Viernes, 05 de octubre de 2007
VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA por don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - Motu proprio y cuesti?n eclesiol?gica

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Seg?n algunos el Motu proprio de Benedicto XVI ?Summorum Pontificum? corre el riesgo de crear ?malestar? porque la eclesiolog?a presente en el antiguo Misal ser?a ?incompatible? con la eclesiolog?a surgida del Concilio Vaticano II. Tratemos de verificar si esta tesis es fundada, dirigi?ndonos al Canon romano, la Plegaria Eucar?stica que permanece tambi?n en el nuevo Misal. En esa ante todo el sacerdote se dirige al Padre y presenta la oferta ?por la Iglesia santa y cat?lica?, para que sea recogida en la unidad - como se reza en la antigua Didach? - y ?l la gu?e por medio del Papa, del Obispo, de la comunidad en que se celebra la Eucarist?a y a trav?s ?de todos aquellos que custodian la fe cat?lica transmitida por los Ap?stoles?. Son los c?lebres d?pticos que prueban la existencia de la comuni?n en la Iglesia. Al mismo tiempo se recuerda al Padre a los presentes en la celebraci?n y a los que ofrecen: ?por ellos te ofrecemos y ellos mismos te ofrecen?, es decir el sacerdocio ordenado y el sacerdocio com?n. En segundo lugar, se afirma que la Misa es celebrada en comuni?n con Mar?a y los Santos, la Iglesia celestial, pidiendo su intercesi?n. En tercer lugar se invoca de Dios ?la potencia de tu bendici?n?, para que los dones sean consagrados: la expresi?n se refiere al Esp?ritu Santo. Seg?n los estudios, el Canon romano, en su n?cleo, ser?a anterior a la definici?n del concilio constantinopolitano del 381. Asimismo, tambi?n otra plegaria eucar?stica antigua, la an?fora copta de Serapi?n contiene una ep?clesis al Verbo.

Regresando al Canon romano, despu?s de la consagraci?n se pasa a hacer memoria al Padre del Hijo y de su misterio pascual, ofreciendo su Cuerpo y su Sangre como sacrificio agradable, prefigurado en los sacrificios de Abel, Abraham y Melquisedec; se reza para que la oferta llega hasta el altar del cielo desde el de la tierra. Sigue la intercesi?n por los difuntos, la Iglesia que se purifica, y la intercesi?n por la Iglesia terrena y celebrante en aquel lugar. La gran plegaria se concluye con la glorificaci?n trinitaria y el Am?n de los fieles.

De esta oraci?n, que grad?a con sabidur?a la fe personal y la fe comunitaria, emerge una eclesiolog?a trinitaria, es decir de comuni?n que desciende del cielo, con las caracter?sticas de la unidad y de la santidad, de la catolicidad y de la apostolicidad. La oraci?n hace, al mismo tiempo, memoria de Jesucristo y de su misterio y espera su venida tanto en el hoy lit?rgico cuanto en el juicio final. Una oraci?n esencial de adoraci?n. Ahora, la crisis que ha afectado a la liturgia se debe al hecho de que al centro frecuentemente ya no est? Dios y la adoraci?n, sino los hombres, la comunidad; as?, como dec?a J.B.Metz: ?La crisis de Dios es bloqueada eclesiol?gicamente?.

Providencialmente el Concilio aprob? como primer acto la Constituci?n sobre la Sagrada Liturgia, porque ?al inicio est? la adoraci?n y por lo tanto Dios [?] La Iglesia deriva de la adoraci?n, de la misi?n de glorificar a Dios? (J.Ratzinger, L?ecclesiologia della costituzione Lumen gentium, en La Comunione nella Chiesa, Cinisello B. 2004, p 132). Esta es la eclesiolog?a del Concilio que, m?s all? de las acentuaciones hist?ricas, es la misma desde hace dos milenios en la Iglesia cat?lica.

La crisis de la liturgia comienza cuando no es concebida y vivida como adoraci?n en Jesucristo de la Trinidad y como celebraci?n de toda la Iglesia cat?lica y no de una comunidad particular, de la cual los Obispos y sacerdotes son ministros, es decir siervos, no due?os. El lamento continuo de algunos liturgistas sobre la falta de actuaci?n de la reforma y los expedientes para hacerla atractiva, indican que se ha perdido el esp?ritu de la liturgia, reduci?ndola a una autocelebraci?n de la comunidad particular.

Cu?ntos ejemplos de relativismo lit?rgico (falsamente escondido bajo el nombre de creatividad) est?n ante los ojos de todos cada d?a: la Eucarist?a es la primera que ha pagado las consecuencias de una idea no cat?lica de Iglesia. ?A qu? eclesiolog?a se refieren aquellos que pretenden afirmar la presunta incompatibilidad del Misal del Beato Juan XXIII con la actual situaci?n eclesial?

Temer dos eclesiolog?as diferentes es un grave error: significa considerar el Concilio como un momento de ruptura con la tradici?n cat?lica, como dijo el Santo Padre Benedicto XVI en el discurso por los cuarenta a?os de la conclusi?n del Concilio Vaticano II. El Misal romano de San P?o V y del Beato Papa Juan XXIII, heredero de los antiguos sacramentarios y de los Misales medievales, como tambi?n el Misal de Pablo VI, es expresi?n de la ?nica lex credendi et orandi que da el primado a la relaci?n de la Iglesia y de cada fiel con Dios. Es la ?nica eclesiolog?a que se pueda llamar cat?lica. (Agencia Fides 4/10/2007; l?neas 52, palabras 813)
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