2do. Vicepresidente de la C.E.V.

+ Ram?n Viloria Pinz?n
Obispo de Puerto Cabello
Secretario General de la C.E.V.

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Reflexi?n que ha escrito monse?or Rodrigo Aguilar Mart?nez, obispo de Tehuac?n, tras la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano con el t?tulo: ?Aparecida en el horizonte de Am?rica Latina?.



Despu?s de las tres semanas de participaci?n en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribe?o que tuvo lugar en Aparecida, Brasil, me encuentro ya de regreso en M?xico y, en concreto, en la Di?cesis de Tehuac?n.

La realizaci?n de dicha Conferencia ya se efectu?, queda como un pasado; pero su vivencia y celebraci?n no puede permanecer s?lo como un bonito e intenso recuerdo, sino que nos lanza hacia adelante. El hecho de esta Conferencia y el desarrollo de su tem?tica ??Disc?pulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en ?l tengan vida?, me recuerda cuando Cristo Jes?s en el evangelio de San Mateo, al hablar en par?bolas acerca del Reino de los Cielos, dice que ?ste ?es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre? por la alegr?a que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo.? (Mateo 13, 44).

El Reino de los Cielos es Cristo mismo. La Conferencia en Aparecida nos ha hecho corroborar que Am?rica Latina ha encontrado este tesoro en Cristo Jes?s. El Tesoro no es sencillamente algo, sino Alguien: el Don que Dios Padre nos ha hecho de su mismo Hijo, Quien se ha hecho hombre y se ha quedado con nosotros para ser nuestro Camino, Verdad y Vida y, de esta manera, llevarnos nuevamente al Padre con la fuerza de su Esp?ritu.

Cristo Jes?s nos quiere no como a siervos, sino como amigos; nos llama para estar con ?l, para seguirlo, para ser sus disc?pulos y para anunciarlo; de modo que unidos a ?l demos fruto en abundancia.

Buen n?mero de personas han hecho posible que usted y yo conozcamos a Jes?s. Ahora nos toca darlo a conocer a otros. Desgraciadamente en la cultura que nos toca vivir, hay muchos tesoros aparentes que nos distraen y apartan del ?nico Tesoro que es Cristo.

Fuera de Cristo, andamos a la deriva, en felicidad enga?osa que a la postre nos esclaviza; en cambio en Cristo Jes?s todo encuentra su lugar y sentido, por que ??l es nuestra paz?, nos da gozo y libertad plena. Precisamente hoy es la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, lo celebramos en este gesto audaz de su amor: en que si inmola al Padre por nosotros, en que se nos entrega como Alimento para que tengamos vida.

Hay que volver a Jes?s, dejarnos fascinar y seducir por ?l. Que san Pablo y tantos santos nos digan el modo: ?Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en m??.

Especialmente Mar?a, Madre de Jes?s, se convierte en la mejor disc?pula, la que m?s fielmente lo sigue, avanzando en su fe, hasta la cumbre del Calvario, para gozarlo luego Resucitado. Esta Conferencia en Aparecida nos ha reafirmado en que junto a la fe en Jes?s tambi?n est? muy viva e intensa la fe en su Madre y nuestra Madre, con t?tulos como Nuestra Se?ora de Guadalupe o Aparecida, u otros muchos con los que se la invoca a lo largo y ancho del continente.

La fe de Am?rica Latina es profundamente cristol?gica y nariana: Es nuestro tesoro, nuestro patrimonio, nuestra heredad. Usted y yo, con nuestro testimonio de vida limpia y noble, de una fe ejercitada en obras concretas de servicio solidario, especialmente a quienes est?n m?s necesitados, ser?n el camino para que este Tesoro se incremente, como disc?pulos y misioneros positivos, propositivos, dando raz?n de nuestra esperanza en un mundo mejor, que con Cristo Jes?s y la Virgen Mar?a se puede lograr. Le invito a que a lo largo de este d?a tengamos oraciones y acciones concretas en ese sentido. Que actuemos como disc?pulos y misioneros convencidos y constantes de Cristo Jes?s: como ?l, profundamente unidos a Dios Padre, dej?ndonos conducir por su Esp?ritu, asumiendo las experiencias de cruz que puedan llegar, siendo amables, pacientes, comprensivos, perdon?ndonos unos a otros, tendi?ndonos la mano; no dej?ndonos vencer por el mal, sino venciendo el mal con el bien, como nos invita san Pablo.

