01 Seppiembre (ACI).- El Papa Benedicto XVI se encontr? esta tarde con m?s 500 mil j?venes italianos en la localidad de Loreto. En su discurso los alent? a no tener miedo de entregarse a Cristo, el ?nico que puede saciar aut?nticamente los anhelos m?s profundos del ser humano.

Tras arrivar en helic?ptero a la ciudad de Loreto, Italia, y despu?s de haber saludado a las respectivas autoridades civiles y eclesiales, el Santo Padre se reuni? con los j?venes llegados de todas partes del pa?s. ??Constituyen la esperanza de la Iglesia en Italia!?, fueron las palabras con las cuales el Pont?fice inici? su discurso y manifesto su alegr?a por ?encontrarlos en este lugar tan singular, en esta noche especial, rica en oraciones, cantos, silencios, llena de esperanzas y de profundas emociones?.

Seguidamente record? a los presentes que el motivo de su presencia se debe en ?ltima instancia ?al Esp?ritu Santo: Os ha guiado hasta aqu?; habe?s venido con vuestras dudas y vuestras certezas, con vuestras alegr?as y vuestras preocupaciones. Ahora os toca abrir el coraz?n y ofrecerlo todo a Jes?s?.

?Lamentablemente hoy en d?a, para muchos j?venes una existencia plena y feliz es vista como un sue?o dif?cil y hasta irrealizable", continu? el Papa. "Muchos de vuestros coet?neos miran el futuro con aprensi?n y se hacen no pocas preguntas. Preocupados se cuestionan: ?C?mo insertarse en una sociedad marcada por numerosas y graves injusticias y sufrimientos? ?C?mo reaccionar frente al ego?smo y a la violencia que parecen prevalecer? ?C?mo dar un sentido pleno a la vida??, prosigui?.

Ante tales inc?gnitas la respuesta del Papa fue directa y concreta: ?Con amor y convicci?n os repito, j?venes aqu? presentes, y por medio de vosotros, a vuestros coet?neos del mundo entero: ?No tenga?s miedo, Cristo puede colmar las aspiraciones m?s ?ntimas de vuestro coraz?n! Nada ni nadie podr? jam?s separarnos del amor de Dios?.

?Cristo conf?a en vosotros y desea que poda?s realizar vuestro m?s elevado y noble sue?o de la aut?ntica felicidad?, agreg?, al tiempo que dirig?a la mirada hacia Mar?a, quien ?dispuesta a realizar la volutar divina pronunci? su ?h?gase?, que cambi? su vida y la historia de la entera humanidad. Mar?a conoce vuestras aspiraciones m?s nobles y profundas. Conoce sobre todo vuestro gran deseo de amor, vuestro deseo de amar y de ser amados?.

Haciendo notar que es propio de toda persona humana el ?cultivar el sue?o de un amor que de sentido pleno al propio acaecer?, el Pont?fice medit? sobre la vocaci?n al matrimonio y a la vida consagrada.

Reflexionando sobre la situaci?n actual del matrimonio el Papa dijo: ?S? bien que este sue?o es hoy en d?a cada vez menos f?cil de realizar. ?Cu?ntos fracasos del amor en torno a nosotros! ?Cu?ntas parejas bajan la cabeza, se rinden y se separan! ?Cu?ntas familias quedan en pedazos! ?Cu?ntos chicos, entre vosotros tambi?n, han visto la separaci?n y el divorcio de sus padres! A quien se encuentra en tan delicadas y complejas situaciones quisiera decir: la Madre de Dios, la comunidad de los creyentes, el Papa est?n junto a vosotros y rezan para que la crisis que marca las familias de nuestro tiempo no se convierta en un fracaso irreversible?.

Una vez m?s, el Pont?fice puso a Mar?a como punto de referencia para los presentes, recordando que ?para quien confia en Dios nada es imposible. Esto vale para quien est? destinado a la vida matrimonial, y a?n m?s para aquellos a quienes Dios propone una vida de total desapego de los bienes de la tierra para estar dedicados a su Reino a tiempo completo?.

El Papa concluy? su meditaci?n ?abrazando con coraz?n de padre? a los presentes y exhort?ndolos a perseverar en la vida cristiana.