Mi?rcoles, 17 de octubre de 2007
ZENITPublicamos la intervenci?n que pronunci? Benedicto XVI el domingo, 15 de Octubre de 2007, al rezar la oraci?n mariana del ?ngelus.


Queridos hermanos y hermanas:
El Evangelio de este domingo presenta a Jes?s curando a diez leprosos, de los cuales s?lo uno, samaritano y por tanto extranjero, vuelve para darle las gracias (Cf. Lucas 17, 11-19). El Se?or le dice: ?Lev?ntate y vete; tu fe te ha salvado? (Lucas 17, 19).

Este pasaje evang?lico nos invita a una reflexi?n doble. Ante todo, hace pensar en dos niveles de curaci?n: uno m?s superficial, afecta al cuerpo; el otro, m?s profundo, a lo ?ntimo de la persona, lo que la Biblia llama el ?coraz?n?, y de ah? se irradia a toda la existencia. La curaci?n completa y radical es la ?salvaci?n?. El mismo lenguaje com?n, al distinguir entre ?salud? y ?salvaci?n?, nos ayuda a comprender que la salvaci?n es mucho m?s que la salud: es, de hecho, una vida nueva, plena, definitiva. Adem?s, aqu? Jes?s, como en otras circunstancias, pronuncia la expresi?n: ?tu fe te ha salvado?. La fe salva al hombre, restableci?ndole en su relaci?n profunda con Dios, consigo mismo y con los dem?s; y la fe se expresa con el reconocimiento. Quien, como el samaritano curado, sabe dar las gracias, demuestra que no lo considera todo como algo que se le debe, sino como un don que, aunque llegue a trav?s de los hombres o de la naturaleza, en ?ltima instancia proviene de Dios. La fe comporta, entonces, la apertura del hombre a la gracia del Se?or; reconocer que todo es don, todo es gracia. ?Qu? tesoro se esconde en una peque?a palabra: ?gracias?!

Jes?s cura diez enfermos de lepra, enfermedad que entonces era considerada como una ?impureza contagiosa?, que exig?a un rito de purificaci?n (Cf. Lev?tico 14,1?37). En realidad, la lepra que realmente desfigura al hombre y a la sociedad es el pecado. El orgullo y el ego?smo engendran en el esp?ritu indiferencia, odio y violencia. S?lo Dios, que es Amor, puede curar esta lepra del esp?ritu, que desfigura el rostro de la humanidad. Al abrir el coraz?n a Dios, la persona que se convierte es sanada interiormente del mal.

?Convert?os y creed en el Evangelio? (Cf. Marcos 1,15). Jes?s hizo esta invitaci?n al inicio de su vida p?blica, que sigue resonando en la Iglesia, hasta el punto de que incluso la Virgen Sant?sima en sus apariciones, especialmente en los ?ltimos tiempos, siempre ha renovado este llamamiento.

Hoy pensamos en particular en F?tima, donde, precisamente hace 90 a?os, del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917, la Virgen se apareci? a los tres pastorcillos: Luc?a, Jacinta y Francisco. Gracias a la conexi?n televisiva, quisiera hacerme espiritualmente presente en ese Santuario mariano, donde el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, ha presidido en mi nombre las celebraciones conclusivas de un aniversario tan significativo.

Le saludo cordialmente, as? como a los dem?s cardenales, a los obispos presentes, a los sacerdotes que trabajan en el santuario y a los peregrinos venidos de todas las partes del mundo con este motivo. Pedimos a la Virgen el don de una conversi?n de todos los cristianos, para que se anuncie y testimonie con coherencia y fidelidad el perenne mensaje evang?lico, que indica a la humanidad el camino de la aut?ntica paz.

[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit. Al final del ?ngelus, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua espa?ola que participan en esta oraci?n mariana, especialmente al grupo de la Parroquia San Felipe Neri, de Orizaba, M?xico. Que el gozo por la salvaci?n, que el Se?or ha tra?do al mundo, inunde los corazones y los hogares y nos lleve a darle gracias incesantemente por este don inigualable. Feliz domingo.

[En italiano, a?adi?:]
Siguen llegando diariamente de Irak graves noticias de atentados y violencia, que sacuden la conciencia de quienes llevan en su coraz?n el bien de ese pa?s y la paz de la regi?n. Entre ?stas, me ha llegado hoy la noticia del secuestro de dos buenos sacerdotes de la archidi?cesis siro-cat?lica de Mosul, amenazados de muerte. Hago un llamamiento a los secuestradores para que dejen en libertad cuanto antes a los dos religiosos y, repitiendo una vez m?s que la violencia no resuelve las tensones, elevo al Se?or una sentida oraci?n por su liberaci?n, por quienes sufren violencia y por la paz.

[? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]
Publicado por verdenaranja @ 0:22  | Habla el Papa
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