Al concluir la Conferencia de Aparecida, hemos entregado un Mensaje Final, que se ha hecho p?blico, invito a usted a que se acerque a su parroquia o lo baje por internet para obtenerlo. Al mismo tiempo, ha quedado un borrador de documento conclusivo, el cual, tras ser afinado en su redacci?n por una comisi?n, ser? entregado al Papa Benedicto XVI para su aprobaci?n; proceso que llevar? unos cuantos meses; de modo que luego todos tengamos ese documento conclusivo e ilumine el camino pastoral de nuestra Di?cesis y parroquia, de nuestra vida familiar y social.

Con mi afecto y bendici?n, tenga usted buen d?a.

+ Rodrigo Aguilar Mart?nez
Obispo de Tehuac?n

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9 de Junio

(Fuente de la Guancha) Desde primeras horas de la ma?ana del d?a 9 de Junio grupos de ni?os, j?venes y vecinos del recorrido de la procesi?n se aplicaron a la confecci?n de pasillos y alfombras. A las siete de la tarde comenz? la misa de la celebraci?n lit?rgica del Corpus Christi presidida por el p?rroco. Al terminar se procedi? a la procesi?n por las calles alfombradas, acompa?ando la Banda de M?sica ?XIX de Marzo? y un grupo numeroso de fieles.


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S?bado, 09 de junio de 2007
El obispo de la Di?cesis tinerfe?a, Bernardo ?lvarez, valor? ayer, tras la presentaci?n de la Memoria de C?ritas -que muestra un incremento del 15% del n?mero de ciudadanos asistidos en 2006-, que "hemos atendido a m?s gente y eso refleja m?s necesidades y que la bolsa de personas en el borde de la pobreza aumenta".

(EL D?A, 9 -VI, I.N., Tenerife) "Hemos atendido a m?s gente y eso refleja m?s necesidades y que la bolsa de personas en el borde de la pobreza aumenta", valor? ayer el obispo de la Di?cesis tinerfe?a, Bernardo ?lvarez, una vez dados a conocer en rueda de prensa los datos de la Memoria de Actividad de la ONG en 2006.

C?ritas Diocesana en la provincia tinerfe?a atendi? el pasado a?o a un total de 27.734 personas, de las que 23.940 lo fueron en parroquias y 3.794 en proyectos espec?ficos de la ONG, cuyos responsables destacaron ayer el incremento de un 15 por ciento de la atenci?n prestada en 2006 con respecto al a?o anterior.

La orientaci?n a j?venes y adultos para su inserci?n laboral es el apartado que engrosa un mayor n?mero de personas beneficiadas por los proyectos de C?ritas, con 1.073, seguido del de inmigrantes, con 894. Adem?s, el primero es el que presenta el mayor incremento, del 71,5 por ciento, seguido del colectivo de mayores, que crece un 44 por ciento, mientras que la atenci?n a los inmigrantes subi? en un 27 por ciento, seg?n puso de relieve el director de C?ritas en la provincia, Leonardo Ruiz del Castillo.

Personas mayores (780), mujeres en situaci?n de exclusi?n o vulnerabilidad (350) y personas sin hogar (239) son los colectivos que se sit?an a continuaci?n por n?mero de atendidos, a los que siguen los de la familia (166), ni?os (115), personas con problemas derivados del consumo de alcohol (107), instituciones penitenciarias (40) y personas con VIH-sida (30).

Estas ?ltimas personas atendidas por sida fueron acogidas en la ?nica casa de acogida existente en la provincia, el denominado Proyecto L?zaro, rese?? Ruiz del Castillo, quien explic? que si ha descendido en el balance el n?mero de atendidos en exclusi?n social "es porque se cerr? el comedor Tamarco", un servicio que dejaron de prestar el pasado a?o.

El director de C?ritas Diocesana de Tenerife precis? en cuanto al perfil de las personas asistidas por la ONG durante 2006 que se corresponde con "mujer, joven, en incremento la inmigrante, con problemas de salud mental, en situaci?n de pobreza severa, baja cualificaci?n profesional y con dificultades para su inserci?n laboral, con cargas familiares y problemas de drogodependencias".

Resalt? que las mujeres suponen el 64 por ciento de las personas atendidas por los diferentes arciprestazgos de la provincia, (3.862), frente a un 36% los hombres (2.162) durante 2006.

Destac?, adem?s, que el pasado a?o fueron atendidas m?s de 2.274 familias inmigrantes por las parroquias tinerfe?as, lo que supone alrededor de 9.200 personas.

En el cap?tulo de gastos e ingresos de la entidad, el pasado a?o se gastaron 4 millones de euros, la misma cantidad que los ingresos percibidos, m?s de la mitad procedentes del Gobierno de Canarias mientras que los recursos propios (colectas, donaciones, colaboradores) s?lo alcanzaron un 35 por ciento del total. Un 7 por ciento m?s proced?an de la aportaci?n por la marcaci?n de la casilla correspondiente en la declaraci?n del IRPF.

