Jueves, 27 de septiembre de 2007
El Secretariado Nacional para la Familia, de la Conferencia Episcopal Argentina, ha emitido un comunicado oficial en el que afirman que ?todo problema humano tiene una soluci?n humana.

LA SOMBRA DE HERODES


Una vez m?s, la provincia de Buenos Aires ha ofrecido un quir?fano, lugar donde habitualmente se procura sanar y salvar vidas- para consumar el, crimen abominable: matar a un ni?o, al que se le conculc? el derecho a nacer.

Repasemos el caso: En Entre R?os, una joven discapacitada concibi?, como resultado de una violaci?n. La abuela de la criatura solicit? la realizaci?n de un aborto, que finalmente fue autorizado por el Supremo Tribunal de Justicia. ?Tendremos que acostumbrarnos a que los encargados de administrar justicia la violen, ignorando derechos fundamentales que gozan de tutela constitucional? Los m?dicos del Hospital San Roque, de Paran?, en una decisi?n que los honra, se negaron por razones de conciencia a suprimir una vida inocente; estimaron, adem?s, razonablemente, que la salud de la joven mam? que merece todo nuestro respeto y nuestro afecto corr?a riesgos con la operaci?n, y no con el avance de su embarazo y con el parto. El ministro de Salud de la Naci?n, a?adiendo un nuevo m?rito a su curr?culo de promotor de la cultura de la muerte, consigui? que la joven fuera derivada al Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil de Mar del Plata. Le ayud? en su prop?sito el ministro de Salud bonaerense, el mismo que ha dado permiso para practicar abortos mediante un ins?lito acto administrativo. Con cobertura ?legal? y con medios oficiales se priv? del derecho a nacer a un ni?o que llevaba varios meses de vida.
Deliberadamente lo llamo ni?o, porque as? corresponde seg?n el ordenamiento jur?dico argentino. Al adherir a la Convenci?n de los Derechos del Ni?o, nuestro pa?s estableci? que debe considerarse tal a todo ser humano desde el momento de la concepci?n y hasta los 18 a?os de edad. Esta declaraci?n tiene valor constitucional. Vale la pena subrayar que el reconocimiento del embri?n humano como sujeto de derechos se apoya en certezas cient?ficas y no en creencias religiosas. Causa admiraci?n que el gobernador de la provincia de Buenos Aires incurra, sobre este punto, en un grueso error. En efecto, acaba de afirmar, respecto del caso que comentamos: creo que cada uno tiene derecho a tener su creencia religiosa, pero no obligarle a los dem?s a tener las conductas que su religi?n le indica; as? ha dicho al avalar a los m?dicos que ?seg?n ?l? ?han cumplido con su responsabilidad?. Ahora bien, ?no se trata de creencias religiosas, sino de certezas proporcionadas por la biolog?a, la gen?tica, la embriolog?a y el derecho!

La confusi?n y los prejuicios ideol?gicos impiden aceptar una verdad que es de orden meramente racional, no de fe; natural, cient?fica, no religiosa. Un periodista, al informar sobre el caso desliza su opini?n y habla del ?interminable calvario judicial? que habr?a sufrido la joven discapacitada hasta que el Tribunal Superior autorizara la operaci?n abortiva. ?Calvario es el que le impusieron al pobre ni?o, y no judicial sino sangriento, mortal! Un corresponsal en Mar del Plata anuncia: ?se le practic? aqu? un aborto terap?utico?, y repite ?se concret? el aborto terap?utico?. ?Terap?utico! ?A qui?n se cur? con el aborto, y de qu? enfermedad? ?Eugen?sico, habr?a que decir en todo caso, y discriminatorio! ?Se trata de ignorancia o de mala fe?

Pero la ideolog?a abortista va mucho m?s all?; no acepta l?mites a su intolerancia y a su prepotencia, sobre todo cuando se apoya en el poder pol?tico. Una diputada de Entre R?os, que dice identificarse ?con las organizaciones de mujeres y de derechos humanos?, est? analizando la posibilidad de pedir un jury por mal desempe?o a la defensora de Pobres y Menores y a la jueza de Familia, simplemente porque intervinieron cumpliendo con su deber de tutelar el derecho a la vida del ni?o por nacer. Insiste la legisladora: ?vamos a analizar cada hecho de este caso, porque hubo violaciones a los derechos humanos sobre esta joven y su familia?.

Del ni?o no se habla. Claro, no hemos visto su rostro; no hubo tiempo de llamarlo con su nombre. No mereci? la protecci?n del INADI. Como si no hubiera existido. Pero lo cierto es que viv?a, y lo han matado.
El totalitarismo de los abortistas se cierne sobre la Argentina como una siniestra amenaza. Como la sombra de Herodes. ?Recuerda el lector a Herodes el Grande, aquel tirano que en su obsesi?n de eliminar al Mes?as masacr? a los inocentes de Bel?n y sus alrededores?

+ H?ctor Aguer, Arzobispo de La Plata
Publicado por verdenaranja @ 23:03  | Hablan los obispos
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