Art?culo semanal del Padre Fernando Lorente o.h. publicado en EL D?A, el mi?rcoles 10 de octubre, en la secci?n CRITERIOS, bajo el ?p?grafe general "Luz en el camino". Luz en el Camino Fernando Lorente, o.h. *
Mi sustituto no me esper?
EL GRAN AP?STOL de Andaluc?a, san Juan de ?vila, dec?a de s? mismo y con toda sencillez que "ten?a su vida alquilada a los otros". ?Qu? definici?n tan cabal de lo que estaba siendo toda su vida sacerdotal! Para ?l, ser sacerdote y vivir su misi?n significaba: estar pendiente de los dem?s; ser el hermano para los hermanos; tener su vida expropiada en beneficio del pr?jimo; que el cristianismo del sacerdote es siempre su ministerio, cuyo servicio a la comunidad es hacer percibir en los fieles lo que el pueblo dijo de Cristo: "Pas? por el mundo haciendo el bien". (Hec. l0,38), el carnet de identidad, el rasgo definitorio de la vida del sacerdote. Su forma de ser es ser Dios y para el pr?jimo.
Con este esp?ritu, en el campo de la hospitalidad, mi sustituto, Braulio Novella, durante las vacaciones veraniegas pasadas, dej? esta tierra temporal para pasar a la vida eterna. Se march? sin esperarme. Como recuerdo espiritual de gratitud a este religioso de san Juan de Dios y a los lectores de este espacio semanal, ofrezco esta reflexi?n:
Debemos vivir convencidos de que, a fin de cuentas, s?lo Dios cuenta en todos los tiempos, lo que nada ni nadie puede sustituir.
En aprender a vivir y en aprender a morir es donde est? la s?ntesis de toda sabidur?a humana. Para ello son necesarios todos los d?as de nuestra existencia para aprender este arte dif?cil del vivir y, sobre todo, del morir. Aqu? no cabe improvisar, Estas clases de artes dif?ciles de sabidur?a humana requieren tiempo, paciencia, reflexi?n y dedicaci?n. Por este camino percibiremos que la vida tiene sentido, porque precisamente la muerte es la llave que nos permite entrar en el ?mbito de la plenitud que es cielo. Por eso, la muerte es el momento m?s importante y decisivo de la vida. Y el aut?ntico humanismo no puede quedar defraudado ante la realidad de la muerte, sino al contrario, cobra una nueva dimensi?n si afirma su fe en la trascendencia. La muerte, por tanto, no es degradante para el ser humano, sino pac?fica y l?cida cuando de verdad se ha construido bien la obra de la vida
Y la obra construida de la vida de nuestro Hermano Braulio Novella ha supuesto 63 a?os de vida religiosa en la asistencia a los enfermos y m?s de 50 a?os de sacerdote en este mismo servicio apost?lico. Qu? bien entendi? nuestro hermano la vida hasta abrazarse a la muerte el pasado 5 de septiembre en el Hospital S. Rafael en Madrid de la Orden Hospitalaria. Que la vida y muerte de este religioso de S. Juan de Dios sea semilla de nuevas y abundantes vocaciones religiosas y seglares cristianas al servicio asistencial de los enfermos. Es nuestro mejor recuerdo desde aqu? y de esperanza de encontrarnos con ?l m?s all?, mientras llega este momento para todos, que todos nos convenzamos de que debemos vivir en la cuenta de que, a fin de cuentas, s?lo Dios cuenta en todos los tiempos. Y esta realidad humana-divina con nada ni por nadie se puede sustituir.
* Capell?n de la Cl?nica S. Juan de Dios