En cuanto al personal que permite llevar a cabo toda esta actividad, C?ritas Diocesana de Tenerife cont? el pasado a?o con 928 voluntarios, en su mayor?a mujeres, 754, frente a 174 hombres.

Por otra parte, la ONG ofreci? otro tipo de datos que ayudan a poner "rostro" a su actuaci?n, de tal manera que durante 2006 ayud? a la inserci?n laboral de 396 personas, en los sectores de servicios, construcci?n, agricultura y administraci?n.

Asimismo facilit? la formaci?n profesional a 231 personas y formaci?n pr?ctica a 49 alumnos, mediante convenios con la Universidad y en campos de trabajo.

C?ritas tambi?n colabora con Instituciones Penitenciarias y con la Direcci?n del Menor, lo que permiti? que el pasado a?o 38 personas penadas con trabajos a favor de la comunidad pudieran llevarlos a cabo a trav?s de esta organizaci?n.

campa?a

Manifiesto por la educaci?n

La campa?a de C?ritas con motivo del D?a de la Caridad se centra este a?o en el lema "Los derechos humanos son universales, las oportunidades deber?an serlo". Jos? Mar?a Rivero explic? con detalle el sentido de esta campa?a, que trata de concienciar sobre los 115 millones de ni?os en todo el mundo a los que todav?a se niega la educaci?n m?s b?sica. La campa?a recuerda adem?s que el acceso a la educaci?n como factor de reducci?n de desigualdades y de equidad social es uno de los denominados Objetivos del Milenio para reducir la pobreza en la declaraci?n asumida por 189 jefes de Estado, cuyo trabajo se plantea el horizonte del a?o 2015.

Para enfatizar este mensaje, C?ritas de Tenerife celebrar? un acto p?blico el pr?ximo d?a 15, a las ocho y media de la tarde, en la plaza de Candelaria de Santa Cruz, al que acudir? el reci?n elegido rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Domenech, que leer? un manifiesto.

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Mediante un comunicado de prensa, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha fijado su postura con respecto a las recientes impugnaciones que ha recibido la ley que despenaliza el aborto en la capital de la Rep?blica Mexicana.

POR LA DIGNIDAD DE LA VIDA HUMANA Y LA JUSTICIA


El fundamento de toda ley justa es la dignidad inalienable de la persona humana. La Iglesia cat?lica, tanto por motivos que proceden de la verdad del hombre revelada en Jesucristo, como por argumentos que es posible descubrir con el uso de la raz?n natural, ha afirmado siempre el alt?simo valor de cada ser humano, sin importar sexo, ocupaci?n, raza, preferencia pol?tica, situaci?n econ?mica, coherencia moral o edad.

La dignidad es un valor, es decir, es un dato reconocible por la raz?n que reclama como gesto adecuado una conducta de respeto y no de uso ya que la persona exige ser tratada como fin y no como medio. Gracias a esta perspectiva, es posible apreciar que existen un conjunto de bienes fundamentales que no pueden ser jam?s sacrificados, comerciados o lastimados en modo alguno: ?la exigencia moral originaria de amar y respetar a la persona como un fin y nunca como un simple medio, implica tambi?n, intr?nsecamente, el respeto de algunos bienes fundamentales, sin el cual se caer?a en el relativismo y en el arbitrio? (Juan Pablo II, ?Veritatis splendor?, 48).

Dentro de todos los bienes fundamentales para el ser humano destaca la vida por ser el m?s fundante y sin el cual no se pueden gozar los dem?s. Cuando los cristianos afirmamos el car?cter sagrado de la vida humana nos referimos precisamente a esto: la vida humana no es simplemente un fen?meno bioqu?mico sino una perfecci?n espiritual abierta y disponible a un destino trascendente. Esto coloca la base para eventualmente advertir que la vida humana, por su peculiar naturaleza, no procede de la pura materia sino que exige ser creada directamente por Dios.

Ahora bien, esto no significa que la obligaci?n de respetar la vida humana brote de una determinada concepci?n religiosa o filos?fica. Al contrario, lo que significa es que el deber de respetar la vida humana brota de la estructura constitutiva que tiene cualquier ser que sea ?alguien? y no meramente ?algo?. La vida humana no posee valor por el consenso social, por la cultura, por la decisi?n mayoritaria en un Asamblea legislativa o por la opini?n de alg?n gobernante. La vida humana posee valor de suyo. Nadie ni nada puede derogar este valor y los derechos que derivan de ?l.

