Jueves, 18 de octubre de 2007
Carta semanal del Arzobispo de Valencia Don Agust?n Garc?ia-Gasco para el Domingo 14 de Octubre de 2007.

Fe y Raz?n en la escuela



Por naturaleza, el ser humano busca la verdad. No se contenta con la conquista de verdades parciales, f?cticas o cient?ficas. Su b?squeda tiende hacia una verdad ulterior que pueda explicar el sentido de su vida y que no puede encontrar soluci?n si no es en el Absoluto, en Dios.

La vida de fe tiene un desarrollo intelectual que debe ser plenamente atendido por la ense?anza cat?lica, tanto en la escuela como en la universidad. La fe es tambi?n un saber razonable, un saber que se traduce en expresiones objetivas de valor universal, un h?bito de la inteligencia iluminado y ampliado en su campo por la revelaci?n cristiana.

Cuando se considera con detenimiento esta dimensi?n intelectual e incluso cient?fica de la fe, se acepta con soltura que el di?logo de la fe con la raz?n responde tanto al inter?s del alumno como a las funciones propias de la escuela y de la universidad.

La Iglesia conf?a en la raz?n y en la educaci?n. Por ello ha impulsado desde hace siglos Universidades y centros docentes que transformen y hagan cada vez m?s digna la vida del ser humano. Al mismo tiempo, recuerda que la raz?n no ha de cerrarse en s? misma, sino que ha de dar cuenta de que el ser humano est? llamado tambi?n a una verdad que trasciende. El profesor cat?lico ilumina el proceso de aprendizaje desde la perspectiva cristiana. Parte de valores irrenunciables desde lo cuales camina hacia la verdad.

El n?cleo de estos valores es la dignidad primaria del ser humano como persona, que lo eleva sobre todos los otros seres de la tierra y le concede la posici?n de absoluto privilegio de ser capaz de trascendencia. La dignidad humana est? indisolublemente vinculada a Dios, porque es ?l quien ha puesto en el coraz?n del hombre el deseo de conocer la verdad, de conocerle a ?l, para que conoci?ndolo y am?ndolo pueda alcanzar tambi?n la plena verdad sobre s? mismo.

El profesor cat?lico est? llamado a mantener una triple actitud: una continua apertura a la raz?n plena del hombre y a la b?squeda de la verdad; una creciente sensibilidad cr?tica hacia los valores y contravalores que conforman la cultura m?s cercana e influyen en su entorno; una constante y necesaria renovaci?n del acontecimiento cristiano vivido en el coraz?n.

Como record? Benedicto XVI a los universitarios, el profesor cat?lico constata con su acci?n que la fe cristiana es fuente de conocimiento y que, por el contrario, una raz?n que es sorda a lo divino y que relega la religi?n al espectro de las subculturas es incapaz de entrar en di?logo con las culturas. El profesor cat?lico, al tiempo que imparte los contenidos acad?micos obligatorios, pretende descubrir y comunicar a sus alumnos el sentido trascendente que los planteamientos cient?ficos pueden entra?ar desde la perspectiva cristiana.

De este modo, el alumno estar? en condiciones de descifrar en cada uno de los saberes que recibe el sentido sobrenatural que contienen. Es imprescindible que las escuelas y las universidades cat?licas transmitan el patrimonio cultural cristiano y ofrezcan a los ni?os y a los j?venes los elementos de su cultura en toda su verdad y realidad, mediante una presentaci?n creyente de los mismos. Omitir la perspectiva cristiana no da m?s libertad. Los alumnos tienen el derecho de conocer la visi?n cristiana que impregna la cultura europea desde hace dos milenios para comprender nuestro mundo y tener elementos para decidir con libertad que es inherente al cristianismo.

La educaci?n es uno de los mayores bienes que posee nuestra civilizaci?n, pero es un bien que necesita permanecer ubicado en la fuente que le da sentido. No es lo mismo educar desde el humanismo o desde el anti-humanismo destructivo. No es lo mismo educar desde la b?squeda humilde de la verdad que desde el orgullo de quien niega la verdad, proclamando como ?nica verdad un relativismo que conduce a la negaci?n del bien y del mal. No es lo mismo reconocer en cada ser humano el derecho a la vida y a la libertad, que relativizar dichos derechos en funci?n de su raza, de su cultura o de su riqueza. El compromiso cat?lico con la educaci?n pretende preservar ?ntegros todos sus bienes.

Las escuelas y universidades cat?licas han de dar raz?n de su fe y de su esperanza en toda ocasi?n. As? testifican su propia identidad y ayudan al alumno para que descubra la plenitud del ser humano realizada en Jesucristo. ?l es el Hombre nuevo, es la clave para comprender el misterio del hombre, es quien da sentido a toda la vida y la realidad, a todo el contenido de bien humano, propio de la escuela y de la universidad.

Con mi bendici?n y afecto,
Publicado por verdenaranja @ 23:46  | Hablan los obispos
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