El embri?n humano, desde la fecundaci?n goza de las caracter?sticas org?nicas que lo permiten reconocer como persona, es decir, como aut?ntico sujeto de derechos. Por ello, es que la vida humana naciente debe ser protegida desde la fecundaci?n por todo Estado que pretenda ser aut?ntico ?Estado de Derecho?. El Estado de Derecho es la comunidad pol?tica en la que impera la justicia a trav?s de la ley. Una pretendida norma positiva que no se base en la justicia pierde su raz?n de ley, y con ello, su obligatoriedad.

Por estos motivos, la Iglesia cat?lica en M?xico se congratula por los esfuerzos institucionales que desde diversas instancias hoy se emprenden para que la Suprema Corte de Justicia revise con gran cuidado y atenci?n la reciente ley que despenaliza el aborto en la Ciudad de M?xico antes de las 12 semanas de gestaci?n.

Las razones de la inconstitucionalidad de esta reciente legislaci?n en la Capital de la Rep?blica son variadas. Deseamos sinceramente que quienes est?n llamados a examinarlas y a evaluarlas lo realicen de un modo imparcial, movidos estrictamente por un alto sentido del Derecho en el que se cuide con gran escr?pulo tanto la coherencia formal entre las normas de igual y distinto nivel como la justicia, que es un principio fundamental que reconoce lo que se debe al ser humano por raz?n de su dignidad.

El Papa Benedicto XVI, consciente de escenarios como el que hoy vivimos en nuestro pa?s, ha dicho hace poco: ?el cristiano est? continuamente llamado a movilizarse para afrontar los m?ltiples ataques a que est? expuesto el derecho a la vida. Sabe que en eso puede contar con motivaciones que tienen ra?ces profundas en la ley natural y que por consiguiente pueden ser compartidas por todas las personas de recta conciencia? (Mensaje a la Academia Pontificia Pro vita, 24 de febrero 2007).

La desaparici?n de la pena de muerte en nuestro pa?s, y la prohibici?n expresa de la discriminaci?n por cualquier motivo que lastime la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos de las personas, expresan una creciente conciencia sobre el valor que todo ser humano posee sin excepci?n. Los autoritarismos m?s lamentables de la historia han aparecido cuando desde el poder se establecen leyes perniciosas que privilegian a algunos y excluyen a otros. M?xico no merece ingresar a un itinerario cultural y pol?tico de esta naturaleza. Al contrario, M?xico es una naci?n que exige igualdad de oportunidades para todos, especialmente, para aquellos que por cualquier motivo son m?s d?biles y vulnerables, como son los seres humanos que a?n no han nacido pero que ya son aut?nticos sujetos titulares de derechos.

Los obispos mexicanos hemos se?alado en nuestro Magisterio: ?un aut?ntico Estado de Derecho no puede ser indiferente o neutral cuando los valores fundamentales de la persona, la familia y la cultura son cuestionados en la vida p?blica. Si bien es cierto que un elemento esencial de una sociedad libre y plural es la tolerancia, tambi?n es cierto que la tolerancia que acepta acr?ticamente cualquier cosa se vuelve en contra de ella misma. Por lo tanto, es preciso respetar los fundamentos inviolables que permiten que una sociedad plural no se derrumbe. Estos fundamentos no son otros que los derechos y deberes que brotan de la inalienable dignidad humana y que no deben ser aplicados o reconocidos selectivamente, sino que siempre y en todo momento han de ser respetados y promovidos? (Conferencia del Episcopado Mexicano, Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos, n.n. 275-276).

Por los obispos de M?xico,

+ Carlos Aguiar Retes
Obispo de Texcoco
Presidente de la CEM

+ Jos? Leopoldo Gonz?lez Gonz?lez
Obispo Auxiliar de Guadalajara
Secretario General de la CEM

Publicado por verdenaranja @ 23:13  | Hablan los obispos
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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. - predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia del domingo, 10 de junio de 2007, solemnidad del Sant?simo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi).


Haced esto en memoria m?a


Solemnidad del Sant?simo Cuerpo y Sangre de Cristo
G?nesis 14, 18-20; I Corintios 11, 23-26; Lucas 9, 11b-17


En la segunda lectura de esta solemnidad, San Pablo nos presenta el relato m?s antiguo de la instituci?n de la Eucarist?a, escrito no m?s de veinte a?os despu?s del acontecimiento. Procuremos descubrir algo nuevo del misterio eucar?stico, sirvi?ndonos del concepto de memoria: ?Haced esto en memoria m?a?.

La memoria es una de las facultades m?s misteriosas y grandiosas del esp?ritu humano. Todas las cosas vistas, o?das, pensadas y realizadas desde la primera infancia se conservan en este seno inmenso, dispuestas a despertarse y saltar a la luz a un reclamo exterior o de nuestra propia voluntad. Sin memoria dejar?amos de ser nosotros mismos, perder?amos nuestra identidad. Qui?n se ve golpeado por la amnesia total, vaga perdido por las calles, sin saber c?mo se llama ni d?nde vive.

El recuerdo, al asomarse a la mente, tiene el poder de catalizar todo nuestro mundo interior y encaminarlo hacia su objeto, especialmente si no se trata de una cosa o un hecho, sino de una persona viva. Cuando una madre se acuerda del hijo que ha dado a luz pocos d?as atr?s y ha dejado en casa, todo en su interior vuela hacia su criatura, un ?mpetu de ternura sale de las entra?as maternas y vela tal vez los ojos de llanto.

No s?lo el individuo, sino tambi?n el grupo humano ?familia, clan, tribu, naci?n- tiene su memoria. La riqueza de un pueblo no se mide tanto por las reservas de oro que conserva en su c?mara acorazada, sino por la memoria que conserva en su conciencia colectiva. Precisamente compartir los mismos recuerdos es lo que cementa la unidad del grupo. Para conservar vivos tales recuerdos, se vinculan a un lugar o a una fiesta. Los americanos tienen el Memorial Day (el D?a de la Memoria ), jornada en que recuerdan a los ca?dos de todas las guerras; los indios, el Ghandi memorial , un parque verde en Nueva Delhi que debe recordar a la naci?n lo que ?l fue e hizo por ella. Tambi?n los italianos tenemos nuestros memoriales: las fiestas civiles recuerdan los eventos m?s importantes de nuestra historia reciente y a nuestros hombres m?s ilustres se han dedicado calles, plazas, aeropuertos...

Este riqu?simo trasfondo humano acerca de la memoria nos deber?a ayudar a entender mejor qu? es la Eucarist?a para el pueblo cristiano. Es un memorial porque recuerda el acontecimiento al que ya toda la humanidad debe su existencia, como humanidad redimida: la muerte del Se?or. Pero la Eucarist?a tiene algo que la distingue de cualquier otro memorial. Es memoria y presencia a la vez, y presencia real, no s?lo intencional; hace a la persona realmente presente, aunque est? oculta bajo los signos del pan y del vino. El Memorial Day no puede hacer que los ca?dos vuelvan a la vida, el Ghandi memorial no puede lograr que Ghandi viva. Esto en cambio lo realiza, seg?n la fe de los cristianos, el memorial eucar?stico respecto a Cristo.

Sin embargo, adem?s de todas las cosas bellas que hemos mencionado de la memoria, debemos aludir tambi?n a un peligro innato en ella. La memoria se puede transformar f?cilmente en est?ril y paralizadora nostalgia. Esto sucede cuando la persona se hace prisionera de los propios recuerdos y acaba por vivir en el pasado. El memorial eucar?stico no pertenece en verdad a este tipo de recuerdos. Al contrario: nos proyecta hacia delante; despu?s de la consagraci?n, el pueblo aclama: ?Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrecci?n. ?Ven Se?or Jes?s!? (en otras versiones, ?Anunciamos tu muerte, Se?or. Proclamamos tu resurrecci?n. En la espera de tu venida?. Ndr). Una ant?fona atribuida a Santo Tom?s de Aquino ( O sacrum convivium ) define la Eucarist?a como el sagrado convite en el que ?se recibe a Cristo, se celebra la memoria de su pasi?n, el alma se llena de gracia y se nos da la prenda de la gloria futura?.

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit]

Publicado por verdenaranja @ 23:04  | Espiritualidad
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ZENIT publica el Mensaje de la Comisi?n de la Conferencia Episcopal Espa?ola de Pastoral Social con motivo de la festividad del Corpus Christi, que en Espa?a se celebra el domingo, 10 de Junio de 2007, con el t?tulo ?Caridad y educaci?n integral?.

Caridad y educaci?n integral



La Sant?sima Eucarist?a, Sacramento de la caridad, es el don que Jesucristo hace de s? mismo, revel?ndonos el amor infinito de Dios por cada hombre. [1]

Ante la celebraci?n de la festividad del Cuerpo de Cristo, d?a de la Caridad, los Obispos de la Comisi?n Episcopal de Pastoral social invitamos a todos los cristianos a comprometerse, desde el amor que brota de la Eucarist?a, en la urgente tarea de defender la dignidad de cada persona, especialmente las condiciones de vida y la dignidad de los marginados, los excluidos y los m?s pobres. Y m?s en concreto, os animamos encarecidamente, en las actuales circunstancias de la Iglesia en Espa?a, al necesario compromiso de promover el derecho a la educaci?n integral.

La campa?a institucional de C?ritas para este a?o tiene por objetivo la defensa de los derechos humanos, no solamente de palabra sino tambi?n de hecho. C?ritas ha formulado expresivamente este objetivo liberador con el siguiente eslogan: ?Los derechos humanos son universales, las oportunidades deber?an serlo?.

En Occidente tenemos una sociedad opulenta, en la que, si tom?semos verdaderamente en serio la solidaridad y el respeto real a los derechos humanos, ser?a posible erradicar algunos de los problemas mundiales m?s candentes de la sociedad actual, como son: el hambre, el respeto ecol?gico a la naturaleza y la participaci?n democr?tica de todos los ciudadanos en la soluci?n de los problemas que nos afectan a todos.

Evidentemente, la magnitud de los retos globales que actualmente tenemos planteados exige una respuesta estructural. Desde esta perspectiva, los ciudadanos podemos y debemos contribuir a que crezca la conciencia y la responsabilidad de todos los hombres y mujeres para afrontar los desaf?os de la pobreza en esta encrucijada hist?rica que atravesamos. Los cristianos estamos llamados, especialmente, a ser una voz de serena, laboriosa y paciente esperanza, ante la complejidad y las dificultades de nuestro tiempo.

Pero tambi?n cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad personal y la posibilidad de contribuir a la transformaci?n de la sociedad actual en comunidad m?s humana y fraterna, pasando de las grandes palabras a los peque?os y constantes gestos cotidianos, justamente a trav?s del compromiso sencillo de la vida diaria, llevado a cabo en nuestro trabajo, en nuestra familia, entre los amigos, en el ?mbito de la acci?n social y pol?tica y en las actividades del tiempo libre.

Esta tarea no se ha de limitar solamente a esforzarnos por ser honrados y justos en nuestras relaciones interpersonales y en todos los hechos concretos de nuestra vida diaria, sino tambi?n a trav?s de nuestra palabra y del anuncio gozoso del Reino de Dios. Las palabras sin los hechos quedan desacreditadas, pero los hechos sin la palabra no alcanzan toda su significaci?n. En el evangelio de San Lucas, cuando Jes?s de Nazaret env?a a los disc?pulos a evangelizar, concreta la misi?n en una doble tarea: ?predicar y curar? [2]. De esta manera, invita a los disc?pulos de todos los tiempos a ?curar? todo tipo de enfermedad y a ?proclamar? que el Reino de Dios est? cerca. Por esta raz?n, y para ser fieles al Evangelio, en el Jueves Santo celebramos al mismo tiempo el ?lavatorio de los pies? y la ?eucarist?a?, que unen para siempre la celebraci?n de la Cena del Se?or y el compromiso de la justicia y el amor.

Para que la campa?a de C?ritas de este a?o -Los derechos humanos son universales, las oportunidades deber?an serlo- no quede limitada a un buen deseo, hemos de hacer un esfuerzo especial para descubrir la manera m?s eficaz de contribuir al desarrollo integral de la persona, especialmente de los excluidos de la sociedad, mediante la pr?ctica real de sus derechos humanos.

Sin olvidar otros derechos b?sicos, queremos destacar la importancia de la educaci?n como elemento clave para la liberaci?n integral de la persona. La tarea educativa supera el paternalismo y no se limita solamente a ofrecer unos peces, sino tambi?n una ca?a de pescar. El acceso a los derechos humanos pasa por la educaci?n liberadora, porque solamente a trav?s de la misma, la persona toma conciencia de que es responsable de su propia vida y va adquiriendo una actitud abierta, cr?tica y activa ante el dinamismo de la historia.

La educaci?n integral intenta el desarrollo interno y multidimensional de la persona para que aprenda a ?saber, saber hacer, saber estar y, en definitiva, a saber ser?. El saber es una tarea humanizadora, porque la informaci?n es una capacidad para el desarrollo de la persona humana. Ense?ar a saber hacer capacita la persona para resolver los problemas concretos y sus necesidades diarias. Aprender a saber estar ayuda a tener sentido de la complejidad de la realidad y capacita para poder vivir pacientemente la lentitud inevitable en el dinamismo de la transformaci?n personal y social. El saber, el saber hacer y el saber estar conducen al saber ser. El saber ser consiste en vivir el momento presente desde la coherencia, la confianza b?sica, la sencillez y el amor, sabiendo quienes somos, de d?nde venimos y a d?nde vamos, es decir, estando abiertos a la trascendencia.

Si contemplamos el evangelio en su globalidad, observamos que esta educaci?n integral nos fue mostrada por Jes?s de Nazaret, mediante un proceso lento, que se inici? en su ?encarnaci?n?, entr? en crisis en Jerusal?n con su ?muerte?, y lleg? a su plenitud la ma?ana de Pascua en su ?resurrecci?n?. Los disc?pulos de Jesucristo recibieron una educaci?n para la verdadera libertad, acompa??ndole en su vida p?blica y recibiendo el Esp?ritu Santo el d?a de Pentecost?s. Desde la hermosa ma?ana de Pascua hasta nuestros d?as, la comunidad cristiana, a lo largo de los caminos y los siglos, ha experimentado la acci?n liberadora del Esp?ritu del Se?or, y ha ido recibiendo del Par?clito las luces y carismas para una tarea educativa, liberadora y sapiencial de la persona.

En este D?a de la Caridad, a la hora de tomar nuestros compromisos personales, al mismo tiempo que contribuimos con una aportaci?n econ?mica al sostenimiento de las actividades y proyectos de C?ritas, ser?a bueno y muy conveniente asumir tambi?n un compromiso decidido de trabajar en favor de este derecho a la educaci?n integral.

Podemos contribuir a esta tarea educativa denunciando las situaciones que bloquean la dignidad de la persona humana y anunciando que es posible otro orden mundial edificado en la verdad, la justicia, el amor y la libertad. Los proyectos y programas de C?ritas tienen siempre este objetivo educativo y liberador en su horizonte. Como nos ha recordado el Papa, ?las instituciones eclesiales de beneficencia, en particular C?ritas (?), inspir?ndose en la Eucarist?a, que es el sacramento de la caridad, se convierten en su expresi?n concreta; por ello merecen todo encomio y est?mulo por su compromiso solidario en el mundo?[3]. Edificados en el amor de Dios, aunque seamos conscientes de que queda mucho por hacer, en realidad todo es posible con el auxilio del Se?or, con la luz y el consuelo de su Palabra, con la fuerza de la Eucarist?a y con la potencia de su Esp?ritu.

Por otra parte, esta posici?n consciente y comprometida en favor de la educaci?n liberadora es oportuna porque est? en la ra?z de la soluci?n de muchos problemas. Por ello, es la mejor inversi?n econ?mica, social y pol?tica para el bienestar de la persona y la paz social, porque los seres humanos, sin distinci?n, crecemos a partir de la experiencia central del amor, como ha puesto de manifiesto la enc?clica ?Deus Caritas est? de Benedicto XVI. Adem?s, los cristianos podemos compartir este compromiso con otras muchas personas y grupos, que tambi?n trabajan por la educaci?n y promoci?n de la persona. Nosotros lo hacemos a partir de la experiencia central de nuestra vida, que es el encuentro personal con Jesucristo Resucitado.

Finalmente, cuando en esta solemnidad del Cuerpo de Cristo proclamamos el derecho a la educaci?n integral, estamos afirmando que s?lo el amor, el verdadero amor, la verdad del amor, es aut?nticamente liberador y nos hace crecer, porque, aunque es cierto que de dinero y de poder se tiene m?s cuanto m?s se guarda, sin embargo, de amor se tiene m?s cuanto m?s se da.
Los obispos de la Comisi?n Episcopal de Pastoral Social
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[1] BENEDICTO XVI, Exhortaci?n Apost?lica Sacramentum caritatis, 1
[2] Cf. Lc 9,1-6
[3] Sacramentum caritatis, n. 90.

Publicado por verdenaranja @ 16:04  | Hablan los obispos
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D?a 10 Domingo.
Solemnidad: Sant?simo Cuerpo
y Sangre de Cristo


El Pan de Vida


Una vez m?s recordamos este milagro que podemos llamar clamoroso, espectacular, que todo el mundo reconoci? con asombro, y a partir del cual bastantes quisieron proclamarlo rey, seg?n narra san Juan: Aquellos hombres, viendo el milagro que Jes?s hab?a hecho, dec?an: Este es verdaderamente el Profeta que viene al mundo. Jes?s, conociendo que iban a venir para llev?rselo y hacerlo rey, se retir? de nuevo al monte ?l solo.

Los hombres reconocen en Jes?s a alguien excepcional. De hecho, el Se?or no oculta su poder. No s?lo en una ocasi?n, muchas veces realiz? prodigios ante la gente. Eran uno de los medios que utiliz? para probar su condici?n de Mes?as. Llevar a cabo lo que ning?n hombre ser?a capaz de hacer, probaba al menos su gran uni?n con Dios. As? lo entendieron las gentes sencillas que contemplaron pasmadas multiplicarse el pescado y el pan ante sus ojos. Reconocerle como autor de hechos milagrosos, equival?a a aceptar su condici?n mesi?nica de Redentor. Los milagros eran una prueba m?s de que se cumpl?an en ?l las Escrituras acerca del Mes?as. De ah? la resistencia, por ejemplo, de los fariseos a reconocer los prodigios de Jes?s. ?ste no expulsa los demonios sino por Beezebul, el pr?ncipe de los demonios, dec?an de ?l.

No buscaba, en todo caso, Jesucristo en primer lugar solucionar las situaciones humanamente lamentables ?como las muchas enfermedades? de la gente de su tiempo. M?s bien quer?a que lo aceptaran como Salvador que ven?a con el Evangelio, la gran noticia para toda la humanidad, de que por ?l y en ?l est?bamos destinados a vivir la Vida de Dios. Concretamente, ese alimento que saci? el hambre de la multitud, que milagrosamente les hab?a concedido, era, ante todo, un preludio del Pan de Vida eterna ?su propio cuerpo y su sangre? que dentro de poco les iba a ofrecer como alimento. Un alimento en verdad para la Vida eterna, que es la ?nica vida propia de los hijos de Dios. Un alimento, seg?n las palabras del mismo Cristo, imprescindible para esa Vida: si no com?is la carne del Hijo del Hombre y no beb?is su sangre, no tendr?is vida en vosotros.

Jes?s se expresaba con gran claridad, a?n sabiendo que bastantes no querr?n aceptar sus palabras. Los suyos, sin embargo, con Pedro a la cabeza, creen en ?l. T? tienes palabras de vida eterna, confiesa el Pr?ncipe de los Ap?stoles. Pero muchos, a partir de entonces, se apartaron de su compa??a. Como sucede en nuestro tiempo, la bondad intachable del Maestro, su autoridad indiscutible y la infinidad de prodigios sobrehumanos y evidentes, resultan irrelevantes ?no significan nada? cuando no se quiere creer. Cuando lo ?nico que interesa es el propio criterio inamovible, las verdades m?s notorias se puedan recibir como un insulto que no vale la pena escuchar.

Hoy como ayer, parece incomprensible en tantos ambientes que el amor de Dios por sus hijos le lleve a darnos su misma Vida, aliment?ndonos de S?. Tendr?amos que purificarnos del ego?smo y la desconfianza que nos reducen a la peque?ez de nosotros mismos, que tan grande se nos antoja. Nuestro Dios se nos ha mostrado generoso hasta el extremo y de modo patente, para que pudi?ramos apreciarlo con nuestros propios ojos. Pero, adem?s, ha dispuesto que podamos alcanzar todo el tesoro de su Amor, que nos enriquece con la Vida Eterna, con la misma facilidad que el alimento m?s com?n y accesible.

Hoy, que celebramos con toda la Iglesia la Solemnidad del Cuerpo y Sangre del Se?or, Pan de Vida Eterna, suplicamos a la Trinidad Beat?sima nos conceda contemplar la Sagrada Forma con m?s reverencia cada d?a. Con una gratitud m?s viva, que quiera manifestarse en obras de correspondencia, en adoraci?n efectiva en el templo, y tambi?n fuera de ?l: cuando nuestra conducta en lo corriente debe indicar que la vida de Cristo nos gobierna.

?Te adoro con devoci?n, Dios escondido!, aclamamos a Jesucristo, realmente presente en las Especies Eucar?sticas, repitiendo las palabras del himno. Es necesario detenerse ante el sagrario, ante la custodia, sin prisas, para manifestar a Jes?s nuestro amor, nuestros deseos de cambiar, de mejorar para ?l, de corresponder ?de intentar corresponder? al Amor suyo. Es tambi?n el momento ?esa adoraci?n ante la Eucarist?a? de la s?plica esperanzada por tantas necesidades espirituales y materiales, propias y ajenas. Pidamos, ante todo, m?s santidad: m?s amor a Dios en nosotros y en todos los hombres. Rogamos as? a nuestro Dios Bueno y Todopoderoso lo mejor, lo que ?l mismo desea concedernos: lo que m?s nos enriquece, la esencia misma de la felicidad.

Nuestra Madre del Cielo es Maestra segura para sus hijos, que quieren admirar m?s y m?s el Misterio de Amor encerrado en la Eucarist?a. El trato asiduo con Santa Mar?a nos conduce de suyo y del mejor modo a Jes?s Sacramentado.